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“ Año del Diálogo y la reconciliación nacional ”

UNIVERSIDAD CATÓLICA LOS ÁNGELES DE CHIMBOTE


FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS
CARRERA PROFESIONAL DE DERECHO

CONSEPCIÓN, NACIMIENTO, MUERTE, CAPACIDAD JURIDICA Y INCAPACIDAD


JURIDICA.

CATEDRÁTICO : Mg. CHAVEZ ZEVALLOS, Jelvis Fernando

CURSO : DERECHO DE PERSONAS

ESTUDIANTES : REYNA SANTOS SERGIO OMER

SEMESTRE : II

HUÁNUCO -PERÚ
2018
INTRODUCCIÓN

El desarrollo humano es el conjunto de cambios que experimentan todos


los seres humanos desde el momento de la concepción y hasta su muerte.
Este proceso afecta todos los ámbitos de la vida pero los tres principales
son el físico, el cognoscitivo y el psicosocial. El aspecto físico incluye el
crecimiento del cuerpo y del cerebro, el desarrollo de las capacidades
sensoriales y de las habilidades motrices y en general la salud del cuerpo.
El aspecto cognoscitivo incluye la mayoría de los procesos psicológicos
básicos y superiores (aprendizaje, memoria, atención, lenguaje,
razonamiento, pensamiento y creatividad). El ámbito psicosocial por su
parte agrupa las emociones, la personalidad y las relaciones sociales.
La investigación del desarrollo humano busca describir y comparar el efecto
del cambio en los individuos, explicarlo, realizar predicciones y relacionar
los hallazgos con los trabajos en otras disciplinas. Sin embargo es un
proceso complejo y requiere combinar información y conocimientos de
múltiples disciplinas como la biología y la sociología.
Capacidad e Incapacidad jurica. En Derecho la Capacidad jurica la medida
o porción de la personalidad traducida en la idoneidad para establecer
relaciones jurídicas determinadas. La, Incapacidad juridica es el defecto o
falta total de la idoneidad para ser titular de derechos, contraer obligaciones
y adquirir deberes.
CONCEPCIÓN, EMBARAZO, PARTO, MUERTE, CAPACIDAD
JURIDICA, INCAPACIDAD JURICA.

1. LA CONCEPCIÓN

El mecanismo por el que ocurre la concepción es el siguiente:

 Al final de la relación sexual, el semen del hombre es expulsado y queda en la


vagina de la mujer.
 Dicho semen contiene millones de espermatozoides, los cuales nadan y se
introducen a la matriz a través del conducto (cuello o cérvix).
 Viajan hasta el fondo de la matriz y luego pasan a las trompas de Falopio o
tubas uterinas. Dependiendo del periodo del ciclo sexual de la mujer, uno o
más óvulos pueden haber descendido por las tubas uterinas.
 Si los espermatozoides se topan con el óvulo, cerca del extremo de dicha
trompa,
uno de ellos puede penetrar en él. Cuando esto ocurre, se dice que el óvulo
ha sido fecundado, y este es el momento de la concepción. El óvulo fecundado
viaja entonces hacia el útero.
 Una vez en él, se alojará en la pared uterina para crecer y desarrollarse.

La ovulación es el proceso mediante el cual un ovario libera un óvulo maduro.


Aunque su frecuencia puede ser muy variada, en la mujer es aproximadamente
mensual. Por lo regular una mujer produce sólo un óvulo cada mes, y esto sucede
14 días antes de cada periodo menstrual. Si el óvulo no es fecundado, sólo vive
unos dos días y posteriormente se produce la menstruación.

