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LA VUELTA AL DERECHO ADMINISTRATIVO


(A VUELTAS CON LO PRIVADO Y LO PUBLICO)
JAIME RODRÍGUEZ-ARANA
Catedrático de Derecho Administrativo y actual Presidente de la Sección Española
del Instituto Internacional de Ciencias Administrativas.

SUMARIO
I. INTRODUCCION. II. INTERES GENERAL Y DERECHO ADMINISTRATIVO. III. EL ARTICULO 103 DE LA CONSTITUCION
ESPAÑOLA. IV. LA HUIDA DEL DERECHO ADMINISTRATIVO. V. NUEVAS TENDENCIAS EN CIENCIAS SOCIALES.
VI. LA FUNCION GARANTIZADORA DE LOS PODERES PUBLICOS. VII. EL NUEVO DERECHO ADMINISTRATIVO CONSTITUCIONAL.
VIII. LA VUELTA AL DERECHO ADMINISTRATIVO.

I. INTRODUCCION del nacimiento del Estado-Providencia y de las pri-


meras nociones sobre la conformación y dirección de
las tareas sociales como esencial función de compe-
En la década de los ochenta del siglo pasado, so- tencia del Estado. Hoy, en mi opinión, la garantia
bre todo, empezó a utilizarse por parte de la doctri- del interés general es la principal tarea del Estado y,
na un término bien expresivo de un fenómeno que por ello, el Derecho Administrativo ha de tener pre-
ciertamente había producido una cierta confusión y sente esta realidad y adecuarse, institucionalmente,
no poca inquietud en cuantos se dedican al estudio a los nuevos tiempos pues, de lo contrario perderá la
de nuestra disciplina: la huida del Derecho Admi- ocasión de cumplir la función que lo justifica, cual es
nistrativo. Expresión, me parece, con la que se pre- la mejor ordenación y gestión de la actividad públi-
tendía, y todavía se pretende hoy, llamar la atención ca con arreglo a la justicia.
sobre la pérdida de influencia del Derecho Adminis- Tradicionalmente, cuando nos hemos enfrenta-
trativo como Ordenamiento matriz a partir del cuál do con el arduo problema de seleccionar una pers-
debía regirse jurídicamente toda actuación del apa- pectiva central sobre la que montar todo el Derecho
rato público, sea cual sea su caracterización norma- Administrativo, hemos acudido a la aproximación
tiva. En el fondo, se añora la posición del Derecho subjetiva, objetiva o mixta. Hoy me parece que man-
Administrativo como Derecho Unico sobre el que tener una orientación única quizás sea una preten-
debe girar el régimen jurídico de la Administración sión que dificulta la comprensión de un sector del
pública, olvidando, con más o menos intensidad, que Derecho Público que trasciende sus fronteras natu-
existe un núcleo básico de principios constituciona- rales y que actúa sobre otras realidades, años ha ve-
les vinculados a las actividades administrativas y a dadas al Derecho Administrativo, precisamente por
los fondos públicos vinculados al interés general, que la estrechez de miras que surge del pensamiento
con su manto trascienden la naturaleza del Derecho único, cerrado o estático.
de que se trate en cada caso. Parece también fuera de dudas que el Derecho
Las líneas que siguen, escritas en diferentes mo- Administrativo del siglo XXI es distinto del del siglo
mentos, tienen, sin embargo, un hilo conductor: la pasado en la medida en que el sustrato político y
caracterización del Derecho Administrativo desde la social que le sirve de base es bien distinto, como tam-
perspectiva constitucional, lo que trae consigo nece- bién es bien distinto el modelo de Estado actual. El
sarios replanteamientos de dogmas y criterios, que Derecho Constitucional pasa, el Derecho Adminis-
han rendido grandes servicios a la causa y que, por trativo permanece es una manida y reiterada frase
tanto, deben sustituirse de manera serena y modera- acuñada según parece por Otto MAYER que nos ayu-
da por los principios que presiden el nuevo Estado da a entender que las instituciones típicas de la fun-
social y democrático de Derecho, por cierto bien di- ción administrativa, de una u otra forma, son per-
ferente en su configuración, y en su presentación, al manentes, pudiendo variar obviamente la intensidad

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de la presencia de los poderes públicos de acuerdo nuevos conceptos, categorías e instituciones con que
con el modelo político del Estado en cada momento. el Derecho Administrativo, desde este punto de vis-
Claro está, cuando me refiero al Estado, me refiero ta, se nos presenta, ahora en una nueva versión más
también “mutatis mutandis” a los diferentes Entes en consonancia con lo que son los elementos centra-
territoriales que disponen de autonomía para la ges- les del Estado social y democrático de Derecho diná-
tión de sus intereses. mico, o también denominado de segunda generación.
Como veremos, el entendimiento que tengamos Ello no quiere decir, como se comentará en su mo-
del concepto del interés general a partir de la Cons- mento, que estemos asistiendo al entierro de las ins-
titución de 1978 va a ser capital para caracterizar el tituciones clásicas del Derecho Administrativo. Más
denominado Derecho Administrativo Constitucio- bien, hemos de afirmar, no sin radicalidad, que el
nal que, en dos palabras, aparece vinculado al ser- nuevo Derecho Administrativo está demostrando
vicio objetivo al interés y a la promoción de los de- que la tarea que tiene encomendada de garantizar y
rechos fundamentales de la persona. Quizás, la pers- asegurar los derechos de los ciudadanos requiere de
pectiva iluminista del interés público, de fuerte sa- una suerte de presencia pública, quizás mayor en in-
bor revolucionario y que, en definitiva, vino a con- tensidad que en extensión, que hace buena aquella
sagrar la hegemonía de la entonces clase social feliz definición del Derecho Administrativo como el
emergente que dirigió con manos de hierro la buro- Derecho del poder para la libertad.
cracia, hoy ya no es compatible con un sistema En fin, junto a la metodología que nos proporcio-
sustancialmente democrático en el que la Adminis- na el acercamiento a las ciencias sociales desde los
tración pública, y quien la compone, lejos de plan- postulados del pensamiento abierto, plural, dinámi-
tear grandes o pequeñas batallas por afianzar su co y complementario, es menester trabajar en el mar-
“status quo”, debe estar a plena y exclusivamente a co constitucional para extraer toda la fuerza, que no
disposición de los ciudadanos, pues no otra es la es poca, que la Norma fundamental encierra en or-
justificación constitucional de la existencia de la den a configurar un Derecho Administrativo más
entera Administración pública. En esta línea, el De- democrático en el que el servicio objetivo al interés
recho Administrativo Constitucional plantea la ne- general ayude a redefinir todas aquellos privilegios
cesidad de releer y repensar dogmas y principios y prerrogativas que no se compadecen con la exis-
considerados hasta no hace mucho como las señas tencia de una auténtica Administración pública cada
de identidad de una rama del Derecho que se confi- vez más conscientes de su posición institucional en
guraba esencialmente a partir del régimen de exor- el sistema democrático.
bitancia de la posición jurídica de la Administra-
ción como correlato necesario de su papel de ges-
tor, nada más y nada menos, que del interés públi-
II. INTERES GENERAL Y DERECHO
co. Insisto, no se trata de arrumbar elementos esen- ADMINISTRATIVO.
ciales del Derecho Administrativo, sino repensar-
los a la luz del Ordenamiento constitucional. Es el De un tiempo a esta parte, observamos notables
caso, por ejemplo, de la ejecutividad del acto, que cambios en lo que se refiere al entendimiento del in-
ya no puede entenderse como categoría absoluta terés general en el sistema democrático. Probable-
sino en el marco del principio de tutela judicial efec- mente, porque según transcurre el tiempo, la captu-
tiva, como consecuencia de los postulados de un ra de este concepto por la entonces emergente bur-
pensamiento compatible y complementario que fa- guesía- finales del siglo XVIII- que encontró en la
cilita esta tarea. burocracia un lugar bajo el sol desde el que ejercer
Lo que está cambiando es, insisto, el papel del su poder, lógicamente ha ido dando lugar a nuevos
interés público que, desde los postulados del pensa- enfoque más abiertos, más plurales y más acordes
miento abierto, plural, dinámico y complementario, con el sentido de una Administración pública que
aconseja el trabajo, ya iniciada hace algunos años ,como señala el artículo 103 de nuestra Constitución
entre nosotros, de adecuar nuestras instituciones a “sirve con objetividad los intereses generales”. Es
la realidad constitucional. Tarea que se debe acome- decir, si en la democracia los agentes públicos son
ter sin prejuicios ni nostálgicos intentos de conser- titulares de funciones de la colectividad y ésta está
var radicalmente conceptos y categorías que la hoy llamada a participar en la determinación, seguimien-
que encajan mal con los parámetros constituciona- to y evaluación de los asuntos públicos, la necesaria
les. No se trata, de ninguna manera, de una sustitu- esfera de autonomía de la que debe gozar la propia
ción “in toto” de un cuerpo de instituciones, concep- Administración ha de estar empapada de esta lógica
tos y categorías, por otro; no, se trata de estar pen- de servicio permanente a los intereses públicos. Y
dientes de la realidad social y constitucional pare éstos, a su vez, deben abrirse, tal y como ha estable-
detectar los nuevos aires que han de alumbrar los cido el Tribunal Constitucional en 1984 a los diver-

