NÚMERO 3
A . DE GÁLVEZ-CAÑERO
LA METALURGIA
DE L A P L A T A Y DEL MERCURIO
(BOSQUEJO HISTÓRICO)
00 MADRID
C. BERMEJO, IMPRESOR
o Santísima Trinidad, 7.-Teléf. 31199
00 19 3 4
JUNTA DE INVESTIGACIONES HISTORICO - BIBLIOGRÁFICAS
NUMERO 3
A . DE GÁLVEZ-CAÑERO
L A METALURGIA
DE L A PLATA Y DEL MERCURIO
(BOSQUEJO HISTÓRICO)
MADRID
'934
C BERMEJO, IMPRESOR. —
SANTÍSIMA TRINIDAD, 7. TELÉFONO
31190. — MADRID
R . lOÁ bSl
L A M E T A L U R G I A D E L A P L A T A Y D E L MERCURIO
(BOSQUEJO HISTORICO)
A . de Gálvez-Caficro
(i) Revista de los Progresos de las Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Tomo I.
Madnd, 18)50. Pág. 296.
cación adecuada, si no se reconoce la influencia de remotas civilizaciones
orientales en las primarias del nuevo continente.
Asimismo, el mercurio, que los griegos llamaban H i d r a r g y r o s y los lati-
nos Argentum v i v u m , por su especial a t r a c c i ó n hacia los metales m á s nobles
y por su extraordinaria facilidad para absorberlos, fué, desde su descubri-
miento, dedicado al dios del Comercio, a l que debe su nombre, corriendo
parejas su agilidad y viveza c o n l a del dios Mensajero, doblemente alado,
cuyos atributos mitológicos pueden ofrecer, con las propiedades del metal,
una cierta a n a l o g í a .
L a historia de las respectivas metalurgias de estos cuerpos reviste el
m á s alto grado de interés, pero sería imposible de contener en los límites de
un solo estudio, y e l nuestro, aunque h a y a de limitarse a dos de ellos, la
plata y el mercurio, sería extremadamente amplio, si a fondo se tratara
l a materia, particularmente interesante desde el punto de vista nacional,
pues dotada E s p a ñ a de i m p o r t a n t í s i m o s yacimientos de estos dos metales,
puede ofrecer, en l a historia del beneficio de sus minerales, hechos, inicia-
tivas y noticias en las que el ingenio e s p a ñ o l se ofrece tan amplio y atrac-
tivo, como meritorio y diverso.
E n t e n d í a n los filósofos griegos que todas las substancias t e n í a n l a mis-
ma composición, aunque fuera variable su naturaleza. E l agua y el fuego
eran l a base de todos los cuerpos, y estos dos elementos, a los que se u n í a n ,
el aire y l a tierra, en las primitivas concepciones, eran suficientes p a r a en-
gendrar y dar forma a todos los d e m á s .
M u c h o m á s tarde se han ido fijando y puntalizando conceptos, pero
para los primeros hombres, sin idea alguna concreta sobre los principios
de las ciencias, era notoria necesidad y a s p i r a c i ó n única, el obtener el po-
sible aprovechamiento de las materias colocadas a su alcance, y de ellas,
por su poderoso y fulgurante atractivo, obligada l a busca y utilización cel
oro y de l a plata, justamente llamados metales preciosos, d á n d o l e s adecuado
destino en l a e x a l t a c i ó n de l a divinidad y en el honor de las m á s altas je-
r a r q u í a s ideadas y establecidas por los hombres.
N o parece necesario recordar los numerosos testimonios de la aplicación
del oro en l e j a n í s i m a s épocas, habiendo sido citado este metal en los textos
que representan las primeras expresiones de los conocimientos humanos.
