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CUADERNILLO

DE TEMAS CELTAS

REDACCIÓN

Claudia Moliné
Fabiana Martínez
Edgardo Murray (ob. AD 2014)
Juan José Delaney
María Mercedes Schaefer – Eugenia Ravenna
Raúl Lavalle

Editor responsable: Raúl Lavalle


Dirección de correspondencia:
Paraguay 1327 3º G [1057] Buenos Aires, Argentina
tel. 4811-6998
raullavalle@fibertel.com.ar

nº 11 – 2018
Nota: La Redacción no necesariamente comparte las opiniones vertidas en esta
publicación.

1
ÍNDICE

Presentación p. 3

Carlos Keen, pueblo “irlandés” p. 4

Horacio Butler, pintor irlandés p. 6

Ya te dije: los escoceses inventaron todo p. 7

Tumbas de irlandeses en Capilla del Señor p. 8

Marisa Mosto. Historias celtas, diablos, bestias y hermosuras p. 10

El rincón de San Patricio


Aquel San Patricio de 2009 p. 15
Poema latino de Martin Freundorfer p. 16

Cajón de cosas celtas p. 17

La foto de este número p. 18

Libros y otras cosas p. 19

Minucias celtas p. 22

2
PRESENTACIÓN

Es justo que agradezca aquí a Edgardo Murray, por muchos años


Secretario de Redacción de The Southern Cross, el periódico más que
centenario de la comunidad irlandesa en Argentina. También, a Juan
José Delaney, escritor y amante y docente de la literatura.

Con el aliento de estos dos conspicuos irlandeses me animo –no


pierdo conciencia de mi osadía– a presentar este Cuadernillo. En él
escribirán cuentos, ensayos, evocaciones, vivencias, estudios y notas los
amantes del mundo celta. No puedo distinguir con precisión el concepto
de celta (creo que los amadores estamos algo dispensados de la
racionalidad); baste con decir que incluyo en él a lo escocés, a lo
irlandés, a los antiguos galos, a los rasgos y escritores celtas que haya en
Inglaterra, en España, en América, en Oceanía o en otro lado donde
hayan ido los vástagos de esa estirpe indoeuropea. Cada colaborador
usará sus propias normas en cuanto al modo de citar y de dar, en fin,
formalidad a su aporte. Lo que hoy tiene de malo y de incompleto,
quizás mañana podrá mejorarse y completarse.

Patricio, Beda, Columbano, el Padre Fahy y otros sé que no


dejarán de iluminar esta pequeña senda. Te pido que la recibas con
benevolencia, querido lector.
R.L.

3
CARLOS KEEN, PUEBLO “IRLANDÉS”

No sé cómo me entero de la existencia de Carlos Keen. Mi olfato


irlandés me dirigió a la Wikipedia, que me informa: “Carlos Keen es una
localidad argentina de la Provincia de Buenos Aires, perteneciente
al partido de Luján. De pequeña extensión, solo alcanza a 6 a 8 cuadras
de largo por 2 a 4 de ancho y unos 500 habitantes.” El mismo artículo
dice que conoció otrora una grandeza: “En la década del ’30 tuvo un
vertiginoso crecimiento: existían muchos almacenes de ramos generales,
tiendas, zapaterías, ferreterías, negocios de máquinas e instrumentos
agrícolas, sastrerías, corralones, cocherías y caballerizos para alquilar.
Existían tres clubes. y lo que es más importante (y da realmente idea de
la trascendencia que tenía Carlos Keen en la zona) es que allí había una
sede del Registro Civil y un Juez de Paz, llegando a contar con 4.000
habitantes, pero diversas circunstancias, en especial el cierre de ramales
ferroviarios, llevaron a paralizar ese constante desarrollo.”

