El objetivo de un sitio Web no es únicamente vender productos por Internet. En realidad, puede
desempeñar innumerables funciones; como por ejemplo, podría servir de complemento a las
ventas de su tienda minorista ya establecida. Si vende un producto exclusivo, quizás tenga suerte
en llegar a consumidores en el país o a nivel internacional.
El uso de Internet como herramienta del comercio electrónico no garantizará que pueda
enfrentarse a grandes competidores establecidos con resultados favorables para su gestión. Se
observa que la competencia cuenta con el inventario, tiene implementados sistemas de despacho y
marketing y puede vender los productos con un precio conveniente. No obstante, el principal
atractivo de Internet se refiere a que le ofrece un público global de potenciales clientes y nunca
cierra sus puertas.
Sus clientes tendrán acceso a información sobre su negocio las 24 horas del día. ¿Cuántas veces
le ha ocurrido que desea información sobre una tienda, ha buscado el teléfono en las Páginas
Amarillas, ha llamado el día domingo en la mañana y se ha encontrado con la sorpresa
desagradable de que está cerrada?. De seguro la mayoría de las empresas habrá activado una
grabación en la que se indica que sus oficinas están cerradas y muy amablemente le informan de
su horario de atención.
Sin embargo, es mucho más conveniente que sus potenciales clientes puedan tener acceso a
información en todo momento sobre su línea completa de productos y no sólo el horario de
atención. A esta información puede incorporar fotografías o dibujos e incluso, quizás, hasta un
video. De esta manera, podrá vender sus productos las 24 horas del día. Por lo tanto, es
importante que señale la dirección de su sitio Web en todo tipo de documentos, incluida la
papelería, formularios de ventas y avisos publicitarios.
Los consumidores son aún mejores: no necesitan una tienda física; todo ello por un coste mínimo
La tienda perfecta, abierta 24 horas al día incluso festivos, y siempre dispuesta a recibir a los
clientes de todo el mundo.
• Ofrece servicio y producto, el ofrecimiento de productos o artículos permite que el usuario de las
redes de información, tenga acceso al máximo de información, y al producto elegido.
• Se aprovechan todos los puntos de venta posibles que representa cada ordenador que esté
conectado
• Innovador y Competitivo: ofrecer los servicios habituales de una empresa ó dar a conocer los
productos, atención al cliente, ventas, entre otros, por un nuevo medio como es Internet, amplia los
medios de difusión de los propios productos a un ámbito geográfico y de mercado que desee la
propia empresa Los vendedores deben tener en cuenta una serie de factores que hacen el e-
commerce diferente al comercio tradicional. La rapidez en la entrega se presenta como uno de los
puntos más valorados por los consumidores.
• El comprador puede ver de manera rápida toda la exhibición electrónica y no tiene que ir tienda
por tienda en busca del producto deseado. Se optimiza también el tiempo de atención al cliente, el
cual tiene que esperar largas colas para ser atendido.
• El vendedor también se beneficia, puesto que puede ofertar sus productos sin necesidad de
mostrarlos físicamente al comprador.
• Faculta a las pequeñas y medianas empresas el acceso a mercados que de otra manera tendrían
vetados por su elevado coste.
La administración es una unidad productora de bienes y servicios y está visto que el comercio
electrónico tiene mucho que enseñar en la gestión de estas unidades, así que podrá entonces
valerse de sus ventajas; de ello tenemos que la reducción de costo es una de las características
importantes que se conocen en el comercio electrónico, no le vendría nada mal a la administración
ni a los contribuyentes.
De hecho son muchas las declaraciones tributarias por medios electrónicos que se vienen
realizando, aligerándose el costo en tiempo, papel y dinero; además que desaparecen los costos
de complementación. Igualmente es posible mejorar la asistencia de la Administración al
contribuyente, a través de las páginas Web ofreciendo información legislativa, consultas tributarias
con su respuesta online, exposiciones didácticas de la doctrina tributaria…entre otro.
En otro orden de ideas, vemos que paradójicamente aparecen nuevos métodos de control
tributario, como los certificados y firmas electrónicas, que tan buenos resultados han arrojado en el
tema de la seguridad informática.
Pese a lo anteriormente expuesto, también es cierto que este tipo de comercio presenta sus
inconvenientes, algunos de ellos potencialmente y todavía por solucionar. Entre ellos:
• El más importante es la falta de seguridad en los procesos de compra venta; en el caso del
comercio electrónico, la interacción entre el comprador y vendedor se realiza a través de una red
abierta (Internet), que no puede considerarse un canal de comunicación seguro a menos que se
adopten ciertas medidas de protección.
• Otro tema pendiente de resolver es el de cómo obtener los resguardos que permitan realizar
posteriores reclamaciones, tanto al comprador, como al vendedor, en el caso de que alguno de
ellos se sienta perjudicado por el otro, una vez concluida la transacción.
