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Curso de Computación

Areli Samaira Calderón Sandoval

EL FEMINISMO EN MEXICO
Contenido
FEMINISMO EN MEXICO...................................................................................................................... 1
No es suficiente. .............................................................................................................................. 4
¿Cuál es entonces el papel del movimiento feminista en este nuevo contexto? ........................... 4
Historia del feminismo .................................................................................................................... 5
Siglo XIX ....................................................................................................................................... 5
Siglo XX ........................................................................................................................................ 6
Siglo XXI ..................................................................................................................................... 10
Feministas mexicanas.................................................................................................................... 11
Historiadoras ............................................................................................................................. 11
Activistas ................................................................................................................................... 11
Literatura ................................................................................................................................... 11

Ilustración 1Revista: La mujer Moderna_______________________________________________________ 7


Ilustración 2 Periodico La Revuelta___________________________________________________________ 9
FEMINISMO EN MEXICO
El 2000 fue el año de los balances. Arribamos al nuevo siglo tratando de hacer
"tabla rasa con el pasado", volteando hacia atrás en busca de explicaciones y
aspirando por un futuro sin sobresaltos. ¡Qué ilusas nos vimos!

El siglo XX fue de guerras, revoluciones y levantamientos: la primera y la segunda


mundial, la revolución mexicana, la rusa, la china y la cubana, por mencionar
algunas. Entre los levantamientos, el del EZLN contribuyó a sacudir conciencias, a
develar desigualdades y a mostrarnos que existía un grupo más olvidado dentro de
nuestra sociedad: "los otros y las otras". Entre los movimientos sociales surgidos
desde los años sesenta, el feminismo ha sido uno de los más importantes, ya que
contribuyó a cambiar y a transformar usos, costumbres y mentalidades de las
personas a lo largo y ancho del orbe.

El 9 de mayo de 1971 hizo su aparición en la ciudad de México el primer grupo de


lo que sería el movimiento feminista mexicano: Mujeres en Acción Solidaria. De
entonces a la fecha han pasado muchas cosas y hoy estamos aquí precisamente
para hablar de este movimiento social.

Considero que hay un movimiento feminista que cobija a sus militantes, quienes a
su vez apoyan diversas corrientes: feminismo liberal, socialista, radical, ecologista,
de la igualdad, de la diferencia.

Mujeres que se organizan en torno de reivindicaciones e inconformidades y que


constituyen un movimiento social cuyas características han girado alrededor de una
organización con un propósito de acción colectiva que persigue metas comunes.

Pero estas corrientes feministas no han tenido una sola expresión organizativa, por
lo que no ha sido posible caracterizarlos sólo por la diversidad de intereses y formas
de expresión que han adoptado.

Como dice Rosi Braidotti: "del entramado complejo y polivalente de grupos de


elaboración de significados, detectamos áreas de inquietud común, o coaliciones de
intereses que hacen del movimiento una máquina política gobernada por la voluntad
común de mejorar el estatus de la mujer".

Ahora bien, en palabras de algunas autoras participantes en este libro que hoy
comentamos, definen al feminismo de muchas maneras: "como discurso, práctica
política y reivindicación de los derechos de las mujeres para lograr la equidad",
según apunta Jenniffer Cooper (p. 97). "El feminismo es en sí una filosofía práctica",
dice Francesca Gargallo (p. 123). "Representa uno de los movimientos sociales más

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importantes de la historia de las sociedades occidentales del siglo XX", nos recuerda
Margarita Velázquez (p. 125). "Un movimiento en cuyas acciones, alcances y
utopías se expresa la diversidad y el dinamismo de sus fuerzas internas y del mundo
en que se mueven", añade Gisela Espinoza (p. 157). "La búsqueda de una vida con
calidad para las mujeres", menciona María Consuelo Mejía (p. 192). "El feminismo
se ha constituido en una crítica deconstructiva del humanismo patriarcal y ha
permitido develar esa deuda del humanismo con las mujeres y, desde luego, con
una humanidad compleja e incluyente de todos los seres humanos", declara
Marcela Lagarde (p. 220).

