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Asignatura: Redacción periodística III

ASIGNATURA

REDACCIÓN PERIODÍSTICA III

Huancayo - 2013

0
Asignatura: Redacción periodística III

Facultad de Ciencias de la Comunicación

Universidad Nacional del Centro del Perú

Decano de la Facultad de Ciencias de la Empresa


Mg. Gaspar Orellana Méndez

Coordinador de la Especialidad
Mg. Sandro Bossio Suárez

Jefe de Departamento Académico:


Ing. Calderón Sedano Carlos.

Compilador
Mg. Sandro Bossio Suárez

Universidad Nacional del Centro del Perú - UNCP


Material publicado con fines de estudio
Primera edición
Huancayo, 2010

1
Asignatura: Redacción periodística III

PRESENTACIÓN

Siempre
Siempre he he contado
contado que que me me volví
volví escritor
escritor por por temor
temor aa olvidarme
olvidarme de de mimi abuela.
abuela. Y Y es
es cierto.
cierto. Pasé
Pasé
toda
toda mi infancia arropado entre sus polleras, escuchando atentamente los miles de cuentos que
mi infancia arropado entre sus polleras, escuchando atentamente los miles de cuentos que meme
trasmitió
trasmitió aa lo lo largo
largo dede esos
esos onceonce años
años que que estuvimos
estuvimos juntos,
juntos, soldados
soldados el el uno
uno al al otro.
otro. Cuando
Cuando ella ella
murió
murió quedé
quedé sorpresivamente
sorpresivamente en en el
el limbo,
limbo, en en unun espacio
espacio en en el el que
que sese funden
funden la la luz
luz yy las
las sombras,
sombras, sin sin
saber
saber quéqué hacer
hacer con con todos
todos esos esos relatos
relatos que que escuché
escuché durante
durante mi mi niñez.
niñez. A A los
los doce
doce años años decidí
decidí
escribirlos
escribirlos parapara queque nono se se los
los llevara
llevara la desmemoria. Y lo intenté, lo juro, pero no estaba preparado,
pues
pues hasta
hasta entonces
entonces solo solo había
había leído
leído historietas,
historietas, yy no no tenía
tenía la la mínima
mínima idea idea de de lo lo que
que era era una
una
estructura
estructura literaria,
literaria, oo unun recurso
recurso narrativo,
narrativo, oo unauna técnica
técnica adecuada.
adecuada. Abandoné
Abandoné de de inmediato
inmediato mi mi tarea
tarea yy
me
me hice
hice elel firme
firme propósito,
propósito, antesantes de de volver
volver aa intentarlo,
intentarlo, dede aprender
aprender todo todo lo lo que
que fuera
fuera posible.
posible. Fue Fue así
así
como
como me hice de una apreciable biblioteca (con muchos libros que son de tercera mano, pero no
me hice de una apreciable biblioteca (con muchos libros que son de tercera mano, pero no por
por
ello
ello de
de tercera
tercera línea,
línea, claro)
claro) yy hubo
hubo de de pasar
pasar más más de de veinte
veinte añosaños para
para darme
darme cuenta
cuenta de de que,
que, porpor fin,
fin,
tenía
tenía una
una vaga
vaga idea idea de
de lolo que
que eraera escribir
escribir en en serio.
serio.
Sin
Sin embargo,
embargo, siempresiempre he he sido
sido reacio
reacio aa publicar.
publicar. Muchos
Muchos creen creen queque es es vanidad,
vanidad, oo soberbia,
soberbia, pero pero
pocos
pocos saben
saben que que es es miedo.
miedo. Una Una vez,
vez, aa los
los diecisiete
diecisiete años,
años, gané gané un un concurso
concurso de de novela
novela con con un un libro
libro
que
que ahora
ahora guardo
guardo bajo bajo siete
siete llaves
llaves yy que,
que, por
por unun descuido
descuido que que nunca
nunca me me hubiera
hubiera perdonado,
perdonado, estuvo estuvo aa
punto
punto de de publicarse.
publicarse. Ya Ya cuando
cuando estabaestaba en en lala imprenta,
imprenta, concon todas
todas las
las placas
placas quemadas,
quemadas, me me di di cuenta
que
que sese trataba
trataba de de un
un libro
libro naciente,
naciente, germinal,
germinal, una una protonovela
protonovela con con muchísimas
muchísimas fallas fallas técnicas
técnicas que, que, de
de
divulgarse, me hubiera avergonzado de por vida. Y es que todo lo
divulgarse, me hubiera avergonzado de por vida. Y es que todo lo publicado es indeleble. Felizmentepublicado es indeleble. Felizmente
me
me percaté
percaté de de ello
ello aa tiempo,
tiempo, yy corrícorrí con
con el el cheque
cheque del del premio
premio aa la la fundación
fundación organizadora
organizadora del del
concurso
concurso parapara devolverlo,
devolverlo, de de modo
modo que que pararan
pararan las las máquinas
máquinas de de lala imprenta
imprenta yy me me devolvieran
devolvieran mis mis
originales.
originales. El El presidente,
presidente, un un extraordinario
extraordinario humanista,
humanista, un un extraordinario
extraordinario médico,médico, un un extraordinario
extraordinario
amigo,
amigo, sonrió
sonrió al al saber
saber mis
mis intenciones
intenciones y tomó la difícil decisión de hacerme caso con la misma sonrisa sonrisa
con
con que
que elegimos
elegimos el el restaurante
restaurante para para la cena. Se puso de pie, me tocó el hombro y me dijo que que mimi
petición
petición eraera muestra
muestra de de unauna gran
gran disciplina
disciplina interior:
interior: «Si
«Si sigues
sigues así,así, pronto
pronto te te van
van aa dar dar el el Nobel»,
Nobel»,
fueron
fueron sussus palabras.
palabras. Y Y la
la novela
novela no no se se publicó,
publicó, pero,pero, gracias
gracias al al cielo,
cielo, tampoco
tampoco tuve tuve que que devolver
devolver el el
cheque.
cheque.
Ahora
Ahora estoyestoy convencido
convencido que que no no es es disciplina
disciplina interior,
interior, ni ni eses protervo
protervo perfeccionismo,
perfeccionismo, es es
sencillamente
sencillamente inseguridad.
inseguridad. Si Si no
no meme hubieran
hubieran quitado
quitado de de laslas manos
manos los los textos,
textos, oo los los libros
libros queque hehe
publicado
publicado hasta
hasta ahora,
ahora, nono hubiera
hubiera sidosido capaz
capaz de de llevarlos
llevarlos porpor propia
propia iniciativa
iniciativa aa ningún
ningún editor.
editor. Es Es más,
más,
hay
hay algún
algún material
material que que creocreo que que no no debió
debió publicarse
publicarse nunca,nunca, peropero ya ya es es demasiado
demasiado tarde tarde para
para
arrepentimientos.
arrepentimientos. Debido Debido aa ello, ello, ahora
ahora soysoy muymuy cuidadoso:
cuidadoso: no no le
le confío
confío mis mis originales
originales más más que que las
las
personas
personas más más allegadas
allegadas aa mí mí para
para queque meme denden una
una apreciación.
apreciación. Después
Después los los guardo
guardo celosamente
celosamente en en
mi
mi archivador.
archivador. A A eso
eso sese debe
debe que que tengo
tengo la la manía
manía de de conservar
conservar en en carpetas
carpetas todos todos los los ejemplares
ejemplares en en
borrador,
borrador, tachados
tachados yy sobrescritos,
sobrescritos, de de un un mismo
mismo relato,
relato, que
que aa veces
veces pasan
pasan de de las
las doce
doce versiones.
versiones. De De
vez
vez en cuando desempolvo esos papeles para leerlos sobre frío, ya cuando el magma de la
en cuando desempolvo esos papeles para leerlos sobre frío, ya cuando el magma de la prosa
prosa sese
ha
ha petrificado,
petrificado, yy no no le
le perdono
perdono nada nada aa ninguno.
ninguno. Los Los que
que nono sirven,
sirven, nono sirven,
sirven, yy su su lugar
lugar natural
natural eses lala
papelera.
papelera. Los Los queque buenamente
buenamente sobreviven
sobreviven siguensiguen en en el
el armario
armario esperando
esperando la la próxima
próxima temporada
temporada de de
siega.
siega. Pues
Pues bien,bien, dede esas
esas muchas
muchas purgas
purgas vesánicas
vesánicas han han subsistido
subsistido estosestos relatos,
relatos, aa los los que
que imagino
imagino
veteranos
veteranos de de guerra,
guerra, vendados,
vendados, mutilados,
mutilados, lisiados
lisiados de de por
por vida.
vida.
Aquí
Aquí algunos
algunos consejos
consejos para para aprender
aprender aa escribir.
escribir.
El
El autor
autor

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Asignatura: Redacción periodística III

El
El autor
autor
EL TEXTO NARRATIVO
¿QUÉ ES LA NARRACIÓN?
La narración es el relato de unos hechos –en el periodismo interpretativo tienen que ser siempre
verídicos– ocurridos en un tiempo y en un lugar determinados. El principio de la acción es el que rige
a los textos narrativos: contamos los hechos ocurridos a lo largo de un tiempo y espacio, de manera
que al encadenarse unos con otros logran una nueva significación.

