Se enfada frecuentemente
Contesta de malas maneras
Desafía con la postura y con la mirada
No obedece o se resiste a obedecer
Culpa a os demás de lo que hace él
Se muestra rencoroso y vengativo
Miente
Se muestra cruel con compañeros, animales…
Comete hurtos
Fundación Adana ha querido dar una respuesta de tratamiento a los niños que ya en
edades muy tempranas presentan dificultades importantes de comportamiento,
diseñando una intervención preventiva basándose en la eficacia de otros programas
(Greenhill i col 2008, Barkley i col. 2000).
La intervención familiar consiste en sesiones formativas hacia los padres, en las que se
trabaja la mejora de los hábitos de autonomia, la comunicación, la resolució de
conflictos y otras problemáticas que expresen, éstas son guiadas por un terapeuta y
cuenta con la posibilidad de la observación en directo de los niños.
Por otra parte, incluye la formación al profesorado en estrategias para ayudar al niño
en la problemática que se detecte, en los hábitos de trabajo, en el desarrollo de las
tareas, en las relaciones interpersonales…
Este es el objetivo del artículo que quiero compartir con vosotros; describir juegos y
ejercicios útiles para los profesores y para los progenitores, de tal manera que todos
podamos disfrutar de una forma lúdica y divertida;
- Juego del mensajero: el guía dice a otro jugador una frase relacionada con alguna
actividad a realizar y éste debe repetirla posteriormente a todo el grupo para que la
lleven a cabo.
- Juego de las cadenas de palabras: el guía inicia la cadena diciendo una palabra (p.
ej. “Juanito”), el siguiente jugador debe decir la misma palabra más otra que añada
significado a la primera (p. ej. “está”)... pierde el jugador que no es capaz de añadir otra
palabra más.
- Juego del “veo-veo”. Juego del cazador de palabras. Cada jugador tiene una serie
de palabras en una cartulina que pertenece a una categoría (plantas, flores, animales,
nombres propios, nombres comunes...); el guía dice una palabra y dos jugadores al
mismo tiempo tienen que buscar quién posee la palabra mencionada, gana el que
primero la encuentre.
- El laberinto: Este juegoplanteado para los más pequeños puede ser muy divertido.
Podemos realizarlo con lana o cuerdas que vayan enredándose por las diferentes
habitaciones de la casa hasta llegar a la meta: “Una bolsita de chuches”, p. ej. una bolsa
de dulces. Cuidado con los despistes porque cada uno restará una chuche de la bolsita.
- Una carrera muy lenta. El ganador será el último que llegue a la meta realizando
movimientos muy lentos y controlando la impulsividad.
Cree una rutina. Trate de seguir el mismo horario de actividades todos los días,
desde el momento en que se despierta hasta el momento de irse a dormir.
Organícese. Anime a su hijo a colocar la mochila de la escuela, la ropa y los
juguetes en el mismo lugar todos los días; de este modo, será menos probable
que el niño los pierda.
Controle las distracciones. Apague la televisión, limite el ruido y proporcione
un espacio de trabajo limpio cuando su hijo esté haciendo la tarea escolar.
Algunos niños con TDAH aprenden bien si están en movimiento o escuchando
música de fondo. Observe a su hijo y vea qué funciona.
Limite las opciones. Ofrezca pocas opciones para elegir de modo que su hijo no
se sienta abrumado ni sobrestimulado. Por ejemplo, ofrézcale elegir entre este
conjunto de ropa o el otro, esta comida o la otra, o este juguete o el otro.
Sea claro y específico cuando hable con su hijo. Hágale saber que lo está
escuchando mediante una descripción de lo que su hijo dijo. Dé indicaciones
claras y breves cuando el niño tenga que hacer algo.
Ayude a su hijo a planificar. Divida las tareas complicadas en pasos más
simples y cortos. Para las tareas largas, comenzar con tiempo y hacer pausas
puede ayudar a limitar el estrés.
Utilice metas y reconocimiento u otra recompensa. Utilice una tabla para
enumerar las metas y registrar las conductas positivas, luego hágale saber a su
hijo que lo hizo bien diciéndoselo o recompensándolo de otra manera.
Asegúrese de que las metas sean realistas, ¡los pasos pequeños son importantes!
Imponga disciplina de forma eficaz. En lugar de alzar la voz o pegarle a su
hijo, use tiempo fuera o quítele privilegios como consecuencia de
comportamientos inapropiados.
