CON
DIOS
Pedro Pablo Fuentes
Caminar con Dios : reyes de Israel y Judá. - 1a ed.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Sembrar Ediciones Cristianas,
2018.
256 p. ; 20 x 14 cm.
ISBN 978-987-28429-7-0
Sembrar Ediciones
sembrarediciones.com.ar
Impreso en Argentina
DIOS SÍ ESCUCHA
“Elí respondió y dijo: Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has
hecho. Y ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y se fue la mujer por su
camino, y comió, y no estuvo más triste.”
1ª Samuel 1:17-18
La familia no la entendía
Nadie entendía lo que sucedía en el ser interior de esta desolada
mujer, ni su propio marido. Así es como sucede muchas veces en
nuestro peregrinaje; ni los más cercanos logran captar la tristeza, la
soledad y la desazón por la que podríamos estar atravesando. Ana
se sentía mal, muy mal, pero no encontraba en quién depositar su
carga; su familia no la comprendía.
El sacerdote no la entendía
La afligida mujer decidió ir al santuario y allí expresar su tragedia
al sacerdote de turno. Toda su ilusión era ver al ungido del Señor
para que aliviara su carga. No sucedió así. El hombre no lograba
descubrir cuál era el problema. Tanta fue la confusión en que se
7
encontró el sacerdote Elí, que hasta trató a la mujer de manera
descortés acusándola de que estaba ebria. Finalmente, logró el
anciano líder dilucidar parte del drama de la mujer indicándole
que regrese a su casa: “Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la
petición que le has hecho” 1ª Samuel 1:17. Si no conociéramos el
final de la historia, diríamos que estas fueron solo palabras que
se las llevaría el viento, pero no fue así, porque Dios sí escuchó.
Dios la entendía
Ana estaba triste y su familia no la entendía, estaba llena de
angustia y desesperación y el sacerdote no sabía cómo actuar,
pero Dios sí la entendía y la escuchó. Nada más apropiado para
esta situación que las palabras que años más tarde le diría Dios
a Samuel (el hijo de Ana): “El hombre mira lo que está delante de
sus ojos, pero Dios mira el corazón.” 1ª Samuel 16:7. Dios vio su
angustia, consideró sus lágrimas, valoró su petición y concedió
el deseo de su corazón; así obra Dios. El texto nos dice que Ana
regresó a su casa y no estuvo más triste. Siempre habrá paz para
quienes derramen su alma en la presencia de Dios, porque él
siempre nos entiende. Pocos años más tarde de este suceso, el
salmista escribió, basándose en su propia experiencia: “Este pobre
clamó, y le oyó Jehová, y lo libró de todas sus angustias.” Salmos 34:6.
El pueblo de Dios estaba a punto de iniciar un período de más
de ciento veinte años de gloria, y todo comenzó con una mujer
angustiada. Ella no guardó su desdicha, sino que la presentó al
Señor y Dios bendijo a Ana y a todo su pueblo a través de ella.
8
DÍA 2
VOLVER AL LUGAR
“Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí. Yo, pues, lo dedico también a
Jehová; todos los días que viva, será de Jehová. Y adoró allí a Jehová.”
1ª Samuel 1:27-28
Gratitud
Ana regresó a la pequeña aldea de Silo, el mismo lugar donde
pocos años atrás había estado angustiada, clamando a Dios
por un hijo. Ahora vino con un corazón lleno de paz interior y
de reconocimiento a expresar su gratitud a Dios. Una persona
agradecida siempre vuelve al dador de “toda buena dádiva”. Así
lo hizo uno de los diez leprosos que curó nuestro Señor y fue
elogiado por el Maestro: “Uno de ellos, viendo que había sido sanado,
volvió glorificando a Dios a gran voz, y se postró rostro en tierra a sus
pies, dándole gracias; y este era samaritano. Respondiendo Jesús, dijo:
¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve ¿dónde están?”
Lucas 17:15-17. El relato es muy significativo, porque da cuenta
de una de las pocas veces que el Señor hace un reclamo; y este
9
reclamo es por la ingratitud de los que no regresaron a agradecer.
Dedicación
Ana sigue sorprendiéndonos al traer a su pequeño hijo al lugar de
adoración, lo trae para dejarlo. “ Yo, pues, lo dedico también a Jehová;
todos los días que viva, será de Jehová”. Cuando le entregamos al
Señor nuestro corazón, no nos es difícil entregar lo demás; si lo
hacemos, él multiplicará la bendición para nosotros y para quienes
nos rodean. Entregar lo nuestro para honrar a Dios tiene como
resultado llenar nuestro corazón con lo que Dios nos da.
Adoración
Luego de entregar a su hijo Samuel al cuidado del sacerdote
Elí para que sirviera en las cosas sagradas, el texto dice que
Ana adoró allí a Jehová. Solo podemos adorar cuando estamos
agradecidos a Dios, porque un corazón insatisfecho nunca puede
expresar adoración. La adoración es la admiración que tenemos
a la persona de Dios y a su manera única de actuar. Adorar es
reconocer que nadie puede hacer las cosas tan bien como las hace
Dios. Adorar es quedar en silencio contemplando la grandeza de
Dios. Adorar no es hacer cosas, sino reconocer lo que Dios hace.
Adorar es estar involucrado en los planes de Dios. Adorar es dejar
que Dios se muestre.
Esto es lo que hizo Ana. Nos conmueve y nos desafía a vivir
el resto de nuestros días con un corazón lleno de gratitud por
las bendiciones recibidas. Todos los cristianos debiéramos vivir
dedicando lo nuestro al Señor y caminando cada día en una
continua adoración.
10
DÍA 3
ORACIÓN AL SOBERANO
“Jehová mata, y él da vida; Él hace descender al Seol, y hace subir. Jehová empobrece,
y él enriquece; Abate, y enaltece.”
1ª Samuel 2:6-7
12
DÍA 4
DESAPROBADOS
“Los hijos de Elí eran hombres impíos, y no tenían conocimiento de Jehová.”
1ª Samuel 2:12
En aquel tiempo Elí era el sacerdote, sus hijos Ofni y Finees eran
quienes le ayudaban en el oficio sacerdotal y lo más probable es que
luego de la muerte de su padre fueran ellos quienes le sucederían
en el cargo. Pero no fue así, la carrera ministerial de estos jóvenes
descarriló a mitad de camino. La razón de este fracaso aparece en
el capítulo 2 de 1ª Samuel, la clave se encuentra en el texto 12:
“…no tenían conocimiento de Jehová.”
Conocían la teología
Los muchachos habían sido criados en una familia donde se
leían las Escrituras, su padre, como sacerdote, les debe haber
enseñado la historia de su pueblo. Una y mil veces deben haber
escuchado la historia de los grandes patriarcas de Israel, de la
esclavitud de Egipto y cómo Dios los había sacado de allí y la
historia de los Jueces liberando al pueblo de los enemigos. La
ley de Moisés era conocida, memorizada y recitada en el hogar
de estos jóvenes. Ellos conocían perfectamente la teología y
sus posibles interpretaciones, pero eso no alcanzaba para ser
aprobados por el Señor. El conocimiento de la Biblia no nos hace
mejores cristianos y hasta puede hacernos pensar que Dios tiene
que agradarse de nosotros porque conocemos su Palabra, pero no
es así. Podemos llegar a ser grandes teóricos de la Biblia y seguir
con un corazón vacío.
Conocían el oficio
Ofni y Finees habían sido llevados al santuario por su padre desde
muy niños. Habían practicado cómo encender las lámparas, cómo
13
matar los distintos animales que se ofrecían y cómo separar las
ofrendas que el pueblo hacía. El oficio lo conocían perfectamente
bien, posiblemente en algunas ocasiones oficiaran en el santuario
en ausencia de su padre. Estos muchachos cumplían con el
ministerio sacerdotal y posiblemente lo hacían muy bien. Los
jóvenes conocían el oficio, pero esto no alcanza para agradar a
Dios. El servicio cristiano es muy importante en la iglesia y fuera
de ella, pero debemos estar atentos de no confundir aprobación
con ejercicio de un ministerio.
No conocían a Dios
La razón por la que los hijos de Elí fueron desaprobados y se
frustrara la carrera ministerial y sus propias vidas no fue que
no conocieran la teología o que no ejercieran un ministerio.
La verdadera razón del fracaso de estos muchachos fue que no
conocían a Jehová. Conocer a Dios significa tener una relación
personal con él. Significa tener vida interior, la vida de Dios en
nosotros. El Señor Jesús definió así el conocimiento de Dios:
“Esta es la vida eterna, que te conozcan a ti, el único Dios verdadero.”
Juan 17:3. Una vez establecida esa relación con Dios, el objetivo
mayor de todo cristiano debe ser crecer en ese conocimiento, en
esa relación. Los hijos de Elí se alejaron de Dios, dejaron de tener
una relación estrecha con él y terminaron confundidos y lejos de
sus propósitos. El apóstol Pablo nos dice que, para él, la meta más
alta que se había propuesto en la vida era conocer a su Señor:
“A fin de conocerle” Filipenses 3:10. Solo cuando estamos cerca de
Dios es que conocemos su voluntad y deseamos obedecerla. El
conocimiento de Dios nos conducirá a la verdadera dicha y a
lograr el propósito que él tiene para cada uno de nosotros.
14
DÍA 5
APROBACIÓN
“ Y el joven Samuel iba creciendo,
y era acepto delante de Diosy delante de los hombres.”
1ª Samuel 2:26
Crecer aprobado
El mayor desafío para un creyente es ser aprobado por Dios,
todo lo demás no cuenta si somos desaprobados. No debemos
confundir aprobación con hacer todo bien, porque nadie hace
todo bien. Lo que Dios espera es que tengamos un corazón
dispuesto a aprender, a reconocer cuando nos equivocamos, a
arrepentirnos de nuestros pecados y apartarnos de ellos. Eso es
lo que aprueba nuestro Señor: “Al corazón contrito y humillado, no
despreciarás tú, oh Dios.” Salmos 51:17. Al comienzo del ministerio
15
de Jesús, cuando él fue bautizado, se oyó desde el cielo la voz de
Dios el Padre: “Este es mi hijo amado en quien tengo complacencia”
Mateo 3:17. En la obra de Dios, todo comienza con la aprobación
del Señor sobre la vida de sus siervos. Los muchachos de Elí no
agradaron a Jehová y por ello fueron desechados del ministerio.
Crecer en confianza
En la pequeña Silo, todos hablaban bien del hijo de Ana, cada
comentario que se oía era favorable. El estilo de vida de Samuel
era muy diferente al de los hijos de Elí. Tener la aceptación de las
personas no es algo que debe desvelarnos, pero sí es importante
saber que cuando estamos siendo aprobados por Dios, él
hace que las personas nos valoren y nos reconozcan. El sabio
Salomón, cuando habla acerca de la importancia de obedecer la
ley del Señor en los Proverbios, nos dice que el resultado de esa
obediencia será la aceptación de las personas que nos rodean: “ Y
hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres.”
Proverbios 3:4. Samuel es un joven en quien Dios ha puesto sus
ojos y no podemos decir que fuera por sus méritos personales.
Podemos afirmar que era alguien que se tomaba en serio su
relación con el Señor, que caminaba procurando hacer su voluntad
y deseaba agradarle. El apóstol Pablo, cuando evalúa por qué Dios
lo puso en el ministerio, tiene una expresión de profunda gratitud
a su Señor: “Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro
Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio, habiendo
yo sido antes…” 1ª Timoteo 1:12-13. Cuando alguien es aprobado,
es cuando menos digno se siente y por ello da toda la gloria a
Dios y esto lo califica para ser aprobado.
16
DÍA 6
EL MEJOR NEGOCIO
“ Yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco.”
1ª Samuel 2:30
Respetar
Cuando alguien honra a Dios, quiere decir que respeta su palabra,
que tiene en cuenta su voluntad y que obedece sus mandatos.
Honrar a Dios es ser un siervo obediente y dispuesto a seguir sus
instrucciones.
Enaltecer
Cuando alguien honra a Dios, significa que lo enaltece, es decir,
que lo pone en alto y busca que su nombre sea reconocido por
encima de cualquier otro interés, aun del suyo propio. Quien
honra a Dios lo tiene en primer lugar y deja su ego a un lado
con tal de que Dios sea visto por los demás. Es seguir el camino
trazado por el último de los profetas en el Nuevo Testamento,
Juan el Bautista, quien dijo: “Es necesario que él crezca pero que
yo mengüe.” Juan 3:30
17
Celebrar
Cuando alguien honra a Dios, hace acciones que festejan a Dios,
que lo celebran, tiene demostraciones de disfrute y alegría por
estar en la presencia de su Dios. Cuando Jesús hizo su entrada
triunfal en Jerusalén, montado en un pequeño asno, la multitud
lo aclamaba, lo celebraba y el Señor mostró su agrado en ese
momento.
18
DÍA 7
DISPUESTO A OÍR
“ Y vino Jehová y se paró, y llamó como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! Entonces
Samuel dijo: Habla, porque tu siervo oye.”
1ª Samuel 3:10
Un llamado personal
Cuando a media noche Dios llamó al joven, lo identificó por
su nombre. Dios siempre habla en forma personal a sus siervos.
De Moisés leemos que “Dios le hablaba como quien habla a su
19
compañero” Éxodo 33:11. Nunca seremos un número más para
el Señor, él nos tiene bien identificados y nos trata a cada uno
de manera personal. El salmista dice en el Salmos 139:1-2: “Tú
me has examinado y conocido, tú has conocido mi sentarme y mi
levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos, todos mis
caminos te son conocidos.”
20
DÍA 8
DESARROLLO DE UN SIERVO
“ Y Samuel creció, y Jehová estaba con él,
y no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras.”
1ª Samuel 3:19
“Y Samuel creció”
Si tenemos que definir “crecimiento”, tenemos que decir que es
aumentar, es cambiar, es tener mayor estatura y por ello mejor
visión. El crecimiento de un niño en lo físico le permite mirar las
cosas casi a la altura en que estas se encuentran. Tomemos como
ejemplo lo que ocurre ante un suceso importante en plena calle, lo
más probable es que se junte mucha gente para ver, entonces los
padres de niños pequeños los suben sobre sus hombros para que
ellos también puedan observar. Cuando los niños crecen ya no es
necesario hacerlo, porque ellos ya pueden ver lo mismo que ven
sus padres; eso significa que crecieron. La característica del joven
Samuel es que su vida iba siguiendo el crecimiento natural. El
desarrollo físico y espiritual iban juntos, como lo fue en el caso de
Jesús, de quien Lucas dice: “ Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura
y en gracia para con Dios y los hombres.” Lucas 2:52. A medida que
pasaba el tiempo, Samuel iba adquiriendo una perspectiva más
clara de las cosas en todas las áreas: física y espiritual.
22
DÍA 9
UN SIERVO EN ACCIÓN
“Después volvía a Ramá, porque allí estaba su casa, y allí juzgaba a Israel;
y edificó allí un altar a Jehová.”
1ª Samuel 7:17
Su casa
Samuel regresaba a Ramá porque allí estaba su familia y era
su responsabilidad dedicarle el tiempo necesario. Es fácil caer
en la trampa del descuido familiar y la mayoría de las veces es
por ignorancia o ausencia de prioridades claras. Los verdaderos
siervos de Dios son personas íntegras y jamás pensarían hacerle
daño a su familia, pero el descuido en esa área les resulta en
gran perjuicio y en algunos casos es irreparable. Cada uno de los
miembros de la familia necesita atención personalizada y nunca
debiéramos perder el rumbo en este sentido. De mi experiencia
personal, tengo algunas cosas que lamentar por no haberle
dedicado mayor tiempo a mis hijos. Doy gracias a Dios por el
libro Influencia Paterna de Josh McDowell, que nos ayudó a mi
esposa y a mí a dedicar un tiempo semanal con cada uno de ellos,
cuando aún eran pequeños. En ocasiones, aun dedicando tiempo
y trabajo a la familia, podría suceder que alguno de nuestros hijos
tomen decisiones equivocadas, como le sucedió a Samuel. Lo
23
interesante es que Dios no le reclamó a este padre lo que sí le
reclamó a Elí. Nosotros no podemos hacernos responsables de
las decisiones de nuestros hijos cuando estos son mayores, pero sí
somos responsables mientras están bajo nuestra responsabilidad
en la crianza y formación.
Su ministerio
Un segundo compromiso que tenía Samuel era su ministerio
en Ramá. Un buen líder o pastor siempre deberá asumir
responsabilidad con quienes tiene cercanía, porque es allí donde
mejor podrá desarrollar su carácter y adquirir experiencia. Otra
de las trampas en las que Samuel no cayó fue la de ser líder de
personas por unos días. Esto puede ser muy tentador, recorrer
muchos lugares y recibir la admiración de la gente, pero luego
retirarnos sin asumir ningún compromiso con esas personas. La
única manera que hay para influenciar a otros es a través del trato,
de la convivencia, y para ello es necesario quedarnos con la gente
que lideramos. Este mismo principio aplicó nuestro Señor, él
estuvo por tres años trabajando en la formación de los nuevos
líderes y así logró influenciarlos. Samuel sabía de qué se trataba el
liderazgo y por ello regresaba a Ramá.
Su Dios
Su tercer compromiso era oficiar de sacerdote de Dios, y la gente
de Ramá lo esperaba para levantar el altar y adorar. El propósito
mayor que cada uno de nosotros tiene en la vida es adorar a Dios
y la responsabilidad mayor es llevar a la gente a que adore a Dios,
Samuel lo había entendido bien y por ello fue aprobado.
24
DÍA 10
QUEREMOS REY
“ Y dijo Jehová a Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan; porque no te
han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que no reine sobre ellos.”
1ª Samuel 8:7
25
La voz de Dios
Cuando Dios habla, no necesariamente habla lo que nosotros
queremos escuchar, ni siquiera suele coincidir con lo que nosotros
deseamos. Lo que debemos tener en cuenta es que Dios es
Dios y él tiene todo el derecho y la autoridad para decirnos lo
que debemos o no debemos hacer. El profeta Isaías tiene una
expresión muy gráfica sobre la diferencia entre lo que piensa
Dios y lo que pensamos nosotros: “Porque mis pensamientos no son
vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.
Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más
altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros
pensamientos.” Isaías 55:8-9
26
DÍA 11
LLAMADO ESPECIAL
“Tomando entonces Samuel una redoma de aceite, la derramó sobre su cabeza, y lo
besó, y le dijo: ¿No te ha ungido Jehová por príncipe sobre su pueblo Israel?”
1ª Samuel 10:1
28
DÍA 12
SABER DISIMULAR
“Pero algunos perversos dijeron: ¿Cómo nos ha de salvar este?
Y le tuvieron en poco, y no le trajeron presente; mas él disimuló.”
1ª Samuel 10:27
Los críticos
Son aquellos que siempre tienen algo para decir y la mayoría de
las veces es para descalificar a quien tienen que obedecer. Quien
critica permanentemente termina como un murmurador, es decir,
alguien que divulga la falta real o inventada de otra persona. Quien
daña la reputación de una persona, se transforma en un “asesino de
imagen” porque intenta matar el prestigio del criticado. El apóstol
Pablo, en Romanos 1:30, pone esta actitud de “murmuradores” en
una larga lista de pecados que Dios detesta y condena.
Los envidiosos
La envidia es el espíritu que no soporta que otro posea cosas. La
29
persona envidiosa no es que quiere tener las cosas que tiene su
prójimo, sino que sencillamente desea que el otro no las tenga. Es
la actitud del amargado, los griegos definían la envidia como “la
pesadumbre por razón de algún bien ajeno o por la buena suerte del
prójimo”. Hay personas que nunca critican ni murmuran contra
nadie, pero de pronto, ante el reconocimiento o nombramiento
para subir de categoría de alguno de sus pares, se transforman.
El sentimiento de celos y envidia los descontrola y no pueden
evitar decir cosas de las que suelen arrepentirse después de haber
causado el daño. La razón por la que estos hombres perversos
no le trajeron presente al nuevo rey ni lo quisieron honrar fue la
envidia. Ellos tuvieron expresiones de descalificación para Saúl:
“¿Cómo nos ha de salvar éste? Y le tuvieron en poco.”.
30
DÍA 13
32
DÍA 14
INTERCEDER SIEMPRE
“Así que, lejos sea de mí que peque yo contra Jehová cesando de rogar por vosotros;
antes os instruiré en el camino bueno y recto.”
1ª Samuel 12:23
No pecaré
Para este líder, dejar de orar por su pueblo era cometer pecado, es
decir, ofender a Dios. Samuel estaba convencido de que la mejor
forma de ayudar a su gente era presentándola en oración a Dios.
Este hombre sabía el significado de la oración y los resultados que
produce la intercesión. Cuando no oramos, estamos diciendo que
solos podemos y que no necesitamos de Dios. La autosuficiencia
es pecado porque estamos ignorando a Dios y dejando de
depender de él. Los grandes líderes de la Biblia dependieron de
Dios y vivieron en estrecha comunión con él. Podemos recordar
a Moisés, que vez tras vez lo vemos intercediendo por el pueblo.
No importa cuán grande o pequeño sea el grupo de personas que
tenemos a nuestro cargo, siempre debemos presentarlos delante
de Dios, para que sea él quien trabaje en sus vidas.
No cesaré
Samuel vivía en una constante comunicación con Dios, a quien
le encomendaba el cuidado de sus liderados, en ese sentido nos
33
recuerda al apóstol Pablo. Cuando el apóstol de los gentiles escribe
las cartas a las iglesias, pone en evidencia su tarea pastoral, y a
todas las iglesias les recuerda que siempre ora por ellos. Veamos
algunos ejemplos: les dice a los efesios: “No ceso de dar gracias
por todos ustedes, haciendo memoria de en mis oraciones, para que
el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, les dé espíritu
de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él.” Efesios 1:16;
a los filipenses: “Siempre en todas mis oraciones rogando con gozo
por todos ustedes, por la comunión en el evangelio.” Filipenses 1:4; a
los colosenses: “Siempre orando por ustedes, damos gracias a Dios.”
Colosenses 1:3; y a los tesalonicenses: “Damos siempre gracias a Dios
por todos vosotros, haciendo memoria de vosotros en nuestras oraciones.”
1ª Tesalonicenses 1:2. El apóstol está convencido, al igual que
el profeta Samuel, que la oración es la mejor herramienta para
acompañar al pueblo en la búsqueda de la voluntad de Dios.
Los instruiré
La intercesión debe ir acompañada de instrucción en las verdades
de la Palabra, así lo entiende el profeta. Demasiadas veces erramos
el camino porque no acompañamos nuestro ruego al Señor con
la enseñanza de la Biblia. Un pastor amigo solía decir: “Biblia sin
oración es teología sin poder, pero oración sin Biblia es poder a la
deriva”. Dios quiere manifestarse con todo su poder en nuestras
vidas, pero siempre lo hará dentro de su voluntad y, para poder
conocerla, necesitamos dejarnos guiar por las Escrituras. Samuel
hizo una tarea completa: oró por el pueblo y lo instruyó con la
Palabra.