La menstruación o regla dura de tres a siete días y se presenta


aproximadamente de 11 a 15 días después de la ovulación. Una vez concluida,
vuelve a empezar el proceso: se maduran óvulos en el ovario, se libera un óvulo,
y si no es fecundado se vuelve a dar la menstruación, cuando es regular, entre
25 y 28 días después.
Los días del ciclo menstrual se enumeran en forma progresiva a partir del
primer día de sangrado hasta finalizar el día previo a la siguiente menstruación.
La extensión de un ciclo menstrual normal es muy variable; el típico ciclo de 28
días representa únicamente del 13 al 15% de los ciclos de una mujer con
menstruación ovulatorias regulares; el 70% varía entre 25 y 31 días y el 17 al 19%
a ciclos de mayor o menor duración.

La menstruación comienza normalmente entre los 10 y los 14 años, aunque


puede presentarse también entre los 9 y los 18.
El calendario del ciclo menstrual se lleva así:

 Se cuentan 10 días a partir del primer día en que ocurre la regla. Por ejemplo,
si la regla empezó el 5 de mayo se tendrán que señalar los días que van del 5
al 14 de ese mes. En estos días teóricamente no hay riesgo de embarazo.
 Los ocho días posteriores, es decir, del 15 al 22 de mayo, son los días en
que habitualmente puede ocurrir el embarazo. Se recomienda, si es que no se
quiere tener hijos, no tener relaciones sexuales.
 La tercera etapa, y última del ciclo, concluye un día antes de que baje
nuevamente la regla. En este caso si la regla empieza el 1 de junio, es el día 31
de mayo cuando terminó tu ciclo. En estos días se supone que tampoco existe
riesgo de embarazo.

Este método no es muy confiable para evitar el embarazo. El embarazo puede


ocurrir en cualquier momento, ya que siempre existe la posibilidad de que la mujer
esté ovulando u ovule como consecuencia añadida de la excitación sexual.

2. EL EMBARAZO

Diagnóstico del embarazo

El embarazo es el proceso de desarrollo del óvulo fecundado, que se localiza en


los genitales femeninos. Se inicia con la concepción o fecundación y termina con
el parto.
El primer signo es, generalmente, la falta de flujo menstrual, aunque esta falta
puede obedecer a muchas otras causas. Seguidamente las mamas se endurecen,
se vuelven dolorosas y los pezones se tornan de color más oscuro. También se
presenta una necesidad más frecuente de orinar. Los mareos, las náuseas y
vómitos pueden orientar a establecer el diagnóstico, pero son signos que admiten
diversas interpretaciones y, al igual que los antojos, los cambios de carácter, el
rechazo a ciertos olores o la salivación abundante, se presentan también en muy
diferentes situaciones patológicas.

El método de diagnóstico más seguro consiste en practicar una exploración


ginecológica interna y externa. En cualquier caso, se puede recurrir al análisis de
orina para detección de embarazo, que es una prueba más confiable. Cuando la
prueba es positiva puede afirmarse que existe el embarazo con un margen de
error ínfimo. Pero incluso cuando la prueba es negativa, puede existir embarazo,
por eso conviene repetir el análisis transcurridas dos semanas.

De acuerdo con expertos, la mejor edad para que una mujer se embarace es
entre los 20 y los 35 años, y el tiempo transcurrido entre el nacimiento de cada
hijo debe ser de por lo menos dos años. Antes de los 20 años no es recomendable
el embarazo porque el cuerpo en general puede no alcanzar todavía su madurez
biológica y, sobre todo, porque la gran mayoría de los jóvenes no han acabado
de madurar emocionalmente o simplemente continúan estudiando o tienen otras
cosas que consideran más importantes que hacer. Asimismo, no se recomienda
un embarazo posterior a los 35 años porque se ha comprobado que un número
importante de malformaciones ocurren en hijos de madres de esa edad o
mayores.

2.1. DESARROLLO DEL FETO

El periodo de gestación dura unos 266 días. El futuro bebé pasará por tres etapas:

Periodo embrionario. Adquiere su forma definitiva. Se han empezado a definir


rasgos físicos, sexo, órganos internos, etc. Es un periodo delicado, donde se
pueden producir malformaciones por factores ambientales, aplicación de
medicamentos y fármacos en general.

