diferenciados
Mariana Rodríguez Velázquez
Carracedo sostiene que “no hay una sola brecha sino muchas brechas
superpuestas y solapadas” (2006, pág. 97). Incluso, el autor argumenta que el
concepto más adecuado para los estudios de los discursos y prácticas de las
desigualdades y diferencias es la estratificación digital a partir de seis parámetros
(acceso a ordenadores, infraestructura de entrada a la red, adquisición de
conocimientos del software y hardware y habilidades de manejo de la información)
“que se dan entre las distintas clases sociales, así como el género, edad, nivel
educativo, etnia, idioma, zona en la cual se habita y convicciones políticas o
religiosas” (2006, pág. 97).
1
Sin embargo, las reflexiones del presente ensayo acerca de la alfabetización
digital giran en torno a aquellos contextos sociales en los cuales la convergencia
tecnológica forma parte de la cotidianidad de los sujetos. En este sentido, las
pantallas (como conjunto de tecnologías) cohabitan y transitan el espacio
formando parte del mundo del sentido común que “se encuentra tipificado en
categorías de significado que permiten reconocer los nuevos fenómenos e
incorporarlos a la conciencia del sujeto” (Schütz, 2006 citado en Franco, 2015).
2
se encuentran el lenguaje, las formas de interpretar el mundo, los conocimientos,
los valores y los principios de la cultura a la que pertenecen. Por un lado, la familia
es uno de los elementos centrales para conformar la postura crítica frente a los
diferentes contenidos porque el sujeto construye los marcos de referencia para
interpretarlos y, por otro lado, lo que los sujetos transmiten en la creación de
contenidos son posturas frente a los significados compartidos por una cultura en
particular en contextos específicos.
3
educativas para incorporar las TIC en sus diferentes prácticas. Sin embargo, una
de las críticas a los actores que trazan las políticas públicas es que asumen una
postura del determinismo tecnológico, en la cual la alfabetización digital sería el
resultado de la lógica o fuerza interna que las tecnologías poseen.
Algunos autores afirman que los esfuerzos por incorporar las TIC en los sistemas
educativos son “actos de fe de los políticos sobre las potencialidades de la
tecnología para el cambio de la práctica educativa” (García, Aquino, Ramírez,
Montalvo, 2016). En los últimos años, las acciones del gobierno mexicano se han
centrado en proveer a las escuelas dispositivos electrónicos (en algunos casos a
los estudiantes) y conectividad a Internet con la finalidad de disminuir las brechas
de acceso. Algunos ejemplos de estas iniciativas son Enciclomedia, Un Dispositivo
para Cada Estudiante (1:1), entre otras.
Sin embargo, existe una gran cantidad de evidencia que demuestra que el nativo
digital no existe y que, aunque los estudiantes en esta generación sólo han
experimentado un mundo conectado digitalmente, no son capaces de manejar las
tecnologías modernas de la manera que a menudo se les atribuye (Kirschner, De
Bruyckere, 2017). Rechazar la estigmatización social de que los estudiantes son
nativos digitales implica que la alfabetización digital es un tema importante en la
educación de los estudiantes.
4
curricular escolar pero no como apoyo de los procesos de enseñanza aprendizaje
sino como “objeto de estudio y como agentes de educación informal”[CITATION
Gut06 \p 61 \n \t \l 3082 ].
5
alfabetización digital no se limita o reduce a ninguna de estas dos formas de
comprenderla, tanto la lecto-escritura como la operacional son necesarias, e
incluso, indispensables.
Boyd (2014) asevera que la mayoría de los jóvenes utiliza gran cantidad de
medios sociales y sus prácticas son aparentemente distintas. A través ellos, los
jóvenes se conectan con personas que conocen, observan cómo esas personas
están usando el sitio y luego refuerzan o desafían esas normas a través de sus
propias prácticas. Esto implica que los jóvenes maniobran entre diferentes
contextos que han construido colectivamente y construyen socialmente. En estas
prácticas sociales, los jóvenes ponen en juego, por un lado, su control de la
información, el acceso y la visibilidad y, por otro lado, su control de la situación
social.
