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Documento exclusivo para docencia

El lenguaje de las
piedras

Migmatita

LUIS GODOY
EL LENGUAJE DE LAS PIEDRAS

En la película “Un lugar en el mundo”,


un geólogo español (Hans, interpretado por
José Sacristán) llega a un pueblo del centro de
Argentina contratado por el cacique local para
realizar un estudio geológico de la región.
Mientras reside en ese pueblo, entabla
amistad con el personaje de Federico Luppi
(Mario), que es el profesor de la escuela, y este
le convence para que dé unas clases de geología
a sus alumnos. En una de las mejores escenas
de la película, Hans les dice a los chicos que las
piedras hablan y que solo los geólogos
entendemos lo que nos cuentan.
Otra posible metáfora es comparar las piedras
con un libro, como en este tuit:

El afloramiento
Ya ves lo que es,
una losa de apenas 2 m2
en la que se aprecia la
típica heterogeneidad de
las rocas metamórficas
afectadas por procesos
de migmatización;
recuerda que estamos en
un terreno de alto grado.
No terreno en sentido
tectónico de elemento
alóctono, sino terreno en
sentido catastral.
Al trabajar con
migmatitas, que son de
las rocas más
complicadas que
existen, lo mejor es
dividir el afloramiento en partes. Divide y vencerás, decía el César (el emperador romano,
no el profesor). En la siguiente imagen muestro las zonas claves para entender lo que nos
cuenta esta piedra.
Para relatar lo que le ha
ocurrido a esta roca usaré
otro analogía, esta vez con
el mundo del cine. Según
Syd Field, todas las
historias cinematográficas
cumplen la siguiente
premisa: Tratan de una
persona que está en un
lugar haciendo cosas, es
decir, realizando una
acción.
En nuestro caso
tenemos que cambiar
persona por roca, lugar
por ambiente tectónico y
cosas o acción por eventos
geológicos.
Vamos a dejar de lado por ahora el lugar y nos vamos a centrar en la persona y en la
acción.

1. La acción

Para poder escribir el guion de esta película, debemos saber qué le va a ocurrir a
nuestro protagonista (la roca), tenemos que estar familiarizados con la acción. En este caso,
metamorfismo de alto grado con migmatización. Como la nomenclatura en este tipo de rocas
es complicada, voy a introducir unas nociones básicas para que podamos entendernos.
Como sabes, la migmatización es un proceso metamórfico extremo durante el que se
produce la fusión parcial de la roca. Las rocas migmatizadas pueden dividirse en varias partes,
a saber:
a) La roca original sin fundir o paleosoma (literalmente, cuerpo antiguo).
b) La roca afectada por la fusión parcial o neosoma (cuerpo nuevo). Dentro del neosoma
tenemos:
b.1) Leucosoma, que incluye los minerales claros de la roca y,
b.2) Melanosoma, donde se concentran los minerales oscuros.
La nomenclatura es más compleja, y podes encontrar más detalles en este documento
pdf de la SCMR (http://www.bgs.ac.uk/SCMR/docs/papers/paper_6.pdf), pero con estos
cuatro términos nos arreglamos.
En el leucosoma están los minerales que han fundido; son minerales equidimensionales
(cuarzo y feldespatos) y suelen tener una textura granoblástica, sin orientación, como
corresponde a cristales formados a partir de un fundido.
En el melanosoma se preservan minerales refractarios, que no han llegado a fundir.
Típicamente son biotita, sillimanita, cordierita o granate.

2. El personaje principal

Lo siguiente que hay que hacer es establecer el personaje principal, y definir cuáles
son su mundo interior (cómo se ha formado ese personaje hasta que comienza nuestra
película) y su mundo exterior (el que se desarrolla durante la película).
En el primer recuadro reconocemos la roca original de este afloramiento, la roca sobre
la que recae la acción posterior, la madre de todas las rocas, en definitiva, la roca
protagonista: un ortogneiss migmatítico.

Ortogneiss migmatítico
en el que se aprecian
leucosomas y
melanosomas de arriba a
abajo y otros leucosomas
cruzados en diagonal.

2.1. Mundo interior

Esta roca tiene una historia previa que podemos conocer de manera relativamente
sencilla y que va a condicionar su comportamiento posterior.
Sabemos que es un ortogneiss por la presencia de porfiroclastos de feldespato potásico
y su mineralogía es muy simple: cuarzo, feldespatos y biotita. Luego el protolito debió ser
una roca ígnea félsica. Podemos suponer que esa roca ígnea félsica se formó por la fusión de
material sedimentario supracortical. No parece haber influencia mantélica en su origen
(habría más minerales oscuros). Intuimos que esa roca sedimentaria primigenia se originó por
acumulación de sedimentos procedentes de la erosión de otros materiales posiblemente
también muy cuarzofeldespáticos (una corteza evolucionada, sin influencia del manto). Pero
no podemos ir más atrás sin entrar en un campo totalmente especulativo. Dejamos aquí el
mundo interior del ortogneiss.
2.2. Mundo exterior

Con respecto al mundo exterior del protagonista, la presencia de bandas leucocráticas


de textura granoblástica y de dominios melanocráticos constituidos fundamentalmente por
biotita, nos indica que se trata de una roca en la que ha habido fusión parcial, una migmatita.
Si nos fijamos bien, vemos dos tipos de leucosomas diferentes. Los que discurren de
arriba abajo de la foto están flanqueados por melanosomas, mientras que los leucosomas
oblicuos no. Esta situación es idéntica a la que se aprecia en el siguiente esquema de un tipo
de migmatitas llamado dictionita.
Esquema de una dictionita
sacado de Kornprobst (1996). En
este caso se aprecian leucosomas
(de izquierda a derecha)
asociados al melanosoma, y
leucosomas oblicuos “limpios”.