34
DÍA 15
BAJO PRESIÓN
“Entonces Samuel dijo: ¿Qué has hecho? Y Saúl respondió: Porque vi que el pueblo se
me desertaba, y que tú no venías dentro del plazo señalado,
y que los filisteos estaban reunidos en Micmas.”
1a Samuel 13:11
Saúl había cumplido dos años de su reinado y Dios les había dado
varias victorias frente a sus enemigos. El relato nos dice que, en
este momento de la historia, los filisteos se habían hecho fuertes
y, por miedo a ellos, la gran mayoría de los soldados de Saúl se
escondieron en cuevas. La batalla prometía ser muy dura, quizás
por ese motivo el profeta Samuel le había dado instrucciones muy
precisas al rey. Saúl debía ir a Gilgal y esperar durante siete días
hasta que llegara Samuel. El profeta iba a realizar un sacrificio y le
daría indicaciones de parte de Dios para la batalla. Esto marcaría
el camino de la victoria para el ejército de Israel. También
marcaría para Saúl el inicio de un camino de gloria en su carrera
real. Saúl no obedeció a Samuel y este fue el comienzo de una vida
de fracaso tras fracaso. En ocasiones, puede pasarnos lo mismo
que le sucedió a Saúl, desobedecer frente a una situación límite.
La orden de Samuel no fue obedecida por Saúl y esta actitud
fue llevando poco a poco al desastre a este primer rey de Israel.
Las razones que esgrime el rey para justificar su desobediencia
no son valederas, porque en realidad ninguna razón la es para
desobedecer a Dios. Veamos las tres justificaciones que dio Saúl:
36
DÍA 16
37
“No guardaste el mandamiento”
La orden de Samuel era muy precisa, Saúl no tenía que hacer
nada, solo esperar. Quizás esto sea una de las cosas que más
nos cuesta hacer… porque no hay que hacer nada. La espera, en
este caso, implicaba confianza, fe y dependencia de Dios y allí
estaba el problema de Saúl. Confiar en la palabra del profeta era
confiar en Dios, era dejarse en las manos de otro. El rey pensaba
que su manera de actuar sería más efectiva que la tardanza del
profeta. Saúl no pudo aceptar que el reloj de Dios no sigue los
tic-tac nuestros y que el tiempo es una cuestión humana, no de
la divinidad, por lo tanto, Dios nunca llega tarde. El rey David
aprendió la lección y en una situación de conflicto muy parecida
a la que este rey estaba viviendo dijo: “En tus manos están mis
tiempos; líbrame de la mano de mis enemigos.” Salmos 31:15
38
DÍA 17
Dios busca
Nadie hubiera ido en busca de un adolescente campesino para
ofrecerle el trono de Saúl, pero el Señor sí. El muchacho estaba
haciendo lo que mejor sabía hacer: cuidar ovejas, y jamás pasó
por su cabeza que el eterno Dios estaba poniendo sus ojos en
él. Así es como sucede en la obra del Señor, es Dios quien busca
a sus siervos y los lleva al lugar que él quiere. La gran trampa
en la que se puede caer con facilidad es pensar que necesitamos
promocionarnos para que Dios nos encuentre. Nada de eso. El
Facebook es muy útil para promocionar personas, pero no es el
instrumento que Dios necesita para buscar a sus siervos. El Señor
nos ve allí donde estamos y es él quien nos busca, como lo hizo
con el pastorcito de Belén.
Dios designa
El puesto que Saúl dejaba vacante, por su desobediencia, era muy
codiciado por todos, pero el que entregaba la corona y el cetro
39
era Dios mismo. No debiéramos preocuparnos demasiado por ser
designados en algún cargo, esto le corresponde al Señor, porque es
él quien “pone reyes y saca reyes”. La historia del pueblo de Israel
hubiera sido muy distinta si los hombres que asumieron el trono
hubieran entendido esta verdad. Muchos de ellos llegaron a ser
reyes por la fuerza y llevaron grandes perjuicios al pueblo. Esto
mismo puede suceder en la iglesia cuando algún líder procura por
todos los medios ser nombrado en algún cargo. Que el Señor nos
ayude a dejar que la designación de los cargos siempre esté en las
manos de Dios y no en las nuestras.
Dios manda
El Señor es quien busca a sus siervos y quien los designa para
las diferentes funciones, pero también es quien da las órdenes y
pone las reglas en su obra. Saúl no se sujetó a los mandatos de
Dios y por ello fue desechado del cargo. Al buscar a David para
esa función, el Señor esperaba un corazón obediente a él. Así fue
con el nuevo rey y es esto lo que significa “un varón conforme al
corazón de Dios”, un corazón dispuesto a obedecer. Esta actitud
es la que encontramos en el siervo perfecto, de quien se dijo:
“Estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose
obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.” Filipenses 2:9
40
DÍA 18
DECISIONES EQUIVOCADAS
“Respondió Jonatán: Mi padre ha turbado el país. Ved ahora cómo han sido aclarados
mis ojos, por haber gustado un poco de esta miel.”
1ª Samuel 14:29
Malas decisiones
Saúl es el rey y, en esos tiempos, el monarca era dueño de todo,
incluso hasta de la vida de sus súbditos. Cuando el rey observa
que la batalla con los filisteos se está complicando, piensa una
estrategia muy común para su época, hacer una promesa en la
que involucró a todo su ejército. Nadie debía comer nada durante
todo el día hasta obtener la victoria. Esto hizo que todo su ejército
estuviera en batalla debilitado físicamente y, a consecuencia de
ello, malhumorado y fastidiado. No fue sabia la decisión de Saúl
porque perjudicó a su gente e impidió una gran victoria. Para
tomar decisiones sabias se necesita la guía de Dios y, en muchas
ocasiones, el Señor utiliza a quienes tenemos cerca para que
nos aconsejen al respecto. Este rey no pidió consejos ni buscó
la aprobación de Dios antes de tomar semejante decisión. El
sabio Salomón insiste en que no nos dejemos llevar por nuestro
parecer: “No seas sabio en tu propia opinión; teme a Jehová y apártate
del mal.” Proverbios 3:7. Cuando Saúl tomó esta decisión, no solo
puso en riesgo a su ejército, sino también a su propio hijo, quien
por ignorancia comió miel y desobedeció la orden del rey. Toda
una tragedia estuvo a punto de suceder por la decisión equivocada
41
de un hombre que no quiso consultar a nadie antes de decidir.
Buenas decisiones
Jonatán vio lo mismo que su padre, vio que los filisteos se estaban
haciendo fuertes y que en cualquier momento atacarían al pueblo
de Israel. El joven guerrero decidió ir y comenzar una incursión
para enfrentar a los enemigos. Dios prosperó su decisión y le dio
una sorprendente victoria frente a los bravos filisteos. Ese día
Dios se mostró en un terremoto y una gran confusión se generó
en el ejército de los filisteos. Los soldados de Saúl, quienes se
encontraban debilitados físicamente por la falta de alimentación
durante todo ese día, pudieron perseguir a unos cuantos filisteos
y lograron obtener una mediana victoria. Si Jonatán no hubiera
decidido avanzar, seguramente Israel hubiera sido derrotado, pero
no fue así.
Diferencias
Dios no se agrada cuando tomamos decisiones que involucran
a los demás en el riesgo y que las buenas consecuencias sean un
beneficio personal para nosotros. Esto es lo que hizo Saúl: por
querer tener una venganza personal puso en riesgo a todo su
ejército.
Dios sí se agrada cuando asumimos el riesgo de una decisión y el
beneficio es para los demás. Jonatán puso en juego su vida para
que el ejército de Israel obtuviera la victoria. Este es un principio
que debemos respetar cuando decidimos e involucramos a los
demás. El apóstol Pablo lo deja claro: “Nada hagan por contienda o
por vana gloria; antes bien con humildad, estimando a los demás como
superiores a él mismo. No mirando cada uno por los suyo propio, sino
cada cual por lo de los otros.” Filipenses 2:3-4
42
DÍA 19
OBEDECER ES MEJOR
“ Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en
que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los
sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.”
1ª Samuel 15:22
Este es uno de los textos que nos presentan el deseo de Dios para
el corazón de sus siervos. Dios siempre puso las cosas en claro, a
él no le agradan los grises. Cuando el Señor Jesús fue bautizado,
Dios el Padre puso su sello de aprobación con la manifestación del
Espíritu Santo sobre él y una declaración audible diciendo: “Este
es mi Hijo amado en quien tengo complacencia.” Mateo 3:17. Esta
frase fue pronunciada por Dios como respuesta a la actitud de
Jesús de querer “cumplir toda justicia”. La obediencia le complace
a Dios.
Es mejor obedecer
Saúl estaba dispuesto a ofrecer holocaustos, es decir, a quemar
ofrendas para agradar a Dios. Esto estaba estipulado en la
antigua ley, pero siempre debía ser una consecuencia de la actitud
de querer agradar a Dios. Todo israelita, como dice don José
María Martínez, debía mantener un equilibrio en su concepción
teológica. El Antiguo Testamento nos presenta la vida religiosa
muy unida e inseparable a la experiencia cotidiana del ser
humano. Siempre aparecen juntos, como un todo indivisible, el
credo, el culto y la conducta del pueblo. Saúl separaba el culto
de su conducta, pensaba que si hacía toda la ceremonia religiosa
y cumplía con el ritualismo de los sacrificios, estaría todo bien.
Esto no le agradó al Señor, por esta razón le dice que “obedecer
es mejor que los sacrificios”. Quizás no podamos percibir la
importancia que le da Dios a la actitud de obediencia que deben
43
tener sus siervos y podríamos caer en el mismo problema en el
que cayó el rey Saúl. En esta época en que nadie quiere dar cuenta
a nadie y en donde lo que cuenta es lo que sentimos y lo que
deseamos, en desmedro de lo que debemos y nos corresponde
hacer, obedecer tiene poca prensa. No debiéramos esperar ser
felicitados por obedecer a Dios. Es muy probable que muchas
veces seamos criticados y quizás burlados, pero no olvidemos que
Dios sí lo tiene en cuenta. Nuestro desafío es agradar al Señor de
nuestras vidas y no a los demás.
44
DÍA 20
FINAL TRISTE
“Samuel nunca más volvió a ver a Saúl, pero lloraba por él constantemente. Y el
Señor se lamentó de haber hecho a Saúl rey de Israel.”
1ª Samuel 15:35
Fueron cuarenta los años del reinado de Saúl, pero el relato bíblico
nos deja ver que a partir del capítulo 15 del libro de 1ª Samuel
la vida de este rey no cuenta. Dios lo abandonó a su suerte y el
reinado se cerró de la peor manera: con un rey que se terminó
suicidando. Es difícil entender este final, pero no es tan difícil si
vemos cómo Saúl persistió en desobedecer los mandatos expresos
que Dios le había dado a través del profeta. Nuestro texto nos
permite ver la manera en que afectó la inconducta de Saúl.
El Señor se lamentó
Aunque algunas versiones dicen: “Jehová se arrepintió de haber
puesto a Saúl por rey”, sabemos que Dios “no es hombre para que
mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta”. La expresión que
“le pesó” o que “se lamentó” se ajusta más a la verdad de que Dios
todo lo sabe, pero deja libertad al hombre para que decida. Ante
la desobediencia de Saúl, podemos contrastar la obediencia de
nuestro Señor. El salmo dedicado a las bodas del rey pareciera
hablarnos proféticamente del gran rey Jesús, de quien Dios no
se lamenta sino que dice: “Has amado la justicia y aborrecido la
maldad, por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría más
que a tus compañeros.” Salmos 45:7
46
DÍA 21
LA MEJOR MIRADA
“ Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura,
porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre
mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.”
1ª Samuel 16:7
47
en el que estaba a punto de caer Samuel si Dios no lo detenía.
Es verdad que cuando nos presentamos para un concurso de
trabajo o de cualquier índole debemos cuidar nuestra apariencia,
porque muchas veces de ella depende nuestro éxito. Una famosa
conductora de televisión suele repetir esta frase: “Como te ven te
tratan. Si te ven mal, te maltratan; si te ven bien, te tratan bien; si
te tratan bien, te contratan”. Esto es verdad en el campo laboral,
pero no se puede aplicar esta norma para ser ungido por el Señor
para un ministerio, porque el Señor no puede ser engañado con
una buena imagen.
48
DÍA 22
PRUEBA DE OBEDIENCIA
“Entonces dijo Samuel a Isaí: ¿Son estos todos tus hijos? Y él respondió: Queda aún
el menor, que apacienta las ovejas. Y dijo Samuel a Isaí: Envía por él, porque no nos
sentaremos a la mesa hasta que él venga aquí.”
1ª Samuel 16:11
49
cuando contó la parábola de los talentos: “Bien, buen siervo y fiel;
sobre poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu
Señor.” Mateo 25:21
50
DÍA 23
UNCIÓN
“ Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde
aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego
Samuel, y se volvió a Ramá.”
1ª Samuel 16:13
52
DÍA 24
GRACIA TEMPORAL
“ Y Saúl envió a decir a Isaí: Yo te ruego que esté David conmigo,
pues ha hallado gracia en mis ojos.”
1ª Samuel 16:22
54
DÍA 25
Dejó a Saúl
Esto significa mucho más que dejar al rey, significa dejar privilegios.
David dejaba un lugar muy cómodo en el que dormía. Dejaba los
mejores manjares que se comían en la mesa del rey. Dejaba un trato
preferencial que recibía por ser el músico de la cámara íntima del
monarca. No siempre es fácil dejar tantos privilegios, renunciar
voluntariamente a este tipo de beneficios requiere una convicción
muy firme, exige una gran claridad de pensamiento. David tenía
esas convicciones y esa firmeza y esta es la razón por la que, años
más tarde, puede escribir tantos poemas acerca de cómo debe ser
la vida de un siervo de Dios. Muchas veces en la vida cristiana
tendremos que tomar este tipo de decisiones. Tendremos que estar
dispuestos a renunciar a cosas que nos gustan y que nos hacen
sentir cómodos, pero que la responsabilidad con el ministerio que
el Señor nos encomendó lo demanda. Nunca debiéramos dudar
ante esta encrucijada de elegir lo que nos conviene a nosotros y lo
que será de bendición para otros. El Señor nos dejó su ejemplo:
“Porque ya conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor
a ustedes, siendo rico, se hizo pobre, para que mediante su pobreza,
55
ustedes fueran enriquecidos.” 2ª Corintios 8:9
56
DÍA 26
SER RESPONSABLE
“Se levantó, pues, David de mañana, y dejando las ovejas al cuidado de un guarda,
se fue con su carga como Isaí le había mandado; y llegó al campamento cuando el
ejército salía en orden de batalla, y daba el grito de combate.”
1ª Samuel 17:20
Diligente
Cuando David recibió la orden de su padre de hacer el viaje al
campo de batalla para ver cómo estaban sus hermanos, se alistó
y al día siguiente se levantó muy temprano para cumplir su tarea.
Esto es diligencia, David no es un dormilón ni un perezoso. El
apóstol Pablo, cuando enseña sobre cómo debe ser la vida de un
siervo de Dios, nos dice: “En lo que requiere diligencia, no perezoso;
fervientes en espíritu, sirviendo al Señor.” Romanos 12:11
Responsable
Ante la orden de su padre, bien podría haber pensado David: “que
alguien se encargue de las ovejas, yo estoy asignado a otra tarea”.
No fue así como actuó el pequeño pastor de ovejas ajenas. No es
así como obra alguien que desea ser usado por el Señor en su obra.
David se preocupó en buscar un cuidador para que lo reemplace
57
mientras él estaba cumpliendo con una nueva tarea que se le había
encargado. La responsabilidad con la que este joven realizaba
su trabajo era asombrosa, siempre se hacía cargo de lo que se le
encomendaba, no era un descuidado. Si somos cuidadosos en lo
poco, Dios nos podrá dar algo más para que hagamos; mientras
que si no somos fieles en lo poco, no debiéramos esperar que se
nos asignen mayores responsabilidades. El Señor Jesús advirtió
sobre este tema cuando dijo: “El que es fiel en lo muy poco, también
en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más
es injusto.” Lucas 15:10
Obediente
Esta es la clave del gran éxito de David, siempre fue obediente.
Él podría haber regañado a su padre, que lo estaba llenando de
trabajo y responsabilidades. Primero lo mandó a cuidar ovejas en
medio del desierto, luego le pidió que fuera a tocar el arpa al
loco del rey, ahora lo envía a llevar unos panes y unos quesos
a sus hermanos. David tenía sobradas razones para argumentar
que estaban siendo injusto con él. Nada de eso hizo el futuro
rey. Sencillamente obedeció y allí estaba la razón de por qué el
Señor había puesto sus ojos en él y por qué el aceite de la unción
había sido derramado sobre su cabellera. En David se cumple
la promesa que siglos más tarde dejó nuestro Señor: “El que me
ama, mi palabra guardará; y mi padre le amará, y vendremos a él y
haremos morada con él.” Juan 14:23. Por haber sido responsable y
cumplir con lo que su padre le encomendó, David tuvo la gran
oportunidad de encontrarse en el campo de batalla y derrotar
al gran Goliat. Todos sabemos cómo terminó esta historia, pero
muchos olvidamos cómo comenzó.
58
DÍA 27
LA EXPERIENCIA CUENTA
“Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él también
me librará de la mano de este filisteo. Y dijo Saúl a David: Ve, y Jehová esté contigo.”
1ª Samuel 17:37
El rédito de la experiencia
Cuando David llegó al campo de batalla para ver a sus hermanos
que estaban enfrentando a los filisteos, todo era raro. Los soldados
de Saúl estaban escondidos y el ejército filisteo, parado en orden
de batalla vivando al gran Goliat, quien apareció entre las filas
filisteas desafiando a los israelitas. La gran desilusión que se llevó
el pastorcito de Belén fue oír al enorme filisteo gritar y avergonzar
59
al pueblo de Dios. Para David, insultar al pueblo de Dios era
ofender al Dios de ese pueblo, a su Dios. Por ello, como hombre
que mantenía una estrecha comunión con Jehová, el Dios de los
escuadrones de Israel, sintió que el desafío era para él, y lo aceptó.
Cuando llegó el momento de pararse frente a Goliat, David sacó
a relucir su experiencia. Saúl, que tenía tanto miedo como sus
soldados, no podía aceptar que este muchachito de nombre David
estuviera dispuesto a pelear con el gigante. Él no era un guerrero
preparado en las filas de un ejército, sino un hombre de campo
que había adquirido experiencia y acumulado valor para enfrentar
al enemigo, así que en esta oportunidad pondría a prueba su valor
una vez más.
60
DÍA 28
El nombramiento confirmado
Lo que confirmaba el llamado de David para ser el ungido del
Señor era la manifestación de Dios en él. David era el mismo
joven que cuidaba ovejas en el campo, el mismo que tocaba el
arpa en las noches solitarias bajo el cielo estrellado. Lo que hacía
la diferencia era la presencia de Dios en su vida. A través de la
historia, todos los hombres y mujeres que le dieron lugar a Dios
para que gobierne sus corazones fueron diferentes, vivieron una
vida distinta a todos los demás. Por esta razón, lo único que nos
debe importar en la vida es la presencia de Dios, todo lo demás es
relativo y de escaso valor.
62
DÍA 29
64
DÍA 30
LO PEOR DE LO PEOR
“ Y se juntaron con él todos los afligidos, y todo el que estaba endeudado, y todos los
que se hallaban en amargura de espíritu, y fue hecho jefe de ellos; y tuvo consigo como
cuatrocientos hombres.”
1ª Samuel 22:2
Afligidos
Este grupo de hombres se encontraba en un estado de preocupación
y tremenda ansiedad. Algunos habían sido abandonados por
sus familias, otros habían sido dejados de lado por sus amigos.
Muchos de ellos quizás eran desertores del ejército de Saúl y eran
buscados por la justicia. Lo cierto es que estaban quebrantados en
su integridad y dignidad porque nadie los quería recibir. David era
diferente, él tenía un corazón abierto para todos. En la cueva de
Adulam había lugar para todos, sin distinción. Cuando alguno de
estos afligidos de espíritu buscaba refugio, le aceraban la dirección
de la cueva donde se escondía David con su gente, era el lugar de
refugio de los desamparados. Todos eran bienvenidos. Nosotros
también estábamos en aflicción y abandonados, pero el Señor
Jesucristo nos invitó: “Vengan a mí todos los que están trabajados y
cargados, yo los haré descansar.” Mateo 11:22
65
Endeudados
La segunda descripción que se hace de este grupo es que son
hombres endeudados. Quizás muchos de ellos tuvieron que
entrar en deudas para alimentar a sus hijos, otros para ayudar a
sus padres. Tal vez algunos hicieron mal los cálculos y quedaron
prisioneros de deudas imposibles de pagar y la única salida que
encontraron fue huir y andar como parias por el desierto. Un día
escucharon de la cueva de Adulan, donde el hijo de Isaí, el gran
vencedor de Goliat estaba escondido porque Saúl lo perseguía, y
hasta allí llegaron, y ¡fueron bienvenidos!
Amargados de espíritu
La última descripción que se hace de este grupo de fugitivos
es que son los amargados de espíritu. Estos eran hombres que
habían intentado hacer de todo para mejorar su situación, pero
siempre habían fracasado. Se sentían lo peor de lo peor. Nada
había que levantara sus ánimos, la frustración era un estado que los
perseguía y atormentaba. Nada ni nadie había logrado cambiar su
estado de ánimo. Finalmente oyeron hablar del músico que había
calmado la locura de Saúl y que ahora tenía una banda, pero no
de músicos. Ellos también quisieron formar parte de este grupo
de refugiados. David experimentó en su vida la gracia bendita del
Señor y lo expresó en uno de sus mejores cantos de renovación
que tiene el salterio: “Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí,
y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo
cenagoso. Puso mis pies sobre peña y enderezó mis pasos. Puso luego
en mi boca cántico nuevo alabanza a nuestro Dios.” Salmos 40:1-3.
David estaba dispuesto a compartir esta experiencia de la gracia,
por esta razón le daba la bienvenida a todos los que llegaban hasta
la cueva de Adulam.
66
DÍA 31
Responsabilidad familiar
En la sociedad acelerada en que nos toca vivir, no siempre
pareciera quedarnos tiempo para atender a nuestros padres,
especialmente cuando estos están envejeciendo. Las muchas
tareas nos exigen andar a las corridas y despreocuparnos por los
afectos naturales. Esta es una gran trampa en la que podemos
caer para luego lamentarnos cuando nuestros progenitores nos
falten. David, quien sabía que en el futuro sería el rey de Israel,
estaba lleno de preocupaciones por su seguridad personal y la de
los cuatrocientos hombres que lo seguían, pero no cayó en esta
trampa, él se hizo el tiempo para ocuparse de sus padres.
