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CONCEPTOS DE POLITICA Y SU AUTOR

1) La dificultad de la comprensión de la realidad política


Se refieren, en primer lugar, a la inmediatez existente entre el sujeto y el objeto del
conocimiento. Se da, en efecto, una prolongación entre el protagonista y el objeto
del conocimiento, que no se produce en el estudio de la realidad natural. El sujeto,
como agente de relaciones sociales, se encuentra incluido, asimismo, en el campo
de estudio. Al sujeto no le es ajeno el resultado del esfuerzo investigador, sino que
éste le afecta vitalmente. La objetividad la imparcialidad, que en efecto son
consideradas requisitos fundamentales de cualquier conocimiento científico, son, de
este modo, más difíciles de alcanzar en las ciencias sociales, y, específicamente en
la política. El investigador habrá de ponerse en guardia contra los valores
personales, los factores subjetivos que tiendan a distorsionar su imagen de la
realidad a estudiar
AUTOR: Revista de Estudios Políticos (Nueva Época) Número 42, Noviembre-Diciembre 1984

2) Diversos intentos definitorios de la política: etimológicos,


tradicionales y funcionales
Podemos proponer en efecto una definición de «política» basada en sus raíces etimológicas. Política
serían las actividades referentes a la ciudad, o más concretamente el gobierno de la ciudad. Y
aplicaríamos el calificativo de político, para designar aquella condición necesaria de los seres
humanos que viven, como consecuencia de su propia naturaleza, en una forma específica de la
sociedad humana, la ciudad. Sólo el hombre, recordará Aristóteles, es político, los dioses o los
animales no necesitan de la ciudad. El hombre es, en efecto, zoon politikon. Pero podemos elegir
otras definiciones más tradicionales, como la que adopta el Diccionario de la Real Academia, según
la cual la política es «la ciencia o el arte de gobernar y dar leyes y reglamentos para mantener la
tranquilidad y seguridad públicas y conservar el orden y las buenas costumbres». O la que podría
adoptarse desde una posición tomista, según la cual la política estaría relacionada con la actuación
del gobernante para la consecución del bien común y la realización de la justicia.

AUTOR:( tradicionales y funcionales) se hace a partir de ARISTÓTELES: La Foliüci, Madrid, 1970;


Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, y JOUVENIX en JEAN MEYNAUD:
Introducción a la ciencia política, Madrid, 1971
3) Exposición y crítica de la visión eastoniana de la política
La última corriente doctrinal que va a ser objeto de consideración y que nos servirá especialmente
para conformar nuestra propia idea de la política es la funcionalista, representada por el
norteamericano David Easton y que ha gozado de una gran acogida entre los politólogos. Easton
piensa que existe un doble procedimiento para alcanzar una noción de lo que sea la política. El
primero es el reparar en su concepción vulgar, la idea que de la misma se hace el hombre de la calle.
Para él es política (politiking) toda actitud relacionada con el proceso de la toma de decisiones

Autoritarias en una sociedad. Esto es se trata por consiguiente de la lucha entre los determinados
grupos por imponer como obligatoria para el conjunto de la comunidad una determinada opción o
alternativa. El análisis de las concepciones tradicionales de la política servirá —por otra parte— para
evitar en su definición un contenido inadecuado y para tratar de llegar a su conocimiento a través
de la crítica de las aportaciones anteriores.

AUTOR: HERMÁN HELLER, en Teoría del Estado. México, 1963. Las objeciones a k "isicn estatista
de la política pueden verse en JEAN MEYNAUD: op. cit., y en DAVID LASTOÍ: The Political System:
an inquiry into the state of political science, Nueva York, 1971

4) La política como acción dirigida al bien común


Para Aristóteles la vida buena —la vida verdaderamente humana— sólo será posible en la ciudad:
la ciudad es el ámbito en que se posibilita el desarrollo verdaderamente humano del hombre. Quien
puede prescindir de la ciudad o es más que un hombre —dios— o es menos que un hombre —una
bestia. Marginando —de momento— el pensamiento medieval, encontramos la referencia del bien
común incluso en el pensamiento Hobbes, si bien éste habla del bien del pueblo, que, por otra parte,
no juzga distinguible del bien del soberano. De este modo el criterio del bien del pueblo junto al de
la «necesidad» y la «precisión» son utilizados por Hobbes para juzgar sobre la bondad de la ley

AUTOR:F. MURILLO: LOS grupos de presidí; el libro de H. ROMMEN: El Estado en el pensamiento


católico, Madrid, 1956
5) Política y poder: Poder político y poder social
Aunque obviamente el poder político es una variedad del poder !a reflexión general sobre este
concepto no nos lleva muy lejos:. Russell, en efecto, define el poder como «la capacidad de producir
los efectos deseados» y para Hobbes el poder no es otra cosa que «el conjunto de medios presentes
para asegurar un bien cierto y futuro». Sin embargo, esta doble: aproximación conceptual, apenas
si resulta de interés para nosotros en razón de su indeterminación —parece alcanzar tanto la
capacidad de disposición sobre voluntades humanas como sobre cosas— y además porque quizá
sobre valora el aspecto intencional de las relaciones de poder. De modo qué. ú lo que pretendemos
es arrojar luz sobre la idea de poder político quizá liaremos bien concentrando nuestra atención
sobre una variedad más próxima —la de poder social— que elude la indeterminación del anterior
enfoque general y que puede con idearse el género próximo de la categoría que nos interesa.

AUTOR: HELLER: obra ciada y. sobre todo, su artículo «Political Power»,

6). La política como acción de gobierno


La expresión política se refiere al proceso —de conflicto, negociación, imposición, transacción, etc.
en virtud de la cual se impone una decisión o línea de decisiones —policy— como autoritaria en una
comunidad. Lo normal es que la policy sea consecuencia de un programa —o conjunto de
propuestas articuladas o plan político para una comunidad— congruente con determinada ideología
o modo de concebir la convivencia, la organización del status vivendi en una sociedad. A su vez el
programa político se encontrará sustentado en determinada cosmovisión o concepción general del
mundo, llámese filosofía de la vida, ideología general o como se quiera

AUTOR: MURILLO: cp. cit., pág. 22 y sigs.

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