MES MEDIDA PESO DESARROLLO


1° 1 cm 0.5 g Nidación. Empieza a formarse una pequeña mora.

2° 4 cm 5g Se forma la placenta. La forma del embrión es


parecida a la de un anfibio. El corazón empieza a
latir.

3° 7 cm 20 g Se dibuja el contorno de los dedos y de los genitales


externos. Los párpados empiezan a abrirse.

Periodo fetal. Es la etapa de maduración, donde van creciendo cada una de las
partes a su propio ritmo.

4° 15 cm 120 g Los huesos se calcifican.


5° 23 cm 300 g Crecen el cabello, el vello corporal y las uñas (las
faneras)
6° 35 cm 1200 g Las vísceras están madurando pero aún no
son funcionales

Periodo de maduración fetal. Aumenta de tamaño, hay un importante consumo de


proteínas que ayudan a desarrollar el cerebro de la criatura.

7° 40 cm 1600 g Aumento de los depósitos de grasa con el consiguiente


aumento de peso
8° 45 cm 2500 g Continúa crecimiento y aumento de peso
9° 50 cm 3000 g Alcanza la madurez fetal

Durante los nueve meses de embarazo el organismo materno sufre


modificaciones importantes desde el punto de vista psicológico y fisiológico, y la
pareja vive una situación desconocida.

3. EL PARTO

Determinación de la fecha probable de parto: fecha de la última regla, más siete


días, más nueve meses.

El parto es la expulsión o la extracción del feto y sus anexos del útero materno.
Se produce de una manera espontánea a partir de los 270 días de gestación, pero
en algunos casos ~con el fin de evitar complicaciones diversas~ se recurre a la
intervención quirúrgica (cesárea) provocando artificialmente la salida del feto.

¿Cuándo puede una mujer sospechar que se aproxima el momento del parto?
En la última semana de gestación suele sentir cansancio y frecuente necesidad
de orinar debido a la compresión que el feto ejerce sobre la vejiga. También puede
presentar dolor en el vientre a causa de las contracciones del útero, que se hacen
más enérgicas y más frecuentes.

El parto se inicia con la dilatación del cuello uterino. Para que ésta se produzca
tienen lugar contracciones dolorosas del útero cuya frecuencia e intensidad
aumentan paulatinamente. En principio son de corta duración con pausas largas
(15 a 20 minutos). La fuente ~membrana que envuelve al feto y al líquido
amniótico en el que sobrenada~ generalmente se rompe después de que las
contracciones dolorosas han comenzado. Finalmente las contracciones tienen
una frecuencia de 2 a 3 minutos y su presión se ejerce sobre el feto, que es
impulsado hacia el exterior a través del canal del parto (parte inferior del útero y
conducto vaginal).

El trabajo de parto puede durar entre 12 y 18 horas si es el primero, y entre 8


y 12 horas o menos si la mujer ha tenido otros partos antes. Es muy raro que dure
más de 24 horas. Por lo tanto, si el parto se alarga mucho puede ser porque la
cabeza no quepa a través de los huesos pélvicos de la madre o que su
presentación viene de nalgas y no puede salir, o por otros motivos.

El parto termina cuando se expulsa la placenta, generalmente en los 5 o 10


minutos siguientes a la salida del feto.

La etapa posterior al parto se denomina puerperio. El organismo de la madre


regresa al estado previo al embarazo. Este periodo puede durar de 4 a 5
semanas.

3.1. Los primeros momentos

Si el recién nacido tuvo la suerte de pertenecer al grupo francamente


mayoritario de aquellos que nacen sin problemas, si el equipo obstétrico logró
respetar y cuidar el proceso natural del parto en lugar de asumir su control
"medicalizándolo", si el niño logró disfrutar alerta, respirando y llorando por su
cuenta de los primeros minutos de vida sobre el pecho de su madre, si
consiguió eludir el "secuestro" en la nursery, puede que ese, sea uno de los
días más felices de su vida.

