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EDUCACIÓN Y

COMUNICACIÓN:
PEDAGOGÍA Y CAMBIO
CULTURAL
Carlos Augusto Hernández*

Educación y comunicación son inseparables. La tarea de la educa-


ción se da en el entorno de la comunicación y tiene como finalidad la am-
pliación de la interacción, la apropiación de la cultura y la formación del
ciudadano. La investigación pedagógica no ha descuidado la comunicación
como uno de sus objetos principales, pero es necesario insistir en la reflexión
sobre ella como estrategia para profundizar sobre problemas importantes de
la relación pedagógica y como requisito para afrontar mutaciones culturales
fundamentales que hoy afectan la escuela y que provienen de transforma-
ciones radicales ocurridas en el universo de la comunicación en que habi-
tan los jóvenes.

* Profesor Universidad Nacional de Colombia


El título de este artículo, promiso de muchos docentes con un
como ocurre con expresiones como modelo que desconocía su experien-
“comunicación y sociedad”, “comu- cia. Pero, si no se estaba de acuerdo
nicación y lenguaje” y “comunicación con la asimilación de la relación pe-
y cultura”, expresa una conexión ex- dagógica a un proceso técnico, se te-
terna entre elementos que en la prác- nían claras las razones para ello y era
tica son inseparables. Sin duda no es fácil reconocer, por contraste, elemen-
posible la educación por fuera de la tos esenciales de la actividad del
comunicación. Oposiciones como és- maestro que el modelo tecnológico
tas sólo pueden tener un valor peda- subvaloraba.
gógico, como en el caso presente,
cuando se trata precisamente de su- De lo que se trataba en la
brayar el carácter de la educación época del predominio de la tecnología
como espacio de la comunicación, educativa era de enfrentar un modelo
condicionado por ella, posible a tra- de escuela basado en el diseño previo
vés de ella y orientado hacia ella. Lo de actividades que el maestro debía
que sostenemos es, pues, que la edu- realizar (aunque se ofrecían como
cación es comunicación orientada a opcionales) para cumplir una larga lista
la ampliación y al enriquecimiento de de objetivos ligados a esas activida-
la comunicación. des, modelo que se imponía en ausen-
cia de una política eficaz de capacita-
En un trabajo realizado hace ción docente (lo que convertía la au-
ya varios años por el grupo de inves- tonomía del maestro en retórica). Y
tigación pedagógica de la Universi- se enfrentó poniendo de presente la
dad Nacional,1 se insistía en recono- comunicación como elemento, medio
cer el carácter comunicativo de la y contenido, razón de ser y condición
relación pedagógica, por oposición a de posibilidad de la relación pedagó-
la visión instrumental de la misma. gica. El problema era que las imáge-
Eran los tiempos del auge de la lla- nes de la escuela como un espacio
mada “tecnología educativa” que asimilable a la fábrica podían tener una
enfatizaba el modelo curricular del importante función ideológica sobre los
diseño instruccional: la acción peda- maestros. No es sólo que el maestro,
gógica concebida como un conjunto convertido en una máquina de ense-
de átomos (objetivo, actividad, eva- ñar, puede ser reemplazado idealmen-
luación) prediseñados y el maestro te por la máquina de enseñar, con lo
como un “administrador” del currícu- que se desconoce la parte esencial del
lo; un modelo donde se predecían, proceso de socialización, el contacto
desde fuera del aula, las interacciones entre los jóvenes y los adultos deposi-
con los estudiantes y sus resultados. tarios del conocimiento y la experien-
Quienquiera que en ese tiempo asu- cia, sino que se olvida que la tarea
miera la tarea de la crítica tenía un social de los maestros los convierte
opositor claramente caracterizado. Es en trabajadores de la cultura cuya
cierto que el análisis enfrentaba un autonomía y responsabilidad son
peligro: el de confundir una propues- inalienables porque son protagonistas
ta didáctica explícita y sistemática (la de un proceso de formación de ciu-
de la tecnología educativa) con la rea- dadanos, es decir de individuos autó-
lidad de la escuela. Quizás el primer nomos y responsables (a los valores
obstáculo de la tecnología educativa de autonomía y responsabilidad debe
era precisamente la ausencia de com- añadirse, en la formación del ciuda-
dano, la solidaridaridad). a las imágenes que los estudiantes tie-
nen del maestro, relacionadas con
La crítica de la tecnología ideas previas sobre lo que él debe
educativa se podía resumir, siguiendo hacer de acuerdo con la rectitud.