Cabe señalar que las transacciones de “comercio electrónico” pueden ser efectuadas, entre los
distintos sujetos: Entre empresas o “business to business”.
• Las empresas venden sus productos y prestan sus servicios a través de un sitio Web a clientes
que los utilizarán para su uso.
• Es factible que los consumidores realicen operaciones entre sí, tal es el caso de los remates en
línea. Entre consumidor y administración o “consumers to administrations”.
• Las administraciones públicas actúan como agentes reguladores y promotores del comercio
electrónico y como usuarias del mismo.
Entre empresa y administración o business to administrations”.
• Por otro lado, existe una clasificación de vital importancia y es la que discierne respecto a la
entrega y pago del bien – entre:
Consiste en adquirir bienes tangibles que necesitan luego ser enviados físicamente usando
canales convencionales de distribución (envío postal y servicios de courrier). Esta clase será
subsumible a la regulación tributaria de modalidades tradicionales, como es el caso de las ventas
telefónicas, donde el pedido también se realiza a distancia.
Donde el pedido, pago y envío del bien se produce online; son bienes de naturaleza intangible que
viajan por la red.
Para la materia tributaria es el Directo quien posee mayor relevancia, pues se torna dificultoso
establecer la naturaleza intrínseca de la operación ya que en los derechos y productos que se
transmiten, se verifica una desmaterialización del objeto, vía digital.
FIRMA DIGITAL
Uno de los aspectos decisivos para afianzar el comercio electrónico en Internet se encuentra
constituido por el entorno jurídico, es decir, por las leyes que sirven de soporte para las
transacciones, introduciendo el concepto de seguridad jurídica en el mercado digital.
La firma digital es el instrumento que permitirá, entre otras cosas, determinar de forma fiable si las
partes que intervienen en una transacción son realmente las que dicen ser, y si el contenido del
contrato ha sido alterado o no posteriormente.
En el mundo actual, las grandes corporaciones, tienen una alta movilidad y rotación de los factores
y se manejan en forma global, participando en operaciones multimillonarias y dejando de lado los
límites y las fronteras.
El número de transacciones efectuadas por medio de Internet se encuentra en constante
crecimiento, es por ello que la mayoría de los países han percibido los consecuentes beneficios y
eventuales perjuicios que generará, en un futuro próximo, esta nueva herramienta de
comercialización, en vista a la política tributaria que se adopte.
Las transacciones comerciales que se realicen en este medio tienen implicaciones fiscales, sobre
todo desde el punto de vista del impuesto al valor agregado (IVA). Cuando se realizan operaciones
en comercio electrónico en Venezuela que implican transferir la propiedad de bienes muebles o
una prestación de servicios, cualquiera sea su naturaleza, siempre y cuando pueda calificar como
tal, según la Ley de Impuesto al Valor Agregado (LIVA). Es indiferente si la compra o la venta de
estos artículos o servicios se realizaron a través de Internet.
La aplicación del IVA requiere, como cualquier norma legal, un territorio que determine el régimen
jurídico correspondiente. Son las denominadas reglas de localización del hecho imponible que
permiten determinar qué Estado detenta la soberanía fiscal para someter a imposición una
determinada operación.
La base imponible, es la situación jurídica que determina arribar a una cifra sobre la cual se
aplicará un porcentaje que nos permitirá conocer cuánto tiene que pagar el sujeto pasivo, o sea, es
el importe al cual se aplica la tasa o alícuota. Señala la Ley que establece el Impuesto al Valor
Agregado (2002), en su Artículo 20, la base imponible del impuesto en los casos de venta de
bienes inmuebles, sea de contado o a crédito, es el precio facturado del bien, siempre que sea
menor del precio corriente en el mercado, caso en el cual la base imponible será este último precio.
La base imponible de dicho tributo en comercio electrónico estaría constituida por el importe o valor
del bien o prestación de servicio; al igual que el comercio tradicional.
• Coherente con las modalidades operativas del comercio electrónico, Para dar respuesta a la
necesidad de rapidez se desarrolló en un principio el pago en red, mediante tarjeta de crédito. Este
método, ya empleado para dar cobertura a las ventas por teléfono, adolece sin embargo de ciertas
deficiencias: además de coste, la privacidad del consumidor no resulta plenamente garantizada, ya
que, dada la naturaleza abierta de la red, el pago efectuado a través de tarjeta de crédito queda
expuesto al ataque de la piratería informática.
Se pone pues de manifiesto, la necesidad de recurrir a sistemas de pago más seguros, veloces y
capaces de satisfacer las siguientes exigencias:
La Ley de Impuesto al Valor Agregado establece el modo de pago de las facturas tradicionales, en
el artículo 48, el impuesto que debe pagarse por las importaciones definitivas de bienes muebles
será determinado y pagado por el contribuyente en el momento en que haya nacido la obligación
tributaria y se cancelará en una oficina receptora de fondos nacionales, o en las instituciones
financieras o bancarias que señale el Ministerio de Finanzas.
