Abandono la vida. Al inclinar la cabeza, no lo hago ante el hacha proletaria, que debe ser
implacable, pero pura. Siento mi impotencia ante la máquina infernal que, recurriendo sin duda a
métodos medievales, dispone de una fuerza titánica, fabrica calumnias organizadas
desvergonzadamente y con seguridad.
Esos órganos "milagrosos" pueden aplastar a cualquier miembro del Comité Central o del Partido,
fabricar traidores, terroristas, espías. Sí Stalin llegara a dudar de él mismo, se le tranquilizaría al
instante.
Nubes amenazantes se ciernen sobre el Partido. Mi sola cabeza inocente implicará millares de otras
cabezas también inocentes. Se necesita crear una "Organización bujarinísta" que, en realidad, ni
siquiera existió en el último tiempo, porque, desde hace siete años, no tengo ni sombra de
divergencia con el Partido, ni aun durante el periodo de la Oposición de derecha. Yo ignoraba todo
de las organizaciones secretas de Riutin y de Ouglanov. Yo exponía mis opiniones abiertamente con
Rikov y Tomski.
Soy miembro del Partido desde la edad de dieciocho años y el objetivo de mi vida fue siempre
luchar por los intereses de la clase obrera, por la victoria del socialismo. En estos tiempos, un
periódico que lleva el nombre sagrado de Pravda, publica mentiras desvergonzadas, según las
cuales Nicolás Bujarin intentaba destruir las conquistas de Octubre y restaurar el capitalismo. Se
trata de una impudicia inaudita, una falsificación que, por su obvia insolencia y su carácter
irresponsable, equivaldría a afirmar que Nicolás Romanov consagró toda su vida a la lucha contra
el capitalismo y la monarquía y por la realización de la revolución proletaria.
Si llegué a equivocarme, más de una vez, en el curso de la lucha por la construcción del socialismo,
que las generaciones venideras no me juzguen con más severidad que Vladimir Ilich Lenin.
Nosotros nos dirigimos por primera vez hacia un objetivo común, siguiendo una vía que se apartaba
de los caminos trillados. Se trataba de otra época y los hábitos eran por completo distintos. La
Pravda contenía una “Sección de Discusiones". Todos discutían buscando nuevas vías, reñían, se
reconciliaban y proseguían su camino juntos.
Me dirijo a vosotros, generación futura de dirigentes del Partido, cuya misión histórica implicará la
obligación de desembrollar la madeja monstruosa de crímenes que, durante estos terribles
momentos, se acumulan cada vez y amplifican como el fuego hasta asfixiar al Partido.
Esta hora, que acaso sea la última de mi vida, me convence de que, tarde o temprano, el filtro de
la historia lavará implacablemente mi cabeza de todas las villanías
Nunca fui un traidor. No hubiera dudado en sacrificar mi vida por la de Lenin. Yo estimaba bien a
Kirov y no maquiné nada contra Stalin.
Yo pido a la nueva, joven y honesta generación de dirigentes del Partido que me justifique ante el
Pleno del Comité Central y que me rehabilite en el seno del Partido. Sabed, camaradas, que en el
estandarte que portaréis durante vuestra marcha triunfal hacia el comunismo habrá una pequeña
gota de mi sangre.
Anexo la carta de Bujarin a Anna Larina y su posterior respuesta (en el año 92)
Hay que volverlos a mecanografiar en tres copias. Tu padre te echará una mano para poner en
orden los poemas y la novela (se adjunta un plan a los poemas: a primera vista el manuscrito parece
caótico, pero puede hacerte con él. Cada poema debe mecanografiarse en hoja separada).
Lo más importante es que el tratado filosófico no se pierda. He trabajado mucho en él y he puesto
gran parte de mí mismo en él: es muy maduro en comparación a lo que he hecho en el pasado y, a
diferencia de mis otros trabajos, dialéctico de principio a fin. Todavía está ese libro (La crisis de
la cultura capitalista y del socialismo) cuya primera parte escribí en casa. Ayuda a salvarlo: no lo
tengo y sería una pena que se perdiera.
