____________________________________________________________________________
CONSEJO DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS
PRESENTACIÓN
Fue hasta 2009 cuando, contando con el apoyo de la Licda. Karla Cardoza de
López y del Ing. Ricardo Alfredo Hernández, el proyecto fue nuevamente pre-
sentado y aprobado por el CIC-UES.
Presentación ............................................................................................................................... 2
Introducción ................................................................................................................................ 9
INTRODUCCIÓN
I. MARCO TEÓRICO
1. MARCO CONCEPTUAL
Fecundidad: se re iere al número medio de hijos que tienen las mujeres. Para
medirla con exactitud es necesario delimitar con precisión la variable que se
trata de medir, ya que la cifra que la exprese será muy distinta según se con-
sidere a todas las mujeres que viven en un momento determinado en un país,
o solo a las mujeres fértiles, eliminando las que mueren antes de alcanzar la
edad fértil. Se puede estimar también tasas de fecundidad por edades o tasa de
fecundidad de cohortes.
Tasa de natalidad
Tasa de mortalidad
Tasa de crecimiento
La transición
demográfica
presentación mulƟmedia
Ɵempo
Cuadro II.1
El Salvador: Crecimiento natural de la población 1930-1961
(En miles)
registró un con licto social y político que desembocó en un atroz genocidio ele-
vando la tasa de mortalidad de 21.6 a 25.3 en el quinquenio 1930-35, al tiem-
po que bajó la tasa de crecimiento natural de 24.4 a 14.9 por mil en el mismo
periodo. Según la información del Celade, la población creció en 88,000 per-
sonas, muy por debajo del crecimiento de 142,000 en el anterior quinquenio
1925-30. Se trató de un genocidio porque la matanza estaba dirigida a los in-
dígenas que reclamaban sus derechos usurpados sobre la tierra4. La caída de
la tasa de natalidad se explica no solo por el impacto del número de muertos
sobre la disminución de la población, sino también porque los muertos fueron
hombres, con lo cual disminuyeron las tasas de masculinidad y fecundidad.
En el periodo 1930-61 se puede hacer caso omiso del efecto de las migracio-
nes, dado que las emigraciones y las inmigraciones han sido poco signi icativas
y se compensaron con saldos migratorios que tendían a cero.
Cuadro II.2
El Salvador: Población censada, crecimiento y años de duplicación
5 Queda la interrogante porqué estos hechos se pasaron por alto y porqué no se han corregido las
estadísƟcas.
Población, educación y desarrollo en El Salvador 21
Cuadro II.3
El Salvador: Población proyectada, tasa de crecimiento
y año de duplicación
p
Desde los años subsiguientes al con licto hasta el año 2009, las tendencias des-
cendentes en el crecimiento de la población continuaron, llegando a 0.37 %
en el quinquenio 2000-05 y a 0.44 % en los años siguientes, todo a causa del
22 José Luis Argueta Antillón
2. CARACTERÍSTICAS DEMOGRÁFICAS
Es obvio que las variables demográ icas son parte de los diversos aspectos que
atañen a la vida de los salvadoreños y salvadoreñas; por lo tanto, es de sumo
interés despejar: i) cómo la fecundidad, la mortalidad y la migración repercuten
en la estructura por sexo y edad de la población; ii) cómo estas variables se aso-
cian con factores socioeconómicos como el estado civil, la educación, la salud,
la distribución geográ ica de la población, la constitución de la familia, la oferta
de mano de obra, el empleo, la distribución del ingreso, etc., y iii) cómo estos
factores determinan, a su vez, el comportamiento de las variables demográ icas.
8 Como se verá más adelante, el mayor acceso a la educación superior estuvo acompañado con el
ingreso, cada vez mayor, de niñas y adolescentes a la educación.
24 José Luis Argueta Antillón
Cuadro II. 4
Tasas de natalidad, mortalidad, tasas netas de migración y tasas medias anua-
les de crecimiento (por mil habitantes) 1950-2010
2.1.1.1. La fecundidad
ELSALVADOR:TENDENCIADELATASAGLOBALDEFECUNDIDAD
7 6.3
6
HIJOSPORMUJER
5 4.5
4.2
3.8
4 3.5
3
3 2.5
2
1
0
1977/78 1980/85 1983/88 1988/93 1993/98 1997/2002 2003/2008
Periodos:ReferidosalasencuestasFESALdelaAsociaciónDemográfica
Salvadoreña
Fuente: Encuesta Fesal 2008, Asociación Demográfica Salvadoreña, San Salvador, octubre de 2009
los 35 años, con descensos relativos sustanciales del 23 por ciento en el grupo
de 15 a 19 años, 36 por ciento para el grupo de 20 a 24, 30 por ciento en el
grupo de 25 a 29 y 31 por ciento en el de 30 a 34 años. Esto quiere decir que
las adolescentes están dedicando más tiempo a su educación; que el grupo de
mujeres de 20-24 está dedicando más esfuerzos a la educación superior y que
los grupos de mujeres comprendidos entre 25 y los 34 años han logrado mayor
participación en el mercado de trabajo (Anexo II.4).
ElSalvador:Tendenciadelastasasespecíficasdefecundidad
250
Nacimientosanuales
200
(por1000mujeres)
150
100
50
0
15Ͳ19 20Ͳ24 25Ͳ29 30Ͳ34 35Ͳ39 40Ͳ44
Edadactual(años)
1983Ͳ1988 1988Ͳ1993 1993Ͳ1998 1997Ͳ2002 2003Ͳ2008
Fuente: Encuesta Fesal 2008, Asociación Demográfica Salvadoreña. San Salvador, octubre de 2009.
Una idea del impacto que tiene y puede tener la educación sobre las tasas de fe-
cundidad se puede obtener en las situaciones que se observan en la educación
superior; lo más notable es el predominio del género femenino en las aspira-
ciones por este nivel educativo, tal como se aprecia en los registros de solicitu-
des para nuevo ingreso a la Universidad de El Salvador; aproximadamente el
57 % de las solicitudes son presentadas por estudiantes del género femenino.
Trascendiendo el tema de la fecundidad, lo lamentable es que por limitaciones
de espacios ísicos, de docentes y de presupuesto en general, la institución se
ve en la necesidad de aplicar políticas selectivas, negando el ingreso a porcen-
tajes que van del 54 % al 40 % de estudiantes que no tienen alternativa de
ingresar a la educación superior. Algo semejante estaría ocurriendo en las ins-
tituciones privadas de educación superior, en este caso por limitaciones en la
capacidad de pago para la cobertura de las cuotas de matrícula y escolaridad.
