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prensadelmisterio.blogspot.com
Reportaje
ESPUES de mi tercer año de tratamiento, prefirió abandonar el hos- fermedades. A veces el cáncer toma

D estudiante de Medicina, cuan-


do comencé las prácticas, tuve
como primer paciente a una persona
pital. La opinión de los médicos era
unánime: su suerte estaba echada, y
moriría en pocas semanas.
un rumbo inesperado. ¿Quién sabe?
Quizás la biopsia estaba equivoca-
da.»
morena de setenta años con cáncer Un año más tarde, el paciente regre- Busqué al paciente y le pregunté
terminal de pulmón. Debía de hacerle só al hospital pidiendo el ingreso, aun- qué había ocurrido. Para él no había
con detalle una historia médica, hacer- que por una razón completamente dis- ningún misterio. Su sacerdote y sus
le un examen físico y presentar el caso tinta a la anterior. Esta vez, otro estu- amigos habían rezado por su salud, y
al día siguiente a los médicos residen- diante, amigo mío, fue designado para ahora estaba curado. Eso era todo.
tes ya los miembros de la Facultad. Fui analizar el caso. Al revisar su historia
cuanto antes a la habitación. El pacien- médica, el estudiante se encontró con --«Dígame, doctor —me preguntó
te se encontraba en un cuarto de cua- mi nombre en los informes sobre su con todo respeto—. ¿Por qué esto es
tro camas. Me detuve antes de abrir la hospitalización anterior, por lo que tan difícil de entender?»
puerta. La cortina cerraba la cama por aquella misma noche me llamó por te-
completo, manteniendo la intimidad léfono diciéndome que «mi» paciente
del paciente. Y debajo de la cortina, a la «terminal» del año anterior había so- HAZAÑAS DE UN NAVEGANTE
altura de las rodillas, pude observar las brevivido sorprendentemente. No pu-
piernas de un grupo numeroso de per- de creerle. Sir Frances Chichester (1901-
sonas en torno a la cama. Los pies pi- Al día siguiente fui al departamento 1972) fue uno de los más grandes
saban el suelo con fuerza y al unísono, de radiología y revisé todás sus radio- aventureros del siglo xx: un aviador
primero uno, luego el otro. Con voz grafías de pecho, comparando el cua- pionero que en su juventud fue el pri-
profunday resonante, el líder del grupo dro del año anterior con el actual. El mero en volar sin compañía alguna
profería palabras que yo no entendía, cambio era notable: donde antes desde Nueva Zelanda a Australia, y
seguidas por el canto sonoro de un co- había un cáncer denso e invasor, aho- desde allíal Japón en un avión que pe-
ro. Finalmente, los cantos terminaron y ra sólo se veía un saludable tejido pul- saba menos de 1.800 kilos. Durante la
el líder comenzó a orar por la recupera- monar. Me puse en contacto con el Segunda Guerra Mundial, Chichester
ción del paciente. Me retiré en silencio médico residente que me había asig- ya era demasiado mayor para ser
a la espera de un momento más opor- nado el caso un año atrás y le pedí su aceptado como oficial de vuelo, pero
tuno para entrar. opinión. enseñó navegación a pilotos de la Real
—«Estas cosas suelen verse —res- Fuerza Aérea Británica. Después de la
pondió. Es el curso natural de las en- guerra, se dedicó a la navegación ave-
EL CASO DEL CANCER DE
PULMON

