INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………………. 03
LOS ORÍGENES…………………………………………………………………………………. 07-11
LA TRINIDAD DE LAS HUERTAS………………………………………………………… 11-23
EL MERCADO DE LA VIGILIA NAVIDEÑA Y SU ESCENARIO……………….. 23-27
EL PRIMER CONCURSO DE HORTICULTURA Y FLORICULTURA………….. 27-33
LA NOCHE DE RÁBANOS ACTUAL…………………………………………………….. 33-39
CONCLUSIÓN…………………………………………………………………………………… 41
LOS ORÍGENES
Según una tradición zapoteca del Valle de Oaxaca, los antiguos celebraban, el 23 de
diciembre, el Nacimiento del Sol con una serie de festejos. Al respecto, Wilfrido C. Cruz
relata lo siguiente en Oaxaca recóndita:
Existe la creencia entre las gentes sencillas que ya sólo hablan español, por cierto,
de que la noche del veintitrés de diciembre de cada año, llamada en la Vieja
Antequera Noche de Rábanos, el rodar de los ecos de las serranías sobre el Valle
conduce extraños rumores de fiesta a las aldeas vecinas, percutir de tamboriles y
vibrar de flautas y chirimías nativas, murmullos de voces, raros pregones, como si
sobre Monte Albán se celebrara una feria nocturna, un extraordinario tianguis. A
San Juan Chapultepec, a San Martín Mexicapan y a Xoxo ̶ se dice ̶ llegan los ecos;
se percibe a intervalos, según el giro del viento, durante la Noche de Rábanos,
víspera de la Noche Buena, ese conjunto de ruidos, voces y armonías que parecen
surgir de los oscuros socavones de Monte Albán.
Muchas y muy diversas son las versiones sobre el origen y motivo de nuestra Noche de
Rábanos, pero todos los relatos de los abuelos, de los viejos horticultores de Trinidad de las
Huertas y varios testimonios orales, coinciden en señalar una sencilla costumbre que
provocó su nacimiento: el mercado de la vigilia de la Natividad y no precisamente para cena,
como algunos dicen, sino para la comida del día 24.
Hasta fines del siglo pasado, la cena de Navidad, era costumbre de un grupo reducido de
oaxaqueños. Aun entre la gente de buena posición económica, lo tradicional era asistir a la
calenda y a la misa de gallo.
De suma importancia fue en Antequera el mercado de la vigilia de Navidad, en el que se
expedía el pescado seco cubierto de sal. Ahí se compraban las verduras, para complementar
la comida de abstinencia. Estas hortalizas llevaban de Trinidad de las Huertas,
principalmente.
¿Cuándo se inicia el establecimiento del mercado de vigilia? Eso es muy difícil precisarlo.
Tal vez desde los primeros años de fundada la Antequera, una vez implantados los hábitos
españoles y la nueva religión. Pero la costumbre de escamar los rábanos y hacer florecitas
con las verduras es tan antigua como el mercado mismo.
Arturo Fenochio, en su novela costumbrista El cielo de Oaxaca, publicada a fines del siglo
XIX y situada en la Antequera de la segunda mitad de ese siglo, describe: “Otros se
refugiaron en los cobertizos de la plaza del mercado en que aparecían vistosos puestos de
fruta y verduras recortadas en figuras de flores, alumbrados por alegres fogatas”.
Hay quienes han hablado de supuestos certámenes de hortalizas durante la Colonia,
organizados por los misioneros domínicos, sin mencionar la fuente de tal información,
seguramente por lo que Jacobo Dalevuelta insinúa en Cariño a Oaxaca: “A los barrios de
abajo ̶ la Trinidad en primer término ̶ les tocó el aprendizaje de la horticultura, y
probablemente los mismos frailes catequistas tuvieron la idea de hacer exposiciones de los
productos de las huertas. Allí nació la exposición de los rábanos”. Ningún cronista de la
Colonia hace referencia a tales certámenes, ni hay indicios de que los hubiera. Es en los
últimos años del siglo XIX cuando se hace la primera exposición formal y concurso de
hortalizas, a iniciativa de don Francisco Vasconcelos, Presidente Municipal, y del Regidor
Rodolfo A. Lavie, como lo explicaremos más adelante.
