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EL AULA ABIERTA: NECESIDADES Y DIFICULTADES.

El Aula Abierta es una medida educativa de carácter extraordinario para la escolarización del
alumnado que requiere apoyos intensos y generalizados en centros ordinarios. Dicho modelo
favorece una intervención individualizada ajustada a sus necesidades educativas, facilita la
adaptación del currículo y el uso de metodologías específicas, que implican una supervisión y
ayuda más diferenciada en la realización de sus actividades, así como la organización y
adecuación del espacio, que difícilmente se pueden dar en un aula ordinaria, todo ello en un
entorno escolar lo más normalizado y lo menos restrictivo posible.

En la Orden de 3 de mayo de 2011, de la Consejería de Educación, Cultura y


Universidades por la que se regulan las enseñanzas en los Centros de Educación Especial y en
las Aulas Abiertas, se hace referencia a la especial atención en estas modalidades de
escolarización a las necesidades del alumnado y a la consecución de sus aprendizajes en todas
las áreas significativas que les corresponda por su edad, de acuerdo a las valoraciones
realizadas en la evaluación psicopedagógica y en el dictamen de escolarización.

El alumnado que se escolariza en el Aula Abierta, dependiendo sus características y


necesidades, asiste en un número determinado de sesiones al aula de referencia, en las áreas
que se consideran más idóneas para su proceso educativo, además de participar en actividades
extraescolares y complementarias con el resto del alumnado del Centro y de compartir
momentos y espacios como el patio, comedor, biblioteca… Al convivir en dichas actividades
comunes con el resto de compañeros y compañeras del Centro, se establece un vínculo de
conocimiento recíproco que resulta enriquecedor para ambas partes.

Las investigaciones de los últimos años sobre los efectos de un entorno integrador en el
caso del desarrollo de los niños con Autismo, que constituyen uno de los grupos escolarizados
en las aulas que nos ocupan, presentan datos esperanzadores: “los niños integrados establecen
relaciones que les brindan oportunidades de adquirir habilidades sociales y comunicativas, están
constantemente expuestos a modelos de iguales que les proporcionan vías para aprender,
generalizan con más facilidad sus adquisiciones educativas y aumentan sus probabilidades de
un ajuste social”. (Koegel y Koegel, 1995).

Se conciben, por lo tanto, una serie de finalidades:

o Dotar de un ambiente escolar lo más normalizado posible al alumnado, favoreciendo


su inclusión en el Centro, trabajando las habilidades comunicativas, sociales y la
autonomía, además de proporcionar situaciones de interrelación.
o Establecer los recursos educativos personales, materiales y organizativos adecuados
a sus características y necesidades, que contribuyan positivamente en el avance en
su proceso educativo.
o Flexibilidad de la atención educativa. En la medida en que los alumnos/as adquieran
un mayor grado de conocimientos y autonomía, podrán ampliar su horario en el grupo
de referencia al que pertenezcan y en aquellos casos en los que se considere la
actuación más beneficiosa, cambiar la modalidad de escolarización al aula ordinaria
con los apoyos precisos.

Modalidades.
Las aulas abiertas pueden ser genéricas o específicas y estar ubicadas en centros educativos
de Primaria y Secundaria.
Las aulas genéricas escolarizan alumnado con distintos tipos de discapacidad, que reúnen los
requisitos establecidos.
En las aulas abiertas específicas se escolariza alumnado que presenta:
• Trastorno del Espectro Autista, asociado a discapacidad psíquica.
• Discapacidad Auditiva severa o profunda y otras discapacidades asociadas.
• Discapacidad Motora severa, asociada a discapacidad psíquica y con graves dificultades
en la comunicación.

Destacamos una serie de necesidades y dificultades que en estos momentos afectan a las
aulas abiertas:
 
• Es imprescindible contar con el suficiente apoyo material, técnico y personal (EOEP,
logopedas, orientador/a del Centro, auxiliar educativo,…). En ese sentido y dada la actual
ratio, a todas luces superior a lo que pedagógicamente sería admisible, los auxiliares
educativos hacen con mucha frecuencia tareas de educador, asumiendo una función que
no está dentro de sus obligaciones. Ese hecho ayuda a que la atención al alumnado
pueda ser de mejor calidad, pero no es la solución al problema, porque depende de la
buena voluntad de estos profesionales, a los que ese trabajo no se les reconoce por
parte de la Administración Educativa.
• La ratio (en estos momentos es de un máximo de siete alumnos, cuando hasta hace dos
años era de 3 a 5). Ese aumento en un alumnado con graves dificultades hace muy difícil
que se pueda llevar a cabo por parte del tutor/a la atención educativa que se requiere, ya
que en la mayoría de ocasiones el trabajo debe ser lo más individualizado posible y se
convive con frecuencia con graves problemas de conducta que pueden llegar a constituir
agresiones o autolesiones.
• La efectiva coordinación de todos los profesionales que participan en el grupo: tutor/a,
profesorado de las aulas de referencia, orientador y otros profesionales del centro que
intervienen en el Aula Abierta. Además de las imprescindibles reuniones de coordinación,
que se hacen cada vez más difíciles de realizar por la reducción de horario para ello, se
hace patente la necesidad de crear tiempos y espacios de información y formación para
todo el profesorado.
• Necesidad de apoyo personal, en los casos en los que se requiera, para que el alumnado
del Aula Abierta asista acompañado a las sesiones programadas en las aulas de
referencia. Esta función la vienen realizando en muchos centros los educadores de
algunas asociaciones que mantienen convenios con la Administración Educativa para dar
apoyo escolar, a las que los padres están asociados, siendo un elemento diferenciador
relacionado con la capacidad económica de las familias, y al fin y al cabo un recurso
privado.
• En Secundaria se da el caso de que no se considera el Aula Abierta como un grupo, por
lo que el tutor/a tiene los consiguientes inconvenientes: no disponer de horas de tutoría,
ni de hora de coordinación por niveles (como es habitual), además el Aula Abierta no se
contabiliza a la hora de hacer los cupos del profesorado para el centro, es decir, centros
con mayor diversidad y mayor necesidades tienen menos recursos de apoyos
personales. Actualmente, la Región de Murcia, cuenta con nueve Aulas Abiertas en
Educación Secundaria en centros públicos, el número es claramente insuficiente, por lo
que un gran número de alumnos/as son derivados, tras acabar su periodo educativo en
Primaria, a centros concertados.

Por último, decir que el centro ordinario es el lugar natural para escolarizar a un niño, a
cualquier niño, con necesidades educativas de apoyo educativo, o sin ellas, pero es una
condición inexcusable la dotación por parte de la Administración Educativa de los recursos
humanos y materiales suficientes que proporcionen unas condiciones educativas en las que no
hayan barreras para el aprendizaje y la participación.

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