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sos interlocutores sociales, en un ejercicio continuo cia de una Administración pública, para mí lo ver-
de diálogo, lo cual, lejos de echar por tierra las mani- daderamente determinante del Derecho Adminis-
festaciones unilaterales de la actividad administrati- trativo es la existencia de un interés general que re-
va, plantea el desafío de construir las instituciones, gular en el marco del modelo de Estado en vigor.
las categorías y los conceptos de nuestra disciplina Ahora, en el llamado Estado social dinámico, como
desde nuevos enfoques bien alejados del autoritaris- me gusta caracterizar el Estado social del presente,
mo y el control del aparato administrativo por los es precisamente la idea del interés general desde los
que mandan en cada momento . No es una tarea sen- postulados del pensamiento abierto, plural, dinámi-
cilla porque la historia nos demuestra que la tensión co y compatible, la matriz desde la cual se pueden
que el poder político introduce en el funcionamiento entender los profundos cambios que se están ope-
administrativo a veces socava la necesaria neutrali- rando en el seno del Derecho Administrativo mo-
dad e imparcialidad de la Administración en gene- derno como puede ser el alumbramiento del concep-
ral y de los funcionarios en particular. to del servicio de interés general o la reconsideración
Instituciones señeras del Derecho Administrati- de la autotutela y ejecutividad administrativa.
vo como las potestades de que goza la Administra- Hasta no hace mucho, la sociología administrati-
ción para cumplir con eficacia su labor constitucio- va relataba con todo lujo de detalles las diferentes
nal de servir con objetividad los intereses generales( fórmulas de apropiación administrativa que distin-
ejecutividad, ejecutoriedad,” potestas variandi”, po- guía tantas veces el intento centenario de la burocra-
testad sancionadora…) requieren de nuevos plantea- cia por controlar los resortes del poder. Afortunada-
mientos pues evidentemente nacieron en contextos mente, aquellas quejas y lamentos que traslucían al-
históricos bien distintos y en el seno de sistemas po- gunas novelas de Pio Baroja sobre la actuación de
líticos también bien diferentes. Y, parece obvio, la funcionarios que disfrutaban vejando y humillando
potestad de autotutela de la Administración no pue- a los administrados desde su posición oficial, hoy es
de operar de la misma manera que en el siglo XIX agua pasada. Afortunadamente, las cosas han cam-
por la sencilla razón de que el sistema democrático biado y mucho, y en términos generales para bien.
actual parece querer que el ciudadano, el adminis- Siendo esto así, insisto, todavía quedan aspectos en
trado, ocupe una posición central y, por tanto, la pro- los que seguir trabajando para que la ciudadanía
moción y defensa de sus derechos fundamentales no pudiera afirmar sin titubeos que la Administración
es algo que tenga que tolerar la Administración sino, ha asumido su papel de organización al servicio y
más bien, hacer posible y facilitar. disposición de la ciudadanía. Y, para ello, quienes
Frente a la perspectiva cerrada de un interés ge- hemos dedicado años de nuestra vida profesional a
neral que es objeto de conocimiento, y casi del domi- la Administración sabemos bien que es menester se-
nio de la burocracia llegamos, por aplicación del pen- guir trabajando para que siga creciendo la sensibili-
samiento abierto, plural, dinámico y complementa- dad del aparato público en general, y la de cada ser-
rio, a otra manera distinta de acercarse a lo común, a vidor público en particular, en relación con los dere-
lo público, a lo general, en la que se parte del presu- chos y libertades de los ciudadanos. Hoy el interés
puesto de que siendo las instituciones públicas de la general mucho tiene que ver, me parece, con incrus-
ciudadanía, los asuntos públicos deben gestionarse tar en el alma de las instituciones, categorías y con-
teniendo presente en cada momento la vitalidad de ceptos del Derecho Administrativo, un contexto de
la realidad que emerge de las aportaciones ciudada- equilibrio poder-libertad que vaya abandonando la
nas. Por ello, vivimos en un tiempo de participación, idea de que la explicación del entero Derecho Ad-
quizás más como postulado que como realidad a juz- ministrativo bascula únicamente sobre la persona
gar por las consecuencias que ha traído consigo un jurídica de la Administración y sus potestades, pri-
Estado de Bienestar estático que se agotó en si mis- vilegios y prerrogativas.
mo y que dejó a tantos millones de ciudadanos des- En este sentido, siempre me ha parecido de clari-
concertados al entrar en crisis el fabuloso montaje vidente y pionero un trabajo del profesor Garcia de
de intervención total en la vida de los particulares. Enterria de 1981 sobre la significación de las liberta-
Hace algunos años, más de los que quisiera, cuan- des públicas en el Derecho Administrativo en el que
do me enfrentaba al problema de la definición del afirmaba que el interés general se encuentra precisa-
Derecho Administrativo al calor de las diferentes y mente en la promoción de los derechos fundamenta-
variadas teorías que el tiempo ha permitido, lejos de les. Está aproximación doctrinal, que goza del res-
entrar en el debate sobre cuál de las dos posiciones paldo de la jurisprudencia del Tribunal Constitucio-
mayoritarias era la fetén, se me ocurrió que quizás el nal, está permitiendo, sobre todo en el Derecho Co-
elemento clave para la definición podría encontrar- munitario Europeo, que auténticas contradicciones
se en el marco de lo que debía entenderse en cada conceptuales como la del servicio público y los dere-
momento por interés general. Más que en la presen- chos fundamentales se estén salvando desde un nue-

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vo Derecho Administrativo, me atrevería a decir que se asome a la bibliografía española del Derecho Ad-
más relevante que antes, desde el que este nuevo ministrativo, encontrará un sinfín de estudios e in-
entendimiento del interés general está ayudando a vestigaciones sobre la adecuación a la Constitución
superar estas confrontaciones dialécticas a partir del de las principales instituciones que han vertebrado
equilibrio metodológico, el pensamiento abierto y la nuestra disciplina, que a las claras demuestra como
proyección de la idea democrática, cada vez con más la doctrina tiene bien presente esta tarea.
intensidad, sobre las potestades administrativas. Lo Entre estos preceptos, ocupa un lugar destacado
que está ocurriendo es bien sencillo y consecuencia el artículo 103 que, en mi opinión, debe interpretarse
lógica de nuevos tiempos que requieren nuevas men- en relación con todos los artículos de nuestra Carta
talidades, pues como sentenció hace tiempo Ihering, magna que establecen determinadas funciones pro-
el gran problema de las reformas administrativas se pias de los poderes públicos en un Estado social y
haya en la inercia y la resistencia a los cambios que democrático de Derecho, como suelo apostillar, di-
habita en la mentalidad de las gentes. Es decir, la námico. Dicho artículo, como bien sabemos, dispo-
caracterización clásica del servicio público (titulari- ne, en su párrafo primero, que “La Administración
dad pública y exclusiva) ha ido adecuándose a la rea- pública sirve con objetividad los intereses generales
lidad hasta que se ha llegado a un punto en el que la y actúa de acuerdo con los principios de eficacia, je-
fuerza de la libertad y de la realidad han terminado rarquía, descentralización, desconcentración y coor-
por construir un nuevo concepto con otras caracte- dinación, con sometimiento pleno a la Ley y al Dere-
rísticas, sin enterrar nada, y menos con intención de cho”.
enarbolar la bandera del triunfo de lo privado sobre La Administración pública (estatal, autonómica
lo público, porque el debate conceptual ni se plantea o local porque se usa deliberadamente el singular
en estos términos ni es verdad que el Derecho Admi- para referirse a todas), sirve con objetividad el inte-
nistrativo haya perdido su razón de ser. Más bien, lo rés general. Me parece que es difícil haber elegido
que está ocurriendo es que está emergiendo un nue- mejor la caracterización de la función administrati-
vo Derecho Administrativo desde otras coordenadas va en el Estado social y democrático de Derecho. Pri-
y otros postulados diferentes a los de antes. Pero, al mero, porque la expresión servicio indica
fin y al cabo, Derecho Administrativo. certeramente el sentido y alcance del papel de la Ad-
ministración en relación con la ciudadanía. En senti-
III EL ARTICULO 103 DE LA do contrario, bien se puede afirmar que la Adminis-
tración en una democracia no es, ni mucho menos,
CONSTITUCION ESPAÑOLA ni la dueña del interés general, ni la dueña de los
procedimientos, ni la dueña de las instituciones pú-
El marco en el que debe explicarse el Derecho blicas. Está a disposición de la mejor gestión de lo
Administrativo Español, se encuentra en la Consti- común, de lo de todos. Segundo, porque la instaura-
tución de 1978. El Derecho Constitucional pasa, el ción del sistema constitucional en las democracias
Derecho Administrativo permanece sentenció con su supone un paso relevante en orden al necesario pro-
habitual perspicacia Otto Mayer, tal y como hemos ceso de objetivización del poder que supone la victo-
recordado con anterioridad. Y, como señalara el juez ria del Estado liberal sobre el Antiguo Régimen. La
Werner, en esta línea, el Derecho Administrativo es referencia, pues,a la objetividad es capital. Tiene dos
el Derecho Constitucional concretado. dimensiones según la apliquemos a la organización
Un vez superadas las lógicas polémicas iniciales administrativa en general, a los empleados públicos
que se produjeron entre nosotros tras la aprobación o funcionarios en particular. En todo caso, lo que me
de la Constitución entre el Derecho Administrativo interesa destacar en este momento y en estas circuns-
y el Constitucional, debe reconocerse que las líneas tancias es que se pretende eliminar del ejercicio del
maestras sobre las que debe pivotar el Derecho Ad- poder público toda reminiscencia de arbitrariedad,
ministrativo del presente se encuentran en el con- de abuso; en definitiva, de ejercicio ilimitado y abso-
junto de criterios, parámetros, vectores y principios luto del poder. Por eso, el poder debe ser una fun-
que están reconocidos en nuestra Constitución. ción pública de servicio a la comunidad, en la que
En el caso que nos ocupa, me parece que es me- hay evidentes límites. Claro que al ser hombres y
nester citar, que no analizar dada la naturaleza de mujeres quienes ordinariamente son titulares del
este trabajo, los artículos 9, 10, 24, 31 y 103, como los poder, las grandezas y servidumbres de la condición
preceptos en los que encontramos un conjunto de ele- humana según la categoría moral de quién lo ejerza
mentos constitucionales que nos ayudan a recons- arrojarán distintas posibilidades. Ahora bien, la ob-
truir las categorías, conceptos e instituciones deudo- jetividad entraña, como hábito fundamental, la mo-
res de otros tiempos y de otros sistemas políticos a la tivación de la actuación administrativa, impidiendo
luz del marco constitucional actual. Cualquiera que la existencia de espacios de oscuridad o de impuni-