la terminología de Habermas2 , en el
reconocimiento de que la relación pe- En efecto. Cuando los conte-
dagógica debía ser vista como una nidos escolares no tienen significado
interacción comunicativa y no como para el estudiante el único sentido que
una acción instrumental. Formar ciu- poseen es el de elementos de un ri-
dadanos no es lo mismo que construir tual aceptado pero no comprendido (un
piezas para una maquinaria. rito sin mito). A la clase, como a la
misa en latín, se asiste (y se asiente,
La crítica tenía la intención de como si se participara) pero desde una
rescatar la autonomía del maestro y exterioridad que excluye una forma
la responsabilidad correspondiente. de comunicación en la que se juzga
Pero sirvió para explicitar la conexión sobre lo que el otro dice. La comuni-
esencial entre educación y comunica- cación carece de un elemento funda-
ción y para promover una mirada del mental: no puede decirse siquiera si
proceso educativo más consciente de es verdadero o falso lo que se comu-
las dificultades resultantes de la rup- nica. Si lo que el maestro propone no
tura de la comunicación en la escue- tiene sentido es tanto como si estu-
la. Es posible incluso pensar desde la viera mintiendo. No vale la pena es-
comunicación muchos de los temas cucharlo porque no se cumple el pre-
que se han instalado en el centro del supuesto de la veracidad.
debate pedagógico de los últimos
años. Cuando en la comunicación
no se dan las condiciones que garan-
Si se parte de las condiciones tizan la comprensión, se recae en el
de posibilidad de la comunicación se- ritual, en el sin sentido, en la obliga-
ñaladas por Habermas (los presu- ción ilegítima, en el aburrimiento. La
puestos de verdad, comprensibilidad, ausencia de comprensión puede de-
sinceridad y rectitud3 ) y se piensa en berse a múltiples factores: Es posible
los problemas reconocidos actualmen- que el tema de la comunicación re-
te en la investigación pedagógica, es quiera de ciertos presupuestos de los
posible descubrir cómo estos temas que se carece. En casos como el de
pueden ser reconocidos desde la pers- las matemáticas, la ausencia de un
pectiva de la comunicación: el proble- presupuesto puede ser trágica a largo
ma del sentido de los contenidos está plazo: quien dejó de comprender una
ligado al presupuesto de la verdad, las operación o una relación fundamen-
dificultades de acceso a los códigos tal, tampoco puede, en principio, com-
de la escuela, diferentes según secto- prender los desarrollos que se siguen
res sociales, a la exigencia de com- de su aplicación. La comunicación en
prensibilidad, la ausencia de convic- matemáticas puede romperse desde
ción del maestro -o de su falta de do- los primeros años de escuela, ocasio-
minio de los contenidos escolares- lle- nando el abandono del sistema y ge-
van a los estudiantes a sospechar de nerando en el estudiante una concien-
falta de sinceridad, importantes difi- cia de incapacidad de efectos impre-
cultades con las que tropiezan las in- decibles. Es posible que el lenguaje
novaciones pedagógicas están ligadas de la clase sea esencialmente distan-
te del que se utiliza en la vida cotidia- La tradición pedagógica ha-
na, que las relaciones entre los signi- bía reconocido la importancia de la
ficados, los contenidos a los cuales comunicación. En la escuela activa de
están asociados y los contextos de su entre guerras y en las propuestas ba-
uso en la escuela no se correspondan sadas en el aprendizaje por descubri-
con los que tienen vigencia en la fa- miento de las últimas dos décadas se
milia y en el barrio, que exista una di- planteaba como un momento necesa-
ferencia insalvable de códigos. Es rio de construcción colectiva del co-
posible que las fuentes de conocimien- nocimiento, la necesidad de explicitar
to o las formas de evidencia de los los supuestos y de avanzar colectiva-
estudiantes sean muy distintas de las mente discutiendo hipótesis sobre re-
que presume la escuela. En cualquie- sultados y procedimientos posibles.
ra de estos casos no se cumple el pre- También se planteaba como una es-
supuesto de la comprensibilidad. trategia importante de labor la discu-
sión entre los estudiantes sobre las
Cuando el maestro no se re- formas de trabajo y enfoques posibles
conoce en la tarea que realiza, cuan- de los problemas. Esto es recogido
do se siente ajeno a los contenidos que actualmente como elemento esencial
constituyen el tema de su exposición, del aprendizaje en las corrientes
cuando desconoce el sentido de lo que constructivistas.
comunica y se resigna a realizar su
