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Los pueblos indígenas

> Aché

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¿Dónde están? ¿quiénes son? que siguió siendo nómade, sin cerámica Bartomeu Melià, s.j.
¿cómo son los pueblos indígenas que están y con agricultura muy reducida. Pero la
el Paraguay? La Independencia del Estado palabra y los cantos eran su patrimonio
paraguayo, ¿les ha permitido transitar por más preciado. Han sobrevivido hasta hoy y
un camino más libre y digno, más indepen- muestran una notable energía, aun después
diente? de las persecuciones y masacres de que
fueron objeto hasta la década de 1970 del
siglo XX.
Muchas historias, una sola colonia Bajaron después desde el norte hacia el
Desde la primera colonia comenzada por Paraguay, sociedades de guaraníes amazó-
los años de 1524, esa región de América nicos, con masivas y compactas migracio-
que llamamos Paraguay, dividida por un nes, que desplazaron y arrinconaron a los
río de ancha y tranquila corriente que sin anteriores.
embargo separa más que una cordillera de
montañas, ha tenido dos historias que pue-
den parecer diferentes, pero que en realidad Los Chaqueños
son una sola. Esta historia está marcada por Si hay una realidad y una historia mal cono-
el colonialismo a la que han sido someti- cida, distorsionada y muy tenida en menos
dos los pueblos indígenas y que después en el Paraguay es la de los pueblos indí-
fatalmente se ha extendido a la mayoría genas chaqueños. Los nombres incluso de
del pueblo paraguayo. Al final el mismo esos pueblos, dónde están, sus cualidades y
colonizador sufre los males que impuso al culturas no entran si quiera en la memoria y
colonizado. conocimiento de los paraguayos más cultos.
El colonialismo significa sobre todo dos co- La mayoría de esos pueblos son conocidos
sas: la sustitución de las poblaciones prime- –cuando lo son– por sus apodos y marcan-
ras por una población nueva y el dominio tes: indios chulupíes, indios lenguas, indios
que esa población advenediza pretende y moros, indios tobas, indios guaycurúes…
en gran parte consigue sobre los originarios. Sus autodenominaciones son muy diferen-
tes: Ayoreo, Ebytoso, Ishir, Nivaklé, Lumna-
Nuestros conocimientos de poblaciones
na, Maká, Enlhet, Enxet, Sanapaná, Angaité,
originarias son escasos. Aesos protopobla-
Guaná, , Maskoy –parecerá complicado,
dores del Paraguay se les llega a dar una
pero hay que respetar la realidad y varie-
profundidad de tiempo de 10.000 años; por
dad–. A su vez se distribuyen en cuatro
lo menos está probado científicamente que
grandes grupos étnicos: Guaycurú, Maskoy,
los abrigos y refugios del Paraguay oriental
Enimagá y Zamuco.
son de hacia 5.200 años atrás. Quedan de
ellos hachas, raspadores, otros instrumentos De hecho estas naciones indígenas son los
de piedra y alguna preciosísima punta de pobladores más antiguos en el Paraguay.
flecha de cuarzo finamente trabajada. El gran Chaco desde hace miles de años
estuvo habitado por naciones de tipo racial
Pámpido, que se desarrollaron como dife-

en busca de sus independencias


Sus rastros se definen más por la conserva- rentes por lengua y cultura, independientes
ción de los paisajes ecológicos que por su y sin sujeción al mundo colonial que tuvie-
transformación. ron siempre en jaque. Cuando el el

Puede ser que los Aché-Guayaquíes sean gran Chaco es más bien un complejo ecoló-
remanentes de esas poblaciones, que al gico sin fronteras políticas esos pueblos se
fin se guaranizaron lingüísticamente, pero relacionaban sin trabas con parientes de su
en otros aspectos de su cultura material y misma nación que hoy están en Argentina y
modo de vivir mantuvieron su identidad, Bolivia.
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Es cierto que algunas de las tribus, sobre Eran los principios de nuestra era, hace
todo las más cercanas al río Paraguay, como unos 2.000 años cuando los guaraníes
más expuestas al contacto con la sociedad en sucesivas oleadas bajaron al Paraguay.
colonial, llegaron a desaparecer, como los Ocuparon esas hermosas tierras de montes y
Agaces y Payaguáes, Guentusés, Guatatáes campos, de fuentes y arroyos. Los ríos eran
y Yaperúes, entre otros. A veces el mestizaje las rutas que facilitaron su expansión; entra-
con otros indígenas los ha descaracterizado ron por el río Paraná, pasaron a la cuenca
en lengua y modo de vida, pero de todas del río Uruguay y ocuparon los valles del
esas familias lingüísticas hay sobrevivientes sur del Brasil.
hasta hoy. Maká y Ayoreo, por ejemplo,
Las primeras descripciones de su modo de
preservan su identidad con gran fuerza y
vida, de su cultura y economía cuando se
orgullo.
hizo con un mínimo de objetividad y respe-
Su tipo de economía de reciprocidad, to nos muestran sociedades de migrantes,
es decir, cuando los bienes circulan y se aunque no propiamente nómades, agricul-
intercambian sin moneda y sin trueque, y tores que cultivan una innumerable serie de
son dados con entera gratuidad a quien se plantas alimenticias, cazan y recogen miel,
viven en aldeas de casas grandes, celebran
fiestas, beben vinos fermentados en grandes
vasijas y servidos en recipientes de diverso
tamaño y formas delicadas. Son muy dados
a religión. Tienen sus hombres-dioses que
cantan, curan y profetizan, son poetas de
palabra inspirada. Buscan y cuidan el «buen
vivir», el teko porã; su economía es la del
jopói, es decir, de «manos abiertas recípro-
camente».

Admiramos hasta hoy sus grandísimas ollas


y vasijas —obra exclusiva de mujeres—,
que se han encontrado a lo largo y ancho
de todo el Paraguay oriental y en los montes
subtropicales de Argentina y del sur del
Brasil. Estas vasijas ya inservibles como
recipientes eran usadas frecuentemente
para enterrar a los muertos, a veces con sus
alhajas de collares y otros adornos.
> Aché
quiere y según las necesidades, les mante- Su arte plumario era exquisito, de oos
nía con gran autonomía e independencia. que por desgracia han sido conservados
Productos de la caza y la recolección, así muy pocos ejemplares por lo frágil de sus
como de la pesca, eran distribuidos en la fa- materiales. También la cestería —tarea de
milia, entre parientes, con amigos y aliados. hombres— muestra un notable sentido
estético aun en objetos utilitarios y de uso
Los chamanes, hombres y mujeres, juga-
cotidiano.
ban un rol muy importante como líderes
espirituales, profetas y eficientes curadores, El arte guaraní de rara belleza que nos
además de conducirlos por caminos de impresiona, ha perdurado hasta hoy aunque
futuro. los materiales de los que están hechos se
hacen cada vez escasos; los montes han
desaparecido y los pájaros de vistosas plu-
Los Guaraníes mas han huido o han muerto.

La vida humana en el Paraguay no había co- Según indicios y cálculos fundamentados


menzado con los Guaraníes, pero es cierto en datos serios, el número de guaraníes,
que el Paraguay actual tiene en los guara- distribuidos en numerosas aldeas extendi-
níes su principal origen y fundamento. das por ese territorio subtropical que va del

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río Paraguay a la costa atlántica y del río desproporcionados —arcabuces contra
Paranapanema hasta el estuario del Río de flechas, caballos y perros contra personas
la Plata, habrá alcanzado los dos millones de a pie desnudo— causó grandes estragos.
de personas. Pero aun la entrada, cuando era aparente-
mente amiga y suave, estableció desequi-
librios internos a los que los indígenas no
Llegaron los «otros» y ocuparon los estaban acostumbrados. Otorgar excesivo
territorios poder a los supuestos caciques, concederles
En el siglo XVI de la era cristiana llegaron privilegios y atemorizarlos con eventuales
los conquistadores y poco después los represalias si no accedían a las demandas
colonos, que se establecieron en esta tierra. del colono, abrieron el camino hacia la
Hubo un reducido mestizaje de españoles y corrupción. El nuevo sistema mercantil, que
guaraníes inicialmente; los recién llegados anulaba el sistema de reciprocidad y el don,
parecían tan humanos como los mismos in- creaba codicias, desigualdades y empo-
dios y fueron recibidos como tales. Fueron brecimiento. Apoderarse del trabajo ajeno
aceptados incluso como yernos y cuñados. agravó el dolor y la miseria de los pueblos
Se pensaba que practicarían también la indígenas que entraban en la colonia.
única economía conocida, que era la del Hubo rebeliones indígenas contra el sistema
don gratuito. colonial –más de 25 en menos de un siglo,
Pero la conquista y colonización trajo, entre entre 1535 y 1610, la mayoría conducidas
otras cosas, guerras, epidemias y malos por líderes religiosos que no podían sopor-
tratos. Las relaciones amigables establecidas tar el cambio de sistema; fueron derrotados
con ellos fueron muy pronto sustituidas por y sometidos. Sólo tuvieron un relativo éxito
una historia agresiva; los guaraníes fueron cuando los indios huyeron a los montes
y son las grandes víctimas de la historia fuera del alcance de los españoles. Ahí
paraguaya. permanecieron libres en sus selvas hasta la
mitad del siglo XX.
La lectura de la documentación histórica
muestra que la colonia es destrucción, La colonia se impuso en la medida en
sustitución y en el mejor de los casos que consiguió, por las buenas o las malas,
transformación profunda del modo de ser. avanzar sobre el terreno y apropiarse de los
Más que descubrimiento lo que se dio fue el territorios indígenas. La destrucción de esos
encubrimiento de realidades muy huma- territorios es la más inicua y perversa táctica
nas y bellas, ciertamente diferentes, y que del mundo colonial. Sin territorio propio,
conquistadores y colonos eran incapaces de sin tekoha, como dicen los guaraníes, —sin
entender, no las querían entender. el lugar donde somos lo que somos— no
hay teko, es decir no hay identidad, ni
La mayoría de los pueblos indígenas des- libertad ni posibilidad de continuar siendo.
pués de los primeros contactos desapare- Con otros medios, pero con los mismos
cieron sin más. De las 32 tribus o pueblos fines, esa estrategia ha funcionado y se ha
indígenas, contando también los del intensificado hasta hoy.
Chaco, que había en el siglo XVI sólo 20
se mantienen en la actualidad en el suelo Dentro del mundo colonial hubo algu-
patrio, según el inventario que presenta la nas políticas y leyes, que defendieron a
doctora Bratislava Súsnik (1995:413-412). los pueblos indígenas y permitieron que
Este hecho de dimensiones trágicas para la mantuvieran sus territorios. Los tres pueblos
historia de la humanidad, de América y del misioneros de los franciscanos y los treinta
Paraguay, apenas es sentido como tal, y más y dos jesuíticas fueron un relativo triunfo de
bien aceptado como fatalidad necesaria humanidad en aquel contexto. Los guara-
frente a una supuesta civilización superior. níes que en ellas vivieron, si bien coloni-
zados en muchos aspectos, retuvieron tres
¿Cómo pudieron conseguir los conquistado- aspectos esenciales de su cultura: la lengua,
res y colonos ir dominando a esos pueblos el sistema económico de reciprocidad, sin
tan arraigados en sus formas de vida mile- entrada ni circulación de moneda y un am-
naria? Ciertamente la guerra con medios plísimo territorio continuo, donde la entrada