ELEMENTOS DE LA NARRACIÓN

 El acontecimiento
 La historia
 La trama
 El argumento
 La estructura
 La acción
 La secuencia
 El conflicto

INTERVINIENTES DE LA NARRACIÓN

 El personaje (actuante en el periodismo)


 El narrador

RECURSOS DE LA NARRACIÓN

 El punto de vista
 El espacio
 El tiempo
 El suspenso
 El drama

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EL ACONTECIMIENTO
Es lo que acaece o sucede. Es la parte mínima de un relato. El relato está lleno de acontecimientos y
hechos que se van sucediendo para dar corporalidad al texto.

LA ACCIÓN

El movimiento es una de las leyes fundamentales de toda narración, ya que de forma progresiva
concatenamos unas secuencias con otras hasta llegar al desenlace. Pero esto ha de lograrse con
habilidad, de un modo tal que excite y mantenga el interés y la curiosidad del lector, porque es en este
aspecto de carácter psicológico donde descansa el verdadero arte de narrar. En este sentido, el orden
resulta imprescindible, ya que la confusión desorienta al lector. Así, la estructura más simple del texto
narrativo será aquella que exponga los sucesos según su desarrollo cronológico, presentando los
diferentes personajes conforme vayan apareciendo en la historia.
Podemos ordenar, de este modo, los sucesos de acuerdo con un criterio cronológico y causal
(causas > sucesos > efectos: estructura clásica o lineal) o podemos romper esta secuencia,
empezando por el medio o el final, o en forma zigzagueante (estructura moderna o no lineal). A la
primera forma de narrar se le llama composición lógica; a la segunda, libre o artística.

IDEA: Es la materia prima del texto narrativo, que normalmente se presenta mentalmente. A partir de ella,
que es un concepto nebuloso del relato, se desprende el tema. La idea surge de visiones, percepciones,
sueños, etc.

TEMA: El tema es aquella idea principal que el autor de una narración ha querido explicar o transmitir.
También puede decirse que es la cristalización de situaciones o emociones encarnadas en hechos
concretos.

EPISODIO: Es una fracción activa y evolutiva del relato. De la reunión lógica de los episodios
nace la historia y, luego, la trama. El episodio está compuesto por el suceso (hecho que se da en un
determinado momento y espacio) y el marco (las circunstancias).

HISTORIA (Story en las escuelas anglosajonas): Es una sucesión de tensiones dramáticas. En el


estructuralismo francés la historia también recibe el nombre de «fábula». Ejm . Un niño se hace amigo de unos
gnomos; el padre del niño quiere destruir la casa de los gnomos; el niño defiende a sus amigos; ellos le
regalan una esmeralda mágica.

TRAMA (Plot en las escuelas anglosajonas): es la disposición lógica de las acciones literarias en un
orden equilibrado, de la cual depende la tensión del relato. Los franceses le llaman «discurso». Jorge Amado,
el extraordinario escritor brasileño, decía que «la trama es la organización adecuada de los episodios que, en
conjunto, van a formar un texto narrativo. Si la conexión de los hechos es defectuosa, el texto fracasa». Ejm. El
padre de un niño solitario decide echar abajo el árbol donde viven éstos y el niño se opone porque recuerda
que en ese tronco viven los gnomos, sus amigos. A cambio de mantener el árbol en pie, trabaja duro para
ayudar a sus amiguitos. Éstos, al enterarse, le dan una esmeralda con la que el jovencito salva de la hambruna
a su pueblo.

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Asignatura: Redacción periodística III

ARGUMENTO: es la sucesión de acciones, hechos o anécdotas que el narrador va contando. Así,


cuando explicamos el argumento de una película o de una novela, resumimos los hechos más significativos de
esa novela o esa película, pero señalando las relaciones lógicas entre ellos. El argumento, a modo de
vehículo, va a plasmar implícitamente el tema.

La secuencia psicológica que sigue esta relación es:

Suceso
Idea Tema Marco Episodio Historia Trama Relato

LA CURVA DRAMÁTICA

El primer teórico que nos habla de la curva dramática es el filósofo Aristóteles. En efecto, Aristóteles no
sólo alude a dos momentos en la constitución del texto trágico-épico (el material objeto de la mímesis, las
acciones, y su configuración dentro de la fábula), sino que aporta los criterios que van a regular la actividad de
dicha constitución: causalidad o verosimilitud, paso de dicha a desdicha (o viceversa). Constitutivamente, por
lo demás, la fábula, para ser completa, ha de tener principio, medio y fin. De ese modo, el modelo aristotélico
se resume en «inicio, nudo y desenlace).

A) INICIO: conocido también como planteamiento. Aparecen los elementos y personajes


fundamentales y se sitúan los hechos en un lugar y en un tiempo determinados, es decir, se
presentan los fundamentos de lo que será la narración.
B) NUDO: surge y se desarrolla el conflicto. Es el momento de mayor interés, el momento de la
intriga.
C) DESENLACE: se resuelve la intriga.

CONFLICTO

También llamado «conflicto de fuerzas». Es la parte mínima del relato que activa una acción y una
reacción. Es el elemento central de interés que mueve la acción y es el móvil principal que incita a la
acción. El conflicto puede ser extemo (entre dos o más personas; de un personaje con su ambiente) o
interno (estados de consciencia o vida interior). Es la parte mínima del relato que activa una acción y una
reacción. Con la suma de conflictos, vamos motorizando el relato; lo hacemos avanzar.

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Asignatura: Redacción periodística III

EL SUSPENSO
Es la interrupción de una acción dramática; lo opuesto a un conflicto. Si el conflicto activa una acción, el
suspenso la detiene. De este juego (conflicto - suspenso) dependerá la tensión dramática. El suspenso es
evolutivo, creciente, y sirve para sembrar de dudas y preguntas la mente del lector, para que éste siga
leyendo. Sin el suspenso, la historia que narramos se vuelve plana y el lector la abandonará en cualquier
punto.

¿CÓMO TRABAJAR EL SUSPENSO?


 TÉCNICA DE LA ANTICIPACIÓN: Adelantar el hecho, pero no los detalles, de la
intriga principal, ayudará a sembrar suspenso. Ejm. Nadie sabe cuál es el momento crucial de su
vida. Mario, cuando despertó ese día, tampoco lo sabía.

 TÉCNICA DE LA ACUMULACIÓN DE DATOS: Un narrador diestro, sin


recurrir a la anticipación, irá soltando a lo largo de la narración detalles, hechos, situaciones,
destinados a sembrar el suspenso. Ejm. Un hombre sale de su trabajo y ve a una mujer vestida de
rojo. Mientras almuerza la vuelve a ver. Se encuentra con ella en el ascensor. Por la tarde la descubre
observándolo a través de la ventana. El suspenso está creado: ¿quién es esa mujer?

 TÉCNICA DE LA INTERROGACIÓN: Se apela directamente a una pregunta para


despertar el suspenso. Ejm. El hombre llegó a su casa y encontró sus enseres revueltos, el perro
acuchillado, las paredes con señas de sangre. ¿Quién podía haber sido capaz de semejante acción?

 TÉCNICA DEL DATO ESCONDIDO: También se llama «técnica de la omisión del


dato clave». Consiste en negar la información clave en el orden lineal de la historia, sembrando, de
ese modo, el suspenso, y haciendo girar las demás situaciones y personajes en torno al mismo eje.
Ejm. «Nadie supo qué había sucedido detrás de esas paredes, desde donde, apenas, llegaron voces
y gritos desgarradores. Cuando los vecinos entraron a ver lo que pasaba encontraron el cuerpo
desnudo de la niña, cortado a tajos, ensangrentado, como si una fiera se hubiera abatido sobre ella. A
la única persona que vieron merodear ese lugar fue a una mujer vestida de rojo. ¿Por qué se habían
ensañado así con esa indefensa criatura? ¿Quién podía haber sido el autor de semejante crimen?».