Este volumen colectivo que hoy nos reúne está integrado por 27 artículos y fue
coordinado por Griselda Gutiérrez Castañeda, como resultado de un simposio
intitulado al igual que el libro, Feminismo en México, Revisión Histórica-Crítica del
Siglo que Termina, organizado en octubre de 2000 por el pueg/unam.

El texto está dividido en 10 temas, donde leemos las reflexiones de 29 vario-pintas


mujeres: filósofas, antropólogas, sicólogas, literatas, historiadoras, economistas,
artistas, políticas, casi todas afines al feminismo y convocadas a pensar acerca de
la llamada nueva ola, segunda oleada, el neofeminismo, o el posfeminismo y sus
repercusiones.

La diversidad de puntos de vista es uno de los méritos de este libro. Cada una de
las autoras reflexiona desde su especialidad acerca de alguno de los temas que han
sido preocupación del movimiento y de sus militantes: la política, la salud sexual y
reproductiva, los derechos humanos, el desarrollo sustentable, las políticas
públicas, el placer, la reivindicación del cuerpo, la tolerancia, la diversidad sexual,
el arte, es decir, la multidisciplinariedad de enfoques que el feminismo ha alentado.

Se analizan algunas ideas acerca de la manera en que el movimiento ha procedido


y también se examina la relación entre el movimiento de mujeres y la democracia,
un asunto que en nuestro país es un tema candente y polémico que cobró relevancia
durante la década de los noventa del siglo pasado y en el que todavía no nos
ponemos de acuerdo y continúa siendo un punto de discusión en la agenda política.

Encontramos artículos críticos, cuestionadores, originales, bien documentados.


Algunos ofrecen propuestas y sugerencias para incidir sobre un mayor número de
mujeres, otros narran experiencias vividas y relaciones con el movimiento, unos más
cuentan partes de la historia. Todas las autoras están de acuerdo en que la
diferencia no debe traducirse en desigualdad y que la lucha tiene que seguir, porque
los problemas en lugar de resolverse —en muchos casos— se han agudizado.

En el libro se habla de retos, avances y logros, pero también de rezagos y de


retrocesos; de estrategias de lucha en constante transformación, movilizaciones,
debates y pugnas incluso en el interior del movimiento por competencias,
protagonismos y/o liderazgos. El movimiento se ha transformado con el paso de los
años y sus premisas han cambiado; usando la frase de Marta Lamas, se ha
transitado de la "protesta a la propuesta" (p. 71).

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No obstante, a treinta años de iniciado el movimiento las reivindicaciones y los
temas parecen ser los mismos y ello es verdaderamente preocupante: salario igual
para trabajo igual; contra la violencia y maltrato hacia las mujeres y por el derecho
a interrumpir los embarazos.

Cabe destacar que las preocupaciones e inquietudes se traslucen de manera


diferente en los trabajos de las mujeres académicas, activistas o políticas. Cada una
de ellas observa los temas prioritarios que interesan dentro de su quehacer y de
acuerdo con su agenda: acción afirmativa, cuotas, negociaciones y cabildeo si se
trata de las políticas; análisis de género en los diversos campos del conocimiento
en el caso de las académicas, y respeto a las diferencias, a las libertades
individuales, inclusión y otros para las militantes. Algunas de ellas consideran la
democratización y el ejercicio de la ciudadanía como un aspecto fundamental para
el acceso a la igualdad de oportunidades y a la equidad genérica. Promover la
equidad significa crear condiciones que reflejen la pluralidad de la sociedad. No
obstante todavía subsisten innumerables limitantes para el ejercicio de la
democracia y para el mejoramiento de la condición social de las mujeres.

El libro da cuenta de las asignaturas pendientes y nos remite a la problemática que


afecta a las mujeres en nuestro país. La utopía feminista es interminable: si bien se
ha conseguido que las mujeres tengamos mayor visibilidad —Fox dice hombres y
mujeres todo el tiempo—, el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, el acceso al
aborto, el maltrato, la violencia intrafamiliar, el hostigamiento, es decir, la violencia
sexual producto de la desigualdad de género, sigue ensañándose contra las
mujeres. El ejemplo más evidente lo tenemos en los feminicidios que ocurren en
Ciudad Juárez.