Esa noche se alegraba el mercado; se hacía la venta de lista, de la hueva, del
camarón; los puestos de verdura era un regalo para la visita con sus colmados de
lechuga, rábanos, cebollas, nabos, coles y coliflores, teniendo al lado sendos
canastos de dalias, amapolas, violetas y trinitarias. (Carlos Filio, Estampas
oaxaqueñas). Hoy es la abstinencia reglamentaria de las grandes festividades de
Navidad y en esto, creemos, está el nacimiento de la pintoresca costumbre que,
mitad religiosa, mitad profana, va a buscar los pescados del ritual para cumplir con
el precepto cristiano y enflora los condimentos con la gracia siempre exquisita de
sus jardines en eterna primavera… (“La clásica Noche de Rábanos”, en el periódico
Mercurio, 24 de diciembre de 1930).
Las fiestas de Navidad han presentado regular animación. Anoche tuvo lugar la
tradicional plaza de los rábanos, hubo vistosos puestos… (periódico El Imparcial, de
México, 25 de diciembre de 1898).
Esta noche tendrá lugar en la Alameda de León, el Mercado de Rábanos, como se
denomina tradicionalmente. Se han hecho preparativos para que la feria resulte
animada (El Informador, diario oaxaqueño, 23 de diciembre de 1934).
El señor Cristóbal López Mendoza, nativo de Trinidad de las Huertas (su casa está a un
costado del templo), relata que proviene de una familia de horticultores, y sus ancestros
fundaron el antiguo pueblo de Las Naborías; y nos muestra un pequeño artículo que escribió
en un diario local, Carteles del Sur, el 24 de diciembre de 1977.
Los Rábanos tuvo su origen con motivo de la Nochebuena, ya que ha sido suplantada
por la cena de Navidad… Llegando el día de la plaza, 23 de diciembre que era la Plaza
de Nochebuena, los hortelanos expedían sus productos… Dado el ingenio que
siempre ha existido en el hombre estos hortelanos comenzaron a calar rábanos
como hoy en día todavía los podemos admirar, a la variedad llamada rábano largo
eran y son calados y adornados con azucenitas hechas de cebollas tiernas, con
ramitas de coliflor y rabanitos chicos calados también, dando la impresión de una
verdura filigrana; cosa que comenzó a llamar la atención entre la gente en especial
en las amas de casa que los adquirían para el adorno de la ensalada… y como dicho
arte sólo se hacía en la festividad señalada, pronto el vulgo dio en decir “vamos a los
rábanos…”
El señor López Mendoza, continúa relatando, lo que se escuchó de labios de sus abuelos:
“Los antiguos le decían el día de los rábanos, porque en aquellos tiempos las actividades
terminaban al anochecer…”, el mercado se efectuaba antes del oscurecer y si prevalecía al
llegar la noche, se alumbraban con fogatas de ocote.
Todos estos testimonios coinciden en un origen común de la noche de rábanos: el mercado
de la vigilia de Navidad. Todas las personas que entrevisté en Trinidad de las Huertas, que
han sido horticultores o nacieron en el seno de una familia de ese gremio, expresaron
uniformidad en tal criterio.
Como ya hemos visto, todas las crónicas, incluyendo la tradicional oral, coinciden en afirmar
que el origen nico de nuestra oaxaqueñísima Noche de Rábanos es el mercado de la vigilia
de navidad.
Este mercado era una romería muy especial. Se multiplicaban los puestos de pescado seco
(bobo, lisa, hueva y totope), camarón, tencuiches. Puestos de flores y yerbas olorosas (el
oaxaqueño es muy afecto s poner en sus altares y nacimientos el aroma del romero, trébol
y pino). Acaparaban la atención los puestos de verduras de La Trinidad, La Noria y
Consolación, que a cual más se pulían en la delicadeza de los escamados de los rábanos
largos, chicos y las diminutas azucenas de cebolla, adornadas con ramitas de coliflor y que
las señoras de Antequera buscaban como un bello toque para la ensalada de abstinencia.