EL DRAMA: El drama es el espíritu del relato, es la parte anímica, subjetiva, que apelará a los
sentimientos del lector para hacer de la narración una experiencia memorable. Cuanta más carga dramática
exista en una narración, más memorable será éste. No siempre el drama es un hecho lamentable. Existe
drama en la profundidad del relato, en una crítica social, en una descripción de hábitos, en una costumbre, etc.
Es muy diferente al melodrama (un acontecimiento triste capaz de arrancar lágrimas con artilugios baratos.
Ejm. Las telenovelas).

Ejm. Los gallinazos sin plumas o Al pie del acantilado son relatos dramáticos porque, aparte de que
son tristes, contienen grandes cargas emotivas sobre la sociedad. Pero Los cachorros y Con Jimmy
en Paracas, a pesar de que son cuentos aparentemente divertidos y risueños, también son
dramáticos por la vivencia cruel de sus personajes.

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Asignatura: Redacción periodística III

EL PERSONAJE DE LA
NARRACIÓN
Construir un personaje periodístico significa acumular datos acerca de él, otorgarle una psicología clara y
dotarle de una función en la trama. El personaje debe resultar creíble y memorable. La construcción del
personaje es distinta según el enfoque que quiera dársele. En el periodismo, el personaje no puede ser, de
ninguna manera, inventado.
Para algunos autores, los personajes reciben el nombre de «caracteres». En el proceso de creación de los
personajes el autor ejerce una labor meticulosa de observación, introduciéndose dentro de su personaje y
presentándolo como un ser vivo, capaz de motivar y ser motivado, de sufrir y hacer sufrir, con todas las
contradicciones, vicios y virtudes propias de un hombre de carne y hueso. En la mayor parte de las ocasiones,
los rasgos físicos y psicológicos del personaje se reducen a los más significativos y definitorios de su carácter
y condición, pues su personalidad se irá revelando conforme avance el relato. En los planteamientos teóricos
del siglo XX las posturas sobre el personaje se diversifican fuertemente. No faltaban quienes lo seguían
contemplando como un trasunto de las preocupaciones del hombre de la calle y, en definitiva, de la condición
humana.

CLASES DE PERSONAJES

1) DE MODO DIRECTO:

A) PERSONAJE PRINCIPAL: Es aquel que participa más, que aparece más en la narración.
Podemos decir que el personaje principal (que en algunos casos pueden ser más de dos), es el que
conduce el hilo narrativo actuando y dialogando con los otros personajes.
B) PERSONAJE SECUNDARIO: Es el que secunda a los personajes principales. Permanecen en
segundo plano con respecto a los principales. Estos personajes siempre deben cumplir con una
función dentro del relato.
C) PERSONAJE ACCIDENTAL: Es el que aparece en el relato una sola vez, o es nombrado
indirectamente, y su función es limitada.

2) DE MODO INDIRECTO:

a) Personajes emblemáticos: son aquellos que se caracterizan por un detalle.


b) Personajes espaciales: los acontecimientos del relato suceden en alguna parte y a los personajes
se los puede caracterizar de acuerdo con el lugar en que se encuentran. (No hay necesidad de
caracterizarlos, solo contextualizarlos).
c) Personajes temporales: Son los que le otorgan la temporalidad al relato.
e) Personajes autobiográficos.

¿CÓMO DAR A CONOCER UN PERSONAJE?


a) POR LO QUE HACE: DARLO A CONOCER POR SUS ACCIONES

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Asignatura: Redacción periodística III

Román, padre de cinco hijos, camina como todos los días por el jirón Orrantia, en busca de trabajo.
Siente hambre. Mete una mano al bolsillo, no encuentra nada. Se pasa la mano por la boca, traga
saliva, sigue caminando.
Revista Somos

b) POR LO QUE PIENSA: DARLO A CONOCER POR SUS PENSAMIENTOS

«En ese mismo momento, a dos kilómetros de la fábrica, un hombre proletario pensaba: “la
huelga continuará, mi hija llora de hambre, no tengo ni un centavo en los bolsillos”. Era Claus
Bepstel, un ordinario albañil que, como sus mil compañeros, se pasaba el día sentado en la
vereda, al calor de la brea humeante, sin más horizonte que su esperanza resquebrajada».

Los proletarios, Igor Putchkin

c) POR SU NOMENCLATURA: POR SU NOMBRE.

«Veintidós años después volví a ver a Margarito Duarte. Apareció de pronto en una de las
callecitas secretas del Trastévere, y me costó trabajo reconocerlo a primera vista por su
castellano difícil y su buen talante de romano antiguo. Tenía el cabello blanco y escaso, y no le
quedaban rastros de la conducta lúgubre y las ropas funerarias de letrado andino con que había
venido a Roma por primera vez»
La Santa, Gabriel García Márquez

d) POR UN EMBLEMA: POR ALGO QUE LO CARACTERIZA.

«No supe su nombre, no lo sé, y no creo saberlo nunca. Lo único que sé es que salía todas las
tardes a pasear su perrito por la plaza principal, y que era hermosa, nívea, altiva, tanto que no se
dignaba mirar al alcalde cuando éste pasaba por su lado y la saludaba. La dama del perrito, así
habré de llamarla, astilló mi vida en mil pedazos».
La dama del perrito, Antón Chéjov

e) POR CÓMO ES: DESCRIPCIÓN, CONDICIÓN, ATRIBUTOS, PECULIARIDAD, ETC.

«A los cuarenta años, Arístides podía considerarse con toda razón como un hombre “excluido del
festín de la vida”. No tenía esposa ni querida, trabajaba en los sótanos del municipio anotando
partidas del Registro Civil (...) Arístides no era solamente la imagen moral del fracaso sino el
símbolo físico del abandono: andaba mal trajeado, se afeitaba sin cuidado y olía a comida
barata, a fonda de mala muerte»
Una aventura nocturna, Julio Ramón Ribeyro

f) POR LO QUE DICE: SE LE PRESENTA MEDIANTE DIÁLOGOS.

«Nadie debe venir a esta tienda, dijo una voz de mujer a mis espaldas. Nos tratan tan mal». Al voltear
la vi. Era joven, no tanto como la voz con que había hablado, y completamente bella. Al verla, una
muchacha cualquiera haciendo cola en el supermarket para comprar champú y toallas higiénicas, no
imaginé cuántas lágrimas derramaría en el futuro por ella. Se llamaba Glenda, un amor como decimos
los argentinos, un pimpollo. Estudiaba idiomas en Corrientes, tenía novio, padres, perro, y había
participado activamente de la Revuelta de Mayo, gritando en contra del general Videla, y su
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Asignatura: Redacción periodística III

participación en “la noche de los lápices”, coreando a Páez, García y Caravedo le había dejado la
cicatriz en el vientre, aquella que más tarde recorrí tantas veces con mis labios, que restañé, que
besé, y, mucho más tarde, que odié como a nada en este mundo».

Queremos tanto a glenda, Julio Cortázar

EL NARRADOR
El narrador es una voz que inventa el escritor para contar una historia y cuya función es hacerla
más creíble. Nunca el escritor escribe directamente un relato —a no ser que sea ensayo— puesto
que necesita el recurso de encarnar su voz en la de un narrador que no es él. Ejemplo: un escritor de
setenta años escribe la historia de un joven de veinte, entonces, para hacerlo, debe adoptar la
personalidad del veinteañero para ser más creíble. El anciano escritor, entonces, no está narrando,
sino que lo está haciendo el joven. Ocurre lo mismo cuando un escritor adopta la personalidad de una
mujer para narrarlo bajo su perspectiva, o viceversa. (Ejm. La Romana). A este trabajo se le llama
«mímesis» o imitación.

¿CUÁNTOS TIPOS DE NARRADORES EXISTEN?

a) Narrador protagonista: Generalmente va en primera persona y es aquél que expone su


propia historia. Su visión es limitada. Sabe lo que su mirada le permite. Jamás podrá ingresar a la
psicología o pensamiento de los otros personajes.