La clase médica, en ocasiones, impone arbitrariamente condiciones


adversas en nombre de un supuesto rigor académico. Los obstetras,
neonatólogos, enfermeras, pediatras, debemos comprender que somos
privilegiados testigos de un acontecimiento que nos excede, un hecho natural
al que tienen derecho sus protagonistas.

"El apego existe para el ser humano en cuanto mamífero, pero los animales
abandonan a la cría defectuosa. Para el humano no hay selección natural,
porque su función simbólica difiere completamente del instinto animal. Por
desgracia, poco a poco se ha ido desvirtuando el lenguaje materno natural al
separar a la madre del lactante en el momento del parto. Cada pequeño no es
más que el hijo de la ciencia y no de su madre durante los días que éstos
permanecen en la clínica. Actualmente se ha acumulado suficiente evidencia
como para no repetir estas torpezas". F. Dolto.
3.2. La implantación extrauterina.

Luego del parto, el niño deja de estar aislado de las duras condiciones
externas.
Ya no están garantizados ni el oxígeno ni los nutrientes que aportaba el
cordón umbilical. Sus deseos y necesidades serán satisfechos solamente a
veces.

El bebé humano es una unidad biológica sumamente compleja pero


inmadura y, justamente por esto, los recursos necesarios para afrontar la
supervivencia demandan un costo mayor. En el alto grado de organización de
su psiquismo reside tanto su fortaleza como especie, como su vulnerabilidad.
El niño al nacer se implanta, bien o mal, en una red grupal humana.
Esta, la familia, aporta la identidad desde lo biológico, lo psicológico y lo
social, dejando algo así como la marca en el orillo.

"El nacimiento extrauterino marca formalmente el reconocimiento como


individuo, siendo el nacer el episodio más violento en toda la historia de su
individuación. Es percibido como un individuo de la especie. Pero depende
absolutamente de los individuos maduros de su especie para sobrevivir. Para
poder ser reconocido como humano, deberá ir acuñando procesos en el nivel
de lo psíquico y en esto consistirá su humanización progresiva. La
humanización se produce por el íntimo intercambio con las personas a su
alrededor. Del interjuego entre las pulsiones por llenar con el medio proveedor
surgirá el poder de preservar la vida, instalándose así las bases del psiquismo
temprano, el inicio del órgano mental. El desarrollo de este órgano y su
maduración es de armado postnatal. Esta ligazón afectiva se traduce en un
vínculo que actúa a modo de cordón umbilical, no tangible, pero vigoroso
transportador....La placenta biológica intrauterina queda ahora transformada en
una placenta igualmente real, tan real que sin ella se muere". A. Pérez.

La trama íntima de la familia, a su vez, se modifica. Los hijos se hacen


padres, los padres, abuelos, el primer hijo, hermano, los hermanos, tíos y así
la dinámica familiar se transforma cambiando la posición de cada uno de sus
componentes. Cada nacimiento afecta a todo el grupo, replanteando la
dinámica entre la vida y la muerte.
Para los padres, el hijo es un triunfo frente a la propia finitud. Para los
abuelos, la posibilidad de alcanzar la inmortalidad.

4. LA MUERTE

La muerte (otros sinónimos son deceso, defunción, fallecimiento, óbito,


expiración, perecimiento, fenecimiento, cesación) es un efecto terminal que
resulta de la extinción del proceso homeostático en un ser vivo; y con ello el fin
de la vida.1 Puede producirse por causas naturales (vejez, enfermedad,
consecuencia de la cadena trófica, desastre natural) o inducidas (suicidio,
homicidio, eutanasia, accidente, desastre medioambiental).

El proceso de fallecimiento, si bien está totalmente definido en algunas de


sus fases desde un punto de vista neurofisiológico, bioquímico y médico, aún
no es del todo comprendido en su conjunto desde el punto de vista
termodinámico y neurológico, y existen discrepancias científicas al respecto.

