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ante la luz El primer problema que se plantea trente a la aparición de una revista - y más si élla tiene
pretensiones • es el problema del nombre. Después de mucho viajar entre palabras, entre las palabras y su
sombra, entre las letras y su espejo de vida hacia los hombres, nos hemos acercado definitivamente a CUENCO,
como para ofrecer en recipiente de barro o de madera, que nos laza a la tierra y sus raíces, el bastimento que a manera de ala o de ventana vaya
abriendo su voz para llenar el viento en sus cuatro estaciones.
Y con el problema ya planteado, el más importante: orientación, contenido, sustancia de la revista. Y todo ello ya con el nombre
viene aclarado.
Cuenco, elemental barro cocido, concavidad segádale a la tierra para llegar al hombre atado a su sustento. Primaria tierra alimenta! que
en sueño va redimiendo su maternal, su caminera dulzura de cada día.
Cuenco, molienda final de la madera, con presencia todavía de pájaros y voz dormida del viento en la ausencia del ramaje. Y en todo, la
presencia horizontal del río caminado - azul • entre estrellas y dolidos lapacheríos de nostalgia marinera.
Lento paraje quemante bajo el único sol; sombra de naranjales;viento norte interminable; alio tiempo de sufrir en dura madera de quebra­
cho; hondo, fluyente de antigua música y perdido, el rio; verde yerbal acechando herido en su sombra; estrella y jazminero haciéndole a la noche su
aroma de silencio, y en este corazón, el corazón del hombre, con su profunda guitarrería al viento; con firme oscura sangre ardiendo entre las armas
y la tierra; con sudorbrillándole en el pecho como una triste amanecida, y para la muerte, siempre un color final en el pañuelo.
Cuenco, molde mediterráneo y propio y paraguayo en que vaciemos el brebaje y el rezumo de nuestra ^ ^ - iF\WY\
mano ynuestro sueño, nuestro andar y nuestra voz, en la estatura raigal de una presencia americana, universal í l l l r V u l l l U b
por nuestra.

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IC B IS BAREIRO SAGUIER - JIL 10 CESAR TROCHE
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\ Y ~ /* año 1 asunción, diciembre de 1955.

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dad, esnectante (en Ghandi,por ejemplo) pue­
de ser la mejor revolución, la más liijiénica
El mundo jira por su órbita, y su Mi querido Viriato: por segunda ™ envío Mj* y convincente.
jirar adelanta en lo único en que puede nota al Paraguay; hoy o Vd. Va bu Bohrino le J. R. J.
explicará todo lo ocurrido.
adelantar, en sucesión ideal. Lo demás es Creí que podría ir al Paraguay, pero como ve. Nota: F.l presentí mensaje a la juventud paraguaya fné
sólo dar vueltas, una jimnasia benéfica. ha nido imponible estn vez. enviado por el autor a su gran amigo Viriato
Yo. querido amigo, lo he recordado aiempre y Díaz, Pérez en el año 1947. Nunca se lo pudo

la razón
«i no le he escrito, ha «ido porque en esto* año» publicar debido a que el portador del mismo
reciente*, lu vida ha sido muy complicada para jnrná» lo hizo llegar n deatino. Posteriormente, y
mí, y poca* vece» he conseguido esos momentos cu conocimiento de esto, Juan Ramón, por inter­
que exije la carta gustosa. medio de Hérib Campo» Cervera, lo envió por se­
Le nhraza Cv-n renovada am istad. gunda vez, con la nota cuyo facsímil publicamos.
JUAN RAMON
Pero cada vuelta añade fuerza ideal B- A. Oct 1948.
con el añadido de fuerza física.
Hoy, de las llam ad as
que tener en cuenta que
póm ez sanjurjo y
•clases* en nuestro inundo, ___
muchas veces las revolucio­
la más importante, todos lo jT ; -
ven si quieren, es el pueblo. nes h u m an as individuales el p re m io m enorca
El pueblo preterido durante vienen sin que uno quiera,
por un fenómeno eléctrico distinción a un escritor paraguayo
tantos siglos por otras dos
«clases* aisladas: la llamada de nuestra economía. “ La Comisión lectora del premio Menorca**
aristocracia y la llamada bur­ No hay que o lv id a r de novela, presidida por don Francisco Sintes y
nunca el precepto del Inca, Obrador c integrada por don Melchor Fernández.
guesía, que con estos nom­ Almagro, don Eduardo Carranza, don Dionisio
el buen americano: «Si le­
bres o con otros, han exis­ Riedruejo, don Gonzalo Torrente Ballester, don
tido siempre en todos los vantas el puño, es que se te Hipólito Escolar Sobrino y don José Luis Casti­
países. lia acabado la razón*. Y el llo Puche, secretario de dicha Comisión, ha lle­
hombre se diferencia de lo gado a los siguientes acuerdos:
El político puede im- Primero. Aceptar como novelas optantes ni
pulsar un poquillo la evolu­ jeológico con el hombre o premio “Menorca”, de novela, las de los diez
ción o la revolución de su sin el hombre, en la razón. autores siguiente», que a continuación se citan por
Estamos entrando, hace orden alfabético;
país y aún de otros países, Alemán Sainz, Francisco ("La» arenas so­
pero ellas se hacen solas. La medio siglo, con dinamismo plada» por el viento”); Ballestero», Mercedes
masa humana obra como la urjente, en una nueva época, (La cometa y el eco”); Gutiérrez, Fernando (“ Un
hombre solo"); Laferet, Carmen (“ La mujer
terrestre, con equivalentes todos lo e sta m o s v ien d o nueva”); Pacheco, Mariano V. (“ Un alma en la
movimientos, unas v e c e s también. No se tra ta de provincia"); Perdomo Azopardo, Pedro (“Todo el
bronco sabor de ¡la existencia"); Posada Cacho,
evolucionarías y otras (el te­ ideas sino de realidades. José (“La película"); Romero, Emilio (“ La paz
rremoto, el asesinato, el rayo, etc.) revo­ empieza nunca”); Rubio, Luis (“ Yo pregunto"), y

heroica
Salvador, Tomás (“ Diálogos en la oaenridad" .
lucionarios. Segundo Destacar las calidades literarias de
Yo creo que la juventud hispanoame­ la obra de Jo sé María Gómez. Sanjurjo, escritor
ricana, como la de todo el mundo de boy paraguayo titulada “ El español del almacén",
y sin quererlo o queriéndolo, está en ese lamentando que no haya podido ser incluida en
las obras seleccionada» porque sn escasa exten­
movimiento Revolucionario con probabilida­ sión la mantiene fuera de las condiciones exigi­
des constantes de revolucionario? Lo im­ Cada día vamos más de prisa adonde sea. das en Is convocatoria
portante es tener conciencia de él y ayu­ La época nueva se fragua siembre en fue­ Estas diez obras clasificadas serán sometida»
darse con él para ayudarlo al fin a él, gos superpuestos, con heroísmos superpues­ a la lectura y examen deljnrado permanente de los
tos. El hombre, el joven sobre todo, pue­ Premios “Menorca":
evolutivamente siempre que sea posible.
En caso de extrema angustia, revoluciona­ de ayudarla un poco con la razón heroica. (Del Diario “A R R IBA ", de Madrid. 21-VI-55.)
riamente. ¿Qué remedio queda? Pero hay Y la razóu heroica firme, libre en su uni­
pag. asunción, diciembre de 1955. cuenco

thomas mann o la perennidad


En Zurich, el 12 de Agosto pasado, falleció una de las más altas figuras del pensamiento mundial contemporáneo. Su muerte constituyó la desa­
parición de uno de los espíritus más universales que ha vivido en17nuestra época.
Era Thomas Mann, nacido en Lubeck en 1875, de ilustre familia patricia hanseática. Como Goethe, sus raíces [familiares partían de idénticas fuentes
liberales. Goethe^era" hijo de un burgués eminente y distinguido que administraba la Ciudad Imperial Libre de Francfort. Mann nació y se educó en el am­
biente libre, humanista y universal que inspiró y animó a aquellas célebres repúblicas ciudadanas de la eterna Alemania.
Fué Thomas Mann hasta ayer, el valor más alto y más puro de la impetuosa corriente liberal que, velando por una tradición antigua de orden
burgués se abría a todos los movimientos universales del espíritu para rendir culto fidelísimo a la libertad, a la paz y al orden como elementos más acendra­
dos para servir a la humanidad. Considerado como el mayor escritor alemán del siglo XX, fué como Goethe en su siglo, la figura intelectual alemana de ma-'
yor enjundia,1 que dió a su patria, nuevamente, carácter universal en las actividades literarias.
Thomas Mann fué un
servidor de las cosas bu- formas clásicas, contribu- mediante la sublimación, lla resignación, ganó ceses de mediados del si­
ruanas/Su espíritu, forma­ yeron a que las fuerzas la integración en sí mis­ puestos esenciales en las glo pasado. Calificada la
do en las disciplinas clá­ caóticas no prevalecieran ma, tle estas tendencias. luchas contra todos los novela como autobiográfi­
sicas, le previno desde en aquel joven humanis­ En su p rim e ra ép oca, despotismos. Sus mensa­ ca, constituye una crea­
joven de las tentaciones ta. De su alma fueron eli­ mantuvo una lucha honda, jes fueron desde tempra­ ción bellísima, encuadra­
demoníacas que a cada minadas tradiciones anti­ decisiva y, merced a una no, expresiones valientes da cii la concepción de
instante amenazaban a la guas y ancestrales. Esen­ vasta catarsis, logró pur­ de su acción contra fuer­ Balsac, Flaubert, Zola.
civilización germana. Las cia de su obra literaria gar el alma tle valores zas. avasallailoras, en fa­ Cbekov, Dostoiewsky y
viejas divinidades paganas fué la acción por destruir anti-espiriluale8, anti-hu- vor del hombre, «le su Tolstoi. Es la historia de
y el culto de la fuerza, las tendencias antihuma­ manos. Su aristotelismo, y autonomía y de las leyes una familia patricia que
atraían constantemente ha­ nas, difíciles de vencer por el cultivo de las discipli­ espirituales que regulan florece, en el siglo X V 111,
cia abismos profundos. la simple afición a las nas freudiauas, le ayuda­ la vida de la sociedad. en una tle estas grandes
Una clarividencia supe­ tradiciones humanistas. ron a consumar la gran Un dualismo perenne ciudades independientes
rior, un virtuoso discipli­ Una cultura profunda­ empresa. surge de la oposición de de la Alemania de Fede­
nar del espíritu en las m en te hum ana e x ig ía . Maestros en su juven­ la evolución biológica rico. Evoluciona de gene­
tud, fueron espíritus ba­ «leí hombre y tle las so­ ración en generación, en
talladores influenciados ciedades a la creación es­ vigoroso impulso ascen­
por fuerzas oscuras. Duro piritual y sus fuerzas con­ dente. La prosperidad tle
acento había de poner cu secuentes. Las fuerzas vi­ aquella ciudad en los

