El Índice se entiende la inclusión como un proceso de desarrollo que no tiene fin, ya que siempre
pueden surgir nuevas barreras que limiten el aprendizaje y la participación, o que excluyan y
discriminen de diferentes maneras a los estudiantes. No cabe duda que la respuesta a la diversidad
del alumnado es un proceso que no solo favorece el desarrollo de éste sino también el de los
docentes, las familias y los centros educativos mismos.
La inclusión esté en el corazón del proceso de innovación, empapando todas las políticas, para que
mejore el aprendizaje y la participación de todos los estudiantes. En este contexto se considera que
“apoyo” son todas aquellas actividades que aumentan la capacidad de un centro educativo para
atender a la diversidad del alumnado. Todas las modalidades de apoyo se reúnen dentro de un
único marco y se perciben desde la perspectiva del desarrollo de los alumnos, más que desde la
perspectiva del centro o de las estructuras administrativas.
ÁREAS DE ESTRUCTURACIÓN PLANTEADAS EN EL ÍNDICE DE INCLUSIÓN
Este material anima a los docentes y otros profesionales de la escuela a compartir y construir
nuevas iniciativas, sobre la base de sus conocimientos previos, y les ayuda a valorar con detalle
las posibilidades reales que existen en sus escuelas para aumentar el aprendizaje y la participación
de todos sus estudiantes.
El índice de Inclusión se utiliza un cuestionario estructurado desde las cuatro áreas de gestión:
directiva, administrativa, académica y comunidad, el cuestionario se compone por descriptores que
orientan la evaluación del proceso y sus componentes inclusivos en cada área de gestión.
La gestión académica dentro de la Educación Inclusiva, es hoy uno de los propósitos del sistema
educativo que tiene como finalidad garantizar el acceso y la permanencia de la población con
discapacidad a una educación de calidad, caracterizada por la participación de todos en un proceso
equitativo, mediado por estrategias y apoyos que buscan el cumplimiento del enfoque de derechos
y pretende el desarrollo de una sociedad justa y el reconocimiento de la educación como un derecho
y no como un privilegio, anteriormente la educación para las personas con discapacidad era vista
a partir de un enfoque médico centrado en la rehabilitación terapéutica a la que se accedía en
instituciones específicas, con el tiempo se habilitaron aulas especiales dentro de las escuelas en
donde los estudiantes con discapacidad se adaptaban a los espacios y al currículo bajo un modelo
segregador; se generó así, una preocupación frente a la necesidad de transformar los procesos
pedagógicos y orientarlos hacia una educación de calidad para todos.
Está diseñado para motivar a las comunidades educativas a compartir y construir nuevas
iniciativas, y valorar con detalle las posibilidades reales que existen con el fin de cualificar las
condiciones de aprendizaje, participación y convivencia de todos sus estudiantes.
CONCLUSIONES
El proceso de utilización del Índice es, en sí mismo, una ayuda decisiva para contribuir a
la consecución de ese objetivo. Este material anima a los docentes y otros profesionales de
la escuela a compartir y construir nuevas iniciativas, sobre la base de sus conocimientos
previos, y les ayuda a valorar con detalle las posibilidades reales que existen en sus escuelas
para aumentar el aprendizaje y la participación de todos sus estudiantes.
El Índice constituye un proceso de auto-evaluación de las escuelas en relación con tres
dimensiones, la cultura, las políticas y las prácticas de una educación inclusiva.
BIBLIOGRAFÍA