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sunARio De ia l-í[>aña clncmstoarülic». - D e c ó m o Ellsii Riiir volvii^o nacer (Edllorlnl), por/,ii£f Gómez MMÍI.—
Bíijes del Concurso fotojíínico de POPULAR FILM. - CRÓNICA DE MADRID; Rcvolilllo Informa-
tivo, por Sáh-.-¡oíodo. — EL RETABLO DE H\f;iE PEDRO: Los nuevos valores dramátUios: Manuel Konlitcviln, por Nftteo S-iiUoi. -
«[iiscol nos refiere íii' vida» y <\cuHríl(i de feria», por liarirninln lif.nítiríi. - P A G I N A MUSICAL: Pecodoro, lelra de A. fofrc y E. Mato.
músico deSalA-Ighmí->i>. - FRENTE A LA PANTALLA: Grúficos de aLn Bolieme» y de «Tres hombre» malos»,. - LA MODA EN EL CINE: El su-
premo arle de la muíer es saber vestirse, por Miss ülíidvs. - MUSEO FOTOGRÁFICO : Retrato de Laura Ln Plante, - PELE - MELÉ: Eslrenos. -
ARGUMENTO DE LA SEMANA: «La vida para el amor», por Lealrice Íoy y Etlmund llurns.

REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN;
ijiiL V l l l a r r o a l . ISfi-Papíse. l a ^ . R s i P R A i n n a Precio: Cents
Los grandes concursos
de POPULAR FILM
¿TENGO CONDICIONES PARA
SER ARTISTA DE CINE?
Queriendo coniríhuir POPULAR FILM de un modo prác^
iico al desarrollo a.riisiíco de la cínemaiografía española y
sabiendo que entre sus numerosos lectores y lectoras hay
muchos que se han preguntado más de una vez sí reúnen
condiciones para dedicarse al séptimo arte, abre un cou"
curso fotogénico, en colaboración con la casa editora de
películas, HÉRCULES FILM, de Madrid, bajo las siguientes

BASES
¡'¡\lMHR.l. — l'oíiíis las /it'íX(>ííiiN icsiiifiilfs cu h.s- (. / ' . ( / \ ' 7 " . í. — !.as toloí^ratías que nos envíen ¡os
/•luai, c mili] ¡lie I a que sea su estado y iiucioiíali- coiicursaiiles de ambos sexos, se irán pubÜcaii-
lidd. ¡''urden lounir paylc cu cslc concurso. do, por rií^uroso turno, en P< ¡l'ri.AK F l l . l l .

Sl-J > I .\ n.i • — I ^os qiíc ilcscí'u coiiiurrir a cslc c<>i¡- (Jl /A"/', i. — ¡•'inali::ado el concurso, que se cerrará
cuiso, de he I ti II ciiviiiy a ht Uedacción de IVii^r- a las doce de ¡a mañana del día ^^i de dieieuihre
i.\R F J I , M , for correo, y bajo sobre cerrado, diez del año actual, se procederá, ante nii notario de
holeliucs de los que se ¡yuhlicaii cu lodos Barcelona, a¡ recuento de votos.
¡os números de la revista con el Ululo <i/-Ten>^o .S/',,V7'.I. — ¡'.1 coiieursnnic \ la concursaníe que re-'
condiciones f^nia ser arlisla de cinef», cscri- sullcn elcíiidos, podrán disponer cada uno de
l'icndo en uno de eüo'i c¡ nombre y dirección ellos de (loscientüíi cincuuiitíi p u s c t a s , que ¡a
de la ¡Krsona que los envía y acouif'añados de un .Idiiiinisiraeión de PUÍTI.M-; FILM les adiudica
retrato en busto y otro de cuerpo entero del con- para el viaje a Madrid y residencia de siete días
ciirsanlc, en cuyo respaldo especificará éste sn t'ií /í7 capital de ¡•.spa\a.
edad, estatura, peso, color de sus ojos y cabe-
.Sl-'.l'l'¡M.\. — XiK'Slni i"L:]H'(jSL-iit;iiitc l i t e r a r i o uii
llos, deporles que cultiva, eonoeiniicutos inte-
Madrid, don l.iiis (¡óniez Mesa, presen¡ará a los
lecluales que posee y dclalle de ¡as labores ar-
tríunján tes en este concurso, al director de ¡a
lísUcas ii que se haya dedicado. casa editora de películas «llércules /•'//fin. cui-
1'¡'.l\(.'h'.R.l. — . 1 / mismo licmpo, y para uo retra- dándose, además, de su instalación en Madrid.
sar el resuHado de este concurso, publicaremos O . ' T . i r . l y rj.TÍMA. — Don .{.¡rustía i'.arcía Ca-
otro boletín de votación para que, una vez ter- rrasco, director de ¡a " H é r c u l e s F i l n i n , se com-
minado el concurso, los lectores de Poi'i'i.AR promete a contratar, para que formen parte de
Fll.M IK-iiuii (li)s (le esld^ I)(¡l(.'tines en i-1 iiiic su compañía, a los que resulten elegidos en este
escribirán los nombres del concursante y de hi concurso, siempre que reu iian -las condiciones
concursante a quienes olor_<:aii su voto. artísticas neci'sarias para triunlar en la pantalla.

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vsArtrJ^lVvv^^rtArtJ^rt/vsArtrtJv^i%vsÉS^^J^ArtJ^J^ArtJvvv^ft^AftíVU ^rt^vv\i%vsftft^y^üvnj%n.PbArf\iVVVii^%"^tan^\^^v%fl^vhiVv;rtHvwvwvu.

AÑO I NÚM. 10

Gerente: Isidro Bulto Casanovas


Administrador y Apoderado: J. Olívei Víveí Direcíor fécnicoarlfslico: S. Torreí Beneí
Redacción y Administración: París. 134 y Villarroei, 186 - Teléfono 734 G. - BARCELONA

Director literario : Mateo Santos Oficinas en Madrid: Hortalezo, 46, pral.


Redactor jefe : Martínez de Ribera 7 DE OCTUBRE DE 1926 Delegado: D o m i n g o Romero
Director musical : Maestro G. Faura Director: L u í » G ó m e z M e i a
iiiiiK iiniiiiiLiniiii III lililí m i l i itiiitiiin i iiuiinii MIIIIII iiiiiiiiiii iiiiiiii un iiiiiniiiiiii iiiiiiiiiitiiiMiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

DE LA ESPAÑA CINEMATOGRÁFICA
:'-S^--:-^Vív':\^-w;:

De cómo Elisa Ruiz


volvió a nacer
—¿Estamos? , _, ^
—Estamos. • ' '
— F u e ea, a su disposisión. Usté me dirá.
— L e diré la buenaventura. A ver, déme su m a n o dercclia ; pero
sin compromiso, que soy refractario al matrimonio. E s un minuto
nada más, y sólo para examinar la palma. Así. T a n t o gusto. Esta
raya significa que es usted muy bonita, cosa que, como salta a la
legua no es mérito pregonar, y esta otra, que s u gloria aumentará
extraordiuariamente, y ésta de aquí que su corazón...
—¡ Afuera de ahí, so guasa ! ¿ E c h a r m e a mí la b u e n a v e n t u r a ?
¿ A mí, que soy der cogoyito de Andalusía? Que no, que no é usté
quién para burlarse de mí.
—¿ Burlarme de usted ? ¿ De usted ?
— N a , tontería, de un', de esta seviyuiíita ¡ como que le pilla de
nuevas la notisia ar inosente. Amos, no sea usté chiquiyo, y charle-
mos de cosas serias.
—Cuénteme entonces su segundo nacimiento.
— ¿ M i segundo nasimiento? Se conose que le ha picao a usté
hoy el microbio de la chifladura. Pero, ¿ é que- se nase dos vesos?
—Dos y tres y cuatro y más. El soldado que en plena batalla
recibe un bala/.o y salva su vida, el t-orero ([Ue sufre una grave co-
gida y logra sanar, el viandante que es atropellado por un tranvía y
cura de sus heridas.,, ¿ n o es como si naciesen de n u e v o ? Al sentir
en sus pobres carnes las terribles caricias de la Parca, creen morir
y se preparan para hacerlo dignamente. Se hallan y a a las puertas
del reino de las sombras, y de pronto u n resquicio de luz. les espe-
ranza ; el resquicio crece, crece... Y el milagro se realiza : retornan
a la vida.
—¡ Caye usté, por Dio ! Q u e todavía recuerdo con espanto las
horas de agonía que pasé cuando el asidente automovilista que costó
la vida al empresario A r t u r o Serrano y a los señores Avello y Cam-
pos. Escuche usté. Íbamos a Saragosa a impresionar «Gigantes y
cabesudosi), alegres y dispuestos a Insirnos en la empresa. De repen-
te, la fatalidá se interpone entre nosotros. En u n luga horrible,
llamado, llamado... aguarde usté un momentiyo q u e no me acuerdo.
¡ A h , ya ! Barranco de Santa María de H u e r t a , y que Santa María
de H u e r t a me perdone lo de horrible, que sí que me perdonará, pue
depué de lo sucedió, lo raro sería que me paresiesc prcsioso. A r Ue-
gá, anochesío ya, a ese Barranco, volcamos por una farsa maniobra
der coudutó. Serrano y el chofe salieron despedidos der coche. Y
Avello y yo nos quedamos en é. Y o no m e percaté de lo ocurrió
hasta que quise moverme y n o pude. Miré a m i arrededó. Avello,
muerto, arrojaba al.)undante sangre der pecho, que me caía a mí en-
sima. E l motó seguía fuusionando. A u n q u e no entiendo de uiecáni-
ca, comprendí en seguidita el riesgo que corría. Y el miedo a que
ELISA RUIZ ROMERO estallase el motó, y la proximidá der cadáve de mi companero, m e
infundieron alientos |5ara intenta levantarme ; pero en vano, apenas
bonita y refulgente e»trella si m e luoví, lo suficiente para empeorar, d e ¡wstura. E l cuerpo m e
de la cinematografía española, intérprete de dolía enormemente. L a cal.)eza me abrasaba. Grité hasta enronque-
ccr, sin q u e nadie m e contestara. Temía enloquecer. Llevaba qué
"CURRITO DE LA CRUZ" sé y o er tiempo de martirio, cuando m e sacaron de mí cárse. Me
y de otras producciones nacionales. puse malísima, presa de fuerte esitasiiju iieiviosa. Créame usté q u e
jamás orvidaré aquellos angustiosos instantes, que se me antojaron
siglos.

v^;'^flAfl^lAíV^A¿vv%rtJ^inJ^A^rtiflXflJ^.^^
¿Ti
m,fijVVV'Af'JVVVV'JVVVV^FJ'VVVVVhr'^^

— ¿ S e ha convencido usted de que se nace más de una vez ? — E n la Atlántida, y con un insignificante papé : de mecanó-
Aquel día volvió usted a iiactir, ¿no es vurdad ? grafa en ((La señorita inúti)). Klt^gida luugo para encarna a Su-
— E u ese sentío, claro que sí. sana en «La verbena de la Paloma», obtuve gran éxito. Más
—Ya que me da usted la razón, la descubriré un secreto : lo tarde intervine en (iCarscleras», ((Doloretes», «Venganza isle-
asombrada que tiene usted a la afición. Con u n año de edad e ña», «La chávala» y «Arma de Diú». De la Atlántida m e trasla-
interpretando películas de manera admirable. ¡ Casi nada ! El dé a diversas manufacturas, y aparesí susesivamente en : ((Ro-
colmo.de la precocidad. Ni Baby Peggy con sus seis años y sus sario, la Cortijera», «Los granujasü, «La hija del corregido»,
cincuenta creaciones. . ,. , . ,.'. • «Currito de la Crú», i(Er cura de árdea» y «Er pilluelo d(j Ma-
—i Y sigue la broma ! • - . . , ' . drí», estas dos con Florián Rey.
—¿ Acaso le molesta ? —«Currito de la Cruz» es s u cinta favorita, ¿ n o ?
—i Quiá ! De ningún modo. Traisionaría a mi sangre si m e — E x a c t a m e n t e , por ser la que consolidó mi nombre como
molestara. Continúe, continúe con sus chistesitos patosos. peliculera.
—No, si se me terminó el repertorio. Reconozco mi falta d e —Una p r e g u n t a . . . _ , • •'.'. •. • • ; • :
ingenio, pero es que prefiero la risa al llanto ; opino que debe — ¿ La última ? _ ; • * ' , i ••-•••- •
uno rcirse incluso de las propias majaderías. U n a carcajada es — L a última, palabra. , • - - • • '•• " - ' , • •
mejor tónico que una lágrima y aun que un panecillo. ¿ L o — P u e s venga.
d u d a ? Pregúntcsülo t-n ese caso a los que dicen la mar de satis- —¿ Qué concepto le merece a usted la cinematografía espa-
fechos : Kn mi casa no comemos, ¡ pero cuidado que nos reí- ñola ?
mos ! Y es que el buen humor es imprescindible para sobrellevar —Imposible ser jué y parte en un asunto. N o obstante, le
con paciencia las cargas de este m u n d o . complaseré. Mi voto, quisa demasiado apasionao, é este : nues-
—¿ Con que filósofo ? tra sinematografía é simpática y atrayente.
—Partidario simplumente de Pero-Grullo, y lector en oca- -—Como las mujeres de la tierra de María f5antísima.
siones de Voltaire, Nietzsehe, Schopennhaüer. Y de vSanto T o - —Cabalito. La ocurrensia é oportuna.
más tamliién, no piense usted mal. —Oportuna para despedirme de usted, antes de que se me
—¡ Y qué me importan a mí sus gustos literarios ! escape alguna gansada. Sería una lástima dejarla a usted con
—Ciertanicntu. Ni a ustucr iii al público. E n cambio, los mal salxir de boca. Así es que me marcho.
suyos sí que interesan. ¿Qué libros le agradan a usted m á s ? —Si é ya la hora, vaya usté con Dio. '•.'
—Los bien escritos, los amenos y los de provechosas ense- —j Adiós, señorita ! Beso a usted los pies. ••. ' , ' ,'
ñanzas. —¡Adió! • '•'",'-•
—Perfectamente. , .,• '"- - ' i - '•'" . ¡ . • ^ • • • '
— ¿ Y de sine, no hablamos? L . GÓMKz MKSA
—¡ Cómo que no ! Ahora mismo. ¿Dónde empezó usted su Madrid, octubre de 1926.
carrera de ((estrella» ? ••: •• ••.' . /•.'.•••-',..i- •.'-