David es un hombre que procuraba cumplir la ley del Señor y
por ello se ocupó de sus padres con mucha diligencia. Dentro
de los diez mandamientos, Dios dejó órdenes muy claras sobre
la actitud que los hijos deben tener con sus padres: “Honra a tu
padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que
Jehová tu Dios te da.” Éxodo 20:12. Es muy significativo que el
apóstol Pablo, cuando enseña sobre la vida familiar en la carta
a los efesios, recuerda este mandamiento y lo enmarca como el
67
primer mandamiento que tiene promesa: “Honra a tu padre y a
tu madre, que es el primer mandamiento con promesa.” Efesios 6:2.
Hay por lo menos tres razones por las que debemos ocuparnos
de nuestros padres: En primer lugar, es un mandato dado por el
mismo Dios en los diez mandamientos. En segundo lugar, es una
bendición, la promesa de Dios siempre se cumplirá y nosotros
podemos perderla si no obedecemos la indicación. En tercer lugar,
es una siembra, porque cosecharemos lo que sembramos. Cuando
nosotros seamos mayores, nuestros hijos harán lo mismo que
nosotros hicimos con sus abuelos. David se ocupó del bienestar
de sus padres y Dios lo bendijo grandemente.
Responsabilidad personal
Otra preocupación de David era saber lo que Dios haría con él.
Aquí encontramos una gran lección de las prioridades del joven
guerrero. No sería nada fácil para él, sabiendo que había sido
ungido como el futuro rey de Israel, encontrarse huyendo como un
fugitivo de la espada del rey actual. El pastorcito de Belén, quien
había demostrado ser un gran guerrero, podía haber armado toda
una estrategia para derrotar al desobediente Saúl, pero no lo hizo.
No se dejó llevar por sus instintos, ni por las sugerencias de sus
aguerridos y desesperados acompañantes. Él confiaba y esperaba
en Dios, lo único que le interesaba a David era saber cuáles eran
los planes del Señor para su vida y estaba dispuesto a seguirlos.
En medio de las grandes preocupaciones que el futuro rey tenía,
no desatendió el cuidado de sus padres y también mantuvo la
prioridad de esperar las indicaciones del Señor sobre su futuro.
Siguió el principio que nos enseña Jesús: “Busquen primeramente
el reino de Dios y su justicia, y todas las demás cosas serán añadidas.”
Mateo 6:33
68
DÍA 32
JOVEN EJEMPLAR
“Entonces Ahimelec respondió al rey, y dijo:
¿Y quién entre todos tus siervos es tan fiel como David,
yerno también del rey, que sirve a tus órdenes y es ilustre en tu casa?”
1ª Samuel 22:14
Era fiel
David era un hombre leal, tenía un corazón fiel a sus convicciones,
que estaban fundamentadas en los principios de la ley del Señor.
Saúl, como muchos, confunde lealtad con pleitesía, es decir, con
adular o avalar conductas incorrectas de los jefes para hacerlos
sentir bien. Esto está mal y Dios no lo aprueba, porque la verdad
y la integridad no es una moneda que se negocia por intereses
temporales. Siempre será preferible perder cosas temporales por
ganar la aprobación de Dios, y Saúl, con su perverso corazón, no
podía aceptarlo.
Era servicial
Otra de las características que tenía David es que se comportaba
como un buen siervo. El pastorcito de Belén había dado sobradas
muestras de ser un hombre servicial. Cada vez que el rey requirió
de su ayuda, estuvo dispuesto a realizar la tarea solicitada. David
no fue un hombre de esos que le huyen a la responsabilidad, más
69
bien fue esforzado y disciplinado para el trabajo. Como pastor,
pasó largas noches sin dormir cuidando las pocas ovejas de su
padre Isaí. Como músico, dedicó horas y horas a ensayar de modo
que fue reconocido como un gran músico y consiguió el título de
“dulce cantor de Israel”. Como guerrero, nunca perdió una guerra,
siempre se esforzó para ganar cada batalla que se le presentó. Las
órdenes de Saúl siempre fueron cumplidas por este soldado de
Belén.
David fue un gran siervo y por ello pudo llegar a ser un gran rey.
Era ilustre
La tercera característica que menciona el sacerdote sobre David es
que era alguien ilustre, o como traducen otras versiones: honrado,
respetado y apreciado. David era un hombre distinguido, diferente,
único y muy querido por todos. La gente decía de David: “Mi
señor el rey es como un ángel de Dios para discernir entre lo bueno y
lo malo.” 2ª Samuel 14:17. Joab dijo de David: “Mi señor es sabio
conforme a la sabiduría de un ángel de Dios, para conocer lo que hay
en la tierra.” 2ª Samuel 14:20. Mefiboset dijo de David: “Mi señor
el rey es como un ángel de Dios.” 2ª Samuel 19:27. El brillo de la
presencia de Dios en la vida de David lo hacía ser un hombre
único y era imposible no darse cuenta de que este joven tenía
algo especial. No pensemos que “ilustre” significa “inteligente” o
“alguien lleno de conocimiento”, tampoco refiere la calificación
de ilustre a alguien que tiene buena posición económica. Para ser
ilustre es necesario ser fiel a Dios y a su Palabra, dispuesto a servir
por amor a Dios y nuestros semejantes. Como consecuencia de
ello se puede llegar a ser ilustre.
70
DÍA 33
Andar en el desierto
David es informado de esta estrategia del rey y empieza a huir
de semejante locura. El pastorcito de Belén huye al desierto,
allí donde no era tan fácil encontrarlo. Es en el desierto donde
compone algunos de los mejores Salmos que conocemos, como el
número 27, que dice: “Cuando se juntaron contra mí los malignos,
mis angustiadores y mis enemigos para comer mis carnes, ellos
tropezaron y cayeron. Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá
mi corazón, aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado.”
Salmos 27:2-3. Nosotros también podemos estar en lugares
desérticos, quizás sintiéndonos perseguidos o abandonados por
aquellos en los que confiábamos, posiblemente sin las comodidades
que nos gustaría tener, pero nunca olvidemos que podemos estar
confiados como David. Dios está con nosotros para ayudarnos.
Andar en el monte
En otras ocasiones David prefería huir a las montañas porque
estaba rodeado por el ejército de Saúl. Allí, en la alta montaña,
escribió otros de sus preciosos cantares, como el salmo del viajero:
“Alzaré mis ojos a los montes, ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi
71
socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra. No dará tu pie
al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda.” Salmos 121:1-3. El
Señor cuidó de David sin importar dónde este se encontrara, sin
importar cuántos hombres lo persiguieran, ni siquiera importaba
por cuánto tiempo el rey lo buscara; su vida estaba guardada por el
mismo Dios, que hizo los cielos y la tierra. Así de seguros podemos
sentirnos nosotros también, siempre estaremos guardados por su
mano poderosa.
72
DÍA 34
74
DÍA 35
EL FINAL DE UN GRANDE
“Murió Samuel, y se juntó todo Israel, y lo lloraron, y lo sepultaron en su casa en
Ramá. Y se levantó David y se fue al desierto de Parán.”
1ª Samuel 25:1
El final de un siervo
No importa cuán significativa y grande sea la obra que podamos
hacer aquí en la tierra, un día tendremos que morir, la Biblia dice:
“Está establecido para los hombres que mueran…” Hebreos 9:27.
Así sucede con todos los humanos y así es como murieron los
grandes personajes de la historia sagrada, los grandes hombres
de la iglesia y nuestros antiguos pastores y escritores que tanto
amamos. Nosotros también vamos a partir y por ello debemos
estar preparados para el día que Dios designó. Nunca podremos
explicar por qué Dios decide llevarse a unos y dejar a otros, es un
misterio que le pertenece solo a Dios, porque él es el creador de
la vida. Los días de Samuel llegaron a su fin y, ante el llamado del
Señor, debió marchar. Nos hubiera gustado que muriera después
de que David llegara al trono, posiblemente a Samuel también,
pero Dios decidió otra cosa y está bien. El gran Moisés escribió:
“Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira. Acabamos
nuestros años como un pensamiento.” Salmos 90:9
El lloro de un pueblo
La partida de Samuel produjo una gran tristeza en todo Israel,
todos lo respetaban. El pueblo entero se reunió a llorar la partida
del profeta y sacerdote, quien se había ganado el cariño de todos.
75
El profeta fue uno de esos hombres a los que no se le encontraban
cosas para criticar. Era realmente un hombre de Dios, firme en
su carácter, amable en el trato e íntegro en su proceder. No todos
sus antecesores pudieron decir lo que Samuel le dijo al pueblo:
“Testifiquen contra mí en presencia del Señor y ante su ungido. ¿A
quién le he robado un buey o un burro? ¿Alguna vez he estafado a
alguno de ustedes? ¿Alguna vez los he oprimido? ¿Alguna vez he
aceptado soborno o he pervertido la justicia? Díganmelo y corregiré
cualquier cosa incorrecta que haya hecho. No, le contestaron ellos, nunca
has engañado ni oprimido y nunca has aceptado soborno alguno.”
1ª Samuel 12:3-4
76
DÍA 36
EL MEJOR SALUDO
“Decidle así: Sea paz a ti, y paz a tu familia,
y paz a todo cuanto tienes.”
1ª Samuel 25:6
78
DÍA 37
BENDITO ENCUENTRO
“ Y dijo David a Abigail: Bendito sea Jehová Dios de Israel, que te envió para
que hoy me encontrases. Y bendito sea tu razonamiento, y bendita tú, que me has
estorbado hoy de ir a derramar sangre, y a vengarme por mi propia mano.”
1ª Samuel 25:32-33
79
para que lo detuviera de hacer el mal, por eso dice: “Bendito sea
Jehová, el Dios de Israel.”.
“Bendita tú”
David tuvo un gran reconocimiento por Abigail, quien fue la
mujer que lo libró de cometer un gran desastre. Por lo general
no reconocemos públicamente a quienes nos han ayudado y en
ocasiones somos poco agradecidos. David es un hombre lleno
de gratitud hacia Dios y hacia las personas que le ayudaron.
La Biblia nos enseña a ser agradecidos y a reconocer a los que
hacen cosas buenas para nuestro beneficio. El Apóstol Pablo
es un gran ejemplo en este sentido: “Saluden a Priscila y Aquila,
mis colaboradores en Cristo Jesús, que expusieron su vida por mí; a
los cuales no solo yo doy gracias, sino también todas las iglesias.”
Romanos 16:3-4
80
DÍA 38
CONTRADICCIONES DE LA VIDA
“Vive Jehová, que tú has sido recto, y que me ha parecido bien tu salida y tu entrada
en el campamento conmigo, y que ninguna cosa mala he hallado en ti desde el día que
viniste a mí hasta hoy; mas a los ojos de los príncipes no agradas.”
1ª Samuel 29:6
81
talla en nuestros días. Estamos cansados de ver gente incoherente,
especuladora y ventajista, que mide su conducta por el beneficio
personal y no por su deseo de honrar a Dios.
82
DÍA 39
Se cierra el primer libro de Samuel con la muerte del rey Saúl y sus
hijos. Cualquiera podría pensar que ahora David iría apresurado a
tomar el poder en el trono vacante, pero no fue así. El pastorcito
de Belén sintió un profundo dolor por la muerte de su rey y de
su amigo Jonatán. Lo primero que hizo el dulce cantor de Israel
fue escribir un poema que expresaban su tristeza y desazón por
la partida de dos príncipes de Israel. Luego de llorar esta trágica
partida, David hace lo que todo siervo de Dios debe hacer antes
de tomar una decisión: consultar al Señor. Samuel había ungido
por rey de Israel a David entre trece y diecisiete años atrás, ahora
había llegado el tiempo para que asumiera el cargo. El joven
príncipe y próximo rey no se desesperó por ponerse la corona
de rey, el poder no era lo que más le atraía al hijo de Isaí. La
experiencia de Saúl dejaba claro que se puede tener el poder del
cargo, pero carecer de la autoridad de Dios para ejercerlo y David
no quería eso para su reinado. Esta es la razón principal por la que
consultó al Señor. Veamos algunas otras razones de por qué un
siervo de Dios debe consultar antes de tomar decisiones:
84
DÍA 40
CONCIENCIA DE SÍ MISMO
“ Y yo soy débil hoy, aunque ungido rey; y estos hombres, los hijos de Sarvia, son muy
duros para mí; Jehová dé el pago al que mal hace, conforme a su maldad.”
2ª Samuel 3:39
David tuvo que cursar en varias universidades antes de llegar al
lugar que Dios le tenía asignado. Primero pasó por la escuela de
las majadas, mientras cuidaba el rebaño de su padre; luego, en la
escuela de las batallas, peleando con varios gigantes enemigos; y
ahora iniciaba la escuela de la corona, que también tendría sus
dificultades. El pastorcito de Belén se sentó en el trono de Saúl
como el segundo rey de Israel. Cualquiera podría decir que ya se
le acabarían las dificultades, pero no, nada de eso sucedió. Ahora
comenzaban otras batallas y algunas mucho más complicadas
que las anteriores. La primera dificultad con la que se encontró
fue la traición de los hijos de Sarvia, uno de ellos, el reconocido
general Joab, dio muerte al general Abner a escondidas de David.
Si no hubiera sido por el corazón tierno y sincero que tenía el
dulce cantor de Israel, ese mismo día podría haber perdido el
reino. Pero Dios estuvo con él como siempre había estado en su
peregrinaje al trono. En esta ocasión el gran David escribió un
poema de lamento para el hombre valiente al que Joab había dado
muerte y luego hizo una declaración al pueblo que nos desnuda
cómo se sentía el rey en sus primeros días de reinado: “ Yo soy débil
hoy, aunque ungido rey.”.
Ignorar la debilidad
Se puede andar en la vida sin tomar conciencia de la debilidad
y vivir en ignorancia. Los necios y los soberbios viven de esta
manera y son galardonados con trofeos de fracasos que hacen
sufrir a quienes tienen a su alrededor. La mayoría de las veces, los
más perjudicados son ellos mismos y sus familias, pero no escapan
85
a las esquirlas sus amigos y compañeros que los rodean. David era
un hombre sabio y era consciente de que lidiar con esta clase de
generales lo superaba, de que el trono tenía complicaciones que él
no dominaba, de que la responsabilidad era mayor que sus fuerzas
interiores y de que no quería ser ignorante, por eso dijo: Soy débil,
y aunque ahora ustedes me hayan hecho rey, esto no me quita la
condición de humano.
Asumir la debilidad
Cuando alguien toma conciencia de su debilidad, está en
condiciones de asumirla, esto le evita la arrogancia de sentirse
un superhombre. El apóstol Pablo advierte sobre este asunto y
dice: “El que piense estar firme mire que no caiga.”. Es mejor asumir
nuestra debilidad para evitar la caída que ignorarla y vivir al borde
del precipicio. David no ignora su debilidad, sino que la asume y
busca el auxilio de Dios. Él clamó al cielo y dijo: “Alzaré mis ojos a
los montes ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Dios que
hizo los cielos y la tierra.” Salmos 121:1-2
Sobreponerse a la debilidad
Para transitar los próximos cuarenta años de reinado, David
debió sobreponerse vez tras vez a su debilidad. Muchas veces
tuvo que afrontar debilidad física, anímica y espiritual, pero en
todo momento Dios estuvo atento para fortalecerlo. El gran rey
David tuvo que tomar la lección que el Apóstol nos dice que
había aprendido al oír al Señor decirle: “Bástate mi gracia; porque
mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me
gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder
de Cristo.” 2ª Corintios 12:9
86
DÍA 41
RECONOCIMIENTO
“Todas las tribus de Israel se reunieron alrededor de David y dijeron:
‘…En el pasado, cuando Saúl era nuestro rey, en realidad era usted quien dirigía a
las fuerzas de Israel. Y el Señor le dijo:
Tú serás el pastor de mi pueblo Israel; tú serás el líder de Israel’.”
2ª Samuel 5:2
87
pastoral es la de cuidar personas, alimentarlas y protegerlas.
Quienes tomamos alguna responsabilidad en la obra de Dios —
sea en la iglesia o en alguna organización cristiana— debiéramos
recordar que la primera función que tenemos con las personas es
pastorearlas. Cuando Dios pone personas cerca de nosotros, se
las debe ver como una oportunidad para cuidarlas y ayudarlas a
ser mejores cristianos. El Apóstol Pablo nos enseña que la tarea
de enseñarnos y cuidarnos debe ser unos a otros: “La palabra de
Cristo more en abundancia en ustedes, enseñándoos y exhortándoos
unos a otros en toda sabiduría.” Colosenses 3:16. David había
experimentado el cuidado pastoral de Dios sobre su vida. Por esta
razón, siempre estuvo preocupado por el bienestar de la gente y
ahora era reconocido como pastor.
88
DÍA 42
EL SEÑOR PRESENTE
“David se hacía cada vez más poderoso, porque el Señor Dios de los Ejércitos
Celestiales estaba con él.”
2ª Samuel 5:10
90
DÍA 43
DECISIONES AVALADAS
“ Y Natán dijo al rey: Anda, y haz todo lo que está en tu corazón,
porque Jehová está contigo.”
2ª Samuel 7:3
Lo que pensamos
Los pensamientos de David estaban enmarcados en los principios
de la Palabra de Dios. Él era consciente de que el Señor conocía
su manera de pensar y quedaba asombrado al reflexionar sobre
esto: “Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido
desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo,
y todos mis caminos te son conocidos… Tal conocimiento es demasiado
maravilloso para mí.” Salmos 139:2-6. El dulce cantor de Israel
91
había compuesto infinidad de poemas que expresaban su cercanía
con el pensamiento del Señor. El rey, en esta oportunidad, quería
saber si Dios estaba pensando lo mismo que él pensaba.
Lo que sentimos
David sentía una gran vergüenza por no darle a Dios un lugar
digno y por ello siente un profundo deseo de construirle una casa
mucho más grande y más hermosa que su propio palacio. El rey
vivía enamorado de su Dios y escribió: “Grande es Jehová, y digno
de ser en gran manera alabado en la ciudad de nuestro Dios, en su
monte santo.” Salmos 48:1 y luego expresó: “De Sion, perfección de
hermosura, Dios ha resplandecido.” Salmos 50:2. El gran rey quería
hacerle un templo al Señor que expresara su profunda adoración
y necesitaba confirmar con el profeta este sentimiento. Cuando
lo que sentimos está aprobado por Dios y no contradice lo que
él siente, podemos avanzar tranquilos. En esta ocasión, Natán le
confirmó a David que estaba bien lo que sentía: “Anda, y haz todo
lo que está en tu corazón, porque Jehová está contigo.”.
Lo que decidimos
La toma de decisiones es lo que expresa de manera concreta lo
que pensamos y sentimos y el rey ya tenía confirmación sobre
esto. Esa noche, Dios volvió a hablar al profeta Natán y le dio
palabra para David diciéndole que no sería él quien edificaría la
casa de Jehová, sino su hijo Salomón. David no se encaprichó
en hacer su voluntad. En 2ª Samuel 8, Dios le hace grandes
declaraciones para el futuro del reinado de David que llenaron
al rey de reconocimiento. Esto es lo que dijo el dulce cantor de
Israel: “Que sea engrandecido tu nombre para siempre y se diga: Jehová
de los ejércitos es Dios sobre Israel.” 2ª Samuel 8:29. Aun cuando lo
que pensamos y sentimos esté bien, lo importante es saber si Dios
quiere que seamos nosotros quienes concretemos la acción.
92
DÍA 44
RECORDAR LA HISTORIA
“Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo te tomé del redil, de detrás de las ovejas, para
que fueses príncipe sobre mi pueblo, sobre Israel.”
2ª Samuel 7:8
93
Tomado del redil: “Te tomé del redil, de detrás de las ovejas”
David no fue seleccionado de una universidad, ni de un grupo
selecto de especialistas en liderazgo. El Señor lo trajo del medio
del campo, de las majadas, de donde cuidaba las pocas ovejas
de su padre en la pequeña aldea de Belén. Dios le recuerda de
dónde lo había tomado, porque solo quienes tienen presente su
lugar de origen pueden medir mejor su presente. El corazón de
David se llenaba de gratitud cada vez que recordaba cómo había
obrado Dios en su vida cuando era un muchachito desconocido y
menospreciado por sus hermanos. El apóstol Pablo también tiene
un corazón agradecido al recordar lo que el Señor había hecho
con él al tomarlo como su siervo: “Doy gracias al que me fortaleció,
a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome
en el ministerio, habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e
injuriador…” 1ª Timoteo 1:12-12
94
DÍA 45
96
DÍA 46
BONDAD DE DIOS
“Enseguida el rey le preguntó: ¿Hay alguien de la familia de Saúl que todavía viva?
De ser así, quisiera mostrarle la bondad de Dios. Siba le contestó: Sí, uno de los hijos
de Jonatán sigue con vida. Está lisiado de ambos pies.”
2ª Samuel 9:3
Buscando oportunidades
Muchas veces no aprovechamos las oportunidades que Dios nos
presenta para compartir lo que tenemos. En el caso de David,
él buscó a quién ayudar. Si nos diéramos cuenta de que, en la
economía de Dios, el que da es el que se lleva el mayor beneficio,
estaríamos más atentos a no dejar pasar ninguna ocasión en la que
podamos hacerlo. El Apóstol Pablo les recuerda este principio
a los líderes de Éfeso: “Más bienaventurado es dar que recibir.”
97
Hechos 20:35. El deseo de David era encontrar a alguien de la
familia de Saúl para hacerle bien, para ayudarlo y para compartir
la bendición del trono. Esta búsqueda del rey de querer ayudar
a otros nos recuerda otro principio que dejó el Apóstol: “No nos
cansemos de hacer el bien… así que, según tengamos oportunidad
hagamos bien a todos.” Gálatas 6:9-10
98
DÍA 47
DESAGRADAR A DIOS
“ Y pasado el luto, envió David y la trajo a su casa; y fue ella su mujer, y le dio a luz
un hijo. Mas esto que David había hecho, fue desagradable ante los ojos de Jehová.”
2ª Samuel 11:27
100
DÍA 48
102
DÍA 49
UN REY CONFIADO
“Un mensajero vino a David, diciendo:
El corazón de todo Israel se va tras Absalón.”
2ª Samuel 15:13
Un rey dolido
Esta quizás sea una de las noches más tristes que le tocó vivir
al rey de Israel. Cuando todo parecía ir bien, su propio hijo lo
traicionó. La ignorancia, la soberbia y la ambición de poder,
llevaron al joven Absalón a codiciar el trono de su padre. David
tenía un corazón muy especial, no se había aferrado al poder
como su antecesor Saúl, ni lo había codiciado como su hijo
Absalón. Sencillamente había ocupado el lugar que el Señor le
había dado. En esta ocasión, su corazón estaba profundamente
dolido, no llegaba a comprender cómo puede enceguecerse tanto
el corazón de un joven por la ambición de poder. Cuando David
era un adolescente, había vivido la triste experiencia de ver a sus
hermanos envidiando su integridad y despreciándolo por ser el
elegido del Señor. Ahora lo veía en su propio hijo, llenando de
tristeza su corazón. Años atrás, había sufrido el tremendo celo de
Saúl, quien por haber desobedecido los mandatos del Señor había
sido desechado y la gracia del trono le había sido dada a él. Saúl
lo odiaba y deseaba matarlo, ahora veía esta misma actitud en su
propio hijo. Cuando huía de su hijo, uno de los descendientes
de la tribu de Benjamín, llamado Simei, maldijo a David. Este,
dolido en su corazón, hizo la siguiente declaración: “Quizá mirará
Jehová mi aflicción, y me dará Jehová bien por sus maldiciones de hoy.”
