ni un siglo nos separa del coraje no escrito de la sangre sin pauta son los nuevos cruzados en otra guerra santa la señal de la cruz o la cruz de la espada bajo soles ardidos y noches estrelladas el arenal del tiempo los jinetes cabalgan silencio y soledad las estrellas lejanas clavan en los sijares sus espuelas de plata, es la estirpe del sid son sus mismas mesnadas y parece la dura estepa castellana esta tierra de nadie esta infinita pampa donde le hombre pelea por dios y por la patria el ultimo fortín la columna que avanza en una descubierta tendida hacia la nada y los nuevos centauros terciando en sus espaldas el remington agudo y una grave nostalgia. la sed y la fatiga y el vivac donde alargan la ronda junto al fuego el mate y la guitarra y el sueño. duerme vela espiando la asechanza y la diestra siñiendo siempre el arma , relinchos entreveros sufridas caballadas y una selva de sables, chuzos, bolas y lanzas. Parawil, chiquiloc, cumullu y otras cargas donde a leguas van midiendo la patria, los maestros Fracasssi , Martinez , de la Rosa y Tocagni la memoria no alcanza y con ellos derrico por un soldado y por nauta son los nombres ilustres que iluminan la hazaña, patético silencios y jubilosas dianas van enhebrando ocasos y frías madrugadas, las patrullas distantes desde lejos se llaman estriando el horizonte de tibias clarinadas el Limai y el Neuquén sin orillas se abrazan y confluencia se nombra esta inmensa cruz de agua al límpido conjuro se reencuentran las almas en comunión tan intima que sobran las palabras , el 6 de línea forma lisa y marcial su banda y dianas y retretas doran la noche alta de parches y clarines que al azul pentagrama catedrales de bronce por la patria levantan