Más tarde, completé mi trabajo, y al


día siguiente presenté el caso en una Niel cáncer era a todas luces mali no
reunión de médicos clínicos. El hom- tenía remedio, ni el paciente esperanza. Los
bre no tenia ninguna esperanza. A tra-
vés de la biopsia, el cáncer de pulmón informes médicos eran unánimes: el enfermo no
parecíaser de un tipo maligno yagresi-
vo para el cual no existía ninguna tera- tardaría en morir; sin embargo, al cabo de un año
pia satisfactoria. Cuando se le dijo al
paciente cuáles eran sus opciones de apareció curado.
B usqué al paciente y le pregunté qué había
ocurrido para que se hubiera curado. Para él no
ca convincentes; las anécdotas des-
piertan sospechas en el investigador.
De modo que al evaluar los efectos de
la plegaria, la pregunta que siempre se
hará es la siguiente: Cuando dos gru-
había ningún misterio. Su sacerdote y sus amigos pos de pacientes comparables se es-
tudian en un experimento bien diseña-
habían rezado por su salud, y ahora había do, con unos recibiendo plegarias y
otros no, ¿qué diferencia de resultados
sanado. se observa de un grupo al otro?
El Dr. Randolph Byrd, cardiólogo y
la, haciéndose famoso mundialmente confiaba y ocultaba en vez de tomar. miembro de la Escuela Médica de la
por su vuelta al mundo en un barco de De pronto, Chichester sintió una Universidad de California en San Fran-
trece metros de eslora. Antes de esa «tremenda necesidad» de viajar hacia cisco, estudió casi 400 pacientes en la
hazaña, cruzó dos veces el Atlántico a el sur de Francia. Reservó habitación unidad coronaria del Hospital General
solas, de Inglaterra a Nueva York, en en un hotel en St. Paul de Vence, com- de esa ciudad en 1988. La mayor parte
1960 y en 1962. pró un poco de oxígeno para seguir vi- de los pacientes había tenido un ata-
Pero lo que no es tan conocido es vo, se hizo paciente de un doctor no que al corazón. Aunque todos recibie-
que, en 1959, un año antes de su pri- convencional, se volvió vegetariano y ron cuidados médicos convenciona-
mer viaje transatlántico, Chichester ca- se puso a ayunar de forma periódica. les, fueron divididos en dos grupos,
si muere de un cáncer de pulmón. Des- Su cáncer comenzó a desaparecer. uno de los cuales recibió plegarias por
pués de numerosos estudios, in- Chichester lo atribuyó a las oraciones su salud y el otro no. En el primer grupo,
cluyendo una biopsia tomada con un de su espoáa: se tomó sus nombres y su condición
broncoscopio, un tubo rígido insertado —‹<Ella cree fuertemente en el poder médicayse diotoda esta información a
profundamente en las vías respirato-
rias, su diagnóstico estaba fuera de to-
da duda. Cinco doctores diferentes es-
tuvieron de acuerdo y le informaron
que su única opción era la extracción
completa del pulmón.
Gracias al consejo y apoyo de su va-
liente esposa, Sheila, Chichester re-
chazó la cirujía. Durante varios meses,
su condición fue empeorando. Llegó el
momento en que sólo podía respirar
apoyándose sobre un codo. Por ha-
berse negado a la cirugía, los médicos
lo trataban con antibióticos, que él des-

r4d

RAFAEL MARQUEZ

de la plegaria En mis peores momen- organizaciones católicas y protestan-


tos, Sheila reunió a mucha gente, ami- tes de Estados Unidos, pidiéndoles
gos y otros, protestantes, católicos o que rezaran por estos enfermos. Nin-
espiritistas, a rezar por mí Yo me sentía guna de las enfermeras, médicos o pa-
incómodo de que mis problemas fue- cientes supo a quién se le rezaba y a
ran impuestos a los demás, pero el po- quién no, de modo que no pudieron fa-
der de la plegaria es milagroso.» vorecer de forma inconsciente a nin-
Un año después, Chichester cruza- gún grupo con un cuidado médico
ba el Atlántico de Este a Oeste nave- preferencial en relación con el otro.
gando en su pequeño bote:tres mil mi- Tampoco unos estaban más enfermos
llas en cuarenta días y medio. Y repetía que otros: no existían diferencias es-
la hazaña dos años más tarde, supe- tadísticas en la gravedad de la dolencia
rando su propio récord en treinta y tres en ninguno de los dos grupos.
días y quince horas. Al finalizar el estudio, el grupo por el
cual se había rezado parecía haber reL
cibido una «droga milagrosa». Clínica-
LOS EXPERIMENTOS mente, estaban mejor en varios aspec-
DEL DR. BYRD tos: eran menos proclives a desarrollar
una insuficiencia cardíaca congestiva;
En el mundo de las ciencias médi- requerían cinco veces menos antibióti-
cas, los ejemplos aislados no son nun- cos y tres veces menos de diuréticos;
2
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no necesitaron tubos endotraqueales
para una respiración artificial; sólo tres
pacientes del grupo objeto de las ple-
garias desarrollaron neumonía, contra
lostrece del otro grupo que no se vio fa-
vorecido por las oraciones; sólo tres
(contra catorce) experimentaron un
ataque cardiopulmonar, requiriendo
un tratamiento de resucitación. Y nin-
guno del «grupo de las plegarias» llegó
a morir, contra tres muertes del otro
grupo. Aunque los datos eran signifi-
cativos, esta última diferencia no fue
considerada relevante en términos es- 40ilt 451 w,„,-"ík
tadísticos.
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EL MEDICO LEJANO
El resultado de este cuidadoso ex-
perimento clínico fue tan sorprendente
que despertó un gran interés en los
EE.UU. Si la terapia evaluada hubiese
sido una nueva droga o un nuevo pro-
cedimiento quirúrgico, seguramente a
hubiera sido elogiada como un gran
hallazgo médico. Uno de los aspectos

