ELECTRÓNICA
AÑO III
N° 5 - 2009
2
_________________________________________________________________
Introducción
1.- El Fallo en Sede Constitucional
3. Análisis y Crítica
4. Conclusiones
_________________________________________________________________
INTRODUCCIÓN:
adelantando que no existe una fórmula general de solución sino que corresponde
evaluar, en cada caso, cuando se justifica o no el límite antedicho en desmedro
del derecho individual.
EXP. N° 1544-2006
RESOLUCIÓN NÚMERO 11
Lima, veintiséis de noviembre Dos mil siete
1
Desarrollado por la STC NOO8-2003-Al/TC.
2
En la sentencia citada, el máximo Tribunal, precisa, lo siguiente: "Ahora bien, nuestra Constitución reconoce a la
propiedad no sólo como un derecho subjetivo (derecho individual), sino también como una garantía institucional
(reconocimiento de su función social). Se trata, en efecto, de un "instituto" constitucionalmente garantizado. De modo
que no puede aceptarse la tesis que concibe a los derechos fundamentales como derechos exclusivamente
subjetivos, pues ello parte de la errónea idea de que aquellos son sólo una nueva categorización de las libertades
públicas, tal como en su momento fueron concebidas en la Francia revolucionaria. Pablo Ramella (Los Derechos
Humanos. Buenos Aires: Depalma, 1980) precisa que "la función social de la propiedad se traduce
constitucionalmente en limitaciones al ejercicio de este derecho y en obligaciones a cargo del propietario, impuestas
unas y otras en beneficio del bien común". Dicho concepto obliga a que se armonice el interés del propietario con el
de la comunidad; procediéndose, para tal efecto, a que el Estado modere su ejercicio a través de la reglamentación".
7
3
Francesco Galgano; La buena fe contractual; artículo compilado en los materiales de lectura de Derecho Civil 8:
Contratos de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Facultad de Derecho; agosto 2002.
8
para ello en cuenta el fin social de la propiedad y el bien común; esto es, a
través de dicho dispositivo legal, el Estado, en ejercicio de función
reguladora y de promoción de bienestar general, ha buscado solucionar
una problemática social, cual la necesaria formalización de una situación
de hecho que involucra gruesos grupos humanos que ante la necesidad de
vivienda, han venido tomado posesión de facto, de grande extensiones de
tierras; NOVENO: Que, en este sentido, dicho dispositivo legal
estableciendo condiciones factuales y temporales, como son la ocupación
de hecho, con anterioridad al treintiuno de diciembre del dos mil cuatro, por
parte de asentamientos humanos previamente reconocidos como tales por
los gobiernos locales respectivos, sobre predios rústicos ubicados dentro o
fuera de las zonas urbanas del país que hayan sido adjudicados a título
oneroso por el Estado con fines agrarios, que éstos se reviertan al dominio
del Estado cuando dicha finalidad no haya sido cumplida, declarando para
ello los respectivos contratos o actos jurídicos de adjudicación; para lograr
luego adjudicar los mismos a dichos asentamientos humanos con fines de
vivienda; DÉCIMO: Que, en este sentido, y si bien dicha disposición de ley
responde a los principios constitucionales sobre propiedad y vivienda, por
lo que resulta factible y legítimo que el Estado, siguiendo un procedimiento
administrativo, resuelva los contratos o actos jurídicos de adjudicación con
los originales adjudicatarios de los predios, cuando éstos no hayan
cumplido con destinar los mismos a fines agrícolas para los cuales fueron
entregados, también lo es que resulta un exceso que el reglamento de la
misma, haya establecido que tal nulidad alcance incluso a los terceros
adquirientes de dichos predios, cuando ello no lo estableció la propia ley
que reglamenta y por lo tanto, debe interpretarse con las demás normas
del ordenamiento jurídico nacional, y tampoco resulta acorde con los
principios de propiedad, libre contratación y buena fe de quienes
adquirieron los mismos de los originales adjudicatarios, implicando además
una invasión y vulneración al debido proceso, puesto que en todo caso, no
es la Administración la llamada a dejar sin efecto, de manera uniliateral,
contratos efectivamente celebrados, toda vez que ello implicaría dejar a un
9
De igual manera es necesario identificar cuáles han sido las normas con
que –de acuerdo a lo expresado en la sentencia- colisiona la norma
reglamentaria antes indicada, siendo éstas las siguientes:
• Constitución Política del Estado (artículos 2 numeral 16, artículo 62º y artículo
70º)
• Código Civil (artículo 2014º del Código Civil)
CONSTITUCIONAL:
Así, para explicar el “avance” del Derecho Civil en el ámbito del Derecho
Constitucional se ha señalado que se viene produciendo una suerte de
“civilización” de la Constitución y, desde la vereda “contraria”, se ha señalado
que, lo que en realidad se ha producido, es la “constitucionalización” de los
derechos civiles.
