Todos los días las personas son puestas en la cárcel, obligadas a pagar impuestos o a
hacer trámites en Ministerios y dependencias públicas. Son forzadas a pagar deudas,
multas o a pasar alimentos a sus familias. Tienes que entender los requisitos para
inmigrar o conocer cuáles son tus derechos fundamentales o las reglas de tránsito. El
Derecho está en todo. Las normas están tan presentes en la vida misma como el aire
que respiramos.
Resulta irónico pensar que el Derecho está en todo y, sin embargo, el desconocimiento
de derechos por parte de la población peruana, hace que en muchos casos las personas
no sepan qué hacer cuando son víctimas de una injusticia.
Como bien se mencionó anteriormente, uno de los mayores problemas sobre la realidad
de la población penitenciaria es que desconocen sus derechos como tales, ya que se
puede deber a los siguientes contextos:
Se tiene en cuenta acerca de la realidad por la que cada uno tiene para poder acceder
al conocimiento: algunos poseen un grado universitario, algunos habían completado
escuela superior, otros contaban con educación técnica o vocacional y otros vivían en
completa ignorancia.
Por otra parte, algunos presentan total desconfianza con la información que ofrece el
Estado a ellos.
BENEFICIOS PENITENCIARIOS
DEFINICION
“Son incentivos que el Estado concede a efectos de dar bienestar al interno para lograr
su readaptación social, mediante la acción de diversas accionesde
terapia, educación y disciplina, basados en el autocontrol que lo obligara a su reingreso
de no conducirse, respetando las normas de convivencia social”.
El reglamento del Código de Ejecución Penal señala que los beneficios penitenciarios
“Son estímulos que se otorgan a los internos como parte del tratamiento progresivo
aplicado por nuestra legislación y responde a las exigencias de individualización de la
pena, considerando la concurrencia de factores positivos en la evolución coadyuvantes
a su reeducación y reinserción social. Los internos procesados o sentenciados, podrán
acceder, según el caso, a los beneficios penitenciarios siempre que reúnan los requisitos
correspondientes”.
Los beneficios penitenciarios han sido elemento de vital importancia para el recluso,
dado que implican un acortamiento de la condena. Ello induce al interno a cumplir los
requisitos que facilitan la consecución de dicho objetivo, para alcanzar así la libertad en
un periodo más corto de tiempo. Los beneficios penitenciarios responden a las
exigencias de la individualización de la condena en atención a la concurrencia de
factores positivos en la evolución del interno encaminados a conseguir su reeducación
y reinserción social.
Según nuestro Código de Ejecución Penal vigente, que sigue la misma clasificación del
Código de Ejecución Penal de 1985, con algunos cambios, los Beneficios Penitenciarios
son los siguientes: a) Permiso de salida; b) Redención de la pena por el trabajo y
la educación; c) Semi Libertad; d) Liberación Condicional; e) Visita íntima; y f) Otros
(estímulos y recompensas).
PERMISO DE SALIDA
La regulación del permiso de salida no es muy antigua. Podemos encontrar entre sus
antecedentes al Decreto Ley Nº 175881 de 1969 contemplado en su artículo 22º,
posteriormente el Decreto Legislativo Nº 330 de 1985 en su artículo 51º otorgaba el
permiso de salida para los internos por un término de hasta 48 horas; en la actualidad
nuestro Código de Ejecución Penal, Decreto Legislativo Nº 654, que en su artículo 43º
otorga el permiso de salida por un plazo de 72 horas.
Es una institución del Derecho de Ejecución Penal, por el cual se autoriza al interno a
salir del centro de reclusión por un breve período de horas o días
MODALIDADES
Salidas Transitorias o Permisos de Salida Ordinarios; por los que se autoriza a los
internos a salir del centro de reclusión, cada cierto tiempo y por un número de horas
determinado, para visitar a sus familiares, generalmente en determinada fase del
régimen progresivo, siempre que no constituya un riesgo para la sociedad y sea
provechoso para su rehabilitación. Puede ser salidas cada fin de semana que se
conceden en la última etapa o el tercer grado del régimen abierto.
Permisos de Salidas Extraordinarios; permiten la salida del interno por causas
humanitarias y en forma excepcional, en cualquier etapa de la ejecución de la pena, de
acuerdo al criterio del director del establecimiento.