L a plata, como rara vez se presenta nativa, es indudablemente poste-
rior en su empleo, e n c o n t r á n d o s e los primeros indicios de su uso en Egipto,
bastantes siglos antes de Jesucristo, siendo entonces rara y de valor acaso
superior a l del oro. Cabe presumir que se utilizó m u y pronto como instru-
mento de cambio, y en el Génesis se dice concretamente, que A b r a h a m ,
tratando de adquirir terreno para el sepulcro de Sarah, pesó su precio en
plata, en presencia de testigos. Su a c u ñ a c i ó n parece remontarse, según de-
terminadas referencias, al siglo XXIII, contado con anterioridad a nuestra
—6 —
plomo se une a las impurezas que pueden a c o m p a ñ a r a l oro y que por oxi-
dación de todos los metales que le a c o m p a ñ a n , se consigue l a p u r i ñ c a c i o n
de éste. Completa este concepto otro p á r r a f o del mismo autor ( i ) en el
que explica m á s detenidamente l a o b t e n c i ó n de l a plata, por u n previo
lavado de sus minerales, que se queman y muelen hasta hacerse polvo. L a
o p e r a c i ó n se hace en vasos o crisoles, d e ñ n i e n d o lo que es escoria y l l a -
mando l a a t e n c i ó n acerca de l a composición de los recipientes destinados
al tratamiento, en l a clara y precisa a ñ r m a c i ó n de que "los vasos o crisoles
se hacen de tasconio. E s t a es u n a tierra blanca semejante a arcilla, porque
ninguna otra hay que sufra el soplo y fuego y l a materia ardiente que con-
tiene en s í " . Tasconio era, por lo tanto, l a tierra de copelar, y el autor
explica bien claramente que no se trata de u n a arcilla cualquiera, que no
sería apta p a r a que l a operación tuviera lugar, sino de u n a tierra especial,
arcillosa en esencia, pero, a nuestro juicio, caolinizada y porosa, p a r a ha-
cer posible el proceso de oxidación del plomo, de a b s o r c i ó n en su masa de
litargirio formado y de s e p a r a c i ó n del b o t ó n de plata p u r i ñ c a d a .
Por ú l t i m o , en el mismo c a p í t u l o , como E s t r a b ó n en su Geografía (2),
se admira el autor de las grandes riquezas mineras existentes en E s p a ñ a y
especialmente de l a abundancia de oro en pepitas, producido en Asturias,
G a l i c i a y Portugal, de donde se e x t r a í a n cada a ñ o veinte m i l libras de me-
tal, el cual <£no se cuece, si no luego es perfecto y acendrado, y así se hallan
masas de ello, y t a m b i é n en los pozos, las cuales exceden de diez libras".
Uniendo y enlazando estos conceptos y d á n d o l e s l a i n t e r p r e t a c i ó n que
parece m á s justa, resulta claro que l a copelación era el m é t o d o empleado
para l a p u r i ñ c a c i ó n del oro y de l a plata. E l acendrado o cendrado no signi-
ñ c a otra cosa que l a d e p u r a c i ó n o p u r i ñ c a c i ó n , siendo l a cendra l a pasta des-
crita siglos m á s tarde por los alquimistas, como formada con cenizas, p r i -
vadas de substancias alcalinas, t u é t a n o de cuerno de carnero y otras ma-
terias, destinadas precisamente al afino de l a plata por copelación, del mo-
do que acertadamente afirma nuestro sabio q u í m i c o D . José Rodríguez
M o u r e l o en u n trabajo a c a d é m i c o que será oportuno comentar m á s adelante.
Siguiendo en su exposición a P l i n i o , en lo que a nuestro p a í s se refiere,
se encuentra l a confirmación de que l a p l a t a aparece rara vez nativa, pues
dice que "no se h a l l a sino en pozos y nace sin dar esperanza alguna de sí,
sin lucir algunas centellas suyas como el oro, siendo su tierra, en unas
partes rosa y en otras cinericia. N o se puede cocer sino c o n plomo negro,
o con vena de p l o m o " , estableciendo así el distinto concepto y composición
del plomo llamado negro y del plomo blanco o e s t a ñ o , obtenido del K a s i -
teros, entonces t a m b i é n muy abundante en nuestros aluviones de G a l i c i a
que aunque dice que concurre el azufre con e l argento vivo o azogue, a l a
generación de todos los metales, afirma con esto mismo, que este azufre no
es cosa distinta del azogue, sino que se contiene en sus e n t r a ñ a s ; y que,
recociendo m á s y m á s aquella materia, y perfeccionándola, se pasa de
un metal a otro. Confirma este sentir el olor de azufre que despiden las
minas del azogue, como se experimenta en el A l m a d é n . E s , pues, este metal
de admirable naturaleza" ( i ) y base de las rudimentarias clasificaciones de
los cuerpos, ideadas en el siglo x v i , reconociendo, por ejemplo, Paracelso,
como los cinco elementos existentes, el e s p í r i t u o mercurio, l a flegma o
agua, l a sal, el azufre o aceite y l a tierra; y m á s tarde, Beccher dividió las
tierras en vitrificables, inflamables y mercuriales.