Asimismo, el acceso a la salud y a la educación continúan rezagados. Las mujeres


están entre las más pobres y menos educadas —no sólo del país sino del mundo—
, los ajustes estructurales que se están imponiendo provocan mayores índices de
pobreza (¿la llamada feminización de la pobreza? Y yo me pregunto: ¿en eso
consiste la visibilidad?). Hay mayor incidencia del sida en mujeres, 70% de las
nuevas infecciones del VIH a escala mundial se registran en mujeres, por su escasa
capacidad para decidir sobre el uso de condones en ciertos sectores sociales.

Se han creado innumerables instancias en la sociedad civil para atender


requerimientos femeninos. Esta profesionalización del feminismo a través de las
Organizaciones no Gubernamentales (ONG) permite que haya interlocutoras que
traten de negociar políticas públicas que no sigan siendo ciegas al género.

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FEMINISMO

No es suficiente.
Desde que el Estado se ha retraído de sus funciones y responsabilidades ha
provocado que se carezca aún más de los mínimos necesarios.

¿Cuál es entonces el papel del movimiento feminista en este


nuevo contexto?
A lo largo del libro llama la atención que pocas estudiosas se hayan interesado por
reflexionar suficientemente en las instancias creadas para el mejoramiento de la
condición de las mujeres, falta evaluar su influencia real en la sociedad y ofrecer
soluciones y encaminar propuestas. Al mismo tiempo apenas se da cuenta del auge
que a fines del milenio cobraron añejas demandas de mayor penalización para la
violación y la despenalización del aborto, así como su vínculo con los derechos
humanos.

En este sentido la expedición de la llamada Ley Robles que amplía las causales de
aborto y que fue publicada en septiembre de 2000, y la apertura de más Agencias
Especializadas en Delitos Sexuales a lo largo de toda la república fueron logros del
movimiento de mujeres que no debemos soslayar. Por otro lado, la inclusión de los
temas que afectan a las mujeres debieran ser objetivos a priorizar.

¿Cómo dar a conocer las premisas feministas? ¿Cómo contrarrestar la


desinformación y la interpretación de la ideología dominante? ¿Cuáles son los
retos a superar en este nuevo milenio? ¿Cómo hacernos escuchar?
Si bien el movimiento se ha filtrado en múltiples espacios tanto políticos como
sociales, y ha logrado permear a mujeres de diversas clases sociales, aún no ha
conseguido trascender en las jóvenes. Tal vez por ser ellas las beneficiarias de los
cambios y "creer" innecesario reivindicar opresión y desigualdades.

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No obstante, estas limitantes, hay que poner énfasis en el impacto que el
movimiento feminista ha tenido en la representación social y cultural de las
mujeres en la sociedad.
El libro no responde a todas las interrogantes pero ayuda a comprender la
trayectoria que ha seguido el movimiento en la búsqueda por derribar la barrera de
la desigualdad. Las múltiples maneras de hacerlo nos corresponden a todas y a
todos nosotros.

Historia del feminismo


De acuerdo con Gabriela Cano Ortega, el feminismo “es un conjunto de ideas que
busca transformar convenciones sociales, prácticas culturales y hábitos mentales
relativos a las relaciones sociales y a las representaciones culturales de género,
así como un movimiento social que se propone influir en las instituciones del
Estado, la legislación, las políticas públicas y el sistema económico.”1
El feminismo ha señalado la invisibilidad y la ausencia de las mujeres en el ámbito
público, así como la explotación y discriminación que ha predominado; además de
ello, también ha transformado la forma de entender el conocimiento, subrayando el
hecho de que este también ha sido construido desde un sólo punto de vista: el de
los hombres. De aquí, se desprende la importancia de reconstruir el conocimiento
pero también de visibilizar la historia del feminismo, tanto de cómo se han
transformado ese conjunto de ideas, como del movimiento mismo. Desde su
origen, este movimiento ha pasado por varias etapas y corrientes de pensamiento
y acción, que se presentan aquí en orden cronológico.

