Pablo Salva fue cómplice de la muerte de Camila Ávila.

La muerte de Camila fue un ataque planeado. FUE UN AJUSTE DE CUENTAS. El Gordo

Salva fue quien estuvo esperando en una de las motos para darse a la fuga una vez que el
crimen hubiese sido cometido. Tenemos el testimonio del vecino Daniel Lula que vio al
Gordo Salva en su moto oscura esperando en la esquina de la calle Namuncurá y Aviador
Valenti.
Es claro que salva estaba en su moto, en el preciso lugar del los hechos y no almorzando
en casa de su madre como la defensa intenta sostener. Las declaraciones de los testigos
que les hemos traído hoy aquí, así lo demuestran. El Pablo Salva formó parte de la banda
de cuatro personas que mataron a Camila. El día anterior, la habían abordado a ella y a su
novio de una forma muy violenta y les prometieron que iban a volver. Y volvieron. Volvieron
para matar a Camila

ATAQUE PLANEADO

Tal como lo dijo el policía investigador, el ataque fue claramente planeado:

1. No es casualidad que ambas motos se ubicaran en las dos esquinas de un callejón
sin salida. La intención de encerrar a la pareja es evidente, querían que no tuvieran
escapatoria.
2. Las armas estaban cargadas y listas para disparar. Esto es otro motivo que
refuerzan esta teoría.
3. Eligieron el horario cerca del almuerzo, para que sirviera de coartada y para que no
hubiese demasiada gente en el barrio.
4. Más aún, el primero que se bajó fue David Juarez, para no levantar sospechas. A
David Juarez lo conocían muy bien y no era extraño que estuviese por el barrio. Así
fue, lo escucharon del propio Matias Nuñez, quien dijo que no le pareció raro porque
siempre veían a Pomete por ahí.
Las motos estaban estratégicamente detenidas, las armas estaban cargadas, David Juarez
y Juanazo venían uno de cada lado, disparando. FUE UN ATAQUE PLANEADO. El Gordo
Salva esperaba en su moto oscura y Mariel en la moto roja. Estaban listos para escapar
luego del crimen.

¿ALMUERZO EN LA CASA DE LA MADRE? VECINO

Para probar con mayor fuerza que el Gordo Salva usó la coartada de que iba a la casa de
su madre a almorzar, repasemos el testimonio de Leonardo Rocoso:
1. Dijo que lo cruzó al Gordo Salva en las calles Qintuco y Locateli, esas dos calles son
a más de dos cuadras de su casa ¿cómo es posible que lo haya visto salir de la
casa de su madre? Más aún, esas calles ni siquiera se cruzan Es IMPOSIBLE QUE
LO HAYA VISTO SALIR DE LA CASA DE SU MADRE, porque ese lugar está a más
de 200 metros de distancia, peor aún, en la esquina en la que dice que vio al Gordo
Salva y le preguntó a dónde iba, NO EXISTE. No hubo posibilidad de que se
cruzaran. No hubo posibilidad de que Leonardo Rocoso viera a Pablo Salva salir de
la casa de su madre.
2. Además, hay una clara contradicción entre el testimonio del Gordo Salva y el de
Leonardo Rocoso. El Gordo Salva dijo aquí, ante ustedes, que UN SOLO vecino fue
a avisarle que su hermana estaba en problemas, mientras que Leonardo Rocoso
 nos contó que fue UN GRUPO de vecinos como de CUATRO personas. ¿Cómo es
posible confundir a una persona con cuatro o viceversa? Muy simple: porque no
existió tal aviso, porque el gordo salva jamás estuvo almorzando en casa de su
madre.
3. ¿Entonces Leonardo Rocoso nos estaba mintiendo?. Puede ser, entonces, que su
historia sea una mentira para cubrir al imputado y pensó que no íbamos a notarlo.
Las contradicciones son claras.
Otro testimonio interesante de analizar es el de María Montes. La defensa intenta hacernos
creer que el Gordo Salva no estuvo ahí, porque el que estaba en la otra moto tenía una
campera color mostaza y no una remera del club Atenas:
1. La vecina aseguró que pudo distinguir una campera color mostaza a VARIOS
METROS de distancia pero NO PUDO distinguir un rostro que le pasó por al lado.
Más aún, PUDO DISTINGUIR QUE LA CAMPERA ERA TEJIDA!!! ¿Diganme cómo
es esto posible si tiene una miopía de 4.5 puntos que le afecta la visión.
¿Y entonces qué estaba haciendo el Gordo Salva si no estaba almorzando en casa de su
madre? La respuesta es simple: estaba yendo a vengarse. Estaba llevando a cabo SU
COMPLICIDAD en el asesinato planeado de Camila Ávila. No estuvo en casa de su madre
almorzando, señoras y señores. Estuvo en la esquina de Namuncurá y Aviador Valenti,
esperando en su moto a Pomete que se había bajado a matar a sangre fría a Camila,
mientras que del otro lado también se bajaba Juanazo armado. Fue CÓMPLICE de una
muerte, una muerte planeada por un ajuste de cuentas. Una muerte anunciada.

Muchas gracias.