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de colonos estaba muy restringida. Con Art. 1º “Se declara ciudadanos de la
la expulsión de los jesuitas en 1768, los República a los indígenas de los 21
derechos indígenas quedaron desprotegidos Pueblos siguientes...” Art. 11 “Se decla-
y los colonos pudieron entrar y desvirtuar el ran propiedades del Estado los bienes,
sistema de comunidad tan pacientemente derechos y acciones de los menciona-
construido. dos 21 pueblos de naturales...”
De esta manera se suprimía la esencia
De la comunidad a la ciudadanía histórica, social y cultural de gran parte del
individual pueblo guaraní paraguayo. La Constitución
de 1870, promulgada después de la Guerra
Con la Independencia en 1811 los indí-
de la Triple Alianza, cuando el Paraguay
genas sufrieron a lo largo de doscientos
estaba todavía ocupado por los extranjeros,
años una segunda colonización, marcada
legalizaba una posición discriminatoria
por el abandono del Estado y por políticas
contra los indígenas, dando atribuciones al
de asimilación a un supuesto modo de ser
Congreso de “proveer a la seguridad de las
fronteras; conservar el trato pacífico con los
indios y promover la conversión al cristia-
nismo y a la civilización” (Art. 72, inc. 13).
El Estado paraguayo fue llevado a privatizar
las tierras fiscales, por supuesto sin con-
sultar y sin tener en cuenta los legítimos
derechos de las naciones indígenas, cuyos
derechos permanecen hasta hoy y tienen
que ser reivindicados. Dos grandes empre-
sas se hicieron con una porción considera-
ble del territorio nacional: la firma Carlos
Casado, en el Alto Paraguay, y La Industrial
Paraguaya S.A, en la zona de Alto Paraná.
La firma Casado, concretamente, despreció
a los pueblos indígenas que atrajo hacia sí,
los destruyó física y moralmente, les robó
la lengua y la cultura; es decir, les robó el
alma.

El proceso continuó. En 1904 se autorizó


nacional, que negaba la diversidad cultural por Ley al Poder Ejecutivo el fomentar “la
> Maka reducción de las tribus indígenas, procu-
y los desposeía de sus derechos y territorios.
rando su establecimiento por medio de
El dictador José Gaspar de Francia en 1821 misiones y suministrando tierras y elemen-
todavía reconocía como nación a los Mba- tos de trabajo” (art. 31), pero “el poder Eje-
yás o Caduveos, hacía un pacto de paz con cutivo podrá disponer en las tierras fiscales
ellos, pero los quería desarmados. de zona adecuada cuya extensión nunca
El siglo XIX, más que el tiempo colonial, superará las 7.500 hectáreas...” (Art. 2°
configuró las situación jurídica, política y de la Ley de 1907) y “para estimular estos
social en que se encuentran los pueblos trabajos el Poder Ejecutivo podrá conceder
indígenas en el Praguay. y en propiedad a las personas o sociedad que
emprenda las reducciones, hasta la cuarta
El presidente Carlos Antonio López a través parte de las tierras a ellas destinadas” (Art.
del tristemente famoso Decreto del 7 de 3). Tanto como la perversidad de los intere-
octubre de 1848 suprimió la institución del ses privados, llama también la atención la
táva comunal, declarando extinta la “comu- ignorancia y cobardía de la clase dirigente,
nidad”, lo que permitía al Estado apropiarse del poder legislativo y judicial. Hasta hoy
y disponer de las tierras de “los 21 pueblos se tiene que soportar la desvergonzada falta
de indios”, a cuyos miembros se concedía de justicia cuando se trata de cuestiones
—por irónico trueque— la ciudadanía. indígenas, y la ausencia incluso de imagina-

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ción y sentido común para tratar asuntos de Vistas como “parcialidades” -ya nunca más
tierras y territorios recientemente usurpados como “naciones”, ni “pueblos”- las comuni-
y robados. dades y pueblos indígenas son tratados como
La imprecisión y aun falta de catastros, sobrevivientes en vías de asimilación a la
sobre todo en el Chaco, han llevado a las única ciudadanía paraguaya. Reconocer y de-
naciones indígenas a un estado de indefen- volver su tierra a los indígenas necesita años
sión grave, lo que no es de admirar cuando para llegar a término. En territorios indígenas
hasta a la misma soberanía nacional en esos ni se piensa.
territorios está hoy tan amenazada.
Es cierto que hay acciones muy meritorias de
En 1958 se creó el Departamento de Asun- indigenismo y filantropía, que se hacen pre-
tos Indígenas (DAI), con resultados más sentes en casos de emergencia, pero el Estado
negativos que positivos, que el INDI, insta- y la sociedad paraguaya mantienen sin saldar
lado en 1975, tampoco consiguió revertir, su deuda con los pueblos indígenas.
ya que no carece de poder para encaminar
una política en la que sean las comunida-
des las que tengan su propia voz y puedan
hacer frente a una sociedad estructurada en
modos de vida que les sean enteramente
contrarios.

Aires nuevos trajo la Constitución Nacio-


nal de 1992, en una democracia recién
estrenada. El texto referente a los pueblos
indígenas de la nueva Constitución de 1992
fue promulgada en los siguientes términos:

Art. 62. «Esta Constitución reconoce la


existencia de los pueblos indígenas, defini-
dos como grupos de cultura anteriores a la
formación y a la organización del Estado
Paraguayo»; Art. 63. «Queda reconocido
y garantizado el derecho de los pueblos
indígenas a preservar y a desarrollar su iden-
tidad étnica en el respectivo hábitat. Tienen
derecho, asimismo, a aplicar libremente sus > Maka
sistemas de organización política, social, Hay que esperar que los mismos pueblos
económica, cultural y religiosa, al igual que indígenas busquen y consigan sus indepen-
la voluntaria sujeción a sus normas consue- dencias por tantos siglos negadas, superando
tudinarias para la regulación de la convi- su pesimista visión del Bicentenario respecto
vencia interna, siempre que ellas no atenten del cual la nación Guaraní declaraba preci-
contra los derechos fundamentales estable- samente el reciente 26 de marzo de 2011:
cidos en esta Constitución. En los conflic- No considerar el Bicentenario de la indepen-
tos jurisdiccionales se tendrá en cuenta el dencia del Paraguay como aniversario para
derecho consuetudinario indígena». celebrar porque para nuestros pueblos solo
Sin lugar a dudas, los artículos del Capítulo fueron 200 años de despojo, discriminación,
V de la nueva Constitución son un avance humillación, avasallamiento, persecución,
sin precedentes en la legislación paragua- saqueo y muerte.
ya, y más teniendo en cuenta que desde la Desde diversos ángulos es lo que mues-
Constitución de 1870 los indígenas eran tran ese arte y esas voces de variado tono y
constantemente ignorados. contenido que se exponen hoy ante nosotros.
Sin embargo, en un Estado que todavía se Una nueva historia ancha y ajena a la que se
resiente demasiado del coloniaje inicial, las nos invita a entrar y participar, y no seremos
cuestiones de fondo siguen pendientes. excluidos.

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Un siglo de antropología

> Aché

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Designo como «antropología guara- procesos de colonialidad de larga trayecto- Gloria Scappini
ní» al conjunto de producciones de carácter ria a la par que se invisibiliza —mediante
científico que han tenido por objeto la la negación— una historia indígena de
descripción y el aporte al conocimiento resistencias cuyo conocimiento profundo
de los grupos étnicos de origen, lengua y es fundamental para la construcción de un
cultura tupí-guaraní, bajo sus distintas deno- discurso real sobre el pasado, el presente
minaciones —antiguas y modernas— y en y el futuro, como país y como comunidad,
situaciones geográficas diferenciadas. como territorio y como universo social.