2ª Samuel 16:12
Un rey frustrado
Absalón anhelaba sentarse en el trono de su padre y para ello estaba
103
dispuesto a todo. La traición, la mentira y el engaño eran parte
de lo que estaba listo para realizar con tal de lograr su objetivo.
Este joven no se dio cuenta de que para llegar a ser David debía
seguir el camino que su padre recorrió; un camino de humildad,
de servicio y de un profundo deseo de honrar a Dios por sobre
todas las cosas. Absalón murió frustrado porque no puso a Dios
en primer lugar y no entendió lo que su propio padre escribió
para sus amigos: “Jehová te oiga en el día de conflicto… te dé conforme
al deseo de tu corazón y cumpla todo tu consejo.” Salmos 20:1-4. Si
en lugar de querer conseguir el poder por sus propios medios,
hubiera dejado que el Señor decidiera sobre su vida, las cosas
hubieran sido distintas. A diferencia de Absalón, David sabía que
el Señor toma nuestros más íntimos deseos y los transforma en
realidad. Para ello, debemos comprometernos a buscar, en primer
lugar, los intereses de Dios, como lo hacía el pastorcito de Belén.
Un rey fiel
David tomó una de las decisiones más comprometedoras para
sus seguidores: dejar la ciudad real y huir a la montaña. No lo
hacía por miedo al joven Absalón ni a sus seguidores, sino por
no ver sangre derramada en medio de sus hermanos. David sabía
que el trono le pertenecía al Señor y no tenía ninguna intención
de retenerlo a costa de lo que fuera. Cuando alguien es fiel a
Dios, no teme perder el poder ni la posición jerárquica que le
haya tocado ocupar. Lo que verdaderamente importa es honrar al
Señor y dejar que sea él quien disponga. La convicción de David
siempre fue la misma: “Jehová estableció en los cielos su trono, y su
reino domina sobre todos.” Salmos 103:19. Cuando vivimos a la luz
de esta verdad, nada tememos, porque le hemos dejado el control
a Dios, quien tiene todo el dominio en el cielo y en la tierra.
104
DÍA 50
106
DÍA 51
Los mayores
Estos no eran guerreros, era gente común que, conmovida por
la tragedia de la traición del hijo del rey, se dispuso a seguir a
David, sin importarles lo que dejaban en la ciudad. No llevaban
armas, eran sencillamente admiradores y seguidores del rey.
Posiblemente había gente mayor que, a poco de andar, comenzó
a sentir cansancio y fatiga. Para ellos, Siba había traído unos
cuantos burros que permitirían que la travesía se hiciera un poco
menos agotadora. Posiblemente no te sientas un gran guerrero ni
un líder en la obra de Dios, pero sentís el cansancio del camino,
te recuerdo que Dios lo sabe, y para ello nos provee de personas
como Siba, quienes alivian nuestro cansancio. Debemos valorar
y agradecer a Dios por esas personas que, con sus palabras y
silencios, con sus acciones y ofrendas hacen que nuestro andar sea
menos agotador.
107
Los jóvenes
Siba también había llevado pan y frutas pensado en el grupo de
jóvenes que seguía tras el rey David. En la juventud, las personas
sienten con más intensidad la necesidad de alimentarse y, aunque
tienen mucha energía, también les llega el cansancio y sufren
la necesidad de comida. El profeta Isaías nos recuerda que,
aun siendo jóvenes, se necesita reponer fuerzas: “Los muchachos
se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que
esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las
águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán.”
Isaías 40:30-31. Podemos estar transitando un tiempo en el que
nos sentimos fuertes y vigorosos, pero no debemos olvidar nuestra
condición humana, tarde o temprano nos llegará la debilidad y es
allí donde debemos estar atentos para no descuidar la provisión
del Señor. La Biblia está llena de promesas para satisfacer
nuestro corazón de las fuerzas de Dios. El Apóstol nos recuerda:
“Fortalézcanse en el Señor y en el poder sus fuerzas.” Efesios 6:10
Los guerreros
Una última cosa que había traído Siba era vino. Es muy probable
que estuviera pensando en los hombres de guerra, a los que la sed
producida por la ansiedad y su pasión por la lucha les hiciera secar
la garganta. En muchas ocasiones nos sentiremos como estos
guerreros, con gran ansiedad y sed de justicia. El mismo David
escribió tiempo después: “Junto a aguas de reposo me pastoreará,
confortará mi alma, me guiará por sendas de justicia.” Salmos 23:2-3.
El vino traído por Siba satisfizo la sed y alegró el corazón de los
guerreros. El Señor hará lo mismo con nosotros y nos proveerá
de todo lo que necesitemos para ser soldados victoriosos y alegres.
108
DÍA 52
110
DÍA 53
VALORAR AL LÍDER
“Tú ahora vales tanto como diez mil de nosotros.
Será mejor que tú nos des ayuda desde la ciudad.”
2ª Samuel 18:3
El valor de la autoridad
La mayoría de la gente confunde “poder de mando” con
“autoridad”. El poder tiene que ver con la capacidad de mando
y de toma de decisiones sobre los demás, mientras que autoridad
tiene que ver con el carácter y la buena relación que se mantiene
con los liderados. David era un hombre con gran autoridad, esto
significa que los demás lo respetaban, lo reconocían como su
líder, lo escuchaban y obedecían voluntariamente. Nuestro Señor
enseñó que se puede tener autoridad legítima, pero esta debe ser
ganada con conductas muy visibles. Jesús dijo: “Aquel de ustedes que
quiera hacerse grande será su servidor, y aquel de ustedes que quiera
ser el primero será su esclavo.” Marcos 10:43. David estuvo siempre
dispuesto a servir. Cuando era adolescente servía cuidando las
ovejas de su padre; de joven, sirvió en el palacio de Saúl; cuando
fue adulto, servía a más de cuatrocientos refugiados que fueron
a pedir su ayuda en la cueva de Adulam; y finalmente, como rey,
nunca dejó de estar al servicio de la gente. Todo esto hizo que sus
liderados lo tuvieran en tan alta estima que llegaron a compararlo
con diez mil soldados. David no buscó recibir tal reconocimiento,
allí estuvo el secreto.
112
DÍA 54
MONUMENTO AL EGO
“Mientras aún vivía, Absalón se había erigido a sí mismo un monumento en el valle
del Rey, porque dijo: No tengo hijo que perpetúe mi nombre. Le puso al monumento
su propio nombre, y es conocido como el monumento de Absalón hasta el día de hoy.”
2ª Samuel 18:18
Un monumento inútil
En medio del relato de su muerte, aparece un texto que define
con mucha claridad el carácter de este joven ambicioso. La
descripción es muy elocuente y describe a un Absalón deseoso
de protagonismo y con un anhelo de trascendencia. C. Swindoll
dice que a todos los seres humanos en algún momento nos llega
el síndrome de protagonismo, y tiene razón. El deseo de ser
considerados y de sentirnos valorados e importantes nos suele
nublar la visión y podemos llegar a realizar cualquier cosa para
conseguirlo. Esto es lo que le sucedió al hijo de David. El relato
nos dice que no tenía hijos y como en oriente se creía que no dejar
descendencia era una tragedia porque su nombre desaparecía,
113
Absalón decidió hacer algo para que la gente lo recordara. No
tuvo mejor idea que levantar una columna en medio de un valle y
colocarle su nombre con letras bien grandes, de manera que todos
pudieran leerla a la distancia. Es probable que la columna fuera
vistosa, pero no servía para nada, solo para llevar la inscripción
“Columna de Absalón”. Siglos antes, otro hombre había cavado un
pozo que no tenía muy buena vista, pero que benefició a muchas
generaciones proveyéndoles de agua. Él no se atrevió a poner su
nombre, pero quienes recibieron el beneficio de su esfuerzo lo
llamaron “El pozo de Jacob”. Hasta ese lugar llegó el hijo de Dios
a saciar su sed y a compartir el evangelio con una mujer y luego
con toda la ciudad de Samaria. Cada uno decide en su vida qué
clase de monumento quiere dejar para la generación siguiente.
Un recuerdo amargo
La muerte de Absalón nos deja un sabor amargo, porque era un
joven talentoso, inteligente, carismático y lleno de proyectos. El
problema es que no logró darse cuenta de que la obediencia a
Dios era el primer paso para alcanzar el éxito verdadero. En la
vida no alcanza con lo que tenemos, necesitamos lo que tiene
Dios para nosotros si de verdad queremos ser felices y sentirnos
realizados. El padre de este pretencioso muchacho escribió sobre
la importancia de dejar en libertad a Dios para que se meta en su
vida y lo dirija: “Examíname, oh Dios y conoce mi corazón, pruébame
y conoce mis pensamientos, y ve si hay en mí camino de perversidad y
guíame en el camino eterno.” Salmos 139:23
114
DÍA 55
116
DÍA 56
Un rostro iluminado
A David lo consideraban “la lámpara de Israel”, era como decirle
que él era la luz de la nación. La vida de David siempre estaba
iluminada, sus ojos brillaban con un entusiasmo contagioso,
su carisma y su buen trato con la gente lo hacían una persona
atractiva. Todos querían estar cerca de él porque los hacía sentir
bien. Era un hombre que vivía agradecido y todo el tiempo
estaba alabando a Dios. Su vida era una luz encendida, vivía la
experiencia de la que nos habló Jesús cuando dijo: “Ustedes son
la luz del mundo, y una ciudad asentada sobre un monte no se puede
esconder.” Mateo 5:14
118
DÍA 57
Un siervo levantado
Cuando David cuidaba las ovejas de su padre, mostró una actitud
de obediencia a todas las indicaciones que Isaí le daba. Cuando
estuvo en el palacio de Saúl, sobresalía por su actitud de servicio
y disposición para salir a las batallas que el rey le asignaba. El
día que llegó al trono, siguió considerándose un siervo. Esta es
una de las razones más evidentes por las que el Señor levantó a
119
este siervo para que llegara a ser el rey de Israel. David fue fiel en
lo poco y Dios lo puso en lo mucho. David no buscó su propia
exaltación, sino que procuró siempre dar gloria a Dios y por ello
fue levantado por el mismo Señor. Cuando el poeta Asaf escribe
su salmo y hace un recorrido por la historia del pueblo de Israel,
al llegar a la vida de David dice lo siguiente: “Eligió a David su
siervo, y lo tomó de las majadas de las ovejas; de tras las paridas lo
trajo, para que apacentase a Jacob su pueblo, y a Israel su heredad.”
Salmos 78:70-71. David fue un siervo con todas las letras en
quien Dios cumplió la promesa: “Humíllense bajo la poderosa mano
de Dios, para que él los exalte cuando sea el tiempo.” 1ª Pedro 5:6
Un rey ungido
David llegó a ser rey no porque él lo quisiera, sino porque Dios
lo había decidido. Cuando Samuel llegó a la casa de Isaí, en la
calurosa Belén, nadie imaginó que el segundo rey de Israel estaba
a punto de ser ungido. El menor de los hijos de Isaí no estaba
en casa cuando el sacerdote estaba por hacer la ceremonia del
ungimiento. De todas maneras, no se podía hacer hasta que el
pastorcito llegara. El cuerno de aceite debía derramarse sobre su
cabeza, porque Dios lo había decidido. El aceite en la Biblia es
símbolo del Espíritu Santo, y David jamás podría haber tenido un
reinado tan exitoso si no hubiera estado con él la presencia misma
de Dios. La vida de David está llena de sorpresas y bendiciones
porque Dios puso sus ojos en este hombre común, quien estuvo
dispuesto a ser un siervo a tiempo completo. David aceptó que
fuera Dios quien lo designara en tan alto cargo como ser el
segundo rey de Israel. Así lo expresa uno de los salmistas: “Hallé
a David mi siervo, lo ungí con mi santa unción. Mi mano estará
siempre con él, mi brazo también lo fortalecerá.” Salmos 89:20-21
120
DÍA 58
121
Gloria de Dios: “Como el resplandor del sol”
Cuando Jesús mostró su gloria en el monte de la transfiguración,
nos dice el escritor hebreo en Mateo 17:2 que “se transfiguró
delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestiduras se
hicieron blancas como la luz.” La gloria de Dios significa muchas
cosas: resplandor, presencia, rostro de Dios y muchas otras. Jesús
mismo declaró: “A Dios nadie le vio Jamás, el unigénito Hijo, que
está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.” Juan 1:18. Este
justo, del que nos dice David que gobernará en el futuro, vino a
mostrarnos el rostro de Dios. Por ello los cristianos debemos vivir
empeñados en conocer cada día más de Jesús a través de la lectura
de los evangelios y permitiendo que el Señor trate con nosotros.
Él dijo: “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre.” Juan 14:9
122
DÍA 59
TRES VALIENTES
“Sama no cedió terreno en medio del campo e hizo retroceder a los filisteos. Así que el
Señor le dio una gran victoria.”
2ª Samuel 23:12
No cedió terreno
Sama fue capaz de pararse firme en medio del campo y no dejar
pasar a ninguno de los filisteos invasores. Esto nos recuerda cómo
debe ser nuestra batalla contra las asechanzas del enemigo. El
Apóstol nos dice: “No den lugar al diablo.” Efesios 4:27. Basta con
dejar que el enemigo tome unos momentos nuestros pensamientos
o sentimientos para que nos gane terreno en la batalla contra el
pecado. Alcanza con que nos dejemos atrapar por una discusión
para que terminemos ofendiendo y lastimando a alguien. Esta
es otra área del terreno de nuestra integridad que el enemigo
quiere ganar. En ocasiones, por obtener un mayor beneficio no
reparamos en guardar ciertos principios y conseguimos lo que
deseamos dejándole al enemigo ganar el terreno de la honestidad
y ética cristiana. Sama no cedió terreno y obtuvo una gran victoria,
es un ejemplo para nosotros.
124
DÍA 60
DESEO CONCEDIDO
“ Y David dijo con vehemencia: ¡Quién me diera a beber del agua del pozo de Belén
que está junto a la puerta! Pero David rehusó tomarla,
en cambio la derramó como ofrenda al Señor.”
2ª Samuel 23:15
Reconocían autoridad
David era un hombre que emanaba autoridad, su palabra
normalmente era obedecida no por imposición, sino por respeto.
Había arriesgado su vida muchas veces por defender a su pueblo
y todos lo sabían. Desde que enfrentó a Goliat, David demostró
que era un verdadero valiente y eso le daba autoridad. Esta era
una razón más que valedera para que sus seguidores quisieran
satisfacer el deseo del líder. Si el agua conseguida había sido a
riesgo de la vida de sus soldados, David no la tomaría, es por esto
que la derrama a tierra y la ofrece en adoración a su Dios. Esto le
125
dio más autoridad aún porque sus hombres vieron que él amaba
más a Dios que a su propia vida y deseaba honrar a su Señor antes
que regodearse en los privilegios que le concedían sus liderados.
Sentían admiración
El valiente guerrero siempre despertó admiración en quienes
estaban cerca de él. La admiración comenzó con aquel grupo de
soldados que vio cómo el humilde pastorcito de Belén se animaba
a enfrentar al temible Goliat, luego siguió con las mujeres que
compusieron aquella canción de loas a David. Cada uno de
quienes estuvieron cerca de David lo admiraban. El escritor Gene
Edwards, en su obra el Perfil de Tres Monarcas, pone en boca
de Abisai la siguiente reflexión: “Apreciado rey, Saúl era un rey
malo. Absalón es de cierto modo una juvenil encarnación de Saúl.
Solo tú eres invariable. Tú eres siempre el pastorcito quebrantado
de corazón.”. Los tres valientes de David que fueron por el agua
arriesgaron sus vidas por la admiración que tenían por su líder.
David derramó el agua en adoración a Dios, reconociendo que
el único que debe ser admirado es Dios, por eso escribió: “No a
nosotros, oh Jehová, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria, por tu
misericordia, por tu verdad.” Salmos 115:1
Tenían gratitud
No es difícil entender el riesgo que asumieron estos hombres para
satisfacer el deseo de su señor si recordamos el estado en el que
se encontraban cuando buscaron a David para ser protegidos: “ Y
se juntaron con él todos los afligidos, y todo el que estaba endeudado,
y todos los que se hallaban en amargura de espíritu.” 1ª Samuel 22:2.
David derramó el agua en adoración y en señal de gratitud a Dios
por la fidelidad de sus hombres.
126
DÍA 61
128
DÍA 62
EL PRECIO DE LA ADORACIÓN
“No ofreceré a Jehová mi Dios holocaustos que no me cuesten nada.
Entonces David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata.”
2ª Samuel 24:24
Tiempo
Siempre estamos corriendo con el tiempo y nos cuesta mucho
disponer de él para las cosas verdaderamente importantes. Nos es
muy difícil encontrar tiempo para orar, leer y estudiar la Palabra
de Dios, asistir a los cultos y dedicar tiempo a servir a otros.
Debemos pagar el precio de renunciar a nuestro tiempo para
usarlo en estas tareas.
Dinero
Usar el dinero solo para satisfacer nuestras necesidades y gustos
129
es algo muy común en la experiencia de muchos cristianos. David
estaba dispuesto a utilizar su dinero para comprar la propiedad
donde realizaría el sacrificio. Si queremos ser imitadores de David,
tendremos que estar dispuestos a utilizar parte de nuestro dinero
en ayudar a otras personas. Si queremos ser aprobados en esta
área, debemos seguir el ejemplo de los creyentes en Macedonia, de
quienes el Apóstol dijo: “Doy testimonio de que con agrado han dado
conforme a sus fuerzas, y aún más allá de sus fuerzas.” 2ª Corintios 8:3
Comodidades
Servir a Dios incluirá la renuncia a muchas de nuestras
comodidades y cosas que nos gustan. No esperemos ser aprobados
por Dios si solo pensamos en nosotros y no estamos dispuestos
a vivir pensando en los demás y en los intereses del Señor. El
mayor ejemplo lo tenemos en Jesucristo quien “siendo en forma de
Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse, sino que
se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los
hombres.” Filipenses 2:6-7
Oportunidades
En muchas ocasiones tendremos posibilidades de hacer alguna
actividad, conocer algún nuevo lugar o disfrutar de algo que
nos gusta y tendremos que elegir. Podrá resultarnos dura la
experiencia, pero a menos que estemos dispuestos a esta renuncia,
no conseguiremos los resultados eternos. Así se nos dice del gran
Moisés: “Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la
hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios,
que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores
riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque
tenía puesta la mirada en el galardón.” Hebreos 11:24-26
130
DÍA 63
UN GRAN EJÉRCITO
“De Zabulón cincuenta mil, que salían a campaña prontos para la guerra,
con toda clase de armas de guerra, dispuestos a pelear sin doblez de corazón.”
1ª Crónicas 12:33
132
DÍA 64
BENDECIR A LA FAMILIA
“Luego todos regresaron a su casa, y David volvió
a su hogar para bendecir a su propia familia.”
1ª Crónicas 16:43
134
DÍA 65
BIEN CONOCIDO
“¿Qué más puedo decirte acerca de la forma en que me has honrado?
Tú sabes cómo es realmente tu siervo.”
1ª Crónicas 17:18
Dios lo conoce
El asombro de David no solo era por la enorme bendición que
estaba siendo derramada sobre él, sino por su condición de
hombre pecador que muchas veces se había desviado del camino.
Le era difícil entender cómo sería posible que un Dios santo
135
bendijera de esta forma a un hombre como él. A David, como a
nosotros, nos cuesta aceptar que la gracia de Dios no se merece,
no se gana, ni se consigue; sencillamente se recibe, porque a Dios
así le ha agradado y no hay más explicación. El profeta Oseas
nos dice un poco más acerca de cómo funciona la bendición de
Dios sobre su pueblo. Así lo declara el mismo Dios: “ Yo sanaré su
rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos.”
Oseas 14:4. David sabía lo que había en su pasado, Dios también
lo sabía. La gente suele no perdonar nuestros errores y pecados
cometidos, no importa cuánto tiempo haya pasado, pero Dios está
dispuesto a perdonar y a olvidar nuestro pasado, porque en Cristo
“las cosas viejas pasaron, todas son hechas nuevas.” 2ª Corintios 5:17.
David sabía lo que había en su corazón, Dios también lo sabía y
lo había recibido para bendecirlo: “Al corazón contrito y humillado
no despreciarás tú, oh Dios.” Salmos 51:17
Dios lo honra
La carrera ministerial de David estaba llegando a su final y el rey
reconoció que la antigua sentencia de Dios se había cumplido
para él. Antes de que David fuera elegido rey, cuando Dios
desechó al sacerdote Elí por no haberlo honrado, el mismo Señor
lo sentenció por boca del profeta Samuel: “ Yo honraré a los que me
honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco.” 1ª Samuel 2:30.
David sentía la mano bondadosa del Señor reposando sobre su
vida y su futuro, veía que el Señor había extendido su misericordia
sobre él y por ello se sentía honrado. El viejo pastorcito de Belén
seguía palpitando la gracia de Dios en su lento peregrinaje ahora,
y su corazón desbordaba de gratitud y reconocimiento al Gran
Pastor de Israel.
136
DÍA 66
137
campo de batalla: “Estos confían en carros, y aquellos en caballos,
mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria.”
Salmos 20:7. En nuestro andar cristiano, nos enfrentaremos con
distintos enemigos del Señor, y siempre podremos ser vencedores
si seguimos los principios que este rey de Israel siguió.
138
DÍA 67
DEDICADOS A LA ALABANZA
“Para asistir cada mañana todos los días a dar gracias y tributar alabanzas a Jehová
y asimismo por la tarde.”
1ª Crónicas 23:30
140
DÍA 68
DAR GENEROSAMENTE
“ Yo con rectitud de mi corazón voluntariamente te he ofrecido todo esto, y ahora he
visto con alegría que tu pueblo, reunido aquí ahora,
ha dado para ti espontáneamente.”
1ª Crónicas 29:17
Voluntarias
David deja ver que está ofrendando desde un corazón recto, es
decir que no ofrenda por compromiso o por alguna presión, sino
que lo hace de su propia voluntad. En ocasiones podemos ver
con tristeza cómo se manipula a las personas para que lleven
sus ofrendas. Esto no es lo que le agrada al Señor. En el Nuevo
Testamento leemos algunos pasajes acerca de la ofrenda y de cómo
debe hacerse. El Apóstol Pablo describe cómo era la manera de
ofrendar de los hermanos de Macedonia: “Doy testimonio de que
con agrado han dado conforme a sus fuerzas, pidiéndonos con mucho
141
ruego que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio
para los santos.” 2ª Corintios 8:3-4. Nadie debe ofrendar por
obligación y quienes presionan a la gente para que ofrenden son
“obreros fraudulentos”, como dice la Palabra. Otro ejemplo que
aparece de alguien que ofrendó voluntariamente es la viuda sobre
quien se relata en Marcos 12:41-42: “Estando Jesús sentado delante
del arca de la ofrenda miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca;
y muchos ricos echaban mucho. Y vino una viuda pobre, y echó dos
blancas.”. Jesús elogió a esta mujer porque voluntariamente echó
todo lo que tenía. Nadie la había obligado, sencillamente abrió
su corazón para Dios y dio todo lo que tenía. El Señor siempre
respeta nuestra voluntad y se agrada cuando decidimos dar para
sus intereses voluntariamente.
