Es un sistema filosófico, económico y político que promueve las libertades civiles y se
opone a cualquier forma de despotismo, apelando a los principios republicanos. Constituye la corriente en la que se fundamentan tanto el Estado de derecho, como la democracia representativa y la división de poderes. El liberalismo surgió de la lucha contra el absolutismo, inspirando en parte en la organización de un Estado de derecho con poderes limitados que idealmente tendría que reducir las funciones del gobierno a seguridad, justicia y obras públicas y sometido a una constitución, lo que permitió el surgimiento de la democracia liberal durante el siglo XVIII, todavía vigente hoy en muchas naciones actuales, especialmente en las de Occidente. Al promover la libertad económica, el liberalismo despojó de las regulaciones económicas del absolutismo a las sociedades donde pudo aplicarse, permitiendo el desarrollo natural de la economía de mercado y el ascenso progresivo del capitalismo.
Sus características principales son:
El individualismo, que considera al individuo primordial, como persona única y
en ejercicio de su plena libertad, por encima de todo aspecto colectivo.
La libertad como un derecho inviolable que se refiere a diversos aspectos:
libertad de pensamiento, de expresión, de asociación, de prensa, etc., cuyo único límite consiste en no afectar la libertad y el derecho de los demás, y que debe constituir una garantía frente a la intromisión del gobierno en la vida de los individuos.
El principio de igualdad entre las personas, entendida en lo que se refiere a
diversos campos jurídico y político. Es decir, para el liberalismo todos los ciudadanos son iguales ante la ley y ante el Estado.
El derecho a la propiedad privada como fuente de desarrollo e iniciativa
individual, y como derecho inalterable que debe ser salvaguardado y protegido por la ley.
El establecimiento de códigos civiles, constituciones e instituciones basadas en
la división de poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), y en la discusión y solución de los problemas por medio de asambleas y parlamentos.
La tolerancia religiosa en un Estado laico.
Keynesianismo:
Es una teoría económica propuesta por John Maynard Keynes, plasmada en su
obra Teoría general del empleo, el interés y el dinero, publicada en 1936 como respuesta a la Gran Depresión de 1929. Está basada en el estímulo de la economía en épocas de crisis.
La economía keynesiana se centró en el análisis de las causas y consecuencias de las
variaciones de la demanda agregada y sus relaciones con el nivel de empleo y de ingresos. El interés final de Keynes fue poder dotar a unas instituciones nacionales o internacionales de poder para controlar la economía en las épocas de recesión o crisis. Este control se ejercía mediante el gasto presupuestario del Estado, política que se llamó política fiscal. La justificación económica para actuar de esta manera, parte sobre todo, del efecto multiplicador que se produce ante un incremento en la demanda agregada.
Humanismo:
Se conoce como Humanismo a aquel movimiento intelectual, artístico, filológico y
filosófico que tuvo lugar en el siglo XIV en la península itálica, estrechamente vinculado al Renacimiento y que proponía el retorno a una formación íntegra del hombre, en la cual todos los aspectos remitiesen y estuviesen fundados a partir de las fuentes clásicas grecolatinas, es decir, básicamente, su tarea sería la de restaurar todas aquellas viejas disciplinas que tuvieron lugar en el espacio temporal que mencionamos adoraban los integrantes de este fenómeno y entonces de esta manera, al conocerse y comprenderse mejor a estos autores, a los que a propósito se los consideraba un modelo de humanidad a seguir, puro y que no se encontraba contaminado por la oscura y viciosa Edad Media. Entre los principales factores que se cuentan como desencadenantes y promotores del Humanismo, nos encontramos con los siguientes: los mecenas, aquellos hombres con amplia disponibilidad monetaria que decidían apostar y favorecer el trabajo de pensadores y artistas, la creación de las universidades y escuelas, la emigración de sabios bizantinos, quienes a raíz de la amenaza de los turcos emigraron a Italia y con ellos mudaron también sus libros, cultura y valores y la invención de la imprenta que hacía mucho más rápida y fácil la difusión a un nivel masivo sin invertir tanto esfuerzo y por supuesto dinero.
Monasky v. Taglieri, La Corte Suprema de Estados Unidos Se Expedirá Sobre Residencia Habitual en Casos Del Convenio de La Haya Sobre Aspectos Civiles de La Restitución Internacional de Menores