Si recibes los manuscritos (muchos de los poemas tienen que ver contigo y al leerlos te darás cuenta
de lo cerca que estoy de ti) y, si te permiten que reciba unas líneas o palabras tuyas, no olvides
mencionar mis manuscritos.
No es buena idea que ahora me extienda sobre mis sentimientos. Pero estas líneas también te
demostrarán lo desesperadamente que te amo. En estas horas, tan difíciles para mí, ayúdame
concediéndome mi primer deseo. En cualquier caso, y cualquiera que sea el veredicto del juicio,
te veré después del juicio y podré coger tus manos y besarlas.
Adiós, cariño. Tu Kolke.15-1-1938.
P.S. Tengo tu fotografía con el niño. Dale a Jurka un beso de mi parte. Es una bendición que no
sepa leer. También estoy muy asustado por la niña. Por lo menos cuéntame algo del pequeñito:
probablemente ha crecido, el pequeñín, y ni siquiera me conoce. Abrázale fuerte y acaríciale el
cabello por mí.
¿Qué se puede decir, querido Kolka, después de que hayan pasado tantos años desde tu muerte,
ahora que nuestros hijos son mayores de lo que tú eras entonces? Quizás sólo que has sido tan
ingenuo y tan bobo durante toda tu vida (que ahora me parece tan corta). Para mí, “la gran causa
de la URSS” por la que sacrificaste tu vida, si no murió ya en esos años, está muerta en cualquier
caso. Pero no dices con completa sinceridad lo que acabó contigo al final. No obstante, antes del
arresto, luchaste contra la calumnia con extraña perseverancia. Me puedo imaginar con cuántos
falsos testimonios te hicieron frente. Ante el creciente fascismo, no quisiste comprometer al "Padre
del Pueblo" (Stalin, ed.).
Sé que no has olvidado lo que tuvimos que aguantar juntos durante aquel medio año (agosto 1936-
febrero 1937), cuando todavía no te habían arrestado pero ya te estaban investigando.
La campana que marcaba las horas que escuchamos desde la Torre Spasskaya del Kremlin media
las horas de vida. Los nervios estaban tan tensos que cada día parecía durar un siglo. Era una
ingenuidad pensar que me hubieran dejado recibir tu carta entonces: en ese momento ya llevaba
bajo arresto seis meses. No sé por qué motivos humanitarios Koba (nombre de guerra de Stalin,
ed.) no hizo que me fusilaran, aunque se estaba preparando para hacerlo, y me dictó una sentencia
de sólo 25 años de vagar por prisiones, gulaguis y exilios. Una vez se dictó la sentencia y, mit der
deutschen Ordnung (la minuciosidad alemana), llegó la nueva sentencia de la enésima resolución
de la Asamblea General. Sólo en 1959 fui rehabilitada totalmente, tras una apelación personal a
Nikita Jruschov. Volví a ver a nuestro hijo a la edad de 20 años, cuando vino a visitarme a Siberia.
Tras mi arresto, el chico pasó de ser pilar a ser poste. Primero vivió con mi madre, después con tu
hermano Volodya, luego con la hermana de mi madre y su marido. Cuando arrestaron a todos, le
metieron en un orfanato. Ahora tu hijo es un artista y tu hija una historiadora.
El juicio contra ti comenzó cuando yo estaba en un gulag en la prisión de Tomsk. Normalmente no
nos daban periódicos, y de repente un guardia me trajo un periódico con tu interrogatorio. Gritó:
"¡Lee, mira quién eres!".