trabajo como un trabajo alienado, su Existe, en primera instancia,
propia incredulidad se transmite; el consenso sobre la importancia de la
estudiante descubre que él no se ma- argumentación. La cultura académi-
nifiesta en lo que manifiesta, que no ca se caracteriza4 por la solidaridad
es sincero. No hay razón para creer de tres elementos: la discusión racio-
lo que alguien dice sin convicción, lo nal, la vinculación con la tradición es-
que alguien impone sin comprender- crita y la prefiguración y reorientación
lo. No se cumple el presupuesto de la de las acciones. Esto no excluye, cla-
sinceridad. ro está, la importancia de una educa-
ción de la sensibilidad, de un afina-
Cuando las formas de asocia- miento de la mirada basado en el de-
ción o de trabajo que implican los sarrollo de la observación y en el en-
métodos pedagógicos no tienen un riquecimiento de las herramientas teó-
respaldo en experiencias previas de ricas y técnicas disponibles. Mucho
los estudiantes, cuando el maestro es menos puede desconocerse el papel
muy diferente de lo que debe ser de de la ética y la estética en la vida aca-
acuerdo con las imágenes de autori- démica. Pero si algo caracteriza a la
dad o de sujeto depositario del saber academia es precisamente su co-
que manejan los estudiantes y no se nexión con las formas universales de
esfuerza por explicar su actitud o la comunicación.
cuando no cumple con las reglas del
juego, cuando abusa de su poder o se La argumentación, la
exime de exigencias que impone a sus fundamentación del propio punto de
estudiantes, la comunicación se rom- vista, el reconocimiento del otro y la
pe porque, en formas distintas, en cada búsqueda de consensos discursivos no
uno de estos casos no se cumple el constituyen sólo condiciones para la
presupuesto de la rectitud. vida democrática, la discusión racio-
nal que estas acciones hacen posible
es un requisito del trabajo académi- toria de las ciencias que han tratado pítulo primero del primer libro de la
co. Aunque en la academia se den de caracterizar el trabajo científico. Política- no hace nada en vano. Mas
también otras formas de reconoci- Se trata, para el caso de la enseñanza sólo el hombre entre todos los seres
miento, como el respeto por la autori- de las ciencias, de trasladar a la es- vivos posee el lenguaje. El sonido de
dad y las formas rituales, y formas de cuela, teniendo en cuenta las diferen- las voces es un indicador tanto para
conocimiento no propiamente cias de escenario, las estrategias de lo opresivo del dolor como para lo
discursivo, la discusión racional tiene producción de conocimientos. Se par- enaltecedor del placer y por ello apa-
un papel decisivo en la contrastación te, claro está, de algo en lo cual los rece también en otros seres vivos....
de hipótesis e interpretaciones que docentes comprometidos no se con- El lenguaje, en cambio, revela lo que
permite elaborar los acuerdos que sir- fundieron nunca: el conocimiento es- siempre está en nosotros y lo que nos
ven de base a los paradigmas. La lec- colar no coincide con el conocimiento rehuye y así también revela lo justo y
tura, la escritura, el acceso al manejo extraescolar, pero tampoco con el lo injusto. Pues esto es lo específico
de la información y el reconocimiento conocimiento científico. Esa diferen- del hombre frente a los otros seres
de la importancia de una historia de cia, sin embargo, no implica el desco- vivos, que sólo él tiene el sentido de lo
los problemas que se sedimenta en nocimiento de que el proceso de bueno de lo malo, de lo justo y de in-
textos -textos que hacen posible la aprendizaje es, en realidad, un proce- justo y de cosas de esa índole y es
apropiación de lo construido por ge- so de construcción de conocimientos. comunidad de estas cosas lo que
neraciones muy anteriores y la acu- Como proceso de construcción de constituye la esencia de la casa y de
mulación y transformación de los conocimientos, el aprendizaje puede la ciudad”. No es extraño que
saberes- son condiciones de la cultu- organizarse en cierta medida como se Gadamer5 se apoye en esta cita de
ra académica como empresa colecti- organiza el trabajo de un grupo de in- Aristóteles para sus consideraciones
va que excede las fronteras naciona- vestigación. El planteamiento del pro- sobre la cultura y la palabra. Lo que
les a través de los tiempos. El diseño blema es el resultado de un consenso específicamente sostiene Aristóteles
de los experimentos, la construcción sobre enfoques, sobre términos y teo- es que aquello que constituye la cul-