28 José Luis Argueta Antillón
Alta
fecundidad
Incultura
Limitados Sobre
servicios población
sociales relativa
Pobreza
La variable incultura, que incide sobre la alta fecundidad en el grá ico, expresa
precisamente la articulación de los círculos perniciosos cultural y demográ i-
co. De allí la importancia del análisis de los temas relacionados y los hallazgos
de soluciones que permitan romper las relaciones de causalidad.
Por otra parte, los niveles más bajos de fecundidad y de menor disminución de
la misma, en los 15 años de este análisis, son característicos del área urbana,
de departamentos más urbanizados como San Salvador y de los quintiles más
altos de bienestar y de los mayores niveles de educación. Sobre la característi-
ca educativa de la mujer debe entenderse la inclusión de la educación sexual y
reproductiva; al respecto, se recomienda remitirse al cuadro No. 12 y el análi-
sis correspondiente, para una visión de las implicaciones.
los llamados PMD. Es por eso que Paul Demeney del Population Council ha
dicho a inales de los 60 que la Usaid convirtió a la demogra ía en sirvienta de
los programas controlistas.
Otro enfoque de los controlistas sostiene que aunque las personas de los PMD
sean responsables, existe una “demanda insatisfecha de anticonceptivos”.
Frente a esta idea, Land Prichett13 sostiene que la fecundidad en los PMD no
depende de la disponibilidad de los anticonceptivos, sino de las condiciones
sociales y económicas. A irma que la “demanda insatisfecha” es una idea falsa
y que las encuestas realizadas para medirla están mal hechas: no “descubren”
sino lo que van buscando, ya que las preguntas inducen al encuestado a decir
lo que el encuestador supone que necesita; en realidad, las mujeres de los PMD
tienen más hijos porque los desean, este deseo solo disminuye cuando las con-
diciones sociales y económicas cambian.
Cuadro II.8
El Salvador: Condición de uso de anticonceptivos de mujeres casadas/
acompañadas de 15 a 44 años de edad.
Fuente: Elaborado con información Fesal 2008, Datos básicos por región de salud.
13 Land PrinceƩ, economista del Banco Mundial publicó expresó su críƟca en un arơculo publi-
cado en 1994.
Población, educación y desarrollo en El Salvador 33
2.1.2. La mortalidad
Los primeros registros censales y no censales en el país muestran que las tasas
brutas de mortalidad se mantuvieron considerablemente altas, y es hasta el
quinquenio 1955-60 cuando se observa una disminución en ellas, que inau-
gura una tendencia decreciente sostenida. Esta es atribuible, según se apuntó
arriba, a las modestas mejoras en las condiciones de vida, que tuvieron alguna
incidencia particularmente en el área sanitaria. No obstante, hay que acotar
dos situaciones: i) que a partir de 1978 el país entra en una situación de con-
lictividad creciente; ii) que después del censo de 1971 es hasta 1992 que se
levanta un nuevo censo, por lo que en ese largo periodo solamente se dispone
de estimaciones y proyecciones.
ElSalvador:DefuncionesProyectadas1950Ͳ2010
300,000
250,000
200,000
150,000 Total
100,000 Hombres
50,000 Mujeres
Fuente: Proyecciones de defunciones 1950-2025 de la Digestyc.
Durante el quinquenio 1980/85, el cual abarca los primeros cinco años del
con licto armado, las defunciones se elevan a 281,417, la máxima cifra en toda
la historia demográ ica del país. Es un hecho signi icativo que en estos dos
quinquenios las defunciones de las mujeres se mantienen virtualmente al nivel
del quinquenio1970/75, por lo que los aumentos los determinan las defuncio-
nes de hombres. En el siguiente quinquenio 1985/90 las defunciones totales y
por sexos disminuyen, con una tendencia que se prolonga a los años 1990/95;
en los siguientes años (de 1995 a 2010) se registra un tendencia ligeramente
creciente de las defunciones, atribuible posiblemente al envejecimiento de la
población (ver Anexo II.5)
Según encuestas Fesal, grá ico II.5, la mortalidad conjunta infantil y en la niñez
(0-4 años) ha evolucionado de 68 a 19 (por mil nacidos vivos) en aproximada-
mente 25 años, entre 1983/88 y 2003/08; pero lo importante son las disminu-
ciones dentro del periodo de los ODM, por ejemplo —según la información de
referencia— entre 1998-2002 y 2002-2008 se ha registrado una disminución
de 31 a 19 (por mil), de tal suerte que si se toma como base la tasa de 31, en El
Salvador se requeriría de una disminución adicional en la tasa de mortalidad
infantil de 8.6 (por mil) en los siete años (de 2008 a 2015), para cumplir con el
compromiso ODM; ¿será posible?
GráficoII.5:TendenciasdelaMortalidadInfantilyenlaNiñez
80
70
60
Mortalidad
50
40
30
20
10
0
1983Ͳ1988 1088Ͳ1993 1993Ͳ1998 1998Ͳ2002 2003Ͳ2008
Periodosdereferencia
60
50
40
30
20
10
0 1998
2008
Fuente: Tabla 11.4, Fesal-2008
La tercera fuente de información son las encuestas de hogares, las que solo
esporádicamente han investigado el tema migratorio. Los censos proporcio-
nan información retrospectiva, en general, referida a los últimos 5 años, dadas
las di icultades de su aplicación en períodos más largos. En cualquier caso,
resulta complejo identi icar a las personas que realizan más de un movimiento
migratorio en determinado período de tiempo; además, siempre se investiga a
migrantes sobrevivientes, lo que distorsiona su de inición y consecuente cuan-
ti icación.
16 En el gráfico II.7 se han incluido las discrepancias entre los datos oficiales y los datos ajustados,
pero en el caso del quinquenio 1965/70 no parece reflejarse la magnitud del éxodo de 1969.
Población, educación y desarrollo en El Salvador 41
ElSalvador:SaldosNetosMigratorios
50,000
0
Ͳ50,000
Ͳ100,000
Ͳ150,000
Ͳ200,000
Ͳ250,000
Ͳ300,000
Ͳ350,000
Ͳ400,000
Ͳ450,000
Saldosnetos Discrepancias
Fuente: Cuadro 27, Pág. 53, Censo de Población 2007.