Se trata de algo que sólo puede presenciarse en Moscú, y eso, teniendo mucha suerte y buenas
aldabas. Yo presencié una vez esta especie de rito, desde el comienzo hasta el final, gracias a una
feliz coincidencia, y quiero describirlo para los verdaderos entendidos y amantes de todo lo serio y
grandioso que tiene sabor popular.
Chertogón
Nikolái Semënovic Leskov

b) Narrador testigo: Es el que presencia el hecho, la acción, la dramatización, pero no interviene


en la trama. Sabe de la historia a partir de lo que observa como testigo presencial. Mientras que
el narrador protagonista se expresa casi siempre en primera persona, el narrador testigo no
precisa de una persona específica y puede pronunciarse indistintamente a través de:
– Primera persona: «Veo cómo lo matan y no puedo hacer nada».
– Segunda persona: «Ves cómo lo matan y no puedes hacer nada».
– Tercera persona: «Ve como lo matan y no puede hacer nada».
Esta voz permite mayor comodidad del narrador para desplazarse y variar la perspectiva desde
donde cuenta un suceso. Existen dos técnicas para su aplicación:
c) Narrador testigo involucrado: A diferencia del anterior, aquí el testigo especta los hechos y los
comenta o retrata transmitiéndoles su personal carga emotiva. Su subjetividad va a hacer de la
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Asignatura: Redacción periodística III

situación algo trágico, cómico o solemne, según sea el caso y prácticamente este enfoque
condicionará al lector a identificarse en cierta medida con las emociones del narrador.

En el departamento ministerial de **F; pero creo que será preferible no nombrarlo, porque no hay
gente más susceptible que los empleados de esta clase de departamentos, los oficiales, los
cancilleres..., en una palabra: todos los funcionarios que componen la burocracia. Y ahora, dicho
esto, muy bien pudiera suceder que cualquier ciudadano honorable se sintiera ofendido al suponer
que en su persona se hacía una afrenta a toda la sociedad de que forma parte.

El abrigo, Nicolai Gogol

d) Narrador omnisciente: Es el de mayor prestigio y uso en la larga tradición narrativa mundial.


Supone el conocimiento total de la historia: físico, psíquico, social, espacial, temporal. Es una voz
que no se sabe de dónde proviene. Permite un gran despliegue de variantes para el autor. En
términos figurados, el narrador omnisciente es un dios que lo sabe todo, incluso más que el
personaje mismo. Puede moverse al pasado y también anticiparse a hechos no sucedidos aún,
ejerciendo un fuerte gobierno de la historia contada.

Había casi terminado sus estudios eclesiásticos. Mañana sería ordenado, mañana alcanzaría la unión
completa y mística con el Señor que apasionadamente había deseado. Durante su estudiosa juventud
había sido aleccionado para esperarla día tras día; él había tenido la esperanza de alcanzarla a través de
la confesión, a través de la charla con aquellos que parecían haberla alcanzado; mediante una vida de
expiación y de negación de sí mismo hasta que los fuegos terrenales que lo atormentaban se
extinguieran con el tiempo. Deseaba apasionadamente la mitigación y cesación del hambre y de los
apetitos de su sangre y de su carne, los cuales, según le habían enseñado, eran perniciosos: esperaba
algo como el sueño, un estado que habría de alcanzar y en el cual las voces de su sangre serían
aquietadas. 0, mejor aún, domeñadas.
El sacerdote
William Faulkner

d) Narrador testigo presencial: Su visión es objetiva. Narra mientras focaliza la situación que
avanza. A menudo lo hace en tiempo presente.

Hugo, un ladrón que sólo roba los fines de semana, entra en una casa un sábado por la noche. Ana, la
dueña, una treintañera guapa e insomne empedernida, lo descubre in fraganti. Amenazada con la pistola,
la mujer le entrega todas las joyas y cosas de valor, y le pide que no se acerque a Pauli, su niña de tres
años. Sin embargo, la niña lo ve, y él la conquista con algunos trucos de magia.

Ladrón de sábado
Gabriel García Márquez

e) El narrador monologante: El narrador monologa, pero no habla de sí mismo, sino de una


tercera persona a la cual se refiere directamente, aunque esta tercera persona no participe en el
diálogo.
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Asignatura: Redacción periodística III

Déjeme contarle esta historia, amigo, que pronto estaremos cayéndonos de borrachos, y creo que es la
hora en que todavía podemos hacernos algunas confidencias. Mire, la purita verdad es que a mi no me
interesa que me diga nada, que me responda; me basta con que me escuche. Tómese ese trago, y yo

pediré otro, digo, para pasar el rato, para que la historia que le voy a contar sea menos dolorosa. Porque
lo que tengo que contarle es terriblemente triste. Terrible, diría yo, abominable.
Monólogo de Tatito, Julián Pérez Huaranga

f) El narrador coral: El narrador tiene muchas voces; siempre habla en plural: «nosotros».

Todavía llevaban pantalón corto ese año, aún no fumábamos, entro todos los deportes preferían el
fútbol y estábamos aprendiendo a correr olas, a zambullirnos desde el segundo trampolín del
Terrazas, y éramos traviesos, lampiños, curiosos, muy ágiles, voraces. Ese año, cuando Cuellar
entró al Colegio Champagnat.
Los Cachorros
Mario Vargas LLosa

g) El narrador en posta: Un narrador va cediéndole el turno narrativo a otro, y éste a otro, y éste a
otro.

No entiendo por qué no me dejan pasar la noche en la clínica con el nene, al fin y al cabo soy
su madre y el doctor De Luisi nos recomendó personalmente al director. Podrían traer un sofá
cama y yo lo acompañaría para que se vaya acostumbrando, entró tan pálido el pobrecito como si
fueran a operarlo en seguida, yo creo que es ese olor de las clínicas, su padre también estaba
nervioso y no veía la hora de irse, pero yo estaba segura de que me dejarían con el nene. Después
de todo tiene apenas quince años y nadie se los daría, siempre pegado a mí aunque ahora con los
pantalones largos quiere disimular y hacerse el hombre grande. La impresión que le habrá hecho
cuando se dio cuenta de que no me dejaban quedarme, menos mal que su padre le dio charla, le
hizo poner el piyama y meterse en la cama. Y todo por esa mocosa de enfermera, yo me pregunto
si verdaderamente tiene órdenes de los médicos o si lo hace por pura maldad.
La enfermera es bastante simpática, volvió a las seis y media con unos papeles y me empezó
a preguntar mi nombre completo, la edad y esas cosas. Yo guardé la revista en seguida porque
hubiera quedado mejor estar leyendo un libro de veras y no una fotonovela, y creo que ella se dio
cuenta pero no dijo nada, seguro que todavía estaba enojada por lo que le había dicho mamá y
pensaba que yo era igual que ella y que le iba a dar órdenes o algo así. Me preguntó si me dolía el
apéndice y le dije que no, que esa noche estaba muy bien. "A ver el pulso", me dijo, y después de
tomármelo anotó algo más en la planilla y la colgó a los pies de la cama.
Volvió a eso de las seis y media con una mesita de esas de ruedas llena de frascos y
algodones, y no sé por qué de golpe me dio un poco de miedo, en realidad no era miedo pero
empecé a mirar lo que había en la mesita, toda clase de frascos azules o rojos, tambores de gasa y

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Asignatura: Redacción periodística III

también pinzas y tubos de goma, el pobre debía estar empezando a asustarse sin la mamá que
parece un papagayo endomingado, le agradeceré que atienda bien al nene, mire que he hablado
con el doctor De Luisi, pero sí, señora, se lo vamos a atender como a un príncipe. Es bonito su
nene, señora, con esas mejillas que se le arrebolan apenas me ve entrar. Cuando le retiré las
frazadas hizo un gesto como para volver a taparse, y creo que se dio cuenta de que me hacía
gracia verlo tan pudoroso. "A ver, bajate el pantalón del piyama", le dije sin mirarlo en la cara. "¿El
pantalón?", preguntó con una voz que se le quebró en un gallo. "Si, claro, el pantalón", repetí, y
empezó a soltar el cordón y a desabotonarse con unos dedos que no le obedecían. Le tuve que
bajar yo misma el pantalón hasta la mitad de los muslos, y era como me lo había imaginado. "Ya
sos un chico crecidito", le dije, preparando la brocha y el jabón aunque la verdad es que poco tenía
para afeitar.
La señorita Cora
Julio Cortázar

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Asignatura: Redacción periodística III

LOS MÉTODOS NARRATIVOS

Como ya sabemos, la narración es el relato de unos hechos –que pueden ser verídicos o imaginarios–
ocurridos en un tiempo y en un lugar determinados. El principio de la acción es el que rige a los textos narrativos:
contamos los hechos ocurridos a lo largo de un tiempo y espacio, de manera que, al encadenarse unos con otros,
logran una nueva significación. Existen dos maneras de escribir un relato:

a) La escena: es el método dramático, específico, con el uso de diálogos y descripción, que ocurre en un
determinado tiempo y espacio, y dura mientras no exista cambio de lugar ni ruptura en la continuidad temporal.
Se dice que la escena es el elemento dramático de la ficción narrativa. La escena reproduce la acción, el
movimiento de los personajes. La función de la escena es «mostrar» al lector el movimiento de los personajes
con un lenguaje gráfico. Es decir, en una escena los personajes cobran vida como individuos, y hablan y
actúan por sí mismos, en lugar de que el narrador hable y actúe por ellos. Los componentes de la escena son:
el diálogo y la descripción. La escena sirve para atrasar el ritmo de la narración.