de modelos que permiten predecir rías de referencia, un consenso en tura existe en la palabra y en el acto
comportamientos, la preparación de donde afloran intereses y experiencias de la comunicación. Gadamer intenta
escenarios posibles, la planeación sis- diversas. La formulación de hipótesis una primera definición de cultura como
temática de las acciones, la aplicación o supuestos explicativos es un trabajo “el ámbito de todo aquello que es más
de teorías que permiten predecir fe- colectivo en donde cada cual argu- cuando lo compartimos6 ”. Aquello
nómenos, son formas distintas de menta sobre su punto de vista y res- que define el sentido último de las
prefiguración de resultados de las ac- ponde objeciones. Los métodos de tra- acciones humanas es posible porque
ciones que es fácil reconocer en el bajo son previamente discutidos y el lenguaje hace posible la existencia
trabajo de la ciencia y en general, de acordados. Los resultados niegan o de las ideas y porque hace posible la
las disciplinas académicas. La com- confirman previsiones cuestionadas y comunicación. Nosotros, que hemos
binación de estos tres elementos es lo argumentadas.. La pedagogía actual dejado atrás ciertas figuras de la me-
que define la potencialidad de la aca- es explícita en el reconocimiento de tafísica estamos obligados a invertir
demia y le da identidad. que la educación es comunicación. la ultima reflexión: Sólo la comunica-
ción hace posible el lenguaje. Sólo
La nueva pedagogía, que ha Esto naturalmente no sor- gracias a ella es posible la sociedad y,
dado en llamarse constructivismo es prende. La tarea de la educación es por tanto, el hombre.
una sistematización de lo que hace hacer posible la apropiación por parte
tiempo se ha dado en la práctica de cada uno del acumulado de cultu- Para nadie es un secreto
innovativa de muchos maestros y de ra que le permite vivir en sociedad. que la realidad se construye través del
lo que se da sin necesidad de La cultura es lo específicamente hu- lenguaje, que, como dijo Hölderlin “so-
explicitación en los laboratorios e ins- mano, la fuente de sentido de las ac- mos una conversación”. Lo que son
titutos en los que se produce conoci- ciones humanas. Ella está hecha de las cosas nos fue enseñado a través
miento. Resulta del encuentro entre un material intangible: de relaciones, del lenguaje. En el lenguaje se nos dio
las teorías ocupadas del desarrollo de símbolos, de comunicación. “La la manera de relacionarnos con todas
cognitivo y la epistemología y la his- naturaleza -dice Aristóteles en el ca- las cosas y con los otros. Justamente
Heidegger llama al lenguaje la “habi- mente eficaz, porque a la función de instituciones y el impacto de los me-
tación del hombre”. El significado de exclusión añade la de legitimación. En dios masivos de comunicación. La in-
lo que nos rodea y particularmente las efecto: el excluido encuentra perfec- vestigación pedagógica no ha hecho
ideas de lo justo y de lo injusto, la his- tamente razonable su exclusión por- el énfasis que se requiere en este es-
toria. la identidad y cualquier forma que admite que no maneja el lenguaje pacio7 .
posible de trascendencia nos son da- que requiere para decidir sobre cier-
das en el lenguaje. Sólo en el lenguaje tas cosas. El problema es que estas En la época en que se inicia-
existe la utopía y sólo en él se cons- cosas “ajenas” pueden, de todos mo- ba la investigación de la conexión en-
truye lo otro que permite el cambio dos, concernirle directamente. tre comunicación y escuela en el país
de la sociedad. El lenguaje, la comu- -hace un cuarto de siglo- los medios
nicación, como dice Aristóteles, es el La comunicación es así, ade- masivos ocupaban ya un lugar funda-
lugar de lo específicamente humano. más de medio y condición, objetivo mental en el universo de la cultura;
principal de la educación. Para que la ya las necesidades creadas por ellos
La educación tiene la tarea educación pueda cumplir la tarea que y las informaciones que circulaban a
de asegurar la extensión y la supervi- se le ha encomendado tiene que ser través de ellos estaban erosionando
vencia de la cultura como medio de sensible a las transformaciones de la la legitimidad de la escuela, pero a las
existencia del hombre y como razón cultura. Preparar a alguien para vivir propuestas de los medios había la po-
última de sus acciones. La cultura es en una cultura significa darle herra- sibilidad de enfrentar propuestas de
comunicación. la escuela es así un mientas para comprenderla para ha- la política; al vértigo de las imágenes