más notables del estudio es que vulne-


---.„

ra una de las más consagradas premi-


sas de la medicina moderna: que el
-
- -- NI ,
"1 médico, terapeuta o curador, debe es-
tar en el lugar de la curación. No hay
I
.. ,
prueba aceptable en la ciencia moder-
._ na que indique que la curación pueda
Y _ ocu rri r a distancia. Y sin embargo, en el
.....
experimento del Dr. Byrd se observa-
,
.....
.
ron profundos efectos pese a que las
.. personas que rezaban se encontraban
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lejos de los pacientes. El experimento,
,
además, desafió otra de las creencias
establecidas: que el factor mental,
cuando se trata de una mejoría de la
salud, debe referirse sólo a la mente del
paciente. Por la evidencia de una gran
cantidad de datos, se supone que los
pensamientos afectan al propio cuer-
po; pero no al cuerpo de otra persona.
Sin embargo, en el estudio del Dr. Byrd,
los efectos de la plegaria no dependían
del conocimiento del receptor, dado
que ninguno sabía por quién se estaba
rezando.
El experimento tampoco está solo:
durante diez años, la organización
Spindrift, de Oregón, ha estudiado

Z mmerman cita los estudios realizados por un


médico chino de gran talento que, en la
científicamente la capacidad de influir
por la plegaria sobre sistemas biológi-
cos simples; por ejemplo, la tasa de
germinación de semillas o la actividad
metabólica de levaduras. Sus estudios
Universidad Jiao Tong, de Shanga¿ utilizaba los son elegantes, voluminosos y repeti-
antiguos métodos de Ki-Jong, por los que podía bles. Como el constatado por el estu-
dio de la unidad coronaria de Byrd,
canalizar la fuente del océano de energía que aquéllos también sugieren que la ple-
garia ejerce un efecto poderoso que
tiene nuestro cuerpo. puede llegar a medirse.

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Los resultados fueron altamente sig-
nificativos en términos estadísticos. Al
octavo día, el tamaño de las heridas de
los sujetos que recibieron tratamiento
era mucho menor que en los sujetos
que no habían sidotratados. Este resul-
tado se comprobó de nuevo a los die-
ciséis días. Además, trece de los veinti-
trés sujetos bajo tratamiento se habían
curado completamente (tamaño cero
de la herida) contra ninguno de los del
grupo sin tratamiento.