Cree oportunidades positivas. Hay ciertas situaciones que a los niños con
TDAH les pueden resultar estresantes. Descubrir qué es lo que su hijo hace bien
y animarlo a hacerlo (ya sea en la escuela, deportes, arte, música o juegos) puede
ayudar a crear experiencias positivas
Proporcione un estilo de vida saludable. Es importante ofrecer comida
nutritiva, asegurarse de que el niño haga mucha actividad física y de que duerma
lo suficiente; estas cosas pueden ayudar a evitar que los síntomas de TDAH
empeoren.
Se puede utilizar en niños desde los 4 años hasta los 11 años y nos permite analizar sus
defensas, su nivel de tolerancia a la frustración, sus fortalezas y dificultades, ansiedad,
agresividad, y su dependencia o independencia.
Su objetivo es ayudar al niño/a a expresarse, elaborar y resolver sus conflictos
emocionales.
El Rincón Hogareño:
Es una casa de juguete o esquina del cuarto. En este rincón con frecuencia los niños
tratan lo que han vivido en casa, aquí se experimentan roles y relaciones. Los niños
ilustran casi en su totalidad algunas de sus asociaciones individuales con el “hogar” y
los difíciles problemas que giran en torno a sus relaciones tempranas con figuras
primarias.
Casa de muñecas:
El juego en la casa de muñecas puede ser muy revelador. Las muñecas llenan cierta
cantidad de roles, los niños pueden jugar de manera realista. Los niños usan al muñeco
bebé para expresar la parte de bebé propio, lo que le hace el niño al bebé (muñeco)
puede que sea lo que se le hizo al niño cuando él era un bebé, por lo cual esta técnica es
útil en toda terapia de juego.
Títeres
Son una rica fuente de juego simbólico, a través de los títeres los niños pueden
encontrar un medio para expresar cosas que serian difícil expresar abiertamente. El
terapeuta debe tomar nota del dialogo, personaje y conflicto, las verbalizaciones y el
tema principal de la historia.
Armas:
Pelear es una parte inherente a naturaleza humana y muchos niños desean “actuar”
mediante el uso de armas. En la terapia de juego, las armas se utilizan como defensa de
las partes atemorizantes, indefensas e inmaduras de la personalidad y para atacar las
amenazas del exterior.
Danza
Es un buen recurso para manifestar sentimientos por otra vía que no sea el habla.
Muchas veces el cuerpo reacciona frente a conflictos y situaciones estresantes de la vida
diaria y estos no se desbloquean con solo hablar de lo sucedido. La danza como terapia
actúa liberando tensiones por medio del movimiento:
Juegos de imitación
Jugar a imitar a distintas personas entre ellas, familiares cercanos (madre, padre,
hermanos…) con el fin de averiguar como percibe él a esas personas.
Cuentos
Lectura: Los cuentos aportan importantes mensajes tanto a nivel consciente
como inconsciente y les ayudan a comprender que se pueden sobrellevar las
dificultades de la vida adulta. Pueden encontrar en los cuentos ejemplos que les
enseñaran valores, algunos básicos como diferenciar el bien y el mal.
Representación: Leer cuentos al niño y ayudarle a interiorizarlos haciendo
después un teatro de la historia.
Inventar final: Leer cuentos sin leer el final y dejar que sean ellos quienes
desarrollen el final libremente.
Expresar
Buscar diferentes formas para expresar lo que se siente: lo escribimos, hacemos una
canción, lo dibujamos, lo bailamos, lo hablamos y vemos como la emoción se va
modificando.
4. JUEGO DE EXPRESIÓN
CREATIVA
Artes plásticas
Algunos niños se comunican con mayor facilidad a través de la forma, color y dibujo
que de manera verbal. A través del arte se da al niño la oportunidad de expresar lo
inexpresable, como reflejo del mundo interior del niño son necesarios los materiales
como pintura, dibujos, trabajo con arcillas, plastilina, arena y agua. Las creaciones del
niño deben exponerse en cada sesión. El arte es una forma de comunicación simbólica
que ofrece una oportunidad para la representación terapéutica y su solución.
Juegos Psicopedagógicos
El juego con su vertiente lúdica nos permite potenciar diferentes habilidades que pueden
resultar un tanto pesadas de trabajar y nos permite establecer una relación más positiva
con los niños, sobretodo con los que presentan dificultades de aprendizaje, ya que hacer
tareas escolares con ellos puede resultar un poco difícil y duro especialmente para ellos.