espacio privilegiado de la comunica- llarse en ella y construirse dentro de producidas por la tecnología podía
ción que prepara para la comunica- ella, para reconocerla y tomar distan- enfrentarse el tiempo de la historia y
ción. cia crítica frente a ella, para apropiár- el sueño compartido y a la fascina-
sela y para cambiarla. ción de los medios podía enfrentarse
Basta a este propósito seña- la pasión por proyectos sociales de
lar un tema reiterado de la investiga- La cultura es el tema de la largo alcance y la fuerza de las uto-
ción pedagógica que ya hemos men- educación. Si las ciencias son impor- pías. La historia subsiguiente ha
cionado. Los lenguajes funcionan tantes no es sólo por su conexión con explicitado nuevos problemas. Por ello
como sistemas de exclusión. Sólo la técnica, es también, y principalmen- es en los últimos veinte años cuando
quien posee el lenguaje que utiliza una te, por ser expresiones y realizacio- los estudios sobre cultura y comuni-
comunidad (el lenguaje que la consti- nes paradigmáticas de la cultura. Por cación en América Latina han puesto
tuye y que le da identidad) puede es- fuera de su significado como cultura en evidencia la verdadera magnitud
tablecer comunicación con los miem- las ciencias no son más que discursos de la transformación cultural debida
bros de esa comunidad y ser recono- vacíos. La historia y la ética tienen a las revoluciones en la comunicación.
cido por ellos. Quien no maneja los sentido como cultura y es la cultura lo
códigos de la comunicación con una que hace posible el placer del arte, el El panorama cultural ha cam-
determinada comunidad está exclui- goce de la literatura, el compromiso biado de tal modo que nadie podía pre-
do de ella. Las formas de exclusión religioso o político. decir con suficiente antelación el sig-
son, claro está, formas de poder. La nificado de lo que se estaba gestando.
educación cumple así, a todos los ni- Muchas investigaciones rea- La música parece haber ocupado el
veles, la tarea de hacer posible la par- lizadas en el campo de los problemas lugar que correspondió a los discur-
ticipación de los individuos en el des- aludidos se centran en las relaciones sos de los jóvenes de hace un cuarto
tino de las comunidades. Los prepara dentro del aula. Hoy no es posible, sin de siglo. Las utopías revolucionarias
para participar en las decisiones de embargo, limitarse a lo que ocurre en han perdido su fuerza cohesionadora
las cuales estarían excluidos por ca- la escuela. Los principales problemas y no han dejado un sustituto para la
recer de las herramientas básicas de de la comunicación provienen de un experiencia de trascendencia que ha-
la comunicación que se establece en- cambio cultural muy importante que cían posible; como si las imágenes y
tre quienes deciden. La exclusión que resulta de la acción de factores como los sonidos se agolparan, multiplicán-
hace posible la multiplicidad y espe- las migraciones del campo a la ciu- dose y diversificándose
cialización de los lenguajes es doble- dad, la pérdida de legitimidad de las prodigiosamente, en el presente, de-
jando a la historia y al futuro conver- trucción de formas de sensibilidad de la imagen. En esta cultura se debi-
tidos en desiertos. cuyo desconocimiento puede ser fa- lita drásticamente la hegemonía de lo
tal para las instituciones encargadas escrito que se había constituido a par-
En lo que atañe a la escuela, de la educación. tir de la invención de la imprenta. Una
sin embargo, el momento presente es parte cada vez más importante del
mucho más interesante de lo que se La tarea de quien reflexiona conocimiento significativo se expre-
ofrecía hace veinte o treinta años: sobre la pedagogía se ha vuelto ma- sa, se transmite y se apropia a través
coexisten modelos de escuela muy ravillosa y complicada: no puede cir- de las imágenes y los sonidos.
diferentes; la conexión entre la escue- cunscribirse a la forma más lógica
la y su entorno se reconoce como (epistemológica y psicológicamente La investigación de este fe-
necesaria (e inevitable); ya no es tan hablando) de organizar los contenidos; nómeno cultural se ha venido hacien-
fácil culpar al estudiante de los fraca- debe pensar el problema de las do por distintas vías. Una de ellas, la
sos escolares; se ha propuesto inclu- interacciones entre universos cultura- que acude a la teoría (o a la metáfo-
so a las escuelas elaborar sus propios les distintos porque la ciudad es un ra) de los hemisferios cerebrales, tie-
proyectos pedagógicos sobre la base territorio de conflictos entre historias ne importantes adeptos entre los in-
