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UNIVERSIDAD ABIERTA Y A DISTANCIA DE MÉXICO

TÍTULO:

MÓDULO 6. PROCESO, PROCEDIMIENTO Y JUICIO (DE-DEPPJ-1802-M6-012)

CARRERA:

LICENCIATURA EN DERECHO

ASESOR(A)

AARON GERARDO RASSO SANDOVAL

CARRERA:

LICENCIATURA EN DERECHO

ALUMNO(A)

LUCIO CABRERA FELIPE

PRESENTA
S5. ACTIVIDAD 1. LA PRUEBA EN LA TEORÍA
INTRODUCCIÓN:
El auto judicial o mandato judicial (también llamado en algunos ordenamientos
sentencia interlocutoria) es una resolución judicial mediante la cual un tribunal se
pronuncia sobre peticiones de las partes, resolviendo las incidencias, es decir, las
cuestiones diversas del asunto principal del litigio, pero relacionadas con él, que
surgen a lo largo de un proceso jurisdiccional.
El auto, como la mayoría de las resoluciones, debe ir acompañado de un
razonamiento jurídico (consideraciones y fundamentos), en los casos en que las
leyes de procedimiento (civil o penal) así lo determinan.
Dado que el auto es una resolución decisoria, en la mayoría de los casos es
posible impugnarlo mediante la interposición de un recurso judicial.
Al auto judicial también se le denomina sentencia interlocutoria, que se refiere a
toda aquella decisión judicial que resuelve una controversia incidental suscitada
entre las partes en un juicio. Se distingue de la sentencia definitiva en que esta
resuelve el asunto principal objeto del litigio. En este sentido, la razón por la que
se denomina interlocutoria es porque sus efectos jurídicos en relación con las
partes son provisionales, en el sentido de que pueden modificarse sus
consecuencias a través de la sentencia definitiva.

Tipos de autos:

• Los autos de sustanciación: tal y como los ha considerado la doctrina y


jurisprudencia patria son simples decisiones de actos o solicitudes sencillas sin
exigencias de motivación que no repercuten mayor trascendencia dentro del
proceso, lo cual les permite ser analizados nuevamente y ser decididos sin
complicaciones, ratificando o cambiando de opinión. Su carácter tal y como los
señalamos anteriormente está en la naturaleza del acto a decidir, son actos de
simple trámite del proceso.

• Los autos motivados: si son trascendentales, porque deciden actos importantes


dentro del proceso como una medida cautelar privativa de libertad. Son autos que
tienen la facultad de cambiar situaciones procesales y hasta extra procesales de
las partes, incluso con ellos se puede llegar a finalizar el proceso, en el caso de un
sobreseimiento definitivo en nuestra legislación. Entonces sobre la base de la
naturaleza de lo que se decida, los obliga a ser autos motivados con
características similares a una sentencia.
Nunca bajo ningún concepto un auto de mera sustanciación que no conlleva una
motivación y que sólo se refiere a aspectos procesales técnicos tendrá
características similares a las de una sentencia
DESARROLLO:
Una Resolución en materia civil
EXPEDIENTE NÚMERO 650/2015
SENTENCIA DEFINITIVA No. 387/2015
Torreón, Coahuila., a (14) catorce de Octubre del (2015) dos mil quince.
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V I S T O S para resolver en definitiva los autos formados con motivo del juicio de
DIVORCIO INCAUSADO, promovido en éste Juzgado por los C.C. CASIMIRO
SINFOROSO DE LA GARZA Y PETRONILA DE LA COLINA PEÑA, tramitado
bajo el expediente judicial número 650/2015. Y.
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RESULTANDO
PRIMERO: --- Que los solicitantes CASIMIRO SINFOROSO DE LA GARZA Y
PETRONILA DE LA COLINA PEÑA, mediante escrito inicial de fecha de recibo
ocho de Mayo del dos mil quince, comparecieron a solicitar el divorcio ante la
autoridad judicial, manifestando que por sus propios derechos y por ser su
voluntad de no querer continuar con el matrimonio, con fundamento en el artículo
577 del Código Procesal Civil y a efecto de que se declare disuelto el vínculo
matrimonial que contrajeron bajo el régimen de sociedad conyugal, tal y
como lo acreditan con la copia certificada de matrimonio celebrada el día 14
de Enero del 2006, ante la fe del Oficial LICENCIADO PEDRO MATIAS LOZANO,
así mismo acompañaron a su solicitud las certificaciones de actas del Registro
Civil relativas a su matrimonio, así como a su nacimiento, y el convenio respectivo,
manifestaron que dentro de su matrimonio procrearon tres hijos los cuales son
menores de edad, tal y como lo acreditan con las actas de nacimiento que a la
presente acompañan, que establecieron su domicilio conyugal el ubicado en:
Sierra Hermosa Número 53 colonia El Ahuehuete C. P. 19908, Coahuila De
Zaragoza, motivo por el cual se permiten a través de la presente vía solicitar se
decrete la disolución de su vínculo matrimonial por así convenir a sus intereses.
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SEGUNDO.- Por auto de fecha once de Mayo del dos mil quince, se radicó en la
vía y forma propuestas la demanda de divorcio, habiendo comparecido los
promoventes a ratificar dicha solicitud y convenio con fecha trece de Mayo del
dos mil quince, tal como se advierte de la constancia que obra a foja (14) catorce
del sumario, de igual manera se dio cumplimiento a la vista personal ordenada a la
C. Agente del Ministerio Publico de la Adscripción, tal como se advierte de la
constancia de fecha catorce de mayo del dos mil quince, que obra a foja (12) doce
vuelta y por auto de doce de Octubre del dos mil quince, se citó a las partes para
oír Sentencia Definitiva, misma que en este acto se pronuncia; y.
- - -CONSIDERANDO - - -
PRIMERO.--- Que tratándose de un juicio de divorcio y respecto de todas las
cuestiones relativas reclamadas en éste juicio es Juez Competente el del domicilio
conyugal, sino lo hubiere, el del solicitante de conformidad con lo dispuesto en
el artículo 40 fracción X, del Código Procesal Civil, en relación con el artículo 35
fracción I de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado de Coahuila, por lo que
al señalar los promoventes que sus domicilios se encuentran dentro de este
Distrito Judicial, este Juzgado es competente para conocer y resolver el presente
juicio.
-----------------------
SEGUNDO.--- De conformidad con lo dispuesto en el artículo 577 y 578, del
Código Procesal Civil, el Divorcio será formulado por uno o por ambos cónyuges,
debiendo suscribirla con sus firmas, además con la huella dígito pulgar derecha de
cada uno, debiendo ratificarla en la presencia judicial y a su solicitud deberán
acompañar su acta de matrimonio, las actas de nacimiento y la propuesta de
convenio que prevé el Código Civil. -
TERCERO--- Así pues con las certificaciones de actas del Registro Civil, relativas
al matrimonio de los promoventes, de su nacimiento, y de sus hijos menores de
edad que obran en autos, a las cuales se les otorga valor probatorio pleno
conforme a los artículos 145 y 158 del Código Civil, 456 y 514 del Código
Procesal Civil, se advierte que: Los C.C. CASIMIRO SINFOROSO DE LA
GARZA Y PETRONILA DE LA COLINA PEÑA, son mayores de edad, que
contrajeron matrimonio Civil el día 14 de Enero del 2006, ante la fe del Oficial
LICENCIADO PEDRO MATIAS LOZANO, bajo el Régimen de sociedad conyugal,
según consta del libro 864, Tomo VII, Acta 7654786, de dicha Oficialía.
---------------------------------------------------------
CUARTO. A fin de dar cumplimiento a lo ordenado por el artículo 363 del Código
Civil Vigente, los promoventes exhibieron el convenio a que alude el numeral
citado, y no existiendo objeción alguna por parte del Agente del Ministerio Publico
de la Adscripción, dicho convenio se declara aprobado en forma definitiva,
obligando a los interesados a estar y pasar por él, en todo tiempo y lugar con la
fuerza de la cosa juzgada.
- - - - - - - -- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
QUINTO. En atención a que los cónyuges han manifestado su voluntad en
divorciarse y que se encuentran satisfechos los requisitos legales exigidos en la
especie, y al desprenderse de la Legislación Vigente la naturaleza del matrimonio
como una institución de derecho civil que parte de la base de la autonomía de la
voluntad de las personas, lo que implica que la relación del vínculo matrimonial y
su duración se sustenta en la libre voluntad de los cónyuges por lo que, deberá
declararse disuelto el vínculo matrimonial que une a Los C.C. CASIMIRO
SINFOROSO DE LA GARZA Y PETRONILA DE LA COLINA PEÑA, y en
consecuencia; recuperan su entera capacidad para contraer nuevo matrimonio de
conformidad con lo dispuesto por el artículo 365 del Código Civil.
- - - - - - - - - -- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
SEXTO. Se declara terminada, disuelta y liquidada la sociedad conyugal, bajo
cuyo régimen se casaron los ahora divorciados, de conformidad con lo dispuesto
por el artículo 299 del Código Civil.- -
SÉPTIMO. En su oportunidad, remítase copias de la presente sentencia al
Oficial del Registro Civil correspondiente, al del lugar en que el matrimonio se
efectúo y al del nacimiento de los divorciados, así como a la Dirección Estatal del
Registro Civil de la ciudad de Durango, Durango, para los efectos que se precisan
en el Código Civil, lo anterior con fundamento en lo dispuesto por el artículo 586
del Código Procesal Civil vigente en el Estado. En relación con el artículo 213 del
Código Civil vigente en el Estado.-
Y tomando en consideración que el Oficial del Registro Civil que expidió el
acta de matrimonio y nacimiento de los diversos contrayentes así como la
Dirección Estatal del Registro Civil, se encuentra fuera de la Jurisdicción de este
Tribunal, se ordena girar atento exhorto con los insertos necesarios al C. Juez
Competente de lo Familiar en la ciudad de Durango, Durango; para que en
auxilio de las labores de este Juzgado y no existiendo inconveniente legal alguno,
se sirva girar el oficio ordenado, a fin de que se realice las anotaciones
marginales, lo anterior de conformidad con lo establecido por el Artículo 586 del
Código Procesal Civil en relación con los Artículos 213, 214, 215 228, 229 y 230
del Código Civil ambos Códigos vigentes en el Estado, previo el pago de los
derechos correspondientes- - - - - - - - - - - - - - - -
Por lo anteriormente expuesto y con fundamento en lo dispuesto por los artículos
362 y 365 del Código Civil vigente en el Estado con relación con los artículos 576,
577, 582 y 585 del Código Procesal Civil en vigor, se resuelve:
--------------------------------------------------
PRIMERO: El procedimiento especial intentado y tramitado resulto procedente.
----------------------------------
SEGUNDO: Este Juzgado resultó ser competente para conocer y resolver el
presente juicio.
---------------------------------------------------------
TERCERO: Se declara disuelto el vínculo matrimonial que une a Los C.C.
CASIMIRO SINFOROSO DE LA GARZA Y PETRONILA DE LA COLINA PEÑA,
contrajeron matrimonio día 14 de Enero del 2006, ante la fe del Oficial
LICENCIADO PEDRO MATIAS LOZANO, bajo el Régimen de sociedad conyugal,
según consta del libro 864, Tomo VII, Acta 7654786.
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
CUARTO: Se declara terminada, disuelta y liquidada la sociedad conyugal, bajo
cuyo régimen se casaron los ahora divorciados, de conformidad con lo dispuesto
por el artículo 299 del Código Civil.-
QUINTO: En virtud del divorcio decretado los ahora divorciados recuperan su
entera capacidad para contraer nuevo matrimonio, de conformidad con lo
dispuesto por el artículo 365 del Código Civil.-
SEXTO: Se aprueba definitivamente en todos y cada una de sus partes el
convenio exhibido por los interesados, obligando a los mismos a estar y pasar
por el ahora y en todo tiempo y lugar con la fuerza de la cosa juzgada.
-------------------------
SÉPTIMO:- - - - La presente resolución causa ejecutoria por Ministerio de Ley al
no admitir recurso alguno según el artículo 585 del Código Civil en vigor.
------------------ --------
OCTAVO: En su oportunidad, remítase copias de la presente sentencia al
Oficial del Registro Civil correspondiente, al del lugar en que el matrimonio se
efectúo y al del nacimiento de los divorciados, así como a la Dirección Estatal del
Registro Civil de la ciudad de Durango, Durango, para los efectos que se precisan
en el Código Civil, lo anterior con fundamento en lo dispuesto por el artículo 586
del Código Procesal Civil vigente en el Estado. En relación con el artículo 213 del
Código Civil vigente en el Estado.-
Y tomando en consideración que el Oficial del Registro Civil que expidió el
acta de matrimonio y nacimiento de los diversos contrayentes así como la
Dirección Estatal del Registro Civil, se encuentra fuera de la Jurisdicción de este
Tribunal, se ordena girar atento exhorto con los insertos necesarios al C. Juez
Competente de lo Familiar en la ciudad de Gómez Palacio, Durango; C. Juez
Competente de lo Familiar en la ciudad de Durango, Durango; para que en auxilio
de las labores de este Juzgado y no existiendo inconveniente legal alguno, se
sirva girar el oficio ordenado, a fin de que se realice las anotaciones marginales,
lo anterior de conformidad con lo establecido por el Artículo 586 del Código
Procesal Civil en relación con los Artículos 213, 214, 215 228, 229 y 230 del
Código Civil ambos Códigos vigentes en el Estado, previo el pago de los derechos
correspondientes
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NOVENO: NOTIFÍQUESE PERSONALMENTE. De conformidad con lo dispuesto
en el artículo 582 Fracción VIII, del Código Procesal Civil Vigente en el Estado.
Así definitivamente juzgando lo resolvió y firma el Licenciado OBED
SANTIBÁÑEZ CABRALES, Juez Tercero de Primera Instancia del Ramo
Familiar del Distrito Judicial de Torreón, con residencia en ésta ciudad; por
ante el Ciudadano Licenciado JOSÉ LUIS RAMÍREZ MENDOZA Secretario de
acuerdo y Trámite que autoriza. DOY FE.
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En la misma fecha se fijó el acuerdo de ley.- - - - - - - - - - - - - - - - -
El C. Licenciado JOSÉ LUIS RAMÍREZ MENDOZA Secretario de Acuerdo y
Tramite adscrita al Juzgado Tercero de Primera Instancia en Materia Familiar del
Distrito Judicial de Torreón con domicilio en esta ciudad, HAGO CONSTAR Y
CERTIFICO que en términos de lo previsto en los artículos 27, fracción IX, 58, 68
y 75, fracción III, de la Ley De Acceso a La Información Y Protección De Datos
Personales Del Estado De Coahuila De Zaragoza, en esta versión publica se
suprime la información considerada como reservada o confidencial que encuadra
en el ordenamiento mencionado y en las disposiciones aplicables.
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -- - - - -
Así mismo este documento fue cotejado previamente con su original por el
servidor público que elabora la presente versión publica.- DOY FE
----------- -------- ----------
LIC. JOSÉ LUIS RAMÍREZ MENDOZA
Se identifican los elementos conforme al Código de Procedimientos Civiles
del Distrito Federal y se señalan los artículos en los que se sustenta