Se apilaban las lechugas de intenso verde, los nabos, las zanahorias, las coles, etcétera.
El perfume de las violetas y los heliotropos rivalizaba con la belleza y el matiz de las
amapolas y adormideras que regalaba el benigno invierno de Oaxaca. Pero ¿en dónde se
realizaba esto?
Los daros del Primer Certamen de Noche de Rábanos, en los finales del siglo XIX, nos dicen:
“que se autorice… a que se verifique (el mercado de la noche del 23) en el adoquinado del
Jardín Juárez” (zócalo) o sea que en los años anteriores se acostumbraba hacerlo en el
mercado Porfirio Díaz (actual mercado Benito Juárez Maza), que se había inaugurado el 2
de abril de 1894, en terrenos de la antigua “plaza del mercado” que donó al pueblo, la
generosidad de don Manuel Fernández Fiallo. El mercado Porfirio Díaz fue realizado por la
Compañía Real y Campbell, constructores del ferrocarril a Oaxaca.
Antes, la antigua plaza “estaba cerca por los cuatro vientos con galeras de horcones,
carrizo y tela en el centro se cubría son sombras sueltas de palo y petate que cubrían cada
puesto, que entonces valía cuartilla por sombra (tres centavos) y medio real (seis centavos)
los sábados. En este mercado se vendía de todo, menos maíz, frijol y demás semillas que se
realizaban en el local de la alhóndiga… y el panque se vendía en el sur de el atrio de la
catedral en dirección al Portal de la Nevería”; hoy portal del Hotel Marqués del Valle.
Esta fuente, era el centro del mercado que los sábados ofrecía que los sábados ofrecía un
panorama muy especial.
Casilda Flores, nuestra popular samaritana y uno de los pilares del mercado oaxaqueño,
recuerda los relatos de su abuela Petrona Contreras: como en este mercado improvisado,
en el actual zócalo de Antequera, la bisabuela Juana Ruiz acostumbraba vender cerveza de
piña, nicuatole, chilacayota y limón con chía “para curar la bilis”. En esta plaza, además de
aguas frescas, había venta de nieve y puestos de “comideras” y hace memoria del suceso
trágico aquí ocurrido: Una explosión de pólvora cuando se vendía a granel, en petates; al
probarla un cliente se produjo el siniestro. Hubo varios nuestros y muchos quemados.
(Verifiqué este suceso y ocurrió el 3 de octubre de 1868). Mucho tiempo permaneció la
plaza ahí en el centro”, nos dice doña Casilda Flores, “hasta que desalojaron los puestos
para tirar la fuente y construir el jardín y el kiosco…”, el año de 1881, siendo Gobernador
don Francisco Meixueiro La obra estuvo a cargo de Emilio Brachetti.
Estas son algunas de las razones, para considerar que ahí fue el escenario de muchos
Mercados de Vigilia.
Convocatoria
El ayuntamiento de esta ciudad, animado por el deseo de procurar el progreso de
las artes y de las industrias, para el mayor bienestar de la sociedad, ha acordado se
celebre, con la aprobación del Superior Gobierno del Estado, un concurso anual de
“Floricultura y Horticultura”, verificándose el primero el día 1° de Mayo del presente
año, en esta Capital en el local que oportunamente se designará, y para el cual
convoca a todos los que deseen tomar participación.
Bases
1ᵃ. Se admiten a concurso toda clase de plantas cultivadas, adornos florales y
legumbre.
2ᵃ. Una vez modificado el concurso, quedarán en exposición durante ocho días, y
transcurridos éstos, se hará solemne la distribución de premios.
3ᵃ. En el local que se designe para la celebración del concurso, se establecerá una
sección de lotes para los expositores que soliciten tener reunidos los artículos que
expongan, y los que hagan la correspondiente solicitud, se sujetarán a la colocación
que les dé la comisión.