Alfonso llega a la redacción del periódico. Se acerca a la mesa del editor y siente el
olor al café de la tarde. Pone las manos en la silla.
–Buenas noches, señor Faúndez –dice.
–Buenas –contesta el editor, sin levantar la cabeza.
–Me siento abrumado –continúa Alfonso–. Estuve todo el día buscando una buena
historia y nada. Santiago parece que se ha dormido.
Ahora sí Faúndez levanta la cabeza, le clava los ojos a Alfonso, estruja un papel.
–No funda, Alfonso. En este pueblo siembre hay un muerto, un herido, un suicida. Si
no, usted tiene que inventárselo.

Tinta roja, Alberto Fuguet

b) El resumen: también se llama sumario. Es la manera de decir las cosas a través del relato mismo. Aquí se
introduce al narrador para que él actúe y diga las cosas en nombre del personaje, y acelere la narración sin
detenerse en los detalles. El resumen tiene como finalidad aligerar la corriente narrativa. El resumen produce
distancia y cierta frialdad, y como carece de la vivacidad de la escena, le otorga a la historia bastante
presteza. Ejm.

Alfonso llega a la redacción del periódico y le dice al editor que se siente abrumado
porque se ha pasado todo el día buscando noticias frescas y no las ha hallado. Faúndez,
agrio como siempre, le dice que si no había noticias que aunque sea las invente pero que
le lleve algo.
Tinta roja, Alberto Fuguet

El uso regulado, la mezcla, de la escena y el resumen delimita el ritmo narrativo.

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Asignatura: Redacción periodística III

EL PUNTO DE VISTA
El punto de vista es el enfoque, la particular forma de ver el mundo de un determinado
personaje. En el relato, para narrar una historia debemos siempre «meternos» dentro de un
personaje y contarla a través de sus ojos. De ese modo hacemos que la historia se haga más
humana. Incluso las descripciones deben hacerse en función de este personaje, a cómo ve un
paisaje, o cómo siente una situación. Con la primera persona gramatical no tenemos problemas, pues
el narrador protagonista lo va a contar todo de acuerdo a su punto de vista. Debemos tener cuidado
con la segunda y, sobre todo, la tercera personas. Como ejemplo, narraremos una misma historia
desde tres puntos de vista diferentes.

Julián caminaba por la calle, entretenido con la visión de los grandes cipreses que se movían al roce del viento,
cuando al dar la vuelta una esquina se dio contra una niña de escasos años, que llevaba un globo rojo en la mano. La
niña, con el impacto, aflojó la mano y el globo se elevó por los aires, escapó.
—¡Mi globo! —dijo la niña, empezando a llorar.
Julián no sabía qué hacer ante la situación. Angustiado, vio que de pronto aparecían los padres de la niña, y
preguntaban qué barullo era ese.
—¡Mi globo! —seguía diciendo la niña—. Se fue por culpa de este señor que me golpeó.
—¿La golpeó? —dijo el padre, un hombre gigantesco.
—¿Golpeó a mi criatura? —se cuadró la madre, con cara de pocos amigos.
Julián empezó a temblar:
—Un momento —atinó a decir—. Yo no tuve la culpa. La golpeé, es verdad, pero fue de casualidad.
—¡Ah! Entonces sí la golpeó —dijo el padre formando un puño.

La niña, hermosa y de escasos años, caminaba feliz por el parque, mientras sostenía un globo rojo con su frágil
manita. De improviso, al voltear una esquina, se dio fuertemente contra un sujeto que caminaba en sentido contrario. Con
el impacto ella aflojó la mano y el globo se elevó por los aires, escapó.
—¡Mi globo! —dijo la niña, empezando a llorar.
El hombre no sabía qué hacer ante la situación. Se puso pálido cuando aparecieron los padres de la niña,
preguntando qué barullo era ese.
—¡Mi globo! —seguía diciendo la niña—. Se fue por culpa de este señor que me golpeó.
—¿La golpeó? —dijo el padre, un hombre gigantesco.
—¿Golpeó a mi criatura? —se cuadró la madre, con cara de pocos amigos.
El hombre empezó a temblar ante la mirada atenta de la niña:
—Un momento —atinó a decir—. Me llamo Julián y no tuve la culpa. La golpeé, es verdad, pero fue de casualidad.
—¡Ah! Entonces sí la golpeó —dijo el padre formando un puño.

Los padres de Rosita caminaban tranquilamente por el parque, mientras ella corría por delante sosteniendo su
hermoso globo rojo. Unos metros más allá, la pequeña dio la vuelta por una esquina, y ellos la perdieron de vista. Un
momento después, escucharon un grito y se sobresaltaron: era la vocecita de su hija. Corrieron hacia allá y la
encontraron, en efecto, llorando.
—¡Mi globo! —decía la niña—. Se fue por culpa de este señor que me golpeó.
—¿La golpeó? —dijo el padre, que era alto y corpulento.
—¿Golpeó a mi criatura? —se cuadró la madre, con la misma cara que ponía cada vez que veía a los amigos de su
marido.
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Asignatura: Redacción periodística III

Ante la furia de los padres, el hombre, que era una piltrafa, empezaba a temblar:

—Un momento —atinó a decir—. Me llamo Julián y no tuve la culpa. La golpeé, es verdad, pero fue de casualidad.
Ella dio la vuelta muy rápido, no la vi.
—¡Ah! Entonces sí la golpeó —dijo el padre formando un puño.

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Asignatura: Redacción periodística III

ESPACIO Y TIEMPO EN LA
NARRACIÓN
EL AMBIENTE
Es el medio en que se produce la narración. La narración tiene que acontecer en algún lugar. Lleva
otros nombres: ambiente, ámbito, escenario o geografía. En el desarrollo del carácter humano influyen
múltiples factores de orden fisiológico, sociológico o hereditario. Pero, además, el hombre está
condicionado por las circunstancias que lo rodean, por el ambiente histórico y social en el que vive: el
medio contribuye a modelar su moral y su psicología.
Es esta la razón de la importancia del ambiente dentro de la narración, y es que la creación de un buen
marco espacio-temporal le da a lo narrado un fondo de autenticidad, una tercera dimensión, que de otra
forma no lograría.

a) Espacio interno (subjetivo): la mente es el espacio.


b) Espacio directo: el descrito directamente.
c) Espacio indirecto: conlleva una relación estrecha entre el personaje y su espacio
d) Espacio real (objetivo): existe en la realidad.

EL TIEMPO

Es cuando sucede. Es el tiempo es el espacio cronológico durante el cual ocurre un relato. En términos
literarios debemos esclarecer que existen dos tipos de tiempo:

a) Tiempo literario: Es el tiempo independiente del real. Es necesario que el tiempo literario ofrezca
naturalidad y que se observe su devenir como algo verosímil, asemejándose al tiempo real. Dentro
de un cuento utilizaremos algunas distorsiones cronológicas que se utilizan para contar mejor la
historia. En toda narración existen dos clases de tiempos: aquel en el que se desarrolla la historia
o la fábula, y aquel otro en el que se desarrolla la intriga o relato.

b) Tiempo real: Es el tiempo que rige al mundo tangible.

DISLOCACIÓN DEL TIEMPO CRONOLÓGICO: Dependiendo de


estos tiempos, el relato puede incluir ciertas variaciones en su ordenación. Existen varias formas de
presentarla:

1) FLASH BACK: (analepsis, según Genette). También llamado «ritornello». Aunque, simple,
es una técnica de una gran efectividad dentro del armazón de una historia. Esta técnica se realiza al
contar un hecho hacia atrás en el tiempo, es decir, retrocediendo, alterando el orden secuencial natural
y cronológico. Existen varias formas de introducir esta técnica en el texto:

– Directamente: Se da cuando el narrador hace un corte abrupto en la narración para referirse


al pasado. No existe intervención por parte del personaje, es decir solo actúa el narrador.