Actos procesales después de celebrada la audiencia previa y de conciliación y


dictado de la sentencia definitiva conforme al Código de Procedimientos
Civiles del Distrito Federal y se señalan los artículos en los que se sustenta.
Una vez concluida la audiencia de conciliación, el juzgador debe proceder de la
siguiente manera:
Si hubo acuerdo total entre las partes, procederá al dictado de la sentencia
definitiva, que debe contener lo siguiente:
a) La declaración de divorcio;
b) La orden de girar oficio al Registro Civil para realizar las anotaciones
correspondientes;
c) La resolución de las cuestiones inherentes al divorcio, sobre lo cual debe
atenderse al contenido del artículo 283 del CCDF;

Si hubo acuerdo parcial, o no lo hubo, o el convenio transgrede la ley, en atención


a lo ordenado en la audiencia, el Juez debe, por una parte, dictar el auto definitivo
de divorcio que debe contener lo siguiente:

a) La declaración de divorcio;
b) La orden de girar oficio al Registro Civil;
c) La determinación y aprobación de los puntos del convenio res- pecto de los
cuales hubo acuerdo y no transgreden la ley (en su caso); y
d) Determinar expresamente las medidas provisionales que quedan sin efecto con
motivo del auto definitivo de divorcio.

Y por otra parte, el Juez debe continuar con el trámite del juicio.
Cabe hacer la aclaración de que el hecho de que el legislador en el trámite de
juicio de divorcio sin expresión de causa, remita a las reglas previstas en el
artículo 88 del CPCDF, de ninguna manera implica que la tramitación y resolución
de las cuestiones inherentes a la disolución del vínculo matrimonial se deba
resolver a través de uno o varios incidentes, pues lo dispuesto en la norma
referida solamente implica la continuación del juicio conforme a las reglas de los
incidentes útiles para atender el principio de celeridad dada su brevedad, el cual
se tramita a través de un solo procedimiento, en el que se resolverán todas las
cuestiones que se dejaron a salvo; ello sin perjuicio de que se puedan tramitar en
incidentes cuestiones propias de esa vía (por ejemplo: nulidad de notificaciones,
reposición de autos, etcétera).

Una vez concluido el plazo de tres días concedido a las partes en la audiencia de
conciliación para manifestar si es su deseo ampliar, reiterar o modificar sus
pretensiones, en términos del artículo 132 del CPCDF18, el Juez ordenará de
oficio se certifique que ha transcurrido el plazo concedido a las partes.
Ahora bien, lo que sigue será resultado de la actitud procesal que hayan
desplegado las partes; así:
Si las partes no desahogaron la vista, el Juez debe:

Hacer efectivo el apercibimiento decretado;


Tener por reiteradas las pretensiones formuladas en el convenio o contraconvenio;
Proveer sobre la admisión y preparación de las pruebas ofrecidas y, en su caso,
hacer uso de las facultades que dispone el artículo 271 del CCDF 19 relativo a los
poderes probatorios del juzgador; y
Fijar fecha para la audiencia sobre el desahogo de las pruebas que se hayan
admitido dentro del plazo de diez días, con la aclaración de que esa audiencia
solamente será diferible por una sola ocasión en términos del artículo 88 del
CPCDF.
__________________________________________________________________
____________________________________________________________
18 “Artículo 132. En los autos se harán constar el día en que comienzan a
correr los términos y aquel en que deben de concluir.”
19 “Artículo 271. Los jueces de lo familiar están obligados a suplir la deficiencia
de las partes en el convenio propuesto.- Las limitaciones formales de la prueba
que rigen en la materia civil, no deben aplicarse en los casos de divorcio respecto
del o los convenios propuestos.”
20 “Artículo 88. Los incidentes se tramitarán, cualquiera que sea su naturaleza,
con un escrito de cada parte, y tres días para resolver. Si se promueve prueba,
deberá ofrecerse en los escritos respectivos, fijando los puntos sobre los que
verse. Si las pruebas no tienen relación con los puntos cuestionados
incidentalmente, o si éstos son puramente de derecho, el tribunal deberá
desecharlas. En caso de admitirlas se citará para audiencia dentro del término de
diez días, diferible por una sola vez, en que se reciban pruebas, se oigan
brevemente las alegaciones, y se cite para sentencia interlocutoria.”
__________________________________________________________________
___________________________________________________________

Si una o ambas partes desahogaron la vista, el Juez debe:

 Proveer sobre la ampliación o modificación de las pretensiones de la(s)


parte(s) que haya(n) desahogado la vista;
 En su caso, tener por reiteradas las pretensiones de la parte que no
desahogó la vista;
 Proveer sobre la admisión y preparación de las pruebas ofrecidas y, en su
caso, hacer uso de las facultades que dispone el artículo 271 del CCDF
relativo a los poderes probatorios del juzgador; y
 Fijar fecha para la audiencia sobre el desahogo de las pruebas que se
hayan admitido dentro del plazo de diez días, con la acla-ración de que esa
audiencia solamente será diferible por una sola ocasión en términos del
artículo 88 del CPCDF.
En la fecha señalada para el desahogo de la audiencia de pruebas, la cual puede
diferirse por una sola ocasión, según el artículo 88 del CPCDF, se procederá al
desahogo de las pruebas, se abre periodo de alegatos y se cita para oír sentencia
definitiva, para que en términos del artículo 87 del mismo ordenamiento procesal, 21
dentro de los quince días siguientes a aquél en que surta efectos la notificación en
el boletín, del auto en que se hubiera hecho la citación para sentencia, el juzgador
emita la sentencia correspondiente; en el entendido de que, según lo dispone el
propio artículo, cuando hubiere necesidad de que el Juez examine documentos o
expedientes voluminosos, al resolver podrá disfrutar de un término ampliado de
diez días más para los fines ordenados.
Al respecto, se afirma el plazo de quince días que corresponde al dictado de una
sentencia definitiva, porque si bien en esta fase del pro- ceso se siguen las reglas
de los incidentes (útiles para atender al princi-pio de celeridad dada su brevedad),
no se soslaya que se trata de la causa principal, es decir, se atiende a
pretensiones principales.
Ahora bien, si se parte de la base de que el divorcio ya fue decreta- do en auto
definitivo y, por tal razón, ya se ordenó girar los oficios al Registro Civil para que
se hagan las anotaciones correspondientes, esta sentencia solamente se
ocupará de los puntos establecidos en el artículo 283 del CCDF.
Lo anterior, con la salvedad de que el juzgador no ha de emitir decisión sobre los
puntos del convenio en los que las partes hayan llegado a algún acuerdo y se
haya aprobado judicialmente.
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21 “Artículo 87. Las sentencias interlocutorias deben dictarse y mandarse
notificar por publicación en el Boletín Judicial, dentro de los diez días siguientes a
aquél en que surta sus efectos la notificación, en el referido boletín, del auto en
que se hubiere citado para dictarse.—Las sentencias definitivas deben dictarse
y mandarse notificar por publicación en el Boletín Judicial, dentro de los quince
días siguientes a aquél en que surta sus efectos la notificación, en el referido
boletín, del auto en que se hubiera hecho la citación para sentencia.—En ambos
casos cuando hubiere necesidad de que el juez examine documentos o
expedientes voluminosos, al resolver, podrá disfrutar de un término ampliado de
diez días más para los dos fines ordenados anteriormente.”
__________________________________________________________________
____________________________________________________________

