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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE

HIDALGO
INSTITUTO DE CIENCIAS BÁSICAS E INGENIERÍA

Área Académica de Ingeniería y Arquitectura

Licenciatura en Arquitectura

Ensayo: Las causas y consecuencias del desarrollo del Centro


Minero en Pachuca

Valoración de la Arquitectura Contemporánea Universal

Alumna: Nancy Cerón Suárez

octubre de 2018
INTRODUCCIÓN

El objetivo del presente trabajo es analizar los efectos que tuvo la modernidad arquitectónica
en Pachuca, describiendo su formación en México y cómo es que eso afectó la manera en
que llegó a la zona de Hidalgo.
Sabemos entonces que, posterior a la segunda guerra mundial, se retoman los movimientos
arquitectónicos y se realiza por primera vez una revisión del movimiento moderno.
A partir de ello comienzan a realizarse diversos planteamientos sobre cómo debería ser la
arquitectura. En el caso de México, Mathias Goeritz planteó la “arquitectura emocional”.
Y fue debido a las ideas modernistas de arquitectos como Frank Lloyd Wright, Le Corbusier,
Mies Van Der Rhoe y Walter Gropius, por solo mencionar algunos, que surge una pauta para
que en México se iniciara una transformación en la forma de construir.
Sin embargo, el legado más marcado es el de Le Corbusier, quien con sus postulados
defendió durante años: el edificio sobre pilotes, el jardín sobre la terraza, la planta libre, la
fachada independiente de la estructura y los amplios ventanales. Y es que, mucho de lo
anterior esta presente en obras de José Villagrán García, Juan O’Gorman, Mario Pani y
Pedro Ramírez Vázquez.
Ahora bien, para entender los efectos de la modernidad arquitectónica se debe saber
primeramente que la modernidad es cualquier tiempo o elemento que se contrapone a lo
clásico.
En la arquitectura mexicana se les coloca la modernidad a las obras realizadas después de
haberse consumado la Revolución Mexicana y hasta los años ochenta.
Dichas obras las hicieron arquitectos que captaron las verdaderas necesidades que el
pueblo requería en esa época, por ejemplo, hospitales, escuelas, edificios públicos,
habitacionales, entre otros. Estas necesidades surgieron posteriores a la guerra de
revolución del país, como consecuencia de la demanda del crecimiento natural e inmediato.
En palabras de Pablo Quintero, la “arquitectura moderna, en realidad se origina cuando el
arquitecto José Villagrán, por allá en 1926, trató de introducir los conceptos de arquitectura
funcional. Fue entonces que lo invitaron a dar clases en la escuela de San Carlos, se formó
un grupo de discípulos entusiastas, quienes aplicaron sus teorías, y a su vez las enseñaron:
O’Gorman, Enrique Del Moral, Mauricio Campos, etc. Todos ellos trataron de imponer dichos
principios a la arquitectura que se desarrollaba en esa época en nuestro país”.
Finalmente, la modernidad arquitectónica desplazó a los estilos que en su momento dieron
vida a un México de fines del siglo XIX y principios del siglo XX, debido a que la manera en
que se venía construyendo no llegaba al pueblo, por ello se buscó construir de una forma
funcional y práctica.
Muchas de las nuevas ideas en arquitectura, fueron tomadas de las noticias acerca de las
tendencias propuestas por escuelas alemanas, francesas, e incluso de lo que ya se estaba
construyendo en Estados Unidos.
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Autor: Nancy Cerón Suárez
ANTECEDENTES

En el siglo XIX, la arquitectura mexicana estaba influenciada por la arquitectura francesa,