Al respecto, cabe recordar que los efectos de la guerra de las cien horas se
prolongaron con una crisis del comercio intrarregional centroamericano, que
afectó primordialmente a la economía salvadoreña. Este sería, entonces, un
importante factor que impulsó el incremento de la emigración internacional
durante la década de los setenta y sucesivas.
Aunque se han hecho ejercicios para ajustar los saldos netos, las discrepancias
resultantes no son signi icativas, especialmente en el quinquenio que com-
prende el masivo retorno de 1969 (ver grá ico II.7 y cuadro Anexo II.8)17.
Entre los quinquenios 1975-80 y 1985-90 se registró el otro éxodo (hacia el ex-
terior), ocasionado indudablemente por el con licto político militar, ya que en-
tre los motivos de la emigración se agregó el de los refugiados acosados por las
masacres y estrategias militares de despoblación. La solidaridad internacional
signi icó una diversi icación de países de destino como Canadá, Australia, países
nórdicos y otros que ofrecieron programas para refugiados. En el quinquenio
1990-95 disminuye el lujo de emigrantes, en virtud de las expectativas genera-
das por los Acuerdos de Paz, las cuales no duraron mucho, pues en el siguiente
quinquenio (1995-2000) el desarraigo llegó a los máximos niveles en la historia
demográ ica del país, la posguerra no se caracterizó, precisamente, como un pe-
riodo de desarrollo con equidad y oportunidades para las mayorías. En la déca-
da 2000-2009 la emigración se ha mantenido alta con una tendencia a disminuir,
18 A mediados de la presente década 2000, cuando se ha hecho notorio el agotamiento del mo-
delo neoliberal, las remesas han oscilado en torno a los $3,000 millones, representando aproxi-
madamente el 17% del producto interno bruto.
19 Ver Plan Quinquenal 2010-2014 del Gobierno Salvadoreño.
Población, educación y desarrollo en El Salvador 43
Lo primero que se destaca es que San Salvador y La Libertad20 son los departa-
mentos receptores netos de población procedente del resto de departamentos,
los cuales aparecen como emigrantes netos, es decir, con saldos netos migrato-
rios negativos. De estos, el departamento de Usulután sería el que más emigra-
ción genera, y esto no deja de llamar la atención por su posición de desarrollo
relativo, pues su capital ha sido cali icada como una de las cuatro ciudades más
urbanizadas; por lo cual podría esperarse una posición migratoria más equili-
brada.
21 Los desastres Ɵenen un componente social derivado de la pobreza y la incultura, sin el cual los
daños no serían tan desastrosos.
22 LPG, 14/octubre/2010, pp. 14.
23 Conferencia PopulaƟon Footprints, University College London, Londres 25-26 de mayo.
Población, educación y desarrollo en El Salvador 45
Esta situación es una exigencia más de la realidad, para el avance del proceso
de integración regional. Desde el siglo pasado, la subregión centroamericana
está anclada en la creación de la unión aduanera, la cual no se ha completado
ni con las presiones que ha ejercido la Unión Europea para irmar el Tratado
de Asociación. Lamentablemente para los pueblos centroamericanos, no se
24 Estas realidades dramaƟzadas con la creciente delincuencia están dejando como un mito la
renombrada fama del salvadoreño trabajador emprendedor.
46 José Luis Argueta Antillón
Anexo II.1.
El Salvador: Población censada, por área y sexo, según año censal
Anexo II.2
El Salvador: Dinámica poblacional proyectada. 1950 – 2010
Anexo II.3
El Salvador: Tasas de natalidad, mortalidad, tasas netas de migración y
tasas medias anuales de crecimiento (por mil habitantes) 1950-2050
Anexo II.4
El Salvador: Tendencias de las tasas especíϐicas de fecundidad por edad
(por 1000 mujeres)
Anexo II.5
El Salvador: Defunciones proyectadas 1950-20010
DEFUNCIONES PROYECTADAS
Anexo II.6
El Salvador: Tendencias de las tasas de mortalidad infantil y en la niñez, por
periodo de referencia, según edad al morir (por 1,000 nacimientos vivos)
Anexo II.7
El Salvador: Tasas de mortalidad en menores de 5 años (0-4) por edad al
morir y características seleccionadas.
Anexo II.8
El Salvador: Discrepancia en los saldos netos migratorios
Anexo II.8a Anexo II.8b
1. Macroeconomía y demograϐía
Los estudios que se han realizado son indicativos de que la dinámica de la po-
blación salvadoreña ha sido parte integrante de su proceso socioeconómico e
impone la necesidad de efectuar grandes transformaciones, considerando la
clásica integración de condiciones sociales y económicas con las demográ icas.
Sin esta consideración resulta prácticamente imposible plani icar el desarrollo
de El Salvador (global, sectorial, y regional) con la aspiración de que sea sos-
tenido y sostenible, y no se podría propender al mejoramiento sustantivo del
bienestar general de la población, si no se aplican programas y proyectos que
logren un apreciable impacto en la disminución de los altos niveles de margi-
nación y pobreza que se han entronizado en las última décadas
ElSalvador:TasasdecrecimientodelPIBrealydelPIBpercápita1950Ͳ2008
15%
10%
5%
0%
50
52
54
56
58
60
62
64
66
68
70
72
74
76
78
80
82
84
86
88
90
92
94
96
98
00
02
04
06
08
-5%
-10%
-15%
PIBreal PerCápita
El panorama crítico se mani iesta con otros indicadores (cuadro III.1) que ge-
neraron la caída del PIB como la brusca disminución de la formación bruta de
capital ijo, de 15.5 % a 1.0 % entre los quinquenios 1991-1995 y 1996-2000;
en el sector externo los dé icit comerciales crecieron a ritmos mayores del 15 %.
Durante este periodo 1991-2004, los gobiernos de turno recurrieron al endeuda-
miento externo para inanciar la inversión pública y también para gastos corrien-
tes, de tal forma que ya para el año 2004 la deuda del sector público no inanciero
superaba el 40 % del PIB.
era un designio del desarrollo del capitalismo en el país; después de 60 años el desarrollo sigue
siendo una ilusión.