Recursos
En relación a lo anterior, se debe tener presente que el CPCDF establece como
medios de impugnación los siguientes:
a) Revocación b) Apelación c) Reposición d) Queja
Al respecto, los artículos 684, 685 y 691 del CPCDF, 22 disponen que el recurso
de revocación será procedente si la resolución que se pretende combatir sólo es
de trámite (decreto); en cambio si se trata de un auto o sentencia interlocutoria,
como podría ser la que se dicta respecto de los incidentes de nulidad de
actuaciones o relacionadas con medidas precautorias sobre menores, entre otras,
el recurso procedente será el de apelación.
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______________
22 “Artículo 684. Los autos que no fueren apelables y los decretos pueden ser
revocados por el juez que los dicta, o por el que lo substituya en el conocimiento
del negocio, sea por la interposición del recurso de revocación o por la
regularización del procedimiento que se decrete de oficio o a petición de parte,
previa vista a la contraria por tres días, para subsanar toda omisión que exista en
el procedimiento o para el solo efecto de apegarse al procedimiento.”
“Artículo 685. En los juicios en que la sentencia definitiva sea apelable, la
revocación es procedente únicamente contra determinaciones de trámite, en los
términos del artículo 79, fracción I de este código. En aquellos casos en que la
sentencia no sea apelable, la revocación será procedente contra todo tipo de
resoluciones con excepción de la definitiva. En todo caso, debe interponerse por
escrito dentro de los tres días siguientes a la notificación, pudiéndose resolver de
plano por el juez, o dar vista a la contraria por un término igual y la resolución
deberá pronunciarse dentro del quinto día. En contra de esta resolución no se
admitirá ningún recurso.”
“Artículo 691. La apelación debe interponerse por escrito y procede sólo contra
aquellas resoluciones que no permitan su revocación o regularización.—Los
autos e interlocutorias serán apelables cuando lo fuere la sentencia definitiva.—La
apelación no procede en los juicios cuyo monto sea inferior a doscientos doce
mil cuatrocientos sesenta pesos, moneda nacional, por concepto de suerte
principal, sin que sean de tomarse en consideración intereses y demás accesorios
reclamados, a la fecha de presentación de la demanda, dicho monto se
actualizará en los términos que establece el artículo 62.— Los asuntos de
cuantía indeterminada siempre serán apelables.”
__________________________________________________________________
______________

El recurso de reposición, por su parte, de conformidad con el artículo 686 del


ordenamiento adjetivo, 23 sólo procede contra autos y decretos del Tribunal
Superior, lo que automáticamente descarta la posibilidad de que las
determinaciones mencionadas, emitidas por el A quo, puedan ser combatidas a
través de ese recurso.
Respecto al recurso de queja, debe decirse que en términos de lo dispuesto en el
numeral 727 del CPCDF,24 su procedencia se encuentra condicionada a que la
causa sea apelable y, según lo dispuesto en el artículo 723 del propio
ordenamiento, tal recurso únicamente es pro- cedente contra el auto que: a) no
admite una demanda; b) no reconoce la personalidad de un litigante antes del
emplazamiento; c) deniega la apelación, y d) en algún otro caso fijado por la ley.
Sobre la base de las anteriores disposiciones, debe partirse de la premisa de que
el juicio de divorcio es un juicio de cuantía indeterminada; de ahí que deba
concluirse que en este tipo de asuntos la causa es apelable, esto, en atención a la
regla general prevista en la última parte del artículo 691 del CPCDF, con la
excepción que el mismo cuerpo legal establece para el auto o sentencia que
declare la disolución del vínculo matrimonial.
_____________________________________
23 “Artículo 686. De los decretos y autos del Tribunal Superior, aun aquellos que
dictados en primera instancia serían apelables, pueden pedirse reposición.”
24 “Artículo 727. El recurso de queja sólo procede en las causas apelables.”
_____________________________________

En efecto, al Título Décimo Segundo, Capítulo I, denominado “De las revocaciones


y apelaciones” del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, se
adicionó el artículo 685 bis, que prevé:
“Artículo 685 bis. Únicamente podrán recurrirse las resoluciones que recaigan en
vía incidental respecto del o los convenios presentados; la que declare la
disolución del vínculo matrimonial es inapelable.”
De lo dispuesto en dicho precepto y en atención a la finalidad per- seguida por el
legislador a través de la inclusión del juicio de divorcio sin expresión de causa, al
sistema jurídico local, se puede afirmar que el artículo reproducido constituye una
norma especialmente diseñada en materia de impugnación para el procedimiento
de divorcio mencionado, por lo que atendiendo al principio de especialización de
la norma, esa disposición es exclusivamente aplicable a la resolución que sí
declara la disolución del vínculo matrimonial, de manera que no cobra aplicación
en el caso en que se deniegue dicha pretensión de divorcio, en cuyo caso tal
decisión sí admite recurso de apelación.
Esto es así, porque si bien no pasa inadvertido que la reforma que introdujo el
divorcio sin causa, busca hacer más rápido, dinámico y laxo el procedimiento
relativo, esa celeridad, no debe interpretarse como una limitación al derecho que
tienen las partes de impugnar las determinaciones que estimen contrarias a sus
intereses, pues ese derecho sólo se puede limitar cuando la propia ley determina
que son inimpugnables.
Ello es así, pues la expresión “únicamente” utilizada en el artículo 685 bis del
CPCDF, debe interpretarse en su contexto, ya que sólo va dirigida a enfatizar o
exaltar la inapelabilidad de la resolución que declara el divorcio. Además, de la
exposición de motivos se desprende que si bien la intención de la reforma fue
establecer una alternativa que permita la rápida disolución del vínculo
matrimonial, expresamente se señaló que ésta debía entenderse sin menoscabo
de los derechos que consagra la ley.
En ese orden de ideas, si el artículo 133 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos prescribe que la Constitución, las leyes del Congreso de la
Unión que emanen de ella y todos los Tratados que estén de acuerdo con la
misma, celebrados por el Presidente de la República, con aprobación del Senado,
serán la Ley Suprema de toda la Unión, y en atención a lo dispuesto en el artículo
2, apartado 1, inciso a) subincisos i), ii) de la Convención de Viena, sobre el
Derecho de los Tratados entre Estados y Organizaciones Internacionales o entre
Organizaciones Internacionales,25 sobre lo cual la Segunda Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, en la tesis aislada 2a. XXVII/2003, ha señalado que
los tratados internacionales pueden admitir diversas denominaciones, 26 entonces
los pactos también constituyen tratados internacionales.

__________________________________
25 “Artículo 2.—Términos empleados.—1. Para los efectos de la presente
Convención: a) se entiende por tratado un acuerdo internacional regido por el
derecho internacional y celebrado por escrito: i) entre uno o varios Estados y una o
varias organizaciones inter- nacionales; o ii) entre organizaciones
internacionales, ya conste ese acuerdo en un instrumento único o en dos o más
instrumentos conexos y cualquiera que sea su denominación particular.”

26 Visible en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,


Tomo XVII, marzo de 2003, página 561, establece lo siguiente: “TRATADOS
INTERNACIONALES. ADMITEN DIVERSAS DENOMINACIONES,
INDEPENDIENTEMENTE DE SU CONTE- NIDO. Aun cuando generalmente los
compromisos internacionales se pactan a través de instrumentos en la modalidad
de tratados, debe tomarse en cuenta que de conformidad con lo dispuesto en el
artículo 2, apartado 1, inciso a), de la Convención de Viena sobre el Derecho de
los Tratados, de la que es parte el Estado mexicano, por ‘tratado’ se entiende el
acuerdo celebrado por escrito entre uno o varios Estados y una o varias
organizaciones internacionales, o entre organizaciones internacionales, ya conste
ese acuerdo en un instrumento único o en varios conexos, cualquiera que sea su
denominación particular, de lo que resulta que la noción de tratado es puramente
formal e independiente de su contenido, pues desde el punto de vista de su
carácter obligatorio los compromisos internacionales pueden considerarse como
tratados, convenciones, declaraciones, acuerdos, protocolos o cambio de notas,
además de que no hay consenso para fijar las reglas generales a que deben
sujetarse las diferentes formas que revisten tales compromisos internacionales, los
que, en consecuencia, pueden consignarse en diversas modalidades.”
___________________________________________

En esas condiciones, debe estimarse que si del artículo 2, apartado 3, incisos a) y


b), del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, se desprende que el
Estado Mexicano, se ha comprometido a desarrollar la oportunidad del recurso
judicial a fin de garantizar que toda persona cuyos derechos o libertades hayan
sido violados, esté en posibilidad de desarrollar un recurso efectivo,27 es claro que
si en la exposición de motivos que dio origen a la reforma por virtud de la cual se
introdujo el divorcio sin expresión de causa, expresamente se señaló que ésta
debía entenderse sin menoscabo de los derechos que consagra la ley, entonces
también debe entenderse, que al introducir esa reforma, la intención del legislador
no fue dejar sin recurso las determinaciones o resoluciones accesorias a la
disolución del vínculo matrimonial, dictadas en el procedimiento del divorcio sin
expresión de causa antes de que éste se decrete, puesto que el artículo 685 bis
del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal no lo prohíbe.
__________________________________
27 “Artículo 2.—1. Cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se
compromete a respetar y a garantizar a todos los individuos que se encuentren
en su territorio y estén sujetos a su jurisdicción los derechos reconocidos en el
presente Pacto, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión
política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento
o cualquier otra condición social.—2. Cada Estado Parte se compromete a
adoptar, con arreglo a sus procedimientos constitucionales y a las disposiciones
del presente Pacto, las medidas oportunas para dictar las disposiciones
legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para hacer efectivos los
derechos reconocidos en el presente Pacto y que no estuviesen ya garantizados
por disposiciones legislativas o de otro carácter.—3. Cada uno de los Estados
Partes en el presente Pacto se compromete a garantizar que: a) Toda persona
cuyos derechos o libertades reconocidos en el presente Pacto hayan sido
violados podrá interponer un recurso efectivo, aun cuando tal violación hubiera
sido cometida por personas que actuaban en ejercicio de sus funciones
oficiales;—b) La autoridad competente, judicial, administrativa o legislativa, o
cualquiera otra autoridad competente prevista por el sistema legal del Estado,
decidirá sobre los derechos de toda persona que interponga tal recurso, y
desarrollará las posibilidades de recurso judicial;—c) Las autoridades competentes
cumplirán toda decisión en que se haya estimado procedente el recurso.”
_______________________________________

