ESTUCADO EXTRA
DE 125 GRAMOS y..-
30 cts.
Núm. 2
AÑO I - NUMERO 2
PRENSA POPULAR
Madrid 16 Febrero 1922
Calvo Asensio, 3. - M a d r i d ,
-Apartado 8.008-
{~>\b. de ROBLEDANO.)
—De recién casados me cogías en tus brazos y me pellizcabas la
barbilla. LA SEÑORA.—¡No tanto polvo, hija, que es malo para la salud!
—Sí, pero entonces no tenías más que una barbilla.
EN CASA DEL DOCTOR —Veamos; me dice usted: para pronunciar «the», apoye usted la len-
gua entre los dientes...
—Veamos... todavía no es suficiente...'Quítese usted todo eso.. —... los vuestros... los vuestros...
—¡Caramba, en ese caso... sería usted quien pagaría la visita!
(DeLERmE.-Parfs.)
EL RAMO DE ROSAS. - dCó- aunan la agresión del
mo debe castigarse a bárbaro, la respetuosa
las mujeres? La mayo- continencia de lo civili-
ría de los hombres se hace zado, ante la debilidad ma-
la ilusión de que castiga a la terial de la pecadora, y si
mujer, y en realidad, nos- nos apuran, incluso el relati-
otros hemos observado que vo esteticismo de los verdugos
siembre acaban ellos pidien- poi voluptuosidad. Ello ha
do perdón por la culpa que ella ha cometido. Y es ocurrido en los Estados Unidos, donde, como na-
que el enamorado, y ni aun enamorado, el tirano die ignora, basta llevar faldas para gozar de to-
casual, no Duede soportar el desolado aspecto de das las prerrogativas, de los máa arbitrarios pri-
víctima de su esclava. El varón tiene más facilidad vilegios, de una situación única en el mundo.
para el remordimiento que la hembra, acaso por- Quizás el yanqui que ha sido capaz de un arre-
que ejerce de juez de sí mismo, en tanto la femi- bato digno de las costumbres italianas o espa-
f^cL, depende de la voluntad de su dueño. Pero no ñolas, no pudo desprenderse del prejfíicio social
uos apartemos de nuestra idea. Sólo dos clases de de su país.
machos descargan sobresus amantes la ira, que és- Y de ahí la peregrina mezcla de profanación
tas provocaron premeditada o involuntariamente. y de ofrenda que encontramos en su conducta, di-
Los embrutecidos y plebeyos, y por contraste, los gámoslo de una vez. El héroe iba a visitar a su
''efinados, los que podíamos denominar intelectua- amiga, y había comprado un ramo de rosas. La
les de la pasión. Naturalmente, varía el procedi- sorprendió en delito de infidelidad. Por un inespe-
miento de la venganza, desde el estacazo cerril del rado atavismo de su sangre europea, se sublevó
orangután humano, hasta la risueña crueldad de contra una falta allí no muy perseguida. Y convir-
Qí7«e/gentleman, que cada noche depositaba un bi- tiendo en clava y disciplinas las flores, golpeó,
llete de Banco en la cama de su cónyuge, a partir azotó las carnes nacaradas de la G.\x\, que se ras-
de la fecha en que descubrió el adulterio de su es- gaban con los arañazos de las espinas, humede-
posa; de uno a otro extremo hay una escala infini- cíanse con el agua que conservan los refrescados
ta en matices de la tortura, ya moral, ya física, pétalos, y se amorataban, y al mismo tiempo des-
y queda todavía la casta de los chulos, alguno aparecían bajo la lluvia de rosas, como una ima-
de los cuales viste de frac, que atormentan a sus gen de nuestras procesiones en primavera. Los
queridas por el placer de sentase adorados a tra- magistrados han condenado al agresor, pero la
vés de su despotismo, si no es para asegurarse la Girl cuenta como un milagro precioso la transfor-
productiva presa por medio del terror. Tales dege- mación de su cuerpo en rosal. Y decidió adorar
nerados pertenecen a la clínica. en adelante al jardinero.