Tangram
Es un juego popular de origen chino, muy antiguo, que consiste en 7 piezas: 1 cuadrado,
2 triangulos grandes, 1 triángulo mediano, 2 triángulos pequeños, 1 trapecio; a partir de
las cuales se pueden realizar multitud de figuras. Estimula diferentes habilidades de
carácter clave para el aprendizaje: Orientación espacial, estructuración espacial,
coordinación visomotora, atención, razonamiento lógico espacial, percepción visual,
memoria visual, percepción de figura y fondo.
La evaluación del empleo de este juego resulta muy satisfactoria sobretodo con niños
con problemas de tipo disgráfico (mala letra).
El memory
Las damas
Es un cuento que explica los tres tipos de personas: agresivos (dragones), pasivos
(ratones) y los seres humanos auténticos (asertivos representados en una persona). El
propio libro según se va leyendo hace reflexionar sobre la forma de ser de cada uno con
preguntas y ejercicios. Después, se puede hacer role- playing representando cada forma
de ser y sacando los pros y los contras.
Exponerle a situaciones
Servir de modelado
Servir de referente tanto en las situaciones presentes que podamos provocar o bien
contándole experiencias propias (aunque sean falsas) de dificultades similares
superadas.
En cada sesión, reflexionar sobre las vivencias que se han tenido durante esos días e
identificar tanto en uno mismo como en los demás el tipo de persona.
Modificar la vivencia (si ha sido negativa) buscando un resultado mejor: cómo podría
haber reaccionado él, los demás…
Se pide al niño que traiga una foto suya o si no es posible le pedimos que haga un
dibujo de sí mismo. El dibujo o la foto se pone en el centro de una cartulina y alrededor
se van poniendo características de él. Se describirá el color de pelo, ojos, si es niño o
niña, su simpatía, cualidades…
El espejo
Se le da un espejo al niño y se le pide que diga qué es lo que más le gusta de sí mismo,
que vea algo que tiene muy bonito, puede ser necesario irle dirigiendo por las distintas
partes de su cuerpo para que se fije en cada una de ellas.
Se le pide que traiga fotos de su familia y amigos o si no es posible se le pide que les
dibuje. En una cartulina se pegarán las fotos o dibujos de todas esas personas y se le
pedirá que diga qué actividades realizan juntos, por qué se lo pasa muy bien con esa
persona, etc.
Los niños con TDAH pueden tener mucha dificultad en la atención en situaciones en las
que la estimulación es lenta y monótona. Mantener la atención en situaciones de este
tipo les produce una fatiga mayor que a los demás alumnos, reflejándose en:
Estrategias generales:
1.- Crear rutinas de inicio rápido en clase: Conviene planificar la forma de iniciar las
clases y practicarla hasta hacer de ella un hábito para el profesor y para los alumnos. Es
necesario habituarlos desde principios de curso a un inicio rápido, posponiendo las
rutinas distractoras (pasar lista, hacer comentarios,..) a otros momentos, poniendo
especial énfasis en cumplir y hacer cumplir todo lo referente a puntualidad, preparación
previa del material que se va a utilizar y consecución de un clima de atención
generalizada como requisito para empezar.
2.- Empezar con actividades incompatibles con la distracción: una forma de acelerar
la concentración y evitar la distracción inter-clases es empezar con actividades
incompatibles con la distracción (preguntas sobre lo tratado el día anterior o
interrogantes que provoquen curiosidad e interés, abrir el libro por la página?).
3.- No empezar sin la atención de todos: Hay que asegurar la atención concentrada de
todos los alumnos sin excepción como requisito previo imprescindible, si se empieza
permitiendo que algunos alumnos prosigan con sus distracciones, se estará
transmitiendo la idea implícitamente de que se puede continuar charlando/estando
distraído mientras el profesor se esfuerza por arrancar.
Si se distrae durante las explicaciones, la estrategia a utilizar es utilizar todos los
recursos metodológicos de que dispongamos: podemos apoyar las explicaciones con
apoyos visuales.
Cambiar la entonación. El control del tono de voz es un medio muy importante para el
manejo de los alumnos con TDAH.
Plantear al alumno preguntas frecuentes durante las explicaciones y ofrecer una
retroalimentación inmediata de sus respuestas. No con la intención de pillarle sino por
mantenerle activo.
Mantener un contacto ocular tan frecuente como resulte apropiado.