Es también la ocasión de incitar a la re- Radicalmente opuesta a los discursos do-


flexión sobre los sentidos de los conceptos minantes sobre la formación de la nación
como el de “independencia” o el propio paraguaya se encuentra la etnohistoria, que
“Paraguay”, ya que toda cuestión que con- intenta reconstruir lo que se puede llamar
cierna a los guaraníes y a lo que estos hayan una historia social de los vencidos.
podido inspirar en materia de producción
El Paraguay le debe un reconocimiento a
de conocimiento escrito se encuentra ínti-
la labor de la doctora Branislava Susnik
mamente ligada a una cierta idea de lo que
(1920-1996) cuyo análisis historiográfico ha
entendemos por el término “nación” y sus
sabido reconstruir los procesos etnohistóri-
atributos.
cos que articulan la sociedad guaraní con la
Antropología guaraní-cainguá designa a sociedad paraguaya. Esta producción tiene
modo de etnónimo el conjunto de los des- el mérito de haber mostrado la diferencia
cendientes de los grupos étnicos guaraníes entre un abordaje netamente científico y
que no fueron parte del proceso de cons- el que estaba ideológicamente orientado
trucción y conformación del estado-nación de modo muy diferente en el conjunto de
paraguayo. En otras palabras, me refiero obras correspondientes a la generación no-
así a la antropología de los Guaraníes en el vecentista, también llamada “nacionalista-
Paraguay y no a los Guaraníes del Paraguay. indigenista”. Despectivos con los guaraníes
contemporáneos y enaltecedores del origen
blanco del pueblo paraguayo, los autores de
Historia paraguaya y etnohistoria esa generación elogian un pasado guaraní
de los Guaraníes grandioso —grandioso porque previamen-
te transferido al campo de la memoria
El sentimiento que domina en la conciencia
colectiva, donde ya no representa ningún
nacional paraguaya es pasional y afectivo,
peligro para la construcción de una identi-
hasta aquí no hay novedad, puesto que por
dad paraguaya “homogénea” y única en su
definición el nacionalismo es un sentimien-
género—, pero desprecian la historia real de
to, y no radica en fundamentos racionales.
los guaraníes que se mantiene alejados de la
Ahora bien, el discurso de la tan celebrada
identidad paraguaya.
“alianza hispano-guarani”, que consiste en
erigir una mentira histórica a símbolo es

Guaraní-Cainguá
muy contraria al conocimiento mínimo de Antropología Social Paraguaya y
lo que ha significado, para el Nuevo Mun- Antropología de los Guaraníes
do, el episodio de la Conquista.
Los descendientes de los guaraníes serían en
El nacionalismo exacerbado que caracteriza la actualidad los seis sub-grupos identifi-
al Paraguay podría asociarse a las secue- cados como pertenecientes a la familia lin-
las de un traumatismo de nacimiento. De güística tupí-guaraní. En territorio paraguayo
manera perversa se alimentan y aceptan los son conocidos según las siguientes deno-

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minaciones: Mbyá-Guaraní, Avá-Guaraní, posición del investigador, quien a partir de
Pa‡-Tavyterã, Guaraníes Occidentales y ahora intentará adoptar las categorías del
Ñandeva, y Aché-Guayakí (cuya afiliación pueblo con el que trabaja, y no se limitará
lingüística al tronco común continua siendo a relatar la interacción entre la visión del
objeto de debate). «hombre civilizado» y las «culturas primi-
tivas».
Estos grupos, si bien comparten rasgos
culturales y de manera incluyente se consi- En los años ’20 aparecen ya enn el mismo
deran parte de la gran Nación guaraní, pre- Paraguay varias obras de etnología y etno-
sentan igualmente particularidades locales grafía guaraní. El sabio suizo Moisés Bertoni
que los diferencian y tienen que ver con las da a luz en plena selva a los primeros tomos
condiciones de sus respectivas historicida- de su Civilización Guaraní (1922/1927),
des en cuanto a los préstamos, influencias netamente orientada a fines de legitima-
y contactos de orden político, religioso o ción ideológica Desde 1910 el padre Franz
cultural con la sociedad envolvente. Müller ofrece sus observaciones durante
la instalación de las primeras misiones
No obstante, como raíces y árboles poten-
de los Padres del Verbo Divino entre los
ciales, sanadores y cicatrizantes de heri-
Mbyá del Monday y Chiripá de la región de
das profundas, los guaraníes han podido
Mbaracayú, que culminan con las impor-
transmitir a los estudiosos aspectos de un
tantes Contribuciones a la etnografía de los
pensamiento y sabiduría inconmensurables.
indios guaraníes de las selvas orientales del
Podemos destacar tres grupos de produc- Paragua, en varios artículos de la revista
ción antropológica: Anthropos de los años 1934-35.
- aquella llevada a cabo por viajeros, En París, mientras tanto, obras de mucha im-
exploradores y misioneros a fines del portancia teórica ven la luz: Alfred Métraux,
siglo XIX y comienzos de siglo XX; a partir de 1927, reconstruye las Migracio-
- la europea de la primera mitad del nes históricas de los Tupí-Guaraníes, siste-
siglo XX; matiza la cultura material hasta entonces
- y aquella antropología aplicada por conocida y esboza interpretaciones sobre la
autores paraguayosa lo largo de la religión y mitología tupinambá puesta en re-
segunda mitad del mismo siglo, arti- lación con las demás cosmologías integran-
culada a su vez con investigaciones tes de la gran familia tupí-guaraní (1928).
extranjeras.
Años más tarde, en Asunción, Max Schmi-
dt, en colaboración con los proyectos del
Descubrir y describir Dr. Andrés Barbero, presentará sus nue-
vos hallazgos prehistóricos en materia de
Las primeras descripciones del siglo se ini- cerámica guaraní (1932); el médico francés
cian con los trabajos de Juan Bautista Am- Jean Vellard lanzará el resultado de sus
brosetti, Los Indios Cainguá del Alto Paraná andanzas por los selvas del Guairá en una
(1895), arqueólogo argentino, explorador de pequeña pero no menos intrigante mono-
las selvas misioneras y folklorista. grafía: Une Civilisation du miel: les Indiens
El año 1914 marca un acontecimiento Guayakís du Paraguay (1939), que de hecho
importante en la antropología guaraní y en habla más de los Mbyá que de los buscados
la antropología sudamericana en general. Es y no encontrados Guayakís; y el General
la aparición de una obra en la que, según el Juan Belaieff comunicará algunas notas
brasileño Egon Schaden, los guaraníes ha- sobre los Cahyguá (1936) ofrece oportunas
blan y se muestran a través del antropólogo notas sobre las Tradiciones de los Avá-eté
y no al revés; son “los Mitos de creación y (Autoridades judiciales y espirituales de los
destrucción del mundo como fundamentos Kayguá) (1945). Finalmente, el italiano Luigi
de la religión de los Apapokuva-Guarani”, Miraglia comparte desde 1941 los resulta-
memorizados y transcritos en su propia dos de sus observaciones sobre las técnicas
lengua por Curt Unkel Nimuendajú. de subsistencia guaraníes: caza, recolección
Existe así un antes y un después de Nimuen- y agricultura, aportando figuras e ilustracio-
dajú, que marca un nuevo sendero según la nes muy técnicas y expresivas.

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Conocer y defender los montes de Caaguazú, del Alto Paraná,
Ybyturuzú y Caazapá.
En el Paraguay, un antes y un después se
sitúan en torno de León Cadogan (1899- En la última fase de la vida de Cadogan,
1973), quien a partir de fines de los años la presencia de Georg y Friedl Grünberg
cuarenta inicia una obra que se extende- produce conocimientos importantes y
rá hasta su muerte, caracterizada por un útiles sobre los los Chiriguanos y los Pa‡-
conocimiento etnográfico amplio, refinado Tavyterã, de útil aplicación en cuestiones
y exacto, trayendo sobretodo a considera- de tierras, salud y educación, en colabo-
ción las condiciones de existencia de las ración con proyectos que incluso tuvieron
comunidades guaraníes y las relaciones algún apoyo estatal. Otro grupo que hará
conflictivas con el Estado-Nación paragua- correr tinta es el pueblo Avá-Guaraní,
yo. Al mito de una alianza pacifica hispano- gracias a la pluma de Miguel Chase-Sardi
guaraní, Tupã Kuchuvi Veve (tal su nombre y José Antonio Perasso.
religioso otorgado al autor por los Mbyá), Los ’50, ’60 y ’70 fueron muy fértiles en
contrapone la situación bélica vivida por cuanto a producción antropológica guara-
los Cainguás a partir de nuestra intromisión ní. A partir de los años ’80 las comunida-
en sus tierras. Los paraguayos seríamos los des sufrían la molesta entrada de extraños
descendientes del cacique Paraguá quien, en sus territorios. Ahí se consolida la
aliándose con los españoles, traicionó a su obra contemporánea y continua de Beate
hermano Guairá, contraviniendo el reparto Lehner con una serie de concisas mono-
inicial de mundo realizado por Ñanderu grafías sobre Los Pãi Tavyterã, SPSAJ. 1987;
durante la Creación. No nos hemos confor- El territorio de Che’iro y los mennonita
mado con nuestra mitad. (1989); La comunidad Guaraní; un modelo
Con la publicación en 1946 de las Tradicio- democrático paraguayo (1991).
nes religiosas de los indios Jeguaká Tenondé Bartomeu Meliá puede considerarse en la
Porã-gue i del Guairá comúnmente llamados actualidad un referente importante de la
Mbyá, Mbyá-Apyteré o Ka’ynguá y poste- antropología local guaraní. Historia, et-
riormente, en 1959 del Ayvú Rapytá: textos nología y etnolingüística se condensan en
míticos de los Mbyá-Guaraní del Guairá, una obra que sigue los mismos senderos
Cadogan, al compilar cantos, himnos y de su maestro León Cadogan: desconstruir
relatos de los Mbyá, eleva la espiritualidad colonialismo a través del conocimiento
guaraní al grado de un pensamiento religio- profundo del pensamiento indígena: he
so complejo y meta-filosófico, constituyén- ahí un callejón que podría llevar a la
dose en un clásico de la literatura indígena Independencia. Sus trabajos bibliográficos
americana. y de síntesis etnológica prestan una buena
Arduo defensor de los derechos de la ayuda para visualizar cuán extenso es
causa indígena, León Cadogan se ocupará el panorama de esos Guaraníes que han
también de construir puentes y atraer la pasado al papel, pero que todavía son esos
atención sobre la necesidad de una antro- desconocidos.
pología científica en el Paraguay, ayudado
por personas como Claude Lévi-Strauss,
Fotos Página opuesta:
Alfred Métraux y Otto Zerries. Es en ese
> Algunos referentes de la producción
contexto que se tejen las colaboraciones
etnohistórica y antropológica sobre
con la misión francesa Pierre Clastres-
los Guaraníes:
Lucien Sébag, con la antropología brasileña
Branislava Susnik y Franz Müller
a través de Egon Schaden, con el argentino José A. Gómez Perasso
Miguel A. Bartolomé y con referentes de León Cadogan y Bartomeu Melià
la antropología alemana al traer a Mark Miguel Chase Sardi
y Christine. Münzel. Con ellos Bartomeu Georg y Paz Grunberg
Melià, discípulo de Don León, publicará en
1973 La agonía de los Aché Guayakí: histo-
ria y cantos, en pleno contexto de denuncia
del genocidio que se estaba perpetrando en