El impuesto originado por las prestaciones consistentes en servicios provenientes del exterior, será
determinado y pagado por el contribuyente adquiriente, una vez que ocurra o nazca el
correspondiente hecho imponible.
La constancia de pago del impuesto constituirá el comprobante del crédito fiscal respectivo para los
contribuyentes ordinarios.
El pago de este impuesto en las aduanas se adaptará a las modalidades previstas en el Decreto
No. 1150 con Fuerza y Rango de Ley Orgánica de Aduanas.
Es difícil ignorar los efectos que la paulatina internacionalización del comercio impulsado por los
medios telemáticos y la tecnología Internet tiene sobre los conceptos tradicionales de jurisdicción
tributaria y del hecho impunible.
Ambos criterios, de estado residencia y estado fuente, han sido tradicionalmente utilizados por la
práctica totalidad de los sistemas tributarios internacionales, conjuntamente con un esquema
complejo de tratados diseñados para evitar la doble imposición. (de un mismo hecho imponible, por
residencia en un país y fuente en otro).
Con el advenimiento del comercio electrónico, todos los países industrializados se han visto
envueltos en profundas discusiones dirigidas a asegurar el mantenimiento de sus niveles de
ingresos, en gran parte procedentes de las imposiciones directas o indirectas relacionadas con el
tráfico mercantil y de consumo, sin por ello paralizar o frenar la nueva revolución económica.
• Crear un nuevo sistema de impuestos aplicable al nuevo medio, incluyendo una autoridad
supranacional de supervisión. Así nació la idea del bit tax, impuesto mediante el cual se gravaría
por el número de bits transmitidos.
Esta última solución ha sido la adoptada por todas las organizaciones internacionales
pronunciadas al respecto hasta la fecha. Así, tanto la OCDE (Organización para la Cooperación y
el Desarrollo Económico), como la UE han defendido ajustarse a una solución práctica de
modificación de los sistemas ya existentes.
El artículo 5 del Convenio Modelo de la OCDE, adoptado por la gran mayoría de los tratados
nacidos para evitar doble imposición internacional, establece la siguiente definición de Estado
Permanente: “Lugar fijo de negocios mediante el cual una empresa realiza toda o parte de su
actividad”. Esta definición incluye:
• Sedes de dirección
• Sucursales
• Oficinas
• Fábricas
• Minas
• Canteras
• La situación en que un agente actúe en un Estado por cuenta de una empresa de otro Estado,
con capacidad para contratar en el primero, en nombre de la empresa.
Por otro lado, esta definición descarta:
• El mantenimiento de un lugar fijo de negocios con el único fin de comprar bienes o mercancías o
de recoger información para la empresa, hacer publicidad, suministrar información o desarrollar
otras actividades similares preparatorias o auxiliares, siempre que se realicen para la propia
empresa.
Adoptando una postura que podría calificarse de conservadora, la OCDE ha optado proponer la
modificación del artículo arriba mencionado, con el objeto de facilitar la localización de un
establecimiento permanente aplicable a las diversas actividades de comercio electrónico. En su
proyecto revisado de marzo de 2000, el grupo de trabajo encargado de la propuesta, especificó
aún más una serie de aclaraciones que ya pueden servirnos de orientación en torno a una
controvertida cuestión: La posesión de un equipo informático en la jurisdicción fiscal.
En cuanto al lugar de localización del Hecho Imponible, el Código Orgánico Tributario establece en
sus Artículos 31, 32, 33, y 34, lo siguiente:
• El lugar donde desarrollen sus actividades civiles o comerciales. En los casos que tengan
actividades civiles o comerciales en más de un sitio, se tendrá como domicilio el lugar donde
desarrolle su actividad principal.
• El lugar donde ocurra el hecho imponible, en caso de no poder aplicarse las reglas precedentes.
• El que elija la Administración Tributaria, en caso de existir más de un domicilio según lo dispuesto
en este artículo, o sea imposible determinarlo conforme a las reglas precedentes.
• El que elija la administración tributaria, en caso de existir más de un domicilio, según lo dispuesto
en este artículo, o sea, imposible determinarlo conforme a las reglas precedentes.
Artículo 33: En cuanto a las personas domiciliadas en el extranjero, las actuaciones de la
administración tributaria se practicarán
• El lugar donde ocurra el hecho imponible, en caso de no poder aplicarse las reglas precedentes.
Sin perjuicio de lo previsto en los artículos 31, 32 y 33 de este código, la Administración Tributaria
Nacional, a los únicos efectos de los tributos nacionales, podrá establecer un domicilio especial
para determinados grupos de contribuyentes o responsables de similares características, cuando
razones de eficacia y costo operativo así lo justifiquen.
Con la incorporación de este artículo en el COT se implanta por primera vez, en nuestro sistema
jurídico tributario, el correo electrónico, como un mecanismo ágil, eficaz que permite una
comunicación más segura y rápida entre la administración tributaria y los contribuyentes o
responsables.