•> C R Ó N I C A DE n A D R I D •
Revoltillo informativo Y Federico Deán vSánchez se propone, africano, donde tantas páginas gloriosas
a su vez, localizar m u y pronto en una vie- escribieron con su sangre y con sus vidas
Comencemos por lo que hacen o pien- ja ciudad castellana Va cineversii'm de la los bravos soldados que se alinean Ijajo
san hacer nuestros actores y directores. leyenda de Espronceda ¡(El estudiante de los pliegues sagrados de la bandera roja
Salamanca». y gualda, la nuestra, la de nuestra amada
Elisa Ruiz «La Romerito» y su herma-
Candiiemos de disco. Demos ahora otra patria, de la ijue es símbolo y compendio
na Aurora interpretarán por cuenta de
clase de noticias. La del nombramiento de su historia.
una entidad levantina u n a película, to-
davía sin bautizar, por lo q u e salieron de don Manuel Marín para asistir al Con- Además de «ííspaña en Marruecos»,
días pasados para Valencia. greso Internacional de Cinematografía de q u e se aplaudió con verdadero entusias-
Carmen Viance se presentará en breve París eri representación de la Sección de mo, por el blanco lienzo que oculta el
en (¡Rosa de Levante». Y Celia Escude- cine de la Real Sociedad de Fotografía escenario de los triunfos de María Gue-
ro en ((Los hijos del trabajo». Y Marina de Madrid, por ejemplo. O la próxima rrero y F e r n a n d o Díaz-de Mendoza, des-
Torres en dEl médico a palos». Y la sin inauguración del Musical Cinema con filaron «El expreso de media noche», fo-
par y simpática Raquel Meller en «Car- «Pilar Guerra». O la también cercana todrama de fuerte contextura, y (¡Cerca-
men». Y Lidia Gutiérrez en «Malvalo- apertura del Cinc Bilbao, situado en la dos por las llamas)), paisana de la ante-
ca». Y Anita Giner en «Moros y cris- calle de Fuencarral, esquina a la gloiieta rior y de índole idéntica.
tianos», etc. de ese nombre. O la construcción, por «El vencedor del gran premio», histo-
una LMiipresa yanqui, de quinientos cines ria amorosa-deporti\"a ; «Los ángeles del
Don José Buchs espera impaciente el
— siempre se exagera — repartidos por hogar)), s e n t i m e n t a l ; (¡El lobo solitario»,
estreno en la Princesa de su obra (¡Una
los populares, populacheros y aristocrá- por Jack Holt, y «iíl risueño del pueblo)),
extraña aventura de Luis Candelas»,
ticos liarrios cortesanos. O el anunciado niuy entretenida, fueron admiradas en
pero m á s impaciente está el público por
viaje de María Jacolnni a España. Y . . . Príncipe Alfonso y Real Cinema.
verla.
V nada más. Se acabaron las notas cul-
Agustín Carrasco ((rueda» t n aguas de Y ((Al extremo de Broadway», (dCl des-
juinantes.
Ondárroa y para la Hércules Films ((La pertar de una ciudad», «Cleo, la france-
sirena del Cantábrico», con la Escudero, Y vamos con lo (]ue se contemjila en sita» y ((La tentacit'ni del lujo», en Ar-
Carmen Redondo, Jasé Nieto, Javier Ri- las albas iiantallas. guelles.
vera, Jesús Baños y Antonio Mata de fi- En la Princesa alcanzó excelente éxito Royalty obsecjuió a sus iiic<jndicionales
guras principales. la cinta del Estado Mayor Central (dís- con «Riqueza contra no))leza)), creación
Luis R. Alonso prepara la adapta- paña en Marruecos», que es un detallado de la ingenua Mary Philbin, «Bajo la
ción cinética de «La loca de la casa», de y exacto resumen de recientes sucesos máscara», por Cayena, y ((Cuestión de
don Benito Pérez Oald(')s. desarrollados en el inhospitalario N o r t e honor)), de Anita Stewart.

PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN
ESPAÑA: Trimestre, 2'SO peietaa / Semeiire, 4'75 pesetas / Añot 9'00 pesetas
Extranjero: 15 patetas año Pago por adelantado
Envíese el importe de la suscripción por giro postal o en sellos de correo.
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S líl Ideal, iior no desentonar de sus ca- Pardiñas, cerrada s u corta temporada cido oportuno crear una partitura más
í niaradas — exceptuamos a la Princesa y de -zarzuela, volvió al arte mudo, con la simple para que pueda ser ejecutada por
3¡ al Madrid, que se hallan en plena teni- reposición del poco afortunado ((Niño de las orquestas reducidas, las cuales no tar-
pora<la oficial—, se dedica igualmente al las monjas)). darán uuicho en darla a conocer al niun-
S
ij¡
reestreno, y siente predilección p o r las
películas de Lila Lee, Tilomas Meigiían,
Y el Monumental, Doré, Espronceda,
de la Flor y X , cultivan con mejor o
do entero.
JUAN DÜSJARDINÜ
5 Leatrice Joy, Buster Keaton, Mae Mu- l)ear suerte — hay días — la cinta en
5 ri'-ay, Harokl Lloyd, Rin-Tin-Tin, Marie episodios y la ((nortcamericanada» — tiue
Prevost y otras «estrellas» neoyorquinas la Real Academia de la lenjjua perdone Vuelve Francesca Bcrtini a
y californianas, que es obvio citar. este atentado contra la pureza, del idioma la pantalla /
ICu el Goya causó sensación — al calx> de Cervantes—, a liase de puñetazos, bo-
(le los años mil — «El arpón», solierbia teilazos V espeluznantes luchas cuerpo a
La grande arlista ¡laliana que en plena
produccinu marina, en la que, mezclada cuerpo. •• • . •
gloria üc retiró d<i la ¡íantalla hace CLiatiu
con un relato de buenas y malas acciones, años para efectuar un brillante niatrimuniü,
aparece con gran realismo la caza de la •. '• - SABELOTODO y que vivía retirada en su castillo de Floren-
Iiallena. . •. , cia, acaba de hacerle cargo de un papel in-
teresan tí simo que excoiíciunalniente interpre-
tará en "El fin de Monte-Cario)i, cuyo
arguínentü está basado en una novela de

^C B O N I C A DE P A R Í S
Paul Poulgy.
ba originalidad del argumento y la del
pape! que se la propuso, en el que la formida-
ble artista italiana pueíle desenvolver todas
sos aptitudes artísticas, sedujeron a la cííle-
bre ((vedette)), que se había prometido no
J La m ú s i c a e s p a ñ o l a y e l tes, se ha visto Cí'mio un sentimiento volver a pisar un estudio cinematográfico.
máximo de homogeneidad ha ))residido
film f r a n c é s esta interesante colalioración.
El papel principal masculino de este Hlm
que realiza la «Céntrale Cinematographique»
Ea acción, el decorado, la interpreta- y (iL'Inleniational Slandard l-'ilini), lia sido
ción y los movimientos de conjunto, lle- confiado a Jean Angelo.
Uno de los míis interesantes aconteci-
vados rítmicamente, casi metronómica- Al ladii de estos dos grandes artistas ten-
mientos d e la temporada, lo h a consti-
íiu'do el hecho de haber Jacques Feyder
mente, hacen q u e sea esta producción dremos el placer de aplaudir a R. Guerin, Ca- i;
una de las más interesantes (]ue ha rea- Iciain, Vina, Salvani y algunos otros actores
confiado a don Ernesto Halffter líscrich, franceses de gran v.alor.
de acuerdo con el director artístico de la lizado la ((Société Albatros)), pues Jac-
iiues Feyder lia dirigido esta obra sin de- Bajo la (iirecrión artística de MM. J. Na-
íiSociété Albatros)!, las ilustraciones mu- tanson y Palchic, se encargarán de la «mise
sicales del film (iCarmeU)), inspirado en jarse influenciar \K)V exotismos anorma-
en ,sr6nen MM, Mario Ualpas y Henri Etie-
la célebre noveJa de Prí')spero Mérimée. les, que ni vivían en la creación de Me- vant.
rimée ni España los había visto vivir al Los d('cor;u!os son de los ciMebres escenó-
Atrevitla es la realización de esta idea,
amparo de sus costumbres. grafos (jys y (Jallet, artistas de renombre
sobre todo cuando al recuerdo de ((Car-
meiiii va unido el de !a deliciosa partitu- lin el film nCarmen)) verifica Jacques^ universal : Duverfier, Lucas y Hennebain se-
ra de Bizet. Feyder una lalior artística admirable, en r;in los operadores de este film, que se anun-
la q u e triunfan el carácter ferozmente cia como una de -las grandes soperproduccio-
Meillhac y Halévy, al no tomar de ncs de la temporada pri'i.xima.'
Merimée más que el ambiente propicio romántico y el apasionamiento brutal
para hacer sobre él una falsa construc- ijue la adaptación escénica de Meilhac y
ción teatral, n o lograron otra cosa que ITalévy liabía alterado p o r completo.
liaccr una falsa españolada en la c|ue no La original partitura que ha compuesto
existen n i emoción ni caracteres, ni nada Escrich, bahía sido orquestada para gran- Esíe número ha sido
(|ue merezca la pena de ])oner en ello des conjuntos musicales. Pero para darle
un interés. i5e no haberse tropezado estos más facilidad de expansión, le ha pare- visado por la censura
autores con el genio de Bizet, no hubie-
ran conseguido realizar por su cuenta
uiíis q u e im esperpento (¡ue desorientó en jaiiniiiMiinti»uiriiiiiiMiiiiiiiiiiiNiuniiiiniiiiiiiiiiiintnuniiiiiiiiiiiiiiintunniiiiiiiiiiiMiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiitiiiiiiiiinii>tiiiiiiiiiiiiiti£
su día al gran nn'isico francés, cuya par-
titura, a pesar de las mil bellezas q u e
encierra, carece del carácter que más que
ninguna otra posee la música española.
Feyder, al realizar su film, ha querido
Ii Almacén de vidrios y cristales planos \|
darle Un carácter netamente esjiañol,
para lo cual, a más de cuidar toíios los
detalles, ha hecho sustituir la brillante
partitura de Bizet, por una música grave,
I I Fábrica de espejos - Marcos y molduras \|
trágica y llena de melodía, inspirada en
viejos tenias del folklore español, y par-
ticularmente del andaluz,
A principios del mes de julio, Jacques
Feyder, (pie había salido de París u n a
vez verificadas las escenas principales de
E I
V. García Simón
ntiiiiniíiiMiiiiiiiiiiiiliiiiiiiitiiiiiiiiiiiiiiiiJiiimiiiiiiiiiiiiiiiiiiliiilimiiiiimiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii I=
^u lilm, se encontró con Ernesto Halff-
ter líscricli en un pequeño pueblecülo
vascongado de la frontera española, don-
de se habían citado de antemano para
^'-ordar la partitura, casi conclusa, con Vía Layetana, núm. 13 - Teléfono 3S70 A.
•us principales fragmentos de la obra. En
í^'sta labor han trabajado intensamente,
y bien ¡)uede dársela jíor terminada, putjs
únicamente está pendiente de los en-
/ / BARCELONA / /
laces.
En la confrontación de and)as labores
'iitisticas, inspiradas en las mismas fuen- ritnMUUiiiinni!niiiiiiiiiiiiiiiMinnnnMiiiiiiiiiMiiiiiuniii)iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiinninnniiiiiniiiniiiiiiiiiiiiiitiiiiiiiiriiiiiuiiiiiiiiiiiiiiitu(iih':

'^•^-^•^v-v.|^An•^flAn.%v^A^•^rtrtAiV^rt/vvvwvl•v^^•PV v^Artrt,^A^uvv'V^AíVvwv^rJ^AAAAA^•^vvwrf1Avvv^A/
/^
El retablo de maese Pedro
LOS NUEVOS VALORES DRAMÁTICOS

M a n u e l F o n l d e v í l
Ku la llora presente el teatro catalán Su primera obra lo demuestra. No se
está pnr encima (Ícl castellano, que mal advierten en su arcjuitectura litci'.ii'ria
se ag:uanta con los autores viejos, viejos esas vacilaciones y tilulicos de lo.s que,
por los años que cuentan sus vidas y ]ior ignuraneia, comienzan la casa por el
también por su modalidad dramática. tejado.
Pero no se entienda que la época ac-
tual es de florecimiento para la escena
catalana. E n realidad, la decadencia del
teatro alctinza a lodos los países y a to-
das las lenguas, De esta miseria artísti-
ca se salvan únicamente una nación :
Rusia ; y dos coniediógrafos : el irlandés
Hernliard Sliaw y el italiano Luigi Pi-
randcllo. Lo demás se cae de puro viejo
o de puro necio.
De apurar el tema, iríamos más lejos
de lo (¡ue yo me propongo. Voy, pues,
a ceñirme al teatro catalán.
N o está tan sobrada de valores positi-
vos la literatura dramática catalana para
que la aparición de un dramaturgo de
la enjundia du Wanucl Fontdevila nos
deje indiferentes. Por el contrario, hay
íjue señalar esa aparición como un gran
acontecimiento. Y en verdad que lo es.
Empieza en el teatro no por donde otros
acaban — frase hecha del periodismo
vulgar, rutinario y anticuado—, sino
.r
con pleno conocimiento de lo que el tea-
tro significa como arte.
.iiiiiilia Sdnrlicz Aiifio, nulabh: pñmom arÁñz
di- lii ¡•iiiii;''}úiii i/iii'. iirli'ia >'ii rl Ticiiíi