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dad, áreas en las que normalmente florece la arbitra- gido, que no es otro que el del pleno respeto al nú-
riedad, sorprendentemente “in crescendo” a juzgar cleo básico de lo público que siempre está ínsito en
por las estadísticas de actuaciones administrativas la utilización de fondos de tal naturaleza para cua-
merecedoras de tal calificación por los Tribunales de lesquiera actividades de interés general. Por eso,
Justicia. aunque nos encontremos en el reino del Derecho pri-
Y, en tercer lugar, la referencia central al interés vado, la sociedad pública o ente instrumental de que
general me parece que ofrece una pista muy pero que se trate deberá cumplir con los principios de mérito
muy clara sobre cual pueda ser el elemento clave para y capacidad para la selección y promoción de su per-
caracterizar la Administración pública hoy y, en el sonal, así como con los principios de publicidad y
mismo sentido, el Derecho Administrativo. Entien- concurrencia para la contratación.
do que la tarea de servicio objetivo a los intereses Por tanto, la pretendida huida del Derecho Ad-
generales es precisamente la justificación esgrimida ministrativo al Derecho Privado no ha sido tal y, en
para comprender los cambios que se están produ- todo caso, la necesidad de servir objetivamente los
ciendo, pues no parece compatible la función consti- intereses generales también se puede hacer en otros
tucional por excelencia de la Administración públi- contextos siempre que la Administración justifique
ca actual con los privilegios y prerrogativas de una racionalmente porqué en determinados casos acude
Administración autoritaria que vivía en un contex- al Ordenamiento privado.
to de unlilateralidad y de, escrito en castellano casti- El artículo 103, para terminar el epígrafe, debe
zo, ordeno y mando. Por eso, como señalé en el epí- ser el precepto de cabecera de los reformadores de la
grafe anterior, el entendimiento abierto, plural, di- Administración pública. Cuestión que, en España,
námico y compatible del interés general está ayudan- todavía precisa de nuevos impulsos pues, a pesar de
do sobremanera a construir nuevos espacios de equi- que todos los gobiernos han intentado mejorar el
librio sobre los que hacer descansar este nuevo De- funcionamiento del aparato administrativo, la reali-
recho Administrativo. dad, mal que nos pese, nos enseña que todavía la
Por otra parte, no podemos dejar sin considerar, opinión de la ciudadanía en relación con la Admi-
tratándose del artículo 103 de nuestra Constitución, nistración pública dista de ser la que cabía esperar
que la Administración está sometida a la Ley y al del marco constitucional y del tiempo transcurrido
Derecho. La llegada del Estado liberal, como sabe- desde 1978.
mos, supone la victoria del principio de legalidad y La idea de servicio tiene mucho que ver, me pa-
la muerte del capricho y la ilimitación como funda- rece, con la crisis fenomenológica de este concepto
mentos de un puro poder de dominio. El poder no en un mundo en el que prima ordinariamente el éxi-
es absoluto, está limitado y sea cual sea la versión to económico, la visualización del poder y el consu-
del principio de legalidad que sigamos, lo cierto es mo impulsivo, que trae consigo esta especie de capi-
que la Administración debe actuar en el marco de la talismo insolidario que aspira a manejar como ma-
Ley. Además, con buen criterio se consagra el princi- rionetas a los ciudadanos. Hoy, estar al servicio de
pio de sometimiento total de la actividad adminis- los ciudadanos parece tantas veces algo ingenuo, que
trativa y, también, de proyección de todo el Ordena- no reporta utilidad y que, por ello, es un mal que
miento en sentido amplio sobre dicha actuación ad- hay que soportar lo mejor que se pueda. La inver-
ministrativa. Esto quiere decir, en mi opinión, que sión del problema, insisto, es una cuestión cultural
junto a las Leyes, también los jueces, al analizar la en la que se trabaja poco porque requiere desarrollos
adecuación a Derecho o no de la actividad adminis- de largo plazo poco atractivos para el hoy y ahora en
trativa, pueden echar mano de otras fuentes del De- el que vive sumida una clase política que renuncia
recho que, como los principios generales, han ocu- normalmente a proyectos de largo alcance. Promo-
pado, como sabemos, un lugar destacado por dere- ver el valor del servicio público como algo positivo,
cho propio en la propia historia del Derecho Admi- incardinado en el progreso de un país, como algo
nistrativo. que merece la pena, como algo que dignifica a quien
Además, la alusión al Derecho hemos de inter- lo practica…constituyen reflexiones que se deben
pretarla en el sentido de que el Ordenamiento a que transmitir desde la educación en todos los ámbitos.
puede someterse la Administración es el público o el Si estas ideas no se comparten, no sólo en la teoría,
privado. En realidad, y en principio, no pasa nada por más normas, estructuras y funcionarios que pon-
porque la Administración pueda actuar en cada caso gamos en danza estaremos perdiendo el tiempo de-
de acuerdo con el Ordenamiento que mejor le per- rrochando el dinero del común. De ahí que este cri-
mita conseguir sus objetivos constitucionales. En terio constitucional que define la posición
unos casos será el Derecho Administrativo, el Labo- institucional de la Administración pública sea cen-
ral o el Civil o Mercantil. Eso sí, hay un límite que tral en la reforma y modernización permanente de
no se puede sobrepasar sea cuál sea el Derecho ele- la Administración pública.