Al principio, cuando dictaron sentencia, se me partió el espíritu. Entonces era más fácil. Entendí
que tus tormentos habían terminado mientras que yo tendría que seguir llevando esa pesada cruz
hasta el final. Una vez volví a Moscú conseguí hacerme con el acta taquigráfica completa del juicio
contra el así llamado "bloque antisoviético de la derecha trotskista" Solicité repetidamente a
distintas altas autoridades tu rehabilitación. En 1961 presenté por primera vez tu carta". A la futura
generación de líderes del partido" ante el Comité para el Control del Partido. Tuve que esperar 50
años para conseguir la rehabilitación tras el horrible juicio. Pero lo conseguí, Kolka, ¿lo entiendes?
Todos tus libros fueron prohibidos. Por miedo a ser arrestadas, muchas personas los destruyeron.
Ahora, todas tus obras más importantes han sido traducidas. No he sido capaz de cumplir dos de
tus deseos.
1) No pude hacerte llegar mi fotografía con el niño. El juez encargado de tu investigación me
evitaba a toda costa y no conseguí ponerme en contacto con él ni siquiera por teléfono.
Me llevé la fotografía conmigo (a la prisión) pero durante el enésimo registro un guardia la rompió,
escupió sobre ella, la pisoteó con sus sucias botas y gritó: "¡Y todavía llevas uno de los hijos de
Bujarin contigo!". El fotógrafo del que hablabas probablemente llegó hasta ti después de que la
casa de Nadia fuera registrada.
2) Me pides que tome precauciones, sabiendo perfectamente bien que eso no va con mi carácter,
y en cualquier caso la vida dio tal viraje que no tenía nada que perder. Me quitaron a ti y al niño y
me robaron la libertad. Con la ayuda de confidentes reunieron un archivo completo de '"material
comprometedor" y me enviaron a Novosibirsk para "la investigación". Allí viví en un sótano húmedo
y lleno de ratas: una celda de aislamiento. Poco después de tu juicio comencé a tener
alucinaciones. Te me aparecías crucificado
Es la hora de terminar. La carta es más larga de lo que yo esperaba, pero no hemos hablado desde
el 27 de febrero de 1937, durante más de 55 años. Y antes de terminar me queda contarte algo
importante. ¿Te acuerdas que durante los difíciles días de la investigación recibiste dos cartas de
Leonid Pasternak? En una de ellas venía el comunicado de la Oficina del Fiscal según el cual
"'durante la investigación no se han descubierto hechos de naturaleza jurídica que justifiquen la
apertura de una causa criminal contra Bujarín y Rykov, por lo que este caso es desestimado".
Luego, cuando comenzaron de nuevo los ataques venenosos en los periódicos, Pastemak envió otra
carta que decía más o menos lo siguiente: "Es igual, porque no creo que seas culpable, y, en
cualquier caso, no entiendo lo que está ocurriendo".
Alrededor del 10 de diciembre, Romain Rollad envió un telegrama de felicitación, pero luego ya no
volviste a saber de él. Estabas apesadumbrado y creías que Rolland, aparentemente, había dejado
de creer en ti. Pero eso no es lo que ocurrió. Rolland habló dos veces con Stalin en favor tuyo. Te
cito un párrafo de su última carta: '"Durante el juicio de Bujarín, y sin mostrarme en absoluto de
acuerdo con las acusaciones que se le hacían, apelé a su gran humanidad ya su comprensión de los
más altos intereses de la URSS. Un intelecto como el de Bujarín es un recurso para este país, debe
perdonársele la vida para beneficio de la ciencia soviética y el desarrollo del pensamiento teórico".
Pero mejor termino aquí. No te escribiré sobre lo que está ocurriendo hoy en nuestro país, o, mejor
aún, "'en nuestros países" (tú, de hecho, no te puedes imaginar que la URSS se haya derrumbado)
pero no pierdo las esperanzas de un futuro mejor. No Condeno cómo te comportaste en el juicio:
era la única salida posible dada la situación. ¡Adiós, Kolka! Debo decirte que jamás me he
arrepentido de haber unido mi vida a la tuya. ¡Es imposible olvidarte!
Tu Annushka. 20 de julio de 1992.