Cuando el espíritu del hombre está dormido, éste es gobernado por los
deseos de su alma y sólo cuenta con cinco antenas que son los cinco
sentidos como el olfato, el oído, el tacto, la vista y el gusto.
Una chica se enamora de quien cree que es su príncipe azul pero al tiempo
de haberse casado se da cuenta que era morado. Es que el alma tiene una
especie de miopía, no entiende las cosas del espíritu. La Biblia dice que lo
que es nacido de la carne, carne es y lo que es nacido del espíritu, espíritu
es. Entonces, mientras el espíritu está dormido, el alma hace planes;
juguemos en el bosque mientras el lobo no está. Al alma le gusta gobernar,
se sienta en el trono del hombre y éste toma decisiones de acuerdo a lo que
le parece o siente. Algo diferente sucede cuando una persona es tocada por
Dios y Él despierta su espíritu. En ese momento se abre una nueva
dimensión. Cuando yo estoy bajo los designios de mi alma, estoy
trabajando en determinados proyectos, pero cuando Dios despierta el
espíritu, comienzo a ver otras cosas que no veía, totalmente distintas al
propósito y dirección que tenía mi alma. ¡O gobierna tu alma o tu espíritu!
¡Tu espíritu es de Dios y le pertenece a Él! ¡Tu espíritu anhela las cosas de
Dios! Jesús dijo: “…el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la
carne es débil…” La carne no entiende ni acepta las cosas del espíritu, por
lo tanto, ésta tiene que ser sometida bajo el poder del Espíritu Santo.
Me llamó mucho la atención lo que dice Esdras, porque Dios no sólo puede
despertar el espíritu de un creyente sino también el de un incrédulo,
idólatra, quien de pronto, declara como Ciro: “Jehová el Dios de los cielos
me ha mandado que le edifique casa…” ¡Este hombre vio algo que una
persona común no vio!
1
Me imagino el espanto de los demonios cuando ven que Ciro hace algo que
ellos no habían programado. Digamos que tú estás programado por los
demonios, quienes te inducen a pensar y sentir determinadas cosas, pero
de pronto sales con algo que ellos ni se imaginaban. Resulta que Dios
encendió tu espíritu y tú comienzas a hablar de tal manera que los
demonios se perturban porque no saben de dónde has aprendido eso ya
que ellos habían trabajado toda la vida para que tú seas un “turro”. Ahora,
de pronto, comienzas a amar a Dios, a tu prójimo y haces cosas que los
descolocan.
Habrá habido algún judío que logró establecerse en sesenta años, que creó
una industria para fabricar telas y venderlas en el reino, una persona
subyugada junto a su familia, más o menos estable, pero que no se
imaginaba que Jerusalén y el templo serían reconstruidos. Ellos estaban
muy tranquilos haciendo lo de todos los días, igual que muchos cristianos
que hacen obras buenas. Tú le preguntas a alguien cómo sabe que es un
cristiano y esta persona te responde: “Yo soy una persona bien, me llevo
bien con todo el mundo, hago todo el bien que puedo”. ¡Tiene una vida
aburrida! “¿Y qué haces de trascendente?” “Bueno, yo no le dejo faltar
nada a mi familia, estoy criando a mis hijos, amo a mi esposa”. ¿A eso sólo
has venido al mundo? ¿No tendrá Dios algún plan contigo, algo que te haga
vibrar, un fuego que no puedas resistir? ¡Algo! Yo veo lo que está
sucediendo con la iglesia Misión Vida y cada vez me enciendo más. ¡Hay
que ver lo que hace Dios cuando enciende un espíritu!
Hablé con una joven que en un tiempo le entregó a Dios su carrera y sus
planes, ¡y el Señor la ha tocado de una manera poderosa! Ella me dijo:
“Pastor, yo estoy hablando con alguien y comienzo a sentir el dolor que está
sintiendo esa persona. Cuando se va, me pongo a orar por ella”. ¡De pronto
comienzas a ver cosas que no veías! Ahora puedes ver el dolor de la gente.
De pronto comienzas a ver que Dios quiere un hogar de niños en Haití. ¿A
quién más se le va a ocurrir? Cuando Dios despierta el espíritu, las personas
comienzan a hacer cosas que nunca había pensado ni soñado, tal como
declara 1ª Corintios 2:9: “9Antes bien, como está escrito: Cosas que
ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las
que Dios ha preparado para los que le aman”.
¡Gloria a Dios! Notemos aquí que dice, cosas que ojo no vio ni oído oyó, ni
se han manifestado en el corazón de los hombres; todas son alusiones de
cosas que el alma no puede detectar, que vienen de otra visión, esas son
las cosas del espíritu. Así que está la visión de la psiquis, o sea, cuando los
sentidos envían señales al cerebro y éste lo procesa, esas son cosas del
alma. Hay un nivel de entendimiento o discernimiento, de proyectos y
2
propósitos que es netamente carnal y humano, pero cuando Dios despierta
el espíritu, podemos tener otra visión que ha de verse con los ojos del
espíritu y no con los físicos. ¡Si Dios despierta tu espíritu verás cosas que no
se ven con los ojos físicos!
Me contaron que ingresó al hogar una niña de cinco meses y tenía que estar
a cargo de alguien que la cuidara y durmiera con ella. Entonces se la dieron
a Natanael y a su esposa para que ellos se hicieran cargo. Me dijeron que
mi sobrino le cambia los pañales a la niña y llora de emoción. Fueron sus
palabras al contemplar a la bebé de cinco meses: “Esta niña no tiene a
quién decirle papá ni mamá, ahora yo seré su papá y mi esposa su mamá”.