W'i'.iUi lii'itii'ii, el i/ruii cüinedifinle iiue diriui:


Hay personas que reconocen sin es- Ui compañía Sánchez Aiiüo
fuerzo que no tienen condiciones ])ara
ejercer la medicina, y no estudian esa
carrera ¡ pero no existe una sola que,
careciendo de preparación intelectual y
de temperamento, n o . s e crea capaz de
escribii- un drama o una novela. De ahí
([Ue empiecen la casa por el tejado.
En Fontdevila se da el caso contrario.
Tiene fibra, temperamento de dramatur-
go, y después de haber estudiado a con-
ciencia la literatura dramática, ha es-
crito un drama. Y, naturalmente, ese
drama es bueno, excelentísimo.
tiLa dona vergoi está bien construi-
da. Acción intensa ; diálogo sobrio, flui-
do, en-el que asoma la faz, entre burlona
y amarga, del humorismo ; tipos resuel-
tos con un solo brochazo, pero éste se-
guro y maestro.
Manuel Fontdevila, al realizar su obra,
acertó a mezclar en ella la pincelada
dramática con el rasgo humorístico ; la
realidad de la vida de cada hombre,, es-
cueta y violenta, con la realidad artísti-
ca, de matiz más suave y rosado.
El teatro catalán se ensancha, A los
nombres de Quimera, Rusiñol, Iglesias,
Puig y Ferrater y Amichatis, hay que
añadir, con todos los honores, este otro :
Manuel Fontdevila.
Ual'rl ¡iüTrón, la ca-cclcntn y bonita dama ¡oven Maiiiifl ¡•'iiiilderila, qiiv üV- hii revehidu
da la iMinnariiii del Tlvoli inmii un fituiiid'iblí' driNnaturgo en «La dona ve¡<je« MATEO SANTOS

'^rt/^•Vlrtnrt^rtinJv^n^vuv^APV^AíViiArtAFfc^tf^/v^^ wv^^wTJVj'jw^'^^i^'^^ir^'^'j'v^^^tr^^^^^in.^^J^'
fy}uák/0ri
S a 1 O n c í 1 1 O
HfMnüí! convenido :
— Q u e lüs autores consagrados son inca-
paces de renovar el teatro español.
'K —Que los autores jóvenes son peores que
los consagrados.
—Y que entre los noveles está el Shakes-
pi'íire II que ha de regenerar nuestra lítera-
lura dramática,
Rsto último se ha de demostrar aiin ; pero
tendría gracia que estuviéramos t o m a n d o
café a diario con Shakespeare 11, sin sa-
berlo.

Un amigo nuestro, optimista, nos ha


dicho :
— I n d u d a b l e m e n t e , es una ventaja que al-
gunos escritores, que h a s t a ahora sólo han
cultivado !a novela y el periodismo, dediquen
y.-
su esfuerzo a escribir para el teatro.
— ¿ A u n q u e no aporten nada nuevo a él?
-— le prefíLmtaiiios.
Y el optimista nos c o n t e s t a : '%.
w
—.Aunque fracasen. Siempre saldrán ga-
nando algo la novela y el periodismo.

Amparo llumlillii, de la compañía del Tivoli l.iuira :Ur.oriz(i, dc la compañía del Tivoli

Que los noveles se propongan asaltar los


escenarios, nos parece muy bien, Pero nos
parecería r e m a t a d a m e n t e ma! que se limita-
sen a imitar a los consagrados.
Monos de imitación, no. Sería darnos un
mico.

Amparo Homo, primera tiple r.antanlc de fíldorado .[iii¡info SnKS, primera, tiple cárnica de la compañía
de Federico Caballé
.Vf^'^if^m' •'•:ÍÍ'P' ' Í , . # 3 Í : ' : - ' ' ^

Frdi-.iico Caballé, el impulüT y excelente barítono


que diriíie la compañía de Eldorado

Hay que ¡r pensando en inventar nuevos


adjetivos encomíást'cos para cuando se es-
trenen obras como «La dona verge», de Ma-
nolo Fontdevila, Los conocidos, con ser tan-
tos, los han desprestigiado de tal forma los
críticos de teatro, aplicándolos a las obras
inalas de sus buenos amigos, que ya no se
pueden usar decentemente.

En el teatro Nuevo van a e s t r e n a r los au-


tores nuevos.
Si aciertan como Fontdevila, a la primera
obra, habrá que arrinconar a los consa-
grados. . .. • .
•iii/mni A!iiTi;<in, primera ((píe canlantc de Eldorado ¡ Sus y a ellos ! • ' " ' Amparii ll'iVdi'n, primera aclnz de carácler de Eldorado

'^•'^A^v^vs
/vvvvjvvjvvv^jvvyvv^niñrjvyw^^m ^?uff70^ . •••;•• "../Jiy 5
I 'jvvwn^jvvvvm'jvvv^.rm'v'^ívvv'.rjvjvvwr^jvvvjvjvvv'^jv^rm ^j%ffj^rt;vv%ri^%rt^vvvvvvPL^^'w%VV^VVV%ÍPL^^ I

)ooocxaoooooooi

EL NÚMERO PRÓXIMO DE POPULAR FILM


constará de 36 páginas, de las cuales 16 estarán dedicadas a RODOLFO VALEI^TINO,
publicándose en ellas las escenas más inieresanies de sus mejores producciones y
un relato completo de su vida, sus éxitos y sus amores. £ste Número Extraordinario de
á~\ n Wi T /I r > WJ T T Ik/f H^^^^^ ^^^ portada en colores tirada por el
P v - / Ir U í t /§. JtX. JT A Mj 1 M procedimiento del huecograbado y se venderá
en todos los quioscos de España y América al precio de 5 0 c é n t i m o s e j e m p l a r .

No olvidéis que este Número sensacional se pondrá a la venta el día 14 del corriente.

Bíscof nos refiere su vida í^> que no abría la boca por nada ni por me sacó Stevüle, regísseur "de ¡(L'Uni-
nadie, ¡ Esto me salvó ! Pero a pesar de vers>» para contratarme en su teatro, por
(Continuación) todo, me lanzaron al arroyo, de donde cuairo francos ctncuenla por día. Tenía
que estudiar una pieza nueva cada sema-
Todos los c|ue han admirado a Biscot na y dedicar unas horas a mís canciones
en «El rey del pedal», salien que este y otras a mi lección de canto, que no
gran cómico francés ha realizado la Vuel- POETAS DE HOY (lucría abandonar. Fueron tiempos malos,
ta a Francia en bicicleta, colocando sn en los cuales fué mi ]irincipal alimento el
nombre entre el de los grandes corredo- cafó-crcuic: ] no daba para más mi esca-
res internacionales, a los que no abando- Acuarela de feria so sueldo !... Varios meses pasaron,.y por
nó e]i el curso de los seis mil kilómetros fin mi director se compadeció de mí, y
Cjue constituyen la carrera. me aumentó cincuenta céntimos por día.
A propósito de su aprendizaje depor- i Ya estaba hecha mi fortuna !
Cnhallitns pnbicn, '•'• "- •,,
tivo, refiérenos Biscot lo- siguiente : —fíii.sffincí! (íc (ícnlc (Icsarmada— En aquella í'-.poca hubo u n concurso
—Mi afición a los deportes es antigua. r.oyrpu Hiins Iras oíros, no se nlrmizn». en Francia de patines, en el que tomé
F o r m é parte en Montrouge del equipo de I.n villa es una tirslia mnh. parte, logrando hacer un buen papel, lo
croas-country en compañía de Bouchard, que me hizo cambiar de rumbo, presen-
Ragueneau y Marcel Delabre, y más tar- lina Vfíl'in. mja tándome al poco tiempo como patinador
Ihva ¡iU'isofii. la caríja;
de, en Bobino, gané el segundo premio raroa qiir no pitaa m sus lomos,
teatral. Mucho me costó abrirme paso,
de un campeonato que consistió en u n jwr lanío líirfs amarga. pero por fin conseguí debutar en un ska-
jarrón do Sevres. F u é lo único que me íing de Montmartre, donde m e fué a bus-
produjo mi velocípedo, con el que nunca ünslizits pasodohlcs car el autor Georges Rose para rpie crea-
conseguí, en aquella época, obtener nin- <¡im do, aletiría no lifíncn nada, se u n tipo en una revista que iba a
giin rendimiento económico a pesar de nulos dr. sonrismt, jilmos de amardurn; estrenar en ((L'Europeann, donde a pe-
sin rmhn.ign, parece, que dir.en jaratut.
que se me ocm'rió hacer en un music-hall sar de que el director quería un hombre
el looping ihe loop en un círculo más o obeso para interpretar aquel papel, fui
Travos que adoTnañ la tristeza •
menos de la muerte. dr. unas anlinuas la.hlas contratado con once francos diarios el
En Boliino, a más de conquistar el ja- que, (limen Irislemenle, a rada vuelln primer mes, y doce francos los meses res-
rrón, debuté como figurante por vez pri-
que da la caiauajia. tantes.
mera con la obrita de Maupré "El perro Una chiquilla rubia ' "^ Once meses después logré un contrato
del comisario ha muerto». A continua- í-ubió en esla parada, para trabajar en Ostende en compañía de
ción m e presentaron a Barok, director lucfío. notó que no llevaba ptrras algunos artistas franceses. N o tuvimos
del (íBijon Conceit)), el cual me ofreció y se bajó azorada. suerte. El empresario, que había perdido
diez francos por cantar en su teatro, en su capital en las carreras del «Oran
el q u e el día del debut canté a la fuerza Un mocitn fumando síji reposa Premio de Ostendeii, levantó el campo,
—y que lleva la testa rapada—
tres composiciones líricas. Al día siguien- dejando sin pagar a todos los artistas
salla sobra an r.isnc- amarüln
te, el mismo Barok me decía : que llc'va la raheza adornada franceses, los cuales no tuvimos otro re-
—Yo creo que con una habrá bas- con tin bollo en el pico medio que hacer un Iieneficio en el Gran
—scnlimenlaUsmos de gente cansada—. Hotel para repatriarnos. La ciudad res-
tante...
N o había tenido éxito, a pesar de que pondió a nuestro llamamiento y llenó la
Leones, cebras, sala de espectáculos. Aquel día trabaja-
realicé enormes esfuerzos por hacer son- cabra.'!,
reír al público del ((Bijou Concert». mos todos con más corazón y más ganas
nnilaa pinladas;
- Poco tiempo después, conocí a Dou- este es el rcpcrlorio del tiovivo;
de agradar que nunca. Yo tuve la suerte
glard, el cual, para contratarme, me exi- me nlvidí^, y xin pegaso sin alas. de que el empresario de Lieja, que pre-
gió que crease u n tipo que, sin ser gro- sencialia la sesión, me contratase para ac-
tesco, fuese gracioso, y me aconsejó que Se acomodaron todos, tuar en la ((Renaissance» de dicha ciu-
me afeitase el bigote y aprendiese el suena la campanada; dad, en la que debuté con éxito enorme
la uegua eíxprr.nde su caiuiuo, en una revista titulada ((¿Pías visto el
canto ; m u y fácil lo primero, pero difici- que no tiene comienzo ni llegada.
lísinro lo segundo, por las pocas condi- eclipse?» Todo Eieja vio el eclipse, cuan-
ciones de cantante que siempre he tenido. do yo casi estaba prediciendo el eclipse
Crujen las tablas.
Recomendóme, a pesar de todo, a Moyne, hay gritos de una moza alborozada,
de mi nombre.
director de ((Folies Parisiens» y ((Varietés y a una chiquilhv rubia
Allá comenzó una nueva vida pai^a m í ;
Parisiense, el cual m e confió u n papel en se lo esrapa
una lágrima blanca. vida de éxitos, lograda merced a la sim-
una obrita titulada ¡(Santa E u g e n i a » , en patía de los públicos franceses, a los que
la cual interpreté el papel de un soldado, BENJAMÍN BENTURA
debo cuanto soy.
BISCOT
\-
íl) Vóase el niím. 2 do POPDUR FII.M. (Coniinuaré)

^'>'''^<^'^<^'^'^'^<¿'J'^J'^^^'PJ'^J''^J'j'^^,r^,rj^i''j'j'trjV'j'j^ ^rtAí^^^^^^W^^^^^^^^^V^^^^/V^^UVi^^rtfl^
6
I•wvtfv^rtrtrtAnAí^rtrtJV%ftrtrtrtJVvvvvu%n•vv^^^

Oecador a ("Cango)
T^úsica de "]. Sola ^glemón

PlflNO

Con objeto de que nuestros lectores encuentren en la página musical las


más bellas composiciones de la temporada, hemos procurado contar
con los más interesantes maestros de la canción y el baile, los cuales
nos han prometido la exclusiva de sus más originales producciones.

•vuwwwwwtrtirwwv^A^.
m . 7
, •^^n«^%^flAflAflA^líww•u^.•tf^.wv^^'v^%v% v^^^"^ifli^%^^^vt^ i

F R N Y E A L A
Escenas de " L a B o h é m e " , superproducción
METRO GOLDWYN,
interpretada por
Lillian Gish y
John Gilbert,
que se estre-
nará la actual
temporada.

King Vidor, uno de los directores más pres-


tigiosos de la METRO GOLDWYN, ha
llevado a la pantalla, con la maestría en
él característica, la célebre obra de Henri magistrales páginas literarias, la
Murger, que ha pintado como nadie, en bohemia del Barrio Latino de París.

•"^^vwiív^^^v^^^ww^^^^^iV^rt^n^^^^v^^^rtl '^vvvwvwv%vvvvvv%Pb%rvvvvwvvv'Uft;vvvwvuruvi»i
8 WA
I> A M ¥ A i t A
Gráficos de la gran pro-
ducción, marca F O X ,
"Tres hombres malos",
de la que son protago-
nistas George O 'Brien
y Olive Borden.

enteros en un solo día y las


tierras americanas en.su
En "Tres hombres malos",
aspecto primitivo, y en las
toman parte 25.000 compar-
cuales penetraba el hombre,
sas. Los espectadores podrán hace cincuenta años, a pie,
ver desfilar en esta película, en lentos y pesados vagones

grandes manadas de bisontes, y a l o m o s de c a b a l l o s

la formación de pueblos semicerreros.