de ciertos contenidos mínimos; la com- disímiles y opuestas y la cultura aca- vestigadores de la educación y los teó-
plejidad real de la relación pedagógi- démica es muy diferente de la que se ricos de la comunicación. Preferimos
ca ya no puede soslayarse ni ence- va configurando por la acción de los hablar de metáfora al referirnos al
rrarse en fáciles esquemas; los me- medios; debe aceptar el hecho de que esfuerzo de pensar elementos esen-
dios masivos de comunicación ame- las paredes de la escuela se han de- ciales del cambio cultural desde un
nazan con sustituir a la escuela en ta- rrumbado porque ya no es posible si- discurso asociado a las conexiones
reas estratégicas como la formación lenciar en su interior proyectos e in- entre las operaciones mentales y la
de valores y el desarrollo de compe- tereses que no se reconocen en ella; biología. Aunque sea posible acumu-
tencias. debe reconocer que la cotidianidad de lar mucha evidencia experimental que
la familia se ha visto asaltada por un asocia ciertas operaciones (las del
Antes de que los contenidos intruso deseado: esa ventana al mun- análisis y las pautas de tipo técnico)
escolares juiciosamente dosificados se do virtual sin distancias euclidianas y al hemisferio izquierdo y otras (las de
deslicen entre el estudiante y sus pre- sin tiempos lineales que es el televi- la imaginación) al hemisferio derecho,
guntas posibles, una explosión de in- sor. Es prácticamente imposible en- la cultura sigue siendo más compleja
formación fragmentaria y superficial cauzar un deseo tan variado y tan de lo que es posible pensar a través
que se origina en los medios, en el variable. de esas dicotomías. Incluso desde el
espacio de la propaganda y la noticia, interior de esas teorías se ha adverti-
precipita preguntas urgentes para las Lo que constituye el espacio do, también a partir de evidencias ex-
cuales los docentes no se encuentran de la escuela, su materia y su medio, perimentales, que la descripciones ini-
preparados, sugiere conexiones inédi- es, como hemos visto, la comunica- ciales eran muy esquemáticas, que las
tas entre el espacio de la cotidianidad ción, y esas novedades a las cuales imágenes pueden operar como pau-
y las catástrofes del universo y pone hacemos referencia han aparecido tas, que unas funciones sustituyen a
en evidencia el sin sentido de las pre- precisamente en el territorio de la co- otras, que ciertos problemas se resuel-
ocupaciones de la escuela para los municación. ven por analogía, sin acudir a la lógi-
niños y jóvenes que crecen en un en- ca formal que se supone que requie-
torno de intereses ligado a la veloci- Se trata de lo que, siguiendo ren. No es tarea de este texto reali-
dad y multiplicidad de las propuestas a McLuhan, se ha caracterizado como zar una reflexión sistemática sobre
de la competencia entre las mercan- cultura electrónica. Esta cultura se esas teorías de indudable interés cien-
cías y a la correspondiente prolifera- soporta en la televisión, en las imáge- tífico que, sin embargo, corren el ries-
ción de las imágenes. Impredecibles nes de la publicidad y en los nuevos go de convertirse, por fuera de su te-
universos estéticos, éticos y políticos medios de comunicación electrónica. rritorio, en sustitutos de la reflexión
aparecen en el espacio de lo visual y Pero incluso los cómics y otros pro- indispensable sobre la cultura. Aludi-
lo auditivo y contribuyen eficazmente ductos editoriales contemporáneos se mos a ellas porque tematizan, desde
-quizás más que la escuela- a la cons- instalan en el espacio del predominio una perspectiva muy diferente a la que
asume este texto, un problema impor- Distintos autores se han ve- riencia extraescolar y los me
tante: el cambio cultural al que asisti- nido ocupando de este cambio cultu- dios.
mos es fundamental en un sentido ra- ral, desde el optimismo por las posibi-
dical porque afecta las formas mis- lidades de la tecnología -una nueva -las estrategias de trabajo de
mas de la sensibilidad. Constituye un sensibilidad cuyas posibilidades son los contenidos, que se dedic
soporte nuevo para las evidencias y múltiples, liberada de la linealidad del an con mucha frecuencia a
obliga a reconocer formas de conoci- texto escrito- (McLuhan) hasta el asegurar la memorización de
miento que no habíamos imaginado o pesimismo por la crisis de una cultura fórmulas mal comprendidas
que habíamos descuidado. del aislamiento -el modelo del hom- en lugar de centrarse en la so
bre instalado ante los aparatos, como lución colectiva de problemas