Espontáneas
David nos dice que se alegró mucho al ver cómo daba el pueblo
sus ofrendas de manera espontánea. El Apóstol, cuando enseña
sobre la ofrenda, nos dice: “Cada uno dé como propuso en su corazón:
no con tristeza ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.”
2ª Corintios 9:7. Ofrendar para la obra de Dios debe ser algo
voluntario, espontáneo y con alegría, de lo contrario no estamos
agradando al Señor. El resultado de una ofrenda así es que la
obra avanza, nuestros corazones disfrutan y Dios nos bendice de
manera asombrosa, así lo dijo el Señor: “Traigan todos los diezmos
al depósito del templo, para que haya suficiente comida en mi casa. Si lo
hacen, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales, les abriré las ventanas
de los cielos. ¡Derramaré una bendición tan grande que no tendrán
suficiente espacio para guardarla! ¡Inténtenlo! ¡Pónganme a prueba!”
Malaquías 3:10
142
DÍA 69
Guardar
El joven Salomón debía seguir todos los caminos que Dios le
había marcado en su ley. El Señor Jesús reiteró esta misma idea
cuando dio los requisitos que debían cumplir sus seguidores: “El
que tiene mis mandamientos, y los guarda, ese es el que me ama; y el
que me ama será amado por mi Padre, y yo le amaré y me manifestaré
a él.” Juan 14:21. La única forma de mostrar que amamos a Dios
es obedeciendo sus mandatos.
Andar
El joven rey debía avanzar en la vida siguiendo las instrucciones
de la ley del Señor y no debía apartarse ni a derecha ni a izquierda
si deseaba tener éxito. El verbo “andar” transmite la idea de
movimiento, es decir que mientras nos trasladamos en el camino
de la vida debemos movernos sobre los principios de Dios. El
Apóstol Juan nos anima a caminar como lo hizo Jesús: “El que
dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.” 1ª Juan 2:6. En
el camino encontraremos muchas cosas que nos distraerán de lo
143
importante, nos harán perder el propósito final de nuestra vida,
nos harán confundir las prioridades, por ello debemos estar muy
atentos. Cuando avancemos en el análisis de la vida de Salomón
veremos que en varias ocasiones él se distrajo y no anduvo en
los caminos del Señor. Esta advertencia es muy importante para
nosotros.
Observar
Es mirar con atención e implica ser estudioso de las instrucciones
recibidas, el texto dice: “observando sus estatutos y mandamientos.”.
El rey Salomón tenía todo el Pentateuco a su disposición para
mirar cada día la ley del Señor. La brújula de la vida cristiana es la
Palabra de Dios y por ello debemos leerla, meditarla y estudiarla
todos los días de nuestro peregrinaje. Si no observamos lo que
el Señor nos dejó por escrito, su Palabra, estamos próximos a
desviarnos del camino correcto. Josué, el segundo de Moisés,
inició su tiempo de liderazgo con instrucciones muy similares a
las del nuevo rey de Israel: “Nunca se apartará de tu boca este libro
de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que hagas
conforme a todo lo que en él está escrito…” Josué 1:8.
Prosperar
El resultado de guardar, andar y observar la Palabra de Dios traería
como resultado prosperidad a la vida y al gobierno de Salomón.
Dios le aseguraba a este joven rey que todo lo que emprendiera
tendría éxito. El Señor es un Dios de prosperidad y desea que nos
vaya bien siempre. La bendición y la abundancia en nuestra vida
comienza con un corazón dispuesto a obedecer lo que Dios nos
pide, así le dijo el Señor a Josué: “Porque entonces harás prosperar tu
camino, y todo te saldrá bien.” Josué 1:8
144
DÍA 70
UN BUEN FINAL
“ Y murió en buena vejez, lleno de días, de riquezas y de gloria;
y reinó en su lugar Salomón, su hijo.”
1ª Crónicas 29:28
Buena vejez
No terminó su vida muerto por la espada del enemigo como su
antecesor, tampoco enfermó y quedó convaleciente, como varios
de los reyes que le sucedieron. Su vejez fue vivida y disfrutada,
como dice el poeta argentino, “como un anciano adorable”.
Lleno de días
David vivió lo suficiente para cumplir la misión para la que
Dios lo había enviado al mundo. Sus días fueron vividos a pleno,
145
valorando cada circunstancia que le tocó atravesar, sin culpar
a nadie, sin reproches y sin ninguna raíz de amargura. David
fue un hombre que disfrutó de la libertad que Dios concede a
sus criaturas y dejó vivir en esa misma libertad a todos los que
tuvieron contacto con él. Aprovechó sus días sirviendo al pueblo
de Dios, como lo describe San Pablo: “David, habiendo servido a
su propia generación según la voluntad de Dios, durmió, y fue reunido
con sus padres, y no vio corrupción.” Hechos 13:36. Nosotros también
terminaremos bien si dedicamos la vida a servir al Señor en lo que
él nos pide.
Lleno de riquezas
El rey David no fue un hombre avaro ni interesado en las
riquezas. Su actitud fue prudente y equilibrada, como se ve con
claridad cuando hizo que el botín tomado de los amalecitas se
repartiera entre todos sus hombres sin distinción entre los que
habían ido a la batalla y los que se habían quedado cuidando el
bagaje (1ª Samuel 30:22-25). David llegó a tener mucha riqueza
material, pero no estuvo detrás de ella, sino que buscó a Dios
como prioridad en su vida y se cumplió lo que dijo Jesús: “Busquen
primero el reino de Dios y su justicia y todas las demás cosas serán
añadidas.” Mateo 6:33. Así podría ser también nuestra experiencia
si seguimos el camino trazado por la Palabra, todo será añadido.
Lleno de gloria
La mayor riqueza del rey David no fue la obtenida como guerrero
o como rey, su mayor riqueza fue haber sido aprobado por Dios.
La gloria de la que disfrutó este siervo del Señor fue la misma
presencia de Dios en su vida. Su mayor disfrute fue Dios mismo:
“Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de
gozo; delicias a tu diestra para siempre.” Salmos 16:11. Para terminar
bien hay que vivir en la presencia de Dios.
146
DÍA 71
Tu siervo
Lo primero que Salomón hizo fue reconocerse un siervo del Señor.
Esto es muy importante, porque de ello dependerá la manera de
conducirse en el trono. La toma de conciencia de ser un siervo
ahuyenta el espíritu de soberbia y nos permite buscar la gloria de
Dios y el beneficio de las personas a quienes servimos. Permite
ver el señorío de Dios y quiebra nuestra voluntad ante la suya.
Reconocernos siervos nos permite encontrarle el sentido divino
al servicio y nos anima a realizar cada tarea con responsabilidad y
entusiasmo. Los verdaderos siervos disfrutan de servir y no tanto
del reconocimiento por hacerlo. El disfrute mayor es saber que
servimos a Dios, él pone personas en nuestro camino para que
les sirvamos. De esta manera, expresamos al Señor nuestro amor
y reverencia, y por ello hacemos lo que hacemos bendiciendo
a tantos. La carta paulina dice: “ Y todo lo que hagan, háganlo de
corazón, como para el Señor y no para los hombres.” Colosenses 3:23
Tu pueblo
Salomón había aprendido bien la lección de su padre, el pueblo
147
de Israel no era su pueblo, sino el pueblo de Dios. Los hombres
de Dios saben diferenciar en la obra el sentido de propiedad.
Nunca se sentirán los dueños, esto es grandemente peligroso y ha
llevado a la ruina a muchos. Cuando alguien se siente el dueño,
comienza a tomar señorío y pierde el sentido de administrador
y por ello vive el servicio como si nunca tuviera que dar cuentas.
El Apóstol recuerda a los siervos en Corinto: “Se requiere de los
administradores, que cada uno sea hallado fiel.” 1ª Corintios 4:2.
Cuando el Nuevo Testamento da instrucciones acerca de la
relación que deben mantener los miembros con los pastores, nos
dice: “Obedezcan a sus pastores, y respétenlos. Ellos cuidan de ustedes
porque saben que tienen que dar cuenta a Dios.” Hebreos 13:17
Tu decisión
El nuevo rey reconoció que Israel era el pueblo de Dios, porque
Dios lo escogió para que sea su propiedad, así lo dice Moisés en su
libro: “Tú eres un pueblo santo porque le perteneces al Señor tu Dios. De
todos los pueblos de la tierra, el Señor tu Dios te eligió a ti para que seas
su tesoro especial.” Deuteronomio 7:6. David, el padre de Salomón,
siempre había sido muy cuidadoso cuando se refería al pueblo del
Señor. En aquella ocasión en que se equivocó haciendo el censo
y Dios estaba castigando al pueblo, clamó a Dios: “ Y David dijo
a Jehová, cuando vio al ángel que destruía al pueblo: Yo pequé, yo hice
la maldad; ¿qué hicieron estas ovejas? Te ruego que tu mano se vuelva
contra mí.” 2ª Samuel 24:17. El joven Salomón sabía de este hecho
y era consciente de que en su gobierno trataría con las ovejas del
Señor y debía cuidarlas.
148
DÍA 72
SOLO SABIDURÍA
“Al Señor le agradó
que Salomón pidiera sabiduría.”
1ª Reyes 3:10
150
DÍA 73
152
DÍA 74
SIEMPRE PRESENTE
“Que estén tus ojos abiertos de noche y de día sobre esta casa,
sobre este lugar del cual has dicho: Mi nombre estará allí;
y que oigas la oración que tu siervo haga en este lugar.”
1ª Reyes 8:29
154
DÍA 75
PLAGA EN EL CORAZÓN
“Toda oración y toda súplica que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel,
cuando cualquiera sintiere la plaga en su corazón,
y extendiere sus manos a esta casa, tú oirás en los cielos…”
1ª Reyes 8:38
155
fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad.” 1ª Juan
1:9. Aparte de confesarlo, debemos apartarnos de la práctica del
pecado para que Dios pueda llevarnos a la prosperidad integral:
“El que encubre sus pecados no prosperará, mas el que los confiesa y se
aparta alcanzará misericordia.” Proverbios 28:13
Oraciones no contestadas
Cuando clamamos a Dios por algo que realmente nos importa
y queremos que él intervenga, y no sucede así, esto puede
generarnos mucha angustia. Debemos recordar que podemos
llevar todas nuestras peticiones a la presencia de Dios y él se
compromete, no necesariamente a concedernos lo que le pedimos,
pero sí a quitarnos la plaga de la aflicción del corazón. Así lo
dice el Apóstol: “ Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento,
guardará sus corazones y pensamientos en Cristo Jesús.” Filipenses 4:7
156
DÍA 76
158
DÍA 77
PROMESA CONDICIONAL
“Si tú anduvieres delante de mí como anduvo David tu padre, en integridad de
corazón y en equidad, haciendo todas las cosas que yo te he mandado, y guardando
mis estatutos y mis decretos, yo afirmaré el trono de tu reino para siempre…”
1ª Reyes 9:4
Propuesta de Dios
Dios le pidió al rey que fuera fiel en cumplir sus indicaciones
como lo fue su padre David. Es interesante que el Señor lo
anima a Salomón a tomar la decisión de seguir los pasos de su
primogénito para que obtenga los mismos resultados.
159
Andar en equidad. Como rey, Salomón debía administrar justicia
y equidad. Esta es una tarea muy difícil. Nuestra mejor intención
de hacer las cosas bien y practicar la justicia no es suficiente,
porque como dice el profeta: “Toda nuestra justicia es como trapo de
inmundicia.” Isaías 64:6. La condición de cumplir el hacer justicia
y equidad está ligada a nuestro deseo de hacerlo y a la búsqueda
continua de la sabiduría y el valor que el Señor nos pueda dar para
poder aplicarla.
Guardar los estatutos y decretos. La obediencia a la ley del Señor
era la condición que Dios había establecido para sus siervos. Fue
por desobedecer que Saúl fue desechado y fue por su obediencia
que David fue aprobado. Ahora, el nuevo rey tenía el mismo
desafío: su reino permanecería si estaba dispuesto a guardar los
mandatos de Dios. En el Nuevo Testamento, el Señor dice que
la única forma de demostrarle nuestro amor a él es a través de la
obediencia a su Palabra, por eso dice: “El que me ama, mi palabra
guardará.” Juan 14:23. Si deseamos servir a Dios, debemos
decidirnos a ser obedientes a sus mandatos.
Promesa de bendición
El Señor deseaba bendecir la vida y el reinado de Salomón como
lo había hecho con su padre David. Dios es un Dios bendecidor
que desea lo mejor para sus hijos. Algunos años más tarde, el
mismo Salomón escribió: “La bendición de Jehová es la que
enriquece, y no añade tristeza con ella.” Proverbios 10:22. La Biblia
está llena de promesas de Dios para su pueblo, la mayoría de ellas
son condicionales, es decir que el Señor nos dice que solo se van a
cumplir si nosotros hacemos nuestra parte. Oremos al Señor para
que nos dé la gracia de andar en sus caminos y ser obedientes a
sus mandatos, así seremos grandemente bendecidos.
160
DÍA 78
LA MEJOR CASA
“Terminó, pues, Salomón la casa de Jehová, y la casa del rey; y todo lo que Salomón se
propuso hacer en la casa de Jehová, y en su propia casa, fue prosperado.”
2ª Crónicas 7:11
La casa de Dios
La promesa de bendición para Salomón se fue cumpliendo y el
Señor prosperó toda la obra que quiso hacer. El templo fue una
de las construcciones más sobresalientes de la época, como dice
Kile Yates: “La estructura no era muy voluminosa, con todo, fue uno
de los edificios más hermosos y famosos que jamás se han edificado.
Allí se honró el nombre de Dios”. Sabemos que Dios no habita en
templos hechos por manos humanas, pero también sabemos que
la construcción del templo representaba la actitud que Salomón
y todo el pueblo tenían hacia Dios, a quien querían honrar. Hay
algunas características que aparecen en esta construcción que el
historiador Flavio Josefo describe muy bien.
Buen cimiento: “El rey hizo poner los cimientos del templo bien
profundamente en el suelo. Mandó hacerlo con piedra fuerte que
resistiera el rigor del tiempo.”. Para los cristianos, la casa del Señor
somos nosotros, su iglesia, y esta tiene un mejor fundamento. El
Apóstol nos dice: “Nadie puede poner otro fundamento que el que
está puesto, el cual es Jesucristo” 1ª Corintios 3:11. La iglesia está
asegurada y firme con el mejor fundamento, así que aun cuando los
hombres que la lideran fallen, nosotros podemos estar tranquilos,
el fundamento está firme.
Buena estructura: “Tenía que ser suficientemente fuerte para
sostener con facilidad la basta estructura superior.”. Al igual que
en el templo, la iglesia del Señor tiene una estructura construida
con las acciones que cada uno de los creyentes realiza y para ello
161
debe cuidar el tipo de material que utiliza: “Si sobre el fundamento
alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca,
la obra de cada uno se hará manifiesta, porque el día la declarará…”
1ª Corintios 3:12. Cómo debemos cuidar nuestra manera de hacer
las cosas de modo que podamos contribuir a la buena estructura
de la casa del Señor.
Buena armonía: Cuando se planeó la construcción, se decidió
que no se utilizaría ningún tipo de herramienta que produjera
ruido de hierro: “…ni martillos ni hachas se oyeron en la casa, ni
ningún otro instrumento de hierro”. Así que todo se preparaba lejos
del lugar del templo, para que ensamblara de forma casi perfecta.
Nos dice el historiador: “Parecía como si todo el material se
hubiese unido armónicamente, concordando las partes más bien
naturalmente, que por la fuerza de las herramientas”. La iglesia del
Señor tiene una armonía dada por el mismo Señor de modo que
puede funcionar sin necesidad de ruidos extraños ni aparatosidad.
Deslumbraba: Josefo nos dice que el templo era visto por todos:
“Todo el Templo relucía y el esplendor del oro que tenía en todas
partes deslumbraba a los que entraban”. La vida de los creyentes
debe brillar de modo tal que la gente se quede asombrada y desee
formar parte de este templo espiritual que es la iglesia. El Apóstol
nos anima: “Lleven una vida limpia e inocente como corresponde a
hijos de Dios y brillen como luces radiantes en un mundo lleno de gente
perversa y corrupta.” Filipenses 2:15
162
DÍA 79
UN FINAL TRISTE
“ Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos,
y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David.”
1ª Reyes 11:4
164
DÍA 80
Ejemplo de comunión
David había vivido muy cerca de Dios todos los días de su vida,
brotaba desde su corazón un profundo anhelo por estar en la
intimidad con Dios. Solía cantar cada mañana: “¡Cuán amables
son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos! Anhela mi alma y aun
ardientemente desea los atrios de Jehová.” Salmos 84:1. Cuando un
padre respira la presencia de Dios, impregna a sus hijos de este
grato perfume y los llena de gozo y de esperanza, preparándolos
para un mundo desabrido y en tinieblas.
165
Ejemplo de buen trato
El padre de Salomón fue un hombre que desde muy jovencito
supo lidiar con gente complicada y a todos ellos los trató bien. Las
personas viven ofendiéndose e hiriéndose entre ellas, las familias
suelen sufrir día tras día sus propias agresiones. El padre que ama
a Dios y respeta su voluntad tendrá la suficiente gracia para tratar
bien a cada uno de sus hijos sin importar las actitudes y acciones
de ellos. Les enseñará, a través del respeto y el amor con que los
crió, cómo deben tratar a su prójimo. Esta manera de tratar a las
personas estará impresa en sus corazones y en sus conductas de
modo que les resultará en una gran bendición cuando caminen en
el mundo tan hostil que les toca vivir.
Ejemplo de humildad
El orgullo de los reyes que gobernaron a Israel y a Judá son una
prueba evidente del mal ejemplo que recibieron y dejaron para su
posteridad; no así David. El padre de Salomón vivió siempre con
un corazón humilde y lleno de gratitud a Dios y a sus hermanos.
David nunca se sintió el dueño del mundo ni de las personas
que gobernaba. Cuando se refería al pueblo de Israel, decía “las
ovejas del Señor”, esto lo elevaba a ser reconocido como un
siervo de su pueblo. Cuando se equivocaba y ofendía la santidad
de Dios, confesaba y buscaba su misericordia. No vivía con
soberbia ni altanería, sino que se ajustaba al principio bíblico que
dice: “Al corazón contrito y humillado, no despreciarás tú, oh Dios”
Salmos 51:17. Si Salomón hubiera valorado este ejemplo, hubiera
sido otro el final de sus días. Los padres tenemos la oportunidad
de dejarles una gran herencia a nuestros hijos, marcándoles el
mejor ejemplo para que ellos disfruten de la bendición del Señor.
166
DÍA 81
FIDELIDAD INALTERABLE
“ Y a su hijo daré una tribu, para que mi siervo David tenga lámpara todos los días
delante de mí en Jerusalén, ciudad que yo me elegí para poner en ella mi nombre.”
1ª Reyes 11:36
168
DÍA 82
169
Fue sepultado en la ciudad de su padre
En muchas ocasiones tenemos la sensación de ser imprescindibles
y suponemos que si nos ausentáramos, las cosas dejarían de
funcionar. Pero no es así, no es demasiado lo que se modificará
por nuestra ausencia. Los más cercanos nos llorarán un tiempo,
otros nos echarán de menos algunas semanas y algunos que
nos conocieron quizás ni se den cuenta de nuestra ausencia. El
mismo Salomón había dicho: “Aún hay esperanza para todo aquel
que está entre los vivos; porque mejor es perro vivo que león muerto.”
Eclesiastés 9:4. Por esta razón, debemos aprovechar cada momento
de nuestra vida y, mientras tengamos vida, utilizarla con sabiduría,
porque un día seremos sepultados.
170
DÍA 83
MALOS CONSEJEROS
“Roboam rechazó el consejo de los ancianos y pidió, en cambio, la opinión de los
jóvenes que se habían criado con él y que ahora eran sus consejeros.”
1ª Reyes 12:8
Consejo de mayores
Roboam solicitó consejo, en primer lugar, a los ancianos de Israel,
aquellos hombres que habían estado en la corte muy cerca de su
padre Salomón. Dice Flavio Josefo: “Estos le dieron un consejo
propio de hombres bien intencionados y conocedores del alma
popular, le aconsejaron que hablara a la multitud amablemente
y con más familiaridad de la que correspondía a la pompa real”.
Si así lo hubiera hecho Roboam, hubiera evitado el desastre
nacional. Un profesor del Seminario solía decirnos: “Quien pide
consejo a los mayores y utiliza la experiencia ajena, vive con
sabiduría extra”. Es de sabios pedir consejo, pero no es de sabios
hacer lo que más nos agrade por sobre la sabiduría de los consejos
recibidos, y esto es lo que hizo Roboam. Este muchacho debió
171
haber atendido el consejo de estos hombres de experiencia para
actuar con sabiduría, como decía Salomón: “Atiendan el consejo y
sean sabios, y no lo menosprecien.” Proverbios 8:33
Consejo de pares
Luego pidió consejo a sus amigos, a quienes se habían criado
con él, a sus pares. Esto fue un grave error de parte de Roboam,
porque sus pares podían ver lo mismo que él veía y no lo llevarían
a ver más allá de su propia visión. Nunca debiéramos olvidar que
la experiencia de los mayores nos ayuda a ver lo que nosotros no
vemos. La Biblia nos enseña que debemos respetar a las personas
que han llegado a ancianos, así lo expresa el texto en Levítico
19:32: “Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del
anciano, y de tu Dios tendrás temor. Yo Jehová”. Los amigos de
Roboam lo dirigieron a desoír el consejo de los ancianos. El relato
dice que “Roboam rechazó el consejo de los ancianos” y esto lo llevó al
desastre. Podríamos decir que comenzó su reinado y su liderazgo
con una gran derrota. Lo que quiso escuchar este joven arrogante
fue el deseo de su propio corazón y olvidó la advertencia sagrada:
“Engañoso es el corazón más que todas las cosas y perverso, ¿quién
lo conocerá?” Jeremías 17:9. Luego de seguir el consejo de sus
amigos y dejarse llevar por lo que su corazón le dictaba, el pueblo
se reveló y se apartó de su reinado. Esta fue la tragedia que se
conoce como la división del reino. Nunca más el pueblo de Israel
volvió a ser un pueblo unificado. Las consecuencias de las malas
decisiones no solo las sufren quienes las toman, sino que otros
suelen ser afectados, por ello debemos recordar la palabra que
dice: “No seas sabio en tu propia opinión; teme al Señor y apártate del
mal.” Proverbios 3:7
172
DÍA 84
Prosperidad y fortaleza
Roboam gobernó por diecisiete años y una parte de estos años
fueron buenos. Dios le permitió tener victoria contra su adversario
Jeroboam, fortificar su ejército con buen armamento y tener a
las dos tribus, Judá y Benjamín, sujetas a su autoridad. Las cosas
marchaban muy bien y todo se encaminaba a un reinado de gloria.