Pero, en lo que a nosotros se refiere: “El doctor Carlos Keen,


abogado y periodista, nació en Las Flores en 1840; hijo menor de
George Keen y Eloísa Vargas de Keen, hermano de Jorge Eduardo. Era
amigo personal del entonces gobernador progresista de la provincia de
Buenos Aires, Don Dardo Rocha. Participó con el grado de teniente
coronel en la Guerra de la Triple Alianza y fue gravemente herido en la
Batalla de Pehuajó. Murió en la epidemia de fiebre amarilla en Buenos
Aires en 1871. No conoció el pueblo que lleva su nombre; no habitó ni
tuvo que ver con su creación.” Si voy a la parte de imágenes de la Red,
encuentro bastantes fotografías de casas viejas, muy bellas y dignas de
conocer. Seleccionamos solo una.

4
Entonces me dirás, amigo lector, que hice mal en titular
“irlandés” a este pueblo. Puede ser, pero lleva nombre de un apellido de
la vieja Hibernia. Me animo entonces a saludarlo.

“Busqué en tus calles a Irlanda


en vano, querido pueblo.
¿No hay Irlanda en tu tierruca?
¿Solo de nombre has de serlo?”
“Razón llevas, caro amigo,
mas yo el nombre no desprecio,
pues el nombre determina:
te lo digo en cuanto Genio.”

Me hago entonces el propósito de visitar Carlos Keen pero –tal


vez tú me digas– es algo insignificante, unas pocas cuadras. Todos
sabemos que lo bueno, si breve… Por otra parte, quizás, si llego a hacer
la visita, pueda hablar con el Genio del lugar… y hasta quizás decir
algún piropo a alguna paisanita.

OSCAR RICE

5
HORACIO BUTLER, PINTOR IRLANDÉS

En el número anterior de este Cuadernillo me ocupé brevemente


de Fray Guillermo Butler y su ascendencia irlandesa. La pregunta
inmediata, a partir de eso, es sobre el también gran pintor Horacio
Butler. Casi no encontré en la Red información sobre una ascendencia
similar.1 Acudí entonces a una persona de mi conocimiento, también de
apellido Butler, quien me confirmó que entre ambos artistas había
parentesco lejano y que Butler, después de una larguísima historia que
remonta a los normandos, es apellido que vino aquí desde Irlanda, si no
queremos decir irlandés. Por ello, en este modesto lugar vuelvo sobre
este importante apellido. Termino nada más con una foto.

R.L.

1
Hay varios sitios en la Red que se ocupan de Butler (1897-1983). “Nace en Buenos
Aires, el 28 de agosto. Su padre es Jorge Butler, de origen irlandés, y su madre, Isabel
Fernández, nieta de Juan A. Fernández destacado médico argentino.” Es información
que tomo de Breve historia del arte de los argentinos, de Ignacio Gutiérrez Zaldívar
(http://www.angelfire.com/falcon/albatroscomodoro/mag080120hisar.html).

6
YA TE DIJE: LOS ESCOCESES INVENTARON TODO

Suelo decir y suelo escribir lo que los escoceses dicen. Nosotros


–afirman mutatis mutandis– inventamos todo: la máquina de vapor, los
monstruos de los lagos, los detectives científicos, el fútbol, el teléfono,
kilts (¿los o las?), la Acrópolis. Y bien, me vengo a enterar de otra.
En efecto Luis Alposta, médico, poeta y lunfardista y vecino de
Villa Urquiza, en uno de sus clásicos MOSAICOS PORTEÑOS
(https://mosaicosportenos.blogspot.com.ar/2018/03/acerca-de-la-mufa.html)
nos habla de la palabra mufa: su significado y alcances, su etimología,
algún tango que la menciona. Cito: “Muff, que en alemán significa
moho, hongo, pasó después al italiano transformada en muffa, y es de
este idioma que la heredamos. Después, la mufa no sólo pasó a designar
al moho sino también al bajón anímico, al spleen, a la depre. Con este
sentido figurado –que tal vez provenga de la asociación de ideas entre
moho y el hecho de enmohecerse– la palabra mufa se popularizó.”
Pero más abajo añade algo positivo y que se relaciona con esta
publicación. El moho Penicillium chrysogenum fue fuente del primer
antibiótico. Sus propiedades fueron descubiertas en 1928 por Alexander
Fleming. “Es que la penicilina también la inventamos nosotros”, me dice
mi compañero de colegio Bob (o Roberto, según la libreta de
enrolamiento) Macpherson, quien no es lindo como Elle. [R.L.]