Mas lo característico de la experiencia humana de la muerte es que en todos


los casos desemboca no sólo en la comprensión del hecho de que hay muertes,
sino del hecho de que la muerte es algo indisolublemente ligado a la existencia.
La experiencia de la muerte, en sus diversas formas, conduce a la convicción
del «tener que morir».

4.1. Muerte en biología y medicina

La muerte se puede definir como un evento resultante de la incapacidad


orgánica de sostener la homeostasis. Dada la degradación del ácido
desoxirribonucleico (ADN) contenido en los núcleos celulares, la réplica de las
células se hace cada vez más costosa.
4.2. Evolución de las estimaciones del estado de muerte.

En el siglo XX la muerte se definía como el cese de la actividad cardíaca


(ausencia de pulso), ausencia de reflejos y de la respiración visible. No
obstante, con base en estas evidencias insuficientes muchas personas fueron
inhumadas estando en estado de vida latente o afectadas por periodos de
catalepsia.
Posteriormente, gracias a los avances tecnológicos y al mejor conocimiento
de la actividad del cerebro, la muerte pasó a definirse como la ausencia de
actividad bioeléctrica en el cerebro, verificable con un electroencefalograma.
Más tarde aún esta evidencia demostró ser insuficiente, al demostrarse que el
fenómeno de ausencia de actividad bioeléctrica en algunos casos muy
excepcionales podía ser reversible, como en el caso de los ahogados y dados
por fallecidos en aguas al borde del punto de congelación.

4.3. Medicina forense


Históricamente los intentos por definir el momento preciso de la muerte han
sido problemáticos. Antiguamente se definía la muerte como el momento en
que cesan los latidos del corazón y la respiración, pero el desarrollo de la
ciencia ha permitido establecer que realmente la muerte es un proceso, el cual
en un determinado momento, se torna irreversible. Hoy en día, cuando es
precisa una definición del momento de la muerte, se considera que este
corresponde al momento en que se produce la irreversibilidad de este proceso.
Existen en medicina protocolos clínicos que permiten establecer con certeza el
momento de la muerte, es decir, que se ha cumplido una condición suficiente y
necesaria para la irreversibilidad del proceso de muerte.

4.4. Muerte cerebral


Forma irreversible de la pérdida de conciencia que se caracteriza por una
desaparición completa de la función cerebral, con mantenimiento de la
contracción cardiaca. Gracias al avance tecnológico de la medicina, hoy es
posible mantener una actividad cardiaca y ventiladora artificial en cuidados
intensivos en una persona cuyo corazón ha dejado de latir y que no es capaz
de respirar por sí misma, por lo cual esto demuestra que no ha fallecido. El
protocolo utilizado para el diagnóstico de la muerte en este caso es diferente y
debe ser aplicado por especialistas en ciencias neurológicas, y se habla
entonces de "muerte cerebral" o "muerte encefálica". En el pasado, algunos
consideraban que era suficiente con el cese de actividad eléctrica en la corteza
cerebral (lo que implica el fin de la conciencia) para determinar la muerte
encefálica, es decir, el cese definitivo de la conciencia equivaldría a estar
muerto, pero hoy se considera, en casi todo el mundo, difunta a una persona
(incluso si permanece con actividad cardiaca y ventiladora gracias al soporte
artificial en una unidad de cuidados intensivos), tras el cese irreversible de la
actividad vital de todo el cerebro, incluido el tallo cerebral (la estructura más
baja del encéfalo, encargada de la gran mayoría de las funciones vitales),
comprobada mediante protocolos clínicos neurológicos bien definidos y
respaldada por pruebas especializadas.