Conclusión a la que se arriba no sólo por las razones antes indicadas, sino porque
además, interpretar que el artículo 685 bis del Código de Procedimientos Civiles
para el Distrito Federal no niega la posibilidad del recurso judicial favorece el
derecho de acceso completo a la justicia, consagrado en el artículo 17 de la Carta
Magna; asimismo, dicha interpretación resulta más acorde a lo dispuesto en el
artículo 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ya que
dicho precepto, al hacer referencia a las formalidades esenciales del
procedimiento, busca otorgar al gobernado una oportuna y adecuada defensa.
En ese orden de ideas, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 685 bis del
Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal y en la exposición de
motivos relativa, se hace patente la posibilidad de recurrir judicialmente las
resoluciones o determinaciones dictadas en el juicio de divorcio, pues no debe
perderse de vista que el artículo 79 del propio ordenamiento legal denomina
“resolución” a los autos, decretos y sentencias; por tanto, como la primera de las
normas citadas no distingue entre el tipo de resoluciones que pueden
impugnarse y tampoco prohíbe la impugnación de los actos emitidos durante el
procedimiento, sino más bien lo permite al expresar que las resoluciones que
recaigan en la “vía incidental” respecto de los convenios presenta­ dos son
recurribles, debe concluirse que las diversas resoluciones que se emitan en el
procedimiento son susceptibles de impugnación, además de que el recurso
para impugnar esas resoluciones dependerá del tipo de decisión que se pretenda
combatir.
Esta conclusión es la que resulta más acorde a lo previsto en los artículos 14 y 17
de la Constitución Federal; y además, es congruente con lo establecido por esta
Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis aislada 1a.
LXX/2008, visible en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, Tomo XXVIII, noviembre de 2008, página 215, cuyo rubro es:
“CONTRADICCIÓN DE TESIS. SELECCIÓN DE LA INTERPRETACIÓN LEGAL
MÁS CONFORME CON LA CONSTITUCIÓN.”28
Ahora bien, de las reglas establecidas en los artículos 684, 685 y 691 del CPCDF
se advierte que cuando la sentencia no es apelable, el recurso de revocación será
procedente contra todo tipo de resoluciones, ya que no se admite la posibilidad
de alguna apelación inter- media, lo que es lógico, puesto que la sentencia
misma tampoco lo es; en cambio, si la sentencia es apelable, la revocación
únicamente pro- cede contra las determinaciones de trámite, pues la apelación
será procedente en contra de los autos y las sentencias interlocutorias.
En esa tesitura, aunque en el juicio de divorcio sin expresión de causa cabe la
posibilidad de que se dicte sentencia en la que se decrete la disolución del vínculo
matrimonial y al mismo tiempo se resuelvan todas las cuestiones inherentes a la
disolución del mismo, lo cual ocurre cuando las partes se ponen de acuerdo
sobre el contenido del convenio a que se refiere el artículo 267 del Código Civil
para el Distrito Federal, y éste no contraviene la ley, decisión que no es
susceptible de impugnación en términos del artículo 685 bis del CPCDF lo cierto
es que en dicho juicio también está latente la posibilidad de que los contendientes
no lleguen a un acuerdo sobre la totalidad de los puntos contenidos en ese
convenio; y en esa virtud, aún y cuando el juzgador dicte un auto definitivo en el
que determine la disolución del vínculo matrimonial, el procedimiento que como
ya se dijo es uno solo, debe continuar conforme las reglas de la vía incidental, a fin
de resolver lo conducente en la sentencia respectiva, misma que en términos de lo
dispuesto en el artículo mencionado sí es recurrible y lo es a través del recurso de
apelación previsto en el numeral 691 del propio ordenamiento, en razón de que los
juicios de divorcio tienen una cuantía indeterminada.
_____________________________________
28 “CONTRADICCIÓN DE TESIS. SELECCIÓN DE LA INTERPRETACIÓN
LEGAL MÁS CONFORME CON LA CONSTITUCIÓN. La Suprema Corte, como
garante supremo de la eficacia jurídica de la Constitución, debe resolver
cualquier asunto sometido a su conocimiento tomando en consideración la
fuerza normativa superior de que gozan las previsiones de la Carta Magna. Dado
que las contradicciones entre los criterios sustentados por los Tribunales
Colegiados de Circuito emergen de manera típica en ámbitos o respecto de
puntos en los que la interpretación de las leyes puede hacerse de varios modos,
cuando esta Suprema Corte establece cuál de estas posibilidades debe
prevalecer, uno de los elementos de juicio sin ninguna duda más relevantes debe
ser el que evalúa cuál de ellas materializa de modo más efectivo, en el caso
concreto, las previsiones constitucionales. Al desarrollar su labor, la Suprema
Corte debe siempre tener presente el contenido de los imperativos
constitucionales. Por ello, el contenido de la Constitución debe tenerse en cuenta
no solamente en aquellas vías jurisdiccionales en las que el pronunciamiento de
la Corte desemboca en la declaración de inconstitucionalidad de un acto o una
norma, sino en la totalidad de tareas que tiene encomendadas, incluida la
resolución de contradicciones de tesis.”
________________________________
A partir de lo hasta aquí desarrollado, se obtienen las siguientes premisas:
Los recursos que proceden en el juicio de divorcio sin expresión de causa son los
que establece el CPCDF como medios de impugnación, esto es: reposición,
revocación, apelación y queja.
No procede recurso alguno contra el auto definitivo o la sentencia que declara la
disolución del vínculo matrimonial, de acuerdo con lo dispuesto por el artículo 685
bis del CPCDF.29
Cuando el divorcio se declara en auto definitivo, esta resolución tampoco admite
recurso de revocación, pues de conformidad con el artículo 685 del Código citado,
30 en las causas apelables la revocación únicamente procede en contra de autos

de trámite y en la especie el auto de que se trata no es de trámite.


La decisión que niega la pretensión del divorcio sí es susceptible de impugnarse
a través del recurso de apelación, lo que es acorde con la regla prevista en el
artículo 691 último párrafo del Código Procesal mencionado 31 consistente en que
los asuntos de cuantía indeterminada siempre serán apelables; además de que el
diverso numeral 685 bis del mismo ordenamiento legal no establece limitante
alguna para que esa resolución sea impugnable.
Las diversas determinaciones emitidas durante la tramitación del juicio de divorcio
sin expresión de causa sí son impugnables porque aun cuando el artículo 685 bis
del ordenamiento legal citado señala que únicamente podrán recurrirse las
resoluciones que recaigan en la “vía incidental”32 respecto del o los convenios
presentados, no debe perderse de vista que el artículo 79 del propio
ordenamiento33 les atribuye el carácter de resolución a los autos, decretos y
sentencias; por tanto, como el primero de los preceptos citados no distingue entre
el tipo de resoluciones que pueden impugnarse, y tampoco prohíbe la
impugnación de los actos emitidos durante el procedimiento, sino más bien lo
permite al expresar que las resoluciones que recaigan en la “vía incidental”
respecto de los convenios presentados son recurribles, debe concluirse que las
diversas resoluciones que se emitan en el procedimiento son susceptibles de
impugnación, además de que el recurso para impugnar esas resoluciones
dependerá del tipo de decisión que se pretenda combatir.
Los artículos 684, 685 y 691 del CPCDF prevén las reglas que determinan
cuándo es procedente la apelación y cuándo la re- vocación, esto es, si la
sentencia es apelable, el recurso de revocación es procedente únicamente contra
resoluciones de trámite (decretos). Entre tanto, el recurso de apelación procede
contra resoluciones que no son de trámite (autos) y sentencias interlocutorias.
De conformidad con el artículo 723 del CPCDF, el recurso de queja resulta
procedente en contra del auto que: a) no admita una demanda; b) no reconozca la
personalidad de un litigante antes del emplazamiento; c) deniegue la apelación, y
d) en algún otro caso fijado por la ley.
La sentencia definitiva que resuelve las cuestiones inherentes al divorcio es
recurrible a través del recurso de apelación, de conformidad con el artículo 691 del
CPCDF, en virtud de que constituye una sentencia definitiva dictada en un asunto
de cuantía indeterminada, y acorde con el texto del artículo 685 bis del Código
citado, que dispone la recurribilidad de las resoluciones que recaigan en “vía
incidental”.
____________________________________
29 “Artículo 685 bis. Únicamente podrán recurrirse las resoluciones que recaigan
en vía incidental respecto del o los convenios presentados; la que declare la
disolución del vínculo matrimonial es inapelable.”
30 “Artículo 685. En los juicios en que la sentencia definitiva sea apelable, la
revocación es procedente únicamente contra determinaciones de trámite, en los
términos del artículo 79, fracción I de este código.—En aquellos casos en que la
sentencia no sea apelable, la revocación será procedente contra todo tipo de
resoluciones con excepción de la definitiva. En todo caso, debe interponerse por
escrito dentro de los tres días siguientes a la notificación, pudiéndose resolver de
plano por el juez, o dar vista a la contraria por un término igual y la resolución
deberá pronunciarse dentro del quinto día. En contra de esta resolución no se
admitirá ningún recurso.”
31 “Artículo 691. La apelación debe interponerse por escrito y procede sólo
contra aquellas resoluciones que no permitan su revocación o regularización.—
Los autos e interlocutorias serán apelables cuando lo fuere la sentencia
definitiva.—La apelación no procede en los juicios cuyo monto sea inferior a
doscientos doce mil cuatrocientos sesenta pesos, moneda nacional, por
concepto de suerte principal, sin que sean de tomarse en consideración
intereses y demás accesorios reclamados, a la fecha de presentación de la
demanda, dicho monto se actualizará en los términos que establece el artículo
62.—Los asuntos de cuantía indeterminada siempre serán apelables.”
32 En el entendido de que la expresión “vía incidental” debe interpretarse que no
es que se trate de un incidente, sino que se trata de un juicio con la aplicación en
lo conducente, de las reglas de los incidentes previstas en el artículo 88 del
CPCDF, con atención a los principios rectores de la controversia del orden familiar
que se indican en la res- puesta marcada con el número 2.
33 “Artículo 79. Las resoluciones son: I. Simples determinaciones de trámite y
entonces se llamarán decretos;—II. Determinaciones que se ejecuten
provisionalmente y que se llaman autos provisionales;—III. Decisiones que
tienen fuerzas de definitivas y que impiden o paralizan definitivamente la
prosecución del juicio, y se llaman autos definitivos;—IV. Resoluciones que
preparan el conocimiento y decisión del negocio ordenado, admitiendo o
desechando pruebas, y se llaman autos preparatorios;—V. Decisiones que
resuelven un incidente promovido antes, o después de dictada la sentencia, que
son las sentencias interlocutorias;—VI. Sentencias definitivas.”
___________________________________________
Previamente al análisis sobre la vía en que debe tramitarse el juicio de amparo
contra las diversas resoluciones que se emiten en el juicio de divorcio sin
expresión de causa, conviene hacer una breve recapitulación para delimitar cuál
es la naturaleza de la resolución que declara el divorcio y la que decide los temas
inherentes a la disolución.
Como se mencionó, las pretensiones en el juicio de divorcio son dos, pues, por un
lado, se encuentra la relativa a la declaración de la disolución del vínculo
matrimonial y, por otro, todas las cuestiones inherentes a esa declaratoria.
Pretensiones que resultan de suma importancia para el desarrollo del juicio y su
conclusión, pues según la postura que las partes asuman con relación a ellas,
éste puede terminar en dos momentos.
Ello es así, pues si bien cabe la posibilidad de que el proceso termine con una
sentencia que decrete el divorcio y apruebe en su totalidad las cuestiones
inherentes a la disolución del vínculo matrimonial, lo que ocurre cuando las
partes se ponen de acuerdo sobre dichas cues-tiones y ese acuerdo no
contraviene la ley, también existe la posibilidad de que las partes no convengan
sobre la totalidad de esas cuestiones, supuesto en el que el juzgador deberá dictar
un auto definitivo en el que determine la disolución del vínculo matrimonial y, en
su caso, apruebe los puntos en los que existió acuerdo con relación a la
cuestiones inherentes a la disolución del vínculo matrimonial; sin embargo,
también deberá ordenar de oficio la continuación del procedimiento respecto de
los puntos inherentes al divorcio respecto de los cuales no hubo acuerdo, mismos
que finalmente deberán resolverse en la sentencia respectiva.
Así, de una interpretación armónica, sistemática, teleológica y funcional de los
artículos 272 A del CPCDF y 287 del CCDF, se puede afirmar que la resolución
que decreta el divorcio puede tener la calidad de un auto definitivo o de una
sentencia definitiva, según las circunstancias que se presenten; así:
a) Cuando las partes están de acuerdo en relación a todas las pretensiones
(declaración de divorcio y contenido íntegro del convenio) la decisión que las
aprueba en su totalidad será una sentencia definitiva, en virtud de lo siguiente:

