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JUANA SIN MIEDO


En el salón del trono de las Reinas reinonas. Se levanta el telón están la Reina reinona y la Reina
Molona y el príncipe en medio. Cada una tiene al príncipe agarrado de un brazo y tiran para sí.
Presentadora: Erase una vez hace mucho tiempo, en un reino muy, muy lejano había dos reinas, la
Reina Reinona y la Reina Molona, que tenían un hijo, el Príncipe. En este reino todo era alegría y
contento. Sin embargo un día ocurrió un hecho extraordinario. Pero antes os voy a contar la historia
de este reino. Fue en 1528 cuando el rey Carolus III…
Reina 2: Oye termina ya que me duele el brazo.
Abuelo: Sí y yo me voy a quedar dormido de verdad.
Presentadora: Bueno pues mejor veamos lo que ocurrió.
Reina 1: He dicho que se casa, se casa y se casa.
Reina 2: He dicho que no se casa, no se casa y no se casa.
Reina 1: Aquí se hace lo que yo digo porque soy más fuerte.
Reina 2: Aquí se hace lo que yo digo porque soy más guapa.
Abuelo: Los turcos, los turcos, que vienen los turcos.
Reina 1: Ay, chiqitirrin mío ¿a qué quieres casarte?
Príncipe: Sí, sí quiero casarme.
Reina 2: Ay pantuflin de mis sueños ¿A qué no quieres casarte?
Príncipe: No, no quiero casarme.
Reina 1: Qué sí. (El Príncipe afirma con la cabeza)
Reina 2: Qué no. (El príncipe niega con la cabeza).
(Se repite varias veces) (Las Reinas lanzan un bufido de enfado y se van cada una a una esquina)
Reinas: Hablaremos con el abuelo.
Reina 1: ¿Abuelo con quién se casará el príncipe?
Abuelo: El príncipe se casará con… (Se queda dormido)
Reinas: Abuelo.
Abuelo: El príncipe se casará con quién quiera.
Reinas: ¿Cómo? (Se echan a reír)
Ministra: Si me permiten sus reales altezas puedo proponer una solución.
Reina 1: (Muy enfadada) ¿Cómo? ¿Te atreves a proponernos una solución?
Reina 2: (Muy enfadada) ¿Una solución? ¿A nosotras que somos las Reinas Reinonas?
Ministra: (Con mucho miedo). Sí.
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Reina 1: y Reina 2: Pues vale, dinos.


Ministra: Quién quiera casarse con su hija tendrá que pasar la prueba del miedo.
Reina 1: y Reina 2: (muy enfadadas) ¿la prueba del miedo dices?
Ministra: (Con mucho miedo). Sí.
Reina 1: Pues vale.
Reina 2: ¿Y qué es la prueba del miedo?
Reina 1: Sí que es.
Ministra: Pues como saben, el salón de nuestro castillo por las noches está encantado y se llena de
fantasmas y monstruos. Los candidatos tendrán que permanecer una noche en el salón y el que
aguante hasta la mañana, se casará con el príncipe.
Reina 1: y Reina 2: Vale trato hecho.
Príncipe: Pues a mí me parece que… (1 y 2 le miran) Nada, nada que me parece muy bien.
Reina 1: Muy bien Heralda, anuncia el acuerdo y que pasen los pretendientes.
Heralda: Súbditos y súbditas, anuncio en nombre de las Reinas Reinonas que hay que comprar dos
kilos de patatas, una docena de huevos y 100 gramos de jamón york pero que me lo corten finito.
Reina 2: Pero que dice está Heralda.
Heralda: Perdonad, pero me he equivocado de papel. Súbditos y súbditas, anuncio que el príncipe
se casará con quien pase una noche en el castillo encantado. Así que, que entre el primer
pretendiente.
Abuelo: Aquí estoy.
Reinas: Tú no abuelo.
Vizconda: Hola, soy la Vizconda de la Panocha, yo soy tan Valiente que hasta me lavo los dientes. Y
nunca lloro si se me cae un diente.
Reina 1: Esta es mi favorita.
Ministra: Que pase el segundo pretendiente.
Abuelo: Aquí estoy.
Reinas: Tú no abuelo.
Archiduca: Hola, soy la Archiduca del Rododendro. Y soy tan guapa, bella y hermosa como una
mariposa.
Reina 2: Oh sí, no sé porque pero a mí también me parece muy guapa y hermosa. Me recuerda a
alguien. Tú serás mi favorita.
Ministra: Muy bien pues como ya tenemos a los dos pretendientes que dé comienzo la competición
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(Suena una trompeta)