Población, educación y desarrollo en El Salvador 55
Cuadro III.1
El Salvador: Indicadores económicos claves (tasas de variación)
A propósito de la dolarización, hay que decir que ha sido una de las decisiones
de política económica más trascendentales y con grandes impactos socioeco-
nómicos. En la década previa (1991-2000), el producto interno bruto (PIB)
creció a una tasa promedio de 4.5 % anual y el crecimiento del PIB per cápita
fue de 3.2 %, siendo la in lación de 7.9 %. El cambio con la dolarización en los
primeros ocho años (2001-2008) signi icó caídas en estos indicadores econó-
micos: 2.8 % del PIB, 2.4 % del PIB per cápita y 4.0 % de la in lación (siendo
esto último lo único bene icioso de la dolarización).
ElSalvador:EvoluciónEconómica2001Ͳ2011
5 4.2 4.3
4 3.3
3 2.3 2.3 2.4 2.5
1.7 1.8
2
%devariación
1
1
0
Ͳ1 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010E 2011P
Ͳ2
Ͳ3
Ͳ4 Ͳ3.5
Fuente: Ministerio de Hacienda y BCR
Los desa íos para que El Salvador se caracterice efectivamente como un país
subdesarrollado son formidables, teniendo en cuenta que actualmente el in-
greso medio por habitante es como la séptima parte del que registran países
desarrollados. En lo que corresponde al potencial de los recursos productivos,
la tasa bruta de participación (PEA/población total) está creciendo, alcanzan-
do niveles arriba del 40 %, pero cualitativamente la PEA padece una baja pro-
ductividad, resultado de los rezagos educativos y culturales, cuya reversión
requiere de un proceso de largo plazo.
donde diferentes estimaciones indican que poco más del 75 % de los hogares
salvadoreños percibe solamente el 25 % del ingreso total.
El sector educativo, aunque con ligeras mejoras en los últimos años, presenta
tasas relativamente bajas de escolaridad, alta deserción y repitencia y 19.7 %
de analfabetismo, particularmente, en zonas rurales y urbanas menores que
son la mayoría; la gran esperanza estaría cifrada en la materialización de las
apuestas estratégicas en educación del actual gobierno.
Al abordar la problemática demográ ica, debe recordarse que “El Salvador re-
conoce a la persona humana como el origen y el in de la actividad del Estado...
es obligación del Estado asegurar a los habitantes de la República, el goce de
la libertad, la salud, el bienestar económico y la justicia social”30. Al respecto,
resulta obligada una referencia al Capítulo III del Programa de Acción de la
Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo de El Cairo, ya que este
contiene recomendaciones para las actividades nacionales e internacionales
en los campos de población y desarrollo sostenible para los próximos veinte
años, con lo que se marca una nueva etapa de compromiso y voluntad de los
gobiernos, de la sociedad civil y la comunidad internacional con miras a incor-
porar efectiva y funcionalmente los factores demográ icos en las estrategias
económicas y sociales.
De las mujeres que han recibido información sobre al menos un tema, pero
que no asistieron a ningún nivel educativo o que asistieron y no aprobaron el
primer grado, solo el 3 % ha reportado que recibió información, la diferencia
es notable y creciente al considerar las mujeres con niveles de educación de
1-3 a 10 o más años de educación.
La información revela que los temas menos informados son los métodos anti-
conceptivos y las infecciones de transmisión sexual y VIH-sida, lo cual es pre-
ocupante porque la ausencia de información sobre anticonceptivos en el 45 %
de las mujeres, propicia los embarazos no deseados, los cuales pueden truncar
el futuro de las adolescentes y jóvenes, pero además esta situación las pone en
riesgo de contraer las ITS y el VIH-Sida.
Gráϐico III.4: Ingresos promedio mensual de los hogares ($) por área
800 714.04
700 597.11
600 498.09
500
Dólares
400 303.88
300
200
100
0
Total Urbano Rural AMSS
Fuente: Digestyc, Encuesta de Hogares y Propósitos MúlƟples 2009.
Los VII Censos Económicos 2005, los últimos realizados en el país, han tenido
como principal objetivo actualizar información de todos los sectores económi-
cos, pero inexplicablemente solo fueron censados los sectores industria, co-
mercio, servicios, transporte, construcción, electricidad y agua, minas y cante-
ras; excluyendo de la actualización las explotaciones agropecuarias, la mayoría
de actividades gubernamentales y el servicio doméstico.
Gráϐico No III.5
El Salvador: Personal ocupado, según sectores económicos. Año 2004
300000
258,137
250000
PeersonalOcupado
195,650
200000 183,126
150000
100000
50000 30,819
16,838 8,860 5,937 214
0
Fuente: Censos Económicos, 2005.
Los trabajadores del sector construcción son 16,838, signi icando que el sector
proporciona el 2.4 % de la ocupación general.
Según la EHPM 2009, los materiales de construcción de los techos a nivel na-
cional son, en su orden de importancia, la lámina de asbesto con 36.5 % de las
viviendas, la lámina metálica buena con 30.2 %, la teja de barro o cemento con
el 28.1 %; el resto de materiales: la lámina metálica mala, la paja o palma, los
materiales de desecho y otros, representan el 5 %.
Cuadro III.5
El Salvador: Hogares en viviendas con materiales predominantes de
construcción del techo, paredes y piso
Los materiales predominantes en los pisos de las viviendas son: el ladrillo ce-
rámico con el 9.9%, el ladrillo de cemento con 46.6 %, el piso de cemento con
21.9 %, el piso de tierra con 20.7 %, el ladrillo de barro y otros materiales re-
presentan menos del 1 %.
Al desagregar esta información para las áreas urbana y rural se encuentran no-
tables diferencias; por ejemplo: las paredes de adobe en el área urbana están
en el 8.3 % de las viviendas y en el área rural en el 31.2 %. En lo que se re iere
a los materiales del piso en el área urbana predomina el ladrillo de cemento
en el 59 % de los hogares, mientras que en el área rural predomina el piso de
tierra con 41.6 %.
Gráϐico N° III.6
El Salvador: Porcentaje de hogares que disponen
de electricidad y agua por cañeríam, EHPM 2009
120
100
96.6
80 91.1 90
78.7 80.3
60
56.7
40
20
0
Electricidad Agua Electricidad Agua Electricidad Agua
TOTAL URBANA RURAL
3. Situación de la pobreza
Se tiene conocimiento que para contar con información más certera y para
aplicar políticas más efectivas, actualmente se dispone de una herramienta
metodológica para medir la pobreza y focalizar a la población objetivo, se tra-
ta del sistema de información del Mapa de Pobreza Urbana y Exclusión Social,
construido desde una óptica multidimensional.