L a s variadas transformaciones que se h a b í a logrado producir en l a
materia, disculpan el que se concibiera l a p o s i b i l i d a d de llegar a obtener u n
cuerpo determinado, partiendo de otro enteramente distinto. D e a q u í l a
gran boga adquirida por las t e o r í a s de l a t r a n s m u t a c i ó n que, aunque culti-
vadas indudablemente por algunas gentes de escaso bagaje científico, cau-
tivaron t a m b i é n a hombres de positivo valer. Digamos, de pasada, que no
se han abandonado nunca estas t e o r í a s y estas experiencias, que h a n sido
proseguidas m u y recientemente, aunque b a s á n d o s e en principios distintos.
Los célebres ensayos de Rutherford y de B o h r sobre l a desintegración ar-
tificial de ciertos á t o m o s , continuadas por otros investigadores, han con-
ducido a resultados interesantes y l a t r a n s m u t a c i ó n del mercurio en oro se
h a intentado por Soddy, N a g o a k a , Russel y otros, aplicando descargas
eléctricas sobre electrodos de mercurio, en determinadas condiciones, ha-
biéndose encontrado, al fin de l a operación, en el residuo carbonoso, u n
poco de oro (2), c u y a procedencia no es del caso examinar.
fallaras l a materia asy dura oomo u n fierro, e color, e en todo, e no tan ne-
gra como l a primera. M é t e l a dentro de un mortero de fierro, e r ó m p e l a , l a
qual sera mala ele quebrar e muélela muy bien en p ó l v o r a menuda, l a q u a í
m e t e r á s con ella 4 ongas de salitre, en moliendo muy fuerte, fasta que todo
sea incorporado; e d e s p u é s fas una cendrada m u y grande, e mete a fundir
de dentro dos libras de plomo, e quando sea bien fundido mete con una
cuchara de fierro l a dicha p ó l v o r a , poco a poco, asy como se v a tornando
el plomo en fundiendo materia; e quando sea acabada de ser l a centrada,
ttu fallaras dos marcos de fina p l a t a de los 8 marcos de mystion, teniendo
a todo juyzio. E por esta manera puedes tu fer de 10 en 10 días, en mo-
liendo, abrevando o desecando, e cociendo por el termino sobre dicho."
Aparte de que para l a p r e p a r a c i ó n de l a lejía se da una explicación se-
mejante en su extensión y misterio a l a receta principal, l a fórmula trans-
c r i t a se reduce al tratamiento de galenas argentíferas calcinadas y minio
de plomo, no cinabrio, que se reducen por el hierro de las limaduras después
de su oxidación por el ácido n í t r i c o diluido, siendo lo m á s interesante de
l a descripción el empleo de una gran cendrada o copela, que sirve p a r a pu-
rificar l a plata s e p a r á n d o l a de los metales oxidables.
(1) E l culto ingeniero de Minas D. Rafael Cavanillas, que fué Director general
en 1838, escribió una "Memoria sobre las minas de Almadén", en la que da, para este
suceso, la fecha de 1566.
(2) Luanco (J. R- de).-—Lecciones de Química general.—Barcelona, 187S. Pá-
gina 625.
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anchara seme trova molti volti i n tasso rosso scuro, quasi come u n cinabrio
e tutto come una pomici sponjoso", es decir, que no se trata de minerales
de cinabrio puro, como los beneficiados entonces en A l m a d é n .