En estos casos, la determinación de la muerte puede ser dificultosa. Un


electroencefalograma, que es la prueba más utilizada para determinar la
actividad eléctrica cerebral, puede no detectar algunas señales eléctricas
cerebrales muy débiles o pueden aparecer en él señales producidas fuera del
cerebro y ser interpretadas erróneamente como cerebrales. Debido a esto, se
han desarrollado otras pruebas más confiables y específicas para evaluar la
vitalidad cerebral, como la tomografía por emisión de fotón único (SPECT
cerebral), la panangiografía cerebral y el ultrasonido transcraneal.

4.5. El miedo a la muerte

El miedo a la muerte se debe a dos hechos que ocurren dentro de nuestro


inconsciente. En primer lugar, la muerte nunca es posible con respecto a
nosotros mismos; es decir, la causa de la muerte es externa, en este sentido,
se le atribuye un carácter maligno; la muerte es mala y se encuentra en el
ambiente, no en nosotros mismos. Siguiendo esto, para nuestro inconsciente
es inconcebible morir por alguna causa natural o vejez. En segundo lugar, la
persona no es capaz de distinguir entre un deseo y la realización de este (un
hecho); esto justifica la muerte sobre la base de la culpa donde el deseo y la
realidad generan un conflicto. Así, la persona se considera responsable de la
muerte del otro en el sentido de que el deseo de matarlo y el hecho de la muerte
genera culpabilidad. Asimismo, el proceso del dolor siempre lleva consigo algo
de ira. En este sentido, se depositan en la persona muerta dos sentimientos
diferenciados: el amor que se tiene y ha tenido por esta a lo largo de su vida, y
el odio generado por la sensación de abandono que genera la pérdida de este
ser querido. El miedo a la muerte surge como una negación hacia la existencia
de esta.

5. CAPACIDAD JURÍDICA

La capacidad jurídica (o simplemente, capacidad) es, en Derecho, la aptitud


de una persona para adquirir derechos y contraer obligaciones por sí misma,
sin el ministerio o autorización de otro.

5.1. Definición de Capacidad Jurídica


Es la atribución por ley de la posibilidad de ser objeto de derechos y
obligaciones. La capacidad jurídica se atribuye a cualquier persona natural o
natural desde el nacimiento y de acuerdo con lo que legalmente se regula en
relación con ella. Sin embargo, el reconocimiento de tal capacidad no implica
que toda persona pueda actuar con el mismo efecto jurídico; Es decir, la
capacidad de adquirir derechos o incurrir en obligaciones no siempre está
vinculada a la capacidad de ejercer o cumplir estos derechos. Tal posibilidad
de hacerlo, y con efectividad legal, se llama capacidad de actuar. Cuando un
sujeto de derechos menores, que como tal tiene capacidad jurídica, tiene que
realizar un acto legal que sólo los adultos pueden hacer, no puede hacerlo
personalmente, sino que debe hacer otra cosa en su nombre e interés.
La capacidad jurídica va de la mano con la capacidad de un ser humano de
poseer derechos y obligaciones; Ejercer o exigir el primero y contraer éste
personalmente y comparecer ante el juicio. La capacidad jurídica permite crear,
modificar o extinguir relaciones legales de manera voluntaria y autónoma.

La capacidad jurídica está también relacionada con la voluntad, que se


entiende como la facultad psíquica que tiene la persona para elegir entre
realizar o no realizar cierto acto, y depende directamente del deseo y la
intención de realizar un acto o hecho particular. También es capaz de relacionar
como una persona está preparada para tomar decisiones sin estar sujeto a
limitaciones; Libremente, sin secuencia causal, imposición o necesidad.

La capacidad jurídica nace con el inicio de la existencia legal de cada


persona, es decir, según el Código Civil Colombiano (Art. 90), cuando nace la
persona, es decir, cuando conoce plenamente a su madre.

La Constitución dispone que las asociaciones religiosas tienen “capacidad


jurídica” y son libres de administrar y administrar sus bienes dentro de los
límites prescritos por la ley, al igual que otras “personas jurídicas”.