Para abordar la tributación en el IVA del e-commerce, como se dijo anteriormente, es preciso
realizar una distinción entre diferentes tipos de operaciones, que son las operaciones de comercio
electrónico directo (on-line) e indirecto (off-line).
Por otra parte cabe destacar la distinción entre los bienes y los servicios se convierten en un tema
difícil de resolver cuando se trata de adaptarla a los productos digitales, pues a pesar de tratarse
de productos que van a ser calificados como servicios. García (2002).
Operaciones Off-Line
Las operaciones off-line son aquellas en las cuales la contratación de bienes o servicios y la
publicidad de las mismas, se realizan por vía telemática, de modo que se empleará Internet para
contratar la operación, pero la prestación, entrega del bien o realización del servicio, y en
ocasiones, la contraprestación, el pago, se realizan por los cauces tradicionales, pues dependerá
del objeto contratado que el pago sea contra reembolso o a través de medios electrónicos.
En opinión de García (2002), la tributación por IVA de estas operaciones es asimilable al comercio
tradicional, por ello se debe distinguir entre las prestaciones de servicios y la entrega de bienes,
también resultarán aplicables las reglas sobre admisiones intra comunitarias, importaciones e
incluso los regímenes especiales. Existen algunas diferencias respecto a las cuentas, ya que
debido a la forma de contratación utilizada, habitualmente se hará uso de facturas telemáticas.
En cuanto a las entregas de bienes que requieran un movimiento de mercancía, ocurre algo similar
a las ventas a distancia por catálogo.
Operaciones online
Las operaciones online se caracterizan por su total perfeccionamiento a través de la red, pues se
trata de aquellas en las que no sólo la contratación se realiza a través de la red, sino también, el
total perfeccionamiento del contrato, la entrega final del servicio, así como el pago.
En efecto, según la Ley del Impuesto al valor agregado (LIVA), se consideran prestación de
servicios por vía electrónica: toda tramitación enviada inicialmente y recibida en destino por medio
de equipos de procesamiento, incluida la comprensión numérica y el almacenamiento de datos, y
enteramente transmitida, transportada y recibida por cable, radio, sistema óptico y otros medios
electrónicos.
Tomando como punto de partida los acuerdos llegados en distintos foros internacionales, la
doctrina ha ido elaborando una serie de principios generales que deberían marcar las pautas para
el futuro desarrollo del régimen tributario. Es conveniente señalar que en la mayor parte de los
casos no se trata de nada original sino de una mera adaptación de principios clásicos a un nuevo
comercio.
El principio de la neutralidad (neutrality), aunque al lado del mismo, y sin confundirse con éste
deberíamos hacer referencia al principio de la no discriminación. Significa que la imposición tiene
que ser equitativa y neutral y ello no sólo su relación al tratamiento tributario del comercio
electrónico, frente al comercio tradicional, sino que también despliega sus efectos dentro de las
distintas formas de comercio electrónico.
El principio de la Certeza y Simplicidad (Certainty and Simplicity). Los regímenes fiscales que
arbitren han ser claros y simples de forma que se puedan comprender por los destinatarios de las
normas sin complejas interpretaciones, para de este modo, conocer previamente las
consecuencias fiscales de una operación antes de realizarla.
Principio de Efectividad y Claridad (Effectiveness and tairnes). Con estos principios se pone de
manifiesto la necesidad de que la tributación sea equilibrada, de modo que tenga la cuantía
adecuada en el momento adecuado.
Principio de la Flexibilidad (Flexibility). Las soluciones que se den a la tributación del comercio
electrónico han de ser flexibles, pues hay que asegurar las medidas tributarias que se puedan
adaptar al desarrollo técnico y comercial.
La Administración Tributaria tiene ante sí uno de los retos más importantes a los que habrá de
enfrentar en este siglo, el control de las operaciones de comercio electrónico, como acertadamente
señala J. OWENS. ¨La solución de las comunicaciones ha creado nuevas posibilidades para las
administraciones tributarias¨.
Una dificultad adicional, particularmente relevante respecto al IVA, consiste en que las operaciones
a través de Internet se caracterizan por una práctica eliminación de los intermediarios, de modo
que la información para poder llevar un cruce de datos, es mucho más difícil de obtener que en el
comercio tradicional.
El inspector de hacienda, conocido entre nosotros como fiscal, cuenta con un valioso método para
controlar los impuestos indirectos es analizando las cuentas, pero en esta sede el mecanismo de la
repercusión mediante factura funciona pero, especialmente en las operaciones que se realizan de
empresario a consumidor.
La implantación de las nuevas reglas en el IVA sobre el comercio electrónico debe ser precedida
por una nueva reglamentación de las facturas telemáticas.