LA ENERGIA
ELECTROMAGNETICA EN LAS
MANOS
4wQd RAFAEL MAROUEZ
El estudio estaba reforzado por una
dos tenían heridas del grosor de la piel, abundante evidencia experimental
producidas artificialmente por medios previa, casi toda proveniente del cam-
quirúrgicos. Los sujetos introducían po de la enfermería. Además de la ya
durante cinco minutos el brazo herido mencionada Dolores Krieger, el traba-
por una abertura en la pared, detrás de jo pionero de la enfermera académica
la cual no podían ver nada. Janet Queen ha sido también muy va-
Se les dijo una mentira: que el pro- lioso en la demostración científica de
pósito del procedimiento era medir las los efectos benéficos de esta técnica.
«biopotencialidades» con un instru- Pero la pregunta que siempre ha per-
mento que no tomaría contacto. manecido es la siguiente:
Una practicante del «toque terapéu- ¿Cómo funciona el «toque terapéu-
tico» se hallaba en la habitación vecina tico»? ¿Acaso hay algún intercambio
durante las sesiones sólo con los sutil de energía entre terapeuta y pa-
miembros del grupo de tratamiento ciente?
activo (23 pacientes), ausentándose Así lo cree el investigador John T.
durante los períodos del «tratamiento Zimmerman, de Bio-Electro-Magne-
Desde la Antigüedad hasta el pre- falseado» con el grupo de los 21 res- tics Inc. de Reno, Nevada. Al estudiar
sente, muchas personas han afirmado tantes. Se evitó cuidadosamente todo los campos de energía electromagné-
que eran capaces de curar a distancia contacto físico de la curadora con los tica que pueden aparecer involucra-
ytambién de curar con las manos, me- pacientes. En varias fases del experi- dos en esta forma de terapia, Zimmer-
diante un contacto físico con el pacien- mento, el área de las heridas fue man ha utilizado un instrumento su-
te. Una vía intermedia entre estas dos examinada sobre láminas de acetato perconductor de interferencia cuánti-
técnicas ha nacido en círculos de la te- transparente por un médico «ciego», ca, llamado SQUID. En tres terapeutas
rapia profesional gracias a la actividad esto es, que desconocía qué grupo re- diferentes, halló señales cientos de
pionera de la enfermera académica cibía tratamiento activo y qué grupo era veces más altas que el ruido ambiental
Dolores Krieger, Ph D., de la Universi- objeto del «falso». La digitalización de durante cuatro de los siete intentos te-
dad de Nueva York. Su método se lla- los registros —una medición muy pre- rapéuticos, mientras que, al medir a no
ma «toque terapéutico», y se refiere a cisa de la curación—fue llevada a cabo terapeutas, no encontró ninguna señal.
un tratamiento en que las manos del por otro técnico independiente, tam- Zimmerman cita los estudios de un cu-
curador no tocan realmente al pacien- bién «ciego» respecto a los dos grupos rador chino conocido por su talento
te, sino que se mantienen a una corta de pacientes. Después de estos proce- que utilizaba los antiguos métodos de
distancia de su cuerpo. dimientos, un experto en estadísticas qi-long (controlando la forma sutil de
Para evaluar si la curación ocurre o (también independiente) analizó los energía llamada chiokt) en la Universi-
no cuando las manos se mantienen a datos. Dado que los sujetos no sabían dad Jiao Tong, de Shangai. En esta
esa distancia sin contacto físico, y sin que estaban recibiendo un tratamien- Universidad se habría probado que,
que el paciente sea consciente de nin- to, y dado que tampoco escucharon durante el trabajo terapéutico, las pal-
gún intento terapéutico, el investigador sugerencias abiertas o encubiertas de mas del curador emiten una energía
Daniel P. Wirth llevó a cabo un estudio que participaban en un experimento electromagnética dentro de un espec-
con cuarenta y cuatro pacientes a los terapéutico, no puede decirse que la tro casi infrarrojo. Según la hipótesis de
que dividió en dos grupos, los cuales, respuesta placebo, la sugestión, la ex- Zim merman, lo que en realidad hace el
dicho sea de paso, ignoraban que se pectativa o la creencia fueran respon- trabajo de curación es la radiación in-
estaba realizando un experimento. To- sables de lo ocurrido. frarroja y de microondas electromag-
néticas que emite la mano del terapeu-

L os cuarenta y cuatro heridos fueron divididos


en dos grupos. A uno de éstos se le sometió al
ta.
Sea como fuere, los experimentos
han probado un resultado fundamen-
tal: que es posible una terapia sin con-
tacto físico como método de curación
tratamiento del «toque terapéutico», mientras que efectivo al menos en heridas dérmicas
del grosor de la piel, aun si el paciente
al otro no. Los resultados que se constataron no es consciente del tratamiento.
fueron espectaculares, sorprendentes. Larry DOSSEY
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