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\Y e egia sus labores iniciales, el tales que, en su ascenso y años libres dedicados al
profeta «le la voluntad, declinación, dan
behopenhauer, opositor
vida intercambio c o m e r c ia l,
y muerte a las civilizacio­ conduce a los BUDDEN
del racionalismo en el nes, provocan esta lucha BKOKS a las más abas
siglo X I X . Alucinantes ineluctable, y crean asimis­ esferas de la notoriedad
a Cayetano ojeda, arrebatos habíau de mar­ mo el dilema de defender y la consideración ciuda­
car su alma el influjo de y amparar la cultura hu­ danas. Burgueses ricos,
caído cuando menos debía Nietzschc, crítico tle la mana contra el asalto de cumplen el ciclo evoluti­
cultura burguesa en su in­ las fuerzas puramente vi­ vo y, luego de llegar al
tento por destruir los valo­ tales, esencialmente des­ cénit, pinta el novelista
res cristianos. Grande fué tructoras, a fin de no dejar la lenta decadencia y, la
el influjo de Wagner, mú­ sin vida o en la decadencia dispersión del vigoroso
BIVIO SOMERO sico excelso y cantor de un definitiva al espíritu crea­ impulso vital familiar, que
misticismo telúrico, en dor y a las obras tic este parece extinguirse. Tilo­
Como caos Irñadoreft que »c pasan hachando
la corteza tenaz, y de pronto jadeando
que los dioses tlel antiguo misino espíritu. Lu liber­ mas Mann describe con
*c llenan de Midor, paganismo germánico lu­ tad de la vida, tanto in­ maestría psicológica y pe­
marchó este hermano nuestro, viandante y trajinero, cían por encima «le los terior como exterior, fué netración sociológica el
llevando «obre el hombro eu agobiante madero, ideales tle la santidad otro tema de su puro t— grupo familiar, en
t— —.......... — que t—
trémulo de estupor. cristiana. Empero, el ardor pensamiento que le olor- los valores puramente es-
Marchó hoNtn detenerse. constructivo tamo como gará, sin duda, la peren- pirituales y a r t í s t i c o s
Su carne estaba herida el ágil y claro andar de n¡dad aleccionante en el triunfan sobre el practi-
por el Manco diamante
«le un cuchillo, alevoso en el acecho,
su pensamiento, la fres­ inundo del espíritu. cismo desaprensivo y el
y «1 abrírsele el pedio pudo verse cura tle su espíritu juve­ Finalizaba el siglo X IX , materialismo de la eorrien
qne siempre estuvo hecho nil y el “etilos" huniani- cuando la gloria ya ador- te biológica que habían
de sangre conmovida, tarista, le dieron las ar­ naba de laureles la freute aglut inado a aquellos se­
do polvo trashumante.
mas para vencer tantos juvenil de Tilomas Mann. res para conquistar poder
Le importa eu su desgano vigores exultantes. Des­ En 1900, aproximadamen y riqueza. La obra ultra­
que así, de trashumante, se le tilde? pués de la bella selección te, publica “ LOS BUD- pasa la concepción psico­
El era nombra de sendero humilde, de sus novelas del ciclo DEISBROKS’* que lo ele­ lógica y social tle los
su mejor podre, su mayor hermano
de ttJosé y sus Hermanos", va de inmediato junto a grandes maestros ti e la
Era del pueblo amigo, eu que aletea una boli­ los grandes maestros frau- (j>a»B «i l.i pág. 3)
cera de au madero;
su frente cnnrbolaba hada sn altara
y el hueco «le su mano hacia su ahismo;
era una lumbre pura
de cosecha y de trigo
su desplante altanero. muestra de retratos
Tal vez el pueblo mismo!
El Centro de Estudiantes de Filosofía se honra dida. Mana El»sa Villagra Marsal en medio, por los
Hombre puro y lejano:
¡cómo amuha la vida auspiciando la muestra de retratos hechos por Olga aires, al viento de un silbo tan vital en su color
con el milngr«> «le su voz tendida Blinder de Schvartzman. Una nueva Olga frente al encendido. Rebeca Libster con el orgullo de saber
sobre el viento euccudido del verano! rostro, transparencia, el más fugaz espejo, el pai­ que los primeros quince años ya son toda la vida
Lefio fuerte, y fecundo, saje de fa frente tan cambiante en sus reflejos. y Graciela Mendel2on con su dulce infinita tristeza
su vida tuvo acento La aventura maestra de una Olga ante el rostro, de ser tan bella.
de tiempo verdadero. la faz, el parecido, la figura con el fondo regidor Rubén Gafeira Saguier en la perfecta dimensión
Llevó un talante bravo de maderamen cuya del alma, el alma en su permanente requerimien­ de su sonriente rostro, pensando, quizá, junto con
vigencia de esplendor fué a lo profundo;
lo reconoce el viento,
to, marcando en la cara su color. La vida y su Carlos Villagra Marsal en su severo hieratismo, que
lo sabe el pueblo cutero, color. Genio y figura en su marco. El ser modela­ la belleza del hombre no está en la cara, tal vez
la gente qne fué suya. do contra el viento, frente al tiempo, el ser de en la mano, en el pecho.
(Detente, Cayetano!
cada uno en su luz precisa. Luz y sombra del hombre en su rastra, es lo
le gritó un día lu muerte, Asi, Mercedes Chase como dueña y señora en que pretende y logra Olga Blinder de Schvartzman
y él, como un gran pájaro que vierte la presencia augusta de un destino hogareño. Mlmí al filo de un genial pincel maestro. Un pincel en­
su música finul . . . le «lió la mano. D’ Asfeld con el verde esfumado de su nobleza alti­ tero, vario, multicolor, un pincel caminante que
Fué cántaro y guijarro de repente; va. El oscuro verde ensueño de Lilia Valdovinos. hoy encuentra en el paisaje del rostro una segura
calzó otra ve/, zapato» peregrino», Ilda Del Mónico en dos pinturas de gacela sorpren­ nueva senda.
y al tener por alcor todo el relente,
le dieron sepultura los caminos! JUMO CESAR TROCHE

ELVIO ROMERO
cuenco asunción, diciembre de 1955 pég. 3

‘•oh «ierra complicada medios, i ró n ira m e n t e , causa republicana al adve­

thomas mann o... pasividad.