"Es la libertad definitiva del interno por haber cumplido la pena impuesta en la
sentencia, a la que se ha computado los días redimidos por el trabajo o educación
realizada en el establecimiento penitenciario."
LA SEMI – LIBERTAD
Mediante este beneficio se permite al interno egresar (durante el día) del centro
penitenciario, para efecto de trabajar o educación, obligándose luego al término de la
jornada respectiva a pernoctar en su domicilio, sujeto a control e inspección de la
autoridad penitenciaria, del representante del Ministerio Público y del Juez Penal
respectivo. Para ello debe haber cumplido previamente un tercio de su condena o tres
cuartas partes de la misma, además de otras condiciones.
La Semi - libertad es un mecanismo de pre libertad concedido por el órgano
jurisdiccional competente, observando la buena conducta del interno, el tiempo de
permanencia de interno en el establecimiento penitenciario, y teniendo en cuenta la
evolución del trataminto penitenciario, su avance positivo en su rehabilitación.
Con la dación del Código de Ejecución Penal de 1991, la figura este magistrado dejó de
existir; permitiendo que el retraso en los procedimientos para la concesión de los
beneficios penitenciarios sea aún mayor.
Así también hubo un cambio sustancial entre el código de 1985 y el vigente de 1991, al
reemplazarse la obligación de volver en la noche al centro carcelario, por la "obligación
de pernoctar en sus domicilio quitándole el rastro de "semilibertad" y convirtiéndole en
una especie de "Liberación condicional", bajo la condición de trabajar o estudiar en el
día.
MODALIDADES
Una semi-libertad ordinaria que exige un tercio de la pena cumplida, a la que pueden
acogerse todos aquellos condenados que no tienen restricciones para solicitarlo.
Una semi-libertad extraordinaria o especial que exige dos tercios (2/3) de pena
cumplida, así como el pago previo de la reparación civil y de la multa respectiva en su
caso, o señalar fianza si es insolvente. En este caso, un condenado a 18 años de privación
de libertad, podrá solicitar este beneficio a los 12 años de pena cumplida (2/3). En el
supuesto que también se acoja a la redención de penas tendrá que ser en la modalidad
del 5x1, y si ha trabajado desde el primer día de carcelería, a los 10 años de pena efectiva
habrá logrado redimir 2 años, que adicionados a los años efectivos se le contará como
12 para acogerse a la semi-libertad, de tal modo que con sólo 10 años de pena privativa
de libertad efectiva se le puede otorgar este beneficio.
Mediante este beneficio, "el liberado sigue siendo técnicamente un penado, aunque su
vida trascurre en libertad efectiva sólo recortada en algunos sistemas por la vigilancia y
sujeción de determinadas restricciones y, en todo caso, sujeta a la condición de buen
comportamiento. De ahí, precisamente, la terminología de "condicional" con que se
recoge en los sistemas latinos, o "bajo palabra" (on parole) en los sistemas
anglosajones".
Este beneficio constituye una de las medidas de solución más importante frente al
problema sexual carcelario, la cual implica castidad forzada de los internos casados o en
convivencia. Nuestro CEP. señala que esta visita intima tiene como objeto principal
el mantenimiento de las relaciones del interno con su cónyuge o concubino, bajo
recomendaciones de higiene y planificación familiar así como de profilaxis médica.
Es el permiso de relación sexual que según las Naciones Unidas debe otorgarse
prescindiendo de la calificación de la conducta del reo, dado que el preso está privado
de su libertad ambulatoria; pero no, de su libertad sexual, así el permiso consiste en el
ingreso de la esposa o concubina a una celda o lugar especialmente acondicionado a
tales efectos para permitir a los esposos la relación sexual, no significando un premio
sino la satisfacción de una necesidad del interno y de su cónyuge libre.
En nuestra legislación las visitas íntimas se encuentran permitidas para los internos
casados o convivientes; pero su implementación en nuestras cárceles encuentra un
problema ante la necesidad de contar con personal especializado que realice las
evaluaciones respectivas antes de conceder este beneficio. No siendo posible en algunos
casos, que su acceso alcance para la población penal femenina.
La legislación prevé que la vista intima sea controlada por parte del interno como de la
visita relacionada a profilaxis, higiene y control de natalidad, hecho que traerá
la seguridad social, en los diferentes Establecimiento penitenciarios las visitas
conyugales ingresan hasta los ambientes de los internos, los cuales tiene
un respeto aceptable en los horarios y en la privacidad.