 Se trata de una decisión que resuelve acción y excepción, es decir,


soluciona todas las pretensiones formuladas por las partes;
 Tal resolución da por concluido el juicio tal como lo refiere el artículo 287
del CCDF, que le da el calificativo de sentencia;
 Su contenido cumple con los requisitos previstos en el artículo 283 del
CCDF, y
 Se trata de una resolución similar a la que ha de emitirse en caso de
allanamiento que, por disposición expresa del artículo 274 del CPCDF, 34
tiene el carácter de sentencia.
En efecto, si bien el artículo 272 A del CPCDF, en su párrafo segundo, dispone
que si las partes llegan a un acuerdo el Juez dictará un auto en el que declarará la
disolución del vínculo matrimonial, lo definitivo es que la naturaleza misma de la
decisión con que culmina el juicio permite afirmar que se trata de una sentencia.
Además, la referida disposición debe interpretarse en el sentido de que las partes
lleguen a un acuerdo parcial, esto es, respecto de algunas cuestiones del
convenio, en cuyo caso el Juez ha de aprobar las que hayan pactado las partes y,
respecto de las demás, procederá lo que dispone el tercer párrafo de esa misma
norma.
____________________________________
34 “Artículo 274. Cuando el demandado se allane a la demanda en todas sus
partes o manifestando el actor su conformidad con la contestación de ella, se
citará para sentencia, previa ratificación del escrito correspondiente ante el juez de
los autos si se trata de juicio de divorcio, sin perjuicio de lo previsto en la parte
final del artículo 271.—En caso del allanamiento judicial expreso que afecte a toda
la demanda, produce el efecto de que el juez otorgue en la sentencia un plazo de
gracia al deudor después de efectuado el secuestro y a reducir las costas.”
_______________________________________

b) Cuando se decreta el divorcio, pero el convenio se desaprueba o solamente se


aprueba en alguna o algunas de sus partes, se estará en presencia de un auto
definitivo, 35 y el juzgador habrá de dejar a salvo los derechos de las partes para
que, de oficio, se continúe con el trámite del proceso.36
No es obstáculo a lo anterior que el artículo 287 del CCDF, parte in fine, prevea
que cuando las partes no lleguen a un acuerdo decretará el divorcio “mediante
sentencia”. Al respecto, no debe atenderse a la literalidad de ese precepto, por las
razones siguientes:

 La ley procesal que es la aplicable en materia de proceso, en su artículo


272 A, párrafo segundo, dispone que si las partes llegan a un acuerdo
(entendiéndose esto como un “acuerdo parcial”) el Juez dictará un auto en
el que declarará la disolución del vínculo matrimonial;
 El artículo 79 del CPCDF enuncia el tipo de resoluciones que pueden
emitirse en un juicio y, al referirse a las “sentencias”, menciona las
interlocutorias y las definitivas. En el caso, la decisión que declara el
divorcio y desaprueba o aprueba en parte el convenio no tiene la calidad
de inter locutoria, pues no resuelve un incidente o una cuestión accesoria,
antes bien, decide una pretensión principal. Tampoco puede considerarse
una sentencia definitiva, pues no pone fin al juicio;
 Esa resolución no resuelve la totalidad de las pretensiones, lo que implica la
continuación del juicio en cuanto a los temas no resueltos, y
 Ese proveído tampoco cumple con los requisitos previstos en el artículo
283 del CCDF.
_________________________________
35 Este auto se dictará en constancia separada de aquella en la que obre la
audiencia, para evitar confusión en su impugnación. Constituye un auto definitivo
porque la decisión relativa al divorcio tiene esa fuerza en tanto que impide la
prosecución del juicio respecto de la precisa pretensión del divorcio.
36 Sobre el tipo de resoluciones que existen, el CPCDF, en su artículo 79,
dispone: “Las resoluciones son: I. Simples determinaciones de trámite y entonces
se llamarán decretos;—II. Determinaciones que se ejecuten provisionalmente y
que se llaman autos provisionales;—III. Decisiones que tienen fuerzas de
definitivas y que impiden o paralizan definitivamente la prosecución del juicio, y se
llaman autos definitivos;—IV. Resoluciones que preparan el conocimiento y
decisión del negocio ordenado, admitiendo o desechan- do pruebas, y se llaman
autos preparatorios;—V. Decisiones que resuelven un incidente promovido antes,
o después de dictada la sentencia, que son las sentencias interlocutorias;—VI.
Sentencias definitivas.”
____________________________________

De lo anterior se sigue que la resolución que decide las cuestiones inherentes al


divorcio, al igual que la decisión relativa al divorcio, puede tener una doble
naturaleza.
Ello es así, porque si bien por regla general es una sentencia definitiva, ya sea
porque tal decisión se emita conjuntamente con la pretensión de divorcio en donde
se apruebe el convenio en su totalidad, o bien, porque (no habiéndose aprobado
dicho convenio en su integridad) una vez seguido el trámite del juicio éste habrá
de concluir, precisamente, con la sentencia que resuelva la totalidad de las
cuestiones inherentes al divorcio, no debe soslayarse la posibilidad de que el
juzgador emita decisión sobre algunas de esas cuestiones en el auto definitivo
que declare el divorcio, cuando las partes hayan estado de acuerdo en alguno o
algunos puntos del convenio, en cuyo caso la naturaleza procesal de esa
resolución corresponderá a la de un auto definitivo.
Las características que distinguen el trámite del juicio de divorcio sin expresión de
causa, del trámite de otros juicios seguidos en la vía ordinaria, resulta
trascendente para establecer el tipo de juicio de amparo que en su caso puede
proceder en contra de las resoluciones emitidas en él.
No obstante, al existir una multiplicidad de resoluciones que se pueden emitir en
dicho juicio, enseguida se analizará el tipo de amparo que procede en contra de
algunas de ellas.
a) Amparo contra la resolución que declara la disolución del vínculo
matrimonial. Como la disolución del vínculo matrimonial puede tener una doble
naturaleza, en tanto que según la postura asumida por las partes, puede adquirir
el carácter de auto definitivo o sentencia definitiva, el juicio de amparo que se
puede intentar en su contra, dependerá de la naturaleza de esa decisión.
En efecto, cuando adquiere la naturaleza de sentencia porque el juzgador
decreta el divorcio y además resuelve de manera total las cuestiones inherentes
al mismo, en virtud de que las partes estuvieron de acuerdo sobre ellas y ese
acuerdo no contraviene la ley, teniendo en cuenta que esta determinación no
admite en su contra ningún recurso ordinario por virtud del cual pueda ser
modificada o revocada, porque en términos de lo dispuesto en el artículo 685 bis
del CPCDF es inapelable, y tampoco puede ser revocable, en tanto que no se
trata de un decreto o una resolución de mero trámite, ni tampoco procede en su
contra el recurso de queja, porque esa determinación no se ubica en ninguna de
las hipótesis normativas previstas en el numera 723 del referido código
procesal; en términos de lo dispuesto en el artículo 46 de la Ley de Amparo,
adquiere el carácter de sentencia definitiva y, por ende, de conformidad con lo
establecido en el artículo 158 de la Ley de Amparo, procederá en su contra el
juicio de amparo directo.
Si adquiere la naturaleza de auto definitivo, porque se decretó el divorcio pero las
partes no estuvieron conformes con la totalidad de las cuestiones inherentes al
mismo, resulta procedente el amparo in- directo, pues aun y cuando resuelve de
manera definitiva la pretensión del divorcio, no constituye una resolución que pone
fin al juicio, al quedar pendiente de resolución las cuestiones inherentes, de
manera que se trata de una resolución dictada dentro del juicio, cuya ejecución es
de imposible reparación (artículo 114, fracción IV, de la Ley de Amparo).
Al respecto, cabe aclarar que como en su contra por disposición expresa del
artículo 685 bis del CPCDF no procede el recurso de apelación, entonces no hay
medio ordinario de defensa que agotar antes de acudir al amparo, pues esa
determinación tampoco es revocable, ni en su contra admite el recurso de queja.
b) Amparo contra la resolución que niega la disolución del vínculo
matrimonial. Si el juzgador se niega a declarar la disolución del vínculo
matrimonial, esa determinación admite en su contra el amparo directo, por ser
una resolución que pone fin al juicio, ello, claro está, previo agotar el recurso de
apelación a que alude el artículo 691 del CPCDF, pues al tratarse de un juicio de
cuantía indeterminada debe considerarse que la causa es apelable, además de
que el artículo 685 bis del propio ordenamiento, sólo estima inapelable la
resolución que de- clara la disolución del vínculo matrimonial, más no la que lo
niega y, por el contrario, de la exposición de motivos de 20 de mayo de dos 2008,
se advierte que el legislador previó la posibilidad de que dicha determinación
fuera apelable.
c) Amparo contra la resolución que niega la admisión de la demanda o
solicitud de divorcio. En este caso es procedente el juicio de amparo directo,
por ser una resolución que pone fin a juicio; sin embargo, atendiendo al principio
de definitividad previsto en el artículo 107, fracción III, inciso b), de la Constitución
Federal, para ello es preciso que previamente se agote el recurso de queja, pues
el artículo 723, fracción I del CPCDF, establece la procedencia de ese recurso
contra el auto que no admite una demanda; y si bien el artículo 727 del propio
ordenamiento condiciona la procedencia de ese recurso a que la causa sea
apelable, esa condición debe estimarse satisfecha, pues al existir la posibilidad de
que las partes no se pongan de acuerdo sobre la totalidad de las cuestiones
inherentes a la disolución del vínculo matrimonial, y que por ende, tales
cuestiones se resuelven con posterioridad al divorcio en una sentencia definitiva
que sí admite en su contra el re- curso de apelación, debe estimarse que la causa
de divorcio sí puede ser apelable, máxime que se trata de una causa de cuantía
indeterminada que en términos del artículo 691 del CPCDF es apelable.
d) Amparo contra el auto que no reconoce la personalidad de la parte actora.
Como el auto que no reconoce la personalidad de la parte actora antes del
emplazamiento, implícitamente niega el trámite del juicio de divorcio, en contra de
esa determinación procede el amparo directo por ser una resolución que pone fin
al juicio, pero atendiendo al principio de definitividad que rige el juicio de amparo,
previo a ello se debe agotar el recurso de queja, pues el artículo 723, fracción I
del CPCDF, establece la procedencia de ese recurso contra el auto que no
reconoce la personalidad de un litigante antes del emplazamiento y, como ya se
analizó, aunque el artículo 727 del propio ordenamiento condiciona la procedencia
de ese recurso a que la causa sea apelable, como en el juicio de divorcio sin
expresión de causa existe la posibilidad de que la sentencia definitiva que resuelve
las cuestiones inherentes a la disolución del vínculo matrimonial sea apelable, en
el caso sí se satisface esa condición, sobre todo que se trata de una causa de
cuantía indeterminada apelable en términos del artículo 691 del CPCDF.
e) Amparo contra el auto que no reconoce la personalidad del demandado. A
diferencia de lo que ocurre con el auto que niega la personalidad del actor antes
del emplazamiento, el que se niega a reconocer la personalidad del demandado
no le pone fin al juicio, pues por el contrario, esta decisión no impide que el juicio
siga su cauce; sin embargo, tal determinación sí puede trascender en grado
predominante y superior en los derechos del demandando, razón por la que aun
sin ser considerado como un acto de imposible reparación propiamente dicho, en
su contra procede por excepción el amparo indirecto, previo agotar el recurso de
apelación (artículos 685 bis y 691 del CPCDF).
f) Amparo contra el resto de las resoluciones emitidas durante la tramitación
del juicio de divorcio sin expresión de causa. Como el resto de las
resoluciones emitidas durante el procedimiento del juicio de divorcio sin
expresión de causa pueden ser de naturaleza diversa según su contenido, para
determinar el tipo de juicio de amparo que procede en su contra, debe atender a
las reglas generales de procedencia del juicio de amparo.
Así, de acuerdo con lo dispuesto en el artículos 114, fracción IV de la Ley de
Amparo, procederá amparo indirecto, en tratándose de resoluciones cuya
ejecución sea de imposible reparación; sin embargo, atendiendo a diversos
criterios jurisprudenciales, también procederá dicho amparo en contra de
resoluciones que generen una afectación en grado predominante o superior. En
ambos casos existe la necesidad de agotar el principio de definitividad, de
acuerdo con las disposiciones aplicables.
En cambio, en términos de lo dispuesto en los artículos 158 y 159 de la Ley de
Amparo, procede el juicio de amparo directo si esa violación procesal afecta la
defensa del quejoso y trasciende al resultado del fallo. En este caso, no existe la
necesidad de agotar el principio de definitividad, de acuerdo con la regla
excepcional prevista en el artículo 161 de la Ley citada.37
g) Amparo contra la resolución que define las cuestiones inherentes al
divorcio. De conformidad con lo dispuesto en los artículos 46 y 158 de la Ley
Reglamentaria de los artículos 103 y 107 constitucionales, procede amparo
directo, previo agotar el recurso de apelación, de conformidad con el artículo
685 del CPCDF, porque constituye una resolución que resuelve en definitiva esas
prestaciones.
_________________________________
37 “Artículo 161. Las violaciones a las leyes del procedimiento a que se refieren
los dos artículos anteriores sólo podrán reclamarse en la vía de amparo al
promoverse la de- manda contra la sentencia definitiva, laudo o resolución que
ponga fin al juicio.—En los juicios civiles, el agraviado se sujetará a las siguientes
reglas: I. Deberá impugnar la violación en el curso mismo del procedimiento
mediante el recurso ordinario y dentro del término que la ley respectiva señale.—II.
Si la ley no concede el recurso ordinario a que se refiere la fracción anterior o si,
concediéndolo, el recurso fuere desechado o declarado improcedente, deberá
invocar la violación como agravio en la segunda instancia, si se cometió en la
primera.—Estos requisitos no serán exigibles en amparos contra actos que
afecten derechos de menores o incapaces, ni en los promovidos contra
sentencias dictadas en controversias sobre acciones del estado civil o que afecten
el orden y a la estabilidad de la familia.”