Había de ser “E L ELE*
i GUIO Ja obra más expre-
burlescamente, el nove­
lista señala los males «le
nuestro ordi u soeial cuan­
nimiento «le la República
de Weiniar. Su prestigio
en lu burguesía le «lió pié
(vien e di* la (opina 2 ) fiimlidad a que muy po- |«va de m i ironía filosófi­ tío éste no sirve los altos a aconsejar una alianza
novela m iop ía «l«*l siglo ‘•os escritor**., bu-la .1 ca y de sil técnica litera i n t e r e s e s espirituales y de ésta con el Socialismo.
\ I\ . Ka un cuadro mo­ primer cuarto de nuestro na. I n lema de la Edad revela mi Lilla de alma Temía el advenimiento de
nitor dt* un medio social siglo, se baldan aventu­ e ideales. nuevos imperialismos san­
Media, ya manido Mifirieu
determinado, «leí c u a l rado. Iemente, emplea el nove grientos. Sin «’ompromi-
surgr mui visión univer­ I * tetralogía bíblica de El sagaz v vigoroso au­
lisia para exponer co n tor de EL PROBLEMA sos, tuvo el coraje de lan­
sal de la vida v del arte. JO S E A S I S HERMA­ ejemplar tecnicismo su fi­ zarse a la lucha contra la
NOS ,** una expresión DE LA L I B E R T A D *
• La m i l k t e EN \ E- losofía v mi ironía. Lii tenia en m i propia alma, tiranía hitleriana, con to­
N E C IA ” v -T O M O cómo, en ésta época ib- doble incesto es el pumo dos sus bagajes. Abando­
de mi vida, cuán fecundo en m i misino espíritu, en
KROEGKR” son otras de pan ¡da de ésta som­ sus d o lo ro s a s experien­ nó Alemania y desde Zui­
nl»ras »|iie desenvuelven era su saber. Tanto los bría historia medieval. El za. Inglaterra y Estados
estudios de bi.-toria y ar cias, la camera inagotable
IKisteriorineme el mismo fruto, víctima ¡nocente, de m i destino creador. Sil I nidos- cuya ciudadanía
pensamiento r idéntica queoloffía como la exége e- con i*| tiempo elegido adoptó- fustigó a los ad-
si* de los textos bíblicos, lucha constante contra las
intención. “ La MONTA I a|»a. tra s penitencias tiranías filé sil mejor es­ solutisuios que avasalla­
ÑA MAGICA", aparecida demostraron su profunda atroces. T.| monje erudi­ ban el espíritu eterno de
versación. Sus trabajos de tímulo para, con el tiem­
en 1921. marca la llora to. que narra esta histo­ po. robustecer su espíritu su gran nación. -OID,
más alia de su pensamien­ investigación lo conducen ALEMANES* es lilla lla­
ria peregrina y melam oli- democrático. No le arre­
to filosófico. Su cultura a profundizar en los orí­ ‘■a. es un tipien producto mada de a te n c ió n , un
draron las persecuciones
extraordinariamente vas­ genes de la civilización del medioevo. Maneja la montaje angustioso, u u
occidental v cristiana. Su y sus rmpresus y trabajos,
ta. trasciende de esta no­ ironía con ilustre v. a la tienen el color y el sabor grito humano, un trasunto
vela exquisita con carac­ biiiiiariisiuo. balda llegado vez. festiva habilidad. No sutil y genuino de su fi­
a muy abas cumbres, bas­ que solo prodigan las al­
teres seductores \ admi­ tiene precedentes la exce­ mas librea consagradas a sonomía moral. A m ab a
rables. Esta obra, llamada ta abanar la universalidad lencia del lenguaje ni del la libertad y ansiaba que
un intenso ejereieio del
novela en el sentido con­ del pensamiento contem­ pensamiento que expresa el mundo dividido se ii-
poráneo. espíritu.
vencional del término, este monje narrador. Los Durante la guerra mun­ niera bajo el signo de la
contiene capítulos de -CARLOTA en \\ El- valorea sagrados son tra­ verdad y la belleza. Su
MAR- es una exquisita dial de 191 1 1», adoptó
cautivante refinamiento tados con altura v respe­ l i n a posición -no políti­ mensaje* A1) Y ERTENCIA
espiritual. I.os duelos in­ novela referente a una to. Termina su relato en A EUROPA», es un aná­
anécdota de la vida de ca» y aceptó, sin dudar,
telectuales <|ue sostienen, uiia bella, emotiva y glo­ bis tesis oficiales. Su tes­ lisis apasionado, pero sin
en presencia del p» mona* Goethe. La fin a ironía riosa exaltación pi niteii- banderías, del acontecer
germánica, famosa ya en timonio fué de gran vulor
je principal de la novela, ‘ ial v en una aleccionan- para los intelectuales ale­ mundial. Profétieamentc.
un liberal italiano y un sus escritos p o l í t i c o s , u; alegoría de la Gracia, señalaba los peligros y los
adorna esta bolla creación manes «pie adoptaron ésta
judío converso, son de l’.l monje, utishutido Ira? misma posición. Estima­ males a que se avocaba
altura excepcional. El fi­ estética. La narración tie­ las cortinas de su pensar el inundo en su marcha
ne caracteres perfectos. ban. en gran mayoría, que
lósofo italiano, con pro irónico, señala una lec­ b a c í a crepúsculos san­
fundo idealismo, expone >a el repositorio creador ción y un ejemplo de con la neutralidad logra­
grientos.
m i s doctrinas liberales y. de Mann liabfn ganado ban estar por encima de
nuevamente y Alemania
cuán i remendó v deplora­ El “ENSAYO SOBRE
el converso defiende, con ble es el desorden social. lu* pequeñas Indias polí­ SCHILLER". publicado
doloroso encarnizamiento, contemporánea el lu gar I bomas Mann, escuda ? u
de nación literaria uni­ ticas. \bruzó, lu eg o , la (pasa u la página ó)
la nueva fe que ha abra­ peiisamicmo iras las pers­
zado. lia) en la> páginas versal. pectivas que deja entre­
do este libro el aire «li­ Emociona lu lectura de ver el narrador. Destruye
la inmortalidad, que le • E L 1) R . LA l S T o .
los mitos atures!ralea pura
H is to ria asombrosa, en
torna una de las mayores
obras de la literatura del
siglo X X .
que el genial escritor pre­
senta a un m ú sico de
nuestro tiempo ligado por
desembocar en las bonda­
des luminosas v sacras de
la historia crtbiiuua.
r abel er o ■ Jl LIO CFSAR TROCHE
llano Castorp, el joven un pacto al diablo e in­ 1 I n año a n te de mi D r «ed a rio irá*. El virn tn norte
alemán centro de la aven­ tenta. p o r este m ed io, muerte, publica Tilomas tná* <1(10 un (tim b al »in térm ino en m nulo,
tura en “ LA MON TAN \ poseer todas las grande- Mann el primer voíúmeu ntá* qu e grito haría rl mi!, *erá «*l hitólo
q u e u triste M ugre errante le transporte.
MAGICA”, es un bello zas y todo, lo? poderes de st» novela •Las Memo­
paisaje. Constituye, sin del mundo, a satisfacer rias del caballero de in- V ie jo destino y puliré musicante;
duda, el medio del escri­ todas las ambiciones que dustria Félix Kroll*. Es «le p o l io tu ho rizo n te. > arribeñ o.
(lejas nn aitio azul, quem a» el Mirón,
tor para precisar sus nicas pueden caber en el cora­ una in ten sa pintura de (■ artienrlo siem pre «olo y trashum ante
sobre el tiempo v sit va­ zón humano. Ibisea. el uuesira sociedad, en que
riable condición y dura­ extraordinario personaje, ‘d p e i-o n a je principal- «.orno un agua hebilla en el m in in o
ción. La ineertidumbre el a lb j fe penetra. y rtt e l c ie lo
llegar al apogeo inimagi­ creado por Alano años tu alto dolor-cru el halcón en vuelo-
del tiempo futuro, la nable más alto v más pu­ atrás-0s el centro de gra­ vigila tu silen cio p eregrino.
amargura de sus experien­ ro de la creación huma­ vedad del gran mundo Y agririno-raiidilaute «Ir |nr plena
cias personales, el espec­ na. Trustrado en sus in­ social y financíelo de un toda la uitierte cam inera a ctiestas-
táculo de un m undo tentos, termina en una reino. Mediante la auda­ tu* duro» calrniiorrs por la* « io n *
angustiado, no fueron su­ locura emocióname v de­ cia. c| cinismo. el avasa­ en lo* pequeño» «ole* d e la a rm a .
ficientes diques para de­ llamiento de l o «Io h los
moniaca. Y al fu lg o r ilr la noche vil» trayendo
tener su notable optimis­ valores sociales, el M.me- un cayado de e»tre|la«, \ la o «cura
mo, su vasta rapacidad I«i critica recibió e-ia
obra como la mas comple­ ttúiiento i|e hombres y m em oria d r algún v alle al i|nr procura
«le amar la villa, de ve­ mujeres, a s c ie n d e éste llegar tu .uiithra >(110 »r v* cayendo.
nerar a la bumauidail a ta de las Creaciones de
Thomas Maní.. Notable hombre a las más altas P e ro un rabel p rofu n do te ««Mime
quien creyó servir al In­ posiciones y a la cumbre ron mi ra il de luna. »u fragancia
citar de continuo por la por la técnica de su iih- mirilla de tu brazo, y a distancia
rraeion. contiene una de la jerarquía social. Sé d u lce } firm e d el c ie lo te m antiene.
libertad. La novela, es burla e| nersonaje de la
un modelo de psico-socio­ ••xégesis profunda, iróni­ Y acá de pron to croco co m o un rayo,
ca de los problemas espi­ debilidad liumaiia, compra
logía. Hiomas Mann bi/.o las v o lu n ta d e s , logra la ro n co y ardiente, al a ire »e desgarra,
en ella psicología profuu rituales q acucian de con­ \ recorre rabel, arpa y guitarra
tinuo a su raza y a su eomplieidad de los pode­ tn curaxóu son oro y paraguayo.
da v buceó en las ooneda* rosos, juega con la buena
des de la vida social con­ civilización. La hurgue- Y n»i de hiun en p u eb lo ta* eaittando.
*1» ■lemana. instada por fe y la honradez, explota de (itirblo n i vien to c o rre , ro m o un río,
temporánea, con una pro- , las vanidades y, por éstos
secretas corriente? anti­ •le vien to en m onte a ig a r tu a lb ed rio ,
de m otile en som bra triste va» pasando.
guas que intentan abis­
marla en profundos pozos H om bre delgado, antiguo, azu l, perdido:
LIBRLIIM UNIVERSAL ideológicos, está analizada Agemia ili< Librerías nijm Im tco el valor de tn mirada,
tu fatiga y penar, con r*n aluda
un, con mano maestra sutil­ ili* ten a en flo r p or tu raja de sonido.
mente irónica. El afán
Dr. Carlos Henning Salvador Nizza la y a d e a m igo q u e preci»o. hecho
medieval, amenaza a la
d e p uehto v Mirón y tierra y lim pia frente,
creación espiritual y ..¡ andando y o n tu lado, en perm anente
nn lo rechaza la sociedad m ixtura da tu mÚMca y mi pecho.
en forma radical y termi­ T ex to * científico»
S i f m p f í la novedad en mate- Y si hoy te d igo d u eño del lu cero,
ría tu rraría científica
nante, lo soporta atenúa- T H E !) IT O S
naranjal trajinante, nube, herm ano,
llámente. Simbólicamente, e . q u e qu iero d e ja r jim io* m i mano
los pactos con el diablo Etc. Franco 39/43 y tu rabel herido y com pañero.
constituyen una e x p re ­ GARLOS VILLAGRA MARSAL
raim a 20.'» - Asunción sión de que. »i no todos Tcl. 9634 - Asunción
lo consienten, lo aceptan
pág. 4 asunción, diciembre de 1955. cuenco
W Para el nombre y el hombre Paul E lu a rí.
Para el hombre infinito que v lv li en él.
| hérib campos cervera! Para la vida sin término que vive en su
nombre-

Pocas verdades encierran la amargura de esta fatal aseveración:


I Cómo hacer para verle
I

u
Hérib ha muerto! listo duele, así como duele la entraña de esta asoleada acostado en la tierra. desde hoy y para siempre?
arboleda de tragedias y de sangre. Sí. Honda y viva. Terebrante realidad Desde qué primal era de flore» infinitas,
no» estará» mirando con tita ojo» de luz
consuma el epílogo de su Presencia apostólica entre quebrachos y azahares y tu pecho
enmohecidos por lágrimas vesperales. de capital altura?
Su Tránsito, iluminado por fosforescente cortejo de innumerables Ayer no más estaban moviéndose entre vértigo*
luciérnagas violáceas, nos sume en la obligada evocación. Esta fatal justicia, de lutos y vejámenes, todo el aire de Francia;
estaba to«lo lleno de ángeles transparente»,

n
criminal por el silencio que diéramos en vida, esta exhumación T que todos todo lleno de Pablo» lurhadorr».
hacemos cuando el viaje es ya definí- ^ Kstubu allí el de Hspaiio, vestido de rodo,
tivo, cuando lloramos nuestra absur­ muchos de nosotros ya lian tomado ron »u pólvora amarga, ron «u* limone» verdes;
da y cruel indiferencia para los que el acuerdo de fundar aquí el nuevo con sus rostros dividido»
saben luchar en vida de carne y sacri­ solar de vivir y morir. Yo, con una y sus metales hondamente tundido» en la arcilla.
ficios, de torturas y de llagas, esta nota h ija argentina y otra en camino,
gris en el paisaje de su calma, también considero. . . "
la tiene Hérib. Su genio y su Vivencia, Y siempre el desterrado
o Estaba uilí el «le América, nuestro Pablo mis alto,
todo crucificado de mineral y Chile;
y estabas tó. Paul Kluard.
el hombre total, fraileé» del universo,
no podrían excluirse de esta nágina. habla . . . “Todo aquello (el Paraguay)
m
el mi* Pablo de todo*.
Y hablabas y cada tino de m i » pequeños pájaro»,
Así García Lorca, así Antonio Alacha­ es puro recuerdo, sufrimiento, nos­ cruzaba el horizonte y encendía una estrella
do, ilustran hoy las páginas de todas talgia atroz y sin remedio. Para mí