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Asignatura: Redacción periodística III

«Pero los sábados, en cambio, recorría el atestado y ruidoso portal más despacio, mirando
siempre al frente, secretamente complacida: era agradable que los hombres la elogiaran, era
agradable no tener que volver al trabajo en la tarde. Sin embargo, años atrás, los sábados eran
días temibles. Su madre se quejaba y maldecía más que los otros días, porque el padre no
volvía hasta muy entrada la noche. Llegaba como un huracán, traspasado de alcohol y de ira».
(La ciudad y los perros, Mario Vargas Llosa)

– Mediante el recuerdo: Esta modalidad de flash back recibe el nombre de «raconto». Se da


cuando un personaje actúa en el presente y de pronto recuerda un hecho del pasado.

«Mientras caminaba, Eduardo recordaba cómo había llegado a Lima, cómo había tenido que
sortear el hambre. Habían pasado cuatro años desde que, tras una violenta discusión con sus
padres, había abordado un autobús, decidido a no volver más a su tierra. Con el rostro pegado
a la ventanilla, oyendo el monótono sonido del motor, por momentos se sentía culpable,
arrepentido.» (Al final de la calle. Oscar Malca)

– Mediante consecuencia: (aquí debemos utilizar el verbo «hacía», pretérito imperfecto,


porque estamos hablando de un pasado del pasado) Ejm. «Rodolfo se encontró con Lucía en
la cafetería. La vio hermosa, como siempre, luminiscente, y se estremeció. Cuando la
conoció, una noche de verano en la playa, hacía tiempo ya, él estaba con su amigos»

– Mediante un hábito: «Rodolfo se encontró con Lucía en la cafetería. La vio hermosa,


como siempre, luminiscente, y se estremeció. Él solía ir a las playas del sur en el verano (ya lo
había dejado de hacer), y un día la vio igual, blanca, espigada, y su corazón hizo una pirueta.»

2) TÉCNICA DE LA ANTICIPACIÓN: También conocida como «prolepsis».


Ocurre cuando se hace un trabajo a la inversa y, en lugar de retroceder en el tiempo, avanzamos. Se
utiliza generalmente para sembrar suspenso: adelantamos el hecho, pero no damos los detalles. Ejm.

« —¿Por qué me has hecho esto, Miguelito? Casi me muero de la angustia —dijo Amanda
estrechando al niño, hundiendo su cara en el abrigo de lana, enredando sus dedos entre los
cabellos del pequeñín—. Tú sabes que yo sería capaz de dar la vida por ti. Lo dijo por decir,
dar la vida por ti, sin imaginar, Miguelito, que algún día tendría que hacerlo.»

La casa de los espíritus, Isabel Allende

ARTICULACIÓN DEL TIEMPO


La duración del tiempo dentro de la narración se puede presentar de dos modos:

A) COMO ACELERACIÓN:

- Sintetizar el material narrativo resumiendo mucho tiempo en breves líneas.


- Omitir parte de la historia colocando sólo indicios que la sugieren. Puede actuar como puente
entre dos sucesos alejados en el tiempo.

B) COMO DESACELERACIÓN

- La dramatización.
- La pausa (descripción).
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Asignatura: Redacción periodística III

- La digresión.

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Asignatura: Redacción periodística III

LA ESTRUCTURA
NARRATIVA
La estructura narrativa es la disposición artística de un relato. Toda acción narrada, por sencilla que
parezca, ofrece una trama: cada hilo de narración está entramado. La estructuración cuentística gira en torno a
la trama: la disposición de sus secuencias, sean hechas de manera clásica o vanguardista, se convierten, así,
en la estructura. ¿En qué nos basamos para disponer la estructura? La condición básica que nos permite
disponer esta estructura es saber qué pretendemos con la obra, qué queremos decir.
También podemos decir que la estructura consiste en el ordenamiento de los eventos relatados, de modo
que éstos estén jerarquizados en función de su mayor o menor importancia. Este ordenamiento de eventos se
realiza por medio de una serie de abstracciones que llevan de la historia a la trama, y de ésta al relato. La
acción de los personajes es el eje de todo relato; es decir, el esqueleto a partir del cual el lector construye su
interpretación.
En el relato podemos distinguir dos tipos de estructuras:

A) LA TRADICIONAL: es la lineal que tiene un inicio, un nudo y un desenlace (sigue el


hilo de una trama simple). La especie lograda con esta estructura es una forma textual
invertebrada que recibe por nombre relato.

B) LA MODERNA: es la que, a gusto del escritor, las secuencias del relato se intercambian. En
este campo hay mucho por explotar: el cuentista puede fingir que la historia narrada transcurre en el
presente, en el pasado o en el futuro, que la acción está abierta y no tiene principio ni fin, puede
alterar el orden de los acontecimientos, retomar episodios pasados, proponerle al lector diferentes
lecturas, incluir varios relatos dentro del relato, entrecruzar historias paralelas, invitar al lector a que
participe de la narración. (Sigue el hilo de una trama compuesta).

ESTRUCTURA INTERNA Y ESTRUCTURA EXTERNA

ESTRUCTURA INTERNA: es la manera de distribuir los sucesos en una narración. En este


sentido los relatos suelen presentar tres partes: planteamiento, nudo y desenlace.

ERRORES DE CONEXIÓN

a) Olvidarse situaciones.
b) Contradecirse.
c) Olvidar personajes.

¿SE ESTRUCTURA ANTES O DESPUÉS?

No existe un orden predeterminado en los pasos que se deben seguir, pero ambas son
interdependientes. Si elegimos determinada estructura es porque la trama lo exige. A la vez, la trama
será causante de la estructura.

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Asignatura: Redacción periodística III

TIPOS DE ESTRUCTURAS

Según el final la estructura puede ser: abierta o cerrada. En una narración de estructura abierta
(o final abierto), la acción se interrumpe antes de llegar al desenlace; el lector no sabe como termina
el relato y tiene que imaginarse el final. La estructura cerrada se da cuando la narración tiene un final
y no admite otra continuación.

También existen otros tipos de estructuras:

a) Lineal: La que mantiene una línea narrativa secuencial sin interrupciones.


b) No lineal: rompe el orden cronológico, especialmente para intercalar escenas del pasado en el
presente (saltos atrás, saltos adelante, vacíos temporales).
c) Circular: Llamada también elíptica, es la que termina donde empieza.
d) In media res: Aquella que empieza en el clímax y va clarificando la historia a través de constantes
saltos al pasado.
e) Contrapunto: Dos historias antagónicas se enfrentan.
f) Paralelística: Es la combinación de dos narraciones diferentes y paralelas.

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Asignatura: Redacción periodística III

El diálogo literario
Eduardo Scarletti

1. El guión largo (—) sirve generalmente para indicar tanto las intervenciones o
parlamentos de los personajes (guiones de diálogo) como los incisos del narrador. En el
primer caso, el guión va pegado a la inicial de la palabra con la que comienza el
parlamento, con la sangría de la primera línea del párrafo (es decir, texto «entrado»). En el
segundo caso, va precedido de un espacio cuando comienza el inciso, y seguido de espacio
cuando termina (este último guión sólo se emplea cuando el inciso está dentro del
parlamento; cuando está situado al final nunca debe cerrarse: véase, más adelante, el punto
1.9). Estos diez ejemplos recogen sus usos más frecuentes:
—He descubierto que tengo cabeza y estoy empezando a leer. [1]
—Oh, gracias. Muchas gracias por sus palabras —murmuró Jacqueline. [2]
—Somos muchos de familia —terció Agostino— y trabajamos todos. [3]
—Seguro que, a la larga —replicó Carlota con decisión—, todo se arreglará. [4]
—¡Sophie, vuelve! —insistía Stingo—. He de hablar contigo ahora mismo. [5]
—¿Y tú qué entiendes de eso? —saltó Stephen—. No has leído un verso en tu vida. [6]
—Con lo que me hubiera gustado escribir... —susurró—. Poesía. Ensayo. Una buena
novela. [7]
—Esto no puede continuar así. La cosa ha ido demasiado lejos —se levantó, al tiempo
que se miraba las manos—. Tengo que sobreponerme, acabar con esta locura. [8]
—Esto no puede continuar así. La cosa ha ido demasiado lejos. —Se levantó, al tiempo
que se miraba las manos—. Tengo que sobreponerme, acabar con esta locura. [8 bis]
—Sí, amigo mío, me asombra tu valentía —dijo ella con aplomo. Y tras una breve
pausa, añadió—: Admiro de veras tu sangre fría. [9]
—Ya sé en qué está pensando —dijo la propietaria—: en el color rojo. Todos hacen lo
mismo. [10]

Comentemos brevemente, punto por punto, estos ejemplos.