4ᵃ. Se establecen cuatro primeros premios de $30.00: uno para la planta más bien
cultivada que se presente; otro, para el bouquet, corona o cualquier otro adorno
floral más bien combinado y de más exquisitas flores; otro; para la fruta más grande
en su especie, supuesta la perfecta madurez y buena calidad; y, por último, otro;
para las legumbres de su común mejor cultivadas y de mayor tamaño en su especie.
5ᵃ. Se establecen cuatro segundos premios de $20.00 cada uno, para los artículos
expuestos que sigan inmediatamente después en calidad, a los designados para
obtener los primeros premios.
10ᵃ. Los que no se inscribieren no tendrán acción a los premios, pero sí podrán
exponer sus obras o productos si hubiere lugar.
Presidió el acto el C. Gobernador Interino del Estado Li. Nicolás López Garrido,
acompañado del secretario General del Despacho, licenciado Manuel Olivera Toro, y
concurrieron al mismo varios altos funcionarios, el H. Ayuntamiento, empleados de la
Federación y del Estado y numerosas familias.
Se dieron los premios “extraordinarios” de cuarenta pesos a los señores Jacinto Hernández
y Tiburcio Ramírez (quien también conquistó un premio en el Primer Certamen del 23 de
Diciembre) “Por haber presentado el lote mejor adornado, el mayor número de plantas y
adornos florales dignos de consideración”.
Un segundo Premio de treinta pesos, lo obtuvo Juan Gay, por cultivo de plantas de diversos
climas e injertos.
Un Tercer Premio de veinte pesos fue para Agustín Ortiz por su colección de “Cañas y
Palmeras”. Este concursante ganador cedió el importe de su premio a la beneficencia. Así
lo especifica el Acta de la Sesión Extraordinaria del 10 de Mayo de 1898 del Ayuntamiento:
“con un oficio del señor Agustín Ortiz en que manifiesta que premio que obtuvo como
expositor en el Concurso de Floricultura y Horticultura”.
Categoría de flores
Primer premio de treinta pesos a Felipe Velasco por “la mejor combinación de flores
exquisitas”.
Segundo premio de veinte pesos a José Ortega por su adorno floral.
Categoría de hortalizas
Primer lugar de treinta pesos a los Expositores de la Trinidad de las Huertas.
Primer premio de treinta pesos a los expositores del municipio de San Antonio Ocotlán,
“por sus mejores y buenos ejemplares de frutas”.
Se acordó crear cuatro premios extraordinarios de tres clases, de diez pesos y asignados a
Juan Santiago (por su combinación de flores), Constantino Richards, por sus plantas
industriales, y “al último arreglo el premio concedido a los expositores de legumbres.”
Mucho tiempo se comentó este certamen y fue tal su importancia, que quienes ignoraron
su antecedente (El Primer Concurso del 23 de Diciembre de 1897), creyeron que esta
exposición había dado como consecuencia los certámenes de “La Noche de Rábanos”.
“…Elévese un voto de gracia al superior Gobierno del Estado, Jefe de la Zona, señoras
y señoritas y demás personas que contribuyeron con sus elementos de inteligencia,
materiales y concurrencia el mejor éxito del Primer Ensayo de Exposición Floral y de
Horticultura Celebrado…”
Este año de 1898 se repitió el certamen de “La Plaza de la Vigilia Navideña” el 23 de
Diciembre y el periódico El Imparcial de la ciudad de México, daba la noticia en los siguientes
términos: …Anoche tuvo lugar la tradicional plaza de los rábanos, hubo vistosos puestos,
adjudicándose premios constantes en dinero, que para el efecto acordó el Ayuntamiento, a
los mejores puestos de flores. (Nota enviada por telégrafo).
Flor Inmortal
Primer Premio: $ 75,000.00
Segundo Premio: 50,000.00
Tercer Premio: 30,000.00
Totomoxle
Primer Premio: $ 75,000.00
Segundo Premio: 50,000.00
Tercer Premio: 30,000.00
Se acreditaron además 10 premios de participación en cada categoría”.