JURISPRUDENCIA:
Décima Época Semanario Judicial de la Federación 41604 1 de 1
Plenos de Circuito Publicación: viernes 23 de enero de 2015 09:00 h
Voto particular que formula la Magistrada Livia Lizbeth Larumbe Radilla en la
contradicción de tesis 2/2014.
Con el debido respeto, la suscrita disiento del criterio de la mayoría, por lo que
formulo voto particular en los términos siguientes:
"QUINTO.-Una vez establecida la existencia de la contradicción, es necesario que
este Pleno de Circuito determine cuál es el criterio que debe prevalecer como
jurisprudencia, en términos del artículo 226, fracción III, de la Ley de Amparo.
"El Diccionario Jurídico Mexicano editado por el Instituto de Investigaciones
Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México señala que son
resoluciones judiciales los pronunciamientos de los Jueces y tribunales a través de
los cuales acuerdan determinaciones de trámite o deciden cuestiones planteadas
por las partes, incluyendo la resolución del fondo del conflicto; asimismo, indica
que un sector importante de los códigos procesales mexicanos adoptan una
clasificación tripartita: a) decretos, como simples determinaciones de trámite;
b) autos, cuando deciden cualquier punto dentro del proceso; y, c)
sentencias, si resuelven el fondo del negocio.
"A su vez, señala que la sentencia es la resolución que pronuncia el Juez o el
tribunal para resolver el fondo del litigio, conflicto o controversia, lo que
significa la terminación normal del proceso, y que si bien el concepto estricto de
sentencia es el de resolución que pone fin al juicio decidiendo el fondo del litigio,
se han calificado como tales a otras resoluciones que no tienen tales
características y, a la inversa, lo que ha propiciado confusión en la legislación y en
la jurisprudencia.
"Apunta que si bien en el ordenamiento jurídico mexicano se ha empleado el
vocablo sentencias interlocutorias para designar a las resoluciones judiciales
que ponen fin a la cuestión incidental o que deciden sobre un presupuesto de la
validez del proceso que impide su continuación, tal decisión es incorrecta, ya que
no corresponde a una concepción moderna de las resoluciones judiciales, por lo
que debe utilizarse el vocablo auto para designar a tales providencias.
"Por otra parte, indica también que en materia de amparo se ha utilizado el
nombre de sentencia para calificar la decisión de fondo para distinguirla de la
providencia que sobresee el juicio fuera de audiencia; sin embargo, en un criterio
riguroso, dicho pronunciamiento, sea que se dicte antes o en la audiencia de
fondo, debe considerarse como un simple auto, puesto que contiene la declaración
de que no puede resolverse el juicio de amparo mediante una verdadera
sentencia.
"Con base en lo expuesto, se obtiene como primera conclusión que las decisiones
que los juzgadores adopten dentro de un juicio constituyen resoluciones -el
género- que pueden clasificarse de la siguiente manera: a) decretos, b) autos, c)
resoluciones interlocutorias y d) sentencias (las especies).
"Así, los decretos son meras determinaciones de trámite, los autos deciden
algún punto dentro del negocio, las resoluciones interlocutorias resuelven
algún aspecto incidental, por ejemplo, el incidente de falta de personalidad o
la que decide en definitiva sobre el otorgamiento de la medida cautelar, entre
otras, y sentencias como aquellas que deciden el fondo del negocio.
"En este punto, es importante señalar que, dada la definición de sentencia, como
ya se dijo, que es la que resuelve el fondo del litigio o conflicto, se han calificado
como tales a otras resoluciones que no cumplen tales características, por ejemplo,
la que decide en definitiva sobre la suspensión del acto impugnado en el juicio de
nulidad, denominándolas incorrectamente sentencias interlocutorias, lo que es
indebido, ya que si se tiene presente que sentencia es la que, se reitera, decide el
fondo del negocio, entonces, por antonomasia, la que resuelve un aspecto
secundario no puede tener tal calidad, por lo que debe utilizarse la expresión
resolución interlocutoria.
"En esa línea de pensamiento puede afirmarse, a priori, que solamente tendrán el
carácter de sentencias, en estricto sentido, aquellas que decidan el fondo del litigio
y las que no comparten tal característica serán consideradas meras resoluciones o
autos, pero no así sentencias.
"Explicado lo anterior, en el artículo 107, fracción V, de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos se encuentra el fundamento constitucional
del principio de definitividad en amparo directo, cuyo precepto dispone que
procede dicho juicio contra sentencias definitivas, laudos o resoluciones que
ponen fin al juicio de los que conocerán los Tribunales Colegiados de Circuito o,
en su caso, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (1)
"Lo anterior, a su vez, es recogido por el diverso 170 de la ley reglamentaria de la
materia, que dispone que el juicio de amparo directo es procedente contra
sentencias definitivas, laudos y resoluciones que ponen fin al juicio dictadas por
tribunales, sea que la violación se cometa en ellos, o que cometida durante el
procedimiento, afecte las defensas del quejoso trascendiendo al sentido del fallo (2)
"Por otra parte, debe recordarse que, conforme al criterio sostenido por la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, para que sea procedente el juicio de
amparo directo es necesario que, previamente, se agoten los recursos ordinarios
procedentes en contra de la sentencia o de la resolución que ponga fin al juicio; lo
anterior tiene sustento en la jurisprudencia P./J. 17/2003, consultable en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XVIII, julio
de 2003, página 15, de rubro: ‘DEFINITIVIDAD EN AMPARO DIRECTO. ESTE
PRINCIPIO EXIGE PARA LA PROCEDENCIA DEL JUICIO, QUE SE AGOTEN
PREVIAMENTE LOS RECURSOS ORDINARIOS PROCEDENTES EN CONTRA
DE LA SENTENCIA O DE LA RESOLUCIÓN QUE PONE FIN AL JUICIO.’
"Bajo ese contexto, de conformidad con lo establecido en los artículos 107,
fracción V, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 170,
fracción I, de la Ley de Amparo, el juicio de amparo es procedente contra tres tipos
de actos, a saber: a) sentencia definitiva, b) laudo y c) resolución que pone fin al
juicio, de los cuales conocerá el Tribunal Colegiado de Circuito o, en su caso, la
Suprema Corte de Justicia de la Nación.
"Así, debe entenderse por sentencia definitiva la resolución que decide el juicio en
lo principal y en contra de la cual no procede recurso ordinario, por virtud del que
pueda ser modificada o revocada, entendiendo por decidir el juicio en lo principal,
cuando se resuelve la condena o absolución de las prestaciones reclamadas, por
laudos aquellas resoluciones que se pronuncian por los tribunales laborales al
decidir el fondo de una controversia de esa índole; cabe agregar que si bien el
artículo 170 de la Ley de Amparo emplea el adjetivo ‘definitivo’ al sustantivo
‘sentencia’, lo cierto es que resulta redundante, pues el requisito para considerarse
‘sentencia definitiva’ para efectos del juicio constitucional es, precisamente, que no
admita recurso alguno, pues si lo admite, entonces, en contra de dicho acto no
procedería el juicio de amparo directo.
"Finalmente, las resoluciones que ponen fin al juicio son las que, sin decidirlo en lo
principal, lo dan por concluido, esto es, cuando no existe pronunciamiento en
cuanto al fondo del negocio, las cuales se sujetan al imperativo de que en contra
de ellas, antes de acudir al juicio de amparo y en atención al principio de
definitividad, deben agotarse los medios de defensa ordinarios, a través de los
cuales pudieran ser revocadas o modificadas.
"A modo de ejemplo, entre las resoluciones que ponen fin al juicio están el
desechamiento de la demanda, el auto de sobreseimiento, la resolución que
decreta la caducidad de la instancia, entre otras.
"Establecido lo anterior, conviene traer a colación el artículo 72 del Código de
Procedimientos Civiles para el Estado Libre y Soberano de Quintana Roo, de
aplicación supletoria a la Ley de Justicia Administrativa de esa entidad federativa,
en términos del diverso 2 de este último ordenamiento, que expresa:
"‘Artículo 72. Las resoluciones son:
"‘I. Simples determinaciones de trámite y entonces se llamarán decretos;
"‘II. Decisiones que resuelven un incidente promovido antes o después de dictada
la sentencia, que son las sentencias interlocutorias;
"‘III. Sentencias definitivas;
"‘IV. Las determinaciones no contempladas en los casos anteriores se
denominarán autos.’
"El artículo referido es coincidente con lo establecido en la doctrina, pues
establece que las resoluciones (el género) pueden ser de cuatro tipos: a) decretos,
que se tratan de simples determinaciones de trámite, b) sentencias
interlocutorias,3 las que resuelven un incidente promovido antes o después de
dictada la sentencia; c) sentencias definitivas, por antonomasia, son las que ponen
fin a la contienda judicial decidiendo el fondo del asunto y d) autos, que son las
determinaciones no previstas en las demás fracciones, siendo que estas tres
últimas constituyen la especie de las resoluciones judiciales.
"Explicado lo anterior, es necesario hacer referencia, a su vez, a los artículos 65 y
195 de la Ley de Justicia Administrativa del Estado de Quintana Roo, que
establecen:
"‘Artículo 65. Contestada la demanda, el Magistrado examinará el expediente, si
encontrase acreditada alguna causa evidente de improcedencia o sobreseimiento,
a petición de parte o de oficio, emitirá la resolución en la que se dé por concluido
el juicio. Cuando la causal de improcedencia o sobreseimiento no fuese indudable
y manifiesta, ésta se decidirá en la sentencia definitiva.’
"‘Artículo 195. Las sentencias deberán contener: "‘...
"‘III. El análisis, aun de oficio, de las causales de improcedencia o sobreseimiento
del juicio; "‘...
"‘VII. Los puntos resolutivos en los que se decreten el sobreseimiento del juicio, se
reconozca la validez, se declare la nulidad o se ordene la modificación o
reposición del acto impugnado y en su caso, la condena que se imponga.’
"De la interpretación sistemática de los preceptos reproducidos se tiene que el
sobreseimiento en el juicio de nulidad local se puede actualizar en dos momentos
procesales diferentes:
"1. Después de tener por contestada la demanda siempre que la causa de
improcedencia o, incluso, del propio sobreseimiento, sea manifiesta e indudable; y,
"2. En el pronunciamiento de la sentencia definitiva.