Caso 1
—He descubierto que tengo cabeza y estoy empezando a leer.
1.1. El caso más sencillo es el primero. Adviértase simplemente que el guión de arranque
de diálogo va pegado a la primera palabra del parlamento. Sería un error indicarlo así:
— He descubierto que tengo cabeza y estoy empezando a leer.
1.2. Como se ve en el segundo ejemplo, el guión de cierre se considera superfluo —y por
tanto se elimina— cuando el párrafo termina con un inciso del narrador. Es incorrecto
indicarlo así:
—Oh, gracias. muchas gracias por sus palabras —murmuró Jacqueline—.
1.3. En el tercer ejemplo, obsérvese que los guiones que encierran el inciso del narrador
van pegados a éste, no separados de él; pero adviértase que tampoco van pegados al
parlamento del personaje. Así pues, sería erróneo indicarlo de estas dos maneras:
—Somos muchos de familia — terció Agostino — y trabajamos todos.
—Somos muchos de familia—terció Agostino—y trabajamos todos.
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Asignatura: Redacción periodística III

1.4. En el cuarto ejemplo, la coma que va después de la palabra «larga» debe ir después del
inciso, nunca antes. O sea, no debe indicarse así:
—Seguro que, a la larga, —replicó Carlota con decisión— todo se arreglará.
1.5, 1.6, 1.7. En los ejemplos quinto, sexto y séptimo puede observarse que figura un punto
de cierre después del inciso del narrador, aun cuando el parlamento del personaje previo al
inciso lleve signos de exclamación, de interrogación o puntos suspensivos (signos que, en
realidad, no tienen función de cierre propiamente dicha). Por consiguiente, estos diálogos
no deberían indicarse así:
—¡Sophie, vuelve! —insistía Stingo— He de hablar contigo ahora mismo.
—¿Y tú qué entiendes de eso?—saltó Stephen— No has leído un verso en tu vida.
—Con lo que me hubiera gustado escribir... —susurró— Poesía. Ensayo. Una buena
novela.
1.8. En la primera variante del ejemplo octavo [8] vemos que antes del inciso del narrador
no figura punto. Puede justificarse esta elección aduciendo que, si bien el inciso no tiene
relación directa con el diálogo, se considera implícito un verbo dicendi, como decir,
afirmar, añadir, preguntar, insistir, terciar, etc. («—dijo y se levantó», «—dijo
levantándose», «—dijo y, acto seguido, se levantó», etc.).
Pero si se considera que el inicio no tiene relación directa con el parlamento anterior, el
diálogo puede disponerse tal como se indicaba en el ejemplo [8 bis]. Obsérvese, en el
ejemplo que ofrecemos a continuación, que ponemos punto después de "lejos" y que el
inciso del narrador comienza con mayúscula.
—Esto no puede continuar así. La cosa ha ido demasiado lejos. —Se levantó, al tiempo
que se miraba las manos—. Tengo que sobreponerme, acabar con esta locura.
En cualquier caso, en lo que respecta al guión de cierre del inciso, no debe marcarse con
el punto antes del guión, como en este ejemplo (que es, por tanto, erróneo):
—Esto no puede continuar así. La cosa ha ido demasiado lejos. —Se levantó, al tiempo
que se miraba las manos.— Tengo que sobreponerme, acabar con esta locura.
1.9, 1.10. También en los ejemplos noveno y décimo hay una marcada
tendencia a la unificación, en el sentido de que los dos puntos suelen
figurar después del guión que cierra el inciso del narrador. Conforme a
este criterio —que también tiene la virtud de la simplicidad—, se pasa
por alto esta distinción: en el noveno ejemplo, los dos puntos
pertenecen al inciso del narrador, mientras que en el décimo forman
parte del parlamento del personaje; ello se ve claramente si
suprimimos los incisos:
—Sí, amigo mío, me asombra tu valentía. Admiro de veras tu sangre
fría.
—Ya sé en qué está pensando: en el color rojo. Todos hacen lo mismo.
Caso 4
—Seguro que, a la larga —replicó Carlota con decisión—, todo se arreglará.
4. Es posible que un diálogo empiece con puntos suspensivos y con inicial minúscula. Ello
ocurre cuando un personaje retoma una conversación interrumpida por el parlamento de
otro personaje. Adviértase, en el tercer ejemplo, que los puntos suspensivos van pegados al
guión, y por tanto separados de la primera palabra del diálogo ("y"):
—Depende de cómo se interpreten sus palabras —dijo insegura la señorita Fischer—.
Quiero decir que cuando una muchacha no puede acercarle la mantequilla a un hombre sin
ruborizarse hasta las orejas...
22
Asignatura: Redacción periodística III

—Comprendo perfectamente su turbación —cortó con aspereza la señorita Pearl.


—... y cuando le da las gracias y luego le pregunta si quiere una galleta como si él fuera el
médico de la familia... No sé si entiende lo que quiero decir.

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Asignatura: Redacción periodística III

CAPERUCITA ROJA
Había una niña a la que le decían Caperucita Roja porque era pecosa y siempre llevaba una hermosa
caperuza sobre ella. Un día su mamá le pidió que llevara una canasta con dulces a su abuelita que vivía en el
bosque, pero le recomendó que se fuera en seguida y sin detenerse, porque entre los árboles vivía un temible
lobo que se comía a las niñas desobedientes. Caperucita le prometió a su mamá ser obediente y no conversar
con nadie en el bosque. Y así, cantando y saltando, partió a la casa de la abuelita. Pero en el bosque el Lobo
Feroz le salió al encuentro y le buscó conversación.
—Hola, Caperucita —le dijo.
—Hola —le dijo ella.
—¿A dónde vas? —le preguntó el Lobo
Y Caperucita, desobedeciendo a su madre, le contestó:
—A casa de mi abuelita —y le mostró la cesta con los dulces—. Le llevo pasteles porque está enferma.
El Lobo Feroz, que era muy astuto, tomó un atajo y llegó primero a la casa de la abuelita, a quien tragó de
un bocado, y vistiéndose con la ropa de dormir de la ancianita se acostó en su cama para hacerse pasar por
ella. Caperucita llegó a la casa un poco después y cuando la vio la saludó con un beso. Conversaron un poco,
pero Caperucita se dio cuenta que las facciones de su abuela habían cambiado. Entonces preguntó:
—Abuelita, ¿por qué tienes los ojos tan grandes?
Y el Lobo respondió:
—Para mirarte mejor.
—¿Y por qué tienes esas manos tan grandes? —volvió a preguntar Caperucita.
—Para acariciarte mejor —dijo el Lobo.
—Y ¿por qué tienes esos dientes tan grandes? —inquirió Caperucita.
—Para comerte mejor —dijo el Lobo y de un gran salto abandonó la cama.
Felizmente Caperucita, que era muy ágil, logró escapar de sus garras y en el bosque pidió ayuda a un
leñador, quien cogió al Lobo abusivo del pescuezo, le abrió la panza con su hacha y sacó aún con vida a la
abuelita.
Desde entonces Caperucita nunca más ha desobedecido a su mamá y vive feliz al lado de ella y de la
abuelita.

VARIANTE I DE CAPERUCITA

—Hola —dijo el Lobo Feroz a Caperucita, que era una niña hermosa y siempre llevaba una caperuza roja.
—Hola —le dijo ella, deteniéndose, pese a que su mamá, unos minutos antes, le había pedido que llevara
una canasta con dulces a su abuelita que vivía en el bosque y que no se detuviera a conversar con nadie,
porque entre los árboles vivía este temible lobo que se comía a las niñas desobedientes.
—¿A dónde vas? —continuó el Lobo
Y Caperucita, desobedeciendo a su madre, le contestó:
—A casa de mi abuelita —y le mostró la cesta con los dulces—. Le llevo pasteles porque está enferma.
El Lobo Feroz, que era muy astuto, tomó un atajo y llegó primero a la casa de la abuelita, a quien tragó de
un bocado, y vistiéndose con la ropa de dormir de la ancianita se acostó en su cama para hacerse pasar por
ella. Caperucita llegó a la casa un poco después y cuando la vio la saludó con un beso. Conversaron un poco,
pero Caperucita se dio cuenta que las facciones de su abuela habían cambiado. Entonces preguntó:
—Abuelita, ¿por qué tienes los ojos tan grandes?
Y el Lobo respondió:
—Para mirarte mejor.
—¿Y por qué tienes esas manos tan grandes? —volvió a preguntar Caperucita.
—Para acariciarte mejor —dijo el Lobo.
—Y ¿por qué tienes esos dientes tan grandes? —inquirió Caperucita.
—Para comerte mejor —dijo el Lobo y de un gran salto abandonó la cama.