''^'''•^''^'^i^j'j'j^j'^^tr,^j'^,r^,rj'j'^j'^JVJ''r,^<^'^*f''P<'^<^ •vv^nrtrtA."^j"yvvvs^^^vvw%jvvvsAnjvvyvvvvvuv^i
^m/A 9
•^«vvvv%rtívvw%j^rtrtrtjvuvsrtrtjvvijvv\jv^rtiri«^^

Universalidad del arfe vos valores para la pantalla. P r u e b a de ello


es el nuevo «hallazgon que acaba de hacer,
tor)), sino simplemente como actor d e valía
que ha estado e n a m o r a d o de la escena m u d a
cinemaiográfico y que sin duda el público sabrá apreciar en desde t e m p r a n a edad, y q u e para expresar
todo su valor. Se trata de la bella artista de a l g u n a m a n e r a su a m o r a la escena h a
F.n líis artes bellas, y de un modo especial francesa Arlette Marchal, a quien acaba de dramatizado im buen número de obras y re-
en el grupo de ' a s artes plásticas, se hallan contratar para que caracterice el papel d e presentado infinidad de papeles en funciones
1 alen íes tres- fuerzas objetivas q u e son las ((Condesa Ziclía» en KDiplomacia», película infantiles.
que prudueen las sensaciones en el observa- que Mr. Neilan está dirigiendo para la P a - —Pai^a no.-^otros — ha declarado Mtactor
dor. Estas sensaciones son de tres c l a s e s : ramount. Turnbul!, productor asociado de la P a r a -
la que se manifiesta en la noción, la q u e Miss Marchal, linda francesita que h a ca- moimt—, Mr. Paddock es un actor catalo-
vive sujeta a la expresión y la que está su- racterizado pajieles de poca importancia en gado entre los que nosotros llEsmamos ((indi-
peditada n la emoción. numerosas películas, integró e! reparto de vidualidades de la pantalla». Su actuación
En las artes Úricas — la poesía y la m ú - ((Madame Sans-Gene», la grandiosa produc- en ((Amores de colegiala» presta gran realce
sica—, la expresión y la emoción viven m e - ción de Gloria Swanson para la P a r a m o u n t . a la bella Bebe, quien espera que ésta no
jor definidas q u e la simple noción ; pero en Desde entonces ha aparecido en distintas sea la última película q u e Impresiona para
las plásticas, la noción y la expresión triun- obras, a u n q u e en papeles que no le daban la nosotros, teniendo por ((instructor» a tan
fan plenamente, ]jues en ellas, la emoción oportunitiaci de poder mostrar sus grandes magnífico artista.
vi\'o supedilada a la expresión. aptitudes artísticas.
No prelendemos en este pequeño preám- — E s t a artista vale para algo m á s — d e - ii
bulo m á s que d a r a conocer los principales
elementos que integran las artes para esta-
claró Mr. Neilan al verla a c t u a r en u n a de
sus últimas obra.s—. Y se le debe d a r la
La Paramount adquiere ios
blecer, u n a vez conocidos, un parangón e n - oportunidad que s u s aptitudes merecen. derechos litera ríos de " La
tre las artes propiamente diclias y el sc^ptimo Acto continuo le hizo la proposición de
arte o arte cinematográfico. que apareciese en ¡(Diplomacia)» al lado de
dama galante"
Apenas se discute ya la semejanza exis- Blanche Swect, q u e es la protagonista. E n
tente entre el dibujo, la pintura y el cine, el reparto de esta película figuran artistas de Según declaraciones de Hi^ctor Turnbull
toda vez q u e las imágenes que viven en la Lanío mérito como Neil H a m i l t o n , M a t t y R. P . Schiiiberg, productores asociados de
pantalla, trasmiten u n a noción semejante a Moore, Arthur Edmond Carct, Earle W i - la P a r a m o u n t , la famosa empresa cinema-
la que producen con sus obras los artistas del lliams, fluslav von Seyffertitz, Julia Swayne tográfica acaba de adquirir los derechos lite-
lá¡)iz y dí'l pincel. Que esta cualidad es un Gordon y David Mir. La ada¡}lación del fa- rarios de ((La D a m a Galante)), con objeto de
hecho, no cabe negarlo, pues no solamente moso draina de Sardou estrenado por Sara filmarla con Florence Vidor como protago-
expresan las imágenes cinematográficas la Bernbardí, se debe a la iiluma tic Benjamín nista.
noción, de un modo (ntegro, sino q u e la Glazer, Según arreglos especiales hechos con la fa-
acompañan de u n a expresión intensa y bien mosa arlista, quien acaba de concluir de
definida que pone al arte m u d o en condicio- impresionar « J a m á s se conoce el corazón de
ne.'; de ser comjírendido por todos, y que lo la mujCDi, al terminar su próxima película
convierte en el idioma internacional por ex-
"El rey de la velocidad" en KÍÍI .Águila del Mar», en la cual Ricardo
celencia. una película de Bebe Daniels Cor tez ca rae (eriza el papel de protagonista
en compañía' de Miss Vidor, la bella actriz
C a d a arte tiene vida propia y se basta por comenzará a filmar «La D a m a Galante)).
Charles PaddocU es conocido en el mundo
sí solo para producir la emoción. Pero el
entero como el «rey de la velocidad)). H a s t a
cine, por ser como el teatro u n arte ospec-
la fecha no h a habido .ser h u m a n o alguno
(acular, exige la intervención complementa-
que le haya podido quitar su título de a n -
ria de las demás artes para su mayor per-
darín. En concepto de tal, e! rey de Monte- Un luchador de proifesidn
feccionamiento y para ser algo m á s que el r e -
fiejo fiel de la naturaleza a n i m a d a . Este com-
negro le confirió hace poco un título nobi-
liario : Charles Paddock no es Charles Pad-
que debe actuar como "paci-
plemento o supedilación de l a s artes plásti-
cas, dan al s(''ptimo arte un excepcional po-
doclí : es dSir Charles Paddocloi, ficador" en "Oíd Ironsides"
der do manifestación, por el cual se le puede Pero no es como noble ni como andarín
considerar como la m á s internacional de las que la P a r a m o u n t lo h a contratado para que ((Que un luchador de profesión se le con-
expresiones. aparezca en u n a de sus películas, sino como trate para C[ue sirva de ((pacificador», es cosa
instructor de deportes. que no comprendo.))
De a h í que el cine sea el arte m á s ameno,
¿ I n s t r u c t o r de deportes? — argüirá el lec- Esto es lo que dijo el boxeador Godfrey,
dinámico y universal que existe,
tor — ¿y por q u é ? uno de los aspirantes al cetro de T u n n e v ,
ELKCTIIÓN
Se trata de la nueva película de Bebe D a - cuando so le notificó q u e la P a r a m o u n t
niels, ((Amores de Colegiala», Esta película lo había contratado, no para q u e exhibiese
Un n u e v o " h a l l a z g o " d e l se desarrolla en un colegio en que la linda sus múltiples cualidades pugilístícas. sino
Belje recibe su educación. E n ese colegio simplemente para q u e sirviese como ((paci-
d i r e c t o r Neilan hay un ninstructor de deportes» q u e juega ficador» entre las luchas q u e sostienen W a -
Varias son las estrellas cinematográficas parte m u y importante en el a r g u m e n t o . Y llace Beery y George Bancrof en sus respec-
que deben al cólebre director, Marshall Nei- aquí entra la explicación del por qué la P a - tivos papeles de viejos (dobos de mar)) de la
lan q u e s u s m í r i t o s hayan sido reconocidos rami)unl lo ha contratado para q u e caracte- fragata ((Constitución)), en torno de la cual
por el gran pi'ihlico. Conocedor del mi'Tito, rice tal pajjel, tal \'oz no como andarín, ni se desarrolla el a r g u m e n t o de «Oíd Ironsi-
su ojo esíá siempre alerta en busca de nue- como noble, ni a u n siquiera como (dnstruc- des», película que J a m e s Cruze ha produci-
do para la P a r a m o u n t , y en la cual el bo-
xeador aparece como cocinero bonachón,
lleno de t e r n u r a s y buen tino, tal vez lo
contrario de lo que es en realidad.

MARAVILLOSO BOLETÍN para tomar parte en el


Concurso de POPULAR FILM
Y PRODIGIOSO INVENTO
"¿Tengo condiciones para
LOS CABELLOS BLANCOS femaron su primitivo color natural a LOS OCHO DÍAS ser arlisfa de cine?" ^
de usar el INSUSTITUIBLE ACEITE VEGETAL MEXICANO, PREMIADO GRAN PRIX,
CRUCES Y MEDALLAS. No mancha absolutamente nada y por esto se usa con las mismas
manos, como cualquier BRILLANTINA, El uso de este ACREDITADÍSIMO artículo n o es
para teñir los cabellos de tal o cual color: es únicamente para devolver o los CABELLOS
BLANCOS su primitivo COLOR NATURAL, CON TODA GARANTÍA, hayan sido éstos
RUBIOS, CASTAÑOS O NEGROS, sin que nadie pueda ni imaginarse que estén leñidos.
Se garantiza también que n o l e caen los cabellos con su uso. Concesionario: E, 5ARRÁ,
Provincia
Se vende en todas las perfumerías de España. Precio, 6 y 10 pesetas. Con uno de los de ... Firma:
a 10 pesetas hay cantidad suficiente paro un e ñ o de uso.

•'.Twrjvvvvv'wr^jvj'jvvjvv^^^jv.n^^j't^jvvvvjv^i
lO
vv^vvuv^ftr¿^rtrtd^ruvvvuvv^^ft^i^rtAft<^rtñ•^rtiV^flJ^^J^^

Noticiario cinematográfico
Ecos de Barcelona La Comisión organizadora del homenaje a
don Joaquín Freixes, h a recibido, entre otras
muchas, la adhesión de la Mutua Cinemato-
PRUEBAS DE PELÍCULAS del Caballero Desgrles, realizan en esta pe- gráfica y Sociedad de Empresarios.
lícula una labor admirable y digna de en- El acto, como ya se anunció, se celebrará
comio por todos los conceptos. el día 15 del corriente, v los tikets, cuyo va-
"Varíete^ de la "Ufa" L a dirección artística ha hecho un estudio lor es de quince pesetas, se exjienden en el
de la i'-poca, acabadísimo en los interiores, local de la Mutua. ' - -
lín el Coliseum se pasó en prueba privada inieresante en los exteriores y lleno de justeza
esta película de ¡a casa alemana «Ufan. en los pequeños detalles que retratan la épo-
iiVarieti''» es u n a de esas producciones en ca decadente a que llevaron los Luises al
las que no se sabe tjué a d m i r a r míís, si el pueblo francés, L a Selecclne, S. A., ha trasladado sus ofi-
ariíumento, !a presentación o la interpretá- cinas al Pasco de Gracia, número q i , pues
Al hablar de la fotografía no podemos ol-
is ón. el local de la Ronda de la Universidad, en
vidarnos que en Alemania es la óptica una de
Ha)' en esta película, admirable de veras, que las tenía instaladas, resultaba insuficien-
las ciencias que m á s han progresado. En este
escenas escalofriantes, de u n a intensidad, de te para el desarrollo adquirido por esta casa.
film y en algunos momentos, es magnífica,
un vijiíor dramático pocas veces igualado en Deseamos a la Selecclne que continúe la
sobre todo en los desfocados y juegos de luz.
la pantalla. T a l la de los ejercicios en el t r a - buena racha en su nuevo domicilio.
E s t a m o s ciertos que de continuar ia «Ufa»
pecio, a u n a altura enorme, que realizan los por el camino emprendido, sin vacilaciones
personajes María Berta, Bos, y Artinelli, des- que anormalicen su producción y orientada
inii^'s de saiicr el ErCgundo la infidelidad de la siempre al arte puro, no tardará mucho en La ulUai), casa alemana editora (le esa
m u c h a c h a . El público espera que Bos lance imponer sus artistas y sus producciones, de joya de la cinematografía titulada uLos NI-
al vacío a Artinelli, su rival, para vengarse las cuales, las vistas hasta ahora, sin llegar belungos»), esl renada en el ('oliseum d u r a n t e
de él. La emoción se apodera de los especta- a constituir una labor genial, pueden seña- la temporada H)J3-u>24, cuenta para la íem-
dores, que a g u a r d a n este m o m e n t o trágico, larse y reseñarse entre las que las principales j)orada actual con películas tan excelentes
que no Hcga, sin embargo, por lo que hay firmas mundiales nos presentan. como ((Metrópolis», ¡(Varictéi), id-'austO)), cl-
que alabar la habilidad del director de esta
l'el i citamos a la dUfaii por su talento ccléc- neversión de la obra de Goethe ; ¡(El sueño
gran película, que ha sabido producir el esca-
liro y la a n i m a m o s en su labor de selección. de un valsi) y «Manon Lcscautu, basada en la
lofrío emocional, sin llegar a la tragedia, que
célebre novela de igual título del abate Pre-
se desarrolla en otra escena tan intensa y es-
;• •",.. M. DE R. vost.
calofriante como ¿sta.
La «Ufa» cuenta con otros films importan-
Lya de P u t t i , en el papel de María Berta, tes que le proporcionarán los éxitos que me-
se nos muestra como una de las actrices d r a - LA ESCENA MUOA recen todas las producciones de esta casa, por
máticas m.-'is geniales. No se puede dar u n a la propiedad y lujo con que ias presienta, y
impresión m á s acabada de los sentimientos por el cuidado con que hacen los directores
t|ue mueven al personaje en cada m o m e n t o de
la película,
En el Kursaal y C a t a l u ñ a de dicha editorial, la elección de asuntos.