debido a que, el presidente Porfirio Díaz, siempre traía las innovaciones de ese país y en
general quería replicar todas las construcciones europeas.
Al concluir la dictadura de Porfirio y la Guerra de Revolución, en México se empezó a sentir
la necesidad de generar un cambio en la arquitectura y la forma en que esta se construía,
por esto se retomaron ideas que llegaron del exterior.
En cuestiones sociales, la consolidación del régimen revolucionario exigió que se fortaleciera
el centralismo en México. Sin embargo, el sistema político naciente se enfrentaba a un reto
que difícilmente se lograría si se delegaba la responsabilidad a un solo hombre.
Dicha concentración de diversos poderes fue de gran magnitud, dejando un gran porcentaje
de producción y consumo en el valle de México. Esto ocasionó posteriormente una crisis
nacional, donde el país se vio obligado a llevar a cabo la descentralización.
En el Plan Nacional de Desarrollo 1983-1988, se consideró a la descentralización como
sinónimo de una profunda reforma estructural de la vida nacional, la cual debía impulsarse
a diversos niveles.
Este proceso de descentralización giró en tres direcciones. La primera fue la
desconcentración de facultades y decisiones a las representaciones federales. La segunda
fue la transferencia de áreas operativas a los gobiernos locales. Y finalmente la reubicación
de personal y oficinas fuera de la ciudad de México.
Ahora bien ¿cómo afectó la descentralización a Pachuca?
En 1984, la SEMIP seleccionó cuatro entidades del sector minero para su reubicación en la
Ciudad de Pachuca, Hidalgo. Y fue el sismo de 1985, en la Ciudad de México, que obligó a
acelerar la decisión de trasladar de inmediato a 2650 empleados de estas dependencias y
aunados a ellos, se trasladarían alrededor de 600 trabajadores para la SARH y el IMSS.
Así fue como se propuso la reubicación inmediata e integral del sector minero. Los criterios
que se tomaron en cuenta para establecer el Centro Minero Nacional en Pachuca fueron,
uno de carácter histórico debido a que la ciudad se considera “la cuna de la minería”; otro,
por la cercanía con la Ciudad de México; y finalmente se consideró que la ciudad cubría las
necesidades locales de servicios públicos urbanos.
Durante esa etapa de descentralización, el gobierno de Estado de Hidalgo siguió ofreciendo
a la entidad como centro receptor de dependencias federales por descentralizar, sin
embargo, no se consideró la problemática urbana que se presentaría, posterior a ello, en la
Ciudad de Pachuca.
Por esto es que la ciudad comenzó a presentar problemas que fueron el resultado de un
crecimiento urbano descontrolado a causa de la inmigración rural, instalación de nuevas
industrias, así como del mismo crecimiento natural. 3
Autor: Nancy Cerón Suárez
DESARROLLO

Aunque la modernización de la arquitectura llegó a Pachuca mucho antes que el Centro


Minero Nacional, decidí analizar este suceso que se encuentra ubicado, según muchos, en
los límites del periodo que abarca la modernización arquitectónica.
Primeramente, porque el proyecto del edificio fue un encargo del INCOREC al arquitecto
Teodoro González de León, quien, como sabemos, formó parte de la generación de
arquitectos fuertemente influenciados por los ideales lecorbusianos.
Además de que fue un icono de la arquitectura brutalista y fusionó la herencia del pasado
prehispánico con el modernismo.
Sus edificaciones, hechas con hormigón martillado o cincelado, nos trae el recuerdo de las
rocas volcánicas de México y les brindan a los visitantes una agradable secuencia de
espacios abiertos en diferentes niveles. Este efecto les da a todas sus construcciones una
escala humana.
Teodoro González de León les dio un nuevo sentido monumental a las instituciones con
parteluces y pérgolas de concreto aparente, heredadas del ultimo expresionismo corbusiano.
Por ello es que creo conveniente que, en una época en que el egocentrismo y la
comercialización dominan parte del mundo arquitectónico, es agradable poder estudiar el
trabajo de un arquitecto que, de formal natural y sobre la base de la tradición arquitectónica
mexicana, contribuyó a la modernización de la arquitectura de forma valiente, honesta y
talentosa.
Ahora bien, ¿de qué modo la llegada del centro minero afectó a Pachuca?
El proyecto en sí no estaba mal, lo que pudo estar mal en ese entonces fue la urbanística de
la ciudad, por ello es que recibir un proyecto que demandó un crecimiento inmediato puso
en una situación difícil el correcto funcionamiento del lugar.
Además, con la llegada de personas que estaban prácticamente siendo obligadas a cambiar
sus “patrimonios” de lugar, la ciudad creció drásticamente, pero no con habitantes que
sentían un arraigo cultural e incluso una identidad con Pachuca, sino con habitantes que
sentían esa identidad con otro lugar, el cual dejaron sólo por conservar su empleo.
El problema que puedo considerar primordial, es que, debido a la cercanía a la Ciudad de
México, Pachuca esta creciendo porque absorbe a todas esas personas que, o fueron
obligadas a trasladarse en esa época o posteriormente buscaron salirse por un tiempo de
todo lo que conlleva vivir en una ciudad como lo es México.
En un inicio, Pachuca no planeó que la modernización en el país trajera consigo un
crecimiento para el que no estaba preparada, por eso tuvo diversas dificultades relacionadas
con su planeación urbana.

