Proyecto II

Proyecto I Rediseño institucional

del área de Proyecto III
Recuperar la paz seguridad, coordinación
Proyecto de Nación enfrentando las causas y Sociedad segura
2018-2024 de la inseguridad profesionalización de los
cuerpos
Sociedad Segura y de seguridad
Estado de Derecho

Proyecto V Proyecto VI
Proyecto VII
Auditorías a la procuración de
Mando Único en las
Proyecto IV justicia en el Nuevo Sistema de Implementar un programa
corporaciones Justicia Penal (NSJP), mayor de prevención social de la
policiacas para autonomía a la Asamblea
violencia y
Procuración de justicia profesionalizarlas y Superior de la Federación (ASF)
y transformación del Sistema el delito, sujeto a
facilitar una orientación
Penitenciario de un enfoque mecanismos de
“localizada” punitivo a uno rehabilitador y transparencia y evaluación
de reinserción social
Proyecto I La crisis de seguridad que se vive en el país es mucho más profunda y grave que un mero asunto de policías,
narcotraficantes y delincuentes. Se trata de una crisis de valores y de convivencia marcada por el
Recuperar la paz enfrentando las causas de la inseguridad resentimiento social a causa de la pobreza y la falta de oportunidades, particularmente para los jóvenes, que
se traduce en violencia.

Proyecto II Para recuperar los niveles de seguridad es necesario un mayor profesionalismo en el combate a la
delincuencia, priorizar la inteligencia por sobre la fuerza y garantizar coordinación y perseverancia en los
Rediseño institucional del área de seguridad, coordinación y cuerpos de seguridad. Ha sido un error reducir la estrategia de seguridad a la mera captura de los grandes capos del
profesionalización de los cuerpos de seguridad narcotráfico, sin desmantelar su infraestructura financiera.

Acciones 1. Gabinete de seguridad

2. Coordinación de los cuerpos de seguridad y procuración de justicia para garantizar un
auténtico estado de derecho
3. Creación de la Secretaría de Seguridad Pública
4. Fortalecimiento de la Inteligencia para garantizar la justicia
5. Analizar la pertinencia de crear una Guardia Nacional
Creación de la Policía Turística

La corrupción ha estigmatizado a los cuerpos de seguridad. Los ciudadanos los miran con desconfianza, y los
Proyecto III policías perciben un alto nivel de corrupción e impunidad dentro de su institución.
Sociedad segura
Acciones 1. Tolerancia cero a la corrupción
2. Contraloría Ciudadana
3. Capacitación y profesionalización de los cuerpos policiales y uso de la Inteligencia
4. Creación del Colegio Nacional de Seguridad Pública
5. Policía limpia, eficaz y al servicio del ciudadano
6. Seguridad pública en un marco democrático y con pleno respeto a los derechos humanos
7. Fortaleza institucional a todos los cuerpos policiales
8. Retiro paulatino y programado del Ejército y la Marina
9. Política penitenciaria y de reintegración social del delincuente sentenciado

Proyecto IV Acciones 1. Profesionalización, dignificación y tolerancia cero a la corrupción en el Ministerio Público

Procuración de justicia
Proyecto V
Mando Único en las corporaciones policiacas para
profesionalizarlas y facilitar una orientación “localizada”
Proyecto VI
Auditorías a la procuración de justicia en el Nuevo Sistema de
Justicia Penal (NSJP), mayor autonomía a la Asamblea Superior
de la Federación (ASF) y transformación del Sistema
Penitenciario de un enfoque punitivo a uno rehabilitador y de
reinserción social
Proyecto VII
Implementar un programa de prevención social de la violencia
y el delito, sujeto a mecanismos de transparencia y evaluación
Apoyar el establecimiento de un mando único policial con 32 corporaciones estatales, para hacer realidad la
estandarización y profesionalización de las corporaciones policiacas en México, así como la implementar una
filosofía de “policía localizada” que contribuya a mejorar la imagen de las policías y genere confianza entre la
ciudadanía.
En México existen 1,800 corporaciones policiacas. En general, todas las corporaciones, en los tres niveles,
tienen una imagen negativa. Según la Encuesta Nacional de Victimización (ENVIPE) 2016, el 66.7% de los
ciudadanos en México considera que la Policía Municipal está corrompida. Actualmente, alrededor de 30,000
oficiales en diferentes estados del país no han pasado las pruebas de control de confianza o ya caducaron
sus certificados (caducan cada tres años).
Reducir la impunidad en la procuración de justicia a través de tres medidas:
1. introducir auditorías entre los órganos implementadores del NSJP parar incentivar la puesta en marcha de
buenas prácticas recopiladas por la Secretaría Técnica del Consejo de Coordinación para la Implementación
del Sistema de Justicia Penal (SETEC).
2. Otorgar mayor autonomía a la ASF para profundizar en las auditorías de fiscalización de la cuenta pública,
y facultades de sanción que le permitan actuar en casos de corrupción activa y pasiva.
3. Transitar de un enfoque punitivo de excesiva prisión preventiva hacia uno de Derechos Humanos enfocado
en la reinserción social, que reduzca la población penitenciaria, utilice mecanismos alternativos de solución de
controversias y contribuya a la rehabilitación de los internos en condiciones carcelarias dignas.
Es necesario relanzar el programa nacional de prevención social de la violencia y la delincuencia, diferenciando
las labores prioritarias de prevención, focalizada en grupos en situación de riesgo y en demarcaciones
prioritarias, de las actividades de fortalecimiento a las capacidades de las corporaciones policiacas.
Acciones:
1. En sinergia con el Nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio se debe retomar, como prioridad, un
programa de prevención social que focalice sus esfuerzos en factores de riesgo, bajo una visión holística y con
especial atención a los Derechos Humanos.
2. Crear una plataforma en línea de transparencia total abierta a OSCs y a los medios de comunicación –en
línea con las mejores prácticas de gobierno abierto– para la asignación o distribución de recursos
presupuestales con base en evidencia empírica de qué funciona y qué no, así como definir criterios de
elegibilidad entre diferentes proveedores públicos y privados que tengan su sede, preferentemente, en los
estados del país en los que se ejercerán esos recursos.
3. Establecer mecanismos para evaluar tanto el diseño de los programas como los procesos de implementación
y sus resultados e impacto, con asesoría técnica y acompañamiento constante de las instituciones académicas
y OSCs expertas en la materia, para garantizar el adecuado funcionamiento del programa.
4. Distinguir claramente las acciones enfocadas al fortalecimiento de capacidades de funcionarios y policías, de
las acciones enfocadas a la población (ciudadanía) beneficiaria.