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La caracterización de objetivo de ese servicio es Para unos, que pueda siquiera mentarse en el
otra nota constitucional de gran alcance que nos ayu- ámbito de la Administración pública el Derecho Pri-
da a encontrar un parámetro al cuál acudir para eva- vado, o de mercaderes, como se le tilda en ocasio-
luar la temperatura constitucional de las reformas nes desde estas doctrinas, constituye una grave trai-
emprendidas. La objetividad supone, en alguna me- ción a los orígenes y tradición de un Derecho que
dida, la ejecución del poder con arreglo a determi- ha sido, es y debe seguir siendo el Ordenamiento
nados criterios encaminados a que resplandezca propio, privativo y específico de la persona jurídi-
siempre el interés general, no el interés personal, de ca Administración pública. Para otros, la eficacia y
grupo o de facción. Lo cuál, a pesar del tiempo trans- la eficiencia exigible también a la Administración
currido desde la Constitución de 1978, no podemos pública, prácticamente ausentes de un Derecho Ad-
decir que se encuentre en una situación óptima pues ministrativo de corte autoritario que bascula única-
todos los gobiernos han intentado, unos más que mente sobre los privilegios y prerrogativas, no es
otros, abrir los espacios de la discrecionalidad y re- congruente con lo que la sociedad espera y exige de
ducir las áreas de control, por la sencilla razón de la Administración pública.
que erróneamente se piensa tantas veces que la ac- Frente a ambas posiciones extremas, surge una
ción de gobierno para ser eficaz debe ser liberada de nueva perspectiva, en mi opinión con base sufi-
cuantos más controles, mejor. Es más, existe una ten- ciente en el artículo 103 de la Constitución, según
dencia general en distintos países a que el gobierno la cuál, lo determinante no es la naturaleza del Or-
vaya creando, poco a poco, estructuras y organismos denamiento aplicable, sino la mejor forma de aten-
paralelos a los de la Administración clásica con la der los intereses generales y, por ello, de garanti-
finalidad de asegurarse el control de las decisiones zar los derechos de los ciudadanos. El artículo 103
que adoptan. En el fondo, en estos planteamientos se refiere a sometimiento al Derecho. Lógicamen-
late un principio de desconfianza ante la Adminis- te, no dice a cual, porque no se le puede pedir nada
tración pública que, en los países que gozan de cuer- menos que a una Constitución que tome partido
pos profesionales de servidores públicos, carece de en una cuestión como esta en la que los vientos
toda lógica y justificación. del hoy tan practicado pensamiento único no au-
Por otra parte, no se puede olvidar que las refor- guran nada bueno, sencillamente porque esta ma-
mas administrativas deben inscribirse en un contex- nera de enfrentarse a las Ciencias sociales, con to-
to en el que la percepción ciudadana y, lo que es más dos los respetos, ya pasó de moda. Por tanto, la
importante, la realidad, trasluzcan el seguimiento, Administración pública puede elegir el Derecho
siempre y en todo caso, del interés general como ta- Privado. Eso sí, cuando la Administración acuda
rea esencial de la Administración pública, en gene- al Derecho Privado debe explicar porqué lo hace
ral, y de sus agentes, en particular. Pero interés ge- porque, evidentemente, el Derecho común sigue
neral no entendido en las versiones unilaterales y siendo el Derecho Administrativo.
cerradas de antaño sino desde la consideración de Es bien sabido que en la década de los setenta,
que el principal interés general en un Estado social y ochenta y noventa del siglo pasado, el descubrimien-
democrático dinámico reside en la efectividad del to de la eficacia, de la eficiencia, del “management”,
ejercicio de los derechos fundamentales por parte de encontró en la Administración un terreno bien abo-
todos los ciudadanos, especialmente los más nado para el florecimiento del estudio y de la prácti-
desfavorecidos. El aseguramiento y la garantía de que ca de los entonces modernos enfoques de la direc-
tales derechos se van a poder realizar en este marco ción por objetivos y otras tantas maneras, legítimas
ayuda sobremanera a calibrar el sentido y alcance y positivas, de introducir en el aparato público una
del concepto del interés general en el nuevo Derecho sana competencia y una razonable reflexión sobre la
Administrativo. evaluación de los resultados. Esto, que objetivamen-
te pudo haber sido un paso muy relevante en orden
IV. LA HUIDA DEL DERECHO a realizar las reformas normativas que fuera menes-
ter, sin embargo desembocó, en alguna medida, fru-
ADMINISTRATIVO to del pensamiento único, en una relativa
absolutización de los objetivos a alcanzar prescin-
Seguramente, desde que se abren las puertas de diendo, en tantas ocasiones, de los procedimientos.
la Administración pública al Derecho Privado con Lógicamente, en este contexto, la corrupción estaba
ocasión de la prestación de forma indirecta de deter- servida como desgraciadamente la realidad demos-
minados servicios públicos, la pretendida huida del tró en tantos países durante los años en los que reinó
Derecho Administrativo late sobre las diferentes ex- sin problemas la idea de que mercado era igual a efi-
plicaciones que podemos encontrar en la historia de ciencia y eficacia, y lo público sinónimo de
nuestra área de conocimiento. ineficiencia e ineficacia.

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Como suele ocurrir, nunca se producen los fe- les cuando señalan que ha sido precisamente el Es-
nómenos por una sola causa, por lo que quizás se tado de bienestar, en su concepción clásica, quién más
pueda afirmar que, en efecto, algo de esto puede ha tenido que ver con la desafortunada invasión de
estar detrás de la radical seducción que las bonda- lo privado en lo público. Claro que muchas activida-
des del mercado provocó en no pocos gestores y ad- des económicas que están en manos públicas debie-
ministradores públicos durante esta época: destie- ran pasar al sector privado. Claro que es necesario
rro del Derecho Administrativo, preferencia por el un razonable proceso de simplificación y refundición
Derecho Privado, constitución de todo un entrama- normativa, y, si se quiere, un proceso de revisión de
do de entes públicos y sociedades públicas creadas la normativa existente en muchos aspectos. Todo ello,
precisamente para operar en el nuevo mundo de la por supuesto, sin olvidar que de lo que se trata es de
eficacia y de la eficiencia. En fin, en esos años sí que que se presten mejor los servicios de interés general
se produjo una masiva huida del Derecho Admi- y que, a la vez, se promuevan los derechos de los
nistrativo con la correspondiente, a su vez, ida al ciudadanos.
Derecho Privado. La introducción de los sistemas de gestión pri-
El fenómeno se manifestó, pues, en el gusto por vada en el ámbito público, siempre que se produz-
la gestión de lo público a través de la flexibilidad y can de manera coherente con la propia esencia y
eficiencia del Derecho Privado, bien sea relajando los naturaleza de la gestión pública, no ofrecen mayo-
sistemas de control de la intervención del Estado, bien res problemas. Es más, me atrevería a afirmar que
sea creando toda suerte de sociedades y entes públi- existe un núcleo básico de la gestión y dirección de
cos sometidos al Derecho Privado, o bien asumien- organizaciones e instituciones que es común a la
do “in toto” los paradigmas de la gestión privada dimensión privada y a la pública. Lo que, sin em-
para la dirección y gestión de lo público. bargo, no siempre se tiene presente es que el ciuda-
Por lo que se refiere a la relativización de los sis- dano no es cliente al modo empresarial privado, que
temas de control interno de la actividad administra- la concurrencia y transparencia tiene una caracteri-
tiva, los resultados no dejan demasiadas dudas so- zación singular en lo público y, sobre todo, que la
bre el tema. Es verdad que la actividad de interven- selección del personal debe hacerse en un contexto
ción debe reducirse a su ámbito propio, que no es de mérito y capacidad.
desde luego el jurídico ni el político o de oportuni- Por tanto, hemos de registrar un proceso de hui-
dad, pues no pocas veces en los informes de algunos da del Derecho Administrativo a través de diferen-
interventores se encuentran resquicios de esta forma tes caminos especialmente destacado en las décadas
anticuada de entender lo público. En mi caso perso- de los ochenta y noventa del siglo pasado. En el pre-
nal, tras catorce años de experiencia en actividades sente, parece que está volviendo al primer plano un
de dirección pública debo manifestar que, a pesar de nuevo Derecho Administrativo que es, en alguna
los pesares, los interventores con los que me he en- medida, reacción ante los desaguisados producidos
contrado siempre han expuesto sus razones para sus por esta alocada huida y también consecuencia de
informes y siempre, y esto era para mí lo más impor- una nueva forma de aproximarse a los problemas que
tante, siempre, si había algún error de naturaleza fi- hoy se plantean en las Ciencias sociales.
nanciera, contable o presupuestaria, buscaban la
manera de ofrecer alternativas de gestión. En cual-
quier caso, el dilema que tantas veces se plantea al
V. NUEVAS TENDENCIAS EN
directivo público en el marco de la tensión entre le- LAS CIENCIAS SOCIALES
galidad y eficacia, se resuelve no desde el pensamien-
to único, sino desde la complementariedad, lo que Hace unos años Michael Crozier señaló que, a su
requiere no poco talento. juicio, todos los procesos de reformas y moderniza-
La proliferación de entes instrumentales para la ción de la Administración pública fracasados tenían
gestión de actividades públicas con sometimiento al un denominador común: la escasa preocupación por
Derecho Privado no sólo debe entenderse como un el papel central en el sistema del ciudadano. Es más,
notable aumento de influencia del Derecho Privado quienes hemos tenido cierta experiencia en la con-
en lo público, que lo es, sino, sobre todo, como algo ducción de la reforma administrativa bien podemos
profundamente paradójico en la medida que a tra- atestiguar la verdad de este aserto y, también, las
vés de esta vía se ha producido un sobresaliente in- dificultades prácticas para su cumplimiento. El ciu-
cremento de la presencia de los poderes públicos en dadano, en efecto, debe ser el centro de las reformas
la sociedad. Es decir, mayor intervención de los po- administrativas y, también, debe ser el centro del
deres públicos en la vida social con el concurso del Derecho Administrativo desde un entendimiento
Derecho Privado. En este sentido, puede compren- equilibrado y razonable del interés general en los
derse bien la afirmación de algunos analistas socia- términos ya planteados en este trabajo.