Siglo XIX
Las historiadoras no se han puesto de acuerdo sobre el momento de despegue del
feminismo en México, existen indicios de demandas desde la segunda mitad del
siglo XIX que pueden ser considerados como antecedentes o como la primera ola
del feminismo.
En la segunda mitad del siglo XIX se desarrolló un incipiente movimiento feminista
en la península de Yucatán. La mayoría de las participantes eran maestras de
primaria, quienes crearon una asociación, revista y escuela feminista llamada
Siempre viva, iniciada por la maestra y poetisa Rita Cetina Gutiérrez, fundadora y
directora de la escuela La Siempreviva, además fue directora del "Instituto Literario
para Niñas", que fue la escuela para mujeres más importante de su época en
Yucatán.

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Siglo XX
Primera ola
Entre 1915 y 1919 comienza a gestarse un proyecto feminista en Mérida, Yucatán;
mujeres que hacían propaganda al constitucionalismo crearon clubes feministas
en distintas partes de la República Mexicana. Entre ellas se encontraban Hermila
Galindo, Elena Torres, Elvia Carrillo Puerto, Rosa Torre González y Atala
Apodaca.
Los congresos feministas de 1916
En 1916 se llevaron a cabo dos congresos feministas, ambos en Mérida, Yucatán
y por la iniciativa del gobernador Salvador Alvarado. El primero tuvo lugar del 13 al
16 de enero de 1916, en el Teatro Peón Contreras, su organización estuvo a cargo
de la profesora Consuelo Zavala. La mayoría de las asistentes fueron profesoras
yucatecas, 700 en el primer congreso y 250 en el segundo. Los temas que se
abordaron en el Congreso –principales preocupaciones expresadas por el
gobernador Salvador Alvarado– fueron: la secularización de la educación y la
ciudadanía política de las mujeres. Durante los congresos hubo participantes con
posturas de avanzada, moderadas y conservadoras. Entre las ponentes, cabe
mencionar a Elvia Carrillo Puerto y Rosa Torre González que abordaron el tema
del sufragio femenino.

Un tema polémico que causó indignación por parte de las participantes


conservadoras –muchas maestras católicas– fue el de la sexualidad femenina,
presentado por Hermila Galindo en su ponencia: “La mujer en el porvenir” quien
mencionó que el instinto sexual forma parte del amor maternal y que en las
escuelas secundarias debería haber cursos de anatomía y fisiología.
Como menciona Martha Eva Rocha Islas "Al proponer que las ciencias naturales
han demostrado la existencia del deseo y placer femenino, que las mujeres
deberían ser educadas en el conocimiento de su cuerpo, y que debían regir una
sola moral para ambos sexos, Hermila contravenía el discurso dominante que
naturalizaba la desigualdad". Respecto al voto de las mujeres, un grupo minoritario
de 31 congresistas de avanzada lo demandaron a nivel municipal como primer
paso, pero la propuesta fue rechazada y se impusieron las posturas moderada y
conservadora.
En el segundo congreso Hermila Galindo preparó una ponencia en defensa de lo
que planteó en el primer congreso, presentó una posición igualitarista: "un alto
ideal de libertad y progreso que, poniendo a la mujer al nivel del hombre, la
comprenda no sólo nominalmente en la misma ilustración y justicia, sino que le
otorgue los mismos derechos y las mismas prerrogativas que se conceden al sexo

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fuerte". La ponencia de Hermila provocó reacciones de la prensa que la calificaron
de inmoral.
En estos primeros congresos feministas de principios de siglo XX las mujeres
pudieron establecer un diálogo con el gobierno, debatir sus ideas y propuestas.
Aunque sus peticiones innovadoras no prosperaron, descubrieron a mujeres de
vanguardia que estaban luchando por la coeducación, la educación sexual y el
sufragio femenino.
Publicaciones feministas de la época
- La Mujer Moderna
El semanario ilustrado La Mujer Moderna se publicó durante cuatro años, de 1915
a 1919. Fue dirigido por Hermila Galindo.