límil J a n n l n g s , en el de Bos, el titiritero,


está sencillamente magistral. Ni siquiera ha En estos magníficos salones se estrenó con
necesitado caracterizarse para componer el enorme éxito la producción «Prodlsco», dis- El terreno en que fueron fil-
tribuida por la Julio César, S. A., uLa vida
tipo.
para el amoni, cuyo a r g u m e n t o publicamos
madas las escenas de batalla
L a íiUfai) logrará con «Varietón, el día de
su estreno, uno de sus triunfos m á s legítimos
en este mismo número, de "El gran desfile"
y clamorosos. iiLa vida para el amorji es una película
d r a m á t i c a sentimental, de original asunto y Las escenas de batalla de esla gran ]jrn-
El- KSCKCTADOR SILENCIOSO
con varias escenas de un fuerte realismo que ducción fueron reproducidas por oficiales de
hacen m á s intensa la acción. la segunda división. Los )}uei'os recluta.s ex-
L a labor de Leatricc Joy, la magnífica y t r a ñ a b a n todo cuanto les hacían llevar a
"Manon Lcscaut", de la "Ufa" hermosa estrella del arte mudo, y la inter- cabo ; pero los directores de estas escenas,
pretación en esta película del estupendo actor es decir, los oficiales mencionados, creían
F.ntre las varias presentaciones que d u r a n - lülmund Burns, es de veras admirable. revivir los horrores de las luchas que tan
te ima muy corta temporada nos ha hecho También merece señalarse el estreno de fielmente ha reflejado esta m a g n a producción.
la nueva m a r c a a l e m a n a «Ufa», descuella (i¡ Echando chispas!)), deliciosa comedia del U n o de los datos curiosos es que el terreno
por su a r g u m e n t o , de todos conocido, y por programa Verdaguer. , . , , . . .• en que fueron filmadas estas escenas guerre-
su bellísima realización, el film «Manon I>es- ras es precisamente el mismo por donde pa-
caut», basado en la ccMcbre novela del abate saron en su m a r c h a triunfal y fatídica KLOS
Prevost, en la que la h u m a n a emoción que el cuatro jinetes del Apocalipsis)), tan magis-
a m o r presta a los corazones juveniles, íate En el Coliseum tralmentc llevado a la pantalla pi;)r el insigne
intensa al igual que en la adaptación, que director Rex I n g r a m .
si bien tiene un final menos trágico y paté- líl domingo último se estrenó en este aris- King Vldor, director de "El gran desfile)),
tico que la novela, no por eso tiene m e n o s tocrático salón la producción ((Eir.st Natio- consideró que nadie como los que habían vi-
emotividad, nal)», distribuida por la Metro Goldwyn, n U n vido la gran guerra podían r e t r a t a r mejor lo
Lya de Putti y Vladimir Gaidarón, que son ladrón en el Paraíso». sucedido y dar m á s naturalidad a las escenas,
los creadores, respectivamente, de Manon y Esta película obtuvo un éxito grandioso siendo por este motivo el general Malone de
por la novedad de su asunto y por la exce- Fort Sam Houslon quien planeó el plan de
lente interpretación de Ronald Colman y c a m p a ñ a , y el coronel H a r r y Bishop el oficial
Doris Kenvon. que le secundó.
BOLETÍN de votación para el Concurso de
P O P U L A R F I L M

Nombre del v<.


C A R T E L E S DE C I N E |

M A N U F A C T U R A G E N E R A L D E I M P R E S O S - LITOGRAFÍA I
R E P R O D U C C I O N E S DE ~ Teléfono P A P E L D E CARTAS-TAR-
ARTE-CATÁLOGOS J E T A S y D E M Á S TRA-
' n." 674 G. BAJOS COMERCIALES
CROMOS - FACTURAS

Villarroel, 223 - Parfs, 130


Firma:
! R. FOLCH BARCELONA

3'Vl.v^'•^''Tjvvv.^j'jv^trfr^jvvvvvjvvv^ihrjvvjvvj^
11
L A l % O D A EN EL CINE I

El supremo arte de la mujer es saber vestirse i


Líi vida moderna con sus febriles agitaciones y sus formidables exigen- a los modelos de belle-
cias, obliga a la mujer elegante a ser un juguete en manos de la moda, (pie los artistas
a cuyos capriclios ha de dedicar el m á x i m u m del tiempo que precede a de todos los
sus paseos matinales, a sus esparcimientos vespertinos y a sus diver- tiempos han
siones nocturnas. La mujer iiue i>recia en algo su juventud y su f i j a d o "en
belleza, y se da cuenta del arma que con ellas posee, procura en lienzos y en
todo momento hacer resaltar sus cualidades, para de este modo mármoles, y
lograr la admiración del sexo contrario y subyugar con ellas el que, sin em-
alma, siempre esclava, del hombre, que ha sido y será eterno bargo, po-
adorador de la belleza femenina. seen un en-
La dulce enemiga del hombre, cuando es joven y bella, se canto indefi-
ama tan intensamente a sí misma, que la es imposible prescin- nible y que
dir del juicio del varón. reside, a c a -
so, en l o s
El narcisismo en la mujer, más que disculpable es necesa-
ojos, en la
rio. Bien está que el hombre se alabe de sus obras, de sus ges-
I3 o c a , e n
tos, de sus acciones. Pero tan lógico y natural como esto, es que
cualquier de-
la mujer se alabe de su lie-
talle al pare-
lleza, pues está probado que
cer insignifi-
lo que al varón le enamora
cante.
de ella y lo decide a darse
Además, la juventud por
de baja como célibe, no es
sí sola, es bella.
la bondad, la honestidad,
ni siquiera la ternura de las Por esta página que de-
fcminas, sino la belleza de dico semanalmente a estas
su rostro, la euritmia de su charlas frivolas, que procu-
cuerpo, el arte con que cu- ro sean amenas, y que di-
bre, con sedas y rasos, rijo de un modo especial a
igual que con sencillo per- mis lindas lectoras, desfi-
cal, lo más codiciado de su lan, en efigie, naturalmen-
gentil persona. te, muchas mujeres a las
Sí, la mujer tiene que que el cinc ha dado cele-
decorar esmeradamente su bridad.
fachada para que el hom- ¿ Puede asegurarse que
bre, el enemigo a quien ha todas estas mujeres son bo-
de conquistar y rendir, se nitas, atendiendo a sus ras-
fijo en ella; pero ha de gos fisonómicos? N o , ¿ver-
cultivar, con mayor esmero d a d ? Y no obstante, ¿se
aún, su espíritu, si no quie- atrevería el hombre más
re salir manchada de los exigente a decir que no le
brazos del que acaba de resultan encantadoras? N o ,
conquistar, de los brazos no se atrevería a decirlo.
que lo mismo pueden ele- Y es que estas inquietas
varla y sostenerla, que arro- muchachas que hemos vis-
jarla al fango. to cien veces en la pantalla,
Pero si para atraer al conocen como nadie el arte
varón es necesario ser be- de arreglarse para destacar
lla, ¿qué harán las que no lo agradable de su persona.
han sido dotadas de esa Así, Clara Kimball sabe
cualidad física? m u y bien que a su tipo
¡ Bah ! N o existe mujer aristocrático, de gran dama,
joven que no sea bella. N o cuadra perfectamente ese
hay un tipo único de be- vestido de larga cola con
lleza, ni se és que aparece en una de sus
bella, exclusiva- producciones, y el q u e
mente por la pu- presta a su figura una suprema distinción.-
reza de facciones. ¿ Y qué m e decís del gorrito de punto que enmarca el rostro
La gracia es tam- alegre y expresivo de Norma Shearer ? Verdaderamente le da
bién belleza. La un aspecto entre picaresco e ingenuo que rima con sus faccio-
bondad, reflejada nes, redondeando el óvalo del rostro, un poco largo, y al que no
en una sonrisa, cuadraría, por ejemplo, uno de esos sombreros de fieltro, de
belleza es y de copa demasiado alta y con pluma mosqueteril. El secreto, pues,
más alta catego- para ser bella, está en saber exactamente lo que r'jquiere cada
ría, con atractivo rostro y cada tipo.
mayor f]tie la de-
La misma prenda que hace resaltar ki belleza o el garbo de
terminada por la
de una mujer, es de un efecto deplorable llevada por otra
corrección de las
mujer de tipo opuesto o distinto.
facciones. H a y m u -
N o es la forma del vestido, sombrero, etc., lo que favorece o
jeres, de las que no
desfavorece, sino el color de éstos y los adornos que se les aplica.
¡.medc decirse que
Ya lo saben mis lectoras : para ser bella, sin ser un dechado de
son hermosas, si nos sujetamos
perfección, basta con saber vestirse. M i s s GLADYS

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Musco fotográfico de POPULAR FILM

LAURA LA PLANTE
la encantadora estrella de la Universal, protagonista de la superproducción
"El Sol de Medianoche",