Paralelamente a estas inves- en una nave espacial, viviendo la rea- significativos,
tigaciones de orden psicológico y lidad virtual, separado del mundo y de
neurológico, la antropología explora, los otros, en ciudades cuyo producto -las formas de reconocimien
en su intento de entender otras cultu- principal es la basura, también la ba- to e integración social, en las
ras, formas de ordenar y comprender sura informática- (Baudrillard). No es cuales parece indispensable
los fenómenos que no corresponden nuestro propósito desarrollar una pro- pasar de las jerarquías
a nuestras costumbres intelectuales, puesta distinta de la invitar a maes- incuestionadas a las que se
que inicialmente se reconocen como tros e investigadores a afrontar el reto legitiman por el trabajo y de
típicas de culturas muy diferentes de del diálogo entre pedagogos y teóri- la competencia
la occidental, pero que podrían corres- cos de la cultura y la comunicación. máximamente individualizada
ponder, en ciertos casos, a formas Pero es necesario insistir en que, para al trabajo en equipo y al de
culturales que la civilización tecnoló- sobrevivir, la escuela debe enfrentar sarrollo de conciencia de gru
gica hace posible, o que ella pone en con flexibilidad e inteligencia las mu- po,
evidencia Lo que en un principio ex- taciones culturales.
presa lo diferente (las culturas -las formas de evaluación,
“preescriturales”) puede ser un pun- Estas transformaciones impli- que no pueden seguir siendo
to de partida consistente para reco- can urgentes cambios en la escuela. experiencias localizadas al fi
nocer la actualidad de una cultura, la Ellas afectan: nal del proceso de aprendiza
occidental, que había decidido pensar- je y ajenas a él, sino parte in
se a sí misma desde el modelo de lo -la selección de los conteni tegrante y permanente del tra
escrito y había construido desde ese dos escolares, que actualmen bajo cuya responsabilidad es
modelo su identidad. Tal vez el enfo- te están muy lejos de los inte de los estudiantes y no sólo
que antropológico disminuye el riesgo reses de la vida cotidiana, de del docente, lo que implica es
de caer en el reduccionismo terminados crecientemente trategias como la evaluación
cientificista, en la tentación tecnoló- por las mensajes de los me colegiada y la autoevaluación,
gica que subyace a la ciencia natural dios masivos de comunica-
construida por la modernidad. ción. -las técnicas empleadas que
en la medida de lo posible
Ignorar las transformaciones deben ampliarse al uso
que ocurren actualmente en la cultu- creativo de materiales
ra es condenar la educación al sin -la jerarquización y el orden- audiovisuales cuyo impacto es
sentido y al silencio. Estas transfor- amiento de tales contenidos, ya mayor que el de los textos
maciones despojan de sentido la tras- que sigue criterios lógicos o tradicionales,
cendencia y la universalidad que ser- epistemológicos que relegan
vían de soportes a la educación, crean las aplicaciones al final de los -los espacios escolares, te
una atmósfera de anomia, donde la temas como puras y simples niendo en cuenta que el ais
identidad es pura imagen y se cons- aplicaciones de la teoría, en lamiento de la escuela es im
truye como tal. lugar de considerar las herra posible en los tiempos actua
mientas que aportan la expe les y que es posible aprender
muy significativamente en los cional del tiempo, como debilidad en “Tal vez todo eso, que no se contradi-
paseos al campo, en las un proceso de secularización conta- ce con las densidades o necesidades
pasantías en lugares de tra minado de “realismo mágico”, porque argumentativas de lo político, tenga
bajo, en el trabajo mismo, si la forma positiva, la que afirma la iden- alguna importancia en las formas en
se hacen las preguntas ade tidad de los pueblos y permite la crea- que comprendamos, acompañemos e
cuadas y se crea el clima ne ción de otras formas de vida, asimi- inventemos las salidas para esta Amé-
cesario para convertir los lu lando crítica y creativamente las he- rica Latina estrangulada por el
gares (la calle, el campo, la f rramientas creadas por la nueva cul- neoliberalismo y la dependencia, y
ábrica, la oficina, el taller, el tura, no es visible precisamente por la necesitada de construir, desde concep-
área dedicada al deporte) en contaminación de las imágenes. ciones culturales menos
espacios pedagógicos, me instrumentales, su sentido histórico”1 .
diante estrategias que permi
tan convertir la experiencia Ante todo, es necesario partir de una
colectiva en tema de discu conciencia de los cambios en el espa- Citas