Gráϐico III.7
El Salvador: Hogares en situación de pobreza. Año 2009
19.6
AMSS 5.4
25
29
Rural 17.5
46.5
24.1
Urbano 9.2
33.3
25.8
Pais 12
37.8
0 10 20 30 40 50
%deHogares
pobreza33. No puede olvidarse que entre los ocho Objetivos de Desarrollo del
Milenio (ODM) proclamados por las Naciones Unidas en 2000, se incluye la ter-
minación de la pobreza y el hambre, en el plazo que termina dentro de escasos
cinco años. También resulta claro que este objetivo, que es un in en sí mismo,
es también un factor determinante del crecimiento sostenido en el contexto
del desarrollo humano sustentable. Por ejemplo, la disminución de la pobre-
za se traduciría en una disminución de la tasa de crecimiento de la población
generado por el grupo de mujeres (pobres, de bajo nivel educativo, ubicadas
en el más bajo quintil de bienestar, residentes en áreas rurales) con mayores
tasas de fecundidad, y consecuentemente, conllevaría a una racionalización y
estabilización de la población en armonía con los recursos disponibles.
1. Coyuntura actual
El relevo del nuevo gobierno en el país abre nuevas expectativas sobre los
cambios requeridos para buscar la senda del desarrollo, pero la realidad de
las actuaciones, la lenta recuperación de la recesión nacional en el marco de la
crisis global, las restricciones en el plano iscal inanciero, la persistencia de la
inseguridad, las estratagemas de la oposición política y las discrepancias con
la empresa privada, están limitando la posibilidad de gestionar un proyecto
nacional y su materialización a través de planes, programas y proyectos. La
ejecución del Plan Quinquenal de Desarrollo 2010-2014 del nuevo gobierno se
encuentra inmerso en ese escenario.
este orden de ideas, cabe resaltar que la formación del llamado capital humano
debe ser vista como una función integral, ya que contribuye tanto al desarrollo
individual de cada integrante de la sociedad como al desarrollo económico,
social y cultural de su país.
Cuadro IV.1
El Salvador: Límites de edad para el estudio de la PEA según
recomendaciones internacionales
EDAD POBLACION
CENSOͲ2007
TOTAL 5744,113
Con información como la del cuadro IV.2 se obtienen indicadores que son muy
útiles para efectos de diagnósticos y pronósticos; por ejemplo es importante
conocer cuánto de la población total y de la población en edad de trabajar es
población económicamente activa, lo cual se obtiene con los indicadores:
Tasa bruta de participación: TBP = ; Tasa global de participación: TGP =
Cuadro IV.2
El Salvador: Tasas bruta y global de de participación de la PEA ,
2000-2009
4,000.00
RelaciónPIB/PEAyPEAo
3,500.00
3,000.00
2,500.00
2,000.00
1,500.00
1,000.00
500.00
0.00
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
PIB/PEA 3,016 2,908 3,046 2,962 3,013 3,022 3,059 3,729 3,552 3,352
PIB/PEAo 3,242 3,124 3,248 3,182 3,232 3,257 3,274 3,981 3,774 3,617
Año2000=1Ͳ 2009=10
Eje horizontal: el 1 al 10 corresponden a la década 2000-2009
Fuente: BCR y Digestyc.
34 La DIGESTIC ha reconocido la necesidad de presentar un Censo Oficial 2007 Ajustando las cifras
del denominado censo bruto.
76 José Luis Argueta Antillón
Tan útiles son estos coe icientes para efectos de diagnóstico, como lo serían
para las proyecciones en la plani icación estratégica que ha comenzado a apli-
carse en la actual gestión gubernamental con el Plan Quinquenal 2010-2014.
En esta perspectiva, se esbozan —en este y en un apartado especí ico de este
trabajo— algunos elementos metodológicos que pudieran ser útiles en las téc-
nicas de plani icación.
600
500
400
300
200
100
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
ѐKi/PEAoi 595.5 593.6 612.2 601.5 620 584.3 563.4 738.8 704.4 666.6
Años1=2000,10=2009
Fuentes: BCR y Digestyc.
Población, educación y desarrollo en El Salvador 77
El coe iciente capital/trabajo del grá ico IV.2 se expresa con la información dis-
ponible:
Por otra parte, la verdadera densidad de capital debe determinarse con la ca-
pacidad instalada total y no con el incremento de esta, pero obtener esta varia-
ble, por ahora, es imposible.
Baja
producti
vidad
laboral
Baja
relación Bajos
capital/t ingresos
rabajo
Baja Bajo
inversión ahorro
En el grá ico IV.3 se presenta la relación de las diferentes variables que deter-
minan la baja productividad laboral, la cual se traduce, a su vez, en bajos in-
gresos, desencadenando inde inidamente el círculo pernicioso que mantiene
la baja productividad de la fuerza de trabajo. No obstante, como se verá más
adelante, este círculo está relacionado con otro círculo pernicioso: el de la edu-
cación, de tal suerte que al romperse este a través de incrementos de inversión
en educación, se genera un círculo virtuoso que se gestaría con la elevación de
la productividad del trabajo.
En El Salvador, como en toda sociedad, el nivel educativo es cada vez más de-
terminante para escalar mayores niveles de desarrollo económico y social. Es
así que el conocimiento ha llegado a considerarse —y lo será más en el futu-
ro— el principal recurso productivo.
Por el lado de la demanda, los desa íos del sistema educativo aparecen de ini-
dos como requerimientos cientí icos y tecnológicos para el desarrollo, lo que
quiere decir que, en materia de educación, la demanda proporciona las pautas
para la oferta.
36 Al respecto, es de reconocer los esfuerzos del actual Ministerio de Educación, que a parƟr de
2009 ha comenzado a aplicar algunos programas de ayuda y de esơmulo para aumentar la
asistencia y disminuir la deserción.
Población, educación y desarrollo en El Salvador 81
Cuadro IV.4
El Salvador: Asistencia a centros de educación formal (Censo 2007)
37 Para ampliar esta información consultar la encuesta Fesal-2008, Tablas 14.8 y 14.9.
82 José Luis Argueta Antillón
Al ampliar la información por sexo (anexo IV.2), las mujeres resultan un tanto
discriminadas; aunque son el 53 % de la población total, la asistencia en las
edades escolares de 0-5 a 13-18 años fueron menores que la asistencia mas-
culina. Las categorías que representan la excepción a este rasgo la conforman
las mujeres en las edades 19-25 y 26 y más años, lo cual indicaría el esfuerzo
personal de superación en esas edades. En cuanto a la situación “no asiste pero
asistió”, que cuanti ica la deserción de las mujeres, se concentra en las edades
19-25 y, sobre todo en la edad 26 y más, atribuible, en buena medida, a la ma-
ternidad.