L a primera descripción del sistema de trabajo de estas minas que conoz-
co, se encuentra en u n manuscrito, conservado en l a Academia de l a H i s -
toria ( i ) , que se titula R e l a c i ó n del sitio de l a mina de azogue que está en
el A l m a d é n , con la manera de distillarse el azogue y hacerse el B e r m e l l ó n ,
por todas sus particularidades, documento sumamente interesante y curioso
en el que se da cuenta de las galerías o hurtos en que se arranca el mineral,
las cuales e s t á n representadas "en l a p i n t u r a que S e b a s t i á n C u r t i ó , A l e m á n ,
criado de Focares, d i l i g e n t í s i m a m e n t e h i z o " .
L a fecha de esta reseña es l a de 22 de mayo de 1543, d í a en que se pro-
dujo u n gran hundimiento en l a mina, que costó l a v i d a a once hombres.
M e n c i o n a las xabecas, diciendo que son "como media teja, con 18 agujeros
en tres ó r d e n e s o rengles, do se pone en cada uno de ellos una olla, ahijada
hazia el suelo a manera de crisol y arriba a l a boca m u y ancha, de manera
que es como medio c á n t a r o " .
E l cronista de Felipe I I , Ambrosio de Morales, en sus " A n t i g ü e d a d e s de
las Ciudades de E s p a ñ a " (2), da t a m b i é n noticias de su laboreo, e n t i b a c i ó n
y desagüe, a ñ a d i e n d o que el azogue, "como es licor, h a de salir por destila-
c i ó n " del mineral que lo contiene, para l o cual "se encierra en alquitaras de
barro, en donde con fuego de u n d í a y u n a noche, se destila el metal", frases
que confirman que continuaban u t i l i z á n d o s e los hornos de j á b e c a , que no se
abandonaron hasta el primer tercio del siglo x v n . L a s minas se h a b í a n
arrendado en 1516, por cuatro años, a Alonso Gutiérrez, y poco d e s p u é s de
la t e r m i n a c i ó n de este contrato se hizo otro, con c a r á c t e r provisional, en
1525, por tres a ñ o s , con los Condes alemanes Cristóbal y M a r c o s Fuggars
o F ú c a r , en pago de ciertos servicios prestados a nuestra causa, en las gue-
rras de Flandes, contrato que alcanzó, por sucesivas p r ó r r o g a s , l a duración
de ciento veinte años, terminando definitivamente en 1645.
E n tan largo p e r í o d o sólo se introdujo en el tratamiento de los mine-
rales de A l m a d é n , l a modificación de montar ocho hornos de reverberación,
de los que en 1613 sólo se h a b í a n construido dos, según informe de don
J u a n del Pedroso a Felipe I I , que deseaba elevar la p r o d u c c i ó n de las m i -
nas hasta 10.000 quintales anuales, p a r a atender l a creciente demanda de
azogue que se r e c i b í a de América, pero m á s tarde llegaron a construirse
hasta 24, de distintos t a m a ñ o s y producciones.
E n realidad estos hornos no representan un progreso importante en l a
(1) Larruga, en sus Memorias políticas, le llama Lope Salcedo Saavedra y Busta-
mante también le designa con este nombre.
verdadero c a r á c t e r industrial y p e r m i t í a n el tratamiento de cantidades de
mineral mucho mayores que las ollas de las j á b e c a s .
Su fundamento era l a desulfuración del cinabrio por oxidación del azu-
fre, al realizarse l a destilación en contacto con el aire, y su construcción se
i m a g i n ó en una forma sumamente sencilla. E l mineral se cargaba a granel
sobre una p a r r i l l a de ladrillo, colocada a l a mitad de l a altura del horno.
E l fuego actuaba por debajo de l a p a r r i l l a y el mercurio destilado s a l í a por
unos orificios laterales en los que se encajaban los alúdeles, o caños abier-
tos por ambos extremos, enchufados unos en otros, que actuaban de c á m a -
ra de c o n d e n s a c i ó n , facilitándose é s t a por el agua fría, con l a que se rega-
ban, sobre una terraza en que se instalaban aquéllos.