Utilizar claves o señales, no verbales, previamente acordadas con el alumno, para
redirigir su atención sin interrumpir la clase. Por ejemplo, gestos con la mano,
señalarse los ojos para indicar "mira", o los oídos para indicar "escucha", una palmada
en el hombro, etc.
Controlar los distractores y/o estímulos que hay en el aula para que el alumno no se
despiste con ellos.
Procurar sentar al alumno cerca del profesor o donde pueda supervisarlo con facilidad.
Colocar al lado del estudiante con déficit de atención, compañeros que sean
Modelos apropiados, es decir, que suelan estar atentos, ordenados, que cumplan las
órdenes?
No le pidamos algún trabajo o actividad en los últimos cuatro minutos de clase ¡nadie
nos atiende!.
Si durante las explicaciones parece o escuchar, pinta sus cuadernos o juega con
cualquier cosa, la estrategia a seguir sería:
o En primer lugar, recordar que la ausencia de contacto ocular con el profesor y
el ver al alumno dedicado a otra actividad no siempre quiere decir que el
alumno no esté escuchando el discurso o no esté comprendiendo lo que se
dice.
o Recordar que los alumnos con TDAH necesitan dar salida a su actividad
realizando alguna tarea manipulativa mientras se mantienen escuchando.
o Si la conducta del alumno no interfiere a los demás y no parece crearle
problemas para seguir la clase, podemos tolerar este tipo de conductas.
o Solamente retiraremos aquellos objetos con los que el alumno se distrajera
verdaderamente.
Si comete errores en los ejercicios por falta de atención, el entrenamiento en
estrategias de compensación aumenta su eficacia:
o Enseñar al alumno que la realización de tareas que se le encomiendan se
divide en dos pasos importantes:
1. La ejecución de la tarea
2. La revisión de la misma
o Dar tiempo para que termine con tranquilidad un examen y obligarle a que lo
revise antes de entregarlo.
o Ayudarlo a tomar conciencia de los errores, dándole pautas para que sea él
mismo quien lo descubra.
BIBLIOGRAFÍA
Vaello Orts, J. "Cómo dar clase a los que no quieren". Editorial Grao (2011).
1. Definir normas: Consensuar y definir las normas generales del aula, y decidir las
consecuencias de su incumplimiento. Redactarlas en positivo, han de ser pocas, claras
y consistentes. En el caso de niños con TDAH es importante anticiparse a su conducta,
hacer un recordatorio frecuente de la normativa y colocarla en un lugar visible del
aula.
2. Invitar a la reflexión: el profesor puede hacer la pregunta, "invitar a pensar" y
responder más tarde. También pueden hacer que deban tomarse el tiempo necesario
antes de dar respuesta a cualquier tipo de ejercicio (demora reforzada). No dar por
buena la primera respuesta y pedir volver a pensar.
3. Herramientas para recordar: Podemos decirle al alumno que escriba lo que va a decir
para así estar seguros de que no se olvidan y así aprenden a respetar el turno.
4. Ayudarle a generar alternativas: Hacer un ejercicio de reflexión, tras la acción, que
evalúe su conducta sin sentirse culpable pero sí generando alternativas para que estén
en su mente otras posibles actuaciones. Esto se puede llevar a cabo analizando las
consecuencias de cualquier problema viendo las distintas alternativas de solución que
se generan y eligiendo una de ellas para la resolución del problema.
5. Modelo participativo: El profesor/a puede ejemplificar ante los alumnos la realización
de los ejercicios y los corrige verbalizando las estrategias de solución. El objetivo es
servir de modelo para que observen e imiten, haciendo uso de las autoinstrucciones.
6. Realizar una mayor supervisión: en situaciones menos estructuradas como el patio de
recreo, salidas, desplazamientos, fiestas?
7. Favorecer el autocontrol: mediante el entrenamiento en autoinstrucciones,intentando
que el alumnado modifique las verbalizaciones internas que emplea cuando realiza
cualquier tarea y las sustituya por verbalizaciones que son apropiadas para lograr el
éxito y control de su conducta. El objetivo es enseñar el lenguaje como autoguía y que
utilicen pasos que les ayuden a organizar su pensamiento de forma más ordenada
cuando se enfrentan al ejercicio. Pedirle que piense en voz alta para ayudarle a
generar un lenguaje interno que controle su conducta.