[11]
Presente y futuro

> Angaité

[12]
Son los hablantes los que hacen una indí­ge­nas se las percibe co­mo un apéndice Hannes Kalisch
lengua. Por lo tanto, el presente y el futuro con valor anec­dó­ti­co o, lo que es lo mismo, Nengvaanemkeskama Nempayvaam Enlhet
de las lenguas indígenas del Chaco no son fol­cló­rico.
separables del presente y futuro que tienen
sus hablantes. Veamos, entonces, estas len-
guas desde la perspectiva de los hablantes. Desde la sociedad nacional
La lengua constituye uno de los recur­sos De hecho, si se habla desde la sociedad
básicos a través del cual el niño ad­quiere y nacional sobre necesidades co­mu­ni­ca­ti­vas,
desarrolla su rela­ción afec­ti­va y cog­nitiva ex­presivas o reflexivas, se resalta con mucha
con el mundo: la personalidad humana firmeza que aquello que im­por­ta en el mun­
y la vitalidad de las sociedades hu­ma­nas do mo­der­no es la lengua de esta sociedad, el
re­po­san en gran parte sobre la len­gua pro­ castellano (vale de­cirlo: contra es­te prejuicio
pia. Es decir, toda len­gua, en combinación tam­bién el gua­raní debe luchar). Así se insiste
con otros fac­to­res que provienen de la en la necesidad de que los niños in­dí­genas
tradición específica de la so­cie­dad respec- apren­dan cas­tellano –la escuela se organiza
tiva, describe un sistema. La asunción y el en tor­no a esta supuesta ne­cesidad– mien­tras
ma­nejo de este sistema constituyen una que el potencial constructivo de las len­guas
condición indispensable para que aque­llas autóc­to­nas se ig­nora y se niega por completo:
personas que se han for­ma­do dentro del la pro­mo­ción del castellano no se entiende
mismo puedan hacer y rehacer su vida de como am­plia­ción, sino como reem­pla­zo
manera crea­tiva y cons­tructiva. La pér­di­da de la lengua indí­ge­na, sin que importe que
de la lengua propia, en cambio, equivale a tal reemplazo implique pa­ra sus hablantes
la pérdida de una he­rra­mien­ta fundamen- la pérdida de posi­bi­li­da­des de ac­ción e
tal para tal reconstrucción. Implica, por lo inicia­ti­va. Se entiende, pues, bajo ‘na­ción’ la
tanto, la pérdida de posi­bi­li­da­des de acción do­mi­nan­cia de la parte más po­de­ro­sa de la
e inicia­ti­va: la lengua pro­pia, como tal, no sociedad y, por ende, a los mismos ha­blan­tes
es sustituible. de la len­gua indígena como un apén­dice de
Ahora bien, los hablantes de las lenguas la so­ciedad y su vi­da como algo me­ra­men­
indígenas han sido obligados a hacer parte te anec­dó­ti­co o folclórico (vale de­cirlo: con
de una sociedad que habla otra(s) lengua(s). esta postura tam­bién los cam­pe­si­nos gua­ra­ní-
Eso requiere ver sus lenguas también desde hablantes de­ben luchar). Según esta pers­pec­
sus modos de par­ti­ci­pa­ción dentro de la tiva, pa­ra en­con­trar bienestar deben superar
so­cie­dad en­vol­vente, la paraguaya. Esta so­ la vida propia, la suya. La idea de que el
cie­dad valora las lenguas in­dí­ge­nas con ex­ bien­estar sur­ge de una asun­ción y re­cons­truc­
pre­sio­nes como: ‘son lindas’, ‘son im­por­tan­ ción activa de la propia vida y de su tra­di­ción
tes’ o, más académicamente, ‘forman par­te es­pe­cí­fi­ca, eso no existe. To­do lo contrario,

de las lenguas chaqueñas en el Paraguay


del pa­tri­mo­nio in­tangible de la hu­manidad la educación, la salud, la jus­ticia, la religión
que se debe man­te­ner y rescatar’. Estas o los mo­dos de par­ticipación se pien­san
apre­cia­cio­nes co­rres­pon­den a postulados desde y hacia el modelo na­cio­nal, de manera
más que a convicciones que, como tales, se que éste se presenta como úni­ca op­ción
basarían sobre co­nocimientos es­pe­cí­fic­ os y ra­zo­na­ble. En nuestra sociedad paraguaya
predomina una ideología que busca re­em­pla­
se traducirían en ac­ti­tudes con­cretas hacia
zar lo que es de la so­cie­dad indígena por lo
las lenguas indígenas y sus hablantes. Sin
«paraguayo»; se asu­me una postura colonial
embargo, estas apreciaciones no con­sideran
que quiere ocul­tar, obstruir y eliminar no só­lo
a los ha­blan­tes. Coincidentemente, si es que
las lenguas in­dí­ge­nas, sino todo lo que dife-
se le da un cierto es­pa­cio a una lengua in­dí­ rencia a los pueblos en tér­minos lin­güísticos,
gena, éste no se relaciona con la vi­da de sus cul­turales y políticos, pa­ra terminar aca­bando
ha­blan­tes ni con su tra­di­ción: a las lenguas con estos mismos pueblos.