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Hasta ahora, bien lo sabemos y bien lo hemos decir, el dinamismo no justifica por sí mismo el cam-
experimentado años atrás, el papel protagonista lo bio de orientación y de rumbo de la funcionalidad
tenía la propia Administración y sus fenomenales de numerosas instituciones del Derecho Administra-
privilegios contemplados tantas veces desde la uni- tivo, puesto que los cambios y reformas que contem-
lateralidad y desde una peculiar manera de enten- plamos casi a diario no son ni certificados de calidad
der el interés general. Así, no era infrecuentemente ni patentes de corso de legitimidad académica. Es
que la interpretación en cada caso de lo que deba ser más, tantas veces no son más que la expresión de
el interés general se cerrara sobre el entramado bu- una manera radical de entender los cambios, que le-
rocrático expulsando cualquier posibilidad de aper- jos de postular, cuando proceda, determinados as-
tura a la vitalidad de lo real. Así las cosas, hoy las pectos susceptibles de mejora, propician transforma-
modernas tendencias para el estudio y análisis de ciones radicales, hoy sin sentido. De todas maneras,
las Ciencias sociales parecen situarse en los postula- es conveniente, a mi juicio, registrar que el pensa-
dos del pensamiento abierto, plural, dinámico y com- miento dinámico puede suministrar buenos caminos
plementario, lo que para el tema que ahora nos ocu- para entender la proyección del Derecho Adminis-
pa tiene, también, gran relevancia en la medida que trativo sobre el mundo en que vivimos. Además, no
nos ayuda igualmente a acercarnos al Derecho Ad- podemos olvidar que el llamado pensamiento está-
ministrativo sin prejuicios. tico debe ser puesto en cuestión ya que, de alguna
El pensamiento abierto está en las antípodas del manera, las instituciones operan sobre la realidad,
pensamiento único, por esencia cerrado, propio de no sobre la abstracción, y el investigador del Dere-
las versiones petrificadas del Derecho Administrati- cho Administrativo debe navegar en el mundo real,
vo que son patrocinadas desde el inmovilismo y la sin que, por otra parte, la realidad le condicione del
resistencia a los cambios que la realidad, la testaru- tal manera que pierda el sentido crítico necesario para
da realidad, una y otra vez se encarga de ponernos señalar las tachas que, tantas veces, el BOE expresa
delante de nuestros ojos. El pensamiento abierto me como consecuencia de lo apresurado de la produc-
parece que mucho tiene que ver con una actitud ción normativa de la Administración.
metodológica de generosidad para aceptar la reali- En España tenemos un modelo de Estado com-
dad tal y como es, sin pretender leerla desde dife- puesto, coloquialmente denominado Estado de las
rentes teorías que buscan que la realidad se adapte a Autonomías, en el que efectivamente existe una plu-
ellas. De ahí que un excesivo apegamiento a las teo- ralidad de Administraciones con competencias pro-
rías que tradicionalmente han explicado el sentido y pias para la gestión de sus respectivos intereses.
alcance de muchas instituciones, hoy es probable que Siendo de competencia estatal las bases del régimen
dificulten el entendimiento de los cambios y la pre- jurídico de las Administraciones públicas y del ré-
sentación . Quizás, también en el Derecho Adminis- gimen estatutario de sus funcionarios que, en todo
trativo Español, como en tantas otras manifestacio- caso, dice el artículo 149.1.18 de nuestra Constitu-
nes de la Ciencia jurídica sea preciso una cierta libe- ción, garantizarán a los administrados un tratamien-
ración de prejuicios o estereotipos propios de otras to común ante ellas. Igualmente, es de competencia
épocas y otros momentos en los que, insisto, su iti- del Estado el procedimiento administrativo común,
nerario se asentaba sobre un modelo de Estado y sin perjuicio de las especialidades derivadas de la
sociedad bien distintos a los de hoy. organización propia de las Comunidades Autóno-
Lógicamente, el pensamiento abierto es un pen- mas, así como la legislación sobre expropiación for-
samiento plural en el que el ejercicio de la libertad zosa, legislación básica sobre contratos y concesio-
del investigador, sus análisis le llevaran por el cami- nes administrativas y sistema de responsabilidad
no que sea menester, sin que la existencia de dogmas de todas las Administraciones públicas. Por tanto,
mutilen su tarea científica, siempre en el marco de a la hora de estudiar las instituciones, como se vie-
las técnicas propias del Derecho Administrativo. El ne haciendo desde 1978, es necesario tener muy
pluralismo es el resultado del ejercicio de la libertad presente el contexto constitucional de forma y ma-
de investigación y es una expresión de la vitalidad y nera que se preserve, en el contexto de las especia-
dinamismo de la realidad. Dinamismo que, hoy por lidades organizativas de cada Comunidad Autóno-
hoy, no es sólo una característica cierta del mundo ma, el tratamiento común que se debe ofrecer a los
en que vivimos, sino que, además y lógicamente, administrados, cuya regulación, por razones obvias,
impregna el ambiente de las instituciones, categorías se encuentra en manos del Estado.
y conceptos de las Ciencias sociales, el Derecho Ad- Otra característica, a mi juicio relevante, de las
ministrativo entre ellas. Quizás, en ocasiones ese di- nuevas tendencias observadas en las Ciencias socia-
namismo sea un tanto desproporcionado y, en oca- les, se refiere al pensamiento compatible o comple-
siones, de al traste con aproximaciones razonables mentario que, ciertamente, se encuentra en las antí-
del sentido y alcance de determinados conceptos. Es podas de lo que hemos llamado pensamiento único.

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LA VUELTA AL DERECHO ADMINISTRATIVO (A VUELTAS CON LO PRIVADO Y LO PUBLICO) 97

Sistema que, en el caso que nos ocupa, reclama la do y el necesario sentido del principio de conserva-
existencia del Derecho Administrativo clásico como ción y continuidad de las instituciones demandan
único Ordenamiento aplicable a cualquier relación planteamientos abiertos, plurales, dinámicos y com-
jurídica en que tome parte la Administración públi- plementarios en el marco del servicio objetivo al in-
ca como tal o en perspectiva instrumental. Para esta terés general, principal tarea que la Constitución
manera de contemplar la realidad administrativa, la encomienda a la Administración y que tanto tiene
Administración en cuanto dueña del interés gene- que ver con el Derecho Administrativo
ral, requiere un Derecho construido para diseñar los
privilegios y prerrogativas que acompañan la exis-
tencia de la Administración pública y que le permi-
VI. LA FUNCION GARANTIZADORA
ten la gestión de los intereses generales. Desde este Y ASEGURADORA DE LOS
punto de vista, la unilateralidad del privilegio y la
prerrogativa se extiende sobre todo el amplio mun-
PODERES PUBLICOS.
do de la acción administrativa originando un con-
junto de relaciones jurídicas peculiares que han teni- Siendo, como es, el interés general el elemento
do en la exorbitancia la nota más características. Es clave para explicar la funcionalidad de la Adminis-
decir, lo importante y relevante del Derecho Admi- tración pública en el Estado social y democrático de
nistrativo en esta concepción es la Administración y Derecho, interesa ahora llamar la atención sobre la
sus privilegios. Sin embargo, la llegada de la Consti- proyección que la propia Constitución atribuye a los
tución y del sistema democrático a España en 1978 poderes públicos.
han abierto quiebras bien grandes en todo esta cons- Si leemos con detenimiento nuestra Carta Mag-
trucción de forma que, al entenderse el interés gene- na desde el principio hasta el final, encontraremos
ral hacia los ciudadanos, nos encontramos con que, una serie de tareas que la Constitución encomienda
efectivamente, el nervio que ha de discurrir por to- a los poderes públicos y que se encuentran perfecta-
dos los conceptos, categorías e instituciones del De- mente expresadas en el preámbulo cuando se señala
recho Administrativo pasa de la prerrogativa a la que la nación española proclama su voluntad de
garantía de los derechos de los ciudadanos, particu- “proteger a todos los españoles y pueblos de España
lares o administrados. No es que se anulen, sólo fal- en el ejercicio de los derechos humanos, sus culturas
taría, las potestades, que no prerrogativas o privile- y tradiciones, lenguas e instituciones”. Más adelan-
gios de la Administración, sino que precisamente esas te, el artículo 9.2 dispone que los poderes públicos
potestades se van a justificar en la medida en que remuevan los obstáculos que impidan el ejercicio de
garanticen o aseguren los derechos y libertades de la libertad y la igualdad promoviendo dichos valo-
los ciudadanos. Por tanto el Derecho Administrati- res constitucionales. En materia de derechos funda-
vo, como ha señalado agudamente González Nava- mentales, también la Constitución, como lógica con-
rro, es el Derecho del Poder para la libertad, sinteti- secuencia de lo dispuesto en el artículo 10 de la Car-
zando certeramente el sentido del Derecho Adminis- ta Magna, atribuye a los poderes públicos su asegu-
trativo en el marco constitucional y teniendo presen- ramiento, reconocimiento, garantía y protección. En
te el sistema del pensamiento compatible o comple- el mismo sentido, por lo que se refiere a los princi-
mentario. pios rectores de la política económica y social, la
Desde esta metodología del pensamiento moder- Constitución utiliza prácticamente las mismas expre-
no puede entenderse bien que entre conceptos que siones anteriores.
enfrentó en su día el pensamiento ideologizado, va- Estos datos de la Constitución nos permiten pen-
riante del pensamiento único, como público y priva- sar que, en efecto, el Derecho Administrativo en cuan-
do, hoy , más que barreras infranqueables, encontra- to Ordenamiento regulador del régimen de los po-
mos puentes que ayudan a entender en clave de deres públicos tiene como espina dorsal la contem-
complementariedad dichas realidades. Es más, me plación jurídica del poder para las libertades.
atrevería a firmar que incluso el concepto moderno Esta función de garantía de los derechos y liber-
de libertad lleva ínsito, en su misma esencia, la idea tades define muy bien el sentido constitucional del
de solidaridad. Derecho Administrativo y trae consigo una manera
Desde los postulados de las modernas tenden- especial de entender el ejercicio de los poderes en el
cias de las Ciencias sociales encontramos nuevos ca- Estado social y democrático de Derecho. La garantía
minos para buscar los espacios de equilibrio entre de los derechos, lejos de patrocinar versiones
poder y libertad sobre los que asentar las modernas reduccionistas del interés general, tiene la virtuali-
instituciones del Derecho Administrativo Constitu- dad de situar en el mismo plano el poder y la liber-
cional. En esta tarea llevamos ya algunos años traba- tad, o si se quiere, la libertad y solidaridad como dos
jando. No es fácil ni sencilla porque el peso del pasa- caras de la misma moneda. No es que, obviamente,