8. Uso de reforzadores: reforzar al grupo la conducta adecuada que hayamos planteado.
Ej.: "¡Qué bien!, gracias a que habéis seguido la explicación sentados y en silencio,
hemos podido terminar a tiempo". Elogiar, en los momentos de inicio de conducta
inadecuada, al alumno que presente un comportamiento adecuado y que pueda servir
de modelo. Expresarle diariamente aspectos positivos realizados y utilizar un registro
donde pueda ver sus avances que realiza en los aprendizajes.
9. Mantener la calma: Es muy importante que cuando se produzca un episodio de
impulsividad extrema (rabieta, insultos, etc.) los padres, maestros o educadores
mantengan la calma. Nunca es aconsejable intentar chillar más que él o intentar
razonarle nada en esos momentos. Esto complicaría las cosas. Tenemos que
mostrarnos serenos y tranquilos pero, a la vez contundentes y decididos
10. Hablar sobre las conductas inadecuadas: hacerlo siempre en privado. Evitar
comparaciones con otros alumnos. Evitar comentarios negativos, ironías, alzar la voz.
Nunca decirle que es malo sino que se ha portado mal durante unos momentos y que
eso puede arreglarlo en un futuro si se empeña en ello. El niño debe aprender, aunque
aceptemos el hecho de que tiene dificultades para controlarse, que sus actos tienen
consecuencias. Por ello, contingentemente a las rabietas, conductas desafiantes,
agresiones u otros, deberemos ser capaces de marcar unas consecuencias inmediatas
(retirada de reforzadores, tiempo fuera, retirada de atención, castigo, etc.). Por
ejemplo si ha lanzado objetos, deberá recogerlos y colocarlos en su lugar; si ha
insultado deberá pedir disculpas, etc. esperando a que se tranquilice para aplicar las
contingencias marcadas.
11. Cuidar la autoestima: Sustituir el verbo ser por el verbo estar, para cuidar su
autoestima e informarle del comportamiento esperado. Ej.: en lugar de "Soy un
atolondrado", decir "Estoy atolondrado". Puede ser más adecuado utilizar como señal
de aviso algún movimiento concreto del maestro/a. Este método es más discreto y
tiene la ventaja que suele pasar desapercibido por el resto del grupo. Por ejemplo:
"Cuando veas que te miro y doy dos golpecitos con mi bolígrafo o cuando me toque la
nariz, etc."
12. El semáforo: Una estrategia que podemos emplear y suele funcionar, es la técnica del
semáforo. La estrategia es simple: se trata de avisar al niño o grupo de alumnos
(proporcionarles feedback) cuando se están empezando a activar. El color verde
significa que todo va bien, el amarillo significa precaución y el rojo que es una
conducta inadecuada. La técnica del semáforo es también muy adecuada para
utilizarla en dinámicas grupales en las que todos los niños reciben las instrucciones y
así conseguir una cierta autorregulación del grupo en casos en los que haya riesgo de
conflicto.
13. Estrategias de relajación: Si el niño ha trabajado, paralelamente, alguna técnica de
relajación o estrategia alternativa de afrontamiento, podrá intentar ponerla en marcha
cuando note la activación o se le avise de ella. Por ejemplo, podemos (según edad y
características del niño) enseñarle a que cuando se note activado procure respirar
profundamente al tiempo que se da autoinstrucciones: "Tranquilo", "Cálmate", etc, o
incluso utilizar la técnica de la tortuga.
BIBLIOGRAFÍA
El globo. Hacemos que los niños se imaginen que son un globo. Nosotros somos un
inflador imaginario que va inflando sus pulmones y estómago de aire. Después deben
ir soltándolo poco a poco hasta quedarse totalmente vacíos.
La tortuga. Han de imaginarse que son una tortuga y se colocan el en suelo, boca
abajo, simulando la postura de este animal. Iremos marcando la puesta del sol y como
el animal va escondiendo, poco a poco, sus patitas para esconderlas en el caparazón.
Después volverá salir el sol y, en sentido inverso, sacará sus brazos y piernas para
despertar.
El árbol. Vamos a convertir a cada niño en una semilla. Una semilla pequeña que
queda depositada en la tierra. Nosotros somos el jardinero que la riega. Poco a poco
esa semilla va creciendo y de ella salen ramas, primero pequeñas y luego muy grandes,
hasta convertirse en un gran árbol. Después haremos la operación inversa. El árbol
grande se vuelve a convertir en semilla.
La hormiga. Los niños se convierten en pequeñas hormigas en los que sus pies y brazos
son muy pequeñitos y se mueven de forma lenta. Poco a poco, iremos pidiéndole que
sus miembros se relajen, expandiéndose poco a poco, hasta ir generando un nuevo
animal.