sión orientada por el maestro, cio de lo comunicativo que, como se


1 -A. MOCKUS et. al., “Límites del cientificismo
ha dicho, propician mutaciones cultu- en la educación”, Revista Colombiana de Educación, N°

-los tiempos de la escuela, rales de magnitud impredecible. Es- 14, 1984, Universidad Pedagógica Nacional, Bogotá.

pues no es posible hacer un tas nuevas formas implican formas 2 -J. HABERMAS, “Aspectos de la racionalidad

prediseño curricular de los i nuevas de conocimiento, de eviden- de la acción”, en Teoría de la Acción Comunicativa:

Complementos y Estudios Previos, Cátedra, Madrid,

ntereses ni mantener la aten cia, de conexión entre imágenes, ges- 1994, p.369-395.

ción por tiempos calculados tos y palabras. Es algo que trascien- 3 -J. HABERMAS, “¿Qué significa pragmática

y ordenados por un técnico de con mucho la lógica de una escue- universal?”, en Op.Cit., p. 299- 368.

desde el escritorio, y la circunscrita a los códigos de lo es- 4 -Cf. A. MOCKUS et. al., Las Fronteras de la

Escuela, Ed. Sociedad Colombiana de Pedagogía,


crito. Pero como dice Aníbal Ford
Bogotá, 995.

-las actitudes de los maestros, 5 -H.G. GADAMER, “La cultura y la palabra” en

Elogio de la Teoría, Ediciones Península, 1993. (La cita


muchos de los cuales pade
anterior de ARISTÓTELES Política Libro, 1 Capítulo 1,
cen la educación en lugar de sigue la versión de Gadamer)
vivirla como una aventura, 6 -IBID, p.12.

sometidos como están al des 7 -Sería necesario matizar esta afirmación. Ver,

conocimiento social y la ur por ejemplo el trabajo de Marco Raúl MEJÍA, “Las

nuevas comunicaciones educativas de lo escrito a lo


gencia de las necesidades pri digital”, Cinep, Ponencia en la III Semana Iberoamerica-
marias insatisfechas. na de Educación, OEI, Bogotá, 1994, o el libro del

mismo autor Educación y Escuela en el Fin de Siglo,

La reflexión sobre la cultura Cinep, Bogotá, 1995.

8 -A. FORD, Navegaciones.Comunicación,


puede mostrar la gravedad de los pro-
Cultura y Crisis, Amorrortu Editores, Buenos Aires,
blemas actuales y la dificultad de ha- 1994. p. 41.
cerles frente. Pero puede también
abrir posibilidades de trabajo inéditas
que resultan de hacer visibles poten-
cialidades propias del complejo mun-
do latinoamericano. Aún no conoce-
mos lo que la filosofía neo hegeliana
hubiera llamado las fuerzas esencia-
les de nuestra cultura. Tal vez estas
fuerzas aparecen en su forma negati-
va como incapacidad de asimilar los
modelos de producción de las gran-
des metrópolis, como dificultad de
hacer un manejo suficientemente ra-

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