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Aproximación a la situación penitenciaria española

Angeles HUET DE SANDE

El título que encabeza estas breves líneas preten- burgo y por la legislación de algunos países euro-
de reconocer la imposibilidad de abordar en el pre- peos; la amplia regulación de las comunicaciones ín-
sente trabajo la compleja realidad penitenciaria es- timas; la creación de las comisiones de asistencia
pañola sobre la que tanto y desde tantos puntos de social penitenciarias, etc.
vista se ha escrito y en la que, como parcela que es Pero, a continuación, es preciso reconocer que de
del ejercicio del poder sancionador del Estado, inci- la previsión normativa a la realidad práctica, aún
den múltiples factores jurídicos y extrajurídicos, pe- queda un largo camino por recorrer.
nitenciarios y extrapenitenciarios. Como en las demás legislaciones europeas, dos
Sólo puede, pues, pretenderse abundar en algu- son los principios esenciales sobre los que se asien-
nas reflexiones ya conocidas, pero partiendo de la ta nuestra legislación penitenciaria: la humanización
experiencia que proporciona el conocimiento global, en la ejecución de las penas privativas de libertad
directo y en vivo de esta realidad a la que duele (la pena privativa de libertad sólo puede consistir es-
siempre acercarse. trictamente en la privación de ese derecho funda-
Cuando se promulga la Constitución democrática mental, sin que pueda constituir un sufrimiento aña-
de 1978, nuestro país, en este tema -como en tan- dido a la pena; el sistema penitenciario debe, en
tos otros-, se encuentra en clara situacion de des- todo caso, garantizar el respecto a los derechos fun-
ventaja: la situación penitenciaria heredada de la damentales de la persona); y, en segundo lugar, la
dictadura ni en su configuración práctica, ni en su re- ejecución de la pena debe tender fundamentalmen-
gulación normativa se aproximaba siquiera sea mí- te a la reeducación y a la reinserción social, debien-
nimamente a la actual orientación constitucional del do los poderes públicos ofrecer un tratamiento reso-
sistema penitenciario. cializador al delincuente.
Con la Constitución y posteriormente la Ley Orgá- Aunque los términos que acaban de utilizarse, in-
nica 1/1979, de 28 de septiembre, General Peniten- feridos de nuestra vigente legislación positiva, per-
ciaria, se entra de lleno en el movimiento de refor- mitan recordar al movimiento de política criminal de-
ma penitenciaria que se promueve en Europa en la nominado "Defensa Social» (Marc Ancel), lo cierto
década de los años setenta -o finales de los se- es que la idea de reinserción social y ejecución hu-
senta- propiciado por el Consejo de Europa con las manitaria de la pena -prescindiendo ahora de la en-
Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Deteni- cendida polémica doctrinal que existe al respecto,
dos que aprueba el Consejo de Ministros del Con- con sus obvias connotaciones ideológicas a las que
sejo de Europa el 19 de enero de 1973, que se ins- no es posible sustraerse- se encuentra recogida en
piraron en las conclusiones del Primer Congreso de la norma de más alto rango de nuestro Derecho po-
las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y sitivo (art.25.2 C.E.) como directa consecuencia,
Tratamiento del Delincuente, reunido en Ginebra el quizá inexcusable, del modelo de Estado interven-
30 de agosto de 1955. cionista -Estado social y democrático de Dere-
La Legislación penitenciaria española es, en tér- cho- que nuestro país ha adoptado.
minos generales, progresiva y configura un sistema Pues bien, el enfoque práctico que pretenden es-
que, en relación con otros países democráticos de tas líneas requiere que nos detengamos, siquiera
Europa, es mucho más avanzado y respetuoso con sea someramente, en algunas facetas de índole ma-
los derechos de los internos. Sólo por citar algunos terial de la vida penitenciaria en las cárceles espa-
ejemplos, destacan aspectos como la amplia inter- ñolas sin cuya adecuada satisfacción es difícil acer-
vención del juez de vigilancia y el completo sistema carse a la meta de reeducación y reinserción que la
de recursos contra sus resoluciones que establece Constitución ha establecido --entre otras finalidades
la Ley Orgánica del Poder Judicial el sistema de san- no excluidas por el Texto Fundamental- para la eje-
ciones y su progresiva interpretación por el Tribunal cución de las penas privativas de libertad.