7
TUMBAS DE IRLANDESES
EN CAPILLA DEL SEÑOR

Varias tumbas de irlandeses hay en Capilla del Señor, mi pueblo.


Me detengo aquí solo en dos. Una es la bóveda de un señor Murray, al
cual arbitrariamente hago pariente lejano de mi amigo e integrante de
nuestra Redacción, el llorado Edgardo Murray.

La otra es un monumento funerario sobre el que se que leen los


apellidos Gaynor y Leslie y la fecha 1924. Debajo de la foto pongo unas
coplas, que dedico al “irlandés desconocido” enterrado en nuestros lares.

8
Dejaste tu bella isla,
verde, lluviosa y soleada,
buscando escribir tu vida
en estas pampas lejanas.

Fuiste quizá de los muchos,


tal vez fuiste de los pocos;
no importa, querido amigo,
estás aquí con nosotros.

JOHN FAGAN

9
HISTORIAS CELTAS, DIABLOS, BESTIAS Y
HERMOSURAS
MARISA MOSTO

Al alma noble y libre de Raúl Lavalle

Cuenta la historia que san Conan, siguiendo los pasos del gran
Columba quien se le habría atrevido a la mismísima bestia del Lago
Ness, dejó Irlanda rumbo a Escocia en busca de grandes desafíos. Estos
santos celtas no temían enfrentarse face to face al mismísimo diablo. Y
así fue pues que, estando Conan ya en las tierras vecinas, no se quedó
atrás y como su métier era la salvación de las almas decidió repartir el
destino de los ciudadanos de Lorne con el temible adversario. Pusieron
las reglas del juego. Dividieron a los candidatos en tres grupos: “los
verdaderamente buenos”, quienes corresponderían al santo, “los
francamente malos” a quienes arrebataría el diablo y los ni muy muy ni
tan tan, a quienes se los jugarían a la suerte.

10
Todo venía transcurriendo sin problemas hasta que el diablo
quiso pasarse de vivo y detenerle la mano cuando le tocaba el turno a
Conan. Entonces el santo se le plantó, le pegó en los nudillos y le
recordó: “Na, na, fair play, paw for paw!” Expresión que al parecer se
hizo popular entre los escoceses y que le valió la designación de Santo
Patrono de los ciudadanos de Lorne. Eso al menos supimos luego de
visitar la bellísima iglesia que le dedicara a san Conan otro espíritu
intrépido, el arquitecto autodidacta, Walter Campbell.

Campbell quiso aliviar las tremendas incomodidades de su madre


quien estaba cansada de tener que trasladarse hasta Dalmally para asistir
a misa, construyendo una iglesia en sus tierras, en Argyll y Bute frente a
la magnífica vista del lago Awe (sobre la carretera que conduce desde la
elevada e imponente capital antigua de Escocia, Stirling, hasta la costera
ciudad de Oben).
Envalentonado por los relatos de las audacias arquitectónicas a
las que se había animado Gaudí en Cataluña, Campbell se dispuso a
tomarse todas las libertades y construir un templo a gusto personal.
Intentó reunir los diversos estilos dispersos por Escocia, precedidos en la
fachada norte por la cruz celta en honor a su madre y que abarcaban
desde las más antiguas y rústicas manifestaciones como las prehistóricas
standing stones en los jardines hasta las más delicadas y minuciosas
tallas en madera de castaño español hechas por él mismo de las sillas del
presbiterio.

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Desniveles siguiendo el terreno, un imponente reloj de sol
custodiando la fachada sur, torres, terrazas, miradores, puertas de hierro
forjado, amplio claustro, pasillos, arcos normandos, piedras esculpidas,
con motivos de flora y fauna, gárgolas con forma de conejo, ventanas en
figura de estrella, querubines, guerreros, esculturas yacentes de
familiares y reyes…

¿Ustedes pensarán: “¡un cocoliche!”? Y sin embargo es una de


las iglesias más bellas que he visitado.