Reina 1: ¿Qué pasa ahora heralda? ¿Por qué tocas la trompeta?
Heralda: Yo no he sido, mi reinona. Es que viene un nuevo pretendiente.
Reina 2: ¿Un nuevo pretendiente? ¿Y quién puede ser?. Ministra dile que entre.
Ministra: Que entre el tercer pretendiente.
Abuelo: Aquí estoy. ¿Quién me llama?
Reinas: Abuelo.
(Todas miran por un lado y aparece por el otro y se sienta en el trono)
Reina 1: Pues parece que no viene.
Juana: Aquí estoy.
(Todos se asustan)
Reina 2: Dinos quien eres.
Juana: Hola, yo no soy marquesa, ni duquesa, ni Vizduca ni archiconda. Pero me llamo Juana.
Príncipe: ¿Te gustan las lentejas?
Juana: Si.
Príncipe: Pues ésta es mi favorita.
Reina 2: ¿Y cómo piensas vencer a los fantasmas?
Juana: Porque soy Juana SinMiedo y no sé lo que es sentir el miedo y me gustaría saberlo.
Todos: ohhh.
Ministra: Pues que empiece la competición. La que aguante hasta mañana se casará con el príncipe.
Reina 1: (A la Vizconda). Espero que ganes.
Reina 2: (A la Archiduca). Espero que ganes.
Príncipe: (A Juan) Espero que ganes.
(Se quedan solas las tres pretendientes)
Vizconda: Ja, por fin podré demostrar mi valor. Cuando vengan los fantasmas les pienso cortar en
dos con mi espada y hacerme una colcha con sus sabanas.
Archiduca: Y yo les deslumbraré con mi belleza, y haré que coman de mi mano como perritos
falderos.
Juana: Pues yo mientras vienen me echaré una siesta. Despertadme cuando veáis a alguno.
Vizconda: Ja. A ti, lo que te pasa es que tienes tanto miedo, que prefieres dormir para no
enfrentarte a ellos.
Archiduca: Sí, no como nosotras. Me parece que más que Juana SinMiedo eres Juanica la cobardica.
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Juana: Huy, pues tenéis suerte chicas porque creo que por ahí viene el primer fantasma.
Vizconda: ¿Cómo? ¿Qué dices? Auxilio, socorro, que miedo.
Archiduca: Sálvese quien pueda. (Se esconden detrás del sillón)
(Aparece el fantasma ermitaño)
Ermitaña: (Con voz tenebrosa) Dominus Vobiscum. Soy el fantasma del ermitaño asesino. A quién
vea me lo como, a quién corra me lo espanto y a quién sueñe me lo zampo.
Juana: Pero que fantasma más pesado.
Ermitaña: Dominus Vobiscum, Dominus Vobiscum.
Juana: (También con voz tenebrosa)Dominus Vobiscum. En el culo te pelliscum…
Ermitaña: Ahy¡¡¡, pero bueno que es esto de tocarle el culo a un fantasma. Un poco de respeto por
favor.
Juana: Pues asusta más bajito que quiero dormir.
Ermitaña: ¿Es que no te doy miedo?
Juana: No, porque yo soy Juana Sinmiedo y no sé lo que es el miedo.
Ermitaña: Oh, no, no, no sabe lo que es el miedo. No, no, no…. ( Se va)
Juana: Chicos ya podéis salir, ya se ha ido.
Vizconda: No, si a mí no me daba miedo es que estaba buscando una moneda que se me había
caído por aquí detrás.
Archiduca: Y yo estaba admirando la calidad del parquet.
Juana: Pues podéis volver a mirarlo porque creo que aquí vienen más monstruos.
Vizconda: y Juana: Socorro…
Zombie 1: ¡Argg¡ Tenemos hambre.
Zombie 2: ¡Argg! Tenemos mucha hambre
Zombie 1: Arggg, queremos carne fresca.
Zombie 2: Arggg, queremos carne humana.
Zombie 2: y Zombie 1: Arggg, te vamos a comer.
Juana: (riéndose) Muy bien chicos, sois los más graciosos de todos los monstruos que han salido.
Zombie 1: ¿graciosos, nosotros?
Zombie 2: ¿Pero es que no te damos miedo?
Juana: No, porque yo soy Juana Sinmiedo y no sé lo que es el miedo.
Zombie 1: y Zombie 2: Oh, no, no, no sabe lo que es el miedo. No, no, no…. (Se van)
Vizconda: y Archiduca: ¿Podemos salir ya?
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Juana: Casi mejor que no, porque vienen más fantasmas (Vizconda: y Archiduca: se vuelven a
esconder.
Dráculas: Sangre, sangre, queremos sangre, sangre. Somos las Draculinas y en el cuello vamos a
morder. Somos las draculinas y tu sangre vamos a beber. Sangre, sangre, queremos sangre, sangre.
Vizconda: y Juana: (Detrás del sillón). Cuidado que te muerden.
Drácula 1: Somos la Condesas Dráculinas,
Dráculas 2: Y con nuestros colmillos afilados.
Dráculas : Te morderemos el cuello como un helado.
Juana: Un momento. ¿No pensareis morderme con esos dientes tan sucios?.
Drácula 1: ¿Nuestros dientes?
Juana: Sí y además os huele el aliento fatal.
Drácula 2: Pues vamos al dentista regularmente.
Drácula 1: ¿Pero es que no te damos miedo?
Juana: No, porque yo soy Juana Sinmiedo y no sé lo que es el miedo.
Drácula: Oh, no, no, no sabe lo que es el miedo. No, no, no…. (Se va)
Juana: Bueno, ya es por la mañana y todavía no sé qué es el miedo.
(Llegan Ministra: Reina 1: y Reina 2: )
Ministra: Atención, atención. El pretendiente que haya aguantado toda la noche se casará con el
príncipe.
Vizconda: Yo, a mí los fantasmas no me han dado ningún miedo.
Archiduca: Y yo hasta me he reído en su cara.
Juana: (Las asusta) Buuuu…. (Archiduca: y Vizconda: salen corriendo)
Reina 1: Muy bien pues tú te casarás con el príncipe. Cura casales inmediatamente.
Reina 2: Buaaa…
Reina 1: ¿pero qué te pasa ahora?
Reina 2: Es que el príncipe se casa y estoy muy feliz
Cura: Estamos aquí reunidos…
(Entran la Vizconda y la Archiduca)
Las dos: Alto detengan esta boda.
Juana: No te preocupes príncipe que yo te protegeré.
Vizconda: Es que venimos a ver si nos invitáis a la boda.
Archiduca: Por fa.
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Juana: Está bien. Prosiga señora cura.