Cuadro IV.5
El Salvador. Asistencia de la población de 5 años y más a centros de en-
señanza vocacional según área de residencia y sexo. Censos 1992 y 2007
Anexo IV.1
El Salvador: Ocupados por años de estudio aprobados, según sexo y ca-
tegoría ocupacional
Anexo IV.2
El Salvador: Asistencia a centros de educación formal. Censo 2007
Cuadro IV.3
El Salvador: Perϐil Profesional de la Población
1. Proyecciones de población
Cuadro V:1
El Salvador: Tasas de natalidad, mortalidad, tasas netas de migración y
tasas medias anuales de crecimiento (por mil habitantes) 1950-2025
Con respecto a las tasas netas de migración se pueden considerar dos factores
de disminución; por una parte, las condiciones para emigrar a Estados Unidos
se vuelven cada vez más restrictivas y más riesgosas, y por otro lado, se plan-
tea a partir de 2010 una estrategia de desarrollo con énfasis en políticas socia-
les para ir corrigiendo la situación de país expulsor de población. Es así que se
proyecta una disminución de la tasa neta de migración de -9.15 en 2005-2010
a -3.24 en 2025, lo que signi icaría menos salvadoreños saliendo del país.
EstructuradelapoblacióndeElSalvadorporsexoy
edad,Año1961
90ymás
75ͲͲ 79
60ͲͲ 64
45ͲͲ 49 Hombres
30ͲͲ 34 Mujeres
15ͲͲ 19
0ͲͲͲ 4
10% 5% 0% 5% 10%
Para describir y analizar los cambios durante el periodo, en el cuadro V.3 las
estructuras de las poblaciones censadas en 1971, 1992 y 2007 se han agru-
pado en tres subpoblaciones: los menores de 15 años, las personas entre
15-64 años y las de 65 años y más. Aquí se veri ica cómo la población menor
de 15 años ha disminuido sucesivamente de 46.4 % en 1971 a 33.9 % en
2007, aumentando en cantidad y en porcentaje la población de 15-64 años,
pero también la de 65 años y más, con las potencialidades socioeconómicas
apuntadas.
Cuadro V.3:
Estructura de la Población por grandes grupos de edades,
Censos 1971, 1992 y 2007
Por una parte, la población de las edades 15-64 años —que es la población en
edad de trabajar— ha aumentado su importancia relativa en 9.2 % y casi se
ha duplicado en términos absolutos entre 1971 y 2007. Esto representa una
mayor potencialidad de fuerza de trabajo para la producción de bienes y ser-
vicios, es decir, para el crecimiento económico, pero a condición de que se ins-
tituya un modelo económico que propicie el pleno empleo (decente); de otra
manera, el llamado “bono demográ ico” se reduce a una vana potencialidad.
La información del cuadro II.1, extraída del Primer Plan de Desarrollo del Mi-
nisterio de Plani icación y Coordinación del Desarrollo Económico y Social
(Miplan), proporciona una idea de las tasas de natalidad y mortalidad relativa-
mente altas desde el censo de 1930 hasta el censo de 1950; a partir de este año
disminuye la tasa de mortalidad40 por efecto de ciertas circunstancias, tales
como: uso de antibióticos, mejoras en la agricultura, terapias de rehidratación
oral, vacunas y otros. Estas condiciones conllevaron a una importante dismi-
nución en las muertes, principalmente en la población menor de cinco años.
Como consecuencia, la población creció aceleradamente en los años sesenta,
caracterizándose como explosión demográ ica41.
45.0
40.0
35.0
TasaBrutadeNatalidad
30.0
TasaBrutadeMortalidad
25.0
20.0
15.0
10.0
5.0
0.0
40 MIPLAN reconoce que fue hasta en el censo de 1961 que se puso esmero en el empadrona-
miento de las personas.
41 Se advierte que los datos de MIPLAN no han sido ajustados ni corregidos.
96 José Luis Argueta Antillón
No está de más insistir que para entrar en esta ventana demográ ica de
oportunidades se requiere de la concurrencia de ciertas condiciones, como
aplicar la plani icación estratégica para un desarrollo endógeno, sostenido y
sustentable. Ello implicaría la promoción de programas, proyectos y políticas
para la inversión orientada a las metas y objetivos sociales y la inversión pro-
ductiva que genere empleo decente42, propiciando la cohesión social.
42 El empleo decente es la alternaƟva apropiada a las políƟcas de flexibilidad laboral que, con
frecuencia, se han promovido, en el ámbito laƟnoamericano y local, pretendiendo desconocer
las reivindicaciones conquistadas por la clase trabajadora.
Población, educación y desarrollo en El Salvador 97
3. El crecimiento urbano
Las necesidades futuras de la población rural y urbana son tan acuciantes que
los diseñadores de políticas públicas no han podido ignorarlas, tal es el caso de
problemas como la dinámica general de la población; la manera de albergar a
los pobres y mejorar sus condiciones de vida para lo cual se propone generar
más y mejores empleos, reducir la huella ecológica de las ciudades, mejorar la
gobernabilidad, gestionar mejor los sistemas urbanos cada vez más complejos,
mejorando, al mismo tiempo, las condiciones socioeconómicas de la población
rural, en busca de un equilibrio en la distribución geo-demográ ica.
4. Propuestas y apuestas
Al examinar las tasas especí icas de participación masculina (anexo V.2), llama
poderosamente la atención la tendencia a la disminución en todos los grupos
de edad, desvirtuando, aparentemente la ventaja de los cambios en la estruc-
tura demográ ica, puesto que menores porcentajes de la población en edad de
trabajar estarían integrando la población económicamente activa, con dismi-
nución de las tasas de participación masculina en 2007.
El grá ico anexo V.1. ilustra el fenómeno, acentuando las dudas planteadas.