Actualmente todos los exponentes reciben un apoyo, para montar sus puestos y un
diploma de participación. En todas las categorías, hay un premio adicional, que se otorga a
juicio del jurado. También hay un premio para la mejor figura individual.
En los certámenes de Noche de Rábanos, han tomado un sitio preponderante, los trabajos
de “flor inmortal”, que se confeccionan en San Antonio Ocotlán y están ampliamente
acreditados dentro y fuera de México. En la entrevista hecha a los mejores trabajadores de
esta hermosa artesanía, los hermanos Timoteo y Delfino López Godínez cuentan cómo la
iniciaron desde 1935, por enseñanza de su padre Pablo López, habiendo participado en
varios concursos del 23 de Diciembre, a partir del año de 1941. Recuerdan vagamente que
su padre asistía a dichos concursos por el año de 1927, cuando ellos empezaban a tener uso
de razón.
Cuentan que el señor Tiburcio López fue quien aclimató las primeras semillas que trajeron
del viejo mundo (Holanda) y le llamaban “Cameye”. Tiburcio López perteneció a la familia
del padre de los señores López Godínez, y fue el señor Julio López el continuador del interés
en el cultivo de la flor, siguiéndole en esa afición Pedro López y finalmente el señor Pablo
López, padre de los señores López Godínez, transmitiéndoles a ellos su experiencia en la
artesanía.
Informan sobre el cultivo de la “Inmortal”: Se inicia cuando las ponen en almácigo y luego
las trasplantan. Tardan alrededor de tres meses en florear y se cortan con sus tallitos al
cosecharse. Las florecitas se insertan en un alambre y se ponen a secar al sol, más o menos
tres días, y ya quedan listas para hacer figuras.
Don Delfino y Timoteo López Godínez han ganado premios en el concurso del 23 de
Diciembre, los años de 1947 y 1971, más un premio especial en Guadalajara, Jalisco en 1973.
Los trabajos de los López Godínez, son muy apreciados en Europa. Enviaron un bello
nacimiento a Berlín, una Virgen de la Soledad a España, e hicieron la pieza de esta artesanía,
que fue obsequiada a Juan Pablo II durante su visita a Oaxaca.
Hay horticultores que se quejan, alegando que la ayuda no es suficiente y que el tiempo,
el trabajo y la inversión que hacen en las figuras o se compensa con lo ganado. Otro más,
habiendo toda su vida dedicado al cultivo de hortalizas, actualmente ya no tiene tierras, y
les es difícil conseguir unos metros para cultivar el rábano y se ven precisados a comprarlo,
ya sea procedente de San Antonio o de Puebla.
Comentan que cuando cultivan una parcela completa (alquilada o propia) de este “rábano
de concurso” lo que no ocupan en la artesanía se les queda sin venta.
Platicando con los señores García Esperanza, (La Noria), quienes han obtenido primeros
premios varias veces, cuentan que en Oaxaca hay cuatro clases de rábanos:
1. Cambray
2. Criollo, blanco o grande
3. Chihuahueño
4. Extranjero (el más largo y grueso. Se desarrolla hasta medio metro)
Confiesan que actualmente, el rábano criollo o blanco, que era el que se usaba para las
figuras caprichosas y se podía dejar hasta cuatro o cinco meses desarrollándose, cuidando
de que no se pudriera (corría ese peligro si se dejaba demasiado tiempo). El de cambray se
cultiva en cuarenta días.
De acuerdo a las declaraciones de los señores García Esperanza, el que traen de San
Antonino y Puebla es el extranjero (que crece hasta medio metro).