[13]
Castellano y futuro la con el gua­ra­ní criollo, el aban­dono de la
lengua propia pro­voca una do­lo­ro­sa ruptura
Desde la sociedad nacional que sostiene que
con la his­to­ria personal, social y cul­tural. En
sólo el castellano tiene futuro (para no ha­blar
la generación que rea­liza di­cha sustitución, se
del inglés), se señala que los niños indíge­nas
obs­tru­yen las capacidades y poten­cia­lidades
no tienen futuro si no hablan el cas­te­llano.
de expresión y reflexión de las per­so­nas. En las
Se en­tiende bajo ‘futuro’ la perspectiva de la
ge­ne­ra­cio­nes subsiguientes, se im­po­sibilita la
so­ciedad nacional, que niega su futuro pro­pio
co­mu­ni­ca­ción con los pue­blos y gru­pos em­pa­
a las personas y sociedades indígenas con una
ren­ta­dos y se traba, sobre todo, la co­mu­ni­ca­
perspectiva diferente. Debe decirse incluso
ción entre las generaciones. De esta manera,
que se les quita su futuro propio, porque se les
el dic­ta­men ‘no tienen futuro’, se vuel­ve un
im­po­ne un fu­turo que no es el suyo ni lo puede
hecho.
ser, ya que no se ini­cia en el presente del
pueblo ni con la ini­ciativa del mismo. Las ins­ La insistencia de la sociedad nacional en
tituciones del Estado Paraguayo, pues, en plena que no hay posibilidad de relacionamiento
coin­ci­dencia con el imaginario y las ac­ti­tu­des sin cas­tellano emerge de la imposición de su
de la sociedad paraguaya, impiden activamente modo de comunicación unilateral y hace que
que las personas in­dígenas se inicien y for­ta­lez­ cualquier cues­tionamiento de dicha imposición
can a través de su lengua en todo lo que hace sea en­ten­dido como un intento de autoexclu-
su con­tex­to propio y en el marco de una tra­di­ sión. Sin em­bar­go, cues­tionar la imposición del
ción precisa. Esta actitud hace que la lengua, el castellano no es lo mis­mo que cuestionar su
nexo en­tre pasado y presente, se des­articule. La uso. Cier­ta­men­te, la tra­dición y la lengua con
desarticulación de este nexo, a su vez, encubre las que nos hacemos no son nin­gu­na jaula que
aquellas dinámicas y energías de con­s­truc­ción ate ni ata­je. Al con­tra­rio, toda la vi­da es una
personal, social, cultural a través de las cua­les continua construcción y re­cons­truc­ción que se
el pueblo rehace cons­tan­te­men­te su vida y que vale de todo lo que está a su alcance. Es decir,
se sos­tienen en sus ne­ce­si­da­des, am­bi­cio­nes no se trata de ignorar el castellano. Se trata,
y potencialidades específicas. En es­te sentido, más bien, de co­men­zar con lo pri­me­ro en vez
la len­gua, que es y debe ser una he­rra­mien­ de comenzar por el segundo paso, que es la
ta de construcción crucial, se convierte, una segunda len­gua, el cas­te­llano.
vez cambiada, en uno de los in­di­ca­dores de la Des­pués de la for­mación paradigmática dentro
destrucción de la vi­da de sus ha­blantes. de lo propio, la apertura a otros mun­dos no
Ya se ve: las actitudes y acciones de la socie- condena a la ne­gación de sí mismo, sino posi-
dad nacional y el Estado hacia las lenguas bilita una ampliación ar­mó­ni­ca: co­men­zar por
in­dí­genas in­ter­fie­ren en la vida y el futuro de lo pri­me­ro es una condición indispensable para
sus ha­blan­tes; des­de la dimensión comunicati- pensar y recuperar el equilibrio en el re­la­cio­na­
va ex­pre­san y refuerzan, pues, el desequilibrio miento. Sin una autoafirmación madura, pues,
existente entre estas sociedades. La decisión el equilibrio no es posible.
firme de la sociedad nacional de man­te­ner este
desequilibrio induce a las so­cie­dades autócto-
nas a culpar a su lengua propia de ser la cau­sa ¿Y el futuro?
del mis­mo y de la exclusión que coin­cide Si sigue la insistencia de la sociedad nacional
con él. De hecho, varios pueblos chaqueños en el desequili­brio, las len­guas indígenas van a
han in­tentado acceder a la par­ti­cipación en la des­apa­recer. Sin embargo, sus hablantes to­da­
sociedad dominante a través de la renuncia a vía viven. Sus hablantes sien­ten. Sus hablantes
su len­gua. resisten. Estas energías de vida cons­ti­tu­yen
Sin embargo, la len­gua no es la razón de su ex­ las semillas para un futuro di­fe­ren­te, pa­ra una
clu­sión, sino las actitudes hacia su grupo. Aún vida que no sea el apén­di­ce de la destrucción.
hablando bien otra len­gua, la renuncia a la len- Permiten mantener la es­pe­ran­za en una par­
gua propia no les da la par­tici­pa­ción deseada. tici­pación que no co­mien­za por lo que el otro
Al contrario, pro­duce otra exclusión; como quiere que seamos. Es la esperanza en una
bien lo saben aquellos grupos de los pueblos par­ti­cipación equi­li­bra­da a que accedemos tal
gua­ná, to­ba-enen­lhet, angaité o sanapaná que co­mo so­mos.
han de­jado su len­gua propia pa­ra susti­tuir­ Pa’alhama-Amyep

[14]
La siguiente tabla resume los datos del
Censo Nacional 2002 (DGEEC, 2003:
20, 29). Una interpretación de estos
datos se encuentra en Melià (2004).
Datos adicionales y una amplia biblio-
grafía sobres las lenguas chaqueñas
se encuentran en Fabre (2005, 2006a,
2006b, 2007).
> Pa‡-Tavyterã

NÚMERO
DE MIEMBROS ÁREA OTRO PAÍS
FAMILIA LINGÜÍSTICA LENGUA HABLANTES DEL DONDE DONDE
(MÁS DE PUEBLO SE HABLA SE HABLA
5 AÑOS)

Enlhet 6439 7221


Enxet 3842 5844
Toba-enenlhet
1265 2230
Enlhet-enenlhet (Toba-maskoy)

(anteriormente maskoy)
Sanapaná 984 2271

Angaité 1030 3694

Guaná 29 242

Nivaclé 10019 12028


Argentina
Manjui
Mataco-mataguayo (Ihumnahanes)
365 452
Chaco
Macá 1042 1282 –

Ayoreo 1756 2016 Bolivia


Zamuco Ishir
1259 1571 Brasil
(Tomaraho, Ybytoso)

Guaycurú Toba-qom 1183 1474 Argentina

Guaraní occidental
1714 2155
(Guarayo) Bolivia
Ñandéva 1550 1984
Guaraní enlhetizado ? – –
Guaraní Mbyá 10016 14324 Argentina
Avá guaraní 6308 13430 Brasil
Región
Pa‡-tavyterã 6365 13132 Oriental Brasil
Aché 739 1190 –

[15]
Arte indígena:
> Máscaras chiriguano

> Traje ceremonial Ishir.


Museo de Arte Indígena del CAV/Museo del Barro

[16]
El arte de los pueblos indígenas Las razones de la economía Las formas derivadas de la subsistencia tra-
dicional, también generan imágenes resis-
desarrollado en el Paraguay es complejo Aunque es dentro del círculo ceremonial
tentes, bien afianzadas en la experiencia y la
y presenta vigorosas particularidades que en donde se traman las nervaduras más
sensibilidad comunitaria. Pero estas formas
impiden un tratamiento homogéneo e firmes del arte indígena, los quehaceres de
están más expuestas que las anteriores; los
indiferenciado de sus formas. Sin embargo, la sobrevivencia también devienen fuentes
cambios de la economía y la expansión de la
las circunstancias compartidas posibilitan potentes de creación. El arte occidental parte
cultura envolvente determinan la extinción
el encuentro de rasgos comunes, crecidos de la inutilidad de las cosas, pero el indígena
de muchas pautas, (como las de la cerámica
por debajo o paralelamente a aquellas asume las funciones utilitarias; antes que me-
indígena en general) y el reacomodo de pa-
diferencias. Este texto presenta rápidamen- nospreciar los supuestamente prosaicos usos
trones milenarios (como parte de la cestería
te un panorama referido tanto a los focos de la producción económica; los llena de
mbyá, que conserva sus técnicas decorativas
centrales de la producción artística indígena poesía. Las funciones mejor conectadas con
mientras readapta sus formas y funciones a
como a los rumbos diferentes que arrancan las formas propias de subsistencia son las que
nuevos usos transculturales).
de esas fuentes. reciben más refuerzos estéticos: por ejemplo,
la cestería guaraní afectada a la agricultura y Las formas condicionadas por el mercado
los tejidos chaqueños de caraguatá vincula- son mucho más flexibles y se encuentran
El símbolo primero dos a la caza y la recolección. El avance de abiertas a novedades y cambios, aunque se
los mercados capitalistas actúa en un doble produzcan éstos dentro del horizonte cultural
Todas las culturas indígenas crecen en torno
sentido; acarrea, por un lado, la paulatina propio de las comunidades. La mercantiliza-
a una médula mítica y ritual que construye
destrucción de formas tradicionales pero, por ción, que por un lado causó la pérdida o el
el sentido comunitario y proporciona los
otro, señala nuevas posibilidades. En efecto, menoscabo de tantas expresiones indígenas,
argumentos secretos de las identidades indi-
la expansión mercantil sobre los territorios por otro, impulsó el resurgimiento de ciertas
viduales y grupales. La importancia central
indígenas plantea enormes esfuerzos de prácticas estéticas y aun la emergencia de
del rito tiene dos consecuencias. En primer
adaptación y cambio que, en cuanto puedan nuevas producciones, como es el caso de las
lugar, los núcleos duros de la cultura indí-
ser manejados por las propias comunidades, tallas zoomorfas, confeccionadas tanto por
gena son innegociables: aunque sucumban
abren nuevas posibilidades económicas y los grupos guaraníes como los chaqueños:
muchas veces ante la presión neocolonial,
creativas. Cuando las nueva demandas del figuras nuevas, cargadas quizá de la antigua
y aunque deban reacomodar sus formatos
mercado afectan a comunidades autodeter- memoria comunitaria y animadas por el afán
ante las nuevas circunstancias de su tiempo,
minadas y dueñas de sus propios procesos de constante de reimaginar el presente nuevo.
cuando logran sobrevivir lo hacen mante-
significación, pueden reacomodar éstas sus Es cierto que muchas de estas piezas pueden
niendo el esquema original de sus matri-
códigos y aun cambiarlos. nacer huérfanas de experiencia comunitaria
ces de sentido. En segundo lugar, los ritos
constituyen los paradigmas de la creación o crecer como remedos desteñidos de esa ex-
colectiva: el propio cuerpo deviene soporte periencia; pero también es cierto que muchas
El destino de las formas de ellas son capaces de recoger momentos
primero del arte y, en torno a él, se produ-
cen diversas situaciones de creatividad y Ahora bien, existe una diferencia fundamen- desprendidos de la tradición cultural: de asi-
producción estética cuya apretada integra- tal en el desarrollo de las formas surgidas milar remanentes o restos que habían queda-
ción cumpliría, desde nuestra mirada, el de fuentes endógenas (la ceremonia y la do sueltos y precisan de nuevos espacios de
viejo sueño occidental del “arte total”. Así, economía tradicional) y las convocadas por inscripción. Pero además debe considerarse
la danza, el cántico y el arte plumario entre las nuevas razones del mercado. Las prime- que esta nueva producción puede constituir
los guaraníes; y los tatuajes, las pinturas cor- ras, en cuanto elaboran el principio de la una fuente complementaria de subsistencia.
porales, la ornamentación plumaria, tanto identidad grupal y guardan los argumentos Y, por último, una posibilidad de recuperar
como las coreografías y dramatizaciones de la reproducción social, constituyen el ciertos posicionamientos sociales de la mujer,

principios y desenlaces Ticio Escobar

ceremoniales, entre los chaqueños, constitu- corpus estético (simbólico, en general) mejor quebrantados en las nuevas condiciones de
yen la reserva más firme de los procesos de custodiado y más estable. Los procesos de producción socio-económicas: los heredados
significación indígena. Las formas nutridas cambio del rito son lentos y operan en el re- de la proto tejedora mítica, la que trama con
de estos núcleos no sólo son las más resis- ducidísimo margen de lo indispensable. Aun manos oscuras y despejada mirada gran parte
tentes sino las más seguras y potentes, las los grupos que sobreviven en condiciones de del tejido que sostiene lo social.
mejor orientadas en su vocación expresiva y máxima dependencia de la sociedad envol-
las mejor resueltas en sus recursos estéticos. vente, como los maká, conservan obstinadas
reservas de producción significante, capaces
de nutrirse con las imágenes de la moderni-
dad occidental.
[17]
> Urnas funerarias guaraní.
Museo de Arte Indígena del CAV/Museo del Barro