Ilustración 1Revista: La mujer Moderna

Segunda ola
El movimiento feminista mexicano llamado “nueva ola” o “segunda ola” comenzó
en los años setenta, en un contexto social marcado por el movimiento estudiantil
de 1968 y una fuerte represión por parte del Estado, el ingreso masivo de las
mujeres a las universidades y al mercado laboral, y el desarrollo de métodos
anticonceptivos baratos y accesibles.
El feminismo de la segunda ola estaba constituido por mujeres urbanas de clase
media, universitarias, en su mayoría de la Ciudad de México, que cuestionaron las
relaciones hombre-mujer, como señala la historiadora mexicana Ana Lau Jaiven:
“se proponían mostrar y difundir los campos donde esta dominación es más
patente: el hogar (la doble jornada de trabajo); el trabajo (remuneración menor);
los medios de comunicación masiva (mujer objeto, consumista); la calle (la

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violencia sexual); la discriminación legal”. En este periodo se conformaron
pequeños grupos feministas de autoconciencia para analizar las relaciones
personales y el sexismo en la vida cotidiana: Mujeres en Acción Solidaria (MAS,
1971), Movimiento Nacional de Mujeres (MNM, 1972), Movimiento de Liberación
de la Mujer (MLM, 1974), Colectivo La Revuelta (1975), Colectivo de Mujeres y
Lucha Feminista (1978). Estos grupos reflexionaban sobre temas como la
maternidad, la doble jornada de trabajo, la sexualidad, la subordinación, la
discriminación, etc.; se caracterizaban por tener una concepción radical de la
autonomía, rechazaban los liderazgos y se negaron a dialogar con el Estado y los
partidos políticos. En opinión de Ana Lau, el movimiento feminista era disperso y
con poca vinculación con el exterior.
Durante la década de los setenta hubo dos intentos de unidad del movimiento
feminista, ninguno funcionó debido a las diferencias entre sus integrantes y a las
pugnas internas. Sin embargo, se lograron establecer líneas de acción que aún
tienen vigencia. En 1976 se creó la Coalición de Mujeres, se logró la interacción
de varios grupos y se definieron las principales demandas feministas: la
despenalización del aborto, la educación sexual, la lucha contra la violación y la
protección de mujeres golpeadas, y el derecho a la libre opción sexual.,
Posteriormente, en 1979 hubo un segundo intento de unidad con la conformación
del Frente Nacional por la Liberación y los Derechos de la Mujer (FNALIDM). Se
acordó un plan de acción con cuatro ejes: maternidad voluntaria, guarderías,
campaña contra la violencia sexual en todas sus formas y los problemas de las
trabajadoras discriminadas de la Ley Federal del Trabajo.
Del FNALIDM surgió el Grupo Autónomo de Mujeres Universitarias (GAMU), en
1979, conformado por universitarias de facultades como Psicología, Ciencias
Políticas, Economía y Ciencias; el GAMU trabajó a favor de la despenalización del
aborto y campañas de protección a las estudiantes debido a la frecuencia de los
casos de violación en la Universidad Nacional Autónoma de México. Este grupo
fue el primer impulso feminista dentro de la UNAM, Llegó atener hasta ochenta
militantes activas y sentó un antecedente para la creación de un espacio
académico feminista en la UNAM. En 1984 el GAMU organizó el Primer Foro
Universitario de la Mujer en México.
A principios de los ochenta, hubo un tercer intento de unificación con la creación
de la Red Nacional de Mujeres en 1982. La Red pretendía lograr el intercambio y
la comunicación de las mujeres a nivel nacional; tuvo como metas lograr la
integración de los grupos feministas y facilitar apoyo e información que los grupos
requirieran.
Publicaciones feministas de la época
- Periódico La Revuelta

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El periódico La Revuelta fue una publicación del Colectivo La Revuelta (creado en
1975). A pesar de las diferencias entre sus integrantes, siete mujeres decidieron
crear el primer periódico feminista: La Revuelta, con el propósito de dar a conocer
las ideas feministas.13 Editaron nueve números a través de los cuales abordaron
temas como la violación, el aborto, la niñez de la mujer, la sexualidad, la
maternidad, el trabajo doméstico, la prostitución y la familia.6
Revista Fem. Publicación feminista trimestral
La revista Fem también comenzó a publicarse en 1976, creada por Nueva Cultura
Feminista, A. C, existió durante 29 años, durante los cuales criticó el sexismo y
además difundió obras literarias y artísticas de mujeres. Su objetivo era relacionar
el activismo político feminista con un análisis fundamentado de la condición de las
mujeres.14 Las primeras directoras de Fem fueron Margarita García Flores y
Alaíde Foppa.