Siete días antes del certamen hacen las figuras y la van colgando en musgo húmedo para
que se conserven frescas. Según lo dicho por el señor Cristóbal López Mendoza (Trinidad de
las Huertas), el rábano largo que se usa para el concurso del 23 de Diciembre, se desarrolla
de mes a mes y medio, se corta el 22 para trabajar las figuras. Antiguamente se
acostumbraba sembrado el 1° de noviembre. Dice y aclara que el rábano negro sí dura más
tiempo desarrollándose (tres meses). Confiesa el señor López Mendoza que él ya no cultiva
más hortalizas. Está dedicado a la cría de rosas y sus hijos ya no son horticultores.
Don Antonio Ramírez, de San Antonino Ocotlán, afirma cultivar el rábano criollo (en
Oaxaca dicen que es el “extranjero” el que se cultiva en San Antonino), que dura de 4 a 5
meses en desarrollar. No lo siembran en camellón sino en surco. El riego es en surco y se
abona con estiércol de res. El rábano necesita buena tierra. Se necesita dejar de 20 a 25
centímetros entre rábanos.
El cultivo de este rábano, dice, es caro. Necesita regarse el terreno con agua de pozo
profundo. No lo cultivan mucho, dice, porque o tiene venta y “sale muy costoso”. Sin
embrago no faltan horticultores de San Antonino que toman parte en el concurso del 23
con figuras de rábanos, y han obtenido premios.
Respecto a al duración del desarrollo del rábano, nos dice el doctor Javier Castro
Mantecón: “transcurridos alrededor de cuarenta días, los hortelanos se cercioran de si los
rábanos que sembraron ya están en condiciones de hacer figuras con ellos, y aquí es donde
realmente el hortelano inicia su arte. Faltando tres días para la festividad de “La Noche de
Rábanos”, es cuando se inicia el proceso en la hechura y modelado de cada una de las
figuras de los rábanos, cuyo proceso es meditado cuidadosamente, puesto que el hortelano,
previamente ha concebido el tema que deberá otorgar a las fiestas requiere habilidad
manual extraordinaria imaginación”.
Un oaxaqueño experto en artesanías, Enrique Audiffred Bustamante, comenta: “Debido a
los pocos predios del cultivo de rábano en Oaxaca, en lugar de dar preferencia a la escultura
nacional del rábano y sus formas caprichosas, se dedican más al adorno; hay que propugnar
mas por las formas escultóricas del rábano”. Algo similar comenta José María Bradomín:
“Que volvamos a los tiempos en que se vendían los rábanos como era la costumbre:
esculturas de rábano, con uno que otro adorno de extracción netamente popular: Sirenas,
diablos, tehuanas, pues se ha convertido en fiesta de papel crepé y plástico”.
A pesar de estos bemoles, la “Noche de Rábanos” sigue siendo un gran atractivo local,
nacional y extranjero. Para ver esta típica fiesta muchísimos visitantes de dentro y fuera de
la República. La derrama hotelera no se hace esperar, y Oaxaca rebosa turismo ávido de
disfrutar de su folclor navideño.
Y es así como la plaza de la vigilia navideña, llegó a convertirse en una fiesta de gran raíz
popular. Los productos de hortaliza de otrora pueblo de Naborias y barrios de La Noria, la
Defensa, Consolidación y Cuatro Caminos, cuyas manos aprendieron a esculpir los rábanos
para la ensalada-guarnición de pescado seco rebozado, con lo que se engalanaba la mesa
de abstinencia y el mutualismo de un hombre, con brandes preocupaciones sociales que
idearon la creación de un certamen como apoyo al mejoramiento del trabajo artesanal,
culminó en “La Noche de Rábanos”, donde se conjuga el arte, la tradición y el costumbrismo,
teniendo como escenario la magia y la espléndida belleza de la noche oaxaqueña.
Finalmente después de leer estos fragmentos sacados del libro que lleva por
nombre “Noche de Rábanos” del autor Alejandro Méndez Aquino, quien se dio
a la tarea de indagar a profundidad sobre esta fiesta oaxaqueña, no que más
que decir que nuestro estado Oaxaca de Juárez es un estado rico en cultura. Y
que esta investigación es muy profunda e interesante pues nos detalla el
surgimiento de la Tradicional Noche de Rábanos.