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sean conceptos idénticos. No. Son conceptos diver- En este capítulo interesa llamar la atención sobre
sos, sí, pero complementarios. Es más en el Estado el contenido del parágrafo tercero del artículo 53 de
social y democrático de Derecho son conceptos que la Constitución, en materia de garantías de las liber-
deben plasmarse en la planta y esencia de todas y tades y derechos fundamentales: “el reconocimien-
cada una de las instituciones, conceptos y categorías to, el respeto y la protección de los principios reco-
del Derecho Administrativo. nocidos en el capítulo tercero ( de los principios rec-
En materia de derechos fundamentales, el artí- tores de la política social y económica) informarán la
culo 27.3 dispone que “los poderes públicos garanti- legislación positiva, la práctica judicial y la actua-
zarán el derecho que asiste a los padres para que sus ción de los poderes públicos”. Pienso que para un
hijos reciban la formación religiosa y moral que esté profesor de Derecho Administrativo no debe pasar
de acuerdo con sus propias convicciones”. Precepto inadvertido que dicho precepto está recogido bajo la
que expresa la dimensión de la libertad educativa rúbrica de la protección de los derechos fundamen-
aplicada sobre los padres. Garantizar el ejercicio de tales, lo cuál nos permite señalar que en la tarea de
un derecho fundamental, siguiendo el artículo 9.2 de promoción, aseguramiento y garantía de los princi-
la Carta Magna, implica una disposición activa de pios rectores de la política social y económica, los
los poderes públicos a facilitar la libertad. Es decir, derechos fundamentales tienen una especial
se trata de que la Administración establezca las con- funcionalidad. Es decir, la acción de los poderes pú-
diciones necesarias para que esta libertad de los pa- blicos en estas materias debe ir orientada a que se
dres se pueda realizar con la mayor amplitud posi- ejerzan en las mejores condiciones posibles todos los
ble, lo que contrasta, y no poco, con la actividad de derechos fundamentales por parte de todos los es-
cierta tecnoestructura que todavía piensa que el in- pañoles.
terés general es suyo, encomendando el ejercicio de Esta reflexión empalma perfectamente con el sen-
dicha libertad a órganos administrativos. Promover, tido y alcance del interés general en el Estado social
proteger, facilitar, garantizar o asegurar las liberta- y democrático de Derecho, en la medida en que, como
des constituye, pues, la esencia de la tarea de los señalé con anterioridad, hoy el interés general tiene
poderes públicos en un Estado social y democrático mucho que ver con los derechos fundamentales de
de Derecho. Por ello, la actuación administrativa de las personas.
los poderes públicos debe estar presidida por estos Como es sabido, los derechos fundamentales
criterios. “constituyen la esencia misma del régimen
Más intensa, todavía, es la tarea de garantía y ase- constitucional”(sentencia del Tribunal Constitucio-
guramiento de los principios rectores de la política nal de 21 de febrero de 1986) y son “elementos esen-
económica y social. En este sentido, el artículo 39 de ciales del Ordenamiento objetivo de la comunidad
la Constitución señala en su párrafo primero que los nacional, en cuanto ésta se configura como marco de
poderes públicos aseguran la protección social, eco- una convivencia humana justa y pacífica”(sentencia
nómica y jurídica de la familia. Es decir, el conjunto del Tribunal Constitucional de 14 de julio de 1981).
de los valores y principios rectores de la política so- Como nervio central de la Constitución que son los
cial y económica, entre los que se encuentra la familia, derechos fundamentales, el Tribunal Constitucional
deben ser garantizados por los poderes públicos, or- no duda en reconocer “el destacado interés general
dinariamente a través de la actividad legislativa y, que concurre en la protección de los derechos
sobre todo, desde la función administrativa pues la fundamentales”(sentencia de 16 de octubre de 1984),
ley está para lo que está, y no se puede pedir al legis- por lo que, lógicamente, la acción netamente admi-
lador que contemple todos los supuestos habidos y nistrativa de los poderes públicos debe estar orien-
por haber. Protección de la familia, promoción de las tada a que precisamente los derechos fundamenta-
condiciones favorables para el progreso social y eco- les resplandezcan en la realidad, en la cotidianeidad
nómico y para una distribución de la renta regional y del quehacer administrativo.. En este sentido, una
personal más equitativa (artículo 40). Garantía de un parte muy considerable del Derecho Administrativo
sistema público de Seguridad Social (artículo 41), pro- que denomino Constitucional debe estar abierto a
tección de la salud (artículo 43), derecho al medio proyectar toda la fuerza jurídica de los derechos fun-
ambiente(artículo 45), derecho a la vivienda (artículo damentales sobre el entero sistema del Derecho Ad-
47)…En todos estos supuestos se vislumbra una con- ministrativo: sobre todos y cada uno de los concep-
siderable tarea de los poderes públicos por asegurar, tos, instituciones y categorías que lo conforman. Ob-
garantizar, proteger y promover estos principios, lo viamente, la tarea comenzó al tiempo de la
que, pensando en el Derecho Administrativo, supone promulgación de la Constitución, pero todavía que-
un protagonismo de nuestra disciplina desde la pers- da un largo trecho para que, en efecto, las potestades
pectiva del Derecho del poder para la libertad, insos- públicas se operen desde esta perspectiva. Ciertamen-
pechado años atrás. te, las normas jurídicas son muy importantes para

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LA VUELTA AL DERECHO ADMINISTRATIVO (A VUELTAS CON LO PRIVADO Y LO PUBLICO) 99

