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Grupo 35
Comportamiento y actores políticos II
● H0 - hipótesis nula: La falta de recursos percibida determina la elección de modos
de participación política no convencionales; no apreciar esta problemática se
relaciona con modos de participación convencional.
● H1 - hipótesis alternativa: La falta de recursos percibida no determina la elección
de modos de participación política en ningún sentido en específico.
3.- METODOLOGÍA
4.1. Operacionalización de conceptos
Entendemos por recursos, en esencia, los materiales (Kern, Marien & Hooghe 2015),
en concordancia con lo expresado por la teoría de los agravios o de la privación relativa: se
trata de medios, en su ámbito más básico, económicos, cuyo aseguramiento condiciona no
solo las posibilidades sino también la efectiva participación en política, que se dará si los
individuos son privados de éstos o si sus expectativas al respecto no se ven satisfechas. Esta
concepción se opone a lo planteado por la teoría del voluntarismo cívico (Verba & Nie 1972),
para la que la posesión de los recursos faculta para la participación, y su no tenencia anula la
voluntad de hacerlo. Los recursos se identifican con las respuestas dadas a cuestiones sobre
la renta media familiar o el estado laboral.
Por otro lado, consideraremos formas de participación política
convencionales aquellas originadas en los siglos XIX y XX, al tiempo que los seres
humanos se dotan de los primeros derechos políticos fundamentales: el surgimiento de los
partidos políticos de masas (tipología de Katz y Mair) y la participación en ellos, el
asociacionismo (como método de elevación de demandas políticas en colectivo, que tomamos
en cuenta sin importar su inspiración), la participación en manifestaciones, la huelga.
Formas no convencionales serán las consolidadas desde el final de la Segunda
Guerra Mundial y el éxito del Estado del bienestar hasta nuestros tiempos, tales como la
protesta económica o boicot, la simbología política (la defensa de la bandera nacional, llevar
una prenda identificativa…), las expresiones culturales y, con mayor relevancia, la
generación de opinión y debate a través de las redes sociales.