Los ejercicios de relajación para los niños son muy beneficiosos: les ayuda a conciliar
mejor el sueño, especialmente para aquellos que sufren algún tipo de trastorno; reducen
la tensión muscular; mejoran la concentración y la memoria; y para aquellos que
tienen explosiones de ira o rabietas continuadas, les ayuda a controlar la agresividad
Una forma es hacer un trato con tu hijo. Piensa en alguna cosa que quieras cambiar
de él, por ejemplo, que no se levante de la mesa mientras come. Ya tienes establecido el
objetivo general. Ahora, en función de la problemática, piensa cuándo y cómo vas a
reforzar el cambio de comportamiento: si tu hijo no aguanta más de tres minutos
seguidos en la mesa, empieza por reforzar que consiga estar sentado al menos cinco
minutos. Según le vaya resultando más sencillo cumplir el objetivo ve aumentando el
tiempo hasta que, finalmente, reciba el premio sólo si permanece toda la comida sin
levantarse.
El siguiente paso es acordar el premio o refuerzo. En este caso lo más apropiado es
un sistema de puntos o fichas canjeables. Elabora con tu hijo una lista de cosas que le
gustaría hacer o conseguir y pon a cada cosa un valor en función de sus características:
un caramelo 2 puntos, media hora más con el ordenador 8 puntos, ir al cine 14 puntos,
comprar un juguete determinado 20 puntos, etc. Ya sólo queda ponerlo en práctica: cada
vez que tu hijo cumpla el objetivo marcado refuérzale con un punto y cuando desee
canjearlos dale la recompensa que le corresponda según acordasteis.
Por ejemplo, mantener la atención es una habilidad casi automática en la mayoría de las
personas, pero para un niño hiperactivo es todo un triunfo. Para facilitarle esta tarea
debemos enseñarle cómo se presta atención facilitándole una serie de instrucciones que
resuman eso que hacemos las personas cuando prestamos atención (centrarnos en lo
importante, ignorar los estímulos irrelevantes, etc.). En este caso estaríamos hablando
de estrategias atencionales.
Dicho así parece muy abstracto, sin embargo lo puedes aplicar de forma particular a
cada una de las tareas con las que tu hijo tenga dificultades. Una manera de hacerlo
efectivo es el “modelo de autoinstrucciones” que debéis practicar cada día tantos días
como sea necesario hasta que tu hijo sea capaz de realizar el quinto paso de forma
natural:
1. Modelado: haz tú la tarea mientras vas diciendo en voz alta los pasos que sigues,
mediante instrucciones claras y concisas.
2. Guía externa manifiesta: ahora es él quien realiza la misma tarea mientras le ayudas
repitiendo junto con él los pasos.
3. Autoguía manifiesta: el niño repite solo las instrucciones, en voz alta, mientras hace la
tarea.
4. Autoguía manifiesta atenuada: en vez de hablar en voz alta debe cuchichear las
instrucciones.
5. Autoinstrucciones encubiertas: finalmente el niño realiza la tarea en silencio mientras
se guía por las instrucciones a través del pensamiento.
“ATENCIÓN AL DETALLE”. Consiste en observar figuras, detalles de dibujos,
imágenes y fotografías. Se muestran al niño diferentes ilustraciones durante un corto
período de tiempo, después ha de contar y pormenorizar los detalles que recuerde.
Se le pregunta acerca de colores, disposición, tamaños, etc.
Puede hacerse con historias o descripciones de personajes. Es importante valorar si se
distrae durante la lectura o la visualización de los dibujos, para repetir el ejercicio tantas
veces como sea necesario.
“NO TE PIERDAS”. Debe recorrer el laberinto trazando una línea que avance
desde un extremo a otro, procurando cada vez ir aumentando la dificultad de los
caminos. Si es muy pequeño, puede hacerse el ejercicio con lana o cuerdas (en lugar de
papel y lápiz) que se enreden por distintos objetos y habitaciones de la casa, y que
conduzcan a una bolsa de dulces. Al abandonar la cuerda o distraerse, será penalizado
con un caramelo de menos.
En el diseño de estas actividades hay que tener en cuenta que el niño hiperactivo no
suele centrarse durante muchos minutos en una misma tarea, por lo que ésta ha de ser
clara, breve y fácil de ejecutar si se quiere obtener buenos resultados. Están orientadas
básicamente para incrementar la inhibición muscular, la relajación, el control corporal y
la atención.