luchar por un Derecho Administrativo a la altura de nada más y nada menos, que interferir en el ejerci-
los tiempos, pero las normas no lo son todo: es me- cio de determinadas libertades públicas y derechos
nester que en el ejercicio ordinario de las potestades, fundamentales.
quienes son sus titulares estén embebidos de esta Quizás algún lector podrá pensar que aquí se
lógica constitucional, pues, de lo contrario, se puede mantiene una posición absoluta sobre los derechos
vivir en un sistema formal en el que, en realidad, fundamentales. En modo alguno. Los derechos fun-
pervivan hábitos y costumbres propios del pensa- damentales, salvo el derecho a la vida, pueden estar
miento único y unilateral aplicado al interés gene- sometidos, en determinados casos, a límites deriva-
ral. dos del orden público, porque aunque sean muy
Los derechos fundamentales, como sabemos bien, importantes , no pueden ser el expediente para la
han jugado un papel de primer orden en la configu- comisión de delitos, obviamente. También pueden
ración del constitucionalismo. En origen, cumplían delimitarse por razones de interés general: es el caso,
su papel como espacios exentos a la intervención del dudoso, de la propiedad inmobiliaría y el plan urba-
poder, lo cuál ha sido relevante para, sobre esta for- nístico. Igualmente, expropiación forzosa, puede ser
mulación, construir una nueva funcionalidad desde que su ejercicio deba ceder ante relevantes exigen-
su inserción en el Estado social y democrático de cias de la denominada utilidad pública o interés so-
Derecho entendido desde una perspectiva dinámi- cial. Se puede afirmar, en este contexto, que ni el in-
ca. Así, además de barreras a la acción de los pode- terés general, ni los derechos fundamentales son ab-
res públicos, empezaron a entenderse, también, como solutos. A renglón seguido es menester matizar que
valores o fines directivos de la acción de los poderes lo que es absoluto, en la mejor tradición kantiana, es
públicos como bien apuntara entre nosotros Pérez la persona humana, que nunca puede tener la condi-
Luño. Quizás, como apuntaba antes, sea la conse- ción de medio porque no lo es; es una realidad a la
cuencia de la interpretación del artículo 53 de la Cons- que el Derecho Público debe prestar atención para
titución en su aplicación dinámica sobre la acción que el conjunto de la acción administrativa esté diri-
administrativa. gida precisamente a hacer posible el ejercicio efecti-
Ahora, cuando la Administración actúa debe te- vo de todos los derechos fundamentales por todos
ner siempre presente que forma parte de su acervo los ciudadanos, especialmente los más
profesional la sensibilidad constitucional, por lo que desfavorecidos.
debe acostumbrarse a asumir su papel de poder com-
prometido en la efectividad de los parámetros cons-
titucionales, entre los que los derechos fundamenta-
VII. EL NUEVO DERECHO ADMINIS-
les encuentran un lugar muy destacado. TRATIVO CONSTITUCIONAL.
Los derechos fundamentales, ha señalado el Tri-
bunal Constitucional desde el principio, “son los com- El marco del Derecho Administrativo, ya lo he-
ponentes estructurales básicos, tanto del orden jurí- mos señalado, no puede ser otro que la Constitución,
dico objetivo, como de cada una de las ramas que lo de manera que las instituciones, categorías y concep-
integran, en razón de que son la expresión jurídica tos que configuran nuestra disciplina encuentran sus
de un sistema de valores que, por decisión del cons- pilares y fundamentos en la Constitución de 1978.
tituyente, han de informar el conjunto de la organi- Pilares y fundamentos que, en mi opinión, se encuen-
zación jurídica y política”(sentencia de 11 de abril tran en el preámbulo y en los artículos 1, 2, 9, 10, 24,
de 1985). Es decir, informan el conjunto del Derecho 31, 53 y 103.
Público y, por tanto, la construcción del nuevo Dere- Del preámbulo, pienso que podemos entresacar
cho Administrativo debe partir de su consideración, algunos conceptos jurídicos indeterminados que la
lo que trae consigo, como sabemos, la necesidad de soberanía nacional ha querido que quedaran para la
releer y replantear tantas y tantas instituciones que, posteridad, tales como “orden económico y social jus-
entre nosotros, se han explicado desde una perspec- to”, “imperio de la Ley como expresión de la volun-
tiva demasiado, en ocasiones, pegada a la prerroga- tad popular”, “proteger a todos los españoles y pue-
tiva y al privilegio. blos de España en el ejercicio de los derechos huma-
En este contexto, se entiende perfectamente que nos, sus culturas y tradiciones, lenguas e institucio-
el ya citado artículo 9.2 de la Constitución impli- nes”, o “asegurar a todos una digna calidad de vida”.
que, no sólo el reconocimiento de la libertad e igual- Se trata de que en el desarrollo del Derecho Admi-
dad de las personas o de los grupos en que se inte- nistrativo moderno se tenga bien presente que la eco-
gran sino que, y esto es lo relevante en este momen- nomía esta modulada por la justicia, que el principio
to, demanda de los poderes públicos la tarea de fa- de legalidad es columna vertebral del sistema sin que,
cilitar el ejercicio de las libertades, lo que poco tie- por ello, los supuestos de deslegalización o la proli-
ne que ver con una Administración que se permite, feración de reglamentos independientes produzca

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100 REVISTA DE DERECHO DE LA UNIVERSIDAD DE MONTEVIDEO

una desnaturalización de la sustancia constitucional mismo, tal y como ha venido ocurriendo hasta la Ley
del Derecho Administrativo. Igualmente, la facultad de la jurisdicción contencioso-administrativa en re-
de dictar Decretos-Leyes debe operarse de forma lación con los llamados actos políticos. Sin embargo,
extraordinaria, la urgencia en las expropiaciones tam- lo más relevante a los efectos de este trabajo, se en-
bién debe ser excepcional y, en general, el someti- cuentra en el párrafo segundo pues establece el lla-
miento de la Administración a los procedimientos mado principio promocional de los poderes públi-
ordinarios establecidos en las Leyes ha de ser el su- cos. Principio que tiene una dimensión positiva y otra
puesto normal, evitando que la urgencia trastoque negativa. La negativa se refiere a la remoción de obs-
el régimen ordinario de algunas instituciones (expro- táculos que dificulten el ejercicio de la libertad y la
piación forzosa). También en el preámbulo se reco- igualdad por los ciudadanos individualmente con-
noce la protección de los derechos humanos, elemen- siderados o en los grupos en que se integren. Y la
to central del Ordenamiento jurídico. Se prevé, en el positiva alude a “promover las condiciones para que
mismo precepto, la protección de los pueblos de Es- la libertad y la igualdad del individuo y de los gru-
paña en el ejercicio de su identidad colectiva expre- pos en que se integra sean reales y efectivas”.
sada en los hechos diferenciales derivados de la len- Ambas dimensiones, la positiva y la negativa,
gua, la cultura, la lengua o las instituciones propias. tienen tanta trascendencia, que, en alguna medida,
Llama la atención que el parágrafo en que se trata de puede decirse que ayudan a entender el sentido del
los derechos humanos es el mismo que el dedicado nuevo Derecho Administrativo que la propia reali-
al reconocimiento de las singularidades de los Entes dad nos muestra cotidianamente. Primero, porque
autonómicos, como si el constituyente quisiera ad- el precepto encomienda al Derecho Administrativo
vertir la necesidad del pensamiento abierto y plural el establecimiento de las condiciones que hagan po-
que hace compatible el derecho fundamental de la sible la liberta y la igualdad, comprometiéndose en
persona con los derechos derivados de las identida- la promoción de dichos valores constitucionales. Y,
des colectivas. Finalmente, por lo que se refiere al de otra parte, el precepto establece un límite a la
preámbulo, deberemos de referirnos a esa magna acción de los poderes públicos en cuanto manda a
tarea que la Constitución encomienda a los poderes la Administración, y por ende al Derecho Adminis-
públicos, cuál es la de asegurar a todos una digna trativo, impedir u obstaculizar a las personas y gru-
calidad de vida pos en que se integren el ejercicio de la libertad y la
Por lo que se refiere al artículo 1, debemos desta- igualdad por parte de los ciudadanos. En otras pa-
car que en él se recoge la cláusula del Estado social y labras, el Derecho Administrativo Constitucional
democrático de Derecho que, como queda señalado, debe, a través de sus fuentes, facilitar el ejercicio de
debe entenderse, desde mi punto de vista, de acuer- los derechos fundamentales, singularmente la liber-
do con los postulados del pensamiento abierto, plu- tad y la igualdad. A la misma conclusión llegare-
ral, dinámico y complementario. De ahí que, en esta mos a partir del artículo 53.3 de la Constitución tal
perspectiva, la tendencia del Estado a apropiarse de y como, en algún sentido, se ha comentado ya con
la sociedad a través de la interpretación unilateral y anterioridad.
tecnoestructural del interés general, debe superarse En el artículo 10.1 encontramos una declaración
hacia planteamientos en los que la función de los solemne en la que el constituyente señala, con toda
poderes públicos asuman posiciones de búsqueda solemnidad, cuales son los fundamentos del orden
compartida del propio interés general teniendo pre- político y la paz social, conceptos obviamente estre-
sentes cuantas instituciones sociales se encuentran chamente vinculados a lo que puede entenderse por
comprometidas por el bienestar integral de los ciu- interés general constitucional: la dignidad de la per-
dadanos. Los tiempos de las versiones autoritarias sona, los derechos inviolables que le son inherentes,
del interés general ya han pasado y, por ello, la cláu- el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la
sula del Estado social y democrático de Derecho, ley y a los derechos de los demás. Por tanto, desde
entendida desde estos parámetros encuentra su ló- otra perspectiva, nos encontramos con que, efectiva-
gico desarrollo, por lo que se refiere a nuestro tema, mente, la dignidad de la persona, el libre desarrollo
en algunos de los preceptos que comentaré a conti- de la personalidad y los derechos fundamentales de
nuación, como el 9.2 o el 53 de la Constitución. la persona se nos presentan en el marco de lo que
Por lo que se refiere al artículo 9, señalar que en puede entenderse por interés general y, por ello, como
el parágrafo primero se consagra el sometimiento componentes esenciales de un Derecho Administra-
pleno y total de la actividad de los poderes públicos tivo concebido como Derecho del poder para la li-
a la Ley y al resto del Ordenamiento jurídico, elimi- bertad. Quizás, así pueda comprenderse mejor el al-
nando cualquier vestigio que pudiera quedar de la cance de la jurisprudencia constitucional citada así
etapa preconstitucional en relación con la existencia como algunas afirmaciones de la doctrina científica
de espacios opacos al control judicial o exentos del que no han dudado en destacar el interés general en

