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INTRODUCCION

Las máquinas han ido entrando en nuestra vida en todos y cada uno de los
sectores. Cada vez son más eficientes, autónomas y útiles. Están programadas para
ser más fiables y menos costosas que los humanos y estas virtudes han entrado en
colisión con el sistema socio-laboral que rige.

Un mundo sin trabajo analiza las consecuencias que la robótica y la


automatización comienzan a ocasionar en la sociedad por el final anunciado del
trabajo humano.

En la sociedad actual, quitarles el trabajo a los humanos no significa


liberarlos, sino condenarlos a la precariedad.
UN MUNDO SIN TRABAJO

Hace ya más de cuarenta años que André Gorz el filósofo austro-francés


especialista en la problemática del trabajo manifestaba: "El trabajo tenderá a ser un
bien cada vez más escaso en el futuro" y no parece descaminado advertir que su
afirmación está convirtiéndose en una profecía autocumplida. (Merino, 2018)

Un mundo sin trabajo es el que se está viviendo en estos tiempos, donde las
maquinas sustituyen a los hombres, esto llamado revolución digital.

Es evidente en los supermercados, donde el comprador pasa la mercadería


por un lector electrónico para ver el precio antes de llegar a caja. O bien cuando se
llama atención al cliente y se escucha solo mensajes pregrabados.

Las cámaras de seguridad en una empresa disminuyen la contratación de


personas para el trabajo de vigilancia. En los restaurantes de comida rápida están
las pantallas para que el cliente realiza su compra sin necesidad de una persona
para que le cobre.

Todo esto conlleva que, al aumentar el desempleo, los colaboradores que


logran conservar su puesto de trabajo se ven obligados a aceptar salarios más bajos
y condiciones laborales más precarias.

Entonces se hace la pregunta que lógicamente se plantea es que si cada vez


hay más gente sin trabajo y quienes todavía tienen suerte de encontrar un empleo
ganan cada vez menos. ¿Quién va comprar los productos que se fabriquen? ¿Un
mundo sin trabajo no será también un mundo sin consumo?

“El problema crucial no es crear nuevos trabajos sino crear nuevos empleos
que los humanos desempeñen mejor que las máquinas. De otro modo, para 2050
podría surgir una nueva clase de personas: la clase inútil. Gente que no solo está
desempleada, sino que no puede ser empleada”, asegura en The Guardian Yuval
Noah Harari, autor de Sapiens: De animales a dioses: Una breve historia de la
humanidad (Debate, 2014) y Homo Deus: Breve historia del mañana (Debate,
2016).
CONCLUSION

Es probable que los mismos avances tecnológicos que conviertan a muchos


humanos en inútiles tengan la capacidad de mantener a esta masa de personas
fatales a través de un sistema de salario básico universal.

En este caso, el siguiente problema sería conseguir que estas masas


estuvieran distraídas y contentas. Las personas necesitan llevar a cabo alguna
actividad que tenga una finalidad, de lo contrario enloquecen. ¿Qué hará esta clase
inútil durante todo el día?

El trabajo no sólo da beneficios económicos, también está profundamente


ligado a la identidad y propósito vital de las personas. Si el papel que juega pierde
importancia, se volverá necesario buscar otras fuentes que den sentido a la vida de
la gente. Algunos podrán encontrar esto por sí mismos a través del trabajo
voluntario, la realización de oficios o la especialización de pasatiempos, pero otros
se encontrarán por completo perdidos.
BIBLIOGRAFIA

Gnutti, R. (2017). Un Mundo Sin Trabajo. Barcelona: Globalizacion.

Merino, S. (Viernes de Noviembre de 2018). Unidad Civia por la Republica. Obtenido de


http://www.unidadcivicaporlarepublica.es

Merino, S. (Viernes de Noviembre de 2018). Unidad Civica por la Republica. Obtenido de


http://www.unidadcivicaporlarepublica.es

Paniagua, E. (Viernes de Noviembre de 2018). El pais en Economia. Obtenido de


https://retina.elpais.com/

Rábago, J. (Viernes de Noviembre de 2018). La Opinion. Obtenido de


https://www.laopinioncoruna.es

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