Walter Campbell para construirla tuvo que desafiar también


algunos demonios que lo asustaban con importantes prejuicios estéticos,
pero se animó a llevar adelante hasta el final una síntesis personal que
irradia una magia única, calidez e invita a permanecer allí un buen rato a
los que la visitan.

12
Seguramente estén juntos ahora con san Conan jugando para el
equipo de los “verdaderamente buenos”. Mirándonos a nosotros,
alentándonos los dos: “¡vamos sean ustedes mismos! ¡Imaginen! ¿Cuál
es la novedad que traen escondida? ¿Cuáles son los demonios que
tendrán que vencer para regalárnosla?”

MARISA MOSTO

OTRAS FOTOS

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14
EL RINCÓN DE SAN PATRICIO

Aquel San Patricio de 2009


Un día festivo de San Patricio que me es especialmente caro es el
del año 2009. El llorado amigo Edgardo Murray me propuso que nos
encontráramos en la iglesia de la calle Estomba, para la Misa.

Salí de dar clase en los Salesianos, en Almagro, tomé el subte B y


me bajé en la estación cuyo nombre no recuerdo. Hice con un sentido de
peregrinación las cuadras hasta San Patricio, entré, fui a besar su imagen
y me senté en un banco. Poco después vino Murray y, con él a mi lado,
viví con emoción la Misa. Terminada esta, después de charlar con
algunos conocidos en la puerta de la iglesia, caminé otras cuadritas, esta
vez con Murray, hasta el Saint Brendan’s College, donde había un
festejo que incluía canto, danza… y comida y bebida estilo kermesse.
Tuvimos grata conversación con algunos irlandeses de estas pampas.
Finalmente mi amigo se tenía que ir y me quedé solo en medio de tanta
algarabía. Me fui entonces a sentar en una mesa, tomé papel y lápiz y
escribí estos versos de tenue ingenio.
Cuentan que aquí viniste,
San Brandán o San Brendano.
Otros niegan tal especie,
mi buen monje y buen hermano.
Pienso yo que en esta noche
en una isla me he estado.
Mas pronto debo zarpar,
Aunque vaya en paso tardo.
Santas y Santos de Hibernia
me tomo de vuestras manos.
Raúl Lavalle

15
Poema latino de Martin Freundorfer
Martin Freundorfer cultiva el latín vivo y hace bellísimos versos.
Revolviendo papeles me encontré con estos, dedicados al día de San
Patricio y sus festejos.
Insula Patricium celebrat nebulosa Patronum,
quit tulit ad Celtas instituitque fidem.
Hanc diem agens uiridis nigra potat Hibernia uina
atque eadem orbis ea uina iubente bibit.
Dice aquí que la nubosa Irlanda celebra a quien llevó la fe e
instruyó en ella a los celtas; la forma de festejar es bebiendo negros
vinos; tal costumbre se extiende hoy a todo el mundo. Dos pequeñas
notas. Una, sé, por propia admisión, que Martin es gran bebedor de
cerveza, no de vino; también que, si no me equivoco mucho, los
irlandeses son más afectos a la cerveza y al whisky que al vino. La
segunda, tiene razón mi amigo cuando afirma que San Patricio es una
fiesta global, porque en diversos sitios del mundo adhieren a sus festejos.
Quienes amamos a Irlanda sostenemos que ella no es solo cerveza o vino
(no es esto poca cosa), sino también una maravillosa cultura.
Radulfus

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CAJÓN DE COSAS CELTAS

¡Qué torta la galesa!


Muchos años atrás mi hermano había ido a Puerto Madryn por
trabajo. Una de las cosas que trajo fue la torta galesa. Tuvo mucho éxito
y siguió trayendo. Atesoro una de esas latas.