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LA VUELTA AL DERECHO ADMINISTRATIVO (A VUELTAS CON LO PRIVADO Y LO PUBLICO) 101

la promoción y defensa de los derechos fundamen- los principios de eficacia, jerarquía, descentralización,
tales de la persona. desconcentración y coordinación, con sometimiento
El artículo 24. 1 de la Constitución española es, pleno a la Ley y al Derecho. En este precepto se en-
probablemente, uno de los preceptos que más inci- cuentran, a mi juicio, los elementos centrales que de-
dencia ha tenido y está teniendo en la transforma- ben integrar las matrices del Derecho Administrativo
ción del Derecho Administrativo a la Constitución. Constitucional: instrumentalidad, objetividad e interés
Esto es así porque un Derecho Administrativo mon- general. Por lo que se refiere al sometimiento a la Ley y
tado sobre la autotutela necesariamente choca, y a al Derecho; esto es, al entero sistema jurídico, es me-
veces frontalmente, con una disposición que reza: nester traer a colación lo dispuesto en el artículo 106. 1,
“todas las personas tienen derecho a obtener la tute- también de la Constitución: “los tribunales controlan
la efectiva de los jueces y tribunales en el ejercicio de la potestad reglamentaria y la legalidad de la actua-
sus derechos e intereses legítimos, sin que, en nin- ción administrativa, así como el sometimiento de ésta
gún caso, pueda producirse indefensión”. Los tér- a los fines que la justifican”. Así, puede decirse que, en
minos del artículo son bien claros y requieren de la efecto, el Derecho Administrativo bascula sobre el con-
revisión de algunos dogmas del Derecho Adminis- cepto del interés general que, además de definir esen-
trativo en que se confiere a la propia Administración cialmente lo que debe ser la actuación administrativa,
pública la condición simultánea de juez y parte. Aho- constituye, igualmente, un relevante patrón de enjui-
ra, la tutela más importante está radicada en los tri- ciamiento de la función judicial en relación con la acti-
bunales y, por otra parte, la prohibición de la inde- vidad administrativa. No es baladí, pues, que el interés
fensión nos plantea no pocos problemas con inter- general adquiera tal protagonismo porque, como vere-
pretaciones unilaterales de la ejecutividad y mos enseguida, el Derecho Comunitario Europeo aca-
ejecutoriedad administrativa. De ahí, por ejemplo, ba de alumbrar algunos nuevos conceptos rubricados
el impacto que ha tenido este precepto en la cons- con esta metodología que vienen a ser, en alguna me-
trucción de una justicia cautelar que sitúe en un con- dida, conceptos deudores de una nueva interpretación
texto de equilibrio estos principios. y entendimiento de lo que está empezando a ser el nue-
El artículo 31.2 dispone “ el gasto público realiza- vo Derecho Administrativo.
rá una asignación equitativa de los recursos públicos
y su programación y ejecución responderán a los cri-
terios de eficiencia y economía”. Traigo a colación este
VIII. LA VUELTA AL DERECHO
precepto porque desde el punto de vista jurídico esta- ADMINISTRATIVO.
blece algunos criterios constitucionales que están muy
conectados con el funcionamiento de la Administra- En efecto, la realidad nos está mostrando hasta
ción pública, y por ello, del Derecho Administrativo. qué punto hoy emerge con fuerza un nuevo Derecho
La equidad en la asignación del gasto público trae Administrativo como Derecho del poder para la li-
consigo muy importantes consideraciones en toda la bertad. Sólo con situarnos en el mundo del denomi-
teoría de la planificación. En el mismo sentido, los cri- nado del servicio público, comprobamos el alcance
terios de eficiencia y economía ayudan a entender el y la dimensión de la eclosión de una nueva regula-
significado de determinadas políticas públicas ción que surge por la necesidad de preservar y ase-
instrumentadas a través del Derecho Administrativo gurar el interés general en entornos abiertos a la li-
que desconocen el contenido general de estos princi- bertad, antaño objeto de monopolio.
pios o parámetros constitucionales. La consecuencia de los cambios viene, insisto, de
Por su parte, el artículo 53.3 ya aludido anterior- la mano de la realidad y de la fuerza de la libertad
mente, como corolario necesario de la cláusula del solidaria en el contexto del pensamiento abierto, plu-
Estado social de Derecho, dispone, en sede de ga- ral, dinámico y complementario. Por ello, en el mar-
rantías de libertades y derechos fundamentales, nada co de la Unión Europea, el concepto tradicional de
menos que los principios rectores de la política so- servicio público al que acompañan los dogmas de la
cial y económica “ informarán la legislación positi- titularidad pública y la exclusividad tenía poco que
va, la práctica judicial y la actuación de los poderes hacer porque el espacio europeo hoy es un espacio
públicos”. Es decir, los poderes públicos, además de que no comulga ni con los monopolios ni con una
estar vinculados por los derechos fundamentales (ar- consideración unilateral del interés general. Proba-
tículo 53.1 CE) deben tener presente en su actuación blemente por eso, cuando se alumbra el concepto de
los principios rectores señalados en los artículos 39 a servicio de interés general para caracterizar los nue-
52 de la Constitución. vos servicios públicos europeos susceptibles de ex-
Y, finalmente, el artículo 103. 1 dice, como bien sa- plotación económica, una parte significativa de la
bemos, que la Administración pública sirve con objeti- doctrina científica pensó que el cielo se nos venía
vidad los intereses generales y actúa de acuerdo con encima, que había que preparar ya un digno funeral

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102 REVISTA DE DERECHO DE LA UNIVERSIDAD DE MONTEVIDEO

al Derecho Administrativo y que tendríamos que cia en el sector, con normas administrativas que es-
defendernos con uñas y dientes frente a un invasor tablecen obligaciones de servicio público. Esto es,
dispuesto a desmontar, una por una, todos los con- Derecho Administrativo para preservar el interés
ceptos, categorías e instituciones de nuestra discipli- general.
na. Sin embargo, para sorpresa de propios y extra- En la medida en que se abren a la libertad espa-
ños, nos encontramos con una mayor regulación cios antes dominados por el monopolio, el Derecho
administrativa consecuencia de la necesidad de ga- Administrativo está llamado a jugar un importante
rantizar las denominadas obligaciones de servicio papel. En la medida en que ahora la Administración,
público de dichos servicios de interés general. y todos los poderes públicos, tienen la misión cons-
Lo que está pasando en este sector demuestra, a titucional de hacer posible la libertad y la igualdad,
mi juicio, que estamos ante un nuevo Derecho Ad- aparece un nuevo Derecho Administrativo. En la
ministrativo más sensible a la realidad y más com- medida en que la autotutela administrativa ha de ser
prometido con la libertad. En el caso europeo, es bien compatible con la tutela judicial cautelar, nuevo de-
sabido que cuando se estaba buscando una denomi- recho Administrativo. En la medida en que la auto-
nación adecuada para configurar el concepto de los nomía y la unidad, junto a la integración y a la soli-
nuevos servicios públicos en un mundo de libre com- daridad, caracterizan nuestro modelo de Estado, nue-
petencia, no pareció oportuno ni mantener la expre- vo Derecho Administrativo. En fin, en la medida en
sión francesa, porque ya no respondía a la realidad, que la acción pública ha de estar impregnada por la
ni tampoco el término anglosajón “public utilities” promoción de los derechos fundamentales y los prin-
en la medida en que tampoco se era partidario de la cipios rectores de la política social y económica, nue-
regulación mínima. Se encontró un concepto que re- vo Derecho Administrativo.
cogió la mejor de la tradición francesa y lo mejor de Vuelve el Derecho Administrativo, eso sí, con
la tradición anglosajona y, así, desde una perspecti- nuevos contornos y perfiles, con un nuevo colorido
va de integración apareció el nuevo concepto. que deriva de la Constitución española y europea.
Es verdad que al principio la jurisprudencia co- La huida del Derecho Administrativo de décadas
munitaria se dejó guiar quizás por una interpreta- atrás pasó a la historia porque incluso cuando apa-
ción demasiado economicista, para, más adelante, rece el Derecho Privado como Ordenamiento al que
emprender un camino, espero que sin retorno, en el se sujeta la Administración, hay materias que man-
que el equilibrio libertad económica-interés general tienen su dependencia de los principios básicos de
es la línea fundamental de interpretación. lo público tal como la selección del personal y la con-
En el Derecho Administrativo español nos en- tratación.
contramos, en materia de sectores regulados, ade- Sí, nuevo Derecho Administrativo, pero desde los
más que con la existencia de Administraciones in- postulados del pensamiento abierto, plural, dinámi-
dependientes encargadas de velar por la competen- co y complementario.

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