[18]
Cuando se habla de “arte”, se habla su propia historia). Por lo tanto, desde la Ticio Escobar
de un conjunto de objetos y prácticas que mirada reprobadora del arte moderno, tales
recalcan sus formas para producir una expresiones son consideradas meros hechos
interferencia en la significación ordinaria de artesanía, folklore, “patrimonio intangi-
de las cosas e intensificar la experiencia del ble” o “cultura material”. No cumplen los
mundo. El arte indígena, como cualquier requisitos de la autonomía formal moderna:
otro, recurre a la belleza para representar no son inútiles, en el sentido kantiano del
aspectos de la realidad, inaccesibles por término; se encuentran comprometidas con
otra vía, y poder así movilizar el sentido, ritos arcaicos y prosaicas funciones, em-
procesar en conjunto la memoria y proyec- pantanadas en la densidad de sus historias
tar en clave de imagen el porvenir comu- turbias y lastradas por la materialidad de
nitario. Sin embargo, a la hora de otorgar sus soportes y el proceso de sus técnicas
el título de “arte” a estas operaciones, salta rudimentarias.
enseguida una objeción: en el contexto de
La dicotomía entre el gran sistema del arte
las cultura indígenas, lo estético no puede
(fruto de una creación esclarecida del espí-
ser desprendido de un complejo sistema
ritu) y el circuito de las artes menores (pro-
simbólico que fusiona en su espeso interior
ducto de oficios, testimonio de creencias
momentos diferenciados por el pensamien-
llanas) sacraliza el ámbito de aquel sistema.
to occidental moderno (tales como “arte”,
Por un lado, los terrenos del arte quedan
“política”, “religión, “derecho” o “cien-
convertidos en feudo de verdades superio-
cia”). Las formas estéticas se encuentran en
res, liberadas éstas de las condiciones de
aquel contexto confundidas con los otros
productividad que marcan la artesanía y de
dispositivos a través de los cuales organiza
los expedientes litúrgicos que demanda el
la sociedad sus conocimientos, creencias
culto bárbaro. Por otro, devienen recogi-
y sensibilidades. Es decir, en las culturas
do recinto del artista genial, opuesto él al
indígenas no cabe aislar el resplandor de
ingenioso y práctico artesano o al oficiante
la forma de las utilidades prosaicas o los
supersticioso y exaltado.
graves destinos trascendentales que requie-
ren la intervención de la belleza. Es más: No obstante esta desobediencia de los para-
tales culturas no sólo ignoran la autonomía digmas modernos, sigue siendo conveniente
del arte, sino que tampoco diferencian hablar de arte indígena. Este reconocimien-
entre géneros artísticos: las artes visuales, to supone asumir la diferencia de las cultu-
la literatura, la danza y el teatro enredan ras otras: significa admitir modelos de arte
sus expresiones en el curso de ambiguos y alternativos a los del occidental e implica
fecundos procesos de significación social recusar un modelo colonial que discrimina
que se apuntalan entre sí en el fondo oscuro entre formas culturales superiores e inferio-
de verdades inaccesibles. res, dignas o no de ser consideradas como
expresiones privilegiadas del espíritu. Bajo
Las expresiones del arte indígena, como
este título se abogará en pro del uso
casi todo tipo de arte no moderno, no

En pro del arte indígena


llenan los requisitos exigidos por la Estética del término “arte indígena” mediante dos
ilustrada: no son producto de una creación alegatos básicos.
individual (a pesar de que cada artista re- Desde el fondo incierto de la historia y
formule los patrones colectivos) ni generan cubriendo el mundo hasta sus últimos rinco-
rupturas transgresoras (aunque supongan nes, diversas sociedades no-modernas traba-
una constante renovación del sentido jan la alquimia oscura del sentido mediante
social) ni se manifiestan en piezas únicas la refinada manipulación de la apariencia.
(aun cuando la obra producida serialmente Lo hacen entreverando formas y funciones,
reitere con fuerza las verdades repetidas de belleza y utilidad: la guirnalda que inflama

[19]
la frente del shamán o enaltece la del cazador, des cultuales, enredado con los residuos de
las pinturas que ornamentan con opulencia los formas desconocidas, oscurecido en sus bor-
cuerpos humanos para divinizarlos o hacer- des que nunca coincidirán con los contornos
los rozar el límite de su condición animal, nítidos de una idea previa de lo artístico. Lo
las vasijas depuradas en sus diseños o sobre- bello apunta más allá de la armonía y de la
ornamentadas para el culto o la fiesta profana, fruición: despierta las potencias dormidas de
así como el diseño seguro de tantos utensilios las cosas y las inviste de sorpresa y extrañeza;
comunes inmersos en la cotidianeidad de los las aleja, quebranta su presencia ordinaria
pueblos indígenas; todos estos gestos y estos y las arranca de su encuadre habitual para
objetos, antes que apelar a la fruición estética, enfrentarlas a la experiencia, inconclusa
buscan reforzar, mediante la belleza sin duda, siempre, de lo extraordinario. En estos casos,
significados sociales que crecen mucho más las creencias religiosas y las figuras míticas
allá de los terrenos del arte. Una vez más: la que animan las representaciones rituales
belleza no tiene un valor absoluto: sirve como requieren ser recalcadas mediante la mani-
alegato de otras verdades. pulación de la sensibilidad y la gestión de las
formas. Las imágenes más intensas y los colo-
res sugerentes, así como las luces, composi-
ciones y las figuras inquietantes ayudan a que
el mundo se manifieste en su complejidad y
en sus sombras; en su incertidumbre radical,
en vilo sobre las preguntas primeras: aquellas
que no conocen respuesta.

Por otra parte debe considerarse que existen


operaciones artísticas que van más allá del
alcance de lo estético. Esto es especialmente
claro en culturas no-modernas y en ciertas
operaciones del arte contemporáneo, pero
también atraviesa todo el devenir del arte
en general. Para definir mejor este tipo de
operaciones tomemos como ejemplo el caso
de los rituales, ámbito privilegiado del arte
indígena. La escena de la representación
ceremonial se encuentra demarcada por un
círculo de contornos tajantes. Al ingresar en
él, las personas y los objetos quedan bañados
> Museo de Arte Indígena del CAV/Museo del Barro Pero la falta de autonomía de lo estético no por luminiscente distancia que supone estar
significa ausencia de forma. Aun mimetizada, del otro lado, más allá de la posibilidad de
sumergida en la trama espesa del conjunto
ser tocados, fuera del alcance del tiempo or-
sociocultural y confundida con las muchas
dinario y el sentido concertado. De este lado
fuerzas que dinamizan el hacer colectivo, la
de la línea que dibuja el cerco del espacio
forma estética se encuentra indudablemente
ceremonial, los hombres y las cosas obede-
presente: anima desde dentro las certezas pri-
cen a sus nombres y sus funciones: no son
meras y empuja en silencio la memoria pesada
más que utensilios profanos y muchedumbre
y cambiante de la comunidad. La belleza tra-
sudorosa y expectante agolpada en torno
baja clandestinamente para apuntalar verdades
al escenario. Al cruzar la raya invisible que
y funciones que requieren el aval de su propia
preserva la distancia y abre el juego de la mi-
imagen en la escena de la representación: su-
rada, los objetos y los hombres se desdoblan.
braya funciones, inflama verdades, intensifica
Ya no coincide cada cual consigo mismo y,
figuras fundamentales; se tensa hasta el límite
más allá de sí, deviene oficiante, dios o ele-
obligada a decir lo que está fuera de su alcance
mento consagrado. ¿Qué los ha auratizado?
y, al hacerlo, llena el horizonte cultural de
¿Qué los ha distanciado y vuelto inquietantes
relámpagos, inquietudes y presagios.
indicios de algo que está más allá de sí? Ante
Así, en las culturas indígenas lo estético signifi- esta pregunta se abren dos caminos, entrecru-
ca un momento intenso pero contaminado con zados casi siempre. Son los que, titubeante,
triviales funciones utilitarias o excelsas finalida- sigue el arte en general: el que privilegia la

[20]
apariencia estética y el que hace inflexión autodeterminación y su derecho a un territorio
en el concepto. propio y una vida digna. Por un lado, la gestión
del proyecto histórico de cada etnia requie-
Ante la pregunta acerca de qué ha otorga-
re un imaginario definido y una autoestima
do un excedente de significación, un valor
básica, fundamento y corolario de la expresión
excepcional, a ciertos objetos y personajes
artística. Por otro, los territorios simbólicos
que aparecen, radiantes, en la escena ritual,
son tan esenciales para los indígenas como los
la primera vía es la de la belleza, recién
físicos; aquellos son expresión de éstos; éstos,
referida más arriba. El otro itinerario es el
proyección de aquellos. Por eso, resulta difícil
que se abre al concepto: a esos objetos y
defender el ámbito propio de una comunidad
personajes los ha hecho raros y distantes,
si no se garantiza su derecho a la diferencia: su
los ha auratizado, el hecho de saberlos
posibilidad de vivir y pensar, de creer y crear de
emplazados dentro de la circunferencia que
manera propia.
los separa del mundo cotidiano y los ofrece
a la mirada. Éste es un camino largo que, Por eso, aunque el arte indígena no pueda hoy
estirando un poco los términos, podría ser ser considerado como un cuerpo completo y
calificado de conceptual. Conceptual, en el
sentido que coincide, por ejemplo, con la
vía abierta, o instaurada, en el arte moderno
por Duchamp: es la idea de la inscripción
de los objetos la que los auratiza, indepen-
dientemente de sus valores expresivos o for-
males: fuera del círculo establecido por la
galería o el museo, el urinario o la rueda de
bicicleta no brillan, no se distancian, no se
exponen a la mirada: no significan otra cosa
que la marcada por sus funciones prosaicas.
Fuera del círculo consagrado de la cultura
indígena, las cosas coinciden, opacas, con-
sigo mismas y no remiten a la falta primera
o la plenitud fundante. Acá la belleza no
tiene nada que hacer: sólo importa un pues-
to; la noción de un puesto. La distancia está
marcada por el concepto.