Y he aquí cómo surge de pronto un nuevo ejem-
plar de justiciero, tipo raro y complejo en que se
U VIEJA ESPAÑA
GALANTE, POR DIEGO SAN JOSÉ
EL DIABLO CAPELLÁN DE MONJAS celoso capellán y apenas si quedába- endemoniadas. Tan extraño suceso
A 8 días del mes de Setiembre de le espacio para atender a sus piado- rompió la clausura y salió a la calle,
1628 acaeció el suceso insólito y es- sos menesteres con las demás ma- pues treinta mujeres consagradas a
pantable para las almas débiles, de dres, las cuales como habían queda- Dios y cada una con un diablillo den-
que tomara el Demonio por suyo el do sin el auxilio reconfortante de su tro (sin más ventaja que corriendo
monasterio de monjas «benitas» que director, comenzaron a embaular dia- los meses pudiese florecer en algún
hasta habrá poco alzóse en la calle blicos en los garridos cuerpos hasta angélico) era muy extraordinario pa-
del Pez. que el infierno entero parecía haber- ra que no llamase la atención de la
Era priora de aquella santa casa se trasladado al monasterio de la ca- gente seglar. De esta manera trans-
doña Teresa de Silva, espléndida y lle del Pez. currieron más de tres años hasta que
arrogante dama que comenzaba a La misma priora fué tomada por el la Inquisición tuvo a bien de tomar
entrar en el otoño de su vida, y te- más audaz de todos los diablos, al cartas en el asunto, comenzando por
nía encomendada la dirección del que diese en llamar Peregrino, encarcelar a la abadesa y algunas de
manso rebaño que Dios la confiara, as más intensamente en-
al doctísimo y virtuoso capellán diabladas.
Fray Francisco Calderón, del que Luego de muchas
nacíanse lenguas informaciones y pro-
'as beatas del ba- videncias, r e c a y ó
rrio. Su reveren- sentencia (dos años
cia no había gusr más tarde) contra
to como el de F r . Francisco,
platicar a solas condenándole a
•con la reverenda reclusión perpe-
'"ladre unas ve- tua y privación
;ces en el santo de ejercer nin-
tribunal de la p(i- gún cargo,ayuno
nitencia, pero las a pan y agua tres
más en la celda días de cada se-
^ b a d i a l , bien mana y dos disci-
apartados de los plinas circulares.
ruidos del mun- Aunque por de-
do; y si no alon- cencia de la clase
gaba más estas entrevistas era por- quien tentándola por donde suele en- eclesiástica no se cumplieron estas
que también las demás esposas del trarse el pecado mortal, hacía más penas y tornaron las monjas a su an-
'^eflor habían menester del consuelo deshonestidades que una coima del tigua vida, bien merecidas tenía el
y guía de su paternidad. barrio de las Huertas que eran bs bellaco del fraile las incomodidades
Mas he aquí que el Enemigo que más finas y diestras de toda la Villa. sufridas durante el proceso. Tal vida
nunca descansa, tomó aposentamien- El docto varón bastaba para satis- no se la dio nunca un sultán de Tur-
to en una de las madres más biza- facer las ansias... espirituales de to- quía ni un Bajah de Egipto.
rras. Toda la comunidad andaba fue- do el místico rebaño trocado en des-
•"a de tino mirando cómo poner re- honesto gallinero. Exorcizaba todos
medio a tan impensada desgracia. El los días el convento y no dábase paz §7Í£40 JOAA ±^t
Ola entero pasábalo con la posesa el ni reposo en estar siempre sobre las
U u . l^cuíHt
A LA M O D A D E B R E T A Ñ A
(Dib. de RoBLEDANO.) Ignoraba que tuviese usted algunos lazos de parentesco con Du-
E N EL C A N G R E J O bois..
EL coBRADOR.-"-¿Dónde va el señor? ^í, querido amigo: por su matrimonio. Su mujer nos ha engañado
EL VIAJERO.—¡YO... AI magro! a los dos. (De LE RiRE.-Paris.)
LA UÑA DE SYRINX
Tienes, ¡oh Syrinx!, las más bellas cualidades del mun-
do. Eres a la vez esbelta como un corredor, y ardiente
como una codorniz en celo; blanca como la camelia, y ro-
ja como la peonía; apetitosa como el aterciopelado albér-
chigo, y activa en el amor como experta matrona.
Yo te estoy íntimamente reconocida... Me has escla-
vizado con tus gracias. Sólo que... para otra vez, para
mañana, corta mejor la uña de tu dedo viril. Moy me has
hecho unpoquitín de sangre...
^^SSSS^i
B I L I T I S . — L A S CANCIONES ERÓTICAS
EPIGRAMAS DE MARCIAL
A HEDYLA
Quum dicis «Propero, fac si facis»,
Hedyla, languet. (LIE. I, EP. 47.)