La cámara venezolana de comercio electrónico (CAVECOM)
Creada el 3 de junio de 1999, es una organización privada e independiente que agrupa y apoya a
las empresas en sus actividades, en los medios digitales y sirviendo de conexión entre cada una
de estas empresas relacionadas con el sistema de comercio electrónico de Venezuela y de los
demás países, promoviendo así también la innovación y los cambios necesarios para el desarrollo
exitoso de estos negocios. Igualmente integra empresas que no cuentan con el servicio para que lo
obtengan y sean usuarios del mismo.
Entre sus metas se encuentran: a) Promover entre sus afiliados las actividades del e-commerce. b)
Fomentar el desarrollo del e-commerce, como sector económico en Venezuela y América Latina. c)
Propiciar las actividades de investigación, desarrollo y docencia asociada al e-commerce. d) Servir
de interlocutor de las empresas de e-commerce y los actores públicos y privados pertinentes en
Venezuela y el Mundo.
Business to business (B2B): Entre empresas las cuales pueden intervenir como compradoras o
vendedoras, o como proveedoras de herramientas o servicios de soporte para el comercio
electrónico, instituciones financieras, proveedores de servicios de Internet, etc.
Business to consumers (B2C): Entre empresas que venden sus productos y prestan sus servicios a
través de un sitio Web y los consumidores.
Consumers to consumers (C2C): Entre consumidores, siendo factible que éstos realicen
operaciones entre sí, tal es el caso de los remates en línea.
Consumers to administrations (C2A): Aquí los ciudadanos pueden interactuar con las
Administraciones Tributarias u organismos públicos, a efectos de realizar la presentación de las
declaraciones juradas y/o el pago de los tributos, obtener asistencia informativa y otros servicios.
Business to administrations (B2A): En este segmento las administraciones públicas actúan como
agentes reguladores y promotores del comercio electrónico y como usuarias del mismo, pero en
este caso, relacionándose con las empresas, las cuales pueden presentar declaraciones de
impuestos, solicitar asistencia informativa, participar en licitaciones, entre otros. En Venezuela, la
Administración Tributaria ha insistido desde el año 2004 en efectuar las declaraciones de
impuestos de los contribuyentes a través de la página web, siendo con carácter obligatorio
actualmente, la declaración de rentas de los funcionarios públicos
La Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (CNUDMI) mediante
Resolución 51/162 de la Asamblea General de 16 de diciembre de 1996, promulgó la denominada
Ley Modelo sobre Comercio Electrónico, en la cual establece la presente ley será aplicable a todo
tipo de información en forma de mensaje de datos utilizada en el contexto de actividades
comerciales (Art. 1).
Este desarrollo vertiginoso del comercio electrónico en los últimos años ha obligado al estado
Venezolano a dar respuesta en cuanto a la seguridad de las operaciones que a través de la red se
realicen, tanto técnica, como jurídica, ya que por la red circulan datos, en la mayoría de los casos,
de carácter personal y el usuario de Internet corre el peligro de que la información que transmite
sea capturada y usada por el receptor del mensaje con fines distintos para los cuales fueron
suministrados, atentando contra el derecho a la privacidad, secreto de las comunicaciones y a la
intimidad, derechos fundamentales del ciudadano, contenidos en los artículos 48 y 60 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999.
La citada Constitución también establece en su artículo 28 que todo ciudadano tiene derecho a
conocer la información que se tiene sobre él y sobre sus bienes, ya sea, que esté registrada en
oficinas públicas o privadas, así mismo, tienen derecho a conocer el uso que de ella se haga y
solicitar ante un tribunal competente su actualización, rectificación o destrucción, si fuese errónea,
o afectase ilegítimamente sus derechos. Este derecho se conoce como hábeas data.
Existen muchos aspectos que presentan debilidad en torno al comercio electrónico; entre ellos
podemos destacar, la validez de la firma electrónica, la legalidad de un contrato electrónico, las
violaciones de marcas y derechos de autor, pérdida de derechos sobre las marcas, pérdida de
derechos sobre secretos comerciales y responsabilidades. En este sentido en Venezuela existen
leyes aplicables para el comercio electrónico entre las cuales se pueden mencionar:
Ley de Telecomunicaciones, la cual tiene por objeto establecer el marco legal de regulación
general de las telecomunicaciones, a fin de garantizar el derecho humano de las personas a la
comunicación y a la realización de las actividades económicas de telecomunicaciones.
Decreto Ley sobre Mensajes de Datos y Firmas Electrónicas, No. 1.024, del 10-02-2001, publicada
en Gaceta Oficial No. 37.148 del 28-02-2001: Otorga y reconoce la eficacia y valor jurídico a los
mensajes de datos, los cuales son la información inteligible en formato electrónico que pueda ser
almacenada o intercambiada por cualquier medio y la firma electrónica, información creada o
utilizada por la persona titular de la firma asociada al Mensaje de Datos, que permite atribuirle su
autoría bajo el contexto en el cual ha sido empleado.