Los otros derechos > Museo de Arte Indígena del CAV/Museo del Barro
cerrado, impermeable en sus formas a las de la
Pero hay otras razones, de carácter político, cultura erudita y la industrializada, es impor-
para argumentar en pro del término “arte tante que su diferencia sea preservada. Las
indígena”. El reconocer la existencia de un disyunciones binarias que enfrentan en forma
arte diferente puede refutar una posición fatal lo popular —ya sea con lo ilustrado, ya
discriminatoria que supone que la cultu- con lo masivo— requieren ser desmontadas.
ra occidental detenta la prerrogativa de Pero esta operación no debe suponer la alegre
acceder a ciertas privilegiadas experiencias equivalencia de todas las formas ni desconocer
sensibles. Y puede proponer otra visión la pluralidad de los procesos de identifica-
del indígena actual: abre la posibilidad de ción y subjetividad. Desde sus memorias y sus
considerarlo no sólo como un ser margina- posiciones distintas, ante cuestiones cada vez
do y humillado sino como un creador: un más compartidas, las diversas comunidades
productor de formas genuinas, un sujeto étnicas se arrogan el derecho de inscribir a su
sensible e imaginativo capaz de aportar manera la memoria común y producir objetos
soluciones y figuras nuevas al patrimonio y acontecimientos que anticipen posibilidades
simbólico universal. alternativas de futuro. Un futuro cuyas sombras
Por último, el reconocimiento de un arte tantas sólo pueden ser rasgadas mediante el
diferente puede apoyar la reivindicación filo de imágenes construidas desde las mismas
que hacen los pueblos indígenas de su colectividades.

[21]
1. La subregión agrícola de utilización
intensiva de recursos, altamente
integrada a los mercados mundiales.
2. La subregión rural tradicional, pero
escasamente agrícola y
recientemente urbanizada.
3. La subregión agrícola-rural tradicional
en transformación.
4. La subregión de la ganadería
semi intensiva.
5. La subregión de Ñéembucú.
6. La subregión Metropolitana de Asunción.
7. La subregión ganadera en emergencia
transformación (Noreste del Chaco).
8. La subregión agroindustrial y
ganadera consolidada (Chaco central).
9. La subregión ganadera en transformación
(bajo Chaco).

Las nuevas territorialidades


La dimensión territorial ha del territorio o las regiones fueron inventa-
sido muy poco abordada en los estudios y riadas más que conocidas y comprendidas.
análisis de la vida socioeconómica para- El espacio geográfico era concebido solo
guaya. No obstante, el territorio, entendido como el soporte físico sobre el cual se des-
no solo como soporte físico sino como envolvían los fenómenos sociales y econó-
espacio de creación conjunta, con límites micos. Las regiones Oriental y Occidental
cambiantes por las diferentes acciones de son sus respectivos departamentos y distritos
los actores, se convierte en una importante se consolidaron como las únicas formas de
grilla de lectura. comprender y actuar en el territorio donde
los “accidentes geográficos” constituían
Desde esta perspectiva las regiones o los es-
los límites entre regiones, departamentos y
pacios no son solo los departamentos y dis-
distritos.
tritos administrativos tradicionales. Nuevas
regiones emergen, se fracturan e integran en La lenta antropización del espacio para-
el transcurso de algunas décadas e inclusive guayo por la incorporación tardía de las
en menores periodos de tiempo. zonas más alejadas de la capital así como el
centralismo sostenido, hizo que las regiones
El territorio paraguayo ha sido casi siempre
fuesen más naturales que humanas.
estudiado y diagnosticado por sus caracte-
rísticas naturales, principalmente por zonas
ecológicas o simplemente en función de los
puntos cardinales. Las diferentes porciones

[22]
Desde el enfoque territorial, donde el espacio regiones, aunque con costos ambientales y Fabricio Vázquez
geográfico o el territorio más que un soporte culturales.
físico es un sistema de objetos y un sistema
Las regiones contemporáneas ya no se es-
de interrelaciones, donde cada acción de los
tructuran por los límites naturales, políticos
actores sociales modifica el espacio como el
administrativos y ni siquiera geopolíticos.
paisaje, marcándolo, explotándolo, protegién-
Por el contrario, siguen una serie de patrones
dolo e inclusive olvidándolo. De esta forma el
estructurantes donde la economía es la fuerza
territorio comenzó a configurarse lentamente
más fuerte y visible.
como resultado de las diferentes formas de
implantación de asentamientos y de utilización Sobre las antiguas regiones naturales se cons-
de los recursos. truyen diversos territorios productivos, urbanos
y vinculados a una serie de otros lugares tanto
Las mayores transformaciones territoriales en
del país como del exterior, conformando una
Paraguay en los dos últimos siglos estuvieron
densa red de conexiones materiales e inmate-
más vinculadas con los sistemas de transportes
riales.
fluviales dando lugar a los Pueblos-puerto.
Posteriormente, ya a finales del siglo XIX, apa- Las subregiones o los territorios del Paraguay
rece el ferrocarril y rediseña la ocupación del contemporáneo pueden presentarse según el
espacio generando Pueblos-tren hasta 1960, mapa de la página opuesta.
cuando se instalan de forma sistemáticas las in- La organización regional resultante de los
fraestructuras viales dando lugar a los Pueblos- juegos de intereses y fuerzas económicos no
ruta hasta nuestros días. siempre es compatible con las necesidades so-
El primer esquema territorial que primó durante ciales que aseguren un desarrollo equilibrado,
los primeros 150 años de la vida independiente provocando diversas problemáticas en todos
es el siguiente los ámbitos.
• Un centro urbano con poder: Asunción. El impacto de los desajustes entre las regiones
• Una serie de pueblos situados sobre el río con mayor nivel de desarrollo tecnológico, de
Paraguay que vivían del comercio portuario infraestructura y de servicios conspira contra
básico. la democratización del bienestar, que sigue-

después de la Independencia
• Una serie de pueblos del interior con escasa concentrándose en algunos pocos puntos del
vinculación interna que subsistían sin territorio.
crecer, especialmente en los alrededores de
Asunción y a lo largo de la única vía férrea Dos fuerzas intentan rediseñar los sistemas
existente en ese entonces. territoriales; por un lado los actores privados
orientados a extender e intensificar sus proce-
• Grandes zonas vacías o escasamente pobla-
sos productivos, principalmente agrícolas y el
das y sin poblaciones establecidas, princi-
conjunto de políticas públicas que intenta, con
palmente en el este, norte y sur de la región
diversas dificultades, erigirse como la instancia
Oriental.
que guía el desarrollo, asegurando una equidad
• Un estado de abandono, pero no de desin- territorial.
terés en la región occidental.
Las regiones del país seguirán experimentando
Las grandes transformaciones económicas y
modificaciones de intensidades diferentes y
territoriales de la sociedad paraguaya se con-
siguiendo sus propias lógicas. El desafío mayor
centran en los últimos cincuenta años donde
el espacio fue ocupado e incorporado casi en consiste en la comprensión de las transfor-
su totalidad. Por disponer de una sociedad y maciones económicas y societales para luego
economía eminentemente rural las actividades diseñar un modelo deseable y compartido de
productivas agrícolas, pecuarias y forestales crecimiento económico con equidad social
se consolidaron como los principales agentes en el marco del desarrollo sustentable, pero,
de transformación de los territorios y de las además, territorialmente equilibrado.