El problema de este rey fue pensar que la prosperidad en el reino
era por su capacidad y que Dios no tenía nada que ver. Suele ser
muy común que esta idea llene nuestro corazón. Cuando las cosas
van bien y todo parece marchar “viento en popa”, la soberbia aflora
y dejamos afuera a Dios. Esto fue lo que le pasó al rey Roboam
y esto mismo puede pasarnos a nosotros si no estamos atentos.
Abandono de la ley
Con mucha facilidad Roboam dejó la ley del Señor para seguir
sus propias ideas y deseos. Se desvió tras la inmoralidad y el
politeísmo de los cananeos, los mismos pecados en los que incurrió
su padre Salomón. Esta conducta desagradó a Dios y por ello fue
castigado. El relato nos dice: “Hizo lo malo, porque no dispuso su
corazón para buscar a Jehová.” 2ª Crónicas 12:14. El relato del libro
de Reyes es más fuerte aún porque explica: “ Y Judá hizo lo malo
ante los ojos de Jehová, y le enojaron más que todo lo que sus padres
habían hecho en sus pecados que cometieron.” 1ª Reyes 14:22. Es muy
común en nosotros olvidarnos de los principios y mandamientos
del Señor, y las razones pueden ser muchas, pero ninguna nos
justifica. A veces es la falta de conocimiento, como dice el profeta:
173
“Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento.” Oseas 4:6.
Otras veces es por nuestra soberbia, ese querer manejarnos solos
y por nuestra cuenta. Solemos pensar que tenemos mejores ideas
y planes que los que nos propone Dios y terminamos vacíos y
con una gran frustración, como lo describe el profeta Jeremías:
“Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de
agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen
agua.” Jeremías 2:13. El abandono de la ley del Señor siempre trae
consecuencias nefastas para nosotros y para quienes nos rodean,
por ello debemos estar atentos y ser muy cuidadosos en cumplir
los mandatos de Dios, como nos advierte la Palabra: “Hijo mío,
no te olvides de mi ley, y tu corazón guarde mis mandamientos.”
Proverbios 3:1
Influencia negativa
La narración de esta desgracia en la que cayó Roboam por su
propia decisión, arrastró a todo el pueblo: “Roboam… abandonó la
ley del Señor y todo Israel lo siguió en este pecado.”. El rey no asumió
con responsabilidad el liderazgo al que había sido llamado,
porque en lugar de llevar al pueblo a seguir la voluntad del Señor,
los condujo con su mal ejemplo a la desobediencia a Dios. En
cualquier liderazgo que tengamos, sea con nuestros hijos, alumnos,
empleados, hermanos de la iglesia u otros, los liderados seguirán
lo que nosotros hagamos por sobre lo que les digamos. Esta idea
la tenía muy clara el Apóstol cuando les escribió a sus hermanos
a quienes estaba cuidando: “Lo que ustedes aprendieron y recibieron
de mí; lo que de mí vieron y oyeron, pónganlo por obra, y el Dios de
paz estará con ustedes.” Filipenses 4:9. Qué gran ejemplo nos dejó el
Apóstol y qué gran diferencia se observa con Roboam.
174
DÍA 85
LA MISERICORDIA ES INEXPLICABLE
“ Y cuando él se humilló, la ira de Jehová se apartó de él, para no destruirlo del todo;
y también en Judá las cosas fueron bien.”
2ª Crónicas 12:12
Cada vez que leemos textos como este, nos volvemos a quedar
asombrados y sin palabras ante la inmensa misericordia de Dios.
La descripción que hay en el relato sobre las conductas perversas
que permitió Roboam son dignas de castigo, y esto es lo que iba a
suceder, la sentencia de castigo estaba siendo ejecutada: “Por cuanto
se habían revelado contra Jehová, en el quinto año del rey Roboam
subió Sisac rey de Egipto contra Jerusalén, con mil doscientos carros…”
2ª Crónicas 12:2-3. Jerusalén iba a ser destruida e invadida por el
rey de Egipto. Pero una vez más vemos la abundante misericordia
del Señor para con quienes están dispuestos a humillarse y a
buscarlo nuevamente. Los tres personajes que aparecen en este
versículo nos dejan grandes lecciones.
Roboam se humilló
La pecaminosidad del corazón del hombre es innata y por ello el
desvío del camino de la rectitud le es casi natural, dice la Escritura:
“ Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que
todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo
al mal.” Génesis 6:5. Aun así Dios sigue amando a sus criaturas y
está dispuesto a ayudarnos. Lo que el Señor espera es que haya
un verdadero reconocimiento del pecado y arrepentimiento, para
ello debemos humillarnos. Humillarse delante de Dios es aceptar
la culpa e imposibilidad de cambiar por nuestra cuenta, es buscar
el auxilio y ayuda del Señor, es esperar y depender únicamente de
su misericordia para salir del pantano del pecado. Seguramente
Roboam recordaba la historia del nacimiento de su padre. Dios
175
había tenido misericordia de su abuelo David y de su abuela
Betsabé y les había dado una nueva oportunidad. Posiblemente
Roboam había escuchado decir a David: “Al corazón contrito y
humillado, no despreciarás tú, oh Dios.” Salmos 51:17. Esta actitud
le permitió a Roboam tener una nueva oportunidad y ser librado
del castigo.
176
DÍA 86
Calendario establecido
Queriendo diferenciarse del trono de David, Jeroboam hizo a
propósito un cambio de fecha de la fiesta de los Tabernáculos.
Esta fiesta estaba estipulada por el Señor en el séptimo mes, así
lo había indicado Moisés por mandato de Dios: “Habla con los
hijos de Israel, y diles que el día primero del mes séptimo será para
ustedes día de reposo, en el que al son de las trompetas deberán celebrar
una santa convocación.” Levítico 23:24. Jeroboam la cambió de
177
manera caprichosa, como lo dice el relato: “Así que el día quince
del octavo mes, una fecha que él mismo había designado, Jeroboam
ofreció sacrificios sobre el altar de Betel.”. Este rey tuvo en poco
la instrucción y el Señor no se agradó. Cuando alguien desea
servir a Dios, debe seguir sus instrucciones y el calendario y los
tiempos los dispone Dios, no nosotros. El rey David expresó: “En
tu mano están mis tiempos.” Salmos 31:15. Esto quiere decir que
nuestro calendario y todo lo que hemos de hacer está ordenado,
diagramado y organizado por el calendario de Dios y no debemos
intentar cambiarlo.
178
DÍA 87
Obediencia
La vida de David fue una sucesión de actos de obediencia y
sumisión a la voluntad de su Dios. La expresión que definió su
elección para ocupar el trono de Saúl fue: “Jehová se ha buscado
un varón conforme a su corazón.” 1ª Samuel 13:14. La actitud
de David ante los principios de Dios fue de obediencia, así lo
expresó: “Pronto está mi corazón, oh Dios, mi corazón está dispuesto.”
Salmos 7:7. La obediencia no es algo que debiera pasar por el filtro
de lo que nos gusta o deja de gustar, por el placer que nos cause
179
o el sacrificio que signifique; obediencia siempre es renunciar a
nuestra voluntad para hacer la voluntad de Dios sin discusión.
Obediencia siempre es luchar entre lo que quiero y lo que debo,
entre lo que pienso y lo que siento, entre lo que Dios me propone
y mis planes. Hasta que no derribemos nuestro yo y le digamos a
Dios: “mi corazón está dispuesto”, no estaremos en el camino de
David, sino en el de Jeroboam.
Seguimiento
Seguir detrás de alguien es aceptar la dirección de quien nos está
conduciendo, es asumir que otro tiene el liderazgo y avanzar sobre
la huella dejada, es no decidir nuestro propio destino. Dios dijo
de David: “…me siguió con todo el corazón”. Jeroboam no estaba
dispuesto a seguir a nadie que no fueran sus propias ideas y planes.
Este nuevo rey imaginó que él era el dueño del pueblo y de su
recorrido y por ello organizó a su manera las cosas. Todos los reyes
que le sucedieron siguieron sus huellas y fueron un desastre como
él. Qué distinto hubiera sido si hubieran seguido las instrucciones
de Dios. Él los hubiera guiado “por sendas de justicia por amor de su
nombre”, como lo hacía el rey David.
Acción
La vida y el reinado de David estuvieron llenos de acción, pero
todas ellas eran guiadas y dirigidas por su Dios. El caso de
Jeroboam fue distinto, él hizo muchas cosas y todas ellas pensando
en él mismo y no en hacer la voluntad de Dios. A este rey no
le interesaba lo que Dios decía y eso lo diferenciaba de David.
Estas tres razones hicieron la diferencia entre David y Jeroboam,
nosotros decidimos de qué lado vamos a estar.
180
DÍA 88
BUENAS DECISIONES
“Asa hizo lo recto a los ojos del Señor, como su antepasado David.”
1ª Reyes 15:11
Asa fue el tercer rey de Judá y reinó por cuarenta y un años. Fue un
rey próspero en casi todo su reinado. Fue bendecido por el Señor
porque su corazón se inclinó a hacer la voluntad de Dios y procuró
andar en sus mandamientos. El registro de los libros históricos
dan cuenta de grandes decisiones que tomó este rey: Quitó del
país a los sodomitas, destruyó los ídolos que sus padres habían
hecho, quitó los lugares altos de adoración idólatras, guardó en el
templo lo que su padre y él habían dedicado al Señor, impidió que
su madre Maaca fuese reina madre porque había hecho un ídolo
de Asera, logró una gran victoria contra los etíopes porque confió
en el Señor y mandó a Judá que buscase a Jehová, el Dios de sus
padres. Cada una de estas decisiones tuvo la aprobación de Dios
y Asa fue exitoso en ese tiempo en que su corazón hizo lo recto a
los ojos del Señor. Veamos algunas de estas decisiones:
182
DÍA 89
MALAS DECISIONES
“Sin embargo los lugares altos no se quitaron.”
1ª Reyes 15:14
“Haya alianza entre nosotros, como entre mi padre y el tuyo. Yo te envío un presente
de plata y de oro; y ve y rompe tu pacto con Baasa, rey de Israel,
para que se aparte de mí.”
1ª Reyes 15:19
183
conduce a la desaprobación de Dios. Esto le sucedió al rey Asa,
él estaba entusiasmado en quitar todos los lugares altos y tomó la
decisión correcta pero no estuvo atento a que se cumpliera.
184
DÍA 90
MODELO EQUIVOCADO
“Nadab, hijo de Jeroboam… hizo lo malo a los ojos del Señor; siguió el mal ejemplo
de su padre y cometió los mismos pecados con que hizo pecar a Israel.”
1ª Reyes 15:25-26
“Baasa hizo lo malo a los ojos del Señor, y siguió el mal ejemplo de Jeroboam, y con
sus pecados hizo pecar a Israel.”
1ª Reyes 15:34
Hicieron lo malo
Esta descripción pone en evidencia que hacer lo malo es una
decisión personal, nadie obliga a nadie a tener tal o cual conducta.
Hay una corriente generalizada que pretende encontrar culpas
en otros o en las circunstancias para justificar las malas acciones.
Este modo de pensar le quita toda responsabilidad al sujeto
permitiéndole vivir sin hacerse cargo de sus errores, desvíos y
pecados. Dios nos invita a asumir nuestra condición de hombres
pecadores y a responsabilizarnos de las malas decisiones que
tomamos. El sabio Salomón dijo: “El que encubre sus pecados, no
prosperará, mas el que los confiesa y se aparta, alcanzará misericordia.”
Proverbios 28:13
186
DÍA 91
Sirvió a Baal
Esto quiere decir que el rey del pueblo de Dios ocupó sus fuerzas
y capacidades para dar servicio a un dios falso. Dedicó parte del
presupuesto de la nación y a mucha gente para que construyera
altares y templos a este falso dios, desobedeciendo al Dios de
Israel.
187
Adoró a Baal
El corazón del pueblo fue llevado a venerar a Baal. La gente sabía
que no era este el Dios de Israel, pero la influencia e imposición
del rey fue tal que todo Israel fue tras estos dioses ajenos al pueblo.
Dios actuó
El Señor se enojó mucho con este rey y lo disciplinó a él y al
pueblo por ir tras estos falsos dioses. Por tres años y medio hubo
sequía en todo Israel, porque no llovía y la gente moría de hambre
ante la falta de producción de la tierra. La historia de este rey
es muy triste y lamentable porque tuvo, al igual que otros, la
oportunidad de hacer las cosas bien, pero sus malas decisiones lo
condujeron al desastre. Bien haremos en recordar la importancia
que tiene respetar los mandatos del Señor. Acab conocía la ley y
sabía lo que Dios pedía, pero no hizo caso. El Señor Jesús enseñó:
“Cualquiera que oye estas palabras y las hace, le compararé a un hombre
prudente, que edificó su casa sobre la roca.” Mateo 7:24. La casa de
Acab no tuvo ninguna firmeza, muy pronto se derrumbó. La vida
de Acab fue como la casa edificada sobre la arena, “fue grande su
ruina”. Es importante tomar nota sobre las recomendaciones que
el Señor le hizo a uno de los primeros líderes de Israel, a Josué:
“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y
de noche meditarás en él, para que hagas conforme a todo lo que en él
está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá
bien.” Josué 1:8. Dios desea que nos vaya bien y para ello debemos
seguir sus instrucciones y evitar el camino de Acab.
188
DÍA 92
VIVIR EN SU PRESENCIA
“Elías, un tisbita que vivía en Galaad, fue a decirle a Acab: Vive el Señor, Dios de
Israel, en cuya presencia estoy, que en los años que vienen no va a llover, y ni siquiera
va a caer rocío, a menos que yo lo diga.”
1ª Reyes 17:11
189
Dios espera que seamos.
190
DÍA 93
CUERVOS OBEDIENTES
“Beberás del arroyo, y yo he mandado
a los cuervos que te den allí de comer.”
1ª Reyes 17:4
El arroyo de Querit
Dios tiene toda la creación bajo su mando y tiene muchos arroyos
preparados, como el de Querit, para saciar la sed de sus siervos.
Con mucha facilidad olvidamos que “de Jehová es la tierra y su
plenitud, el mundo y los que en el habitan, porque él la fundó sobre
los mares y la afirmó sobre los ríos.” Salmos 24:1-2. Al igual que
el profeta Elías, podemos vivir confiados y tranquilos de que,
mientras estemos haciendo la voluntad de Dios, él pondrá toda
su creación a nuestra disposición para proveer lo que necesitemos.
Mientras en la ciudad escaseaba el agua, Elías tenía suficiente y
abundante agua cristalina y fresca para beber y para bañarse todas
las veces que lo deseara. Así es siempre la bendición del Señor
sobre sus hijos, dice el sabio Salomón: “La bendición del Señor es la
que enriquece y no añade tristeza con ella.” Proverbios 10:22
191
Los cuervos del Señor
La orden del Señor para el profeta Elías era muy clara, debía irse
a vivir junto al arroyo y allí el Señor le proveería de alimento. La
gran sorpresa del profeta fue cuando escuchó de parte del Señor
que sus proveedores serían unos cuervos. En algunas geografías,
los cuervos no tienen muy buena prensa y son vistos como la
encarnación de la maldad, pero esto es solo un mito. Estas
aves son consideradas por quienes las han estudiado como los
animales más inteligentes después de los primates. Dios eligió a
esta especie para proveer de alimento al profeta. Suena extraña la
forma en que Dios hace las cosas, pero Dios es Dios y él decide
cómo se llevarán a cabo sus planes. Elías tenía cada mañana y
cada tarde su porción de comida que los cuervos le traían por
mandato de Dios. Cuánto se habrá alegrado el profeta sabiendo
que a ninguno de los cuervos se le ocurriría desobedecer la orden
del Señor ni de hacer paro o dejar de cumplir la indicación; su
mantención dependía de la obediencia y cumplimiento estricto
de estas aves. Quizás debiéramos aprender de ellas y reflexionar
sobre cuánta gente está pendiente de nuestro cumplimiento y de
nuestra obediencia para recibir algún beneficio. La obediencia a
los mandatos de Dios siempre nos traen bendiciones, esto es lo
que le dijo Moisés al pueblo de Israel cuando estaban a punto de
entrar en la tierra prometida: “Si obedeces al Señor tu Dios en todo
y cumples cuidadosamente sus mandatos que te entrego hoy, el Señor
tu Dios te pondrá por encima de todas las demás naciones del mundo.
Si obedeces al Señor tu Dios, recibirás las siguientes bendiciones.”
Deuteronomio 28:1-2. Como siervos del Señor, debemos ser tan o
más obedientes que los cuervos que alimentaron a Elías.
192
DÍA 94
193
encontraba en una situación de gran crisis, pero pudo levantar los
ojos al cielo y recordar que Dios no estaba en crisis, que para él, el
agua nunca se acaba. Elías sabía que, aunque el Querit se secara,
el agua que él necesitaba para saciar su sed interior siempre fluiría.
Siglos después, el Señor hizo la siguiente declaración: “El que cree
en mí, de su interior correrán ríos de agua viva.” Juan 7:38
194
DÍA 95
FALTA DE DECISIÓN
“¿Hasta cuándo van a seguir indecisos? Si el Dios verdadero es el Señor,
deben seguirlo, pero si es Baal, síganlo a él. El pueblo no dijo una sola palabra.”
1ª Reyes 18:21
La indecisión paraliza
Por más de tres años, la gente había estado oprimida, pero
nada hacían para resolver la situación. Quizás tenían miedo al
rey y a su ejército, o tal vez porque muchos creían que Baal era
realmente su dios. Cuando no decidimos, no podemos avanzar,
nuestra marcha se detiene, y eso es lo que le pasaba al pueblo de
195
Israel. Estar paralizados es ser improductivos, es no cumplir con
el propósito para el que Dios nos tiene en esta tierra. Nuestro
enemigo, el diablo, siempre estará contento con vernos detenidos
en el camino, mientras que la enseñanza bíblica nos desafía a
que avancemos y crezcamos. Dice el Apóstol: “Así que, amados
hermanos míos, manténganse firmes y constantes, y siempre creciendo
en la obra del Señor.” 1ª Corintios 15:58
La indecisión es cobardía
La razón por la que muchas veces no tomamos decisiones y
no nos jugamos por lo que creemos que es correcto es que no
nos animamos, tenemos miedo. La cobardía está ligada a la
incredulidad. La falta de fe para creerle a Dios y para confiar
en sus promesas nos impide tomar decisiones. Los hombres y
mujeres de fe siempre fueron personas de decisiones firmes.
Tenemos una lista muy larga en el libro de Hebreos de personas
que no fueron cobardes porque le creyeron a Dios: “…por fe
conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon
bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada,
sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batalla, pusieron
en fuga ejércitos extranjeros.” Hebreos 11:33-34
La indecisión es indiferencia
La pregunta fue: ¿hasta cuándo van a estar titubeando,
claudicando o vacilando? Cuando no decidimos por indiferencia,
estamos mostrando la incapacidad de ver la realidad. A estos,
el escritor José Ingenieros los llama mediocres. El Señor Jesús
los llamó tibios y dijo que él no acepta esta manera de vivir.
Viendo el ejemplo del pueblo de Israel, debiéramos presentarnos
delante de Dios y decirle que nosotros nos alineamos en las filas
de los hombres y mujeres de fe que toman decisiones correctas
aceptando los desafíos.
196
DÍA 96
198
DÍA 97
Dedicado al trabajo
El trabajo es un invento de Dios, desde el comienzo en Génesis
se ve a Dios trabajando en la creación. El trabajo es, además, un
mandato para el hombre. Los siervos de Dios deben ser personas
trabajadoras, como dijo Jesús: “Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo
trabajo.” Juan 5:17. No es posible participar haciendo la obra del
Señor sin estar dispuestos a trabajar y ser personas esforzadas y
dedicadas a la tarea asignada. En la primera aparición pública de
Eliseo, lo vemos arando el campo con doce yuntas de bueyes. Los
discípulos que eligió el Señor fueron hombres ocupados en sus
trabajos, y nosotros debemos seguir estos ejemplos.
Dispuesto a renunciar
Además de ser un hombre que trabajaba, Eliseo era alguien
con mucha claridad a la hora de elegir y definir sus prioridades.
199
Estuvo dispuesto a renunciar a su trabajo, a su empresa, a sus
bienes familiares, a su comodidad y vaya a saber a cuántas cosas
más por hacer la obra de Dios. En los campos del Señor, lo
primero que tenemos que saber es que no es posible dedicarnos a
servirle sin estar dispuestos a renunciar. Este principio estableció
Jesús cuando llamó a sus seguidores: “Si alguno quiere venir en pos
de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.” Mateo 16:24.
El seguimiento y el servicio al Señor siempre serán sinónimos de
renuncia. El mismo Jesús nos dejó el ejemplo: “El cual siendo en
forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
sino que se despojó a sí mismo” Filipenses 2:6-7. El Apóstol Pablo
dice: “Cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como
pérdida por amor de Cristo.” Filipenses 3:7. Cuando pretendamos
servir al Señor pero no sea nuestra prioridad porque tengamos
amores mayores, nos resultará en una carga y en ocasiones hasta
tedioso, porque solo hacemos con verdadera pasión aquello que
amamos. Eliseo estuvo dispuesto a dejar todo atrás y poner como
máxima prioridad la obra de Dios antes que sus doce yuntas de
bueyes. El relato nos dice que “araba con doce yuntas de bueyes
delante de él”. A partir de su decisión de servir a Dios, lo que iba
delante de Eliseo fueron los intereses del Señor.
200
DÍA 98
¿DOBLE PORCIÓN?
“Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí.”
2ª Reyes 2:9
Nuevo profeta
Al igual que a todos los mortales, al gran profeta Elías le llegó
el final de sus días. La tarea, por más sublime que fuera, debía
ser continuada por otros. Los grandes hombres de Dios que
pasaron por la historia son una evidencia de lo efímero de la vida
y nos vuelven a recordar que el único que permanece es el Señor.
Don Roberto Grancharoff solía decir: “Nosotros somos solo un
eslabón de la cadena en la obra de Dios”. Qué importante que
será para nuestro ministerio vivir conscientes de esto. El gran
Moisés dijo: “Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira,
acabamos nuestros años como un pensamiento.” Salmos 90:9. Elías
pasó y ahora comienza su tiempo Eliseo, quien también pasará,
pero Dios no pasará.
