en alcohol puro, y el 4% de plomo, agua y diversos químicos que le dan las propiedades
que el alcohol posee.
Cualquier líquido o gas que contenga hidrógeno y carbono, al mezclarse con el oxígeno
en una combustión, puede producir calor, con lo cual es susceptible de sustituir a la
gasolina. Para que se produzca una combustión de calidad, deberemos conseguir que la
mezcla sea lo más homogénea posible es decir, la unión de las moléculas del fluido (gas
o líquido) con el oxígeno debe ser lo más íntima o repartida posible
Butano 90 10.900
Gasolina 95 95 10.400
Gasolina 98 98 10.550
Todos estos líquidos tienen la cualidad de ser muy volátiles; es decir, su capacidad de
evaporarse espontáneamente en el aire —y mezclarse con él— es alta. No ocurre lo
mismo con otros combustibles como el gasóleo o el keroseno, que deben ser finamente
divididos utilizando métodos físicos antes de provocar la combustión.
La obtención del etanol, podría realizarse por destilación de plantas (biomasa) que se
repoblarían en regiones pobres, en las que la llegada de la globalización ha dejado
devastadas. Estos nuevos cultivos, podrían transformar los hábitos de vida en estas
extensiones, incidiendo por doble motivo en la economía del país.
Pero sabemos que el problema surge desde el punto de vista mecánico, pues no alcanza
el poder calorífico que tiene la gasolina convencional.
Convertir los motores a alcohol sería un problema más, pues no sería muy viable,
aunque una respuesta más realista podría ser empezar a mezclar gasolina con alcohol
(entre un 15% y un 25%), e ir adaptando los motores a este nuevo combustible.
1. Las emisiones contaminantes en los motores que funcionan con alcohol, no llegan a
ser en las peores condiciones el 50% de las de gasolina.
2. La potencia perdida por la falta de poder calorífico frente a las gasolinas se podría
solucionar con aumentos de relación de compresión en los motores ya que su poder
antidetonante, como podemos ver en las tablas, es mayor que las gasolinas.
3. Su calor de vaporización (calor que absorbe en su evaporación) es 3 veces mayor que
la gasolina, lo que hace bajar drásticamente la temperatura de la mezcla en el momento
de la evaporación, aumentando en consecuencia la densidad de la misma y el
rendimiento volumétrico.