Si vas para Gaiman, te ruego, viajero, que me traigas otra torta. A


la manera de Catulo, te invitaré a tomar té irlandés. Haremos una especie
de té cena, con salchichas, hongos y omelette… y la torta galesa para el
final. [John Singh]

17
LA FOTO DE ESTE NÚMERO

Edificio del Fahy, en Capilla del Señor,


donde alumnos pupilos de ascendencia irlandesa cursaban
los primeros años de la Primaria para luego continuar sus
estudios en el Fahy Farm, en Moreno.
Es aquí donde transcurre la acción del relato “El 37",
de Rodolfo J. Walsh.

[Foto y texto de Juan José Delaney]

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LIBROS Y OTRAS COSAS

Irlandeses en la Ciudad de Buenos Aires


https://catedrairlanda.school.blog/2018/04/09/version-digital-
del-libro-irlandeses-en-la-ciudad-de-buenos-aires/. Lo que acabas de
ver, amigo lector, es el link que te lleva a la versión digital de Irlandeses
en Buenos Aires. Entiendo que fue publicada por la Asociación Civil
Rumbo Sur, aunque también han participado en la realización del libro
otras instituciones; tales, la Universidad del Salvador y la Embajada de
Irlanda. Mi impericia en el uso de la computadora quizás me haga
olvidar algo importante. Pido las disculpas del caso.
El Dr. Justin Harman, Embajador de Irlanda en nuestro país,
escribe unas palabras que indican la génesis y el plan de la publicación.
Unas páginas más adelante el Sr. Embajador vuelve a hacerse presente,
como protagonista de uno de los testimonios. Explico a renglón seguido.
Luego de su presentación y de un artículo de Nélida Rosa Pareja,
Presidente de la Junta Central de Estudios Históricos de nuestra ciudad,
acerca de la inmigración irlandesa en Argentina, viene una serie de
testimonios sobre personas e instituciones. Me detendré en tres de ellos,
selección que hago basado nada más en mi imperfecto conocimiento.
Primero en Brian Barthe, ejecutante de gaita, a quien tuve el
placer de escuchar. Su actividad laboral, diversa, desde contador público
hasta consejero escolar, pero sin duda es muy destacada su labor de
difusión, dentro y fuera del país, de la cultura y la música irlandesas. En
cuanto a Guillermo Mac Loughlin Bréard, conviene recordar que es el
actual director de The Southern Cross, periódico irlandés más que
centenario que me puso en contacto más directo con la comunidad. Su
actividad tiene que ver con el asesoramiento a empresas y cámaras
empresariales pero, en el libro que nos ocupa, nos cuenta que es ya de
sexta generación hibérnica, aunque su padre había aprendido antes inglés
que español. Su juventud me permite augurar con continuará muchos
años dirigiendo tan prestigiosa publicación.
La tercera mención, Juan José Delaney, figura del quehacer de
las letras. Sin duda me quedo corto enumerando sus producciones pero
recuerdo sus novelas, sus estudios literarios sobre relatos policiales, sus
trabajos sobre Marco Denevi, sus escritos sobre literatura irlandesa, su
infatigable labor docente. Te pido perdón, amigo lector, si me atrevo a
escribir unos trocaicos acentuales (sería mi primer epigrama en inglés) y
dedicarlos a Delaney y, en él, a tantos hiberno-argentinos.
Noble man has come from Ireland,
to give us his double culture:
thanks to you and thanks to those plants
which gave us the taste of beauty.

19
Además de los errores estéticos y gramaticales que pudo haber
cometido mi insipiencia, mi difunto amigo Edgardo Murray me habría
criticado el uso de “irlandés”, porque –decía no sin razón– sería
preferible “argentinos de origen irlandés.” Pero en esto me quedo con lo
mío, pues creo que no dejan de ser irlandeses, aunque los papeles digan
que son de aquí: son las dos cosas. En fin, lo que importa es, caro lector,
que leas este libro o, si no lo consigues, que te hagas algún paseo tras las
huellas dejadas por los vástagos de San Patricio.
John Fagan

