Para Ossorio (2003), la define como cualquiera de las decisiones, desde las de
mero trámite hasta la sentencia definitiva, que dicta un juez o tribunal en causa
contenciosa o en expediente de jurisdicción voluntaria. En principio se adoptan
por escrito, salvo algunas de orden secundario que se adaptan verbalmente en
las vistas o audiencias, de las cuales cabe tomar nota a petición de parte.
Otra definición concordante con la anterior, nos dice que son todas aquellas
declaraciones emanadas del órgano jurisdiccional destinadas a producir una
determinada consecuencia jurídica procesal, a las que deben dar cumplimiento
los sujetos procesales (Gaceta Juridica, 2013).
c. Instancia de parte
(…)Es competente para conocer los procesos con título ejecutivo de naturaleza
judicial el Juez de la demanda (…).
Por su parte, los laudos arbitrales son Decisión de los árbitros arbitradores,
dictada en conciencia por los amigos comunes de las partes, sobre cuestiones
que no afectan al orden público, inspirada en la equidad y con propósito
pacificador (Ossorio, 2003).
Por ende el artículo 719° del código procesal civil expone que se ejecutaran
como sentencias, y en el caso de los laudos arbitrales, no se perjudicar la
aplicación de la ley General de Arbitraje.