4
En ese sentido, ver el interesante trabajo realizado por ARCE y FLOREZ-VALDEZ, Joaquín: “El Derecho Civil
Constitucional”, Madrid, Editorial Civitas, 1991.
13
INTERPRETACIÓN CONSTITUCIONAL:
7
Sentencia recaída en el Exp. Nº 0168-2005-PC/TC, fundamento 3.
15
LA LEY):
10
La validez en materia de justicia constitucional, en cambio, es una categoría relacionada con el principio de
jerarquía normativa, conforme al cual la norma inferior (Vg. una norma con rango de ley) será válida sólo en la
medida en que sea compatible formal y materialmente con la norma superior (Vg. la Constitución). Sentencia
del Tribunal Constitucional Exps. N.os 0004-2004-AI/TC, 0011-2004-AI/TC, 0012-2004-AI/TC, 0013-2004-AI/TC, N.°
0014-2004-AI/TC, 0015-2004-AI/TC, N.° 0016-2004-AI/TC y 0027-2004-AI/TC (acumulados), fundamento 2.
11
Para evaluar si una norma es constitucional o no, no solo debe verificarse si aquella infringe alguna disposición de la
Carta Magna sino también si se adecua a las demás disposiciones que integran el ordenamiento jurídico. No puede
18
admitirse que para la procedencia de un proceso constitucional contra una norma legal debe existir una
incompatibilidad manifiesta y directa con el texto expreso de la Constitución, puesto que la sola incompatibilidad con
una norma legal (no constitucional) también afecta al orden constitucional en la medida que afectaría la jerarquía
normativa.
12
TORNOS MÁS, Joaquín. “La relación entre la Ley y el Reglamento”. En: Revista de Administración Pública No.100-
102, Año 1993, Pág. 471-507.
19
13
MORÓN URBINA, Juan Carlos “El Vicio de la derogación singular de las normas reglamentarias” En: IUS ET
VERITAS, Año XIII, No.26, p.87.
14
Sentencia del 04.07.2003 – causa acumulada Nºs 0001/0003-2003-AI/TC. LIMA
20
3.8.- EL “INTERÉS SOCIAL”, “BIEN COMÚN”, “INTERÉS PÚBLICO” VS. “EL DERECHO DE
PROPIEDAD”
Por cierto, cabe acotar aquí que el interés social no puede ser definido ya
que es un concepto “continente”, cuyo contenido está dado por cada Estado,
sociedad y momento histórico. Es decir, lo que en determinado país, régimen de
gobierno y época fue o es interés social para otros, tendrá una connotación
totalmente distinta. Siendo ello así, no podemos señalar qué es el interés social
fijándonos en su contenido sino verlo por los fines que cumple; la satisfacción de
necesidades comunes o colectivas que deben ser atendidas por el Estado.
16
En el mismo sentido refiere GONZALES BARRÓN que: “el vocablo “interés público” se asemeja grandemente al
“interés social”, y aventuramos nuestra conformidad con dicha hipótesis”. El mismo autor sostiene también que “el
concepto de interés social (o bien común o interés público) tienen como finalidad permitir la intervención estatal en el
derecho de propiedad (…). GONZALES BARRON, Ghunter: “Curso de Derechos Reales” Lima, 2003, Jurista
Editores, pp. 404-405.