Ley Especial Contra Los Delitos Informáticos: Brinda protección integral a los sistemas que utilicen
tecnologías de información, a la prevención y sanción de los delitos realizados contra dichos
sistemas o sus componentes y los cometidos mediante el uso de estas.
Decreto 825, de fecha 10-05-2000, Gaceta Oficial No. 36.955 del 22-05-2000; Acceso y uso de
Internet como Política Prioritaria para el Desarrollo Cultural, Económico, Social y Político de
Venezuela: Su objetivo es la incorporación masiva de este medio de información en la actividad
diaria de la Administración, que permita, incentive y facilite el acercamiento entre la Administración
y los particulares que requieran de sus servicios, para dar una respuesta eficaz, segura y expedita
a sus requerimientos.
No obstante, la normativa legal desarrollada para satisfacer en parte las necesidades de seguridad
en las transacciones comerciales vía Internet, nada se hecho en cuanto a materia tributaria se
refiere.
Problemas para tributar el comercio electrónico
El desarrollo del comercio electrónico genera la imperiosa necesidad de dictar normas que lo
regulen, dicha regulación acarrea dos problemas fundamentales: la naturaleza cambiante de la
tecnología y la dificultad de aplicar normas nacionales a problemas de índole global. Igualmente,
existe el peligro de restringir el desarrollo del comercio electrónico. Aunado a estos inconvenientes,
se le debe agregar la dificultad de gravar las operaciones realizadas por medios electrónicos ya
que este tipo de comercio está sujeto a diversos problemas prácticos, entre los que se pueden
citar: presencia física gravable, tipo de renta sujeta a gravamen, ley aplicable, justa distribución de
la base imponible y neutralidad fiscal.
A nivel internacional, se observa que existe un consenso entre la Unión Europea y Estados Unidos
en evitar discriminaciones entre el comercio electrónico y el comercio tradicional, en particular,
evitar la creación de impuestos específicos sobre el comercio electrónico. El sistema a aplicar
debería estar basado en una adecuación de los principios aplicados a la fiscalidad sobre el
comercio tradicional, procurando imponer un mínimo de sobrecarga administrativa. Además de la
neutralidad o no discriminación de las diferentes formas de comercio tradicional y electrónico, la
Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) establece otros requisitos y
principios para la aplicación de impuestos al comercio electrónico.
En cuanto al principio de neutralidad en los impuestos, significa que éstos deben dejar inalterados
todas las condiciones del mercado o no provocar distorsiones de la oferta, de la demanda y de los
precios, no sólo en las transacciones de bienes gravados, sino de todos los bienes y servicios,
tiene como objetivo no detener el desarrollo del comercio electrónico con la creación de nuevos
impuestos, o aplicando un tratamiento más gravoso a negocios desarrollados por esta vía.
Con respecto a localización de las operaciones los sujetos que transmiten bienes digitalizados por
Internet pueden seleccionar el lugar que más les convenga para realizar la prestación,
constituyendo un factor para evadir el pago del impuesto.
Las autoridades tributarias tienen un papel que desempeñar para lograr todo el potencial del
comercio electrónico. Estas deben proveer un ambiente fiscal en el que se desarrolle el
comercio electrónico. No obstante, también deben asegurar que el comercio electrónico no
socave la capacidad del Gobierno para recaudar los ingresos requeridos para financiar los
servicios públicos votados por sus ciudadanos.
Al procurar lograr estos objetivos, los gobiernos reconocen que en términos amplios hay
dos formas de comercio electrónico:
negocio a negocio; y
negocio a consumidores.
Aun cuando el debate político ha tendido a enfocar las actividades de negocio a consumidor
(aspectos de los derechos de privacidad del consumidor, por ejemplo), son las actividades
de negocio a negocio las que son y probablemente continúen siendo el futuro previsible, la
parte dominante del comercio electrónico. Excluyendo las transacciones gubernamentales,
aproximadamente el 80 % del comercio electrónico se realiza entre negocios. Y aún dentro
del segmento de negocios, existe una amplia diversidad. Las empresas multinacionales
(EMNs), por ejemplo, han usado las tecnologías Internet para desarrollar redes globales
entre sus subsidiarias. Las empresas de tamaño pequeño a mediano (EPMs) están
explotando rápidamente las formas en que se puede utilizar el Internet para que les de
acceso a los mercados en ultramar. Las compañías de servicios profesionales, en áreas tan
diferentes como la arquitectura y finanzas ya están usando el Internet para desarrollar y
promover sus servicios a otros negocios.
Las autoridades tributarias deben tomar nota de estos patrones diferentes al diseñar los
sistemas tributarios para el Siglo 21. Las necesidades y problemas planteados por las
transacciones de negocio al consumidor no deben dictar el tratamiento de las transacciones
de negocio a negocio. Las dificultades para manejar un creciente número de transacciones
extrafronterizas realizadas por las PMEs, no necesariamente deben determinar las formas
de gravar a las EMNs.