"Por tanto, la característica común en ambos radica en que, con independencia del
momento en que ocurra el sobreseimiento, es decir, sea durante la tramitación del
juicio o después de celebrada la audiencia de ley, lo verdaderamente importante
es que no se decide el fondo del asunto, sino que existe un obstáculo jurídico o de
hecho que impide la decisión sobre el fondo de la controversia.
"En otras palabras, si se tiene presente que el sobreseimiento es la institución
jurídica procesal, mediante la cual, el órgano judicial respectivo concluye una
instancia sin que se decida el fondo de la controversia; debido a circunstancias o
hechos que surgen dentro del procedimiento o que se comprueban durante su
tramitación, ajenos a lo esencial de la controversia subyacente o fundamental, y
que su actualización puede deberse a diversos motivos, entre otros, de
conformidad con el artículo 64 de la Ley de Justicia Administrativa del Estado de
Quintana Roo, al desistimiento expreso del ejercicio de la acción, a la
actualización de alguna hipótesis de improcedencia, a la muerte del demandante,
a la cesación de efectos del acto impugnado, a la inactividad procesal de las
partes o a algún otro impedimento para emitir resolución en cuanto al fondo 4
"Luego, con independencia de la hipótesis por la que se decrete el sobreseimiento
en el juicio y, se reitera, el momento procesal en que acontezca, lo cierto es que
no existe un pronunciamiento respecto del fondo de la controversia, sino que se da
por concluida la cuestión litigiosa, sin que se analice el fondo del asunto.
"En consecuencia, si se atiende a que sentencia definitiva es la resolución judicial
que decide el juicio en lo principal cuando se resuelve la condena o absolución de
las prestaciones reclamadas, es patente que el auto o resolución en que se
sobresea el juicio de nulidad local no tiene dicha característica pues,
precisamente, se da por concluida la contienda sin analizar el fondo del asunto.
"Lo que es así, porque para que una resolución pueda ser considerada sentencia,
es requisito sine qua non que se examine el fondo de la controversia sometida a la
potestad del órgano jurisdiccional, lo que no ocurre, precisamente, con los autos o
resoluciones en que se sobresee en el juicio de nulidad, por actualizarse alguno
de los supuestos previstos en el artículo 64 de la Ley de Justicia Administrativa del
Estado de Quintana Roo, esto es, debido a circunstancias o hechos que surgen
dentro del procedimiento o que se comprueban durante su tramitación, ajenos a lo
esencial de la controversia subyacente o fundamental.
"Por ende, el sobreseimiento en el juicio de nulidad local, sea que se dicte durante
el transcurso del procedimiento o posterior al dictado de la audiencia a que se
refiere el artículo 185 de la Ley de Justicia Administrativa del Estado de Quintana
Roo, es una resolución judicial del tipo de auto o resolución, respectivamente, y
como tal, en su contra es procedente el recurso de reclamación previsto por el
artículo 208, fracción IV, de ese ordenamiento 5
"Lo anterior sobre la base de que el artículo citado en último lugar expresa que las
resoluciones que decreten o nieguen el sobreseimiento podrán ser impugnadas
por las partes mediante recurso de reclamación; de ahí que de una correcta
interpretación del precepto legal de referencia se tiene que el legislador local
incluyó a los dos supuestos en que se puede decretar el sobreseimiento en el
juicio de nulidad -autos y resoluciones- susceptibles de ser recurridos a través de
ese medio de defensa.
"Lo que se robustece, a su vez, con el contenido del artículo 215 de la Ley de
Justicia Administrativa del Estado de Quintana Roo, que dispone que la resolución
del recurso de reclamación podrá confirmar, revocar o modificar el auto o
resolución recurrida o sobreseer el recurso; por tanto, de la interpretación
sistemática de los artículos 208, fracción IV y 215 de la Ley de Justicia
Administrativa del Estado de Quintana Roo se advierte la procedencia del citado
medio de defensa en contra de las resoluciones que ponen fin al juicio dictadas en
términos de los diversos 193 y 195 de esa disposición normativa.
"De manera que, se reitera, la única diferencia sustancial entre el sobreseimiento
que se decrete después de tener por contestada la demanda de nulidad y el que
se dicta una vez celebrada la audiencia de ley, consiste en que la causa que le da
origen debe ser manifiesta e indudable; de tener tal calidad, entonces se decretará
durante la tramitación del juicio y, de no tenerla, será hasta que se dicte sentencia,
pero la consecuencia jurídica es idéntica, o sea, concluir el juicio sin decidirlo en lo
principal; máxime que, en la especie, se trata de resoluciones que le ponen fin al
juicio.
"Sin que pase inadvertido para este Pleno de Circuito que de la interpretación de
los artículos 193 y 195 de la Ley de Justicia Administrativa del Estado de Quintana
Roo se advierta que, posterior a los quince días de celebrada la audiencia del
juicio, el Magistrado de la Sala Constitucional y Administrativa del Tribunal
Superior de Justicia del Estado de Quintana Roo deberá pronunciar sentencia que
deberá contener, entre otros, el análisis, aun de oficio, de las causales de
improcedencia o sobreseimiento en el juicio.
"Sin embargo, si bien el legislador local utilizó la expresión ‘sentencia’ a la
resolución judicial que decreta el sobreseimiento en el juicio después de celebrada
la audiencia de ley, lo cierto es que la utilización de tal vocablo es desafortunada,
porque, propiamente, no comparte las características de una sentencia, en razón
de que no se decide el fondo de la controversia.
"No obstante, a pesar de que dicha ‘sentencia’ se dicta una vez que fue celebrada
la audiencia del juicio, lo cierto es que, al no decidir el fondo de la controversia,
entonces, se trata de una resolución y, en su contra, procede el recurso de
reclamación previsto en el artículo 208, fracción IV, de la Ley de Justicia
Administrativa del Estado de Quintana Roo.
"Así se afirma, porque dicho precepto legal establece la procedencia del recurso
de reclamación, entre otros supuestos, contra las resoluciones que decreten o
nieguen el sobreseimiento, sin que se advierta que la intención del legislador local
fuera limitar la procedencia de ese medio de impugnación únicamente contra los
autos que lo decreten o nieguen una vez contestada la demanda de nulidad, sino
que, al utilizar el término ‘resoluciones’, lo hizo en su acepción amplia, esto es, las
que comprenden a los autos y las resoluciones que ponen fin al juicio.
"Además, de conformidad con los artículos 98, tercer párrafo, de la Constitución
Política, 6 47 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, 7 así como 7 de la Ley de
Justicia Administrativa, todos del Estado de Quintana Roo,8 las Sala Constitucional
y Administrativa se integra por un Magistrado numerario, lo que implica que es
quien sustancia el juicio contencioso administrativo local y, por ende, el recurso
que se interponga durante su tramitación, o sea, el de reclamación, o sea, se trata
de un medio de impugnación horizontal.
"De ahí que el sobreseimiento en el juicio contencioso administrativo local,
decretado por el Magistrado de la Sala Constitucional y Administrativa del Tribunal
Superior de Justicia del Estado de Quintana Roo, sea que se dicte después de
tener por contestada la demanda o en la sentencia, en este último caso, se trata,
en realidad, de una resolución que pone fin al juicio, son susceptibles de
combatirse mediante el recurso de reclamación consignado en el artículo 208,
fracción IV, de la Ley de Justicia Administrativa de esa entidad federativa.
"Sin que sea factible pensar que la resolución que pone fin al juicio pueda
combatirse mediante juicio de amparo, tal como sucede en el juicio anulatorio
federal.
"Esto es así, porque el juicio tramitado en la vía ordinaria y regulado en la Ley
Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, se tramita por un
Magistrado instructor, quien al decretar o negar el sobreseimiento en el juicio
antes del cierre de instrucción, es recurrible mediante el recurso de reclamación
en términos del diverso 59 de ese ordenamiento; 9 sin embargo, si el
sobreseimiento se dicta posterior al cierre de instrucción a que se refiere el diverso
47 de esa legislación, entonces, es procedente el amparo directo por ser una
resolución que pone fin al juicio y en contra de la cual no procede algún medio de
defensa ordinario por medio de la cual pueda ser revocada o modificada.
"Tal como se observa, la diferencia radica que en el ámbito federal es
improcedente el recurso de reclamación, porque la resolución que puso fin al juicio
se pronunció por los Magistrados que integran la Sala Regional del Tribunal
Federal de Justicia Fiscal y Administrativa; de ahí que, por tal razón, es
competente para conocer de la demanda de amparo el Tribunal Colegiado de
Circuito, por regla general.
"Sin embargo, en el ámbito local, las determinaciones que decreten el
sobreseimiento en el juicio anulatorio, sea en un auto posterior a la contestación
de la demanda o posterior a la celebración de la audiencia del juicio, son emitidas
por el propio Magistrado numerario de la Sala Constitucional y Administrativa del
Tribunal Superior de Justicia del Estado de Quintana Roo, por lo que, al tener la
naturaleza de resoluciones, son recurribles a través del recurso de reclamación a
que se refiere el artículo 208, fracción VI, de la Ley de Justicia Administrativa local.
"De manera que no es factible pensar que el sobreseimiento pronunciado en la
sentencia pueda ser combatido mediante juicio de amparo, porque, por una parte,
si bien es cierto que el Tribunal Colegiado de Circuito es competente para conocer
del juicio de amparo contra sentencias definitivas, laudos y resoluciones que
ponen fin al juicio, lo cierto es que no se ubica en el primer supuesto, porque no se
examinó el fondo de la controversia, luego, es evidente que tal resolución no
puede tener tal carácter y, por la otra, al tratarse de una resolución que puso fin al
juicio, lo cierto es que esa circunstancia, per se, es insuficiente para hacer
procedente el citado medio de control de constitucionalidad.
"Esto es así, porque, se reitera, primeramente debe agotarse el medio de defensa
ordinario que prevé la legislación de la materia a través del cual puede ser
legalmente modificada o revocada.
"De manera que, de no agotarse el recurso previsto en la legislación de la materia,
se soslayaría unilateralmente el principio de definitividad que rige al juicio de
amparo y que conforme lo ha sostenido la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
la obligatoriedad de los recursos o medios de impugnación es congruente con la
esencia de dicho principio, que se encuentra recogido en el artículo 61, fracción
XVIII, de la Ley Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, que expresa:
"‘Artículo 61. El juicio de amparo es improcedente:"‘...
"‘XVIII. Contra las resoluciones de tribunales judiciales, administrativos o del
trabajo, respecto de las cuales conceda la ley ordinaria algún recurso o medio de
defensa, dentro del procedimiento, por virtud del cual puedan ser modificadas,
revocadas o nulificadas.’
"El precepto de referencia establece que el juicio de amparo es improcedente
contra las resoluciones de los tribunales respecto de las cuales conceda la ley
ordinaria algún recurso o medio de defensa, dentro del procedimiento, por virtud
del cual puedan ser modificadas, revocadas o nulificadas.
"En consecuencia, si bien los conceptos de procedencia del juicio de amparo y
competencia del órgano judicial están estrechamente relacionados, debe tenerse
presente que, como lo ha sostenido también el Alto Tribunal, primeramente, debe
estudiarse la competencia del órgano jurisdiccional y después la procedencia del
juicio constitucional; de ahí que un tribunal incompetente no está facultado, ni
siquiera por economía procesal, para decidir la procedencia o improcedencia del
juicio de amparo.
"En este orden de ideas, si ya quedó definido que los autos y resoluciones en las
que se decrete el sobreseimiento en el juicio anulatorio local tienen idéntica
naturaleza, pues, en ambos casos, tienen por finalidad darlo por concluido sin
decidirlo en lo principal y que la única diferencia consiste en el momento procesal
en que se pronuncian, ya que puede ser después de contestada la demanda por la
enjuiciada o posterior al celebramiento de la audiencia de ley y sin que exista
alguna justificación o impedimento por parte del legislador local para que el
recurso de reclamación proceda solamente contra los autos de sobreseimiento a
que se refiere el artículo 65 de la Ley de Justicia Administrativa del Estado de
Quintana Roo, se concluye que, de la interpretación sistemática de los diversos
193, 195 y 208, fracción IV, del propio ordenamiento, es procedente el citado
medio de defensa contra las resoluciones que decreten o nieguen el
sobreseimiento en el juicio de nulidad.
"Así se sostiene porque el referido artículo 208, fracción IV, de la Ley de Justicia
Administrativa del Estado de Quintana Roo expresa que el recurso de reclamación
es procedente contra las resoluciones (género) que decreten o nieguen el
sobreseimiento, y si se ha explicado también que los autos y resoluciones
(especie) en los que se actualice alguno de los dos supuestos, tienen como
característica que dan por concluido el juicio, entonces, en el último caso, no
procede el juicio de amparo directo, sino, se reitera, el citado medio de defensa.
"En razón de que el amparo directo procede contra las sentencias definitivas,
calidad que no reúnen las que decretan el sobreseimiento, y si bien se trata de
una resolución que pone fin al juicio, tampoco es procedente el citado medio de
control de constitucionalidad, ya que previo a acudir al juicio de amparo y en
atención al principio de definitividad, es necesario que se agoten, primeramente,
los medios de defensa ordinarios a través de los cuales pudieran ser modificadas
o revocadas.
"Por tanto, si, en la especie, el recurso de reclamación es procedente contra las
resoluciones que decreten o nieguen el sobreseimiento y dicho medio de defensa
tiene como finalidad confirmar, revocar y modificar el auto o resolución recurrida,
luego, es necesario que el accionante agote dicho recurso, en términos del artículo
208, fracción IV, de la Ley de Justicia Administrativa del Estado de Quintana Roo,
previo a la promoción del juicio constitucional.
"De no ser así, entonces, en términos del criterio que informa la jurisprudencia
P./J. 16/2003, del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, consultable
en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo
XVIII, julio de 2003, página 10, de rubro: ‘AMPARO DIRECTO. SI EL ACTO QUE
SE RECLAMA NO ES UNA SENTENCIA DEFINITIVA, EL TRIBUNAL
COLEGIADO DE CIRCUITO DEBERÁ DECLARARSE INCOMPETENTE Y
REMITIR LA DEMANDA AL JUEZ DE DISTRITO QUE CORRESPONDA.’, el
Tribunal Colegiado de Circuito que conozca del juicio de amparo en contra de una
resolución en la que se decrete el sobreseimiento, deberá declararse
incompetente y remitirla, con sus anexos, a la Oficina de Correspondencia Común
de los Juzgados de Distrito, al Juez Federal en turno, para que se avoque al
conocimiento de la demanda, sin prejuzgar sobre su procedencia."
________________
1. "Artículo 107. Las controversias de que habla el artículo 103 de esta
Constitución, con excepción de aquellas en materia electoral, se sujetarán a los
procedimientos que determine la ley reglamentaria, de acuerdo con las bases
siguientes: "...
"V. El amparo contra sentencias definitivas, laudos o resoluciones que pongan fin
al juicio se promoverá ante el Tribunal Colegiado de Circuito competente de
conformidad con la ley, en los casos siguientes: ..."
2. "Artículo 170. El juicio de amparo directo procede:
"I. Contra sentencias definitivas, laudos y resoluciones que pongan fin al juicio,
dictadas por tribunales judiciales, administrativos, agrarios o del trabajo, ya sea
que la violación se cometa en ellos, o que cometida durante el procedimiento,
afecte las defensas del quejoso trascendiendo al resultado del fallo.
"Se entenderá por sentencias definitivas o laudos, los que decidan el juicio en lo
principal; por resoluciones que pongan fin al juicio, las que sin decidirlo en lo
principal lo den por concluido. En materia penal, las sentencias absolutorias y los
autos que se refieran a la libertad del imputado podrán ser impugnadas por la
víctima u ofendido del delito en los casos establecidos por el artículo 173 de esta
ley.
"Para la procedencia del juicio deberán agotarse previamente los recursos
ordinarios que se establezcan en la ley de la materia, por virtud de los cuales
aquellas sentencias definitivas o laudos y resoluciones puedan ser modificados o
revocados, salvo el caso en que la ley permita la renuncia de los recursos.
"Cuando dentro del juicio surjan cuestiones sobre constitucionalidad de normas
generales que sean de reparación posible por no afectar derechos sustantivos ni
constituir violaciones procesales relevantes, sólo podrán hacerse valer en el
amparo directo que proceda contra la resolución definitiva.
"Para efectos de esta ley, el juicio se inicia con la presentación de la demanda."
3. Referente a este término, como se apuntó, es incorrecto el vocablo empleado
por el legislador local, pues en realidad no tiene la naturaleza jurídica de una
sentencia, ya que no decide el fondo de la controversia, por lo que debe
denominársele auto o, en su caso, resolución.
4. "Artículo 64. Procede el sobreseimiento del juicio:
"I. Cuando el demandante se desista expresamente del ejercicio de la acción;
"II. Cuando durante el juicio apareciera o sobreviniera alguna de las causales de
improcedencia a que se refiere el artículo anterior;
"III. En el caso de que el demandante muera durante el juicio, si su pretensión es
intransmisible o si su muerte deja sin materia el juicio;
"IV. Si la autoridad demandada deja sin efectos el acto impugnado;
"V. Por inactividad procesal de las partes, excepto en los casos en que el
expediente se encuentre citado para sentencia; y
"VI. En los demás casos en que por disposición legal haya impedimento para
emitir resolución en cuanto al fondo.
"El sobreseimiento del juicio podrá ser total o parcial, y no prejuzga sobre la
responsabilidad en que haya incurrido la autoridad demandada al ordenar o
ejecutar el acto impugnado."