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L E n E L
ESTRENOS gañailo, y hasta el que llega una mujer del catalanes, bajo cuyo amparo y el de don E n -
pueblo para decirle la dolorosa verdad que, al rique Borras se había colocado la obra es-
En "La dona verge", drama romper en su espíritu, apesadumbrándole, trenada.
estrenado en el Apolo, se hace que abandone las pompas reales y se
lance a confundir y a fundir su espíritu con
Compartieron los honores de este triunfo
.sentimental don Joaquín Montero, al que fe-
reveló un gran dramaturgo. el de su pueblo, en el que cree ha de ver bri- licitamos por su acertada dirección, y la
El estreno de uLa dona verj^ei» h a sido la llar la verdad que necesita su alma, deseosa señorita Fornés, cuya actuación al laílo do
revelación total de un gran d r a m a t u r g o . Este de ver felices a sus subditos todos. Horras será, por lo interesante, digna de mil
d r a m a coloca a Manuel Fontdevilu entre los En este acto, todo lo ideológico, todo lo aplausos, pues nos ha demostrado con (¡Per
autores m á s ilustres del teatro catalán. bello y toda la grandeza de la concepción es dret divíi), que está adornada de excelentes
I'oro adcmíis de una revelai-ión, ha sido de Guimerá, que tal vez haya pergeñado al- cualidades para triunfar,
también una lección para los empresarios ro- g u n a s escenas y determinaiio también algu- E! resto de la compañía, segura de su pa-
mos y cerriles, que creen todavía que las nos caracteres — pocos. pe!, no hizo fallar el conjunto armónico en
temporadas se salvan con obras de autores Segundo acto. Un pueblo en fiestas. L a que la interpretación desarrollóse. P o r la
nmy gastados en los carteles. Por el contrario, verdad que alteró la vida del monarca de este escasa importancia de los_ papeles que reali-
esoy autores tienen ya muy poco que hacer pueblo, salió engarzada en unos labios de m u - zan, no hicieron notar sus aptitudes algunos
en los escenarios. Sus mejores obras, las que jer, fíl rey vivé en este pueblo como foraste- de los buenos actores que acompañan a don
le dieron fama, se han hecho viejas, como ro : le rodea la traición, 'pero está en brazos Enrique en su actuación, y solamente el ga-
ellos mismos, y las de ahora sólo sirven; en del amor. Los celos de un campesino que lán jo\'en señor Samsó pudo, a pesar de su
todo caso, para mermarles el prestigio que ama a la mujer y al que los enemigos del rey mínima actuación, perfilar su personalidad
ganaron antes en buena lid. tratan de comprar, descubre la verdadera de un bello modo,
' L o que resolverá la crisis teatral son obras personalidad de aquel hombre, ante cuya ¿ D í a de gloria para la literatura catala-
de la calidad artística y de la valentía de ((La grandeza e! amor se inclina y el pueblo se n a ? . . . H o n r a d a m e n t e y sin prejuicio algmio,
dona vergel). rinde. creo que no. M,\iirí.Niíz oi; RIEÍÍÍEÍA
Los tres actos del d r a m a de Fontdevüa es- Este aclo adolece de pésima construcción :
tán trazados de m a n o maestra, con pinino
Lloniiniu de la técnica.
es excesivamente monótono y pesado, y áni- Nuestra portada
camcnte en las dos i'iltinia.s escenas pudo
La figura de ((Isabel", la protagonista, ad- haber intervenido el talento creador de Gui- B u s t e r K u a l o i i , el l i o m b r u qtiü n u n c a
quiere las colosales proporciones de los per- merá. ríe, pLTo qiiu tieiitj la v i r t u d d e h a c e r
sonajes m á s vigorosos que han pasado, desde Tercer aclo. La traición de los nobles que r e í r a los d e m á s , a p a r e c e e s t a s e n i a t i a
¡lace muchos años, por la escena catalana. odian al rey lucha con el a m o r que el pueblo en n u e s t r a p o r t a d a con el g'csto m á s g r a -
María Vila vivió el d r a m a de «Isabel)) tan !e profesa. La m a r c h a triiÉnfal del rey, al v e (jue n u n c a . Y es g u e figurar cu la
intensamente, que no se puede lograr mayor que acompaña la mujer, es detenida por u n a p o r t a d a d e u n s e n t a n a r i o c o m o P(,ii'Ui,AK
perfccei(in artísticj en la creación de un per- bala que corla su vida, y a linios desesijera, Fii.M es u n a cosa m u y s e r i a .
sonaje. Kn lo sucesivo, el nombre de esta cuando la \'¡ctoria ¡legaba a besar la noble
actriz no necesitará rodearse de un brillante frente del monarca.
cortejo de adjetivos ; su nombre constituye, Ninguna eíiioción tiene este acto, en el que
por sí solo, el m á s grande de los elogios que el d r a m a no pone en nuestro espíritu ni la
E S T A F E T A
se la puedan dedicar. m á s leve sensación. Los caracteres que se l.uiK Ila¡lesl,-niii. — Máhitiii- ~ Par-i lo qiiü se pm-
Pío Daví hizo el tipo n a d a fácii de ((Al- jjcrfilaron en los actos anteriores, llegan a él Iionií, !() mejor ew ([ut Uunv t)a,rte «n iiiicstro f'onr.iirsii
fred)), con la naturalidad y aplomo que él "iTontío .coíidic-iones parjt ser ¡irtistii tii! tune?" .\i.'ii-
deslabazadüs y sin vida. dciTiias úe üsa elíiso no liif liay, al iiK-not; cnri la nei^e-
acostumbra, remarcando con su arte las lí- El verso, en algunos m o m e n t o s sonoro, cae siiria .snlvenr.i;i íirtíHfica,
neas psicológicas con que el d r a m a t u r g o trazó /•r. (,'. (.'a)i(j/i!J!.—/.<¡r/í/(í. — No íeiiciiios lo (jue il(!seii.
la mayor parte de las veces en ¡a débil esfera Ivsiis fotns tus liiínc !:t Itiripiuin .\iiicricaii Pilm, puro
esta criatura de su d r a m a . del arto menor, monorrítmica y poco gran- U(i su las cedciá a iiiiiKiin jin-cio.
Admirables Barbosa y los demás intérpre- I''riincisr.0 L'Kiiiio. — Trinan. - - I'.l retrato lic eso üiui-
diosa. iitiiite artista lo i)iiiilic:ircinos cuaiulo so Rstrnni* "Mi-
tes de i(La dona vergen. Los escenarios en los que se desarrollan el (íiifl StroKorf, o i'l ('(iiicii lid ZJIT", iiüliciila tir la (¡im
h'ontdevila tuvo que salir al palco proscenio es iirinripa! Mil.Tpn'lf. (irarirtK ¡lur KM i'iitiíinihai'iia.
si/gundo y tercer acto, están pintailos resjiec- C. I'iiffln^ ilv liacílo. — Uilhaü. — l'ror.urarLíiiios cuia-
al final de cada acto y a mitad del segundo, livamenle ]jor .Alarma y Vilomara. Un triun- plact'rlc i)r(iiit(). >
llamado por los espectadores que lo aclama- fo de la dirección artística, que derrocíió a Ar^vai" (Urina. — Alcoj/. — í'roiito piilíIicaroiiaiB esa
sccriiiii .V (larüTiiDS caliida en tilla a su articulo.
ban llenos de fervoroso entusiasmo. El autor, raudales el buen gusto. Jinahrninnüih. — ¡.¡nrn. — Si pühlicárainos spiniuial-
María Vila y Pío Daví, tuvieron que dirigir La interpretación tiene usía. Con ella el iiiPiiti' lodo Iri (inc mw envían los cspontáuens, tcrulria-
iiKi.-i (lile liceiii-iíir a lo.^ n-daeloriis. V ert'u nsícil ([UL'
la palabra al pú¡)lico, que demostró esa noche señor Montero nos demostró que es un direc- los leclorctí |)er(li'riaM ion el i";ii]il)iii. Üastaniu liaretnos
que se entrega sin reservas cuando se le tor de escena de primera magnitud : todo es- uüii pidilicar de vez en cnaLido ki ipie niere/.(;a IOÍÍ 1U>-
niire.s de la pulilicidud.
ofrece arte puro, de butMia ley. M. S. taba medido y bien obstTrvado; no fallaba Caijrlimn .If/iu7í(i. — .1/Í1(Í)ÍÍ/. — Agradecemos los eln-
un detalle. I m a g í n a t e , lector, si una obra (rios iiue (lixlira a nuestra revista y verüiiiOH de coni-
"Per dret díví" en Novedades bien ensayada y en manos del e.ximio actor
plarerlc.
JoKí? Sciríínm. — l'(i/cnt/«. —Tomamos ñola de BU ofre-
El nombre de (iuimerá coiría estos días don Enrique Borras no había de llegar a lo lúndenlü para eiiando Heffiíi.' él luoaiento oportuno.
¡jasados de boca en boca. Los a m a n t e s de las Mauro .1. — íidnicdWo. — Nos inromiaréjnii.s de lo (|ue
perfecto en la ¡nlerpreíación. Llegó, llegó, y (lesea ¡f se le eoniiiniearenio.s por earfa. liecibidii fi
glorias catalanas, los enamorados del arte y a tan alio grado, que bien puede decirse que k'iro.
ios curiosos de la literatura, hacían tema .1. Taí/s Giiniínf.z. — .ikamr. —Tendrcmoí! niuelio
es ia única figura que mt^recía el aplauso sin- íjiisli) en pid)Íicar sn.s origináleH, siempre nue ,se ciña
de sus conversaciones el draina que a estre- cero y consciente, el cual no h a y que con- en ellos al earárliT de la revÍBÍfi. (iraeiaB por su feliei-
nar iba Borras, y que a bombo y platillo.s era laetén.
fundir con el que sali(') del corazón de todos Unij. — I'íiíeneíd. — Citando decidamos altjo nn esa
anunciado como la postuma y sublime crea- los espectadores con sublime grandeza para sentido .va la leiidromoa a iisled en emmta.
ción del eximio autor de ((Mar i ce!». Hafarl Gil üiiliénvz. — M¡ílii{i'i. — Iñm. Itriiadway,
honrar la memoria del príncipe de ios poetas New Vork Cify.
La espectaeión hizo que el día del estreno
el teatro Novedades estuviese rebosante de
público. Se habían dado cita en él lo mejor de
las artes y las letras, y im mismo anhelo
vivía en todos los e s p í r i t u s : h o n r a r la m e m o -
ria del maestro, del hombre bueno que fué
KALMINE
en vida don Ángel t j u i m e r á . EL M E J O R S E L L O
Caldeados con esta llama, los espectadores CONTRA EL D O L O R
esperaban con ansiedad al supremo sacerdote
que había de oficiar como nuevo Hierofante Laboratorio P. METADIER
de un culto con un solo mi.sterio sagrado en
que iniciar. En medio del mayor silencio se TO U R S
alzó la cortina, y el primer aplauso estalló
De venta en todas las buenas farmacias
(•n la sala como ¡jremio a la labor realizada
en !a decoración por los escenógrafos señores y droguerías de España.
Batlle y Amigó.
I'rímej- acto. Un rey jo\'en ¡jor todos en-
Depósito general para Espaíia: Establecimientos DUMltll QLlVEilES, I 1 . : Paseo Industria, 14, Baicelona

^AArt^SffArbfl^vvvv^AflAñA^AArtArtA/vvLvvwvsrtrt/l•
14 ^ / ^
A r g u m e n t o de la semana
Selección Prodísco. Distribuida