Existe una opinión emergente de que en la actualidad, la forma más adecuada de lograr los
objetivos gemelos a los que nos referimos anteriormente, consiste en lograr un consenso
internacional sobre cómo aplicar los acuerdos locales e internacionales existentes al
comercio electrónico.
Tal vez cabe recordar, muy brevemente, las principales conclusiones de las condiciones
marco. Estas fueron:
que las tecnologías que constituyen la base del comercio electrónico ofrecen a los
gobiernos nuevas e importantes oportunidades para mejorar el servicio al contribuyente, y
que se deben proseguir esas oportunidades;
que los principios de tributación que dirigen a los gobiernos en relación con el comercio
convencional, deberían adecuadamente dirigir a los gobiernos en relación con el comercio
electrónico: siendo estos principios la neutralidad; eficiencia; certeza y simplicidad;
efectividad e imparcialidad y flexibilidad;
que dichos principios pueden ser implantados para el comercio electrónico a través de las
reglas tributarias existentes. aunque con cierta adaptación de estas últimas;
que la aplicación de estos principios debe conservar la soberanía fiscal de los países,
garantizar una justa repartición de la base tributaria entre los países y evitar la doble y no
tributación que no sea intencional; y
que el proceso de darle vida a estos principios deberá involucrar una intensificación de la
colaboración y consulta con las economías fuera del área de la OCDE, con grupos de
contribuyentes empresariales y no empresariales
Administración Tributaria;
Impuestos al Consumo;
Tratados Tributarios; y
Precios de Transferencia.
Administración Tributaria
Los negocios responsables que se dedican al comercio electrónico reconocen que hay
sólidas razones comerciales para que ellos trabajen con el Gobierno a fin de asegurar la
identificación adecuada. Medidas tales como el registro de los nombres comerciales,
direcciones de correo y número de teléfono y facsímil en sus sitios en Internet, promoverán
la confianza de los consumidores. Dichas medidas también harán frente a algunos de los
desafíos confrontados por las autoridades tributarias al identificar a los contribuyentes.
Una gran parte de los ingresos tributarios son recaudados por intermediarios. Los
empleadores tienen la responsabilidad de recaudar el impuesto sobre salarios; los negocios,
los impuestos al consumo; las instituciones financieras, los impuestos sobre intereses y
regalías. En algunos casos, el comercio electrónico puede eliminar estos intermediarios
(cuando, por ejemplo, un productor trata directamente con el consumidor en lugar que a
través de un vendedor al detal), de modo que las autoridades tributarias tengan que recaudar
pequeños montos de un gran número de contribuyentes. Ello puede colocar un costo de
cumplimiento inaceptablemente alto sobre los contribuyentes y altos costos administrativos
sobre las autoridades tributarias. No obstante, es probable que a medida que se desarrolle el
comercio electrónico, surjan igualmente muchos puntos nuevos de intermediación.
Las tecnologías que constituyen la base del comercio electrónico también pueden abrir
nuevas avenidas de recaudación (muchos países ya están aceptando la presentación de las
declaraciones y pago de impuestos por medios electrónicos). Los negocios ya están
experimentando con la inclusión de la función de recaudación de impuestos en sus
operaciones comerciales.
Los paraísos tributarios y las facilidades bancarias extraterritoriales pueden ser usados más
fácilmente en el "mundo de las conexiones". El contribuyente promedio puede encontrar
que resulta cada vez más fácil utilizar los centros financieros extraterritoriales. Las
transacciones bancarias a través de Internet ofrecerán acceso sencillo, bajos costos de
transacción, un grado de anonimato y la transferibilidad inmediata de fondos -todos
atributos que no están ampliamente disponibles en la actualidad-. Si estos atributos pueden
ser combinados con instituciones extraterritoriales bien manejadas dentro de un ambiente
seguro, es probable que se atraiga una clientela mucho mayor hacia estos servicios que los
que los utilizan actualmente. Las autoridades tributarias no pueden permanecer pasivas a la
luz de dichos avances.
Impuestos al Consumo
En vista de que el comercio electrónico opaca aún más los vínculos entre el lugar de
suministro, el lugar donde está ubicada la empresa y el lugar donde se usa o consume el
servicio, el Internet plantea nuevos aspectos de cumplimiento a las autoridades del IVA.
¿Cómo pueden las autoridades del IVA responder a estos desafíos? Se está explorando un
enfoque triple:
- Acordar que las transacciones extrafronterizas deben estar sujetas al impuesto en el país
en el que se realiza el consumo;
- Tratar el suministro de productos digitalizados como servicios para fines del impuesto al
consumo;
- Utilizar la autoliquidación (el llamado mecanismo de reintegro del cargo) como medio de
salvaguardar los ingresos de transacciones extrafronterizas en servicios y bienes
intangibles.