5. "Artículo 208. Podrán ser impugnadas por las partes, mediante recurso de
reclamación:"...
"IV. Las resoluciones que decreten o nieguen el sobreseimiento."
6. "Artículo 98. El Tribunal Superior de Justicia se integra por nueve Magistrados
numerarios y el número de supernumerarios que determine la Ley Orgánica del
Poder Judicial."...
"Las Salas se organizarán por materia o por circuito y se integrarán con tres
Magistrados cada una, a excepción de la Sala Constitucional y Administrativa, la
que se integrará con un Magistrado Numerario. Los Magistrados Supernumerarios
integrarán las Salas, en los supuestos y con la temporalidad prevista en esta
Constitución y en la Ley Orgánica del Poder Judicial. Las apelaciones en los
juicios de oralidad familiar, serán resueltas de forma unitaria en los casos previstos
por la ley, por un Magistrado Numerario, con excepción del Magistrado que integra
la Sala Constitucional y Administrativa, del Magistrado Consejero y del propio
Presidente del Tribunal Superior de Justicia. Las Salas tendrán la competencia y
jurisdicción que establezca la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado."
7. "Artículo 47. Para el cumplimiento de las atribuciones señaladas en la fracción
VIII, del Artículo 103, de la Constitución Política del Estado, el Tribunal Superior de
Justicia, contará con una Sala Constitucional y Administrativa, integrada por un
Magistrado Numerario, que tendrá competencia para substanciar y formular, en los
términos de la ley respectiva los correspondientes proyectos de resolución
definitiva que se someterán al Pleno del Tribunal Superior de Justicia de las
Controversias Constitucionales, Acciones de Inconstitucionalidad y Acciones por
Omisión Legislativa.
8. "Artículo 7. La Sala se integra con el Magistrado de Número que el Pleno
designe, actuará con el o los Secretarios de Acuerdos designados para ello y se
auxiliará con los Secretarios de Estudio y Cuenta, Actuarios y personal
administrativo adscrito a la Sala."
9. "Artículo 59. El recurso de reclamación procederá en contra de las resoluciones
del Magistrado instructor que admitan, desechen o tengan por no presentada la
demanda, la contestación, la ampliación de ambas o alguna prueba; las que
decreten o nieguen el sobreseimiento del juicio antes del cierre de instrucción;
aquéllas que admitan o rechacen la intervención del tercero. La reclamación se
interpondrá ante la Sala o Sección respectiva, dentro de los quince días siguientes
a aquél en que surta efectos la notificación de que se trate."
Este voto se publicó el viernes 23 de enero de 2015 a las 09:00 horas en el
Semanario Judicial de la Federación.
Ejecutorias
Contradicción de tesis 2/2014.
Tesis 2008270
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