En este trabajo se aborda el desarrollo psicomotor infantil, dado que la psicomotricidad es un
concepto muy amplio. En esta investigación nos centramos en el desarrollo psicomotor de un niño de 4 años, apoyándonos en la escala abreviada del desarrollo, se considera que esta etapa es una de las más importantes en el desarrollo, porque es cuando se afianzan los aspectos que formaran la personalidad, la conciencia y los aprendizajes en las etapas posteriores. Así mediante la actividad el movimiento y el desarrollo sensorio motriz el niño domina la lateralización, la percepción del espacio, el tono muscular y su postura para la asimilación de cualquier aprendizaje en etapas posteriores. De acuerdo a esta hipótesis, Wallon (1980) consideraba que el movimiento era reflejo de la situación psíquica del niño y configuraba su personalidad. Así pues, el movimiento es esencial en el desarrollo ya que facilita el paso asía un pensamiento más conceptual, a sus relaciones con los demás y las adquisiciones de nociones básicas. De igual manera existen trabajos que afirman que en estos primeros años de vida los niños no son seres psicomotores. Es decir, aprenden a través de la experiencia con su propio cuerpo y a través del movimiento. Por lo tanto, los diferentes estadios por los que los niños pasan a lo largo de su vida se basan principalmente en aspectos motores (Piaget, 1985). En el mismo orden de ideas los elementos de la psicomotricidad se desarrollan paralelamente a las funciones afectivas e intelectuales (pensamiento, lenguaje, memoria, atención), estas están interrelacionadas y son indispensables para la adquisición de habilidades cada vez más complejas en todas las etapas del niño como refieren Llorca y Sánchez, 2003. Por tal motivo diversos autores (Bosch y Rodríguez, 2007; Espejo, Salas, Hernández y Rocca, 2004; Gómez, 2002; Martinez y Urdangarin, 2005; Monrroy y Peña, 2005; Moreyra y Prado, 2010; Robles, 2007; Soler, Rivera, Figueroa, Sánchez y Sánchez, 2007 y Valdés, 2003) se han preocupado en realizar estudios acerca del desarrollo psicomotor y su relación con otras variables. Al revisar los libros sobre el tema de psicomotricidad se a tomó en cuenta lo que menciona Lora y Flórez (1993), cuando dice “…se ha llegado a establecer que la ausencia de estimulación motora y de la práctica constante y oportuna durante el periodo crítico, provoca dificultades y, en algunos casos, se llega a la imposibilidad de adquirir una habilidad o nivel de performance óptimo”(p. 155)., de acuerdo con lo que menciona el autor, esta ausencia de estimulación motora y la práctica constante, sería una de las causas en esta investigación por lo que se han obtenido niveles entre riesgo y retraso en la dimensión coordinación y motricidad en los niños. Por eso es importante enfocarnos en el aspecto motor de los desde muy pequeñitos, Por otra parte, Jimenez y Jimenez (1997), menciona que “Las secuelas de una deficiente estructuración del esquema corporal podemos traducirlas en perceptivas, motrices y sociales”. (p.23). Esta afirmación nos aclara que al no trabajar el esquema corporal el niño no va poder ubicarse en el espacio, consecuentemente va a tener problemas en el aprendizaje de la lecto escritura. En esta investigación los niños obtuvieron un nivel de retraso y riesgo en motricidad con respecto al género masculino. Es evidente que la estructuración del esquema corporal no es algo que se deba dejar de lado, sino que hay que ser educada desde la infancia. Tomas (2005), menciona que Piaget considera que la actividad motriz es el punto de partida del desarrollo de la inteligencia; por eso manifiesta que los dos primeros años de vida son de inteligencia sensoriomotriz. A la toma en cuenta lo que el autor menciona resultaría relevante puesto que, en la presente investigación, específicamente los niños han alcanzado porcentajes bajos en las tres dimensiones, se puede pensar que no han recibido una estimulación adecuada y al asistir al colegio no han trabajado el aspecto psicomotriz. Romero y Naldos (1995), nos dicen que los diferentes autores y la experiencia directa con los niños revelan que generalmente una adecuada coordinación motora fina, está en estrecha relación con un adecuado manejo total del cuerpo. Ante esta afirmación, se tiene que trabajar el área psicomotriz en el niño, para que pueda haber un buen desarrollo de loa coordinación motora fina, los resultados obtenidos en la presente investigación específicamente en el género masculino, muestran que no se ha trabajado de manera consistente esta área. En muchos casos el tema del desarrollo psicomotor no es tenido en cuenta, y por ende no se le da la importancia que merece, como prerrequisito para un óptimo aprendizaje y mucho menos en los hogares, por ello es necesario que dentro de las familias y las escuelas si sea tomado en cuenta como un tema de vital importancia para el desarrollo del niño. Finalmente, la ayuda de los padres de familia y profesionales, comprometidos con el adecuado desarrollo del menor, debe de ir encaminada a dotar al niño o niña del mayor número de actividades que permitan vivenciar y explorar su medio para un óptimo desarrollo psicomotor en un marco afectivo dónde el infante pueda sentirse seguro para así encontrar nuevas formas de descubrir el mundo.
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