A finales de los años veinte se inventaron métodos para sincronizar el sonido grabado con la
película, dando lugar a nuevas posibilidades de uso de la música como parte de una película y no
meramente como acompañamiento en vivo de la misma. La primera película hablada fue The Jazz
Singer (1927), protagonizada por Al Jolson y que incluía escenas de éste cantando y otras escenas
en las que la música se usaba para acompañar la acción, como en las antiguas películas mudas.
Estos dos tipos de escena ejemplifican las dos categorías de música cinematográfica que han
existido hasta el presente:
La música escuchada o interpretada por los propios personajes, conocida como música
diegética o música de primer plano.
La música de fondo que transmite al espectador un estado de ánimo u otros aspectos de
una escena o un personaje, conocida como música no diegética o música de fondo.
A mediados de los años treinta, los principales estudios de Hollywood emplearon a compositores,
orquestadores, arreglistas y editores para que creasen música para sus películas y a orquestas que
las interpretasen; los productores de cine del extranjero reunieron a equipos similares. Tanto los
dramas como las comedias incluían con frecuencia números musicales como interludios o por
razones dramáticas.
A partir de 1929, los estudios de Hollywood produjeron numerosos musicales compuestos para el
cine. Romberg (Viennese Nights), Gershwin (Delicious y Shall we Dance?), Berlin (Top Hat), Kern
(Swing Time) y Porter (Born to Dance) escribieron la música de musicales cinematográficos
durante los años treinta, considerada la "edad de oro" del musical hollywoodiense.
Un desarrollo paralelo en Alemania fue la opereta cinematográfica, que incluía partituras de Franz
Léhar (¿Dónde está esta dama?) y otros compositores prominentes, pero la llegada de los nazis al
poder en 1933 llevó al exilio a muchas de las figuras relevantes.
La música se convirtió en parte integral de todos estos géneros cinematográficos, pues orientaba
las respuestas emocionales del espectador y daba profundidad a los sucesos vistos en la pantalla.
Tras la Segunda Guerra Mundial la interpretación y la composición musical, fueron utilizados por
ambas partes (Estados Unidos y la Unión Soviética) como "estadios" de la competición.
A Hard Days Night (1964). de los Beatles, fue un éxito financiero como película y como disco de
banda sonora y muchas otras películas siguieron un modelo parecido de lanzar al mercado
conjuntamente la película y la banda sonora.
3) Mencionar un músico académico que haya incorporado elementos del jazz en su estilo.
Ejemplificar con una obra.
Darius Milhaud (Marsella, Francia, 4 de septiembre de 1892 - Ginebra, 22 de junio de 1974) fue un
compositor francés cuyas obras se caracterizan por el empleo de la politonalidad, así como de
patrones rítmicos derivados del jazz. Perteneció al Grupo de los Seis francés.
Milhaud, miembro muy prolífico de Los Seis, fue probablemente el más influido por la música
latinoamericana y el jazz. Se puede comprobar en dos de sus ballets más conocidos, El buey sobre
el tejado (https://www.youtube.com/watch?v=Bv9ii_uc2Rc) y La Création du monde
(https://www.youtube.com/watch?v=658FaqJvj-4). Su tendencia antirromántica, que compartió
plenamente con el grupo, se puede apreciar en obras como la música que escribió para el texto de
un catálogo de semillas, que apareció con el título de Catalogue de fleurs.