Constitucional; el régimen y frecuencia en la recep- Una ejecución humanitaria de este tipo de penas
ción de paquetes por los internos; el derecho del re- requiere dar cobertura a ciertas manifestaciones de
cluso a usar sus propias ropas (las reglas de las Na- la vida en prisión que, por afectar al núcleo esencial
ciones Unidas o del Consejo de Europa y la mayo- de la dignidad de la persona, se convierten "de fac-
ría de las legislaciones europeas permiten la impo- to» en presupuesto previo inexcusable de cualquier
sición de uniforme); el rechazo de nuestra legisla- programa de reinserción. Se trata, entre otros facto-
ción penitenciaria por el uso de armas de fuego por res de no menor interés, que la extensión del pre-
los funcionarios penitenciarios, a pesar de encon- sente trabajo no permite abordar, de la estructura,
trarse permitido por las Reglas de Ginebra y Estras- alimentación, higiene y sanidad de nuestras cárceles.

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Cualquier aproximación a estas realidades -y a es tampoco plenamente satisfactoria. Las carencias
las demás que conforman la vida penitenciaria- re- que todavía existen en materia alimentaria y de hi-
quiere a mi juicio reconocer, por ser de justicia, el es- giene repercuten directamente en el estado sanita-
fuerzo realizado por los poderes públicos desde el rio en las prisiones.
año 1978 por afrontar la deficientísima estructura pe- Debe no obstante tenerse en cuenta que la gran
nitenciaria heredada, y así: amplias inversiones en mayoría de la población reclusa, con anterioridad a
la construcción de nuevos centros penitenciarios, su ingreso en prisión ha padecido unas condiciones
para cuya efectiva ubicación deben vencerse, a ve- sanitarias deficientes, circunstancias ésta que su in-
ces, serias resistencias sociales -¿o antisocia- greso en prisión no hace sino agravar. Pero siendo
les?-; frecuente remodelación de centros antiguos ello un factor extrapenitenciario directamente deter-
para adecuarlos a las exigencias de la Ley Orgáni- minante de algunas deficiencias sanitarias en nues-
ca General Penitenciaria; importante aumento del tras cárceles, existen otras que traen causa de de-
número de funcionarios tanto de vigilancia como de fectos objetivos del sistema sanitario penitenciario o
tratamiento -la plantilla ha sido más que duplicada son reflejo de carencias más generales que se de-
en los últimos años-; racionalización del programa tectan en el sistema sanitario público extrapeni-
"de inversiones en la construcción de nuevos centros tenciario.
de forma que el dinero público asignado a la Admi- La complejidad de la sanidad penitenciaria -<lue
nistración penitenciaria se destina a mejorar el ser- debe afrontar cuestiones aún no plenamente resuel-
vicio público penitenciario exclusivamente no sien- tas en la esfera extrapenitenciaria, como son el tra-
do ya parcialmente aplicado a la construcción de vi- tamiento de las enfermedades infecto-contagiosas o
viendas funcionariales con los servicios adicionales de las toxicomanías- requiere que su adecuada
que ello conlleva en la práctica (campos deportivos, programación y prestación no esté atribuida, como
piscinas, etc.) ... Y, lo que es más importante, la preo- un compartimento cerrado, a la Administración pe-
cupación por el tratamiento penitenciario con el cam- nitenciaria en exclusiva, sino, de forma conunta o
bio cualitativo y de sensibilidad que ello implica. coordinada con el sistema sanitario general.