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Autor: Nancy Cerón Suárez
En el caso particular de la llegada del proyecto del centro minero, se analizan las
problemáticas que no hacen de la ciudad un lugar apto para que se lleve a cabo, sin
embargo, no se dio marcha atrás y se construyó lo que ya se tenía planeado.
Algunos de los problemas son los siguientes:
a) Servicio de agua potable.
La distribución del vital líquido fue un problema crónico, pues el déficit de agua potable en
Pachuca era de 300 litros por segundo, ya que recibía cerca de 600 aún, cuando la demanda
real se aproximaba a los 900.
b) Vivienda.
En 1988 se dijo que Pachuca sufría un déficit de cuando menos diez mil acciones de
vivienda.
c) El alcantarillado.
La situación en la que se encontraba esta cuestión, es un problema al que hoy en día no se
le ha podido dar solución definitiva. Cada época lluviosa, la ciudad se inunda por partes,
incluso hay colonias que se inundan totalmente.
d) Transporte.
Donde existe una desproporción entre el aumento de población y el servicio de transporte
público.
e) Colonias irregulares sin servicios.
El crecimiento de la ciudad se desbordó sobre tierras ejidales y sobre laderas y cerros que
circundan la ciudad. Por disposiciones de la presidencia municipal, los asentamientos
humanos irregulares que rebasasen la cota que limita a la ciudad, no se les dotaría de
servicios públicos.
f) Inflación y carestía.
Según los estudios del banco de México, Pachuca, junto con Tulancingo tuvieron en algunos
meses de 1988 los precios más altos del país, tanto en la canasta de productos básicos
como en medicamentos y otros servicios, como renta de casas habitación, transporte, salud,
etc.
Con el deterioro de la estructura urbana y de las condiciones de vida en Pachuca, esta ciudad
se tornó inviable como receptor de población, por lo menos hasta que se tuviese la capacidad
de cubrir la demanda local de servicios públicos.
Ahora bien, para llevar a cabo el proyecto del CMN, se crea en primera instancia el
INCOREC, en 1989.
Este surge con el objetivo de atender las necesidades inmobiliarias de la Dirección General
Minero Metalúrgico de SEMIP. Y es quien le otorga la tarea de diseñar el edificio del CMN al
arquitecto Teodoro González de León.
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Autor: Nancy Cerón Suárez
La ubicación de este sector minero a Pachuca, fue la principal acción de desconcentración
de SEMIP, por eso es que en la construcción del Centro Minero Nacional se planeó un
proyecto ambicioso y monumental.
Dicho proyecto constituido por un edificio y un conjunto habitacional excedió el costo con el
que se le había designado en un principio.
Lo anterior probablemente se ocasiono por la devaluación del peso y la tardanza para
entregar a tiempo el presupuesto. Por ello es que la obra se retrasó y su costo se elevó
considerablemente.
En términos específicos, al proyecto se le destinó una inversión millonaria, inicialmente
costaría ocho mil millones de pesos, pero terminó costando 37 mil millones.
Ahora bien, el proyecto que se le encargó a Teodoro Gonzales de León fue la ejecución de
un solo edificio que albergara las cuatro dependencias del sector minero, el cual tenía como
objetivo “conseguir una imagen formal que exprese el carácter público de la institución y la
fuerza y tradición minera de nuestro país” (Plan Maestro del CMN).
Este edificio “que tiene un antecedente, muy significativo en el Palacio de Minería, ejemplo
de la arquitectura de América”, se ubicó en lo que era la entrada principal de Pachuca, en
un terreno de 16 hectáreas, propiedad de Fomento Minero de la misma SEMIP.
Dicho edificio, calificado como “obra monumental” se compone de lo siguiente:
Las oficinas para los cuatro organismos de SEMIP, los talleres, almacen, planta piloto,
estacionamiento y los espacios comunes: los auditorios, la cafetería, la biblioteca y el museo.
De acuerdo al proyecto original, algunas de sus partes fueron suprimidas debido a la falta
de presupuesto, tales como las cornisas que iban a unir las dos grandes columnas de la
fachada principal, cuatro laboratorios y la guardería; también se recortaron las columnas y
el tamaño el estacionamiento.
Como consecuencia de lo anterior, se dice que Teodoro no reconocía ese edificio como
suyo, por las modificaciones que se mencionan. Sin embargo, el estilo es muy de él, por eso
es que terminó por aceptarlo, pues considero,
una obra como esa es inevitable no
atribuírsela.
En palabras de Fernando Ortega Pizarro, se
puede apreciar del edificio:
“su monumentalidad en las dos gruesas
columnas que presiden la entrada y en las
paredes, techos y muros que se extienden
como los de una fortaleza.”
… a pesar de que este lo admiró cuando
apenas tenía construida una tercera parte de lo
que sería todo el complejo. Edificio del ex centro minero, Pachuca Hidalgo.