Según la legislación albanesa, un niño significa todo ser humano, nacido


vivo, menor de dieciocho años, cuando adquiere plena capacidad jurídica para
actuar.

5.2. La capacidad jurídica se clasifica en dos:

Capacidad de goce: es la idoneidad que tiene una persona para adquirir


derechos y contraer obligaciones.
Capacidad de obrar o de ejercicio: es la idoneidad de una persona para
ejercer personalmente tales derechos y cumplir las obligaciones.

La capacidad va paralela a la personalidad: se debe ser necesariamente


persona para tener capacidad. Por eso algunos jurisconsultos han confundido
los términos, que sin embargo son diferentes. Lo mismo se aplica a la
diferenciación entre capacidad de 'goce' y de 'ejercicio'; ya que de hecho, puede
tenerse capacidad de goce mas no de ejercicio, un ejemplo sería el nasciturus,
quien, aunque aún no ha nacido, pero ya puede ser titular de ciertos derechos;
o yéndonos menos al extremo, podríamos hablar de los infantes que son
propietarios de un bien inmueble, y aunque tienen derechos sobre la propiedad,
no pueden ejercitar sus derechos vendiéndola o arrendándola.
La imposibilidad de ejercer o gozar de la capacidad de obrar se conoce como
incapacidad'.

En la legislación mexicana, toda persona tiene por el simple hecho de existir


capacidad jurídica o de goce. Esta capacidad se adquiere en el momento del
nacimiento y se pierde al morir; sin embargo, el Código Civil Federal establece
que desde el momento en que el individuo es concebido se le tiene por nacido
y está bajo la protección de las Leyes de dicho código.

Para obtener la capacidad de ejercicio deben cumplirse ciertos requisitos que


la ley señala. En el caso de México, se necesita tener 18 años cumplidos, es
decir, ser mayor de edad para ejercer la capacidad. Existe la figura de la
emancipación, que permite que un menor pueda adquirir un grado de capacidad
de ejercicio casi idéntica a la de un adulto, excepto que no puede casarse sin
consentimiento de su tutor legal.

Existen casos en que a pesar de cumplir la mayoría de edad, no se puede


contar con capacidad de ejercicio.

En cuanto a las sucesiones, puede estarse incapacitado para heredar si se


cumplen ciertas condiciones, como haber cometido un delito en perjuicio del
titular de la herencia, o bien haber sido el médico o sacerdote personal del
fallecido.

En los casos anteriores se dice que quienes estén en ese supuesto son
"incapaces" o están en estado de interdicción. Este tipo de incapacidad es
natural y legal; natural porque su condición humana no les permite ejercer el
derecho y legal porque el derecho, desde el punto de vista objetivo, reconoce
dicha imposiblidad de ser capaces en ejercicio.

En el Derecho romano, los esclavos no tenían personalidad, eran reducidos


a bienes propiedad de un dueño y al ser bienes su estatus en la sociedad era
de cosas, no de personas.
6. INCAPACIDAD JURÍDICA

La incapacidad judicial es un estado civil y ha de constar en una sentencia


firme. Se trata de que la persona carezca de la capacidad de
obrar o que esta sea limitada. En este caso, una tercera persona en calidad
de representante legal ejercitará sus derechos en su nombre mediante la tutela,
la curatela o el Defensor Judicial.
La Incapacidad jurídica es la carencia de la aptitud para la realización del
ejercicio de derechos o para adquirirlos por sí mismo.
Aunque a una persona se le reconozca la incapacidad jurídica, sus
representantes no podrán realizar en su nombre actos personalísimos. Nos
referimos por ejemplo a otorgar un testamento. Las personas con discapacidad
física y psíquica precisan de una protección recogida en el Código Civil español.
Existen en nuestro sistema distintas figuras para su defensa. Las causas más
comunes por las que se puede declarar la incapacitación judicial de un individuo
son oligofrenia, demencia, esquizofrenia, paranoia, depresión, trastorno
bipolar, anorexia nerviosa, bulimia nerviosa y deficiencias orgánicas y
funcionales. Ten en cuenta que no todas las enfermedades anteriores afectan
de la misma forma a todas las personas. De hecho, la capacidad de
autogobierno tiene un componente eminentemente ambiental, es decir,
depende mucho de las circunstancias que rodean al sujeto. Circunstancias
como la edad, el estado de salud, el grado de cultura, las responsabilidades
familiares y laborales, el nivel económico o la integración social. Por lo tanto,
cuando decimos que una persona no tiene capacidad de autogobierno quiere
decir que no es capaz de actuar de acuerdo con los moldes y el funcionamiento
social del marco en que se mueve.