Un irlandés del cercano oeste


Desde tiempo inmemorial voy a dar clase a la Universidad de
Morón. Nunca –confieso ingenuamente– me había preguntado acerca de
la presencia irlandesa en esos pagos. Pues bien, días pasados di con un
apellido que me pareció indudablemente de dicho origen. Me refiero a
Gerarhty. No me animo a copiar el dato que encontré, porque temo
vulnerar los derechos de autor, pero invito a la consulta en la Red
(https://www.genealogiairlandesa.com/genealogia/G/Geraghty/geraghty.
php). Allí también se encuentra un escudo. Pero volvamos a Morón,
porque un estudio jurídico, enfrente de la Universidad, trae dicho
apellido. Sus titulares: Avolio y Geraghty.

20
Primero pensé que el marco alrededor del estudio nada tenía de
hibérnico, pero me equivoqué. En la foto de abajo, que tomé desde el
séptimo piso, en mi aula, se ve claramente que hay una suerte de isla
verde en la plaza. Por otra parte, la puerta del estudio tiene un aire a esas
Georgian style doors de Dublín.

En definitiva, Morón nunca deja de depararme gratas sorpresas.


En esta ocasión no es ilógico, porque Irlanda es uno de los lugares más
al oeste en Europa.
Radulfus

21
MINUCIAS CELTAS

La clase nº 100
Hibernicus fue alumno mío en 2017, en cuarto año de colegio.
Dicho nombre áulico dije en otra ocasión que, para uso de clase, lo
empleaba yo por la ascendencia (uno de sus apellidos es Crowe).
Cuando llegamos mis sarmientitos y yo a la clase nº 100, me trajo de
regalo dos epigramas. El primero:
Magister Radulfus
Magister fuisti, es et eris,
doctus antiquis linguis.
Diem de die, centum lectiones:
grammatica, fabulae et declinationes.
Juan Martín Giacoia (Hibernicus)
Te pido perdón, lector amigo, por ser autorreferencial –palabra
rara de hoy– pero solo lo hago –te lo puedo garantir– para que conozcas
las varias inquietudes de este tan promisorio estudiante. En su sencillo
latín, siempre fui maestro y conocedor de lenguas antiguas; en mis clases
diarias hay enseñanzas, gramática, historias y declinaciones. Pero lo que
más te interesará es el segundo poema, porque está escrito en el idioma
llamado galo, que Hibernicus ha estudiado por su cuenta:
Aia, Radulfe, uiros toutias nertias
te, arie nate Celton, mi gutu
aiusa canenti natoi diarias
etic tu com sies
di glatsis cetis to dubnu.
Discipulus Joannes Hibernicus
Mi joven discípulo se las compone muy bien, navegando en tan
proceloso mar, pues como autodidacta se encontró con esa lengua celta
tan antigua y difícil. La versión en español que hizo:
Oye, Radulfus, hombre de una tribu fuerte.
A ti, noble hijo de los celtas, te hablo.
Por siempre cantan los hijos de la tierra
y tú con ellos,
desde los verdes bosques para el mundo.
Sin dudas me sobrevalora muy ampliamente, pero quiero
aplaudirlo cuando me llama “hijo de los celtas.” En efecto, mi sangre es
toda italiana, pero me adjudico la ciudadanía espiritual irlandesa.
Radulfus

22
La cartuchera y el auto
Tengo un alumno en el secundario que se llama Martín Lutteral.
Su nombre para la clase de latín es Taurinensis, por los automóviles
Torino. Paso a explicarme.

Cierta vez me hablaba sobre sus orígenes irlandeses y decía que,


aunque no había visitado Irlanda, tenía muchas ganas de ir. Como prueba
me mostraba su cartuchera. Si bien ves en la foto de arriba, caro amigo,
signos de otros países, dos son claramente de la patria de Wolfe Tone.
Por otra parte, el apellido Lutteral no me era desconocido, pero no lo
conocía como hibérnico.