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Autor: Nancy Cerón Suárez
En cuanto al conjunto habitacional de INCOREC, fue creado con el objetivo de “generar un
proceso de arraigo e integración social” del personal que iba a trasladarse.
Para esto se construyeron 315 casa y se compraron 490 a los fraccionamientos Juan C.
Doria y La Reforma, los cuales ya habían sido construidos por el gobierno del estado.
Debido a que las constructoras que estuvieron a cargo de las obras, provenían de la Ciudad
de México, con excepción de una local a la cual se le dio una obra menor, y a que ya traían
a su personal, la creación de empleos y la derrama económica fue mínima.
Las principales constructoras fueron: VERAX, Constructora Peredo, IMISA, PAQUIME,
JALBERT, Constructora Mohedano y Taxa.
“La zona habitacional de los empleados de la SEMIP, son buenas construcciones, y están a
punto de ser terminadas.
Hay seis residencias, cada una con chimenea, cochera para dos autos, jardín, cuatro
recámaras, tres baños, alfombrado total, sala y recibidor espaciosos, para los ejecutivos de
los organismos descentralizados.
Siguen las casas semiresidenciales, para los empleados de confianza, con chimenea y dos
baños. Luego la casa dúplex, con un baño, para los empleados medios y finalmente unas
casas más pequeñas, mejor conocidas como palomeras, para los trabajadores menores.”
(Fernando Ortega Pizarro).

Centro Minero, zona habitacional. Pachuca Hidalgo.

Durante el periodo del proceso de construcción del CMN, SEMIP cambió de idea sobre la
cantidad del personal que sería trasladado a Pachuca. En lugar de venir los 2650
trabajadores, solo vendrán 800 empleados, además de que otros 800 serían reubicados a
otras entidades. Al final, los otros trabajadores debían ser jubilados o reajustados.
Entre los trabajadores que debían de trasladarse a Pachuca, empezó a surgir la
inconformidad por la reubicación.
Otro malogro de este proceso de desconcentración, fue la falta del cumplimiento de acuerdos
entre dependencias federales y autoridades locales, pues empezaron las quejas sobre los
acuerdos que no se cumplían, en especial, para dotar de mercados, escuelas y centros
deportivos al CMN.
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Autor: Nancy Cerón Suárez
En resumidas cuentas, los resultados de este proyecto de desconcentración del sector
minero a Pachuca fueron los siguientes:

1. De las cuatro dependencias que iban a conformar el Centro Minero Nacional, solo se
descentralizó una. Lo que trajo como resultado que gran porcentaje de las
instalaciones del monumental edificio estuvieran inutilizadas.

2. Ahora, de los 800 trabajadores que debían reubicarse, sólo llegaron 131, de los cuales
solo 10 decidieron residir en Pachuca, el resto de la población optó por viajar
diariamente.
Con esto, se decidió contratar a 100 trabajadores de la región.
Sin embargo, más del 50% de los trabajadores que se negaron a la descentralización
fueron liquidados, dejando a casi la misma cantidad de empleados en el edificio.

3. De todas las viviendas destinadas a los trabajadores del CMN, ninguna fue ocupada,
salvo las residencias que les correspondían a los directivos.
La ventaja de esto es que, Pachuca, tenía un déficit de viviendas, así que una parte
de estas viviendas las adquirió el gobierno estatal, las viviendas restantes fueron
revendidas a las inmobiliarias a las que les compraron en un inicio.