b
y la noche del hombre ae arrodillaba y moría,
las gacetas que ayer no más, silencia­ lo es, lo viene siendo desde hace frente al fuego magnético de tu luz boreal.
ban sus voces de milicianos, sus gritos, veinte años basta boy: durante todo
el tiempo en que normalmente se II
sus lamentos, sus torturas. . .
Es mucho lo que se lia es­ construye un Destino, se descubre bstabun floreciendo los naranjo» de España,
crito ya sobre Hérib Campos Cervera. a sí mismo un ser y levanta sobre
Pero pocas veces liemos vislo expre- »u a f " " !a a l Su 'la forma de vida,
sada su profunda e intima humanidad. Nosotros somos la generación perd,-
- -r • nos dijo:
- da que lia deludo comenzar «le nuevo
r flores de antigua sangre;
y «ó, ile»de la dulce medida de tu pecho,
te arrancaste uu «luro fusil de miliciano;
un fusil infinito de bala» infinita»,

e
Kecordamos cuando que inalahii a la muerte.
“Tengo una gran alegría su vida, media docena de veces . . . Y otro día, cuando lo» verde» prados
al constatar que tu camino se proyec­ Y ahora ja estamos cansados. Ya no granaban en furiosa» cosecha» de ensangreiado* cércale»;
ruando el gas y las bonilla» y el humo y el uranio
ta directo y definitivo hacia lo que queremos otra cosa que sentarnos a quemuban todo el pólen y la» hojas y el tallo
nosotros no podemos evitar: el arte. hacer, bien o mal, la caligrafía ma- de la «lefinitiva madera de lo» hijo» de Dio»,
Y más me alegra al verte dueño «le lograda de nuestro mensaje, para no tó, Paul Kluard,
un “oficio’' «jue sin millar el alma, te per­ morirnos tl«*l todo. Pobre voz y po­ con tu mirada-Kluard v con tu voz •Eluard,
mitirá el rescate «le tu tiempo para bre palabra la nuestra. De eso y «le
librarte de ser el galeote de las letras. muchas cosas parecidas liemos con-
Tu profesión te dará de comer y al versado con J u a n R a m ó n , con
par que eso: el rimiísimo material hu­ Alberti, con otros ser«*s tan «le.-terra-
s te asomaste al estrago.
Y cuntido lo» ángeles de la venganza
te pidieron tu cuota;
cuando te reclamaron los ojo» y las frentes
y la* gargantas muda»,

o
y la* pobre» garras ralciundn».
mano que el dolor coloca sobre la «los como nosotros. Y liemos siempre y la» ametralladora» y los grito*
«ame de los hijos de Dios y tu vo llegad»» al acuerdo de «pie la mayor

b
•le los ajusticiado* por tu mano,
cación hará el resto. Sé «pie con noso­ <'<diardía contemporánea, es ésa de tó señalaste *•! muro: mil muro»:
tros no caerá en el polvo la bandera, arrojar a los hijos naturales de una to«los lo» muros de Parí» y de Francia
y del mundo.
la gran bandera; ya hemos conseguido tierra hacia la niebla y la tierra pe­ Y allí estaba tu firma: ese dfa te llamabas:
que a fuerza de siglos, una vocación sada de otras patrias." * Eluard-la liberté».
Pero no creamos «pie p«»r

r
entrañable se vuelva una obligación
de la voz, de la mano o de la sangre, el dramatismo de este párrafo Hérib III

en nuestros herederos. Lo sientes tú es un hombre acabado: nos dice poco Ayer, una criatura, hija clara del alba,
igual que yo?”. antes de su desaparición: “ lie aquí un te buscaba, Paul Eluard:
Ésta cita que transcribimos corto balance: desde Octubre (1952) es
nos muestra la faceta última e íntima cribí “Juan Hachero'’ una obra dramática
del poeta—que roba a la gacela la sobre problemas nuestros; cuatro poe­
gracia de su salto y su esbeltez selváti­ mas largos sobre temas del Paraguay,
e te buscaba, para baldarte de amor.
Era un dfa de flor perenne, de perfume# ciegos,
en que nodie debería morir.
Te golpeaba la puerta, «acudiendo los arcos de tu jardinería;
probaba con ingenua* ganzúa* tu» firmes cerraduras
ca y ascentral—y que cuando habla de otro más en recuerdo al poeta Paul y escudriñaba ias rendijas de tus paredes,
buscándote, pregutando por tí.
Dios, se expresa con altura y dimen­ Eluard,«pie me fue muy querido y una Alguien le balda pagado
sión, hasta con la unción de un místico serie de ensayos sobre temas diversos.
de nuestro tiempo y de siempre. Desde hace unos días, he comenzado
Era humilde |>or antonoma­ a trabajar con disciplina y método
sia. Nos dijo una vez: “ Todo lo malo sobre el libro «pie me han encargado
e una pequeña e»«iuela con un men»aje tnyo.
escrito con minúsculas azule» y con pulso de fiebre:
«#i busca» al Amor, busca» a Paul Eluard........

IV
del hombre, todo lo que le llegue a desde México sobre “llisloriii lie las Ideas
ocurrir, tendrá como base la soberbia: en ti Paraguay” que solamente abarcará
uno «le los pecados sin remisión en la los últimos 50 años de este siglo. Con
motivo del Centenario «le Martí pro­
1 Recuerdo, hace uno» años, cuando desde mi patria,
mi Paraguay de «ueñe». nzúcar y agonía,
veíamos volverse tinieblas la m añ an a...
teología de todas las religiones.. Recuerdo cunudo el aire oreaba la sangre
También nos decía como ex­ duje una nota que estimé interesante red en desparramada sobre la tierra ardida,
presión de confianza final en el deve en el momento. Más tarde publi«pié“El de Orndour y de Lidicc . .
nir «le los graves acontecimientos de la muro de la F e” un cuento «|ue no Recuerdo lo que estaba» haciendo,
vida: “Será lo <|ue Dios quiera.” es cuento. Preparo “El Santo de la porque cuando llevábamos la cabeza a la almohada,
llegaban a nosotros lo» confundidos eco»
Este desconocido rincón de Guitarra; leyenda de Agustín Barrios" de los crepitaciones de leño» y esqueletos
su Fe, explica entonces, la símbolo- y planeo un ciclo de novelas que estol laudo entre el fuego...
gía extraordinaria de “Ceniza Redi­ cerrará su ar«'o de parábola con “ La Pero en la uoche ciega,
mida” . Valga esta aclaración para el Ciudad Prohibida”, que será la histo­ ulguiea que no dormía levantaba su lámpara,
y la luz cariñosa del aceite prohibido,
andamiaje de su definitiva ubicación, ria de estos últimos añ o s.. ." alumbraba la» palabras inmensas:
en la línea del Hombre, «me teje su . . . Y en esta circunstancia «Alton», enfauts de la Patrie.
poéiiea, en el común hilado de nues­ de febril dcdmación literaria, nos lo I© jour de gloire c*t o r rtv é -...
tros sentimientos y creaciones. arrebata la muerte. Este Hombre in­ Ene pastor nocturno de la libertad,
ero la dignidad del hombre y se thiinahn:
iNos dice del Destierro “Los tegral, «pie maneja las voces de una Paul Eluard.
que llevaron libros inéditos, guarda­ poesía talismánica, muere crucificado
dos entre días de esperanzas, los po­ por la extraña desventura «pie arrecia En Rueños Aire» n 3 de Febrero de 1933 Hérib Campo* Cervera

nen al sol, desnudamente y sin pudor contra su pequeña humanidad, tri­


V los que no tuvieron ni hijos ni «'asa zando con furia irresistible, su “pe­
llegan a tener lo uno y lo otro. Tal queña garganta” de niño y de poeta.
vez sea ese el destino de todos los P. D. Ahora que está escrita esta
que tienen que hacer algo y no lo página, recuerdo «pie no pude con­
pueden consumar, ponjue ninguna testar a tiempo su dramático y final
semilla brota allí donde hay sangre llamado desde Bs. As. Es la primera
Aquí formamos una colonia respe- ( vez «pie escribo sobre Hérib. Con la
table, trabajamos, llevamos por la Fe que nos une más allá de los hom­
noche la cabeza sobre una almohada bres y «pie nos acerca a Dios, espero
tranquila y un largo sueño Heno de que me lea y me comprenda esta lá­
visiones nostálgicas nos ayuda a vivir. grima tardía que asoma hoy a mis ojos.
No ha muerto por completo la espe­ H O M O DIAZ PEREZ GOÜOI
ranza de un regreso en paz; aunque Villa Aurelia, 18 de Sbre. de 1955.
cuenco asunción, diciembre de 1955 pág. 5