Traducir el principio del "lugar de consumo en una medida práctica requiere acordar como
se va a definir el lugar de consumo, y como deben aplicarse las reglas pertinentes sobre
lugar de tributación. También existe un conjunto de preguntas en relación con la definición,
para fines de la tributación del consumo de servicios y bienes intangibles; y la clase de
mecanismos de recaudación tributaria que sea necesario implantar a fin de garantizar que
los principios de tributación puedan funcionar efectivamente. En el área de los impuestos al
consumo en particular, también se reconoce que se requiere analizar cómo interactúan los
sistemas del
IVA de la Unión Europea, los sistemas del IVA que no son de la Unión Europea y los
sistemas del impuesto a las ventas a fin de asegurar que se llegue a soluciones que puedan
ser aplicadas efectivamente a nivel global.
En lo que respecta a los derechos aduaneros, los gobiernos requerirán asegurar que los
procedimientos de aduanas no obstaculicen el desarrollo de pedidos en línea y entrega de
bienes fuera de línea a través de las fronteras. Ello puede lograrse desarrollando
procedimientos aduaneros simplificados y revisando la desgravación mínima de los
derechos y tributación. La Organización Mundial de Aduanas se encuentra trabajando sobre
este aspecto.
Una mayor integración también puede traer beneficios de sinergia que sobrepasen y
excedan las contribuciones directamente medidas de los participantes. Ello plantea el difícil
interrogante respecto a cómo deben dividirse dichos beneficios entre las empresas
relacionadas. Evidentemente, la complejidad de los precios de transferencia continuará
aumentando.
Las tecnologías del comercio electrónico abren nuevos caminos a las autoridades tributarias
para emprender la administración de las leyes tributarias y la recaudación de los ingresos
tributarios, así como nuevas formas de interactuar con una comunidad más amplia. Por
ejemplo:
Los gobiernos deben aprovechar las oportunidades ofrecidas por las nuevas tecnologías de
comunicación para mejorar el servicio que brindan a los contribuyentes, reducir el costo de
cumplimiento con las reglas tributarias y usar más efectivamente los recursos dedicados a
la recaudación de impuestos.
Las administraciones tributarias de los países, grandes y pequeños, enfrentan muchos de los
mismos desafíos para administrar sus leyes tributarias efectivamente. Las nuevas
tecnologías están disponibles a costos significativamente reducidos en comparación con las
tecnologías antiguas. En efecto, aquellas administraciones tributarias que han quedado
rezagadas en los esfuerzos de modernización pueden dar un salto espectacular hacia el
Siglo 21, utilizando las nuevas tecnologías.
El sitio será multilingue. Para mejorar el apoyo multilingue del sitio, habrá disponible
servicios de traducción. Mantendremos a los países miembros del CIAT informados sobre
el avance de este trabajo y cómo pueden aprovechar el recurso.
Medios de pago
La revolución del comercio electrónico, a demás de realizar la entrega del bien mediante un
medio electrónico, concretará también el pago por vía electrónica. Para ello han ingeniado
múltiples medios de pago, de los cuales los más usados serán:
Fundados en tarjetas: Abarcan tarjetas tanto de crédito como de débito. Mediante
un registro generado por el propio sistema informático que realiza la negociación, quedará
plasmado los datos del banco originante, el motivo de la transacción y el banco aceptante.
Para los negocios con el exterior –en virtud de las reglas de prevención del lavado de
dinero- los giros se complejizan más, quedando siempre debidamente controlados, incluso
de forma física.
Cheques digitales: Son similares a los cheques físicos, donde las palabras claves (passwords)
utilizadas por las personas adherentes, tendrán el mismo valor jurídico que la firma
ológrafa. Este mecanismo está aun en desarrollo, contando entre sus desarrolladores más
fieles a los EUA y Argentina.
Dinero electrónico: Dinero almacenado en una tarjeta inteligente (Smartcards), también
llamadas genéricamente monederos. Las tarjetas inteligentes son similares en tamaño a las
tarjetas de crédito con un conjunto de contactos que proveen la interfaz electrónica a
un microprocesadorinterno, con su propia memoria y sistema operativo. Puede no tener la
identificación del usuario, dificultando en ese caso rastrear la fuente.
Destaquemos que el Banco Central de Cuba previó en su estrategia del ya transitado período
2000-2001 "Continuar la fase de modernización de la infraestructura tecnológica, a fin de
posibilitar la total interconexión electrónica de los bancos y la introducción, en mayor escala,
de medios de pago electrónicos" y "Consolidar el uso de medios de pagos electrónicos", como
sus objetivos una y dos respectivamente. Alcanzando por resultado que al cierre del 2001, del
total de 950 oficinas, 428 se encuentran conectadas a la Red Pública de Transmisión de Datos y
se amplió a más de 100 la red de Cajeros Automáticos del país bajo la marca RED; además la
emisión de tarjetas de bandas magnéticas por bancos cubanos alcanzó la cifra de 550,000.