Cura: Estamos aquí reunidos.
Draculinas: Quieto todo el mundo.
Juana: Alto ahí draculinas.
Draculina: Es que nosatras también queríamos venir a la boda.
Juana: Vale.
Cura: Estamos aquí reunidos… Abuelo pero cuanto tiempo.
Abuelo: Pero Federica, cómo tú por aquí.
Cura: Pues ya ves que he venido a una boda.
Abuelo: Yo también que casualidad.
Reina 1: Vamos a ver, termínanos con esta boda o no.
Cura: Perdón. Juana ¿Quieres casarte con el príncipe?
Juana: Sí, quiero.
Cura: ¿Príncipe, quieres casarte con Juana?
Príncipe: Pero reinas si yo…
Reinas: Que digas que sí te hemos dicho.
Príncipe: Vale, vale. Si quiero.
Cura: Pues yo os declaro marido y mujer.
Reinas: Que se besen.
Todos: Que se besen, que se besen.
Príncipe: Es que… no quiero.
Reina 1: ¿Cómo que no quieres?
Reina 2: ¿pero qué tontería es esa?
Príncipe: Es que no soy un príncipe… soy una PRINCESA.
Todos: Ohhhh¡
Reina 2: ¿Pero por qué no lo habías dicho antes?
Príncipe: Es que nunca me escucháis y siempre tengo que hacer lo que vosotras decís.
Reina 1: Perdónanos pero es a nosotras nos gusta mandar a todo el mundo.
Príncipe: Pues a ver si escucháis un poco más y mandáis un poco menos.
Reina 2 llora.
Reina1: ¿Y a ti que te pasa ahora?
Reina 2: Pues que yo siempre había querido tener una princesa y estoy muy contenta.
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Ministra: Bueno pues como el príncipe es una princesa se anula la boda.


Todos se van
Juana: Perdonar pero a mí no me importa.
Ministra: ¿Qué, qué dices?
Juana: Pues que a mí no me importa que sea una Princesa.
Princesa: Ni a mí, que sea una Juana.
Reina 2: Pues a nosotras tampoco.
Cura: Pues entonces que se besen.
Todos: Que se besen, que se besen.
(Cuando se van a besar el príncipe se pone unas gafas con nariz y bigote y asusta a Juana)
Juana: ¡Qué miedo, qué miedo¡
Príncipe: Ja, ja, ja, se lo ha creído.
Juana: ¡Uff, qué susto¡ Por fin sé lo que es el miedo¡. Muchas gracias Princesa.
(Todos aplauden, música final y saludos)

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