Según la Subcommission on the Systematics of Metamorphic Rocks (SCMR), que


pertenece a la IUGS, la definición de dictionita es la siguiente:

Pero hay algo más que podemos decir, algo que subyace la trama principal de la
película, y de lo que solo un crítico especializado se daría cuenta. Los leucosomas asociados
al melanosoma se han formado in situ. Esto es evidente porque la extracción y concentración
en bandas del material félsico ha dejado un componente restítico en forma de melanosoma
que lo bordea.
Sin embargo, los leucosomas oblicuos no tienen minerales oscuros relacionados.
Posiblemente se trata de material félsico movilizado, que ha migrado dejando atrás los
minerales más oscuros, refractarios.

3. Otros personajes

Estos movilizados nos permiten presentar otros personajes que también aparecen en
nuestra película. Nos desplazamos ahora al segundo recuadro:

Aquí, salvo en la esquina


superior derecha, no se ve
estructura ninguna. Tampoco se
ve un contacto neto entre la
parte desestructurada y la
susodicha esquinita: es
un contacto difuso, pasas sin
darte cuenta de una zona a
otra. Veamos la foto
interpretada:

En la parte A (la
esquinita de antes) vemos
algunos restos de melanosomas
orientados (marcados en
amarillo) y pasamos mediante
un contacto difuso (marcado, por tanto, con línea azul discontinua) a la zona
B, desestructurada.

De hecho, si solo estuviésemos viendo la parte B, diríamos in dudar que se trata de


una roca ígnea (que lo es).
Al ver su íntima relación con el ortogneiss migmatítico, podemos llamarlo granito de
anatexia, diatexita o incluso nebulita.

En definitiva, una migmatita en un avanzado estado de fusión. Vemos que la


fusión no es un proceso puntual y estático, sino más bien un proceso que evoluciona con el
tiempo, lo que provoca un grado de fusión cada vez mayor. Por otro lado, también es posible
imaginarse que los grandes cristales de feldespato potásico no son neoformados, sino que
proceden del ortogneiss migmatítico.

No solamente se produce un mayor grado de fusión, sino que aumenta también


la cantidad de fundido que se extrae de la roca y migra. En la siguiente imagen vemos
el recuadro tercero, donde una parte de ese fundido extraído cristaliza en forma
de pegmatita.
En la siguiente imagen vemos el ortogneiss migmatítico (A) y un leucosoma con
diferente tamaño de grano, grueso (B) y muy grueso(C). El hecho de que este leucosoma
tenga un contacto paralelo y algo difuso con el ortogneiss por un sitio y un contacto
discordante en otra parte sugiere que el leucosoma es algo tardío respecto al ortogneiss,
aunque este último aún estaba caliente.

Para terminar con nuestra historia, vámonos al cuarto recuadro, en el que vemos
una vena pegmatítica de composición granítica, con cuarzo gris, feldespato rosado, placas
de biotita negra y abundantes prismas de turmalina. Aunque esta vena es paralela a
la foliación del ortogneiss, el contacto es muy neto lo que, unido a la diferente composición
de la pegmatita anterior (que estaba constituida únicamente por cuarzo y feldespato), nos
sugiere que es más tardíay que intruyó cuando el ortogneiss ya estaba frío.
4. Conclusión

Toda esta historia que te acabo de contar ocurrió en un planeta, en varios planetas
pasados, muy diferentes al nuestro. Es una historia que, gracias a estudios de circones
heredados realizados en áreas cercanas, podemos asegurar que empezó hace unos 600 Ma,
con la acumulación de sedimentos procedentes del N de Gondwana en su margen continental.
Esos sedimentos fundieron durante el Ordovícico inferior (~480 Ma), se convirtieron en
ortogneisses y posteriormente se migmatizaron durante el Carbonífero, volvieron a la
superficie y los vemos ahora gracias al levantamiento orogénico (del Sistema Central durante
el alpino y a la erosión del río Aceña). Es casi un milagro que seamos capaces de contar esta
historia en nuestro planeta actual.

5. Referencia

Álvaro, M., Peinado, M., Fúster, J.M., Bellido, F., Capote, R., Villaseca, C., Fernández
Casals, M.J., Navidad, M., González Lodeiro, F., y Casquet C. (1981). Excursión sobre el
metamorfismo y estructura de las series preordovícicas del Sistema Central y plutonismo
asociado. 7-10 de septiembre de 1981. Cuadernos de Geología Ibérica 7, 53-104.

https://veritasestinputeo.wordpress.com/2014/05/09/el-lenguaje-de-las-piedras/

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