La vida para el amor la acompasaban en todos sua paaeos y la daban sere-


por Julio César, S. A. Interpretada
por Leairicejoy y Edmund Burns

sus cntruñaa el fuego del veneno activísimo quo el Fa-


natas que el bueno de fíandwsky amenizaba con BU sa- raón la diera a beber. En los brazos de su amantü cayó
Ei ViiUe de loa Reyes, en el actiEUo Egipto, íué xófono o su bandolina. sin vida... La sonrisa do Kamsea fué más amplia y el
luií^r propicio a ciiterr^iiúentüa, y eii BU BÜCHUÍO (iuer- Uurante el día trabajaban todos los lionibres de brillo de sus ojos más fuerte, .\aharl, que no acertaba
liii'it los cuurpua IIIuiiiiiica(litó de aiiuulUia sfciüurüs lii- Nick en las excavaciones, ilirigidua por él, mua cuando a comprender el por que du la muerto de llerath, vio
iiaslijs iiui; yon liiiila ^rauclcza. vivieron cu vida I:ÜLLÍU el sol caía y el desierto se llenaba do sombras y do claro en el alma de su hermano al sentir los primeros
un iiHiurlu. VertiadtTus [lalaiioa labcriiilit^os, oculLoá a fieras, Ja caravana se encerraba en Thebas, en uno efectos del veneno, tjuiao lanzarse sobre él y castigar
lúa iiiatj iJilfspicuiiea obüLTvadorufi, euccrniíiaii cu una de cuyos míis hermosos palacios, rica mmisión da su crimen, mas ya era t a r d e : el veneno habla hocho
(liieliradas niUoriiiti Losurus ariistlces do viilor iiii:akü- i.iidy Oniütance, tenían sus babiluciones Oniswurth y uu efecto, y cayó muerto sobro la mujer que tanto anió
iLible, que luiitu llaiiiuroii la aiiMiciüii de los avouiurc- Diana Huberts, la cual cada día estaba más enamuratla y que lu costaba la vida.»
ros i;iimo la üu los SLibiiin. do su prometido, que lan interesado estaba en encon- "iüynses VI, después de haber coinotido su crimen,
Liio (jü eslus lilttiiiOíi, ul íreiile Uu uiui legión de obre- trar la solución al jeroglifico de la copa egipcia. no tuvo ni un día hi conciencia tranquila. jManUó re-
ros, iiaciit lieiiiiw t|ue excavaba en una aiiUgua tum- instaban aquella nochu en la terraza del palacio que coger los cuerpos do los amantes, y el mismo loa con-
ba, a la dUB llamaban de iun aiiMiíles, nifi yue eua se retrataba en el Nilo, dejándose acariciar por la dujo a su última morada en el .1 Valle lio los Reyes»,
uiulUjjles cslucizoti iiubierau cuuBeiíuido bailar la cá- brisa templada y abandonándoao al beso do la luna donde pasaron a ocupar la tumiía que para sí propio
iiiuiu (iionaoria douae aeyrúu la lejtínda doniiiau abru- plena que plateaba la¿ aguas silencioBas del rio sa- tenia preparada. I,a maldición de Isia conjuró sobre el
zados el sui,'iio eierao doS' pobres auiaiiies de regia grado. ([ue turbara la tranquilidad eterna do aquel obscuro
cdUrpe, saeriJieadiis por el orgullo Uc un i'araón yue, La noche, pesada y calurosa, había puesto los ner- palacio do la noche sin fin.»
uri'upcutirlo de su criiiieii, lauro en ¡a roca del Vallo vios de Diana en tensión y un ana ojos luces brillan- —i 1 esa es la tumba de la quo quieres encontrar la
de los iteyes aijuel palacio escoiniido iiui: fuardatíe tes y liúmedos destellos. El amor que doniinaba todo última cámara'f — preguntó Diana, acercándose aún
eLeriianiunle su i'iltinio üneiio y su primer amor, su ser saltaba a su pupila inquieta, quo dulcemente ae más a su pronielido, que había quedado en silencio y
Era cslu Kabio un joven ajuericano llajuaüo Nicoliis posaba en el amado que no tenía ojos, más que para contemplaba a su amada con uu interés nunca aentidu.
(.luiswuria, Ul que acompañaba en aiis invesiigacioUeB contemplar la extraña inscripción.
una vieja y ridicula millonarlu iiiglcsa, que tiabia du- —üi, Diana : la "tumba de aquellos amantes que te-
tiicadu su vida sin aiiiurea al esLuilio de la auLigna Diana lifí: acercándose poco a poco a sa novio nían por lema: "Ln momento de amor bien vale una
cieueía del niisteriuisu lígiplu, üiiyns escriluraa Jero- hasta quudar sentada junio a él : su mirada cstaiía vida".
glLlicas no tenían ya secretos para ln vieja acartonada fija en la de su adorado y había en ella tanto amor, —Lo ves, amor mío, " t u momento de amor bien valo
y seca, eüuio una momia de la cuarta dniasiia, Latly que únicamente un hombre cegado por una tan in- una vida."
Uomsluüce l''tcud, (pie así su llamuba atiuella mínima teii.sa preocupación podía no darue cuenta úa que a Se lo decía mirándose en aus ojos, apasionada y tier-
caiiUdad de mujer, empareiuaUa con toda la nobleza través de oila el amor le brindaba la eterna gloria na, caai abrazada a Nick, quo iba abriendo las puertas
mas pura del llciiio Liiiiio, puseja un palacio a orillas de un beso de fuego. de su corazón y au temperamento dispuesijj a recibir ou
del Mío, en el (jue el jiJvcn americano tenía reservadas —j Tanto interés—preguntú Diana—encierra esa copa ellos aquella dulce sensación que le brindaban los bra-
liabiiiicnjnes como invitado de primera categoría. para li, Nick, que no le punnitc darte cuenta... de. la zos de Diana enlazados a au cuuiío.
Aiielantadisímos murcbabaii los traliajoa de la exca- hermosura de la uoclie v l'cro Diana no tenía suerte. Lna puerta se abrió, y
vücnm, y varios objetos de arle babiaii ya cuLdu en —Mucho, Diana—respondió aquél—. iPuú tan in- la voz antipática de la vieja Dady Üuustance sonó
imiLius de los extranjeros nuo Ualabau de romper con ten.so amor el de aquellos quo de ella so sirvieron y cascada preguntando :
su piijuela el secreto quo aquellas piedras conservaran tan triste el momento de su muerte, que no tu puedes —¿Estorbo'f No, Áverdadr iCJuó tal, DianaV
durante Lautos siglos. Uno Ue loa oüjelOE nia^ euriosoo hacer una idea del Influjo quo tienen para mí todos La ridicula Lady continuó :
que so eneoniraruu en la poiiúltima cúaiara de la tuni- sua recuerdos I —Señor Unisvvurht, lio veiddo a darlo uu alegrón.
ija faraónica, luo una copa de oro, en la (|ue una iu- —¿Cuál fué la causa do su muerte, NickV Acabo de descifrar la inaeripcion de lii copa de los
descirrable inscripción resaltaba ante los ojos curiuBos —El amor y l<is celos les llevaron al Valle del ailcn- ainanlea. Venga a mi despacno y traiga la copa con
do los investigadores cieniilicos. que no sabían otra cio. íEa una tristo bisloria de amor I usted. Es intereaanlisiinu.
cusa mas que Imilla pertenecido a los amaiiLes. —Ilieriéremula... Nick i Todo lo quo a ti te interesa V la pobre Diana se quedó aiu novio precisamente en
Aquella inscripción cunea que hablaba de cosas de despierta mi interés. el momento que más cerca de si le tema. Su tenipera-
un pasado tan lejano y el cáliz do aquella copa al pa- —i'ues si quieres saber, ini bien amada, calla y meiito sensual y apasionado no podía calmarse en ol
recer nuidekido sobre un seno de mujer, teman vuelto escucha... taegü de aquella noche calida : necesitaban aire sus
el juicio a Unisnurlil, (¡uu en todo momento, con el "liará la friolera de 30 siglos y reinando en Egipto pulmones y su boca seca, 1 salió de la casa dispuesta
vaso en las manos y perdida la mirada en el vacio, lu XiX. dinastía, aquella a la que llamaron de tus a buscar algo quo calmase sus nervios en punta-
parecía recordar la e.\lraiia historia du los desgracia- hijos di:l svl, dirigía la nave del imperio colusa! el Los tres eternos adoradores de Diana, \Vadalanes, Vi-
dos umaiiteu i|uu tantas veces habrían unido sus labios vengativo Faraón, Itamses VI, dcsccndiento do aque- chy y Sandwsky, la esperaban un la galería dispuestoa
a los liordeü de la copa que, euigniálica en su jerogti- llos poderosos monarcas que fueron dueños de los dos a enionar en su honor una serenata, que al comenzar
lica inscripeión, parecía traerle un incnsaju de ulira- mundos, afrieuno y asiático." de tal modo hirió los oidoa de Diana, que les dejó
tiimba. "Había decidido el viejo emperador, tomar por esposa piantadoa, y tomando un caballo que ensillado habla a
La cámara mortuoria no debía ya do estar lejana; a una heriimsibiima prince.sa do un reino lejano, cuya la puerta del palacio, se lanzó al galopo a través do
labor do unos dms solamente, pero quó poco se figura- belleza, en alas de la fama, había llegado basta su la sábana en silencio del desierto.
ban ellos que lo que tanto Lraliajo les producía, esiaba trono, y encomendado había a au iiermano menor, el '^ —i Nick I
bacía inuciio tiemiHi en manos de otro ser, el cual, a principo Aaharí, que fuese en su busca y la trajese —i Nick 1
través de las gruesas paredes que les separaban do la con todos los re.-^peLos liüala su palacio."
—1 Nick I
cumiara central, percibía sus palabras y vela con rubia "El principe Aaharí—dicen las crónicas—, era un —¿tjué os i)asai' — pregunto Nick, asustado al ver las
cómo iba el americano ganando terreno. magnilico ejemplar de aquella raza fuerte y puderoaa carao compungidas de loa pubrea muchachos.
Era éste el príncipe egipcio .'iloliamctl EfEendi, aven- con la que Sesostris llegó a dominar a loa grandea —Diana — dijo Vichy — ha montado a caballo y so
turero do Tliebas que explotaba su iiumóre y sus vas- pueblos asiáticos, cuyo inmenso poder destruyó, para ha laiuado al uesiertu : tenunios miedo de quo la paso
tísimos conaclmieutoa acerca de los documentos del an- grande/.a del Egipto y eterna gloria de su nombre: algo.
tiguo Egipto 'para penetrar en las tumbas aecretaa y era también dulce y enamorado a la par quo valiente —i Hacia dónde se ha dirigido í — prcgunlú a loa tres
rollar a los muerios sus joyaa do más valor, para guerrero y no pudo resistir el fulgor de loa ojos mag- daiidys Uiiisivurht, dispuesto a hm/.ar.se al galope de
Iriunlar entro los vivos y poder dar satisfacción a KU níficos du la priücesa Derath, quo al posarse en él, le su caballo en su seguimiento.
lempi^ranicnto sensual e impuisivo. rindieron y se le rindieron con todo el abandono que —Ese ea el camino que lomó, Onisivurht — di jóle
í-i'lum, viejo y sabio criado le acompañaba cu sus lea inspirara un primer amor." apesadumbrado U'adalanea.
excursiones como la sombra a! cuerpo. Aquella rcpug- i.Las noches del desierto, tachonadas de estrellas,
nunte hgura de viejo crapuloso, era el alma negra del Etectivamente, los cascos del caballo que montaba
que los ojos de la amada refiojabaii; el amor que en Diana habían dejado sus señales cu la arena. Tras
principe Mobanied, que uprcciaba en todo su valor las sus almas sentían y la fuerza conque ae atraían sus
altas prendas que adornaban a su viejo criado, al (juo cilaa su lanzó Nick, esperando al limil de su caniiuo
corazunea fueron causas sobradas cu qué fundar la que loa bandidos del desierto o l;is lieraa carniceras
decía conlomplando la obra de los investigadores : caída del príncipe que, arrastrado por au pasión, cayó
—¡Uelunil i No llegarán jauíás a la cámara central I liobieiuu puesto en peligro la vida do la mujer anmda,
en los brazos enamuradoa de la que iba a ser futura la cual, ajena a todo lo que uo fucsu el estado de su
jMe oycBí' esposa de su hermano, Ramaes Vi."
—Sí, señor. Jaimls pondrán los piea en olla. [Os lo espíritu, galopaba siu preocuparse de Lisechanza alguna,
•líos días corrían y corría la comitiva do loa ena- hasta que, cansada, descendió de au caballo y se tendió
promelo por Isis, nuestro poderoso señor! morados a través de laa doradu;j areuaa del deaierto, en la arena ciilida, quo recibió el beao do aquel cuerpo
cada vez acercándose más a la manaióu soberbia del perfecto y semideanudo cuino uu regio preaonto do los
II orgulloso l''ar¡ión. J.a líllima noche y ya cerca de cieloB.
Aquella misma tarde, cuando ya el sol corría a ocul- Thebas, bajo laa palmeras de un oasis que se recorta-
ban gráciles sobre un cielo ain nubes, los enamoradoa, La noche niisterlosa y plena do luz de luna y fulgo-
tarse entre dos montañas de arena, una caravana liii^o res de eatrcllas envolvía en el ópalo de su claridad
alto al pie del campamento que cu el Valle de his cada vez más ajenos a ludo lo exterior, enlazados liba-
ron, en esta extraña copa, el licor de la vida, y cu aras aquel bebo cuerpo tuuienino que se besaba a la tierra
Iteyes había levantado Üniaivurlit, y descendió do uno atdielando otras cariciiLs que no liabía podido lograr.
de los dromedarios una lindísima mujer que, después del amor sacrificaron deberes y prejuicioa, no viviendo
más que para su eterna paaióu quo tan cara hablan Su eieni a cubierlo de lodaa las miradas, y dejaba
de preguntar, se lanzó alegre y alocada hacia lu tienda que sus nei vios en tensión die.-fen un náximu rendi-
do (miswurhl,, su promctldu. de pagar al destino."
miento que trajese la calma a au organismo. N'o podía
I,a recién liegiMla era Uiíina Itoberts, millonaria pro- «Aquella noche no solamente contemplaron su amor darse cuenta que tras las dunas, eacondidoa, contem-
metida del joven sabio americano, tr;is cuyos pasos .sus servidores y las estrellas; un hombro que espiabí plaban la estatua viva de su carne unoa ojos brilhintes
venía desde que salió do América, a la caravana coiilempló el prodinio de su unión supra- y negru.s, quo fulguraban de deseo llenos, taiilo como
La sorpresa que recibió Uniswurlli fué tanta como la liumana y corrió a los pies de ilamaea VI para darle, las estrellas que encendían sua lumbres en la noche.
quR le produjo ol hallazgo do la inesperada copa a la cuenta de la traición de los que amaba. 1.a cólera'
del i-'araón expiólo, clamando venganza y exigiéndo- No tardó mucho Diana en sentir su puca previsión :
que seguía dedicando sus mejores ponsaintentos. Cuan- unos bandidos árabea la rodearon sin darla tiempo a
do JJiana penetró en su estancia, est;iba el joven sabio sela a loa diosea propicios. Su furia, capaz de llenar de
sangro el imperio, nece.'<itaba para calmaraü la muerto huir, y 110 hubiera saliiio indemne do aua manos si sobre
pnieuraiido traducir el jeroglilíco que adornaba la copa el grupo no hubiese caído el principe egipcio iMobamed,
y, si hemos de decir la verdad, no fué mucho el caso de los culpables y la muerto lea preíiaró. para cuando
estuviesen en au presencia.» conocido del jefe de la tribu árabe, la que dejó cu sus
que hizo de su prometida. manos la apetecida presa, temerosa del poder de aquel
-IJiana iíoberta era una pasional, una de esas muje- "La corte, de gala, presenció la, llegada de la futura gran señor al que odiaban y temían al mismo tiempo.
les nacidas para el amor y por el amor cread:ta, para esposa de su señor y la aclamó, cuando de la mano
del joven príncipe, llegó al palacio soberbio de loa Nada había conseguido Diana al cambiar de compa-
rendir el orgullo del hombre imís fuerte. Tonia todas ñía. La compañía de aquel hombre en medio del de-
las buenas cualidades que puede tener una promeliJa Faraones."
"Ordenó el soberano a su corte que le dejaran solo aierto la tenía aterrada. L,'onoc¡a al príncipe, que más
nioderna : era bellísima, elegante, discreta, apasionada de una vez la rindió plcitesia en loa salones de Thebas,
y riquísima. ¿Qué más podía pedir el bueno de Nick con su hermano y su prometida, y mandó a un esclavo
que les Kirvieae t! mejor do sus vinos para festejar su pero sabía también la pasión que había inspirado a
Onlswurht? Sin embargo y a pesar del sacrificio que este descendiente de loa Faraones, Impulsivo y sensual,
suponía su viaje, el recibimiento que Nick hizo a llegada. La sonrisa espantosa quo quebraba la boca do
Ilamses se pronunció al dar esta orden al esclavo ne- cuyos ojos se iban rtcrcando en la contemplación do
l>iana, fué un poco frío. su admirable cuerpo, mientras aus brazos se cerraban
Eritre las muchas cosas que del mundo civilizado gro, que poco después, en una bandeja de oro puro, era
portador de tres va.sijas con el mismo contenido. Ofre- aobre la magnil'iccncia do aquel buato que, desmayado
babiitse llevado Diana al desierto y, como algo muy en BUS brazos, no podía oponer resistencia alguna,
'''feno do ser tenido en cuenta, merecen citarse tres ciólas el viejo Faraón con agradable y dulce gesto, y
pobres diablos tle !a buena sociedad, I03 cuales se lomó a ."iu vez una de ollas, que galante elevó en honor Segura tenía la presa aquel cobarde, cuando cual si
hablan visto obligados por su corazón a seguir a la de su futura. Apuraron ambos príncipes sus respectivos broliíae do las sombraa, üniawurht se aproximó ul grupo
iiernioslsinia Diana basta laa máreenca del Nilo, Ellos vasos, y no tardó mucho la bella llerath en sentir en al galopo de au caballo. Volvía en sí Diana de en dca-