william faulkner
Cuando se mira la perspectiva de la geografía espiritual del movimiento literario de los
Estados l nidos de las últimas cuatro décadas se destacan en primer plano con rasgos muy acusados,
dos tendencias fuertemente contrapuestas que dirimen supremacía en el campo de la novela:
a) La Novela de ambiente vernáculo que se asienta sobre tradiciones del folklore nativo, tendencia
que fue calificada de provintialismn por sus oponentes de la otra vereda y;
h) La tendencia que buscó su material y sus normas estéticas en los valores universales de la literatura.
No ignoro que hubieron otras formas de antagonismo; otros moldes específicos de crista­
lización para la materia elaborada por la fantasía creadora. Pero como “mi lema'' es un hombre y
una obra exclusivamente próxima a nuestros días, sólo me atendré a “la circunstancia" que afecta
más visiblemente a tal hombre v a tal obra. Los más visibles pontífices de esta concepción no
vtlística son: T. S. Elioi \ Ezra Pound.
Tal es el telón de fondo sobre el que se proyecta la creación de los nuevos. Pasan varias
décadas, que aportan tada una de ellas su experiencia y su mensaje. La de 1918-29 trajo su fórmula
de: T na nueva forma de vida, en medio de una nueva libertad”. Era la de los hombres que si bien
sobrevivieron físicamente a la \ guerra mundial, llevaban a cuestas sus numerosas muertes. Para ellos no había nada sagrado: todo
estaba destruido, desintegrado puesto a la deriva, en medio de un mundo sin sentido, cuyo inexorable final estaba a la vista. Los
líderes de la novelística de la
década son: John Dos Passos, densamente impregnado de En 1930 escribe: “El Zum­ uno y otro, pero el segundo
Senil Fiizgerald, Erncst He- terribles tensiones y de con­ bido y la Feria1* que comenzó de los cuales, le sirve para
mingwav y James Farrel. flictos «pie no podían resol­ a llamar la atención de la crí­ trazar el ambiente donde se
‘‘ ...S in duda alguna, Hemin verse mas que cu medio de tica y publica el texto corregi­ sugiere, ha de desenvolverse
gway y los novelistas de .>11 la violencia v del odio. do de “Santuario”, que brusca­ la vida del protagonista del
escuela, son maestros en el ofi­ Nació W. F. en la aldea de mente lo coloca en primer pla­ primer relato, ya hacia el fin
cio. Escriben brillantemente y Mississipi, en 189 . cu el seno no- al menos en orden a éxito de la obra.
saben captar con lúcida visión, de una familia que había dado económico del libro.— El cine La primera impresión de
la riqueza inagotable de la vi­ gobernadores y hombres de se apoderó de esta obra, (pie lectura de este libro conduce
da nnrtcaiVcJr-aBI i\VM cVinS estado, de vida u mpestuosa y sin duda es una de las más a los lectores 110 advertidos a
reflejo incftPflhlf^rie«C tilm J original. Durante la primera flojas de Eaulkner. tal vez por imaginarse que se baila frente
po, los pci^omij&«dA wermn« guerra mundial prefirió enro­ el carácter violento y especta­ a un relato absurdo. Pero aun­
gwav vivían en un AMBIEN­ larse dejando de lado sus cular de su argumento. Pero que no muy en la superficie,
T E ' I) K FRUSTRACION Y estudios universitarios y lo hi­ Eaulkner 110 podrá jamás olvi­ las conexiones son visibles a
DE VIOLENCIA. Parecía que zo en la Aviación Canadiense, dar que “Santuario’ le trajo poco que se examinen las co­
el odio lo impulsaba a escri­ bajo cuyo comando se batió todo lo que externamente ne­ sas en profundidad. Un hom­
bir mostrando un desprecio en Francia. Regresó espiritual­ cesita un hombre para poder bre y una mujer se encadenan
inhumano hacia los seres cuvo mente deshecho y luego de sentarse a trabajar tranquilo, con un amor exclusivo y trá­
sufrimiento describía. En trabajar como carpí»(cito, de dejando hablar a su vocación gico y comienzan a huir, en
“ ADIOS A LAS ARMAS”, hay pintar paredes y techos: de intelectual, sin tener cine ago­ medio de una agresiva hostili­
ya cierta ternura, a la vez que hacer de cartero y periodista, tar el cuerpo en tareas obscuras. dad, de todos y de todo. Lle­
un retrato vivido de la angus­ se fue a vivir ron Lerwood Ya más desasido de urgen­ van su amor triste, “denso y
tia de LOS SOLDADOS QUE Anderson un tiempo. Allí es­ cias económicas, publica en estéril*', hacia lugares de es­
PELEAN SIN SABER POR cribió su primera novela ‘Paga 1932 kLuz de Jgoslo". que registra panto. mientras se desenvuelve
QUE, y del amor frenético de soldado" en J92í>. aunque este en la misma forma terrible de la otra tragedia: la del penado
que se desarrolla en tiempos libro 110 constituyó su primera pesadilla, un obscuro drama que huye llevándose también
de guerra, bajo la amenaza experiencia literaria:- en 1924 originado en los conflictos de una mujer, sin que pueda
constante de la muerte '. bahía publicado un libro de raza que dieron su fisonomía adaotarse a esa libertad, la
“...E n casi todas las obras clima poético llamado: “11 Fauno >art¡rular a la sociología de explosión de su naturaleza. Y
de lleiiiiugwav la MUERTE de Mármol”. | as regiones del sur. a pesar de que el hombre en
ES REALM ENTE l a p r o ­ “Paga de soldados'’, todas ía no En 1935 urgido por los re­ su desesperación va clamando:
t a g o n is t a P R IN C IP A L . mostró ninguna de las cualida­ cuerdos de su vida combatien­ “quiero rendirme”, sigue hu­
Una muerte cruel, pero no des precisas que, con el correr te en la aviación escribe yendo, aunque no ignora que
obstante, hermosa. ... Sus per­ del tiempo, le darían faina de “Pylou'”, une a juicio de los se apresura hacia el precipicio,
sonajes caminan con pasos len­ narrador intense»; vw(leíiiiaiijfé-; g^iic%>$¿ registra algunos aspee­ al que se sabe predestinado”.
tos y pausados, hacia su propia nido pulso draniátieo,|«¿^)emr mos iqtftnrawe su vida, Y como un símbolo descarna­
destrucción. de reflejar algunas »&lé m J k E n ^ p u b l i c a “ Absalon. do corría, según él mismo lo
De esa generación vino amargas experiencias de la vi­ Absalon”! extraña novela cuya expresa: “sollozando y desper­
William Eaulkner, el hombre da de aviador. técnica absolutamente [original diciando su precioso aliento,
cuya obra vamos a examinar. ''Mosquitos" la obra que le si­ hizo época en los Estados Uni­ ya sin hablar, como el grito
El siguiente decenio: el de guió en 1927 intenta pintar dos. Rompiendo todos los mé­ de un animal moribundo 110
1030-40 se caracterizó por su con la misma técnica defor­ todos clásicos de respetar la se dirige a oídos humanos, si­
negativa a ver exclusivamente: mante y angustiosa que sus regla de las tres unidades, Faul­ no más bien es una acusación
destrucción, anonndamirnln y ruinas novelas posteriores, la vida ar­ kner comienza su acción en de todo lo que alienta, contra
en el mundo. Los instintos de tística de los medios literarios 1909. retrocede hacia 1833 pa­ el sufrimiento y contra esa
salvación no permitieron la de Nueva Orleans sin exhibir ra introducir otro personaje infinita capacidad, para las
rendición del hombre ante más que un atisbo muy vago cuyo genio demoníaco se hace tonterías y los dolores, (|ue pa­
una evidencia, (pie si bien es­ de lo (pie mostraría después. présente como herencia tempe­ rece su única inmortalidad .
taba certeramente caracteriza­ E 11 1929 publicó “Sartoris” ramental cu otro de loa acto­ “Los 4 personajes encade­
da, no obligaba a la humanidad una novela poco lograda, (pie res del drama y finalmente, nados en una atmósfera her­
a permanecer ante ella, pasiva­ presenta por vez primera a los se cierra el libró en 1910, sin mética, equilibran las dos tra­
mente, registrándola mecánica­ miembros de la familia del tener para nada en cuenta a gedias. Es la misma tonalidad,
mente con el ojo impasible de mismo nombre, quieues volve­ ciertos personajes que estaban luego la misma substracción
la cámara. No: la fe victoriosa rán a presentarse más tarde presentes, ratos antes, en el de pintura y de gestos y mo­
permitiría barrer los escom­ en otros episodios. Este año relato. vimientos, en lo <pie son en
bros del mundo hundido. “El de 1929 marca una fecha capi­ En 1939 publicó “Las Pal­ sí. para todo el mundo. Por­
arte es lo que se encuentra tal en su vida: se casa con una meras Salvajes” que se destaca que toda esta pintura del ho­
bajo las ruinas, cuando los señora del pueblecito de Oxford por su extraordinaria fuerza rror sub-huinano va directa­
buscadores de futuro limpian y comienza una vida de apre­ dramática > a mi juicio, la me­ mente a las ocultas esferas
d e escombros el mundo que mios económicos tan espanto­ jor obra de Faulkufr. Esta nt nde ,je engendra el amor, el
se le9 entregó en herencia’*. sos que lo conducen a escribir vela, en realidad compon fribuentió. Ja desesperanza o
Tal era la nueva consigna. “Santuario’*, a trabajar como car- de dos novelas crúzadaj, Su}
No se puede, sin forzar ex­ lionero por 100 dólares men­ lectura debe hacerse en el si­ Finalmente, T n "l940, publi­
cesivamente la realidad, pre­ suales y a pintar paredes. guiente orden: ca “Kl \ilIorrin" compuesta de
sentar a W. F . como un opti­ Como “Santuario” 110 baila Io) Todos los capítulos pares cuatro partes diferentes que
mista. Venía de un mundo editores, se dedica, de 4 a 6 y luego, todos l o s impares. forman, sin embargo, una uni­
demasiado sangriento y cruel, de la madrugada, a corregirlo. Ambos relatos: “Palmeras Sal­ dad. Cada una de las narra­
Y “no podía ver ángeles en ca­ Y" apenas terminado el nuevo vajes” y “El viejo”, desarro­ ciones se puede leer en for­
da uno de los seres que en­ texto comienza a escribir llan paralelamente dos argu­ ma independiente y lo único
traban y salían de su vida. To­ “mientras yo agonizo", usando como mentos que en apariencias no que las ensambles es cierto
do su ambiente natal estaba mesa una carretilla inservible. tienen conexión alguna entre (Pasa a la pág. 7)
pág. 6 asunción, diciembre de 1955. cuenco
■ LAS OBRAS DE UJI.IAN DE I A H ERRERIA que ■ OLGA BLINDER DE SC.H Y A RTZ MAN,
«•«tán tlcporitiuln» en Valencia lian de «er r««catado* expuso retratos cu Galería Boheme, bajo
para un enriquecimiento extraordinario del acervo
artrítico paraguayo. Para ello el Centro de Estudian­ los attspieios del Cen­
te* de Filosofía organizó una muestra artística inau­ tro de Estudiantes
gurada el 23 de agoato la que «c realizó mediante <le Filosofía. Las pa.
contribuciones de artista plástico» y poeta». Colabo­
raron desinteresadamente Olga BÜnder de Schwar/.iuau, labras inaugurales -
Josefina P lí, José L. Parodi, Lili del Mónico, Aldo que en otra sección
del Pino, Joel H. F'ilárlign, Leonor Cecotto. Edith Gi­ reproducimos^- fue­
ménez; Ruth F'isher, Carlos ( olómbiuo y M. Groto\>»- ron p ro n u n cia d a s
ky aegón au» aficiones plástica». > cutre lo» poetas ■ LAS PRIM ERAS OLIMPIADAS ARTISTICAS DEL
César Alonso de la* lleras, José L Appleyard. Corlo» PARAGUAY, feliz iniciativa de la Asociación de por Julio C. Troche.
Villagro Marsal Rnbéu Bareiro Sagú icr, Rodrigo Ex-Alumno* drl Colegio Goethe, reciben trabajo* pa­ El pintor bolivia­
Díaz Pérez. José María Ki varóla Matto y Rubén T a­ ra la» competiciones en España 565- Participan en no, llen é i\oriega,
layera. la organización del eeilamen, además de !n entidad
rilada, c) Departamento «lo difusión Cultural del Mi
leyó una interésame
Como parte de la misma campaña pura la recupere- crítica. En esta mué.—
ción de las abra» citada», en el local de la Facultad nisterio de Educación, el Centro de Estudiante» de
de Filosofía y en F'lorerío Bollóme »c vende» nume­ l‘ ilo»ufía, la Academia Universitaria y Amigo* del tra la pintora nos da
ro» de una rifa de más de ción pieza» de cerámica Arte, lo cual da la nota de ln gran jerarquía que un ejemplo de su dominio del dibujo y
y pintura. tendrán e*Ui» coilipetieioue- »obre toda» lu* rama»
del arte. el c o lo r, sorprendiéndonos la n o tab le
Todo lo recaudado se destinará a los gasto» que
impliquen la venida de la* obra* de nuestro má» acentuación ríe ciertos rasgos que. sin
grande artista plástico. ■ EFRAIM CARDOZO Y PABLO MAX olvidar el parecido, dan al rostro una
INSFRAN lian aportado «los nuevas obras significación.
■ \V O I. F BANDl REK. pintor polaco que tiara el estudio de lu historia paraguaya. ■ PINTURA Y MUSICA BOLIVIANAS. Auaplcio**.
residiera mucho tiempo entre nosotros Editorial Ateneo de Buenos Aires publi­ acontecimiento ronaiimye la embajada dr arte boli­
y cuyas obras se hallan en colecciones ca “ \ ísperas de la (-/uerru «leí Paraguay” viano llegada .1 mientra capital, encabezada por Wnl
invadas fueron expuestas en Florería Bó­ do Cerrillo v Rene [Soriega en múricsi y pintura,
f
teme. Dicha muestra retrospectiva refleja
de Carduzo y Guaran ia de México "La
Expedición Norteamericana al Paraguay"
respectivamente.
Relié Noriegn y diez y «¡etc pintores bolivianos,
el color de su permanencia cu el Para­ de Ynsfrán. brindaron una muestra Ue ln extraordinaria calidad
guay v e9 de suma importancia para el del arte pictórico en Bolivia. Se puede afirma» que
conocimiento total de la obra ue este E "BA JO El- ALERO ASUNCEÑO”, compilación de rato» artistas lian luilludo *u tema, reflejado rn mía
en riñe fiier/11 expresiva v de cabal drínntaticidad ile
destacado artista. enrayo» de J»»lo F'a»tor Ucuílcz, lia aparecido re
cicnteinento editado. la figura.
Fantasía Boliviana, magnifico espectáculo de músira
* JOSE I PARODI. boy en Enropa en im»ión de > lianza, moatró la riqueza \ el gran vigor del (ó¡-
eatadio. realizó una muestra de despedida, exponien­ ■ “LA CASA Y SU SOMBRA**, se titula Mor. I ji puesta en escena ••* de gran categoría bri­
do en Galería Gran Rex piezas «acogida» d r su labor el último libro sobre tradiciones para- llante colorido, bueno- iirii-ia*. originalidad, rico vea-
•le ceramista. En la misma exposición fueron exhi­ tayas de Teresa Lamas Carísimo de turnio, dirección excelente, variedad en lo» minino*
bidos algunas obras de Josefina Plá.
S
odríguez Alcalá, publicado por América pero con algunos pasaje* excesivamente estilizado»,
que don lo impresión d r cierta concesión pintoresca,
Sapucav de Buenos Aires. casi turístúo.
■ EXPUSO EN UNION CLUB FRANCIS­
GüK.NCO. no rr.Mn palabra para destacar ln jerar­
CO TORNE GABALDA un conjunto de quía ile e«tu expresión d r alte boliviano > *u valor
■ F L GRAN PORTA CH ILENO JU LIO BARRENE
acuarelas. En la muestra del caracteriza- CIIfcA, de breve permancnciu en Asunción, lm dudo espiritual como rl v e r d a d e r o la z o cutre ambo»
do artista hispano se destacan especial­ do» conferencia- En el Paraninfo de la Univitráhltul pueblo*.
mente los paisajes. Nacional disertó sobre "Chile ••o Américu” y cu So-
■ ALFHED WANG e*. probablemente, el mejor violi­
ciudnd España hizo lectura y comentario de »u (nut­
ria. parando revista a las distinta» fura» de »u pro­ nista que Inisia boy ra «acudió en esta capital- Su-
ducción. CUENCO en »u próximo número publicará fuerte e* Bacli, así lo demostró umplinmonte en la
una entrevista hecha ul celebrado poeta, uȒ como PartitM. Hubiera *iilo de desear sin embargo que
tina poesía dejada por r| minino paro nuestra rovi»Ui. lograra emocionar má» ni auditorio. No basta inter­
pretar exactamente una obra, e.- nerarario sentirla \
transmitir lo que *e siente Waiig lo logra en alguna*
* W ALTER HELA, profesor uruguayo de «lina» pero no en toda».
Historia del Teatro, gran valor que di­
rige sus inquietudes hacia esa disciplina,
tiuien por segunda vez nos visitara, hu ORGANIZACION DE ASESORA MIENTO
«lado una conferencia en la Escuela Mu­ JURIDICO
nicipal de Arte Escénico, sobre "La Lec­
CARLOS RAUL TROCHE
ción del Maestro” (Vida y Obra tic Jae-
gi sta v o dk g a s e i:ri
ques Copeau).
Abogado»
■ I.A ACADEMIA DF. LOS COLEGIOS NACIONALES Alberdi 108 Teléf. 4958
Iir organizado lo- Primero» Juego* Múrale- I-•
tmlinntile». El jurado integrado por Mariano Morí- 2o. P. Esc. 208/9
nigu. José Luí» • pplcsnrd y Rubén Uurctro Sagnier
lm discernido !o* premio» en el siguiente orden: Pri­
mer Premio (3.<JÓ0 Giiuruníe» \ Fíor de lapacho) ESCRIBANIA PUBLICA
(Arlo» Santiago ( !ol«. albino: Segundo Premio 11.500 RICARDO RODOLFO AIGNKR
Gaaranírs y Mor de Jaxmin) Lucila Gattí; Tercer RAMON BER DEJO
Premio (500 Guaraní^ y Flor de Naranjo» Alberto
Nncnrello. 15 <lc Agosto y Estrella

