ENSAYO
Oscar Vinicio de León Ruíz
Carné: 201850524
Resumen
Para nuestro juicio presenta un elemento que no está contenido en la experiencia. Nuestro
juicio no dice meramente que el sol ilumina la piedra y que está se calienta, sino que afirma
que entre estos dos procesos existe una conexión íntima, una conexión causal. La experiencia
nos revela que un proceso sigue el otro. Nosotros agregamos la idea de que un proceso resulta
del otro, es causado por el otro. El juicio: “el sol calienta la piedra” presenta, según esto, dos
elementos, de los cuales el uno procede de la experiencia, el otro del pensamiento. Ahora bien,
cabe preguntar: ¿Cuál de esos dos factores es el decisivo? La conciencia cognoscente, ¿se
apoya preferentemente, o incluso exclusivamente, en la experiencia o en el pensamiento?
¿De cuál de las dos fuentes de conocimiento saca sus contenidos? ¿Dónde reside el origen
del conocimiento?
La reflexión metódica que refleja la articulación del conocimiento, los límites de la existencia y
de los modos de ser se domina filosofía. El término, de origen griego, se compone de dos
vocablos: philos (“amor”) y sophia (“pensamiento, sabiduría, conocimiento”). Por lo tanto, la
filosofía es el “amor por el conocimiento”.
Nunca dejamos de aprender. Cada día vivimos muchas experiencias que enriquecen nuestro
acervo cultural y que, de alguna manera, nos permiten vivir con mayor certeza. Sin embargo,
¿podemos estar convencidos de algo y luego nos damos cuenta de que nos equivocamos? El
conocimiento es algo exclusivo del ser humano; sin embargo, no es fácil de obtener. Conocer
no significa solamente percibir algún fenómeno con la vista o el oído; requiere de una serie de
procesos mentales que deben ser rigurosos si esperamos que nuestros conocimientos también
lo sean. Además, el conocimiento y la verdad están en constante cambio y requieren ser
revisados cotidianamente.
Palabras Claves
Juicio, elemento, reflexión, metódica, experiencias, acervo, cultural, humano, conocimiento,
certeza, pensamiento, objetivismo, subjetivismo, contenidos, origen.
Los cuatro elementos del conocimiento más destacados son el sujeto, el objeto, la operación
cognoscitiva y el pensamiento.
Objeto
El objeto es la cosa o persona reconocida por el sujeto. La cosa conocida no se llamaría objeto
si no se reconociera, por lo que es condición necesaria que un sujeto vea y reconozca al objeto,
para que este sea un objeto. Existe una relación interesante entre el sujeto y el objeto. Cuando
estos dos interactúan, el objeto permanece inalterado. Sin embargo, el sujeto sufre una
modificación durante el conocimiento al obtener una serie de pensamientos hacia el objeto.
Pueden generarse excepciones, por ejemplo si una persona cree que está siendo observada
y modifica su conducta pese a no estar segura de sí es el objeto de algún otro sujeto. Aquí se
manifiesta la diferencia entre conocimiento objetivo y conocimiento subjetivo. El conocimiento
subjetivo se inclina a los intereses del sujeto frente al conocimiento objetivo que expresa
exactamente lo que ha sido observado sin añadir elementos externos. Llegar al conocimiento
totalmente objetivo es muy difícil para cualquier sujeto, ya que existen límites a los impulsos
ajenos que pueden interferir en la medida del conocimiento.
Operación cognoscitiva
Pensamiento
1.- Racionalismo.
Se denomina racionalismo a la doctrina epistemológica que sostiene que la causa principal del
conocimiento reside en el pensamiento, en la razón. Afirma que un conocimiento solo es
realmente tal, cuando posee necesidad lógica y validez universal. El planteamiento mas
antiguo del racionalismo aparece en Platón. El tiene la íntima convicción de que el
conocimiento verdadero debe distinguirse por la posesión de las notas de la necesidad lógica
y de la validez universal.
2.- El empirismo.
El racionalismo es guiado por la idea determinada, por el conocimiento ideal, mientras que el
empirismo, se origina en los hechos concretos.
Los racionalistas casi siempre surgen de la matemática; los defensores del empirismo, según
lo prueba su historia, frecuentemente vienen de las cienciasnaturales. Esto se entiende sin
esfuerzo. La experiencia es el factor determinante en las ciencias naturales.
En ellas, lo más importante es la comprobación exacta de los hechos por medio de una
cuidadosa observación. El investigador depende totalmente de la experiencia. Suelen
distinguirse dos clases de experiencia: una interna y otra externa. El fundamento de un
conocimiento válido, no se encuentra en la experiencia, sino en el pensamiento.
3.- Apriorismo.
1.- El dogmatismo.
Para el, resulta comprensible el que el sujeto, la conciencia cognoscente, aprehenda su objeto,
esta actitud se fundamenta en una confianza total en la razón humana, confianza que aún no
es debilitada por la duda.
Para Kant el dogmatismo es la actitud de quien estudia la metafísica sin haber determinado
con anterioridad cuál es la capacidad de la razón humana para tal estudio.
2.-El escepticismo.
El escepticismo sostiene que no hay verdad alguna. El subjetivismo y el relativismo no son tan
radicales. Con ellos se afirma que si existe una verdad; sin embargo, tal verdad tiene una
validez limitada. El subjetivismo, como su nombre lo indica, limita la validez de la verdad al
sujeto que conoce y juzga. El relativismo afirma que no existe alguna verdad, alguna verdad
absolutamente universal.
4.- El pragmatismo.
El pragmatismo cambia el concepto de la verdad en cuanto que es originado por una peculiar
concepción de lo que es el ser humano. Dentro de tal concepción el hombre no es
primordialmente un ser especulativo y pensante, sino un ser práctico, un ser volitivo.
5.- El criticismo.
Existe una tercer postura que resolvería la antitesis en una síntesis. Esta postura intermedia
entre el dogmatismo y el escepticismo recibe el nombre de criticismo. Al igual que el
dogmatismo, el criticismo admite una confianza fundamental en la razón humana. El criticismo
está convencido de que es posible el conocimiento de que existe la verdad. Pero mientras que
tal confianza conduce al dogmatismo, a la aceptación candorosa, para decirlo en alguna forma,
de todas las aseveraciones de la razón humana y al no fijar límites al poder del conocimiento
humano, el criticismo pone, junto a la confianza general en el conocimiento humano, una
desconfianza hacia cada conocimiento particular, acercándose al escepticismo por esto.
El criticismo examina todas y cada una de las aseveraciones de la razón humana y nada acepta
con indiferencia.