Jamás se le debe decir al niño “no te chupes el dedo” o quitarle la mano de la boca
porque es como ridiculizarlo porque ese es un hábito que le hace sentirse seguro y le da
bienestar. Distráelo con alguna otra actividad sin nombrar lo que realiza porque si lo
hacemos marcamos el hábito aún más.
Es importante que nos demos cuenta exactamente el momento en que sucede: antes de
comer, al dormir, al ver tv, etc. Así asociaremos por qué o en qué situación sucede.
Debemos controlar el hecho de que exista algo que le esté molestando y le genere
ansiedad. Para esto, puede ser útil el juego o dramatizaciones que le permitan
expresarse.
Si notamos que es cuando está aburrido busquemos actividades que lo distraigan y
elogiemos las mismas cuando lo realice así estaremos motivándolo puede servir palabras
de aliento o algún sticker o sello que lo estimule.
Hablemos con el niño y quedemos de acuerdo en qué recompensa obtendrá si logra
controlarse por 5 ocasiones diarias. En un cuadro ponemos stickers cada vez que lo logre
en esas 5 ocasiones promoviéndole de la recompensa al final de un periodo establecido
(al final de la semana por ejemplo). Conforme se vaya logrando se va aumentando el
número de ocasiones en que se logre.
Si lo hace en clase también, quedar de acuerdo entre ambos sobre el sistema utilizado
para que exista una coherencia.
Explicarle en un momento en que no lo esté haciendo, que a los papis les encanta cuando
sus manitos no está en su boca y que lo felicitan por estar lográndolo. Esto lo estimulará.
MIEDO AL ASCENSOR
Podemos inventarnos un cuento o un objeto cercano y conocido por el niño que sea algo
que le de seguridad para enfrentar el miedo (por ejemplo una varita mágica o algún
objeto que sea importante para ella)
Es importante realizar una exposición progresiva al estimulo que causa temor (ascensor).
Por ejemplo: ir hacia la puerta de entrada de un ascensor y regresar hasta que se sienta
familiarizada con el estimulo
Entrar al ascensor durante 45 segundos y salir, hacer esto por unos días hasta que se la
vea con mayor confianza e ir aumentando el tiempo de permanencia en el ascensor
(hacerlo en algún lugar donde no exista presión por subir en el ascensor como un centro
comercial)
Subir al ascensor de un piso a otro con el apoyo de un miembro de su familia hacerlo
siempre hasta que se la vea menos angustiada e ir aumentando un piso cada vez que se la
note más tranquila, hablando siempre con ella y motivándola diciéndole que si puede
(puede ayudar la intervención de su hermano mayor) y así continuar exponiendo a la niña
paulatinamente hasta que el miedo se rompa.