r intentar curarla de la sea sonriente”. Y con la v con anhelo sin igual.

thomas mann o...


(viene de ht página 3) to del autor de “Don Car­
angustia y del odio por
medio de la liberación
«leí alma”.
sonrisa en cada página,
mediante el diálogo cons­
tante con el idealismo
En venturoso equilibrio,
el maestro encarnó el
el sentido «le la justicia
al conmemorarse el 150° los” y “Guillermo Teli”, El ideal humanista de clásico y seculares espe­ cabal, exaltó la sugestión
1bomas Mann. basado en ranzas, descubrió el ideal de la verdad y fue fecun­
aniversario de la muerte devela la extraordinaria
del poeta, es tal vez el identidad eon los suyos, la universalidad ganada «le la continuidad históri­ do, hondo y confitante
estudio más luminoso que de los principios que ins­ “por los hombres gracias ca tjue fue un manantía! mensajero de la libertad.
se ha escrito sobre Schi- piraron a su ¡lustre pre­ a la fuerza «lo la fraterni­ inagotable del cual el es­ :\u cayó en utopías y
llcr y su obra. Ade­ decesor. “Trabajar—decía dad y al esfuerzo por la critor extrajo nuevas su­ fué un índice relevante
más, constituye un pene­ Mann por el espíritu de unificación”, aletea vigo­ gerencias para destruir el de l«» que más aman los
trante examen de la épo­ la Nación, su moral y rosamente en todas sus desaliento, eliminar I«»s hombres: la independen­
ca, de nuestra época, y su formación, su nivel obras. Sus definiciones presentimientos, bailar la cia. Alentó como pensa­
un aviso al pueblo ale­ intelectual, que le torna­ fueron claras, tanto como vérdad y mantener la voz dor y defensor del espíri­
mán y al mundo. Pero, rá posible «le darse «‘tien­ podría hacer ésre huma­ alentadora d c grandes tu, con emoción, sobre
no son éstos aspectos los ta de que otros, vivien­ nista que ejercía un abso­ ilusiones. cosas humanas perdura­
de mayor relevancia en do de previsiones históri­ luto dominio de la len­ El espíritu «le la obra bles. Abrió, asi, sendas
éste trabajo extraordina­ cas diferentes son igual­ gua. de “una lengua capaz de Thomas Mann es iras- «pie no lian de cerrarse,
rio. El “Ensayo” es la de­ mente hombres; trabajar de expresar al mismo tiem­ cendenté. Tiene excepcio­ pues son frutos «le cria­
finición espiritual-la úl­ por la Humanidad, a la po la juventud de Grecia y nal importancia por sus ciones «leí espíritu he­
t i ma definición—a las cual se desea el bienestar el ideal moderno”. La de­ esencias y consecuencias. chas normas y de senti­
puertas de la muerte, del v el orden, la justicia y clinación de los valores de Su perennidad resille en mientos vivificados y enal­
eminente pensador. Es la la paz. en vez de acusa­ la cultura fueron regis­ éstas circunstancias, tan­ tecidos por los ideales.
suprema profesión de te, ciones recíprocas, de men­ trados. con dolor, en sus to como en «juc es una La identidad con éstos y
el resumen de su concep­ tiras depravadas y di* ensayos y supo señalar, “escuela” con amor <l«* aquellos, coutituye igual­
ción artística fundada en odios espumeantes, no es con maestría, como la libertad. Esta no es una mente la perennidad do
la verdad y la belleza. huir tle la realidad para esperanza declinante su­ fórmula para el gran pen­ Tilomas Mann.
peraba los remansos mor­ sador sino una alta y
Thomas Mann al revelar refugiarse rn las ociosi­ tales con profundidad y pura eutclequia. A su ALEJANDRO MARIN IGLESIAS
en su “Ensayo” aspectos dades de lo bello: es ser­ sabiduría. “Fs necesario servicio, pensaba, había
inusitados del peusamien* vir a la vida, salvándola, decía, que la profundidad que estar en iodo tiempo Setiembre de 1955.
cuenco asunción, diciembre de 1955 pág. 7