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Asignatura: Redacción periodística III

Felizmente Caperucita, que era muy ágil, logró escapar de sus garras y en el bosque pidió ayuda a un
leñador, quien cogió al Lobo abusivo del pescuezo, le abrió la panza con su hacha y sacó aún con vida a la
abuelita.
Desde entonces Caperucita nunca más ha desobedecido a su mamá y vive feliz al lado de ella y de la
abuelita.

VARIANTE II DE CAPERUCITA ROJA

El Lobo Feroz se abalanzó sobre Caperucita Roja, pero ella, que era una niña pecosa y le decían así porque
siempre llevaba una hermosa caperuza sobre ella, era también muy ágil, y por eso logró escapar de las garras
del lobo malvado. Poco antes, Caperucita había llegado a la casa de su abuelita, a quien por encargo de su
madre debía llevar una cesta con dulces, pero, sin saberlo, encontró no a la abuela sino al Lobo Feroz quien
se había comido a la anciana y se había vestido con su ropa para engañar a la niña. Lo que ocurría era que
Caperucita había desobedecido a su mamá, quien le había pedido que al ir a la casa de la abuelita no se
detuviera a conversar con nadie en el bosque porque allí vivía un temible lobo feroz que se comía a las niñas
desobedientes. Como Caperucita le dijo a donde iba, el Lobo había llegado primero a la casa de la abuelita. Al
verlo, Capercita había preguntado:
—Abuelita, ¿por qué tienes los ojos tan grandes?
Y el Lobo respondió:
—Para mirarte mejor.
—¿Y por qué tienes esas manos tan grandes? —volvió a preguntar Caperucita.
—Para acariciarte mejor —dijo el Lobo.
—Y ¿por qué tienes esos dientes tan grandes? —inquirió Caperucita.
—Para comerte mejor —dijo el Lobo y de un gran salto abandonó la cama. Fue entonces que Caperucita
logró escapar con su sorprendente agilidad y salió corriendo de la casa y en el bosque pidió ayuda a un
leñador, quien cogió al Lobo abusivo del pescuezo, le abrió la panza con su hacha y sacó aún con vida a la
abuelita.
Desde entonces Caperucita nunca más ha desobedecido a su mamá y vive feliz al lado de ella y de la
abuelita.

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Asignatura: Redacción periodística III

LA FOSFORERA
La fosforera del pueblo era una niña huérfana, muy pobre, que vivía con una familia malvada para la
cual vendía fósforos por las calles llenas de nieve. La fosforera tenía siete años. Todos los días salía con su
morral lleno de cajas de fósforos, vestida apenas con unos andrajos y un mandil de tela barata, como si con él
pudiera engañar al frío, y con unos zapatones de hombre que le herían los pies congelados. Un día salió muy
temprano, pero por más que ofreció y ofreció su mercancía, nadie le compró nada: era que el pueblo, con la
llegada de la luz eléctrica, ya no necesitaba fósforos. La niña vagó de hambre por las calles. Esa noche se
celebraba la Navidad. A las doce todos se refugiaron en sus casas y ella pudo ver a través de las ventanas a
los niños felices, abriendo sus regalos y comiendo pavo, y trató de huir de esas visiones que rompían su
corazón. En su torpe carrera, al final de una calle resbaló sobre la nieve y su bolsa de fósforos fue a dar a un
desagüe, al que ella se metió con su frágil cuerpecito. Abajo, todo era oscuro y hediondo, y la niña buscó a
tientas una caja de fósforos. Al encontrarlo, encendió uno para seguir buscando las otras cajas, pero con la luz
lo que vio fue una mesa llena de pollos dorados, de exquisitos cerdos, de pavos gratinados, de frutas y de toda
clase de delicias, que la niña quiso tocar, pero no pudo porque desaparecieron en cuanto el fósforo se apagó.
Encendió otro y, a su albor, apareció una habitación rosada, con cortinas de seda y anaqueles repletos de
muñecas de loza y ositos de peluche, que también se esfumaron cuando el fósforo se extinguió. Con el tercer
cerillo encendido, la niña vio a su abuela que le preparaba el pan en un horno de piedras. Con el cuarto,
apareció su madre, radiante, estirándole los brazos para acunarla en su regazo. Al día siguiente los policías
encontraron el cuerpecito helado de la niña, sin vida ya, pero con una sonrisa en los labios, y rodeada de miles
de cerillos quemados.

VARIANTE II DE LA FOSFORERA

A las doce de la noche todo el pueblo se refugió en sus casas y la pequeña fosforera pudo ver a través de
las ventanas a los niños felices, abriendo sus regalos y comiendo pavo. Ella moría de hambre porque no
había vendido ni una sola caja de fósforos ese día, puesto que, con la llegada de la luz eléctrica, la gente ya no
necesitaba de sus fósforos antes tan útiles. Pobre niña. Se sentía menesterosa, desdichada, insignificante con
sus andrajos, con su mandil de tela barata, como si con él pudiera engañar al frío, y con sus zapatones de
hombre que le herían los pies congelados. Ese era el sentimiento que la embargaba desde que había quedado
huérfana al cuidado de una familia malvada para la que tenía que vender sus fósforos por las calles. Y apenas
tenía siete años. En ese mismo momento escapó de los ventanales. En su torpe carrera, al final de una calle
resbaló sobre la nieve y su bolsa de fósforos fue a dar a un desagüe, al que ella se metió con su frágil
cuerpecito. Abajo, todo era oscuro y hediondo, y la niña buscó a tientas una caja de fósforos. Al encontrarlo,
encendió uno para seguir buscando las otras cajas, pero en cuanto se hizo la luz lo que apareció frente a sus
ojos fue una mesa llena de pollos dorados, de exquisitos cerdos, de pavos gratinados, de frutas y de toda
clase de delicias, que la niña quiso tocar, pero que desaparecieron en cuanto el fósforo se apagó. Encendió
otro y, a su luz, apareció una habitación rosada, con cortinas de seda y anaqueles repletos de muñecas de
loza y ositos de peluche, que también se esfumaron cuando el resplandor del fósforo se extinguió. Con el
tercer fósforo encendido, la niña vio a su abuela que le preparaba el pan en un horno de piedras. Con el
cuarto, apareció su madre, radiante, estirándole los brazos para acunarla en su regazo. Al día siguiente los
policías encontraron el cuerpecito helado de la niña, sin vida ya, pero con una sonrisa en los labios, y rodeada
de miles de cerillos quemados.

VARIANTE III DE LA FOSFORERA

Los policías encontraron el cuerpecito helado de la niña, sin vida ya, pero con una sonrisa en los labios, y
rodeada de miles de cerillos quemados. La noche anterior, esa pequeña, que era la fosforera del pueblo, había
resbalado en la nieve al huir de las casas donde los niños ricos celebraban la Navidad abriendo felices sus
regalos y comiendo pavo horneado, que a ella le rompían el corazón, pues estaba hambrienta. Todo el día

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Asignatura: Redacción periodística III

había recorrido el pueblo ofertando sus fósforos, pero nadie le compró nada, porque, para colmo, la llegada de
la luz eléctrica había hecho inservibles a sus fósforos. Nadie la vio correr por las calles oscuras. Nadie la vio
resbalarse y caer. Nadie vio cómo su bolsa de fósforos iba a dar al fondo de un desagüe. Nadie supo nunca las
miserias que esa pobre niña de siete años vivía desde que, huérfana, fue recogida por una familia malvada
para la que vendía los fósforos. Siempre aparecía por las calles vestida apenas con unos andrajos, un mandil
de tela barata, como si con él pudiera engañar al frío, y unos zapatones de hombre que le herían los pies
congelados. Cuando vio que su mercancía estaba en el desagüe, decidió meterse a él para recuperarlos.
Abajo, todo era oscuro y hediondo, y la niña buscó a tientas una caja de fósforos. Al encontrarlo, encendió uno
para seguir buscando las otras cajas, pero en cuanto se hizo la luz lo que apareció frente a sus ojos fue una
mesa llena de pollos dorados, de exquisitos cerdos, de pavos gratinados, de frutas y de toda clase de delicias,
que la niña quiso tocar, pero que desaparecieron en cuanto el fósforo se apagó. Encendió otro y, a su luz,
apareció una habitación rosada, con cortinas de seda y anaqueles repletos de muñecas de loza y ositos de
peluche, que también se esfumaron cuando el resplandor del fósforo se extinguió. Con el tercer fósforo
encendido, la niña vio a su abuela que le preparaba el pan en un horno de piedras. Con el cuarto, apareció su
madre, radiante, y le estiró los

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