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vnimchiúv.iilo, y nu pudo impedir cjue Nick, creyéndolii egipcio, SB decidió a ir a su palacio, para averiguar
agr;iviiitl¡i, golpeasü al egipcio que, caldü en la arena, algo do aquel hombre impenetrable que la pusiese en
luá (icjij inürcliLir, no sin haber jurado la perdición del condiciones de salvar a su amado.
juviüi aabio americano, al que odialía a muerte por el Armóse de on pequeño revólver, y cuando ya la noche
dublé ddilii de exLraiíjerii y pniiuulidu d» Uiauíi. Iriunfaba plenamente, se presentó en caaa del príncipe
Aiiiíjus protiiuLiiiuB se dirigieruii a Tliebaa seguidos que orgulloso de BU triunfo y ya seguro de su presa, no
por Wadalaiics, Vicliy i' Saudivsky, que iiioiilaban scn- cabía de goí^o en su mansión.
do.s ejuttiplares de la razu usual, célebre por su exce- Recorrieron una a una las estancias del palacio
li;!icia en el Jitfipto. del principe y por fin mandó Mahomed que lea sirvie-
Sin decirsü una palabra se dirigieron a SUB reepecti- sen el te en un saloncito reservado, adornado al estilo
vas babiíaciones; él eelusí) y ella agraviada. árabe y mandó quo sus danzarinas y sus esclavas tren-
A la jnañuiui del día si|;aíenie, Diana preparó su zasen ante la occidental las danzas misteriosas y rit-
eiiiiiijuje, pueii (lueria dur iiuii leeciíju a su nevio, y iiiicas que fueron un día orgullo del antiguo Egipto.
cuando él llegó se la encentró dispuesta a marctiar, le Mientras los ágiles pies de las danzarinas bordaban las
ipjo hizo despuéíi de echarle cu cara ÜU dcsajuar y lan- danzas lascivas del Uriente, Diana coqueteaba con el
zar la copa egipcia, causa de su abandono, a los pies principe que, engañado por las artes de aquella mujer,
del sabio, que pudo recogerla sin detorioru merced a fue na juguete en sus ¡nanos que ella arrojó al barro
un prodigio de ligere^fu. de donde saltera, una vez húbose enterado de lo que
i'oco después de esta oncena niulesla en !a que aún la interesaba.
vibraba el amor en ambos conuonea, se dirigió Diana —¿Decía usted, príncipe, que a Mister Oniswurth le
al "Hotel Europa» en la barca do paseo del principe restaban pocos diaa de vida? No le creo : Nick es fuerte
Mohanied, que rcLLdidaiin'Ute su la ofreció y que luO y aunque en la actualidad sea mi enemigo, no debo
¡icej)tiida por JJiana parü llenar el espíritu de Nid; de —i Uslud me perdonará, Lady, qae lu rube un nio- ilejar de reconocer que es un valiente.
celos y de rabia. liieiito a su cala.lioi'udor, verdad P —Jlister Unisvvurtli será tan valieotn como usted
Había fiesta en el hotel aquella nociie, y a ella acu- —Si, hija iiim ; si yo no jiaela otra cosa que procu- quiera; pero el castigo de isis so camplirá para los
dió taiiilnéu Nick di:>puc^tu a contemplar aiia ve/, más rar entretenerle. Vayan, vayan ustedes y cáseiiso pronto. que turbaron el silencio de las cámaras donde liace
a-la mujer adorada que, dL'Slujubranie dulujo y de be- —i Gracias, l.ady I ¡ Ea usted muy buena i — dijo Dia- siglos se bumilló la vida ante el silencio cierno de la
lleza y rodeada de múltiples adiiiiradurcH, de !ÜB que na, agradecida a las dulces palabras de la sabia aris- luuorle. Ese caballero, que tan orgulloso se muestra
triunlaba en toda la linea el principe egipcio .Uoha- tócrata. de sus fuerzas y las aprovecha para defender a las
mid, reía alocada y nerviosa sin otro objeto que el de damas, morirá hoy mismo.
dar celos al pobre amor suyo, que sufría lo indecible Una luesita escondida a las miraiias de los indiscretos Habían terminado las danzas laa bayadenta, que al
ajiuantandü ia cbarla monótona de Lady L'onstance admiradorcíi de Diana, que la buscaban por iodo el más leve gesto de sa señor hablan desaparecido dol
l''ri:[id, a la que tuvo (jue complacer, bailando eii su salón, fué muy pronto copartícipe del idilio. salón, dejando sola a la p.ireja.
<:ouqiañia un Io.\, llevado por la anciana a tiempo a — No seas chiquillo, Nick : si ,yo no amo a nadie más —Hoy, según sus cálculos — rúnlinuó el principe—,
veces de galop y a veces de gavola, que causó las que a ti. Toda ini vida quisiera rendirla a tus pies lia do llegar a la última cámara de la tunilja sagrada;
delicias de la concurrencia, y sobre tudo de Diana, cuya y únicamente vivo para adorarte, cliiquillo mío. iUué pues bien, hoy morirá onicrrado en ella. A las doce
sonrisa, mári qae jiini^una otra, hacia daño al enamo- me importan a mi lodus esos necios qae me rodean? lialirá dejado de existir.
rado y celoso Nick. Tú eres solamente el hombre quo yo quiero.,, i'ero me Media llora faltaba para que su amado pereciese
El principe Moliamed no la dejaba ni a sol ni a tienes tan abandonada, que iias heclio que odio Lu bajo las garras de aquel principe maldito que la per-
sombra. E[i tojo jnomentu estaba rendido a sus pies, ciencia, tus jeruglilieos y tus Faraones. seguía con sus caricias...
i'ara él no babía otra dama en el salón ni tenía ojos —dl'or qué te fuiste do mi lado entonces? Si me lirilló en su mano un revólver y en sus ojos una de-
más que para contemplar la belleza murena de Diana. amas cuino dices, ¿ por quó permites que ,te cerquen cisión de niuerlo que bien pronto conoció JlohamoJ
Tras ellos, siemine en continuo idilio, estaban tos tres esos liLeres que liacen un momento le rodeaban? ¿Nu que era irrevocable. Detuvo con el arma el impulso del
esclavos que Diana te trajo de J'luropa, y que ahora ves que padece de ese modo mi amor y mi orgullo 1* malvado, y saliendo de la liabitación cerro tras si y se
odiaban al principe .Muhamed como antes odiaron a —Tu orgullo, s í : tu amor, no,.. lanzó a caballo a travos del desierto, para conseguir la
Niek y como odiariun a lodo aquel que mostrase pre- —iSli amorl ¡ÍMÍ amor! iNeiial El aiuor es egoísmo; salvación del hombre amado.
dilección por Diana. Cada vez que an nuevo preten- es sentirse orgullo.so üe poseer un tesoro al que los de- No íallaljan ojás que unos minutos. En la boca de
diente se acercaba a la coqueta, ios pubres petimelres mús hombres no pueden Hogar. ¡SH ciencia I ¡Mis Fa- la tumba una lu/. pálida anunciaba la presencia de
senliun en ei alma un odio reeoncciitrado que solamen- raones 1 iMis jeroglíficos I No te preocupen esas cosas, Nick, solo y dispuesto para lanzarse a través de la ga-
te estallaba entre elliis, pues únicamente estando les que únicamente lian de servirme para poner a tus lería que aliricra su piqueta en el muio.
tres a solas, podía cada uno de ellos presumir de valor. jilaiitas loa íriunfos que ellos me puedan dar. Luctiu y Habla encendido la lámpara y ya se disponía a dar
I'eiisiilia Diana salir al jardín, y después de terminar lucbaré siempre por il, por hacerme digno de esa tu el primer paso en el interior de aquella galena obscu-
unu de los bailes entregó a un camarero la llave de su belleza que es el mayor premio que aspira mi ju- ra, cuando Diana llegó hasta él. Le extrañó su presen-
i'uartu liara que la iraje.se. uno de sus chales. ventud, cia en aquel lugar; mas eoiiio no tenia ganas de ex-
—i Nene 1 iSigue, sigue I plicaciones fué a internarse en el fondo de la tumba.
lU —Me da miedo tu belleza. No podría iui alma vivir Lin grito penetrante se escapó de la garganta de
sin ella y. sin embargo, me da miedo. |Me da miedo I Diana que currió a cubrir con su cuerpo la entrada de
El gi-sto de dolor que Diana viera en el rustro de su la nueva galería descubierta.
amado Nick, y lo que ella misma saíria pur no estar —iTor iiué, Nickr No temas a mi belleza, que siendo
a .su lado y por verle padecer, hizo nacer en su espíri- lo que más me halaga de los dones que el cielo inc —¡Nick! il'or favor, no ontresl,..
tu, muy ¡loio dadii a la venganza, un deseo de hablar- concedió, de causarte algún daño, sería mi martirio. —i Por qué no he de entrar? dQué quieres de iiii?
le, de decirle que lodo era una íarsa y que a nadie —¡Dianal Yo soy un niíi<) ; un niño que te ama in- ¡Déjame, mujer! Entre tú y yo concluyó todo. No
quería más que a el, l'"ué agrandándose en su espíritu mensamente, pero al lia, un niño. Tus cuqueleriaa me vengas a insultar ini dolor y deja que busque en la
tal deeisióii, y qui.-ío ponerla en práctica en cualquier liacen daño, i es (¡ue temo perderte, vida mía. ciencia la calma que en tu amor no pude encontrar.
momento propicio. —¡Nick ! Asi le (¡iiiero y asi te ha soñado mi amor. —¡No! ¡No pasarás! ¡Nik! No eiiires. i Por lo que
Tenntii las manos unidas, may juntos sus cuerpos y más quieras 1...
Nick eslüba aún soporlaiido la charla estúpida de la sus miradas fundidas en un mismo Huido de atracción. Separo culi mano fuerte el obstáculo que se oponía a
vli-ja l.ady, que se cansaba de hablar sin darse cuenta Tanto era su amor y su dicha, tanta, que no su dieron su entrada y so lanzó a la cámara última de la tumba
de quo el bueno de Nick ni la escuchaba. cuenta de que uit inoportuno las observaba con rabia de los amantes, en )a quo, decidida a salvarle o a mo-
.Salió de casa Osle creyendo que se iba u divertir, y reconcentrada. rir con él, penetró Diana dispuesta a no abandonar a
i'staba pasando la noche peor que en su vida haltiu El principe Muliamed, viéndose burludo por la que su único amor.
transcurrido. creía presa segura, estaba decidido a dar un disgusto Las doce en punto. El alma negra de Mohnmcd el
l.ady, Constanee le hablaba de sus triniiíos conio sa- al que se la arrebataba. Acababa de tropezarse con el viejo Selain, babía esperado hasta las doce, porque
bilí, de su genial juventud, de loa faraones y de las criado al quo mandara Diana pur su cnal, y llevaba estas fueron las órdenes da su señor. Cuando le inedia
momias, sin saber que en aquel momento no liabia. este en sus manos, ai igual {¡ue ia llave de la coqueta, noche se anunció en el ciclo, su mano tan negra como
momias en Egipto que consiguiesen distraer de sus que el criado no había tenido iaconvenieiile en entre- su alma hizo exploíur la mina que el día anterior co-
lieiisaniientos a Nick. garle. locara. Todo (luedó en silencio. Allá lejos laa lieras bra-
J.os ojos de Diana le atraian de modo magnético; sus Sabia el principe cJ daño quo iba a causar, pero era maban hambrientas. Cercana a la tumba, la estridente
laliios, pintados de caiinín, tjue fueron hasta entonces tal el odio que profesaba a Unisu'urht, que no hubiese carcajada del príncipe egipcio, quo sonaba en ia noche
mirados sin deseo, le perseguían; sas sonrisas, cuando ipnido inconveniente en matarle, si contado hubiera como una maldición.
a otro de sus mil admiradores eran dirigidas, le de- con la impunidad.
sesperaban de tal íi.odo que no pedia obrar con pacien- Los ainaale." continuaban en el séptimo cielo, i Qué
cia. Sus nervios, tensos, no querían obedecerle y le Diana y Nick no babian sufrido herida ninguna. Las
poco suponían <pie un príncipe canalla laboraba en pro arenas desprendidas les hablan cerrado el paso y es-
estaban haciendo pasar un mal rato. de su desgracia 1
—I'rineipe : ,iserá usted tan amable qae me trajese taban enterrados en vida. La desesperación de Nick
—1 Diana 1 — dijo meloso el principe Moliamcd acer- lio tenía limites al ver aquella pobre mujer, a la que
un refrescoV i Hace tanto calor en este salóiil —dijo cándose—. Aquí tenéis vuestro dial y la llave de vaes-
Diaaa. al principe. lio (luiso creer y a la que había arrastrado a la muerte
inis haljitacioiies. más espantosa.
-Vcompañó au petición con una mirada tan halagado- ai de lo alio de una torro lu hubiesen lanzado. Uü
ra, que el principe, a pesar de su orgullo, salió dispa- —1 Dianal lAmor mío! j i'erdóname I He estado ciego
sufriera tanta impresión como la que le prudujo la y no comprendí mi error, i'or mi causa vas a morir
rado-a cumplir el ruego que la bella le hiciera. presencia del hombre a quien iná.s adoraba, de los
.No esperaba otra cosa Diana. Se levantó de su mesa, aqni. Y yo no quiero que tú mueras, l No! ¡No lo
admiradores de Diana. Aquel cbal y aquella llave duo quiero!
y dirigiéndose a la que ocupaba -••ii adiujido, que al decían bien a las claras el ridiculo que esiaba corrieo-
verla venir volvió la cabeza, y preiíuiilii iiti i)o(iuilillo do? He abogaba y de baeiia gana le hubiera matado; —dt^uiéii habla de muerte? Nick, la vida es hermo-
irónica : pero ¿con qué derechur ¿Quién era él, para impedir .sa y solami'iile nos resta unos días de vida. No pien-
- i Molesto? que Diana amara al egipcio r se.-i en mi muerto ; moriré dichosa ai muero a tu lado,..
- D e ninguna manera —- contestó Uiily Constanca—. I'ero ven, que preciso tus caricias para vivir y no
—iCoii qué derecho —preguntó a Diana —tiene este quiero morirme sin ellas. La inscripción de la copa
Isted, hija mía, nu molesta nunca. caballero la llave de tu cuarto?
—.jüjiinas tú lo mismoV — volvió a preguntar Dia- ijae liallnste en la tumba era ; «Un instante de amor,
—jl'or Dios, Nick! iQaé piensas? bien vale toda una vida". Tiene razón. Vamos a vivir,
na, dirigiéndose a sa promei.ido. •—(¡Señorita 1 ¡.Muy buenas nocbesl Eii cuanto a usted
—Nunca me molestó tu presencia. No sé por qué ha- iliie dií morir ya tenemos tiempo. ¡Bésame aail.,.
caballero, nos las entenderemos.,, ¡í¿ué asco!,.. i Mi'is fuerte! ¡Apriétame entre tus brazos I ¡Mírame a
ces esa pregunta, conociéndome como me conoces. —¡i'ero caballero 1 |Lo que usted ha Leclio ea inca-
—Ks que quiero hablar contigo. iQuieree acompa- los ojos y áiimme niuciiu! ¡Améinonos inuclio, que de
lilicable 1 morir aún hay tiempo !
ñarme un instanteV —^Tal vez sí,,, no lo dudo; pero.,, odio a ese hombre
ilabia tanta dulzura en sus palabras, tanto amor en V a pesar do la amenaza de la muerte, ia vida triun-
con toda mi alma y he querido castigarle. fó i)!enaiiieiile en las almas y i-l nervio de los enamo-
BUS ojos y tanta liuinildad en su petición, quo Nick ac- Diana estaba aplanada.. No sabia lo que la pasaba,
cedió guslosisímo, deseoso de tener una explicación que rados.
ni se daba cuenta de lo que ocurría a su alrededor.. FIN
volviese a EHIS brazus a la mujer amada. Había perdido para siempre al iiombre amado y no
pudiendo contenerse dio rienda suelta al raudal de sus
lágrimas que silenciosamente resbalaron por sus me-
jillas humedeciendo sus terciopelos y sus nácares.
Kl principe Muhamed se acercó a ella humildemente
y creyendo que el despecho era el que ponía lagrimae
en los ojos de la mujer que deseaba tan ardientemente,
se acercó a ella y con voz reconcentrada dejó caer en
ios oídos do Diana lo siguiente :
—No lloréis, Diana', que ese liombro os la última
ofensa ¡lue os hace, .Sus días están contados, puea mi
venganza lo va lejiendo una red de la que lo será im-
posible escapar con vida. La maldición de iíanises fis
cumplirá. I'ero ¿por qué me miráis asíP düa ponéis
mala ?
Diana no pudo resistir las impresiones todas de aquel
día y se desmayó, llevándose su sueño doliente el re-
cuerdo de las áltímas amenazadoras palabras del prín-
ei[ie egipcio Moliamed Effendi.
IV
Al día siguiente, ya repuesta Diana de las nioiestias
de la noche anterior y recordando las palabras del

n^.n^VI.VSWV^SAiVU^VUW-^Vftrt^iAAA/W^VVVVWV't/^'

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