Población, educación y desarrollo en El Salvador 101
100.000
80.000
60.000
40.000 1961
1971
20.000 1992
2007
0.000
1. Educación y desarrollo
Déficits
educativos
Escasa
formación
personal
Escasa Inadecua
inversión ción
en cultural
educación social
Subdesa
rrollo
El grá ico VI.1 trata de simpli icar las relaciones de causalidad que con igu-
ran el círculo pernicioso cultural educativo, enfatizando en que es inducido e
incide en los otros círculos perniciosos del subdesarrollo y que su ruptura es
condición para desencadenar un círculo virtuoso del desarrollo.
2. El analfabetismo en El Salvador
Veinte años después, la situación había cambiado muy poco, en el área rural aún
persistían en 1950 índices de analfabetismo (en el rango de 72 % a 83 %) seme-
jantes a los de 1930, veri icándose además los mayores índices en las mujeres,
como resultado de la discriminación que todavía se observa en el censo de 2007.
Cuadro VI.1
El Salvador. Tasas de analfabetismo por área de residencia y sexo, según
distintas edades de la población. Censos de 1930 a 2007
Como sería de esperar, en los 77 años transcurridos entre 1930 y 2007, han
ocurrido cambios, como el avance de 72.4 a 17.8 en la tasa de analfabetismo
en los grupos de edad de 15 años y más, pero aún persiste un dé icit que se
acentúa cuando se compara la situación educativa del área rural con respecto
a la del área urbana y más, cuando se comparan los niveles de analfabetismo
de las mujeres con respecto al de los hombres. La brecha se mantiene a lo largo
de las décadas, porque el analfabetismo de los hombres disminuye más que
el de las mujeres, por ejemplo, el analfabetismo de la población de 10 años y
más desciende de 1950 a 2007 en 73.2 %, siendo un 76.1 % la disminución
en hombres y 71.2 % en mujeres. Las mayores tasas en las edades de 15 años
y más comparadas con las de 10 años y más, se explican por el peso del anal-
fabetismo en las edades de las personas mayores, quienes tuvieron menores
oportunidades de educación.
El grá ico VI.2 presenta la brecha del analfabetismo de las mujeres con respec-
to al de los hombres y al total, para las edades de 15 años y más. Una imagen
semejante se observaría al contrastar las tasas de analfabetismo totales con las
tasas urbanas y rurales.
80
70
60
50
40
30
20
10
0
1 2 3 4 5 6
Total 72.4 60.6 51 42.9 25.9 17.8
Hombres 67.7 57.6 46.1 39.2 22.6 15.1
Mujeres 77 64.5 55.5 46.4 28.7 20.3
Censos de 1930, 1950, 1961, 1971, 1992, 2007 (del 1 al 6).
2014, superando así el 5 % considerado como valor crítico para dar por erra-
dicado el analfabetismo. Además, se estaría cumpliendo con una de los seis
objetivos y inalidades de la Educación Para Todos (EPT) del Foro Mundial de
la Educación suscrito en Dakar, en abril de 2000:
(iv) aumentar de aquí al año 2015 el número de adultos alfabetizados en un
50%, en particular tratándose de mujeres, y facilitar a todos los adultos un
acceso equitativo a la educación básica y la educación permanente;
3. La variable escolaridad
Cuadro VI.3
El Salvador. Escolaridad de la población por área de residencia y sexo.
Censos de 1950 y 2007
Estos mismos criterios de prioridad serían aplicables a la plani icación del de-
sarrollo educativo por niveles, en orden a la consecución de unos objetivos
de coherencia y equidad; por lo que hace al objetivo de e iciencia, se requeri-
rán muchos esfuerzos en dos direcciones: 1°) para disminuir los coe icientes
110 José Luis Argueta Antillón
En América Latina, la plani icación del desarrollo comienza a ser aplicada con
la elaboración de diagnósticos en diferentes países en la década de los cin-
cuenta. A partir de los diagnósticos se formularon los primeros planes de desa-
rrollo con carácter normativo, en donde la norma cumplía un papel indicativo,
por tales características se trataba de una plani icación normativa o indicativa.
Con tales atributos, esa plani icación no removió las causas del subdesarrollo
de los países latinoamericanos y por ello, se comenzó a buscar, en los años se-
tenta, una metodología alternativa. Son los trabajos de Carlos Matus un aporte
esencial para darle contenido teórico y metodológico a la conocida planiϔica-
ción situacional o estratégica, la cual integra la plani icación del desarrollo con
la plani icación política, teniendo como categoría central la estrategia, enten-
dida como un análisis y un propósito de futuro donde se integra lo económico y
lo político-social mediante un modelo abstracto del proceso material de desa-
rrollo y donde se supone que ese modelo responde y reacciona como si fuera la
realidad misma frente a la simulación de hechos y perturbaciones que el analista
desea explorar en sus consecuencias, con objeto de encausarlas hacia objetivos
determinados45
2. La planiϐicación en El Salvador
El último párrafo del prefacio (presentación) del Primer Plan expresaba el ca-
rácter indicativo y las pocas posibilidades de ejecución del mismo: La acepta-
ción de este documento y de las tareas que él signiϔica, por parte de toda la ciu-
dadanía, y el reconocimiento de la parte especíϔica que a cada uno corresponde,
serán factor decisivo en el éxito ϔinal.
El grá ico VII.1 pretende ser un aporte elemental para la plani icación estraté-
gica en línea con el desarrollo económico, social y político, con un horizonte de
largo plazo (± 20 años), teniendo en cuenta que la gestación o maduración de
los proyectos y programas sociales es de largo plazo.
Como el gobierno actual solo dispone de cuatro años, sería deseable la articu-
lación del plan quinquenal 2010-2014 con un plan estratégico, estableciendo
las bases y los compromisos estratégicos que garanticen la continuidad del
plan en los gobiernos sucesivos. Uno de esos compromisos sería un pacto so-
cial, cuya salvaguarda quedaría, eventualmente, a cargo del Consejo Económi-
co y Social48.
