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Catequesis Jornada Mundial de los Pobres

De preescolar a tercer grado


“NO AMEMOS DE PALABRA, SINO CON OBRAS”

“TUVE HAMBRE, TUVE SED, FUÍ FORASTERO..,


Y TÚ ¿DÓNDE ESTABAS?”

Objetivo:
* Despertar la conciencia de todos y todas ante la realidad de la pobreza en el mundo.
* Descubrir que en tiempos de Jesús también había marginación, pobreza, violencia, y
que Él tomó una actitud concreta ante estas situaciones.
* Caer en la cuenta de que Dios no desea esta situación y nos pide que luchemos para
cambiarla.

1. VER LA REALIDAD
Se lee parte del mensaje del Papa Francisco acerca de esta jornada:

«Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras» (1 Jn 3,18). Estas palabras del apóstol Juan
expresan un mandato que ningún cristiano puede ignorar. La seriedad con la que el «discípulo amado» ha transmitido
hasta nuestros días el mandamiento de Jesús se hace más intensa debido al contraste que percibe entre las palabras
vacías presentes a menudo en nuestros labios y los hechos concretos con los que tenemos que enfrentarnos. El amor
no admite excusas: el que quiere amar como Jesús amó, ha de hacer suyo su ejemplo; especialmente cuando se trata de
amar a los pobres. Por otro lado, el modo de amar del Hijo de Dios lo conocemos bien, y Juan lo recuerda con
claridad. Se basa en dos pilares: Dios nos amó primero (cf. 1 Jn 4,10.19); y nos amó dando todo, incluso su propia
vida (cf. 1 Jn 3,16).
Hoy en día, desafortunadamente, mientras emerge cada vez más la riqueza descarada que se acumula en las manos de
unos pocos privilegiados, con frecuencia acompañada de la ilegalidad y la explotación ofensiva de la dignidad
humana, escandaliza la propagación de la pobreza en grandes sectores de la sociedad entera. Ante este escenario, no
se puede permanecer inactivos, ni tampoco resignados. A la pobreza que inhibe el espíritu de iniciativa de muchos
jóvenes, impidiéndoles encontrar un trabajo; a la pobreza que adormece el sentido de responsabilidad e induce a
preferir la delegación y la búsqueda de favoritismos; a la pobreza que envenena las fuentes de la participación y
reduce los espacios de la profesionalidad, humillando de este modo el mérito de quien trabaja y produce; a todo esto
se debe responder con una nueva visión de la vida y de la sociedad.

2. REFLEXION
En un segundo momento, les invitaremos a reflexionar sobre sus propios ambientes, su realidad más
cercana. Y les pediremos que dialoguen sobre la pobreza en estos contextos en los que ellos/as se encuentran
insertos. Sugerimos algunas preguntas:

* ¿Qué experiencia tienes tú de pobreza?


* En tu barrio, en tu familia, en la escuela, entre tus amigos,…¿Conoces a personas que
estén pasando necesidad?
* ¿Qué provoca en nosotros esta cruda realidad? ¿Qué actitud tenemos ante ella? ¿Nos
preocupa? ¿Nos duele? ¿Nos damos cuenta de esta situación?

3. VER LA REALIDAD CON LOS CRITERIOS DE JESUCRISTO


En tiempos de Jesús también se daban estas situaciones. Él tomó una postura muy concreta ante esta
realidad.
Leer algunos de los siguientes textos bíblicos.

* Jesús denuncia la riqueza: Mc10,17-27


* Jesús toma partido por los pobres: Mt18,14; Mt11,5; Mt25,31-46; Lc6,20- 21; Lc4,18-
20; Lc16,19- 31; Mc12,41-44.
* Jesús nos enseña la alternativa del amor a los hermanos: 1Jn4, 7-11; 11-18.
* Jesús nos enseña la alternativa del compartir: Lc 9,12-174.

REFLEXION

«Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vi-


da porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece
en la muerte. El que odia a su hermano es un homicida. Y sa-
béis que ningún homicida lleva permanentemente en sí la vida
eterna. En esto hemos conocido el amor: en que él dio su vida
por nosotros. También nosotros debemos dar nuestra vida por
los hermanos. Pero si uno tiene bienes en el mundo y, viendo a
su hermano en necesidad, le cierra sus entrañas, ¿cómo va a
estar en él el amor de Dios?
Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y
con obras. En esto conoceremos que somos de la verdad y tran-
quilizaremos nuestro corazón ante él, en caso de que nos con-
dene nuestro corazón, pues Dios es mayor que nuestro corazón
y lo conoce todo. Queridos, si el corazón no nos condena, tene-
mos plena confianza en Dios. Cuanto pidamos lo recibimos de él,
porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agra-
da. Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su
Hijo, Jesucristo, y que nos amemos unos a otros, tal como nos lo
mandó. Quien guarda sus mandamientos permanece en Dios, y
Dios en él; en esto conocemos que permanece en nosotros; por
el Espíritu que nos dio».
(1Jn 3,13-24)

5. ACTUAR BAJO LA GUÍA DEL ESPÍRITU SANTO.

Escriben un compromiso personal o grupal para contribuir en la erradicación de la pobreza en sus


entornos más cercanos. Estos compromisos se escribirán en unas siluetas de manos, que se pueden presentar en
la Celebración Eucarística.

7. CELEBREMOS NUESTRA FE

* Señor de la Vida, te pedimos por los pobres, los hambrientos y necesitados de nuestro mundo. Pero
quizás también seas tú el que hoy nos pide a nosotros que hagamos lo posible para que no haya pobres,
hambrientos y necesitados en nuestro mundo. Ayúdanos a hacerlo posible. Roguemos al Señor. TE ROGAMOS
SEÑOR.

* Señor de la Vida, te pedimos por los gobernantes del mundo. Pero quizás también seas tú el que hoy
nos pide a nosotros que, como ciudadanos, presionemos y exijamos a nuestros gobernantes para que se
comprometan a realizar políticas que acaben con la pobreza. Ayúdanos a hacerlo de verdad. Roguemos al Señor.
R.

* Señor de la Vida, te pedimos por la Iglesia. Pero quizás también seas tú el que hoy nos pide a nosotros
que, como miembros de la Iglesia, hagamos palpable con nuestras obras y estilos de vida, el reino de los cielos
aquí en la tierra. Ayúdanos a hacerlo posible. Roguemos al Señor. R.

* Señor de la Vida, te pedimos que nos ayudes a escuchar y discernir, siempre y en todo momento, tu
voluntad, y la pongamos en práctica sin medias tintas en nuestro día a día para bien de nuestros hermanos.
Roguemos al Señor. R.

PADRE NUESTRO, AVE MARÍA, GLORIA AL PADRE…

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