* Continúan, sin embargo, existiendo importantes Este objetivo es el que se pretende conseguir me-
carencias en la infraestructura penitenciaria que re- diante el desarrollo de la Disposición Final Segunda
quieren que este esfuerzo continúe: algunos centros de la Ley 14/86, de 25 de abril, General de Sanidad
todavía proceden del siglo pasado o primeros del que se encuentra todavía pendiente.
presente, otros están situados en pleno casco urba- Hasta el momento, el Hospital General Peniten-
no, incluso alguno es adaptación de inmuebles que ciario presenta graves carencias en cuanto a recur-
fueron construidos con otra finalidad; algunas cárce- sos personales, materiales, organizativos y técnicos
les continúan estructuradas en brigadas -grandes que lo alejan del concepto de Hospital previsto en la
dormitorios colectivos-· donde conviven masifica- Ley General de Sanidad.
dos un excesivo número de internos en condiciones En cuanto a la asistencia sanitaria de los presos
que impiden el respeto a la intimidad del recluso, sin en hospitales extrapenitenciarios, recientemente se
contar con adecuados sistemas de iluminación y ha dictado una norma reglamentaria elaborada por
ventilación. los Departamentos de Justicia, Interior y Sanidad y
* En algunos centros existen todavía carencias Consumo (Real Decreto 319/1988, de 30 de marzo),
alimentarias que requieren no sólo un aumento de que va a permitir, cuando sea efectivamente aplica-
las cantidades presupuestarias destinadas a este da, una prestación de esta asistencia más respetuo-
concepto, sino también la creciente adquisición de sa con la dignidad de los internos y con su condi-
recipientes isotérmicos que permitan mantener ca- ción de enfermos: la habilitación en los Hospitales
liente la comida de los internos mientras se trans- ordinarios de locales específicamente adecuados
porta desde las cocinas hasta los comedores o las para recibir a la pOblación penitenciaria enferma evi-
celdas (hasta el año 1984 no se había realizado in- tará que, en muchos casos, los presos permanez-
versión alguna en este concepto y actualmente sólo can esposados a las camas a pesar de su en-
29 centros disponen de este sistema de transporte fermedad.
de la comida que evita que ésta llegue fría a los in- * Dentro de esta breve panorámica sobre algunos
ternos; tampoco hasta este año existía cocinero pro- aspectos de nuestra situación penitenciaria hay tam-
fesional en ningún establecimiento ...). bién otras cuestiones de interés como la del trabajo
* En otros, las condiciones higiénicas no son las en el interior de las prisiones.
más adecuadas y no siempre ello depende de la an- Salvo algunas excepciones en las que existe un
tiguedad de su estructura, sino de su régimen de or- auténtico programa de trabajos bien planificado, en
ganización interna, esto es, del sistema de control la mayoría de las cárceles sólo se encuentran pre-
sobre la distribución y utilización del material de lim- vistas con carácter disperso, sin apenas programa-
pieza proporcionado por la Administración a los ción y sólo para un escaso número de internos, mí-
internos. nimas actividades ocupacionales consideradas úni-
* La situación sanitaria en nuestras cárceles no camente como factor de tratamiento penitenciario y

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no como un auténtico trabajo productivo y remune- humana en relación con la ejecución de las penas
rado con la correspondiente protección en materia privativas de libertad inspiran las legislaciones de los
de seguridad social tal y como se menciona en el ar- países democráticos y también la nuestra de una for-
tículo 25.2 de la Constitución. ma incluso más avanzada. La realidad de los siste-
Sin perjuicio de que ello pueda considerarse como mas penitenciarios es, sin embargo, radicalmente di-
una de las consecuencias de la generalizada crisis ferente y sustenta, entre otros factores, este escep-
económicas y de las conocidas deficiencias en la or- ticismo hacia las penas cortas de prisión.
ganización interna del trabajo penitenciario, como - El grado de cumplimiento de algunas garan-
son la existencia en alguna cárcel nueva de adecua- tías constitucionales del proceso penal y, en concre-
das instalaciones de maquinaria y de espacio que to, la interpretación que se realice del ejercicio del
están infrautilizadas o sin entrar en funcionamiento. derecho fundamental a la defensa en el proceso pe-
* Es, quizá, en materia de acceso a la cultura y nal, también incide de forma directa en la situación
a la educación -también mencionada expresamen- de las cárceles.