[23]
La exclusión de los pueblos

[24]
Las dos fuentes principales de infor- A esta situación se debe sumar el acelerado pro-
Jorge Servín
mación cartográfica y demográfica de que ceso de deforestación que impacta negativamente
disponemos son el II Censo Nacional Indíge- en la vida de los pueblos indígenas y se manifies-
na 2002 y la primera Encuesta Nacional de ta en aspectos tan vitales como la privación del
Hogares Indígenas 2008. Ambos estudios acceso al agua.
fueron ejecutados por la Dirección General
Por otra parte, la Encuesta Nacional de Hogares
de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC)
Indígenas revela que la situación de los pueblos
y en las dos actividades, sobre todo en la
indígenas en Paraguay continúa dentro de un
primera, se contó con una amplia partici-
amplio margen de exclusión. Históricamente, el
pación de los pueblos indígenas en todas
desarrollo y los beneficios de la modernidad aún
las etapas del operativo. Por otra parte los
no les han llegado. Es decir, desafortunadamente
resultados de los dos estudios muestran la
los pueblos indígenas aún no cuentan con un
amplia exclusión que padecen los pueblos
bienestar que propicie un desarrollo humano am-
indígenas en el Paraguay.
plio y plural; por el contrario, la situación de los
pueblos y comunidades indígenas se caracterizan
hoy por padecer altos niveles de pobreza y estar
Principales aspectos de la situación
en una situación de considerable desventaja ante
actual de los pueblos indígenas en
el resto de la sociedad nacional. A continuación
el Paraguay
se señalan algunos de estos aspectos.
Los resultados del II Censo Nacional Indíge- • Según la Encuesta Indígena 2008, la población
na 2002 indican que la población indígena indígena asciende a 108.308 personas, de las cuales
en el país está conformada por 87.099 per- un poco más de la mitad son hombres (51.3%)
sonas pertenecientes, a 20 Pueblos Indíge- • La estructura por edad muestra una población emi-
nas de cinco familias lingüísticas diferentes. nentemente joven y con escasa población adulta
El 47% de esta población está conformada • La población indígena muestra escasos logros en
por niñas, niños, adolescentes y jóvenes la educación formal. En promedio, esta población
cursó solo los 3 primeros años en la escuela.
menores de 18 años.

indígenas en el Paraguay
En tanto que la primera Encuesta Nacional • El 40.2% de la personas indígenas de 15 años y más
de Hogares Indígenas 2008 revela como de edad es analfabeta, es decir, cerca de 4 de cada
10 personas no tiene concluido el 2° grado de la
resultado una población que asciende a educación primaria.
108.308 personas. La distribución de la
• Apenas el 12.2% de la población indígena de nues-
población indígena se encuentra en 14 de tro país cuenta con seguro médico.
los 17 departamentos del país, incluyendo
• Cerca del 30% de la población indígena informó
la capital. haber estado enferma y/o accidentada.
Los datos censales y estudios complementa- • La tasa de participación laboral (población ocupada
rios acerca del acceso a la tenencia legal de o desocupada respecto a la población total en edad
de trabajar) es del 52,2%. Este porcentaje es superior
la tierra revelan situaciones poco equitativas
en la población masculina respecto a la femenina
con los indígenas. Lastimosamente, como se (71,1% y 33,8%, respectivamente).
verá en el cuadro, y aún con un marco legal
• El 71% de la población indígena ocupada de 10
vigente para el efecto, cerca de la mitad años y más de edad, trabaja en el sector primario, es
de las comunidades indígenas no poseen decir, en actividades relacionadas con la agricultura,
tierra propia, ni siquiera según los principios la ganadería, la explotación forestal, la caza y la
pesca (71%). El resto se distribuye prácticamente de Página opuesta:
normativos vigentes en el país. manera equilibrada entre los sectores secundario
(14%) y terciario (15%). > Aché
En otras palabras, poco menos de la mitad
de las comunidades indígenas aun en los • En cuanto a la categoría o posición en la que tra- > MAPA DE LAS COMUNIDADES INDÍGENAS
bajan las personas ocupadas, éstas se desempeñan EN EL PARAGUAY
tiempos del Paraguay democrático y mo-
principalmente como trabajadoras independientes:
derno, no llegaron a conseguir un espacio Fuente: Atlas de comunidades Indígenas en el Paraguay –
65.9% (sobre todo por cuenta propia o familiar no DGEEC, 2004
donde vivir con dignidad y tranquilidad. remunerada).

[25]
• El ingreso promedio de los ocupados que trabajan En el presente la condición de tenencia jurí-
en relación de dependencia está cercano a los 778 dica y de uso práctico de la tierra es colectiva
mil guaraníes mensuales, siendo mayor entre los
hombres; hay una diferencia de un poco más de para los pueblos indígenas en el Paraguay. Por
300 mil guaraníes aproximadamente a favor de los tanto, contar con tierra propia y con trámi-
primeros respecto a las mujeres. tes concluidos constituye un derecho y una
• La estructura edilicia de las viviendas de los hogares garantía constitucional y es el anhelo de las
indígenas, revela que 37,8% tiene pared de madera, diferentes etnias. De hecho el contar con tierra
siguiéndole en orden de importancia el “tronco de
palma”, con un peso de 21%. titulada, otorga a las sociedades indígenas
el espacio donde pueden ejercer una mayor
• Independientemente de la pertenencia a una de las
5 familias lingüísticas, la gran mayoría de las vivien- autonomía para ser más dueño de sí y de su
das tiene piso de tierra, que llega incluso a superar cultura.
el 90% en el caso de los Maskoy y Zamuco.
La experiencia histórica y reciente habla por sí
• El acceso al agua procedente de ESSAP/SENASA
afecta a sólo 1,4% de los hogares indígenas, mien-
sola. Sólo aquellas comunidades que cuentan
tras que la Red Comunitaria provee de agua a 4,5% con tierra propia en calidad y extensión sufi-
de los hogares. Esta corresponde al servicio mane- ciente mantienen su identidad como pueblo y
jado por alguna comisión vecinal. Generalmente
aquellas comunidades que en nuestro tiempo
son las ONGs las que facilitan la construcción del
tanque pero de la administración del servicio se lograron finalizar los trámites recobran la
encarga la comunidad tranquilidad colectiva. No se puede vislumbrar
• Por otro lado, el servicio de energía eléctrica al- reproducción cultural sin la vinculación a un
canza a 21,3% de los hogares indígenas, siendo los escenario comunitario de la posesión de la
menos beneficiados los pertenecientes a la familia tierra.
lingüística guaraní con un 13% de cobertura y los
más favorecidos los hogares de la familia guaikurú, Mientras tanto, parece claro por ahora que
donde el 62,1% de los hogares cuentan con este
aquellos grupos, redes familiares o personas,
servicio.
que establezcan nuevas formas de reinserción
y asentamiento en las ciudades, en pueblos o
Comunidades Indígenas por tenencia de personería jurídica y tierra, según departamento, 2002 barrios, deberán necesariamente nutrirse de la
savia comunitaria para seguir existiendo como
Con tierra Con personería jurídica Sin personería jurídica
Departamentos Comunidades
propia Sin tierra propia Sin tierra propia tales.
En trámite Sin trámite En trámite Sin trámite NR1 Es decir, una condición fundamental es que
Total 414 225 85 5 70 25 4 las comunidades indígenas cuenten con tierra
Asunción 1 - 1 - - - - titulada y paralelamente vayan luchando por
Concepción 21 11 3 - 5 1 1
revertir los amplios márgenes de exclusión que
San Pedro 26 17 5 1 3 - -
revelan los datos estadísticos conocidos. Mejo-
Guairá 8 2 4 - 2 - -
Caaguazú 47 7 31 - 5 4 - rar y aumentar el acceso a todos los servicios
Caazapá 20 14 2 - 3 1 - públicos (agua potable, educación, salud, luz
Itapúa 31 14 3 1 8 5 - eléctrica, vivienda, entre otros) con la calidad
Alto Paraná 27 17 - - - - - y pertinencia cultural necesarios son los desa-
Central 1 1 5 - 3 2 - fíos más inmediatos; lo que se logrará a través
Amambay 41 34 4 1 - 2 -
de un presupuesto público incluyente que
Canindeyú 97 52 10 1 27 5 2
contemple los aspectos arriba mencionados y
Pdte. Hayes 39 26 7 - 4 1 1
Boquerón 38 21 7 1 5 4 - que a su vez, contemple la incorporación de
Alto Paraguay 17 9 3 - 5 - - criterios técnicos y culturales en la implemen-
tación de la gestión pública.
Fuente: Atlas de Comunidades indígenas Se puede decir, sin embargo, que el panora-
en el Paraguay, Dirección General de Desafíos pendientes finales ma actual es más alentador, dado que existen
Estadística, Encuestas y Censos,
2004:21 – Resultados Finales: II Censo señales e indicios en el ámbito de la gestión
El apego al territorio, concomitantemente a
Nacional Indígena, 2002. DGEEC. pública dependiente del ejecutivo en los que
ambientes bien definidos de parte de los indíge-
se vislumbra e intenta mejorar los servicios
nas ha sido y sigue siendo en gran medida una
hacia los pueblos indígenas; como también
constante a lo largo de siglos. La ubicación, uso y
una apertura a la mayor participación de los
adaptación ambiental forman parte del patrimo-
mismos. El tiempo dirá cuáles serán los resulta-
nio de conocimientos que cada grupo indígena
dos de estos esfuerzos.
ha podido acumular a lo largo del tiempo.

[26]
Exposición
PUEBLOS INDÍGENAS
EN EL PARAGUAY
«Éramos nosotros, los que vivieron por acá»

Centro Cultural de España Juan de Salazar


Mayo de 2011, Asunción, Paraguay

Curador Carlos Colombino


con la especial colaboración de
Bartomeu Melià, s.j.

Museografía y montaje
Marta Salerno
Hilario Vera
Obras expuestas
Colección Centro Cultural del Lago / Areguá
Centro de Artes Visuales/Museo del Barro/ Asunción
Fotografía
Guido Boggiani
Miguel Chase Sardi
Bjarne Fostervold
Fernando Allen
Tide Escobar
Nicolás Richard
Rocío Ortega
Ticio Escobar
(Archivo del Departamento de Documentación
e Investigaciones del CAV/MdeB)
José María Blanch
Gloria Scappini

Ambientación sonora
Música ayoreo /Recopilación de Ysanne Gayet.
Música mbya/ Recopilación de Mito Sequera/Edición del
CAV/MdeB
Audiovisual
Documental de Ysanne Gayet

> caduveo-mbayá

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