L a s ventajas del sistema fueron extraordinarias: se s u p r i m í a n las ce-
nizas y las ollas, se d e s c o m p o n í a totalmente el mineral, se economizaba
mano de obra y combustible y l a p r o d u c c i ó n p o d í a adquirir las propor-
ciones necesarias para atender las necesidades de l a industria. E s , pues, de
justicia, colocar a Saavedra B a r b a entre los m á s esclarecidos inventores.
Cuando esta i n n o v a c i ó n se produjo. A l m a d é n se hallaba en pleno des-
barajuste y en franca decadencia, pero en 1646, don J u a n Alonso de Bus-
tamante, don Fernando de Villúa y don Diego de Sotomayor, vinieron del
P e r ú y solicitaron, en u n memorial presentado al R e y Felipe I V , el arren-
damiento de las minas, ofreciendo su r e h a b i l i t a c i ó n , y una p r o d u c c i ó n por
lo menos de 5.000 quintales anuales, con menos coste y aprovechamiento
de los minerales de baja ley, que h a b í a n sido arrojados a las escombreras,
y mientras resolvía su solicitud, Bustamante c o n s t r u y ó u n horno por su
cuenta, cuyos resultados afianzaron l a aplicación del nuevo procedimiento,
l e v a n t á n d o s e después nueve hornos m á s que se designaron con su nombre,
con el que figuran en todos los tratados de metalurgia del mercurio.
E l horno de alúdeles se introdujo por P o l i en I d r i a a mediados del si-
glo (1), pero se reemplazaron en seguida los tubos de barro por c á m a r a s
de m a m p o s t e r í a y el horno Bustamante se t r a n s f o r m ó en el horno de Idria,
que a su vez, fué m á s tarde copiado en A l m a d é n .
(1) De la Pirotechnia. Libri X . Dove ampiamente si tratta non solo 11 ogni sorti
e di versita di Miniere, ma anchora quanto si recerca intorno a la pratica di quelle
cose di quel che si appartienne a l'arte de la fussione over gitto di metalli como d'ogni
altra cosa simili a questa. Composti per el S. Vanoccio Biringuccio Seneffe. Con Pri-
vilegio Apostólico e de la Cesárea Maesta e del Illustriss Senato Véneto. M D X L .
(2) Jorge Agrícola nació en Glauchau (Sajonia) el 24 de marzo de 1490 ó 1494.
Su nombre verdadero fué Georg Bauer. Su obra fué traducida al italiano en 1563 por
Michael Angelo Florio y publicada por Froben, en Basilea. Escribió, además, otras di-
versas obras de Minería, la primera en 1528. Recientemente se ha editado en Norte
América una traducción del ex Presidente M r . Hoover y de Mrs. Herbert Hoover.
(3) Bol. de la Acad. de Ciencias. Madrid, 1934.
ta con azogue ( i ) . D o n Carlos Corza dejó escrito otro estudio titulado R e l a -
ción y testimonio del nuevo beneficio de metales, de 1587, y J u a n F e r n á n -
dez M o n t a ñ o r e d a c t ó su Beneficio de los metales de plata, en 1588. Deben
citarse t a m b i é n l a H i s t o r i a N a t u r a l y m o r a l de las Indias, de F . José de
Acosta, de 1590, en l a que se describen los procesos de o b t e n c i ó n de l a plata
y del azogue en P o t o s í , y aunque se separa de la metalurgia, para concretar-
se a una de sus aplicaciones, l a i n t e r e s a n t í s i m a obra de J u a n Arphe de V i l l a -
fañe, Quilatador de la plata, oro y piedras, impresa en 1572 y de nuevo edi-
tada en 1598.