201
Nuevos desafíos
El trabajo de Elías fue muy importante porque desbarató el
engaño de la malvada Jezabel y la terquedad de Acab, quien llevó
al pueblo tras dioses ajenos. El ministerio de Eliseo es otro, debe
tratar especialmente con personas necesitadas del pueblo. Elías
fue el fundador de las escuelas de profetas, pero Eliseo tiene que
darle un impulso mayor. Elías trató especialmente con el rey de
Israel, Eliseo debe tratar con las autoridades de Siria. Cada vez
que el Señor llama a alguien, le asigna tareas específicas y espera
que las pueda desarrollar según las capacidades que él mismo
le dio. El Apóstol dice: “Cada uno según el don que ha recibido,
ministre a los demás, como buenos administradores de la multiforme
gracia de Dios.” 1ª Pedro 4:10. No debemos procurar parecernos
a los grandes siervos de Dios, debemos ser nosotros mismos, tal
como Dios nos creó y nos preparó.
El mismo Dios
En la obra de Dios pueden cambiar los siervos del Señor, pueden
ser diferentes los desafíos, pero lo que nunca va a cambiar es el
Señor de la obra. Esta verdad nos deja tranquilos y seguros, porque
a él podemos confiar nuestras vidas. Dice la carta apostólica:
“En Dios no hay mudanza, ni sombra de variación.” Santiago 1:17.
Dios tiene planes que está llevando adelante y nosotros podemos
participar en ellos. Como sus planes tienen una mirada eterna,
no los vive cambiando, como lo hacemos nosotros. El profeta
Jeremías le recuerda al pueblo las palabras del Señor: “Solo yo
sé los planes que tengo para ustedes. Son planes para bien, y no para
mal, para que tengan un futuro lleno de esperanza.” Jeremías 29:11.
El éxito del trabajo de Eliseo no iba a depender de él ni de sus
capacidades, sino de Dios, quien tenía trazado excelentes planes
que llevaría a cabo Eliseo.
202
DÍA 99
UN HOMBRE DE DIOS
“Le dijo a su marido: ¿Sabes de qué me he dado cuenta? ¡Que este hombre que
siempre pasa por nuestra casa es un santo varón de Dios!”
2ª Reyes 4:9
Una cama
Representaba el descanso que todo ser humano necesita,
porque así nos creó el Señor. El descanso físico suele tener poca
importancia para algunos siervos de Dios y esto los ha llevado a
tener serios problemas de salud. El agotamiento y el estrés son
“virus” que han contaminado a demasiados obreros del Señor,
que luego terminan en largos tratamientos. Algunos tuvieron
que abandonar el ministerio y otros quedaron afectados de por
vida. Debemos recordar que Dios, cuando terminó el trabajo de
la creación, descansó y dejó instrucciones sobre la importancia del
descanso. La falta de este descanso nos ha privado de contar con
siervos sanos que realicen la tarea pastoral y de liderazgo.
203
Una mesa
Aquí está representado el tiempo de la comida. La buena
alimentación permite que una persona esté sana y vigorosa
para la tarea que debe desarrollar. Es algo a lo que se le debe
dar la importancia que tiene. Dios nos da todo lo suficiente para
estar bien alimentados y, en ocasiones, no le damos el valor ni
la importancia al tiempo de alimentarnos. El Señor, como buen
judío, ocupó tiempo en estar bien físicamente y se cuidó comiendo
sano y lo que necesitaba para que su organismo funcione bien.
Una silla
Con este elemento representamos el tiempo de detenernos y
sentarnos. El activismo es otro “virus” que ataca con frecuencia
a los siervos de Dios. Hay quienes piensan que nunca deben
parar de trabajar. Piensan que sus vidas solo tienen valor cuando
están activos y corriendo de aquí para allá. Esto no es verdad,
Jesús estuvo muy ocupado, pero fue todo lo equilibrado que Dios
esperaba que fuera. El relato nos dice que “Jesús, cansado del camino,
se sentó junto al pozo.” Juan 4:6. Eran como las doce del mediodía
y el Señor decidió que no seguiría su actividad, sino que tomaría
un tiempo para descansar. Lo interesante de esto es que mientras
descansaba tuvo la oportunidad de ayudar a una mujer samaritana
y luego, a toda una ciudad. Jesús supo detenerse a tiempo.
Un candelero
Representa la importancia de vivir iluminado. Esta era la única
forma que el profeta tendría para poder manejarse. Los siervos
del Señor necesitamos vivir con la claridad suficiente para saber
cómo tomar las decisiones correctas. Solo quienes viven en luz
pueden guiar a otros a andar en luz.
204
DÍA 100
PERSONALIDADES DIFERENTES
“Naamán, general del ejército del rey de Siria, era varón grande delante de su señor,
y lo tenía en alta estima, porque por medio de él había dado Jehová salvación a Siria.
Era este hombre valeroso en extremo, pero leproso.”
2ª Reyes 5:1
205
este fuera a ver al profeta de Israel para ser sanado. La muchacha
era esclava y podía haber guardado mucho odio para quienes la
habían raptado de su país y de su familia y hasta podía haberse
alegrado con la enfermedad del general, pero no lo hizo. Ella
pudo superar el odio y mostrar con toda sencillez y alegría que su
Dios siempre tiene misericordia de quienes lo buscan. Quizás la
lección más grande que aprendemos de esta desconocida esclava
es que el amor de Dios en ella superaba cualquier circunstancia,
por más difícil que fuera. El amor siempre triunfa.
Un siervo confundido
El ayudante del profeta, ante el ofrecimiento de presentes
por parte del general sirio, se confundió y quiso recibir él este
donativo. Giesi no tenía claras las prioridades y las luces de
colores lo encandilaron con facilidad. Por esta razón, fue detrás
del sirio buscando sus dádivas, algo que a Eliseo le fastidió
grandemente: “¿Acaso es momento de recibir dinero y ropa, olivares
y viñedos, ovejas y ganado, sirvientes y sirvientas?” 2ª Reyes 5:26.
Cada uno de nosotros vive experiencias similares a esta historia
y puede identificar sus prioridades para decidir cómo va a actuar.
206
DÍA 101
CAMBIOS GENERACIONALES
“Un día, los miembros de la comunidad de los profetas le dijeron a Eliseo:
Como puede ver, el lugar donde ahora vivimos con usted nos resulta pequeño.”
2ª Reyes 6:1
Reflexión
La actitud que tuvieron estos jóvenes cuando miraron su propia
vivienda fue asumir que no estaban en un lugar cómodo. Esto
es reflexionar, poder mirarse a uno mismo, repensar la situación
presente, ser capaz de autoevaluarse. Esta actitud escasea en
nuestros días y pocas veces podemos mirarnos a nosotros mismos
con ojos críticos. Si de verdad queremos mejorar y superarnos
en la vida y en el ministerio, es necesario tomar conciencia de la
realidad y poder analizarla para luego tomar decisiones correctas.
El Apóstol Pablo dice: “Ten cuidado de ti mismo” 1ª Timoteo 4:16,
y en otra carta advierte: “Miren con diligencia cómo andan, no como
necios, sino como sabios.” Efesios 5:15
207
Respeto
Los hijos de los profetas invitaron al profeta a que los acompañara
al monte a cortar la madera para ampliar y mejorar la vivienda. Con
esta actitud, mostraron el respeto y la consideración que tenían
por el anciano director. Lo interesante es que Eliseo aceptó ir con
ellos porque también los respetaba y valoraba sus inquietudes. En
la sociedad que nos toca vivir, ha pasado de moda respetar a los
mayores, pareciera que el valor de una persona está en ser joven.
Esta actitud habilita el desprecio y la desconsideración a la gente
mayor. La Biblia enseña todo lo contrario, desde muy temprano
en el texto sagrado aparecen instrucciones acerca del trato que se
le debe dar a los de edad mayor. La ley del Señor dice: “Ponte de pie
en presencia de los mayores. Respeta a los ancianos; teme a tu Dios. Yo
soy el Señor.” Levítico 19:32. Cuando no se respeta a los ancianos,
se está despreciando el pasado y no se valora la tarea realizada
por ellos. Debemos recordar que nosotros estamos aquí hoy por
la labor de quienes nos antecedieron y todo lo que sabemos es el
resultado de su trabajo y enseñanza.
Responsabilidad
Mientras cortaban la madera en el bosque, a uno de los jóvenes
se le cayó el hacha al río y se lamentó grandemente porque la
herramienta era prestada. La responsabilidad de este muchacho
lo hizo lamentarse mucho porque debía devolverla a su dueño.
El profeta Eliseo estaba presente en la expedición de trabajo e
hizo el milagro de hacer flotar el hierro y devolver el hacha a su
dueño. Este grupo de jóvenes pudo resolver el problema que se les
presentó porque trabajaron en armonía jóvenes y mayores.
208
DÍA 102
El rey de Siria quiso conquistar Israel, pero cada vez que los sirios
planeaban atacar a los israelitas, el profeta del Señor descubría sus
estrategias militares al rey de Israel y frustraba el ataque. Alguien
le avisó a Ben-adad, rey de Siria, de la presencia de Eliseo en
medio del pueblo de Dios, quien impedía que los sirios tomaran
por sorpresa a los israelitas. El rey enemigo decidió sitiar la
pequeña Dotán, donde se encontraba el profeta del Señor y así
terminar con su vida. Por la mañana, el siervo del varón de Dios
salió de su tienda y se encontró que Dotán estaba rodeada por
los sirios y listos para atacar. El clamor desesperado del joven
sirviente de Eliseo fue: “¡Ay, Señor mío! ¿y ahora qué vamos a hacer?”
2ª Reyes 6:15. El profeta le dio la mejor respuesta, fue una oración
a Dios. En esta oración, pidió algo un poco extraño que nos debe
ayudar a reflexionar sobre la manera de enfrentar las adversidades.
No negar la realidad
Eliseo no le dijo al joven sirviente que los sirios no estaban allí,
no trató de minimizar el problema. El profeta del Señor sabía
que estaban en serias dificultades, conocía de la crueldad de los
sirios, sabía que si los tomaban como prisioneros tendrían pocas
chances de salvar sus vida. En ocasiones se cofunde la fe con la
ignorancia o la negación de la realidad, y nada de esto es lo que
hizo Eliseo.
209
Ver lo que Dios está haciendo
El profeta pudo ver otra realidad no visible para los ojos de los
incrédulos, una realidad superior, que le es conferida por el mismo
Dios a quienes lo conocen y confían en él. Esta es la razón por la
que elevó una oración al Señor, no pidió que cambiara la realidad,
sino que cambiara la visión de su sirviente: “Señor, ¡abre los ojos
de este joven para que vea!” Cualquiera podría preguntarse: ¿qué
cosa tiene que ver con claridad el ayudante del profeta? Cuando
estamos frente a un problema, nos es difícil identificar el obrar de
Dios en medio de la situación y solemos perder de vista que Dios
sigue teniendo el control de todo. El profeta veía lo que otros no
veían, lo que su siervo no veía. El hombre de Dios podía ver al
ejército poderoso del Señor guardando su vida y esto hacía que el
miedo no lo acobardara. Dios respondió la oración de Eliseo y el
siervo finalmente pudo ver con los ojos de la fe la otra realidad:
“Así que el Señor abrió los ojos del joven, y cuando levantó la vista vio
que la montaña alrededor de Eliseo estaba llena de caballos y carros
de fuego.”. Ahí, el sirviente entendió que Dios tenía todo bajo su
control.
210
DÍA 103
Dios presente
“Jehová estuvo con Josafat”, este fue el mayor secreto de su éxito,
todas las demás cosas y los grandes logros que nos permite ver el
relato son consecuencia de la presencia de Dios en su vida. Dios
se hace presente y se manifiesta en la vida de una persona cuando
esta se lo permite. El Señor nunca toma el control de una vida por
la fuerza. Esto es lo que el profeta Azarías le había dicho al rey y
al pueblo: “Escúchenme ustedes, Asa y todo Judá y Benjamín: El Señor
estará con ustedes, si ustedes están con él. Si lo buscan, lo hallarán; pero
si lo dejan, también él los dejará.” 2ª Crónicas 15:2. Posiblemente
Josafat era ya un muchacho cuando Dios le advirtió a su padre
sobre la importancia de buscar al Señor de todo corazón. El hijo
de Asa era muy joven cuando oyó al profeta Azarías pronunciar
esta sentencia, pero tomó en serio esta palabra y la aplicó luego
en su reinado. Así lo expresa el relato, refiriéndose a Josafat: “Sino
que buscó al Dios de su padre, y anduvo en sus mandamientos, y no
según las obras de Israel.” 2ª Crónicas 17:4. El éxito de este rey fue
211
que Dios estuvo presente en su vida y en su trabajo. También es
el secreto para nuestras vidas, porque lo más importante siempre
será que Dios esté presente.
Dios obedecido
Las promesas de Deuteronomio eran muy claras para el pueblo
de Dios; si ellos se ajustaban a los principios de la ley, les iría bien:
“Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner
por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también
Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra.”
Deuteronomio 28:1. El Señor, como siempre, estaba cumpliendo
su promesa en la vida de este nuevo rey de Judá. No hay desgracia
mayor para un hijo de Dios que vivir en desobediencia. El relato
bíblico está lleno de ejemplos de personas que se rebelaron a la
voluntad de Dios y las consecuencias fueron muy tistes. El pastor
Cipriano Geldres solía repetir con frecuencia en sus sermones:
“En la obediencia está la ganancia”. Sin duda que tenía razón,
porque obedecer al Señor nos conduce al verdadero éxito.
Dios único
Josafat se mantuvo alejado de los falsos dioses, el relato nos dice
que “no buscó a los baales”. Dios castigó severamente a aquellos reyes
que se inclinaron a otros dioses porque detesta la idolatría, eso fue
lo que le dijo al antiguo Saúl cuando desobedeció sus mandatos
(1ª Samuel 15:23). El Señor no comparte su gloria ni su lugar de
preeminencia con nadie, el gran mandamiento comienza: “Oye
Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.” Deuteronomio 6:4, y la ley
dice: “No tendrás dioses ajenos delante de mí… no te inclinarás a ellas,
ni las honrarás.” Éxodo 20:3-5. La vida de Josafat fue bendecida y
guardada por el Señor porque mantuvo a Dios como prioridad
en su vida.
212
DÍA 104
ENSEÑAR EL LIBRO
“ Y enseñaron en Judá, teniendo consigo el libro de la ley de Jehová,
y recorrieron todas las ciudades de Judá enseñando al pueblo.”
2ª Crónicas 17:9
La tarea de enseñar
En Jerusalén había sacerdotes capacitados que hacían el trabajo
de enseñar la ley, pero en muchas ocasiones quedaba a criterio
de la buena disposición y posibilidades que tuvieran para llevar
adelante la enseñanza. El rey tenía el poder y contaba con todos
los medios para hacer que este mandato de Dios de instruir al
pueblo se cumpliera, y Josafat lo hizo. En todos los ámbitos de la
vida, la ignorancia lleva a la destrucción y al desastre. No conocer
las verdades de Dios nos conduce al desvío del camino, esto es lo
que le sucedió al pueblo de Dios en muchas ocasiones. El profeta
Oseas declaró: “Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento.”
Oseas 4:6. La responsabilidad de los padres, de los líderes y de los
pastores es enseñar todo el consejo de Dios, como nos exhorta el
Apóstol. La mejor inversión que podemos hacer en la gente que
lideramos es enseñarles la Palabra del Señor. Esto es lo único que
los hará fuertes y los preparará para enfrentar las adversidades de
la vida. Los hijos bien instruidos en los principios de Dios tendrán
mayores posibilidades de cumplir con los propósitos que el Señor
tiene para ellos: “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere
viejo no se apartará de él.” Proverbios 22:6. Un pueblo que conoce
las verdades de la Palabra tiene mayores chances de no desviarse
del camino que Dios quiere que recorramos.
213
La necesidad de llevar el libro
La enseñanza que Josafat dispuso para el pueblo no fue sacada
de un autor de moda, ni de una nueva línea de pensamiento que
había aparecido últimamente en Judá. Los sacerdotes y levitas,
junto con los príncipes a quienes se les encargó la tarea, debían
“llevar consigo el libro de la ley de Jehová”, de allí tenían que
sacar la instrucción. Ese era el manual de estudio, por lo tanto,
debían conocerlo y saber enseñarlo con toda sencillez y claridad.
La instrucción al antiguo líder de Israel fue: “Nunca se apartará
de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en
él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito;
porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”
Josué 1:8. Este gran siervo de Dios siguió las instrucciones del
manual divino. Todos sabemos que le fue bien y que cada una
de las promesas de Dios se cumplieron en su vida y el ministerio
que desarrolló como sucesor de Moisés. Josafat se dio cuenta de
la importancia de seguir la guía y dirección de la Palabra de Dios
y le fue bien.
214
DÍA 105
Con temor
La manera de administrar justicia debía ser bajo el temor del Señor,
esto no refiere a hacerlo con miedo o a ser un pusilánime. Esto
significa que debían actuar conscientes de la presencia de Dios.
Como dice el Apóstol: “… No sirviendo al ojo como los que quieren
agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios.”
Colosenses 3:22. Cuando hacemos las cosas con temor al Señor, las
hacemos con excelencia, con humildad y con un profundo deseo
de agradar a nuestro Dios, esperando que él apruebe la tarea. Por
esta razón, Josafat les dice a sus enviados que procedieran con
temor.
215
Con verdad
Solemos decir que la mentira es lo opuesto a la verdad y es cierto,
pero no es menos cierto que la mentira es lo más parecido a la
verdad. Cuando se aplica justicia, se lo debe hacer desde el marco
de la verdad. Por esta razón decimos que para administrar justicia
se debe transitar el camino de la verdad, de lo contrario, se cae en la
injusticia y en el favoritismo. La Biblia tiene mucho para decirnos
al respecto. El proverbio dice: “Compra la verdad y no la vendas.”
Proverbios 23:23. Esto significa que debemos procurar por todos
los medios obtener la verdad y nunca entregarla, cambiarla o
venderla. La verdad es un principio que debe conservarse al precio
que sea necesario. Para poder administrar justicia con la verdad, se
debe practicar la verdad, ser hombres de verdad en todas las áreas
de la vida. El Apóstol Pablo instruye a los cristianos a que vivan
en la verdad y les dice: “Cada uno de ustedes debe desechar la mentira
y hablar la verdad con su prójimo; porque somos miembros los unos de
los otros.” Efesios 4:25. Josafat tenía claras estas ideas y les pidió a
los jueces que envió a recorrer las ciudades que procedieran con
verdad.
Con integridad
Una persona íntegra no es alguien que nunca se equivoca o que
no comete pecado, sino alguien que tiene un corazón entero para
Dios, como lo fue el corazón de David. Hay una bendición en la
Biblia para los que tienen ese tipo de corazón: “El que camina en
integridad anda confiado”, seguida de una advertencia: “Mas el que
pervierte sus caminos será quebrantado” Proverbios 10:9. Hacer las
cosas sin integridad es hacerlas por motivos que no tienen que ver
con lo recto y justo, sino con otros intereses, a veces personales,
familiares, políticos u otros que nada tienen que ver con lo que
Dios aprueba. Por esta razón, Josafat les pidió a los jueces que
procedieran con corazón íntegro.
216
DÍA 106
DECLARACIÓN DE INSOLVENCIA
“¡Oh Dios nuestro! ¿no los juzgarás tú? Porque en nosotros no hay fuerza contra tan
grande multitud que viene contra nosotros; no sabemos qué hacer,
y a ti volvemos nuestros ojos.”
2ª Crónicas 20:12
Problemas inesperados
Todo parecía estar en calma en el reino de Judá, el pueblo disfrutaba
de andar en los caminos de la ley del Señor. Nada hacía suponer
que se acercaba una guerra y que toda la nación se encontraría
ante un gran peligro. El relato comienza diciendo: “Pasadas estas
cosas, sucedió que los hijos de Moab y Amón, y con ellos otros de los
amonitas, vinieron contra Josafat a la guerra.” 2ª Crónicas 20:1.
La bonanza suele ser una pausa entre dos crisis. No debiéramos
desesperar cuando aparecen, porque el mismo Dios de la quietud
y bendición es el Dios que quiere manifestarse en la guerra y en la
tormenta que pudiéramos tener que atravesar. El salmista decía:
“Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón. Aunque
contra mí se levante guerra, yo estaré confiado.” Salmos 27:3
Pedido de auxilio
Ante la tremenda noticia de que el enemigo se aproximaba con
un gran ejército para pelear contra el pueblo de Judá, Josafat
siente mucho miedo, así lo expresa la versión Reina Valera
Contemporánea: “Lleno de miedo, Josafat se dispuso a consultar
al Señor, y ordenó que todos en Judá ayunaran.” 2ª Crónicas 3:20.
217
Tener miedo no es lo grave, el asunto es ¿qué hacemos con el
miedo? Josafat hizo lo que un hijo de Dios debe hacer en estos
casos: presentarse delante de Dios y exponer la situación. Es muy
importante notar que el rey convocó a todo el pueblo para pedir
ayuda al Señor. Josafat no ocultó su preocupación e insolvencia
para resolver el asunto. El rey le dijo a Dios: “No sabemos qué hacer,
y a ti volvemos nuestros ojos.”. No debiéramos olvidar que, cuando
estamos en crisis o en necesidad, la comunión con el pueblo de
Dios para clamar en búsqueda de ayuda es algo que a él le agrada.
La reacción de Josafat fue correcta, se apropió de la promesa dada
por el mismo Señor a Salomón en la dedicación del templo: “Si
se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren,
y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces
yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.”
2ª Crónicas 7:14
218
DÍA 107
Pax romana
Según la Enciclopedia Británica, esta es una expresión latina para
referirse al período de calma interior y seguridad exterior de más
de doscientos años que vivió el Imperio Romano. Todos sabemos
que esta paz romana fue lograda por medio de la violencia y de
la fuerza del poderoso ejército del imperio. Ellos decían: “Aquí
va a haber paz sí o sí”. Un escritor cristiano, refiriéndose a esta
paz, dice: “La fuerza del ejército romano ejerció el poder absoluto
sobre el mundo conocido logrando una especie de paz”. Cuando
la paz se impone por medio de la violencia, no es paz. Eso es
lo que los romanos habían conseguido: someter a los pueblos
vecinos y obligarlos a estar en paz con ellos. Esta no es la clase de
paz que el Señor quiere darnos.
Eirene griega
La idea de paz que transmite este término es la de una situación
en la que no hay guerra y es considerada sinónimo de tranquilidad.
Eirene es ausencia de problemas, y esto no es posible en la vida
219
de ninguna persona en esta tierra. El Señor Jesús advirtió a sus
seguidores que siempre tendrían problemas y dificultades, pero
que esto no les quitaría la paz: “Estas cosas les he hablado para
que tengan paz. En el mundo tendrán aflicciones; pero confíen, yo
he vencido al mundo.” Juan 16:33. La ausencia de problemas no
es sinónimo de paz. El relato bíblico está lleno de historias de
personas que pasaron por grandes adversidades y, sin embargo,
disfrutaron de quietud interior y vivieron con la paz que viene de
parte de Dios.