william íaulkner
(Viene <te ln pág. •*») forma cultural de arte que com­
el horror como una flor natu­
ral". Es un horror fascinante
que va tomando cuerpo y or­
ganizándose lentamente basta
obra de este escritor que aho­
ra vive pacíficamente en su
pueblecito de Oxford, entrega­
do a la tarea de cuidar su fa­
terminar por ser un ente na­ milia y su fama. Esta última
episodio central que afecta a binaba la autoridad con la be­ tural y casi necesario, dentro
todos los relatos, aunque no se acrecienta diariamente y se
nevolencia. la responsabilidad del paisaje en «pie se mueven
en forma expresa. afirma con cada libro que pu­
moral con una Jerarquía de
sus criaturas. Si se suma a es­ blica. Su más reciente comen
Además de los 16 tomos de valores sociales; la fe tradicional
to la sobresaliente condición tadora. faroline Gordou, dice que
novelas que publicó Faulkner <•011 la empresa personal. Consi­
de su maestría técnica, se com­ ninguna librería conserva en
hasta 1910. tiene un tomo de deraban la perdida cultura de
prenderá «pie esa naturalidad sus estantes alguno de sus 17
cuentos de maravillosa frescu­ lo# Estados del Sur. como un
descarnada que señalamos, pro- títulos.
ra titulado; "‘Sotos I.V* que en cuerpo esencialmente ético de duzca los efecto» devastadores Morton Zabel indica taxati­
castellano se tradujo con el su estructura. Se esforzaban por
«pie indican su paso en id áni­ vamente «jue la presencia de
nombre «le «Victoria*. Dos cuen­ revivir la vida agraria del anti­
mo de sus lectores más llevo- un escritor de la talla de Faulk­
tos magistrales se registran en guo sur. que para ellos repre­ tos.
*Victoria»; «lina rosa para frailía* sentaba la riqueza natural de la ner constituye un testimonio
y "Setiembre ardiente**, que los crí­ tierra, en contraposición a la Múltiples y eficaces recursos permanente de un cambio muy
ticos estiman como clásicos en riqueza artificial de la industria técnicos dan a su obra un per­ grande en la cultura norteame­
el género tueolislico. y el monopolio del Norte. Eran fil absolutamente inconfundi­ ricana y “al dejar constancia
Hay ya cierto apremio de. CLASI LISTAS en mis convic­ ble. El "monólago interior”, que lia de este declinar, en términos
tlasiddail en torno a sn nombre, ciones sociales y morales y por hecho la gloria de James Joyce inflexibles, Willian Faulkner
^ .o s editores de la famosa Edi- tanto, alentaban el resurgimien­ y cuya vasta y tediosa epope­ escapa del confinamiento del
roral -\iking* lian lanzado un to del clasicismo en literatura" ya se regodea en las millares realismo literal y loma posición
tomo de selecciones de sus Pág. 57 Morton Dauwen Zahei. I de páginas del “Mise?" lia encon­ como crítico y como poeta, «le
v mejores cuentos y sus trozos Con igual consecuencia ló­ trado en Faulkner uno de sus la tragedia inherente a las hos­
literariamente más logrados, gica que el cubismo en pintura, más afortunados explotadores. tilidades que yacen en medio
con el título de «FAIMAKH Portátil», el sub-realismo en la literatura En "Las Palmeras Salvajes** la an­ de toda sociedad**.
como indicando la necesidad poética y la música atonal en gustia interior de los persona­ Al par que un testimonio
de «pie sea un escritor cuya el inundo del sonido, la no­ jes es tan tensa, tan insoporta­ y un juicio sobre una época
obra debe ser el compañero de velística de los últimos 20 ble. que ningún lector se asom­ muy inestable de la sociedad,
tollos los viajeros. años lia buscado captar la bra en presencia de ciertos su técnica literaria lia recogido
Como todos los creadores imagen fragmentaria, subterrú largo» monólogos en voz alta, y ejemplificado en un máximo
demasiado geniales en el orden nea y decididamente irra c io ­ que quiebran la garganta de los grado de pureza la grave crisis
de la originalidad. Faulkner nal del hombre y su mundo. desolados protagonistas. Y el «jue aquejó al cuerpo angélico
es difícil ile ser encasillado. No en vane» se lia vivido la virtuosismo en el ejercicio de del arte de nuestro tiempo.
«Novelista de la depresión experiencia de dos guerras, las este procedimiento se vuelve No se puede acometer tales
económica*, lo llama Cari Van mayores «pie registra la histo­ extraordinario en “Mientras yo ago­ tareas sin una gran dósis de
Doren en su importante libro: ria de la humanidad. I 11 nizo" todo él desarrollado en amor y de desmesurada ternu­
La Novela Norteamericana*. claro programa de evasión torno a las confesiones en voz ra hacia la familia humana que
Cuando el crítico E. L. lle­ acompañado casi siempre por alta, «pie se hace a sí mismo puebla el mundo. El suyo 110
va 1 se enfrenta con él dice: otro 110 confesado pian de un idiota que conduce un ca­ era, sin duda, un espejo imposible
-La decadencia de una cultura destrucción lia deslizado en rro de muertos, hacia el ce­ paseado frente a la fiesta de los
es, sin duda, el tema que más la inédlda minina de la obra menterio. hombres. No. No podía ser im­
conviene a u n artista cuyo de Faulkner. así como en la El. método catártico que el Psico- posible el espejo del hombre
cuerpo lia sido destruido en la de Kafka y en la de los más ... análisis lia p u esto de moda «jue lleva consigo un número
guerra y tuya nenie no ha encontrado originales y representativos desde los descubrimientos de tan grande de muertes. Su ex­
la paz. . . . Creadores de nuestra» actuales los estratos profundos del sub periencia no buscaba llevar el
•Sin duda la obra de Faul­ formas de arte, el veneno confluiente por Freud y su es­ mediocre consuelo de las pala­
kner puede rotularse como sutil de una época que se bus­ cuela, también le lia servido a bras melifluas a los seres que
«realista*, pero es preciso agregar ca desesperadamente y no Faulkner para dar un clima de no entendían otro lenguaje «jue
que el realismo de sus novelas siempre se encuentra. “Es largo alucinación a algunos de sus el de la pólvora, la destrucción
no se queda en la monótona el camino que conduce Tippe- relatos. y la muerte.
fotografía, sino que hay algo rarv" dice la popular canción Otra novedad que lia incor­ Para vencer a la muerte,
en ella*, decepción, cinismo, de los soldado» ingleses de la porado a su técnica es la de hay que enfrentarla, miniarla
que permiten señalarla como guerra pasada. Es igualmente llevar dos «» más relatos simul­ tiernamente a ratos, vencerla
auténticamente genial. Y si se largo el camino de la salva­ táneos en una misma novela. con vastos sacudimientos de
tiene en cuenta que en Faul­ ción para el arte y los artistas. John Dos Passos bahía ensaya­ las palabras rituales y finalmen­
kner el cinismo está equilibra­ Citando la mística de los gran­ do el procedimiento en “Paralelo te: superarla. Porque también
do por una innegable ternura des movimientos históricos se 12 ", sin lograr el éxito fulmi­ la palabra es una forma terri­
bacía los deshechos humanos detiene y deja dé hacer vibrar nante de W illian Faulkner. ble de misterio. uHay tiue ir
que retrata, se puede compren­ los estratos profundos de la En “Palmeras Salvajes", como ya basta el abismo, destle el cual
der por qué la crítica más res­ persona humana, afloran a la b) hemos señalado, hay dos se levanta empajiada de miste­
ponsable lia sido unánime en superficie lodo un transido y destinos cruzados en torno al rio y «le desesperación. El en­
atribuirle el primer lugar doliente mundo de máscara» de problema de la libertad de dos granaje de nuestro sistema lin­
entre los novelistas de su ge­ restos descoyuntados, de formas parejas desesperadas que hu­ güístico es una cosa muerta,
neración y basta lo han com­ que el aflojamiento general de yen del infortunio, llevando si no se penetra bajo los sím­
parado a menudo con Poe y las cadenas lógicas y racionales, consigo con patética seguridad, bolos que ocultan el secreto
Dostoiewsky (Reval). deja en libertad. la visión de una catástrofe fi­ de los conflictos y de los su­
Y en un prolijo y concien­ El mundo de William Faul­ nal. frimientos, allá en su profunda
zudo estudio que a la nueva kner es estrictamente represen­ e inexplorada raiz”.
literatura norteamericana dedi­ E 11 "El Villorrio" ya son cuatro
tativo de esa situación. Torio
las novelas superpuestas. Cada Van Wyck Brook encuentra
ca el crítico Morton Dauwen lo que muestra, lleva el signo
Zahén se nos dice que: una de ella» puede interpretar- en él, como en algunos otros
«leí aplastamiento y la desola­ novelistas de su tiempo “una
. se como independiente y el
«FAULKNER es un escri­ ción. Andró Malraúx. que lia
solo vínculo que las une, es el afirmación desesperada*’ y cree
tor independiente, pero tiene presentado a Faulkner al pú­
terrible destino que conduce «pie ••por la profundidad de
algunos puntos de contacto blico francés, tan cartesiana­
ciegamente a cada uno de los esta «íesesperación se puede
con la ESCUELA LITERARIA mente ¡mpreparado para gozar­
ángeles caídos. medir la magnitud de las es­
DEL SUR que durante 20 años lo. dice que “en el universo peranzas fallidas”.
contribuyó altamente a la cul­ de Faulkner no hay propiamen­ En cuanto al uso de la unidad
do tiempo de indispensable a«'a Pero sea como fuese, testi­
turo contemporánea de los Es­ te: hombre, sujeto, valores ni monio y espejo: agonía y eva­
tados L nidos. Esta escuela sur­ psicología, a pesar de los mo­ (amiento en los cánones de la
novela clásica, Faulkner lia es­ sión; forma y contenido: todo
gió del esfuerzo por investigar nólogos interiores de sus pri­ lo que lleva su sello es ade­
críticamente la vieja cultura meros libros hay, en cambio, timado p o sib le omitirla. En
“Ibsalom. Absalom" demuestra bri cuado, es jierfccto y es bello,
clásica de la Confederación; un destino tendido y único, con relación al mundo deses­
su derrota frente al mercanti­ detrás de todos sus pobres se­ lian (emente «pie acontecimien­
tos que comenzaron a hilarse perado y patético que rodeó
lismo del Norte y las posibili­ res, todos semejantes y todos
en 1909, pueden ser interferí su vida y que él reprodujo
dades de su restauración. Sus distintos, tal como la muerte con su lenguaje de símbolo
escritores, encabezados por detrás de una sala «le enfermos «los por otra secuencia de he­
con profunda honradez y con
JOHN CROWE RANSON - incurables.” chos tiue comenzaron a rodar
en 18o3 y finalmente resolver­ intensa piedad y sufrimiento.
ALLEN TA TE Y ROBERT Otro lector crítico «le Faul­
se hacia 1910, manteniéndose, Nada más podemos pedirle.
PEN WARREN, tenían moti­ kner asiente vivamente en la
vos esencialmente estéticos. afirmación de Malraux y en­ 110 abstante, la unidad del re­
lato. 20 de Agosto de 1946.
Veían la tradición del Sur co­ cuentra que en toda la obra
mo una norma histórica, una de William FauLkuer “brota Tal es, a grandes rasgos, la H E ltlB CAMPOS CERVERA
pag. asunción, diciembre de 1955 cuenco