te en el artículo 25.2 C.E.- donde el avance ha sido La situación de internamiento en un estableci-
más apreciable, sin que sea necesario hacer hinca- miento penitenciario estando sometido a un proce-
pié en la importancia de estas parcelas en la vida so penal que se desarrolla fuera del mismo y que
penitenciaria. tiende a dilucidar sobre la comisión de un delito y
El esfuerzo realizado para conseguir una adecua- su participación en él de un ciudadano privado de li-
da programación de las actividades culturales, edu- bertad y la imposición de una pena, requiere por su
cativas o deportivas, no parece haber alcanzado, sin extrema gravedad establecer los mecanismos ade-
embargo, la misma intensidad en los centros de cuados para que quede garantizado, en todo caso,
hombres que en los de mujeres, para las que estas y con la mayor efectividad el derecho a la defensa
actividades son todavía escasas y de contenido di- del inculpado en el proceso penal; así lo exige el
verso a las programadas para los centros de hom- principio constitucional de contradicción.
bres. Este derecho fundamental debe ser garantizado,
* Pero este rápido repaso sobre el interior de como derecho irrenunciable, desde que el proceso
nuestras prisiones -en el que muchas cuestiones penal se inicia hasta su terminación, debiendo per-
han quedado en el tintero- no puede hacemos ol- manecer mientras tanto el mismo letrado de oficio,
vidar importantes factores jurídicos extrapenitencia- en su caso, designado.
rios con repercusión directa en cualquier sistema Dado que el proceso penal no concluye cuando
penitenciario. se dicta sentencia, pues durante la fase de ejecu-
No puede negarse la clara incidencia que en la si- ción de una sentencia penal condenatoria a pena pri-
tuación de las cárceles producen el contenido de las vativa de libertad pueden plantearse determinadas
leyes penales, el grado de cumplimiento de ciertas vicisitudes procesales que deben ser resueltas por
garantías del proceso penal como el derecho funda- el Tribunal Sentenciador, con audiencia del reo y con
mental a la defensa, el funcionamiento del servicio posibilidad de recurrir por parte de éste (así, artículo
público prestado por los órganos de la jurisdicción 988 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal), a estas
penal, el eficaz desenvolvimiento de los mecanis- situaciones les deben ser también de aplicación las
mos de control extrapenitenciarios de la ejecución garantías constitucionales del proceso entre las que
de la pena ... se encuentra el derecho a la defensa con el alcance
Sin pretender, lógicamente, llevar a cabo en es- expuesto.
tas líneas un análisis dogmático de todas estas Todo ello, incidiría, además, favorablemente so-
cuestiones, de gran complejidad cada una de ellas bre la falta de información que todavía aqueja a los
en sí mismas, sí puede resultar apropiado a las ca- presos sobre su situación procesal previa o poste-
racterísticas de este trabajo esbozar algunas de sus rior a la sentencia firme condenatoria a pena priva-
concretas repercusiones en la situación peniten- tiva de libertad.
ciaria. - En cuanto al funcionamiento del servicio públi-
- En cuanto al contenido de las leyes penales, co judicial, la situación de colapso en que se encuen-
se ha destacado ya reiteradamente por estudiosos tra algunos órganos de la jurisdicción penal unida a
y prácticos del Derecho Penal la insuficiencia de la los actuales períodos máximos de duración de la pri-
legislación española vigente en materia de mecanis- sión preventiva previstos en la Ley Orgánica
mos sustitutivos de la pena privativa de libertad. 10/1984, de 26 de diciembre, son también factores
Es conocido el profundo y universal proceso de con incidencia directa en el todavía elevado número
crítica a que dichas penas, y fundamentalmente las de presos preventivos y determinantes en buena
cortas, está sometido. El movimiento de humaniza- medida de la actual masificación de los estableci-
ción de la pena privativa de libertad que surge des- mientos penitenciarios en general y, en particular,
pués de la Segunda Guerra Mundial no ha conse- de los grandes centros de preventivos.
guido paliar estas críticas. Es cierto que estos prin- Por otra parte, la excesiva duración de la situa-
cipios de humanización y de respeto a la dignidad ción de preso preventivo incide directamente, retra-

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sándolas, en las tareas de clasificación y tratamien- sanidad, en sus más variados aspectos que inclu-
to penitenciarios. yen desde la enfermedad mental o el tratamiento
- En cuanto a los factor~s extrapenitenciarios de para drogodependientes, a las enfermedades infec-
control de la ejecución de la pena, destaca, en pri- tocontagiosas; servicios de asistencia social; políti-
mer término la figura del Juez de Vigilancia al que ca de empleo ...