A t a n copiosa p r o d u c c i ó n del siglo x v i , sucede l a no menos interesante
del x v i i , en el que destaca, sobre las m e r i t í s i m a s figuras de Fernando M o n -
tesinos, autor del Beneficio C o m ú n o Directorio de beneficiadores de M e t a -
les (1638), de C a r r i l l o Laso, L u i s Berrio de M o n t a l v o , Hernando Becerra,
M i g u e l de Rojas, L u i s Sánchez de Aconcha y otros muchos cultos escritores,
l a figura del m á s ilustre y notable metalurgista de aquella época, el Licencia-
do A l v a r o Alonso B a r b a , autor del monumental tratado sobre E l Arte de los
Metales en que se enseña el verdadero beneficio de los de oro y plata por
azogue, el modo de fundirlos todos y c ó m o se han de refinar y apartar unos
de otros, impreso en M a d r i d en 1640. Este libro famoso, fué considerado des-
de su a p a r i c i ó n , como una de las m á s importantes producciones del ingenio
humano. Su a m p l í s i m a base doctrinal, l a claridad y sencillez de l a exposición,
l a justeza de los comentarios, fruto de u n a larga experiencia personal, dan a
esta obra u n c a r á c t e r de clasicismo científico tan marcado, que no es e x t r a ñ o
que inmediatamente después de su publicación, aparte de las cuatro ediciones
que en poco tiempo l a difundieron por E s p a ñ a , se tradujera a diversos idio-
mas, conociéndose otras cuatro tiradas en Alemania, dos en Viena, dos en
H o l a n d a , una en Italia y otras cuatro en Francia, por considerarse, en to-
das partes, como fuente y primer origen de la M e t a l u r g i a Científica. (2).
Posteriormente, se h a publicado t a m b i é n en los Estados Unidos, constitu-
yendo este i n t e r é s por su conocimiento y difusión, el mejor homenaje t r i -
butado a l a gran obra de nuestro sabio compatriota, al que se han asociado,
en ocasiones diferentes, M e n é n d e z y Pelayo, Carracido, J o s é R a m ó n de
Luanco, Escosura y otros hombres de ciencia españoles, con l a sola excep-
ción de G a r c é s y E g u í a (3), que c e n s u r ó con verdadero apasionamiento
tan notable trabajo. ,
(1) Capellín ideó en 1576 las capellinas o caperuzas destinadas a recoger los vapo-
res de mercurio en la destilación de las amalgamas, recuperando parte del azogue.
(2) Rodríguez Mourelo (J.).—f/n libro famoso. Rev. de la Acad. de Ciencias de
Madrid. Tomo X X I X . Madrid, 1932. Pág. 16.
(3) Garcés y Eguía (José) .—Nueva teoría y práctica del beneficio de los metales
de oro por fundición y amalgamación. México, 1802
— 33 —
(i) Methode d'extraire les metaux parfaits des minérais et autres substances métaJ-
liques par le mercure. Par M . de Born Chevalier d'Er^pire; Conseiller aulique au Su-
preme Departement des Mines et Monnoyes de Sa Majeste I. R. et Apostolique, Membre
des Academies de etersbourg, Londres, Stockholm, Upsal, Gotingue, Toulous* Berlín
Turín, Lund, etc. A Vienne, De rimprimerie de Gay. 1788.
— 35 —
, (x) Description abrégée de tous les travaux, tant d'amalgamation qui sont actuel-
lement en usage dans les ateliers d'Amalgamation et des Fonderies de Halsbrück, prés
de Freyber. Pour servir de Guide aux Etrangers que voudront visiter ees Etablissements,
et aux Jeunes-Gens que voudront etudier cette Partie a Freyberg. Dédiée a Son Altesse
Royale le Serenissime Prince de Brasil, Regent de Portugal, par M r . J . P. Fragoso de
Siquei'ra, Membre Ordinaire de TAcademie Royal de Sciences de Lisbonne, et Corres-
pondant de la Société Eoonomique de Leipsic, Dresde, iSoo.
(2) Gálvez Cañero (A. de).—Apuntes Biográficos de D. Fausto de Elhuyar. Bol.
del Inst. Geol. y Min. de España. Tomo L U I . 1933.
(3) Proust (D. L.).—Extracto de los descubrimientos de D. Fausto de Luyar.—
Anales del Real Laboratorio de Química de Segovia. Tomo I. 1791. Pág. 267.
(4) Observaciones y experimentos sobre el beneficio de las minas de plata por me-
dio de la amalgamación, por D. Diego de Larrañaga, D. Francisco de la Garza, D. Ale-
xandro Vicente Espeleta y D. Juan Modesto Peringer.—Anales de Ciencias Naturales,
Tomo TIL iStol. Pág. 84.
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