48 Como se ha reconocido antes, el escenario en que se desempeña actualmente el gobierno no
114 José Luis Argueta Antillón
DIAGNOSTICO PRONOSTICO
Tendencia Situación Tendencia Situación
Histórica Inicial
“Natural” Futura
PrioridadesdeintervenciónBRECHA=>ESTRATEGIA
Itinerario_____
Programas
Situación
Proyectos
Deseada
Políticas
IMAGENͲOBJETIVO
El Grá ico VII.1 trata de ilustrar algunos de los elementos básicos de la plani-
icación estratégica y en él se puede apreciar la diferencia con la plani icación
convencional, normativa o indicativa; en esta, la imagen objetivo, en el media-
no plazo (5 años), es la situación futura que mantiene las tendencias históricas
como naturales, por lo que es una reproducción de la situación inicial, que no
genera desarrollo. La plani icación estratégica, en cambio, con un horizonte de
largo plazo, remueve las tendencias históricas perniciosas y promueve como
imagen objetivo, una situación deseada de la economía y de la sociedad en
general; esto implica que el plani icador se encuentra con una brecha entre lo
que sería la situación futura (sin desarrollo) y la situación deseada, por lo que
se plantea la gran interrogante de cómo cerrar esa brecha. La respuesta es la
formulación y la materialización de una estrategia, como lo esencial de la pla-
ni icación estratégica.
es, precisamente, propicio para concertar un pacto social, ni para consolidar el CES como un
organismo permanente con decisiones vinculantes; sólo cabe esperar que la nueva gesƟón
gubernamental se desarrolle en función del desarrollo humano y que el apoyo ciudadano haga
prevalecer el interés nacional sobre intereses espurios.
Población, educación y desarrollo en El Salvador 115
3. Planiϐicación de la educación
49 Ver Plan Quinquenal del Gobierno de El Salvador 2010-2014, Segunda Parte, San Salvador, 30
de abril de 2010.
50 Los indicadores que se proponen conƟenen una información elaborada para poder estudiar un
fenómeno educacional, con sus impactos sobre el proyecto educaƟvo y el desarrollo en gene-
ral.
Población, educación y desarrollo en El Salvador 117
3. Coeϔiciente de ocupación:
Subíndices “o”: ocupación, “d”: desempleo
4. Coeϔiciente de desempleo:
El “x” grado puede ser sustituido por cursos, títulos o especialidades para co-
nocer o determinar la proporción de la PEA con ese potencial. Si se toma como
referencia la PEA ocupada en el numerador y en el denominador, se tendría un
indicador más realista y, podría conocerse o proyectarse los niveles de empleo
y desempleo, en cada caso.
Para un conocimiento más preciso y especí ico se tendría que delimitar el nu-
merador como el denominador; si por ejemplo se trata de conocer la situación
o la evolución de la productividad de la mano de obra ocupada en el sector
agropecuario en un periodo determinado, la fórmula se podría presentar en
los siguientes términos:
118 José Luis Argueta Antillón
INi = ∆Ki+1
Ahora bien, importa tanto la cuantía del factor capital como su innovación, la
cual es determinada por los avances tecnológicos incorporados en los equipos,
las maquinarias, la infraestructura, etc. y se suele medir a través de la conocida
relación producto capital:
Debe tenerse en cuenta que todas las ecuaciones y las variables podrían refe-
rirse a sectores, regiones y periodos determinados.
Este es un indicador que mide la capacidad del sistema educativo para captar
niños de 6 años en la educación básica; es de interés estratégico para la pla-
ni icación, en razón que implica la proyección de recursos para maximizar la
cobertura de la población de 6 años y para la atención de los niveles sucesivos
de educación, según las proyecciones de desarrollo de la educación y los re-
querimientos de recursos humanos para el desarrollo.
Este indicador se complementa con uno que mida la proporción de los alum-
nos matriculados en la edad normal de 6 a 12 años:
Los otros tres objetivos cuanti icables de la EPT son: i) la alfabetización de los
adultos, ii) la paridad entre los sexos y iii) la calidad de la educación.
Ese objetivo último es la empresa más compleja de una sociedad que requiere
de diversos enfoques, condiciones y aportes, algunos de los cuales son ponde-
rables y suelen representarse en modelos operativos.
Por suerte también, ha comenzado a surgir conciencia sobre las claves que a
futuro pueden abrir la senda del desarrollo, en un escenario de concertación
nacional. El más importante desa ío que enfrenta el país en estos momentos
y en los próximos años es la transformación del modelo de desarrollo con
Población, educación y desarrollo en El Salvador 121
Por otra parte, en una sociedad caracterizada por la creciente importancia que
adquiere el conocimiento, la democratización de su gestión y distribución, así
como la función social de su aplicación, se transforman en estrategias claves
para favorecer la participación igualitaria de todas las personas.
Gráϐico VII.2:
El laberinto virtuoso del desarrollo
Mayor
Mejores
Proyecto capacida
condicio
educativo d
nessocia
ydeCYT productiͲ
les
va
Aumento
Optima Enla
productiv
cobertura sendadel
idadde
educativa desarrollo
laPEA
ANEXO ESTADÍSTICO
Anexo 1
El Salvador: Población censada, por área y sexo, según año censal
124 José Luis Argueta Antillón
Anexo 2
El Salvador: Dinámica poblacional proyectada, 1950 –2010
Anexo 3
Tasas de natalidad, mortalidad, tasas netas de migración y tasas medias
anuales de crecimiento (por mil habitantes), 1950-2050
Anexo 4
El Salvador: Defunciones proyectadas, 1950-2010
Anexo 9.
Tasas de mortalidad en menores de 5 años (0-4) por edad al morir y
características seleccionadas
Anexo 10.
Productores agropecuarios censados Años 1971/2007
Anexo 12
El Salvador: Características e indicadores de los hogares
Total País Urbano
Población, educación y desarrollo en El Salvador 131
Anexo 13
El Salvador: Características e indicadores de los hogares
Total País Rural
Población, educación y desarrollo en El Salvador 133
Anexo 14.
El Salvador: Tasas bruta y global de participación de la PEA
Anexo 15
El Salvador: Tasas de participación según censos de 1950 a 2007
Anexo 16
Anexo 17
Categoría ocupacional
Anexo 18
El Salvador: Escenario macroeconómico, 2009-2011
(US$ millones y % variación)
Anexo 19.
Aproximación a la productividad de la PEA
Anexo 20
El Salvador: Perϐil profesional de la población
Población, educación y desarrollo en El Salvador 139
Anexo 21.
El Salvador: Asistencia a centros de educación formal
Población, educación y desarrollo en El Salvador 141
Anexo 22.
El Salvador: Estructura de la población por edad y sexo, 2007
142 José Luis Argueta Antillón
Anexo 23.
El Salvador: Estructura de población, Censo 1961
Población, educación y desarrollo en El Salvador 143
Anexo 24.
El Salvador: Estructura de la población por edad y sexo, 2007
Anexo 25
El Salvador: Tasas de analfabetismo de población de 10 años y más por
sexo, área de residencia y departamento, Censo 2007
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