Ilustración 2 Periodico La Revuelta

Los ochenta
Los Encuentros Feministas Nacionales y los Encuentros Feministas
Latinoamericanos y del Caribe comenzaron durante la década de los ochenta.
Además varias feministas participaron en las Conferencias Internacionales
organizadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). También fueron
los años en que muchas militantes se incorporaron al sector público, a las
universidades como docentes y a organizaciones no gubernamentales. Asimismo,
fue una época de movimientos urbanos populares y de la participación de las
mujeres campesinas, trabajadoras, sindicalistas y de los sectores populares en la
vida política y social, el llamado movimiento amplio de mujeres.
En esta década convivieron tres corrientes del movimiento feminista en México:
las feministas históricas, las populares y las sociales.

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El que sacudió a la Ciudad de México en 1985 fue un parteaguas para el
movimiento, ya que a partir de este hecho las feministas se acercaron al
movimiento popular de las mujeres, en particular a las mujeres trabajadoras, que
había estado muy activo debido a la crisis económica y laboral que el país vivía.
Por ejemplo, se creó el Comité Feminista de Solidaridad para apoyar a las
costureras.
La coyuntura electoral de 1988 también fue un hecho que movilizó a las mujeres.
Fue un momento en que después del proceso electoral que llevó a Carlos Salinas
de Gortari a la presidencia de México un amplio sector de la sociedad se movilizó
para manifestar su descontento. Muchas feministas se sumaron, así, se creó una
agenda política con reivindicaciones de género y de defensa de los derechos
humanos. Se formaron dos organizaciones que cohesionaron a diversas
organizaciones conformadas por mujeres: la "Coordinadora Benita Galeana", que
aglutinó a 33 organizaciones de mujeres urbanas, sindicales, de ONG y de
partidos políticos, y "Mujeres en Lucha por la Democracia" integrada por
feministas académicas universitarias y de partidos políticos.15 Ésta se vinculó en
1989 al Partido de la Revolución Democrática que aglutinó a organizaciones de
izquierda y grupos de oposición.
Los noventa
En 1991 se conformó la Convención Nacional de Mujeres por la Democracia,
integrada por 30 organizaciones de mujeres, con el objetivo de negociar con los
partidos políticos y presentar candidatas al Congreso de la Unión.
Los movimientos feministas sobre todo en los años 90 han provocado que
hombres y mujeres estén de acuerdo en que a nadie se le puede discriminar por
razón de sexo, sin embargo el movimiento feminista va más allá de esta idea al
contribuir con ideas y actitudes no solo de las mujeres sino de toda la sociedad,
con respecto a las relaciones interpersonales y la igualdad.
El movimiento feminista se fortaleció en esta década debido a que la mujer asumió
una nueva relación con la política institucional, pero ésta relación no ha sido
considerada en toda su dimensión.

Siglo XXI
En el siglo XXI el movimiento feminista mexicano se enfrenta a grandes retos,
como los de aumentar la igualdad de género, disminuir la discriminación, la
violencia doméstica y fomentar el acceso de las mujeres a estudios superiores y a
posiciones laborales en sus campos de estudio.

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Feministas mexicanas
Historiadoras
- Julia Tuñón
- Ana Lau Jaiven
- Gabriela Cano Ortega
- Carmen Ramos Escandón
- Enriqueta Tuñón

Activistas
- Jesusa Rodríguez
- Liliana Felipe
- Las Reinas Chulas
- Gabriela Rodríguez
- Marcela Rodríguez
- Nancy Cárdenas

Literatura
- Rosario Castellanos

11
Bibliografía
Beauvoir, S. d. (1949). El Segundo Sexo. Francia: PORRUA.

Garro, E. (1950). La Señora en su balcón. Ciudad de Mexico: FCE.

https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_del_feminismo_en_M%C3%A9xico. (s.f.). Obtenido de


https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_del_feminismo_en_M%C3%A9xico.

Rota, L. M. (1968). Simone de Beauvoir. Francia: Porrua.


TRABAJO WORD

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