CONCLUSIONES

Sin duda, las necesidades de la sociedad están ligadas a la arquitectura. Pues debido a
estas, en México y en el mundo se dio un análisis del movimiento moderno, para poder
corregir como éste se debía involucrar para resolver las necesidades del pueblo o, mejor
dicho, cómo podría llegar de manera más práctica a la población que la necesitase.
Durante ese periodo de modernización, y con el desplazamiento de las masas hacia las
ciudades, se comenzaban a requerir viviendas en bloque, hospitales, escuelas, y edificios
que le dieran un toque singular a la ciudad y finalmente poder satisfacer las necesidades
que comenzaban a surgir entre la gente común.
En el caso de la situación analizada con anterioridad, se puede ver que las cuestiones
políticas y sociales también tienen efectos sobre cómo se lleva a cabo la arquitectura.
Pues como fue en México, la llegada de la modernización la permitió una forma de
organización llamada centralista.
Durante un largo periodo esta forma de manejar el país funcionó y permitió que México
entrara en la modernización, junto con otros países. Sin embargo, esta misma organización
social, después de perdurar un largo tiempo, comenzó a verse como el efecto negativo.
Los objetivos que se habían trazado con anterioridad y los que se llevaban a cabo, por la
misma centralización, comenzaron a estancarse. El país ya no avanzaba y eso era un
problema que no se quería aceptar.
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Autor: Nancy Cerón Suárez
Llegada oficialmente la crisis centralista, se crea, a principios de los años 80s, un plan
maestro para descentralizar y una ciudad marcada como objetivo para este proceso fue
Pachuca.
Era un gran plan, o bueno, eso es lo que pensaron aquellos quienes comenzaron a llevarlo
a cabo. Sin embargo, cuando se estaba desarrollando este proyecto, ocurrió el suceso del
terremoto, que ocasionó una inmigración de gran parte de la población que habitaba en la
ciudad de México, hacia Pachuca.
Con la llegada de estas personas, la ciudad comenzó con dificultades urbanísticas y con ello
se puede decir que la ciudad aun no estaba preparada para cubrir los servicios públicos que
requiere un incremento excesivo en la población de la región.
A pesar de esa situación, se siguió recibiendo población a la ciudad y aunque con las
construcciones que trajo la modernización a la ciudad se podían cubrir ciertas necesidades
como la salud y la educación, una de las necesidades que aún no encontraba solución fue
la de vivienda.
Con el fallido intento de mover a miles de trabajadores de la Ciudad de México a Pachuca,
gran parte del proyecto del CMN se quedó inutilizado, esto en gran medida ayudó a atacar
ese problema de déficit de vivienda.
Aunque el problema de falta de identidad con la ciudad continua, pues los que se
establecieron en esas zonas, tal vez no eran trabajadores de CMN, pero si eran originarios
de la ciudad de México y esa cuestión hace que muchos quieran regresar, dejando para
fines de semana la ciudad de Pachuca.
Esto es el claro ejemplo que la descentralización fue un intento fallido, unos cuantos prefieren
viajar de ida y vuelta al valle de México por la gran cantidad de “oportunidades” que en esa
ciudad hay. Entonces, si, si nos trajo efectos la modernización de la arquitectura, en cuestión
de servicios públicos se hicieron grandes obras, que hasta hoy siguen funcionando, pero
solo llega acá una pequeña parte de lo que debería ser.
Hoy en día, el monumental edificio creado para el Centro Minero Nacional, ya no es edificio
de minería, sino gubernamental. Esta tal vez fue la solución que se le otorgó para poder
aprovechar esas instalaciones que debieron quedarse muy vacías al finalizarse su
construcción.
Sin embargo, considero que debió conservar su objetivo principal, pues para ello fue
diseñado. Y la descentralización es un proceso que nos sigue y seguirá generándonos
efectos dentro de lo que es la sociedad y la arquitectura.
Aunque se causó un caos urbanístico en Pachuca, con la crisis de la ciudad de México,
confió en que esta ciudad aprende de esos errores, y corregirá y aprovechará los efectos
que traen consigo.

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Autor: Nancy Cerón Suárez
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Autor: Nancy Cerón Suárez

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