& ose
.!#»■ XriKJk *»T.A

José L. Parodi se ilcliuoa ya período «Icl ámbito peruano, co ­ imitación «le forma, y la cerámi­ vn*. Una pieza cerámica no c*
con vocación > capacidad no co­ mo el nazca, evaden esc signo ca llena ciertamente esta condi­ solamente un pretexto ni desplie­
munes para la cerámica desde su estático. No sé si »e ha internado ción en grado sumo; pero ella c» gue, jamás exhausto, del ritmo;
primera exhibición como alumno alguna vez investigar ciertos ex- al propio tiempo y en grado muy a ln conjugación, siempre abier­
de la» clase» «pie auspiciados por tremo» de la historia precolom­ superior a otras arte.*, tiosmutn- ta n posibilidades, «le líneas y
el Caniro Paraguayo Americano bina basándose en la distribución, volúuioiio»; es también y simultá­
dirigiera alguno» años quien esto «le esos ritmos dinámicos en el neamente, pretexto para revestir
escribo. Sucesivas muestras co n ­ mapa de ln plástica americana de o la nrcilln deleznable de una
juntas perfilaron desde 1947 a la prccon«iuistu). Lu cerámica de P a­ dignidad superior, infundiéndole
fecha una trayectoria hecha de rodi. a la vez «|ue avanza como esa apariencia a ln que me be
responsabilidad y dedicación. una proa al encuentro de nues­ referido, de sustancia distinto,
tra sensibiliilad su impregnación alejada del barro por inconmen­
telúrica, aspira a traducir «»1 la­ surable* distancia* estética». Así
tido «le esta época. urgentemente el barro mima la nndem pulida,
d i n á m i c a , p o r espirítualmentc el granito, el metal, lo obsidia­
exacerbada. Si Julián de la He­ na. Lo» minia con recursos de
rrería. el maestro, es, desde el ri mismos extraído* condición
punto «le vista «leí estatismo y el sine quimón recurriendo única-
equilibrio, uu clásico, Parodi re­ enmonto ni fuego, el trnnafigiira-
sulta un barroco. No cotí el bn- dor supremo, para acrisolar su*
rro«|uismo «pie hizo el «rsplcndor má» recóndita», sorprendente*
«le ln época maya, en ln cual la nobleza»
superposición do elemento» diná­
Parodi lia logrado en muchas
micos a una estructura estática
pieza» sugestivos efecto» de már­ I cerámico, dejan «le ser objeto*
denuncia el intento de tregua en­ decorativos, y son. como una es­
mol, de ágata o de óuix. «le vieja
tre corrientes espirituales - y cul­
plata o «Ir patinado cobre. Así la cultura cualquiera o un cuadro,
turales por tanto • «'omrastautcs.
estatuilla o el vaso n<l<|uieren ran­
sino con el barroquismo integral, entes artísticos autónomos, con
go artístico inédito, y se perfilan
armonía de estructura y «lecora- »u ámbito estético propio, inde­
como lo quieren la» nueva* co­
tiva, «pie hizo la rítmica intensi­ pendiente.
rriente» re valorizado ras de este
dad «le las culturas chimó y naz­ arte viejo Ooiuo el mundo: com o 1.a» esculturas cerámicas de
ca. So explica aquí la observación
obras poseedora» «le una categoría Parodi poseen «sa dignidad, crean
«le .un critico argentino, “ sorpren- en torno suyo esa aura «-stética
peculiar y aparte, ol margen ya de
«le como sobe Por«>di conservar característica de ln obra de nrte
JU U A N I)K LA H ERRERIA; tas llamadas artes decorativas. La
el carácter aborigen aún en loa
cerámica, a la luz «le estos re­ que en sí misma halla razón y
arabescos más avanzados”. AgualuiHt* de Luis Sánchez Felipe justificación. K* un triunfo del
c ie n te » conceptos r r i t i c o s . s e
Así lleva este nrtiMu a más le­ emancipa «le esa condición «loco- artista laborioso y sincero, y a la
Su obra, aun corta - unos cien jana* con»ecuencios nno de lo* vez un triunfo de nuestra* arto».
rntivn. en cuanto esta es sinónimo
modelos en diez año» • refleja la múltiple» rumbos indicados por
búsqueda, ardorosa y a la vez re­ Julián de la Herrería en su obra:"* *ci£n de la materia bári«;a, itupo* de servidumbre o subordinación Que no lo» obtiene tan amenudo
flexiva. «le mtn expresión acendra­ la actualización total de la forma sicíóu de apariencia» míe- estética; una estatuilla, uu vaso como el deporte.
da meóte personal Si la raíz «le conservando no obstante la raíz •I
»u inspiración hay «pie buscarla hundida en el fecundo terreno de
en la obra «le Julián «le lo H erre­ lo «'»tético americano. Piezas co­
ría • ¿quién habría hecho cerámi­ mo "Cuñá-mboi". “Ayura porá”, y ^ ///////////////////////////////M ^ ^
ca «?n el Paraguay, «le no haber “Tatatí poí". “ Ñúbil”, “Turó”,
existido tq u ív • Y si el mismo “ Yatvtá". “Tam borero", “Tesare-
Parodi-reconoce lcalmcntc lo «pie
en materia «lo orientación debo a
sus primeros guía», ello no pue-
<!«* computarse bíuo como un
mérito más ni estimar lo actual
có", “Sy". “ Yrapó”, para »ólo citar
algunas, o sus plato* “ Mboracjhú
vertiré”, “ (.'tirundú”, entre otros
son refh-jo elocuente de este
momento de su trayectoria en el
palabras casi dichas i
CUM PAÑIS
personalidad del artista, vn que cual hacen feliz confluencia los Atardeciila hoy iu¡ pupila Porque asumimos
pora definir* ésta ha debiilo libe­ factores estético* por él persegui­ de rio y resolana, los pie» y la postura
ra rse - en el más puro sentido - dos: inspiración en lo ancestral, desnuda mi presencia para nudar desde ln vida,
«lo esas primeras influencia», po­ definición moderna en línea y de azahares. -caballo de caminos-
ra; sin «lejar la huella, configurar masa, faz técnica propia. desnuda y eon memorias: y sencillamente
ni propio tiempo non fisonomía Que ésta sea su modalidad defi­ con un perfil distinto luista la vida;
independiente. Persiguió pues ln nitiva. no podemo» asegurarlo-’ hecho de pino», aii«cutes del reloj,
autenticidad del propio perfil o de lugar común es «pie en el arte de pinos y de mares: -huciéndolo-,
través de la ninrañu de las su­ la solución «le un problema no desde este perfil nuevo sobre un tiempo acodado i
c? sino el puente hacia proble­ n donde vuelvo hecho sangre ya en la muerte,
gestione» y lia conseguido inte­ otra vez n remontar el rio nadando de perfil
ma» nuevos; pero no cabe duda
grar rasgos inéditos en nn manejo «le «pie esta etapa, en ln cual de mi sangre, y en alborada
por lo meno» es de presumir quiero arrimar el corazón. bajo un cielo pintado
se demore el artista largo rato, •mi corazón despierto- y n destiempo.
basta apurarla en sus experien­ n aquellos que conmigo
cias y posibilidades, representa izaron sus palabras Porque construimos
un momento por demás intere- y sus manos. el sueño de ln <*dnd del hombre.
-ante en *n carrera, y también y encendieron sus años, paralelos; del hombre, simplemente.
iorquc •elemental, materno-
«Icntiro «le la trayectoria de lo
que ya la critica extranjera bn
Í
insta ln risa c» «le color snlobrc con rostro de ventana

!
«Jifcrcncia«Io como “escueln cc- en et te panorama de distancias y en setiembre,
ramísticn paraguuya", dándole y el sollozo se nromn con sangre a mediodía,
así p elon ería como hecho artís­ con luz y luz de nombre». un corazón detrás de la solapa
tico conjunto en el panorama y una desembocadura cabal
de la cerámica continental. para su llanto.
Porque en la noche omiga
Parodi, tra» manejar lo- distin­ y jazminero Porque . . :
tos procedimiento* cerámico*, pa* compartimos la copa. al decir estas palabras,

i
rece haber elegido básicamente la mirada, la sed •cari dichas-
el engobc. «jue fué también el o ln voz flameante yo quemo el corazón,
procedimiento decorativo de elcc- o simplemente el aire. mi corazón con »u raíz
£ ción de los arte-anos precolom­ o ese más simple pon del «ilencio. de tierra,
Impreca en lo* Tallrrr* Critico*

binos, y cuya reviviscencia debe­ con su penacho verde,


CASA AMERICA Morvoo Hnoi.

mos! a Julián «le la Herrería. En mi corazón con cielo de esperanza,


o«tc aspecto de la recuperación -- Porque aprendimos juntos mi viejo corazón «le primavera.
tarea larga pero hermosa de lo el oficio inicial
estético aborigen, Parodi ha des­ de mirar el lucero Y . . . basto el regreso,
plegado intenso esfuerzo. Sus sobre un cielo de esteros y de truenos. amigos,
ntijlaX «leí terna uuiorii-nno, del pieza» «Inn testimonio de ello, y subvertido, tened yn mi nostalgia
guaraní en partí colar. también «le lo» logros. Sus en- cuando apuramos de lapacho,
Caracteriza su» piezas m ás re­ gobos tienen categoría muy p e r también la travesía y florecida y siempre
cientes un ritmo «linámico. que sonnl. Con ellos y partiendo de para poner presente como el lapacho,

I
l»?ta do por sí n situarlos en nn ellos ha conseguido lo que for­ «*n «ísta hora embanderada. am igos. . .
plano d i s t i n t o de la« de sus ma el desiderátum de todo cera­ Madrid. 27 de agosto de 1954.
maestros, más ceñida» sí lo estático mista: nueva» apariencias y suges­
RU BEN B A R E 1R 0 SAGUíER 3J
aborigen (En América, sólo el tiones de la muterin.
ámbito azteca y maya, y algún Todo orto es radicalmente tros-

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