Shalom judío
Es la palabra que utilizaban y utilizan aún los hebreos para
saludarse. Con ella expresan buenos deseos. El término shalom
refiere tanto a la paz entre dos partes (especialmente entre el
hombre y Dios o entre dos países), como también a la paz interior
o tranquilidad de una persona. Shalom no es solo la ausencia
de conflicto o la desaparición de hostilidad, sino que significa
también un retorno al equilibrio y a la justicia. Esto es lo que
hace Dios con nosotros cuando interviene en nuestras vidas. La
idea de paz en el concepto bíblico refiere al estado de armonía
que produce Jesucristo entre Dios y nosotros, así lo expresa el
Apóstol: “Justificados por la fe, tenemos paz para con Dios, por medio
de nuestro Señor Jesucristo.” Romanos 5:1. La paz de la que disfrutó
Josafat fue la paz dada por el mismo Dios, este rey nada podía
hacer para conseguirla, porque no le era posible con sus propias
fuerzas. Qué bueno es saber que podemos disfrutar cada día y por
la eternidad de la paz dada por el Príncipe de Paz. Él nos aseguró:
“La paz les dejo, mi paz les doy; yo no la doy como el mundo la da. No
dejen que su corazón se turbe, ni tenga miedo.” Juan 14:27
220
DÍA 108
MALAS AMISTADES
“Pasadas estas cosas, Josafat rey de Judá trabó amistad con Ocozías rey de Israel,
el cual era dado a la impiedad.”
2ª Crónicas 20:35
Pérdida de prestigio
El rey de Judá había ganado buena reputación y la gente lo
apreciaba mucho por las buenas medidas de gobierno que
había tomado. Cuando se asoció a Ocozías, la gente se vio muy
desilusionada, ya que la fama de rey de Israel era muy mala. Así lo
describe la crónica: “También él anduvo en los caminos de la casa de
221
Acab, pues su madre le aconsejaba que actuase impíamente. Hizo, pues,
lo malo ante los ojos de Jehová, como la casa de Acab; porque después
de la muerte de su padre, ellos le aconsejaron para su perdición.”
2ª Crónicas 22:2-4. El proverbio de Salomón advierte sobre las
malas compañías y sobre las consecuencias que se sufren por
compartir con ellos el camino: “El que anda con sabios, sabio será;
mas el que se junta con necios será quebrantado.” Proverbios 13:20
222
DÍA 109
UN REY FUERTE
“Así que Jotam se hizo fuerte, porque preparó sus caminos delante de Jehová su Dios.”
2ª Crónicas 27:6
Mente preparada
Dios espera que ocupemos nuestra mente, nuestros pensamientos,
en la verdad que él nos enseña en la Palabra, así se lo dijo a Josué:
“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de
noche meditarás en él…” Josué 1:8. Este le obedeció y se hizo un
hombre fuerte. El salmista, cuando habla acerca del éxito y la
prosperidad del hombre piadoso, dice: “Sino que en la ley de Jehová
está su delicia y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol
plantado junto a corrientes de agua, que da su fruto a su tiempo y su
hoja no cae; y todo lo que hace prosperará.” Salmos 1:2-3. Ocupar la
mente en pensar los pensamientos de Dios es una condición para
ser un hombre fuerte.
Corazón preparado
Asociamos lo que pasa por el corazón a nuestra parte afectiva:
223
tristeza, alegría, odio, amor… Aun cuando la Biblia asocia
corazón también a los pensamientos, nosotros identificamos el
corazón con los sentimientos. Estos se alimentan de la realidad
que vivimos y de lo que recibimos. Una persona que busca a Dios
encuentra buen recibimiento y mucho amor y, por lo tanto, ama
mucho a Dios. Dice el Apóstol: “Nosotros le amamos a él, porque él
nos amó primero.” 1ª Juan 4:19. Cuando amamos a Dios, la única
forma que tenemos para demostrárselo es obedeciéndolo, es decir,
haciendo su voluntad. Jotam era un hombre que tenía su corazón
dispuesto para Dios.
Voluntad preparada
Dios nos ha dado la capacidad y la posibilidad de decidir, y es
muy respetuoso de nuestra libertad. Esta es la razón por la que
hay personas que deciden agradar a Dios y otras a las que no
les interesa hacer lo que Dios dice. Tristemente vemos cómo
muchos desperdician sus vidas tomando decisiones equivocadas y
contrarias a la voluntad de Dios. En el caso de Jotam, no fue así.
Leemos que él “preparó sus caminos delante de Jehová su Dios”. Esto
significa que el joven rey tomó una decisión y fue agradar a Dios.
La consecuencia de esta sabia decisión fue que el rey Jotam se
hizo fuerte, y fue muy poderoso. ¿Sabes por qué? Porque aceptó el
desafío de Dios. La promesa del Señor es esta: “El Señor te pondrá
a la cabeza, nunca en la cola. Siempre estarás en la cima, nunca en el
fondo, con tal de que prestes atención a los mandamientos del Señor tu
Dios que hoy te mando, y los obedezcas con cuidado.” Deuteronomio
28:13. No debiera sorprendernos la grandeza que alcanzó el
rey Jotam, porque lo normal es que a quien hace la voluntad de
Dios le va bien, porque esa es su promesa: “ Y todo te saldrá bien.”
Josué 1:8
224
DIA 110
ORACIÓN DESESPERADA
“Mas Joacaz oró en presencia de Jehová, y Jehová lo oyó; porque miró la aflicción de
Israel, pues el rey de Siria los afligía.”
2ª Reyes 13:4
Todos los reyes de Israel hicieron lo malo ante los ojos del Señor,
siguiendo el mal ejemplo de su antepasado Jeroboam. Siguieron
quebrantando el pacto de Dios al ir tras dioses ajenos en lugar
de adorar solo a Jehová, el Dios de Israel. El rey Joacaz no fue la
excepción, pero este texto que estamos considerando nos permite
ver la gran misericordia de Dios por su pueblo. Tres verbos definen
el cuadro de esa gran misericordia.
Oró Joacaz
El Señor se enojó mucho con el pueblo de Israel. Dice el relato
que fue Dios quien “los entregó en mano de Hazael rey de Siria, y en
mano de Ben-adad hijo de Hazael, por largo tiempo” 2ª Reyes 13:3.
Fueron perdiendo territorio y la aflicción que los sirios causaron
al pueblo era grande. El rey, en su desesperación, clamó a Dios
por ayuda, dice el relato que “Joacaz oró en presencia de Jehová”.
El apremio en el que se encontraba lo llevó a esta desesperada
oración. La oración es el recurso que siempre tendremos a nuestra
disposición, el mismo Dios dijo por boca del profeta: “Clama a
mí y yo te responderé y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no
conoces.” Jeremías 33:3. Los cristianos solemos dejar la oración
como último recurso, como lo hizo Joacaz, pero no debiera ser
así. La oración, como dice el pastor Ronald Hussey: “Es como
nuestra respiración, no es posible vivir sin ella.”.
Oyó el Señor
En medio de la desesperación, este perverso rey clamó al Señor y
225
como Dios nunca deja de oír, lo oyó porque es Dios y es grande
en misericordia. A nuestro juicio, Dios debería haber hecho
oídos sordos a un hombre como Joacaz, pero el Señor no se hizo
el distraído, sino que atendió su clamor. Cuando el rey David
hizo una oración desesperada, el Señor lo escuchó y lo libró de
la aflicción, fue entonces que escribió: “Pacientemente esperé a
Jehová, y se inclinó a mí y oyó mi clamor y me hizo sacar del pozo
de la desesperación, del lodo cenagoso.” Salmos 40:1-2. Nos asombra
que Dios haya escuchado de la misma manera y con la misma
atención la oración del rey David y la de Joacaz. Según nuestra
evaluación, uno merece más que el otro ser oído, pero Dios es
Dios y su carácter lleno de misericordia nos vuelve a dejar sin
palabras. El mismo David, cuando intenta decirnos cómo es
Dios, escribe: “Misericordioso y clemente es Jehová; lento para la
ira y grande en misericordia… no ha hecho con nosotros conforme a
nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.”
Salmos 103:8-10
Miró el Señor
La expresión “miró la aflicción de Israel, pues el rey de Siria los
afligía”, no refiere a una mirada pasiva o contemplativa. La
mirada de Dios es para ayudar, para dar respuesta al clamor de
este desesperado hombre. El texto siguiente dice: “Dio Jehová
salvador a Israel, y salieron del poder de los sirios, y habitaron los hijos
de Israel en sus tiendas como antes.” 2ª Reyes 13:5. El Señor siempre
estará dispuesto a ayudarnos, a sacarnos del peor momento
y circunstancia adversa que podamos estar atravesando. Solo
espera que clamemos a él y él se hará presente porque es fiel a sus
promesas. En este relato se hace evidente la declaración paulina:
“Si fuéremos infieles, él permanece fiel; él no puede negarse a sí mismo.”
2ª Timoteo 2:13
226
DÍA 111
228
DÍA 112
VOLVER A EMPEZAR
“En el mes primero del primer año de su reinado, Ezequías abrió las puertas del
templo del Señor, y las reparó.”
2ª Crónicas 29:3
230
DÍA 113
EL SECRETO DE LA VICTORIA
“Esforzaos y animaos; no temáis, ni tengáis miedo del rey de Asiria,
ni de toda la multitud que con él viene; porque más hay con nosotros que con él.”
2ª Crónicas 32:7
Problemas inesperados
Llama la atención cómo se inicia este capítulo: “Después de estas
cosas y de esta fidelidad, vino Senaquerib rey de los asirios e invadió
a Judá, y acampó contra las ciudades fortificadas, con la intención
de conquistarlas.” 2ª Crónicas 32:1. Ezequías estaba haciendo las
cosas bien, había tomado decisiones correctas y el Señor aprobaba
su manera de conducirse. Cuando hacemos lo que Dios espera
que hagamos, el adversario se enoja y pretende arruinar la obra
de Dios. Debemos saber que el diablo está derrotado y lo único
que puede hacer es molestar, pero nunca podrá detener la obra de
Dios. Es verdad que el relato nos presenta a un ejército rodeando
231
la ciudad y pareciera que la invasión es inminente, pero no fue así,
porque Dios estaba del lado de su pueblo.
Preparación adecuada
Cuando el rey recibió el informe del estado de situación, no
se quedó con los brazos cruzados, sino que tomó decisiones
apropiadas. Primero, se reunió con el equipo para analizar y
buscar estrategias de resistencia y de cómo superar la situación.
Luego, cortaron el flujo de agua para que los invasores no tuvieran
provisión, arreglaron algunos muros y construyeron otros. El rey
nombró nuevos líderes para que condujeran esta etapa de crisis.
Todo estaba organizado de modo que presentarían una buena
defensa frente a los sirios que ya estaban comenzando a rodear
las ciudades de Judá. Es importante que, frente a los ataques del
enemigo, no nos quedemos pasivos, pensando que no podemos
hacer nada. Debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance.
Hay algunas decisiones que nos corresponde a nosotros tomar.
La confianza en la victoria siempre la pondremos en el poder del
Señor y no en nuestras estrategias, aun cuando las tengamos.
232
DÍA 114
Muestra impotencia
El ejército de asiria era muy poderoso, había realizado grandes
conquistas y todos le tenían respeto y mucho miedo. Cuando
Ezequías se dio cuenta de que ya tenía a los soldados de
Senaquerib rodeando su ciudad, comenzó a ver que no era posible
ganar esa batalla. Él se había preparado y había organizado la
defensa de la mejor manera, pero esto no era suficiente. Así es
como suele sucedernos en muchas ocasiones. Cuando pareciera
que hicimos todo lo que estaba a nuestro alcance, pero eso no
233
es suficiente para lograr los objetivos, nos sentimos frustrados e
impotentes, como este rey de Judá. El Apóstol Pablo también se
sentía impotente para realizar la obra de Dios y por esto dice:
“No que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo
como de nosotros, sino que nuestra competencia proviene de Dios.”
2ª Corintios 3:5
Muestra desesperación
La impotencia es la sensación de no ser capaz, de no poder,
mientras que la desesperación es el sentimiento de angustia y
desolación interior por no saber qué camino tomar. Quienes sirven
a Dios, como Ezequías, pueden ser librados de este estado de
conflicto, como lo declaró el Apóstol Pablo: “Estamos atribulados
en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados;
perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos.”
2ª Corintios 4:8-9. El párrafo del Apóstol termina diciendo: “Pero
gracias a Dios, el cual nos lleva siempre de triunfo en triunfo en Cristo
Jesús.” 2ª Corintios 2:14
Muestra dependencia
Ezequías hizo lo mejor que podía, en realidad lo único que debía
hacer frente a la terrible amenaza del rey de Asiria. Como dice
el historiador Flavio Josefo refiriéndose a este hecho: “Leídas
estas cartas, Ezequías mantuvo, sin embargo, su buen ánimo,
por la confianza que depositara en Dios. Dobló las cartas y las
depositó en el Templo”. El relato del libro de los Reyes, como el
de Isaías 36, nos dice literalmente que el rey “extendió las cartas
delante de Jehová”. Esto es lo que debemos hacer en cualquier
circunstancia difícil que nos toque enfrentar, cuando la impotencia
y la desesperación nos invaden. El Apóstol Pedro nos dice:
“Echen toda la ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de ustedes.”
1ª Pedro 5:7. Así lo hizo Ezequías y Dios le dio una gran victoria.
234
DÍA 115
He oído tu oración
Orar no es solo elevar un pedido a Dios, orar es mucho más que
hablar con Dios. Orar es depender de Dios, es declararle nuestra
235
insolvencia, nuestra incapacidad para conseguir lo que le estamos
pidiendo. Orar es dejar claro que no podemos y que necesitamos
su ayuda. Orar es inclinarnos delante de la grandeza de Dios y
reconocer nuestra bajeza. Orar es reconocer que mientras Dios
puede todo, nosotros no podemos nada. Orar es reconocernos
incapacitados y necesitados de la ayuda de Dios. Orar es buscar
al Dios poderoso y clamar por misericordia. Esto es lo que hizo
Ezequías cuando abrió sus labios para pedir que el Señor lo sanara
y le concediera vivir. La promesa dicha por Jeremías se cumplió
para este hombre enfermo y desesperado: “Clama a mí, y yo te
responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.”
Jeremías 33:3
236
DÍA 116
La disciplina es inevitable
El libro de Deuteronomio está lleno de indicaciones acerca de
cómo debían comportarse los reyes del pueblo de Dios, pero
Manasés no las siguió. Seguramente los profetas de su época
advirtieron a Manasés, de parte del Señor, sobre sus desvíos y
pecados, pero él no los oyó. Todo esto hizo que Dios decretara
una fuerte disciplina para el rey y su pueblo. Las consecuencias
del pecado de Manasés y su mal ejemplo siguieron con su hijo
Amón, a quien mataron sus propios hijos. Nunca pueden medirse
las consecuencias del pecado, por eso debemos cuidarnos y estar
atentos a obedecer la ley del Señor.
La restauración es posible
Todo indicaba que la disciplina y castigo del Señor para este
hombre terminaría en su destrucción total y definitiva, pero no
fue así. El relato nos dice: “Habiendo orado a él, fue atendido; pues
Dios oyó su oración y lo restauró a Jerusalén y a su reino. Entonces
reconoció Manasés que Jehová era Dios.” 2ª Crónicas 33:13. Una
vez más, aparece la inexplicable gracia y misericordia del Señor
para aquellos que se humillan y claman por perdón. Volvemos a
sorprendernos del amor y paciencia de Dios para con Manasés y
para con nosotros.
238
DÍA 117
Josías fue el mejor rey de Judá, así lo expresa el relato: “No hubo
otro rey antes de él, que se convirtiese a Jehová de todo su corazón, de
toda su alma y de todas sus fuerzas, conforme a toda la ley de Moisés; ni
después de él nació otro igual.” 2ª Reyes 23:25. Su reinado duró treinta
y un años e hizo las mayores reformas que un rey haya hecho en
Judá. El gran despertar espiritual para hacer estas reformas está
basado en un hecho extraordinario: el descubrimiento del libro de
la ley de Moisés. Por años, el libro de Dios había estado guardado,
bien guardado, de modo que no lo leían ni los dirigentes ni el
pueblo. Cuando el sacerdote Hilcías halló el libro, lo comunicó
inmediatamente al escriba Safán, quien lo leyó y luego se lo
presentó al rey para que él también lo leyera. Cuando Josías leyó
el libro de la ley, se produjo una conmoción en su ser interior
y rasgó sus vestiduras en señal de estar muy afligido delante
de Dios. El rey pidió que se consultase a la profetisa Hulda y
esta le declaró el enojo del Señor y el castigo decretado por la
idolatría y desobediencia del pueblo de Judá. Josías recibió una
palabra especial de parte del mismo Dios, porque su corazón
estuvo dispuesto cuando tomó conciencia de la situación en la
que se encontraban. Las palabras del Señor para Josías fueron
muy elocuentes: “Por cuanto oíste las palabras del libro, y tu corazón
se enterneció, y te humillaste delante de Jehová… también yo te he
oído, dice Jehová.”. Fueron tres las razones por las que el Señor
oyó la oración de Josías y decretó que no sufriría el castigo de la
desobediencia de su pueblo.
239
Oíste las palabras del libro
Dios toma muy enserio el grado de atención que le damos a su
Palabra. Vez tras vez la Biblia nos recuerda la importancia que
tiene oír con atención la voz de Dios a través de su Palabra.
Cuando Josías leyó el libro de la ley, le prestó toda su atención y
se preocupó por ponerla en práctica en su vida y en el reino que
manejaba. Minimizar el valor y el contenido del libro de Dios
nos deja expuestos a la disciplina del Señor. Cada día debiéramos
presentarnos en la presencia de Dios y decir: “Habla Señor, porque
tu siervo oye.” 1ª Samuel 3:10
Tu corazón se enterneció
Este verbo da la idea de un corazón sensible, blando y que se hace
tierno. Lo contrario a enternecernos es cuando somos duros para
aceptar la autoridad de la Palabra de Dios. Josías no trató de buscar
excusas o de encontrarle una interpretación diferente a lo que
claramente decía el libro. Dios no se agrada cuando intentamos
que la Biblia diga lo que no dice o diga lo que a nosotros nos
gustaría que dijera. Dice el profeta: “Oh Señor, he oído tu Palabra y
temí.” Habacuc 3:1. A Dios le agradó la actitud de Josías.
240
DÍA 118
INFLUENCIA
“ Y quitó Josías todas las abominaciones de toda la tierra de los hijos de Israel, e hizo
que todos los que se hallaban en Israel sirviesen a Jehová su Dios. No se apartaron de
en pos de Jehová el Dios de sus padres, todo el tiempo que él vivió.”
2ª Crónicas 34:33
241
Juan, Jesús les lavó los pies a todos los que estaban sentados a
la mesa; luego les habló y les dijo: “Ejemplo os he dado, para que
como yo he hecho, ustedes también hagan.” Juan 13:15. Jesús esperaba
que sus discípulos, quienes se transformarían en poco tiempo
en los grandes líderes de su iglesia, conocieran este principio
de liderazgo. Los seguidores repiten el modelo que ven en sus
líderes. Esta fue la experiencia que se ve en Josías y la manera en
que respondió el pueblo.
242
DÍA 119
OÍDOS SORDOS
“Sedequías hizo lo malo ante los ojos del Señor su Dios, y no se humilló delante del
profeta Jeremías, que le hablaba de parte del Señor.”
2ª Crónicas 36:12
243
No quisieron escuchar
El Señor le reclamó a Israel en varias ocasiones, pero ellos no
quisieron oír su palabra, esto mismo le sucedió a Judá: “¡Oh, si
me hubiera oído mi pueblo, si en mis caminos hubiera andado Israel!
En un momento habría derribado a sus enemigos.” Salmos 81:13-14.
Esta actitud de hacer oídos sordos a la voz de Dios le resultó muy
caro al reino de Israel y ahora Judá, el reino del Sur, seguía el
mismo camino. El Señor lamentó que no hubieran aprendido de
la experiencia del reino del Norte. Esto mismo puede pasarnos a
nosotros si no estamos dispuestos a escuchar al Señor.
No quisieron obedecer
El no querer escuchar al profeta fue una muestra de su soberbia,
así lo dice el relato: “Sedequías… no se humilló delante del profeta
Jeremías, que le hablaba de parte del Señor.”. Todo Judá fue tras la
desobediencia de Sedequías y Dios se fastidió grandemente, así
se describe el estado de situación: “Mas ellos hacían escarnio de los
mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus
profetas, hasta que subió la ira de Jehová contra su pueblo, y no hubo ya
remedio.” 2ª Crónicas 36:16. No solo no escuchaban y desobedecían
las instrucciones dadas en la ley del Señor, sino que se mofaban de
ella. La frase final es categórica: “no hubo ya remedio”, esto muestra
que a Dios le hubiera gustado ayudarlos, pero ellos no quisieron.
Siglos después, el Señor Jesús hizo la siguiente lamentación:
“¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te
son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina
junta a sus polluelos debajo de las alas y no quisisteis!” Mateo 23:37.
El Señor estuvo dispuesto, pero ellos no quisieron aceptar su
ayuda, ¡qué gran oportunidad perdida!
244
DÍA 120
EL REINO ES DE DIOS
“Así dice Ciro, rey de los persas: Jehová, el Dios de los cielos, me ha dado todos los
reinos de la tierra; y él me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en
Judá. Quien haya entre vosotros de todo su pueblo, sea Jehová su Dios con él, y suba.”
2ª Crónicas 36:23
245
Dios es rey sobre todos los hombres
Durante los setenta años que estuvo el pueblo de Dios en
Babilonia, se sucedieron cuatro monarcas: Nabucodonosor,
Belsasar, Darío y Ciro el persa. Todos ellos hombres paganos,
alejados de la fe hebrea y ajenos a las promesas del pueblo de
Dios. Pero cuando llegó el tiempo señalado por el calendario del
cielo, Dios irrumpió en la vida de Ciro, el rey de Persia. Así dice el
relato: “En el primer año de Ciro rey de Persia, para que se cumpliese
la palabra de Jehová por boca de Jeremías, despertó Jehová el espíritu
de Ciro.” Esdras 1:1. Dios es quien despierta el espíritu, clarifica
las ideas y quebranta la voluntad de aquellos a quienes quiere
utilizar. Así lo hizo con Ciro y así lo hará con aquellas personas
que están cerca de nosotros y pueden hacer algo para el adelanto
de la obra de Dios, sean estos funcionarios públicos, empresarios,
autoridades de instituciones, religiosos, políticos o cualquier
persona que tenga cierta influencia en algún área. Todos están
bajo la mano soberana de Dios y solo serán “actores de reparto”
en su obra.
246
Otra serie de Sembrar Ediciones
VIVAMOS
COMO JESÚS
Vivamos como Jesús es una serie de 49 devocionales para 7
semanas que te ayudará a reflexionar sobre el cristianismo
que debemos vivir, imitando la vida de Jesús.
¡Podemos Triunfar!
Te desafío a mirar algunos personajes que fracasaron y tal
vez te identifiques con ellos a lo largo de la lectura. Pero
eso no alcanza si no buscas claves que te ayuden a tomar
caminos seguros que te conduzcan al triunfo.
ENTRE
HERMANOS
UNA RELACIÓN EDIFICANTE
Liderando
en el Servicio
El modelo de Jesús