23
Como te imaginas, amable lector, fui a la Red a buscar
información. Encontré que el apellido, si bien tiene algunas variantes, es
Luttrell; que es de origen normando y parece tener que ver con la palabra
loutre, ‘nutria’; que, si bien se halla en Inglaterra, se difundió mucho en
Irlanda. La frase latina de su escudo: ‘enmienda con el arte lo que has
conseguido con Marte.’ Sabemos que Marte era el dios de la guerra.
Vayamos ahora al aspecto tuerca. También la Red me suministró
información: “A fines de 1968, el departamento Carrocerías Especiales
del equipo Lutteral Competición presentó el Torino Lutteral Comahue.
Basado en el producto de IKA-Renault, el Comahue fue concebido por
sus fabricantes con la idea de entregar una versión totalmente
personalizada y más agresiva del Torino. Desde el punto de vista
estético, el esfuerzo estuvo orientado en mejorar el aspecto aerodinámico
y deportivo de la carrocería. Se destaca fundamentalmente la
incorporación del portón trasero al estilo fastback, realizado en fibra de
vidrio y con dos lunetas simétricas separadas por una barra longitudinal.
Pequeños deflectores incorporados en la cintura del auto detrás de la
ventanilla trasera y las llantas deportivas completaban los cambios.”

Pero ya debo dejar de escribir, pues tengo que pasar a buscar a mi


amiga Teresa Williams, para tomar el té. Estoy perdidamente enamorado
de ella pero no consigo conquistarla. Como hoy uso el Comahue que me
prestó mi padre… a lo mejor mi suerte cambia.
John Fagan

Καὶ σὺ τέκνον; Et tu, Brute, “Tú también, hijo mío.”


¿Por qué el título está en griego, en latín y en español? Te lo dirá,
amigo lector, lo que abajo sigue.

24
Narra Suetonio, en su vida de César (82), que el célebre dictador
romano fue asesinado, en 44 a.C., por una conjura en la que participó
Marco Junio Bruto. Pues bien, en Pocitos, Montevideo, ambos han sido
reunidos, para amor o para odio. Si ves en el sector derecho del mapa de
arriba, amigo lector, a la izquierda de la Av. Herrera, en la primera
paralela, está la calle Marco Bruto. Le sigue la segunda, César. Dicen
que los enemigos muchas veces se reconcilian. Si de esto se trata el
ejemplo oriental, de este lado del Plata tenemos otro. Me refiero al
irlandés Carlos Warnes, que firmaba César Bruto.
John Fagan

El irlandés de las sierras

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En mis últimas ferias invernales pasé tres días en Balcarce. Es un
destino turístico que recomiendo vivamente. Pero ahora solo te pido,
amigo, que veas el mapa de arriba, donde está la Avenida Kelly, que
recuerda a Juan Kelly, vecino fundador de la ciudad. No lo puedo probar
pero no tengo ninguna duda sobre el origen irlandés de este prócer del
lugar. En fin, las sierras de Balcarce no son como los montes Wicklow,
pero algunos irlandeses caminaron por ellas.
Oscar Rice

Dos O’Connor fingidos


Horacio O’Connor (1928-1997) fue un actor argentino que quizás
el gran público recuerde por algún papel junto a Alberto Olmedo. En
realidad se apellidaba Harretche (vascos e irlandeses creo que no son
muy distintos en estas pampas).

Su padre fue también actor, Lalo Hartich (Horacio Harretche,


epónimo de su hijo). No obstante, el fingido cognomen irlandés de su
vástago proviene de su esposa, madre de Horacio hijo. Me refiero a Elsa
O’Connor (1906-1947). Esta actriz quizás tiene algún parentesco
conmigo, pues se llamaba Elsa Asunción Celestino. Me da un poco de
miedo, porque la Red me informa que trabajó en una obra dirigida por
Narciso Ibáñez Menta.

26
Creo que hice un lío de órdago. En suma, Horacio O’Connor fue
hijo de Lalo Hartich y de Elsa O’Connor. Ambos se parecen a mí, pues
me adjudico la ciudadanía espiritual irlandesa. [R.L.]

27

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