6.1. Ejercitamiento de los Derechos del Incapacitado

Tutela
Es el cargo de representación que protege y guarda a los incapaces. Las
personas sujetas a tutela son:
- Menores de edad no emancipados sin Patria potestad. Según el grado será
curatela o tutela.
- Los incapacitados cuando la sentencia lo hayan establecido.
- Los sujetos a la Patria Potestad prorrogada.
- Los menores que se hallen en situación de desamparo.

Personas que pueden ser tutor:

- Cónyuges que vivan con el incapaz.


- Padres y personas designadas por el incapaz.
- Descendientes, ascendientes o hermanos que estime el juez.
- Persona idónea que estime el juez.
- La administración por menores desamparados.
- Personas jurídicas sin fines lucrativos.
Respecto al contenido de la tutela se puede destacar tres aspectos:

- Personal: el tutor vela al tutelado (educa, alimenta, inserción social…).


- Representación: lo representa (salvo en actos que sí pueda realizar).
- Administración: el tutor administra su patrimonio con la diligencia del buen
- padre de familia, rindiendo cuenta con las autoridades judiciales (Ministerio
Fiscal).
La tutela se extingue
- Cuando el menor alcanza la mayoría de edad.
- Adopción del tutelado menor de edad.
- Fallecimiento del tutelado.
- Por la concesión al menor de la mayoría de edad.
CONCLUSIÓN

PRIMERA. - Sin agente, sujeto de derecho, no hay voluntad, no puede haber


generación alguna de declaración jurídica; y la capacidad debe existir en
declaración. Sin agente capaz no hay voluntad declarada. La capacidad, como
es sabido, es jurídica o de hecho. Se requiere de ambas para la validez del
acto. Sin capacidad jurídica no puede haber acto, porque falta una voluntad
idónea para crearlo.
SEGUNDA. - La capacidad de las personas físicas es la cualidad, aptitud o
idoneidad legal de toda persona -por el sólo hecho de serlo que le permite ser
sujeto de derechos y obligaciones; es decir, posibilidad de ser parte de
relaciones jurídicas. Pues esta capacidad es la de goce y disfrute o simple
capacidad jurídica, como algunos la llaman, que es inherente a la esencia de
toda persona y que más que concesión legal es reconocimiento de uno de los
atributos elementales del ser humano.
TERCERA.- El Desarrollo del ser humano Son aquellos cambios y continuidad
que atraviesa a lo largo de su ciclo vital el ser humano, son las etapas que se
debe vivir como persona, desde la concepción se va desarrollando, hasta llegar
a la muerte, es un camino largo que pasa la persona.
BIBLIOGRAFÍA

- Díaz Méndez, Darío; Latorre Postigo, José Miguel, eds. (2015). Psicología médica
(1.ª edición). Barcelona, España: Elsevier España, S.L. p. 421.

- Papalia, Diane E.; Wendkos Olds, Sally; Duskin Feldman, Ruth (2010). Human
Development Desarrollo humano] (11.ª edición). México D.F., México: McGraw
Hill. p. 810.

- LEON BARANDIARAN, José, (1,970): "Manual del Acto Jurídico". Lima, Ed.
Morson.

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