la vigente legislación reconoce especial trascenden- Esta colaboración entre las distintas administra-
cia como medio técnico y jurídico más idóneo para ciones sectorial mente competentes, cada una des-
conseguir la efectiva aplicación del principio de le- de su óptica, se hace, pues, imprescindible. Si el Es-
galidad en la ejecución de la pena y como eficaz tado social es por definición un activo gestor y par-
control jurisdiccional sobre la Administración peni- tícipe de los procesos y cambios sociales, asumien-
tenciaria a la que fiscaliza, garantizando la adecua- do por ello la meta -¿o utopía?- de la resocializa-
da protección de los derechos de los internos. ción, su intervención en la realidad penitenciaria
La eficacia de esta figura puede, sin embargo, dis- debe abarcar, coordinadamente, sus múltiples y va-
minuir notablemente si persiste la actual situación riadas facetas.
funcional de estos jueces, la mayoría de los cuales Pero de otro lado, es igualmente conveniente
deben compatibilizar estas funciones específicas mantener una actitud constante de profundización
con el ejercicio de la jurisdicción ordinaria que igual- en los valores propios de las sociedades democrá-
mente tienen atribuida. ticas y pluralistas avanzadas, constitucionalmente
- No puede, por último, dejar de hacerse refe- protegidos, por parte de todos los sectores cuya ac-
rencia a la importante labor que puede desempeñar tuación incide en la administración penitenciaria; nos
también dentro de los centros penitenciarios el Mi- referimos no sólo a los funcionarios penitenciar.ios,
nisterio Fiscal y los Colegios de Abogados. sino también a jueces, fiscales, abogados ...•
El Ministerio Fiscal al amparo del artículo 4 párra- Esta tarea de profundización en la efectividada de
fo 2 de su Estatuto Orgánico, atendiendo las quejas los principios constitucionales -que el Texto Fun-
de los internos en lo relativo a su situación procesal damental exige (artículo 9.2)- requiere igualmente
o penitenciaria, siempre en consonancia con las fun- profundas reformas en la legislación penal, ya alu-
ciones constitucionales y legales del Ministerio PÚ- didas, que configuren una intervención del Derecho
blico. Penal lo menos amplio y extensa posible y, por otra
Los Colegios de Abogados, entre otras cuestio- parte, recojan adecuadamente la relación de propor-
nes, impulsando la creación de turnos de oficio que cionalidad que debe existir entre la gravedad del de-
permitan asesorar" asistir a los internos en deter- lito y la capacidad de delinquir del culpable, por un
minados aspectos de la vida penitenciaria, como el lado, y, por otro, la especie y cantidad de pena, me-
procedimiento sancionador, posibilidad esta admisi- diante el establecimiento, entre otras medidas, de
ble a la luz de la Constitución y de la interpretación un completo abanico de alternativas a la prisión, fre-
que de la misma ha efectuado el Tribunal Constitu- cuentes, por lo demás, en las legislaciones eu-
cional (sentencia de 21 de enero de 1987 dictada en ropeas.
los recursos de amparo 940 y 949/85, acumulados). Al comienzo de estas líneas señalábamos como
* Si algo hubiera de destacarse brevemente a uno de los principios inspiradores de nuestra legis-
modo de conclusiones sería, de un lado, la necesi- lación penitenciaria, la ejecución humanitaria de la
dad de afrontar la compleja realidad penitenciaria pena privativa de libertad. Cualquier avance en este
española mediante un sistema de colaboración en- sentido es, pues, una exigencia inexcusable. Ahora
tre los distintos departamentos ministeriales y admi- bien, aun si se rechazan las teorías monocausales
nistraciones autonómicas. Efectivamente, la admi- de la criminalidad, un sistema de actuación de los
nistración penitenciaria no puede afrontar, por sí poderes públicos que avance exclusivamente en
sola, la gran variedad de prestaciones que debe re- este campo, sin tener en cuenta las estructuras so-
solver: educación y enseñanza; cultura y deportes; cio-económicas, no puede considerarse de recibo.

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