23
Este mismo fin podría ser cuestionable, pero veamos si es que supera el
test de constitucionalidad.¿Existe o no razonabilidad?. Nosotros consideramos
que sí, ello en razón a que la reversión operará siempre que haya existido
incumplimiento de las obligaciones del adjudicatario (como la de utilizar el
inmueble para fines agrícolas). Además, el hecho mismo que el predio se
25
18
En ese sentido, García y García ha señalado que “el derecho real tiene notas de inmediatividad y absolutividad. Esta
última se refiere a la eficacia erga omnes del derecho real, respecto a terceros. Ahora bien, mal puede plantearse la
eficacia «erga omnes» es decir, la absolutividad, si no existe «cognoscibilidad» es decir, la posibilidad de conocer los
derechos reales y situaciones jurídicas reales a través de un medio técnico, seguro, preciso de publicidad como es el
Registro de la Propiedad. La inscripción dota así de publicidad, cognoscibilidad, eficacia erga omnes y por tanto,
plena absolutividad al derecho real. Este no puede decirse que esté plena y perfectamente constituido si no tiene la
publicidad inherente a la absolutividad, y esa publicidad sólo es plena y perfecta con la inscripción en el Registro”.
GARCIA Y GARCIA, José Manuel: “Derecho Inmobiliario Registral e Hipotecario”, Madrid, Editorial Civitas, Tomo I,
p. 64.
29
19
En realidad copiado en gran parte del artículo 34º de la Ley Hipotecaria Española (BOE nº 58, 27 de febrero de 1946;
rectificación BOE nº 73, 14 de marzo de 1946) modificado sucesivamente por las Leyes: 7/1998 (BOE nº 89, 14-04-
1998), 1/2000 (BOE nº 7, 8-01-2000), 24/2001 (BOE nº 313, de-12-2001),53/2002 (BOE nº 313, 31-12-2001), 7/2003
(BOE nº 79, 2-04-2003) , 22/2003 (BOE nº 164, 10-07-2003), 62/2003 (BOE nº 313, 31-12-2003), 24/2005 (BOE nº
277, 11-11-2005), 36/2006 (BOE nº 286, 30-11-2006), 41/2007 (BOE nº 294, 8-12-2007), y por ley orgánica 15/2003
(BOE nº 283, 26-11-2003) , cuyo texto vigente es el siguiente:
“Artículo 34.-
El tercero que de buena fe adquiera a título oneroso algún derecho de persona que
en el Registro aparezca con facultades para transmitirlo, será mantenido en su
adquisición, una vez que haya inscrito su derecho, aunque después se anule o
resuelva el del otorgante por virtud de causas que no consten en el mismo Registro.
La buena fe del tercero se presume siempre mientras no se pruebe que conocía la
inexactitud del Registro.
Los adquirentes a título gratuito no gozarán de más protección registral que la que
tuviere su causante o transferente.”
30
21
En ese sentido, ver Sentencias en Casación Nsº 2714-2001-LA LIBERTAD y 2125-99 LAMBAYEQUE, publicadas en
el Diario Oficial con fecha 01.04.2002 y 31.05.2002, respectivamente.
33
22
En ese sentido, ZUSMAN TINMAN, Shoschana: " Teoría de la Invalidez y la Ineficacia", en Iust et Veritas ,Revista
editada por estudiantes de Derecho de la PUCP., Año V, Nº7.pag.162
34
23
GONZALES BARRON, Ghunter: “Tratado de Derecho Registral Inmobiliario”, Ob. Cit, p. 1049
35
Ahora bien, los supuestos de hecho para que la sanción opere son
los siguientes:
4.- CONCLUSIONES
• Ahora bien, las razones que apoyan nuestra adhesión al fallo en comento, se
expone en los siguientes párrafos.
----ooo000000ooo---