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Tecnológico de Monterrey
Grupo 6
literaria que se vivía en un México del siglo XX, insignia del modernismo en su momento y
posteriormente un gran portador del movimiento surrealista. Ganador del premio Nobel
diferentes maneras en los cuentos “Mi vida con la ola” y “La mariposa de obsidiana”, ambos
En el cuento “Mi vida con la ola”, la figura de la mujer es representada de una manera
retórica e implícita. Octavio Paz suele usar de manera cotidiana palabras subjetivas y
retoricas, sin que este cuento sea la excepción. Las representaciones de objetos y personas
están siempre ocultas. La primera representación que me llamó la atención fue esta manera de
hacer ver al lector a una mujer perfecta, cambiante, salvaje y libre, representada en una ola:
“Cuando dejé aquel mar, una ola se adelantó entre todas. Era esbelta y ligera.” (Octavio Paz,
2003). Asimismo, la segunda representación que me llamó la atención fue esta manera de
hacer notar que el hombre y la mujer somos totalmente diferentes en cuanto al físico y a
nuestro carácter, dándole diferentes representaciones a cada género, olas para mujeres,
mujer son representados por tempestades o diferentes actitudes. A lo largo del cuento, el
autor nos narra la relación perfecta y amorosa entre una ola y el hombre, haciendo énfasis en
esta relación física que no podía terminar de consumarse dadas las diferencias físicas entre
hombre, suele usar diferentes climas y reacciones en manera de tempestades ante diversas
acciones. “Pero se hacía también negra y amarga […] Al oírla el viento del mar se ponía a
rascar la puerta […] me cubría de insultos y de una espuma gris y verdosa.” (O. Paz, 2003)
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Las mujeres en los ojos de Octavio Paz
representa la fecundidad y lo erótico. La primera razón para creer esto es que la mariposa de
obsidiana solía ser una manera de llamar a una diosa chichimeca llamada “Itzpapalotl”. Esta
no es la única razón para creerlo, la imagen de la diosa representa muchas cosas, entre las
cuales están: la fecundidad, madre tierra y protectora de los partos, representa la expulsión
del paraíso celestial y la llegada a la tierra pero también la voluptuosidad y el placer. Todas
del pedernal y de la estrella, yo, encinta del rayo” (Octavio Paz, 2003). En la cita anterior se
puede apreciar claramente cómo se describe a sí misma como una deidad. Ella representa la
fecundidad al decir lo siguiente: “En mi vientre latía el águila […] De mi cuerpo brotan
imágenes: bebe en esas aguas” (Octavio Paz, 2003). Octavio Paz también solía incluir lo
erótico en sus textos de una manera sutil: “Bailaba, los pechos en alto y girando, girando […]
Mi cuerpo arado por el tuyo ha de volverse un campo donde se siembra uno y se cosecha
ciento [...]. Toca mis pechos de yerba […] si me rozas, el mundo se incendia”
edénico. “Estoy cansada de este solitario trunco […] estoy sola y caída, grano de maíz
desprendido de la mazorca del tiempo” (Octavio Paz, 2003). Al ser una imagen divina, la
mujer se encuentra en un vaivén de soledad, la relación que tiene entre “la tierra” y “el cielo”
la hacen darse cuenta de esta poca identificación con los humanos. Asimismo, pareciera que
esta relación entre “cielo y “tierra” la convierten en un cuerpo cósmico que transmuta sus
mientras en unos cuentos la muestra como algo terrenal aunque representado por
Referencias:
Arriaga, E. (2012, August 8). Mi vida con la ola y sin Octavio Paz. Retrieved March
17, 2016, from http://turkishtwilightsandrecklessnights.blogspot.mx/2012/08/mi-vida-
con-la-ola-y-sin-octavio-paz.html
Becerra, E. (2005). «MARIPOSA DE OBSIDIANA», DE OCTAVIO PAZ: EL
SURREALISMO Y LA VOZ DEL MITO. Retrieved March 17, 2016, from
http://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/5620/1/ASN_09-10_08.pdf
Paz, O. (2003). Libertad bajo palabra. México, México: FCE.