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ACUATICOS.HTML 2011
Estanques y jardines acuáticos
ARTE Y JARDINERÍA Diseño de Jardines
LOS ESTANQUES Y JARDINES ACUÁTICOS DAN FRESCURA Y RELAJACIÓN A
NUESTROS JARDINES
En todas las épocas, y en todos los estilos de jardinería, el agua tuvo y sigue teniendo un
papel trascendental, pues es el centro en el que trascurre la vida, tanto vegetal como animal,
es decir, donde la microflora y la microfauna encuentran su medio de desarrollo.
El sólo hecho de observar un estanque con plantas acuáticas y peces en un día de sol
permite apreciar el flujo de organismos a su alrededor: alguaciles, caracoles de distintos
tamaños y características, arañas de agua, mariposas, diversos pájaros, insectos sobre las
flores de nenúfares y lotos, ranas, sapos, renacuajos…
Un jardín de plantas acuáticas representa algo vibrante y muy atractivo, que resume en sí
mismo todos los aspectos de la vida, y que puede convertirse en el centro de un espacio
verde o en un lugar de reposo.
Un jardín de acuáticas tiene como particularidad quitar esa sensación de paisaje estático
que tienen las obras arquitectónicas y las composiciones de la jardinería geométrica.
Finalmente, un estanque bien realizado compensará con creces el trabajo inicial y creará
por sí mismo un lugar único, inconfundible e irreemplazable.
Martha Álvarez
El agua como elemento ornamental
En la jardinería clásica, el agua tuvo un papel estético preponderante, pues acompañó obras
de arte, fuentes escultóricas, monumentos, jardines geométricos con parterres acuáticos,
etc.
La Italia renacentista se caracterizó por la gran profusión de obras escultóricas y fuentes
con caídas y picos de agua, que representaron la época de oro de la jardinería que utilizaba
al agua como elemento ornamental.
En diversos parques de Alemania, Holanda y España, entre otros países, se repitieron los
mismos motivos italianos, pero con menor grandilocuencia y ampulosidad.
En el estilo paisajista de fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, el agua formó parte
del paisaje, acompañó diseños más naturales, como senderos sinuosos, en donde la
vegetación rodeaba lagunas con fauna acuática, como peces, patos y cisnes.
Aunque la manera de encarar un diseño depende en gran medida de los gustos personales,
ideas y necesidades, existen algunas reglas generales que hay que tener en cuenta, como por
ejemplo seguir un plan o proyecto básico, y respetar en todo momento la simplicidad y el
detalle armonioso de las líneas, evitando la decoración en exceso.
Otro elemento para tener en cuenta es el equilibrio de la composición, para lograr esto se
deben compensar los diferentes espacios
Con los colores primarios trabajados en tonos decrecientes se logra crear una cierta
armonía, pero algo monótona, por lo cual habrá que incorporar un color complementario
que le imprima fuerza al conjunto.
A partir de las texturas también se pueden crear contrastes, por ejemplo con hojas finas y
erguidas de los juncos, que contrastan con las matas bajas de las ruellias y hostas, que
poseen hojas redondeadas. O ciertas hojas de disposición horizontal, como las de
Nymphaeas y Aponogeton, combinan con las hojas rígidas y erguidas de los Iris
pseudocorus y de las Typhas. Lotos y juncos, por ejemplo, difieren en sus formas, textura y
color. En los bordes del estanque, se pueden combinar ruellias, planta de matas de hojas
blandas, y Acorus gramineus, de hojas finas y erguidas.
Otro factor importante es que siempre se debe guardar la proporción entre los componentes
y la superficie contenedora. Un estanque de grandes dimensiones no guarda las
proporciones ideales en un jardín de superficie muy pequeña; y en un jardín muy grande no
es armónico un pequeño estanque. Del mismo modo, un contenedor pequeño no está
proporcionado con plantas muy grandes, ni a la inversa.
En un espacio pequeño, pueden integrarse plantas acuáticas constituyendo una composición
naturalista, con Iris pseudocorus, Iris laevigata, Mentha aquatica, Aponogeton distachyus y
macetas en derredor con plantas que se integren al conjunto e imprimen un aspecto
armónico.
En un estanque muy pequeño, una buena escultura y un lugar con agua y pocas plantas
como Azolla, Salvia o Lemna logran crear un ambiente especial.
Los estanques pueden ser tanto informales o paisajistas, como formales y geométricos.
Dentro de ambas categorías pueden construirse tanto rectangulares, circulares, oblongos,
cuadrados o hexagonales. Asimismo, tendrán líneas libres, curvas apaisadas, más blandas,
etc.
Comprenden los lugares que sirven de intermediarios entre los sitios de estar y el jardín.
Son de piso de listones de madera dura y permiten reuniones en un lugar seco, donde se
puede colocar sillas, mesas, etc. Desde aquí, es posible observar el jardín sin la humedad y
el barro que rodean el estanque.
Iluminación
Existen en el mercado diferentes tipos de iluminación, como focos y juegos de spots, que
iluminan jardines y estanques acuáticos con su luz artificial y permiten disfrutar de su vista
durante un paseo nocturno.
Contenedores y piezas de agua
Son recursos para crear un pequeño jardín acuático y pueden ser de distintos materiales:
cerámica, tinajas de barro, contenedores tipo tanque australiano de dimensiones reducidas
(1 a 2 m de diámetro), barriles de madera de la industria vitivinícola, etc.
Accesorios
Las esculturas con figuras humanas, niños, ángeles, etc. solían acompañar las obras
acuáticas de los jardines geométricos en la jardinería clásica. Actualmente, se recurre más a
los trabajos de estilo no figurativo.
Jardín paisajista oriental
La fauna acuática más utilizada en estanques está compuesta por los peces de agua fría,
porque pueden soportar temperaturas bajas en invierno. Pero para lograr eso, es
indispensable que los estanques tengan una profundidad de uno 80 cm. de agua, pues así los
peces tienen la posibilidad de protegerse en el fondo de las heladas que cubren la superficie
del agua con una capa de escarcha. Asimismo, la profundidad del estanque es necesaria en
verano para que los peces se protejan de las altas temperaturas.
La fauna acuática del estanque comprende asimismo ranas y sapos, y una gran diversidad
de insectos como arañas de agua, libélulas, alguaciles, caracoles redondos y pequeños, y
caracoles comunes.
Los problemas más importantes de los estanques son la calidad química y biológica del
agua, basada en la reacción del agua o pH, la cantidad de carbonatos del calcio, la sanidad
de los peces, la compatibilidad de fauna y plantas, el mantenimiento de los filtros, el estado
de las bombas de recirculación y la limpieza en general.
Fuente: Estanques y jardines acuáticos
Una guía esencial para construir estanques, jardines acuáticos,
fuentes y cascadas en el jardín
Martha Álvarez
Editorial Albatros