6
medidas para resistir a los más poderosos. El segundo, supone la comprensión
razonable de la situación social que opera en contextos específicos. El tercero, las
habilidades para entender y afectar la forma en que la información funciona y se
interpreta.
Los medios toman relevancia en la comprensión del por qué es importante estar
alfabetizado digitalmente. Con la digitalización ha sido posible la coexistencia de
diferentes medios en un mismo entorno cuyo lenguaje es “multimodal o
multicódigo con sus propias características que sirve de encuentro e integración
de otros lenguajes” (Gutiérrez, 2010, pág. 172). En este sentido, Gutiérrez
propone hablar de la alfabetización multimedia digital porque “cualquier
alfabetización tendrá que incluir conocimientos básicos sobre las formas más
comunes de codificar y decodificar significativamente información verbal, sonora,
audiovisual y multimedia” [CITATION Gut10 \p 175 \n \t \l 3082 ].
Fuentes de consulta
7
Carracedo Verde, J. D. (2006). Prácticas y discursos sobre brechas digitales y sus estratificaciones.
En R. Casado Ortiz y E. Calurano Díez (Ed.), Claves de la alfabetización digital (pág. 93 a 97).
Madrid: Fundación Telefónica .
Casado Ortiz, R. (2006). Alfabetización digital: ¿qué es y cómo debemos entenderla? En R. Casado
Ortiz y E. Calurano Díez (Ed.), Claves de la alfabetización digital (pág. 51 a 56). Madrid:
Fundación Telefónica.
Castaño Collado, C. (2006). Alfabetización digital, inclusión y género. En R. Casado Ortiz y E.
Calurano Díez (Ed.), Claves de la alfabetización digital (pág. 67 a 76). Madrid: Fundación
telefónica.
Bacher, S. (2017). Tatuados por los medios. Dilemas de la educación en la era digital. Argentina:
Paidos.
Boyd, D. (2014). It’s complicated. USA: Yale.
Dussel, I. (2011). VII Foro Latinoamericano de Educación : aprender y enseñar en la cultura digital.
Buenos Aires: Fundación Santillana.
Feito Alfonso, R. (2006). Alfabetización digital: un nuevo paradigma pedagógico. En R. Casado Ortiz
y E. Calurano Díez (Ed.), Claves de la alfabetización digital (pág. 68 a 76). Madrid:
Fundación Telefónica.
Franco Migues, D. (2015). 4. Educación, familias y pantallas: una propuesta metodológica. En G.
Ortiz Henderson y L. M. Garay Cruz, Comunicación, cultura y educación. México: UNAM-
Plaza y Janes.
García Martínez, V., Aquino Zúñiga, S. P., y Ramírez Montalvo, N. Á. (2016). Programa de
alfabetización digital en México: 1:1. Análisis comparativo de las competencias digitales
entre niños de primaria. CPU-e. Revista de Investigación Educativa(23), 24-44.
Gutiérrez Martín, A. (2010). Creación multimedia y alfabetización en la era digital. En R. Aparici,
Educomunicación más alá del 2.0 (págs. 171-185). España: Gedisa.
Gutierrez Matín, A. (2006). La alfabetización mútiple en la sociedad de la información. En R. Casado
Ortiz y E. Calurano Díez (Ed.), Claves de la alfabetización digital (pág. 57 a 66). Madrid:
Fundación telefónica.
Kirschner, P., y De Bruyckere, P. (2017). The myths of the digital native and the multitasker.
Teaching and Teacher Education(67), 135-142.
Martínez Muñoz, S. F. (2007). na explicación del cambio tecnológico basada en el concepto de
dependencia de trayectoria. Filosofía, XLV(115/116), 25–40.
Pérez Salazar, G. (10 de Octubre de 2006). El determinismo tecnológico: una política de Estado.
Revista Digital Universitaria, 7(10).