¡O él o Dios está mal! De pronto, el Señor valora a esa niña de cinco meses
y tal vez a Él se le ocurrió que todo lo que quiere para ese matrimonio es
que dedique su vida a formarla, entonces, Dios considera más importante
esa tarea que algún otro plan de estudio, de trabajo, de viaje, etc. Tal vez
nosotros no valoramos las cosas como Dios las valora. Mas cuando Dios
despierta el espíritu, de pronto tú comienzas a valorar lo que nunca te
habías imaginado que valorarías. Allá está Natanael quien dejó atrás su
3
familia, sus estudios y sus planes, llorando de emoción porque Dios lo está
usando para bendecir a esa niña.
4
quitarte la paz, para afligirte y entristecerte, y lo hace para detenerte,
porque cuando tu espíritu está activado y cumples los propósitos de Dios,
sucede que le estás haciendo la guerra al infierno y destruyendo los planes
de satanás.
El rey Ciro había dado la orden para edificar los muros pero al diablo no le
importó nada y usó a los vecinos para frenar la orden del rey. Éstos
comenzaron a planear cómo hacer para detenerlos:“1Oyendo los
enemigos de Judá y de Benjamín que los venidos de la cautividad
edificaban el templo de Jehová Dios de Israel, 2vinieron a Zorobabel
y a los jefes de casas paternas, y les dijeron: Edificaremos con
vosotros, porque como vosotros buscamos a vuestro Dios, y a él
ofrecemos sacrificios desde los días de Esar-hadón rey de Asiria,
que nos hizo venir aquí” (Esdras 4:1 y 2).
La intención de ellos era dividir y romper, entonces Esdras tuvo que orar
mucho, no por la obra sino por los temores que infundían aquellos que
tenían bronca por la obra que iban a hacer. ¿Qué pasaba en realidad? El
pueblo de Israel tenía una serie de ritos religiosos y consistía en presentar
ofrenda sobre el altar en Jerusalén, degollando animales que oficiaban de
sustitutos del pecador que los presentaba, entonces Dios recibía ese animal
en sustitución del pecador. Pero por mandato de Dios, había sólo un lugar
en el mundo donde el Señor podía recibir esos sacrificios y era en Jerusalén,
en el Monte de Sión. Entonces, cuando el pueblo fue llevado cautivo, no
hubo más sacrificios, así que por sesenta años, el pueblo de Israel no podía
buscar el favor y el perdón de Dios porque no había altar ni templo. Era un
pueblo descarriado y sin esperanzas. Pero cuando el rey Ciro autoriza
reedificar el templo, ellos van y lo primero que hacen es restaurar el atar,
por lo que hay gran celebración. A partir de ese momento el pueblo
comienza nuevamente a invocar sobre el altar el favor y el perdón de Dios.
Pero los enemigos se opusieron y el diablo estaba como loco porque sabe él
que cuando los pecadores se presentan delante del altar pidiéndole perdón
a Dios, los pecados son limpiados y se renueva la relación con el Señor. Por
lo tanto, edificar el templo y restaurar el altar era guerra contra los poderes
del infierno y era destruir los planes de satanás. Si lees en el libro de Esdras
te darás cuenta que el freno más grande era el temor, y no lo que había
que edificar.
5
¡Ah, señor mío! ¿qué haremos? 16El le dijo: No tengas miedo, porque
más son los que están con nosotros que los que están con ellos”.
¡Quien tiene el espíritu despierto no tiene miedo! “17Y oró Eliseo, y dijo:
Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces
Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte
estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor
de Eliseo” (2ª Reyes 6:17). Lo que vio el criado cuando sus ojos
espirituales fueron abiertos fue un ejército celestial, entonces se le fue el
miedo, porque Eliseo le pidió a Dios que lo despertara para que pudiera ver.
Seguimos leyendo en 2ª Reyes 6:18: “18Y luego que los sirios
descendieron a él, oró Eliseo a Jehová, y dijo: Te ruego que hieras
con ceguera a esta gente. Y los hirió con ceguera, conforme a la
petición de Eliseo”.¡Una vergüenza para el ejército de Siria! Es que Dios
defendió a sus siervos y le dio visión espiritual para que no temieran.
Hay muchos no quieren servir a Dios porque temen perder algo que aman.
Yo tengo que ser reiterativo con esto del temor; si dentro de ti albergas
temor, entonces no servirás a Dios. Si te gobierna el temor, tú no eres
valiente. Y te aseguro que cuando Dios despierte tu espíritu tú dejarás de
ser un cobarde. Pero algo sí es seguro, que tú no puedes jugar al
cristianismo y que Dios necesita despertar espíritus dormidos porque su
obra se hace con gente que tenga el espíritu despierto. ¡Dios despierta a
quienes lo aman! Cosa que ojo no vio ni oído oyó, ni han subido en corazón
de hombre son las cosas que Dios ha preparado para los que le aman. Los
proyectos del espíritu y sus propósitos, que no se perciben con el oído ni
con los ojos, ni vienen al corazón, son las cosas que Dios ha preparado para
los que le aman. Entonces, a quien ama a Dios, Él le despierta el espíritu.
Yo te aconsejo: ¡Ama a Dios!
6
“Señor, te adoramos y te bendecimos. Despierta nuestro espíritu, Padre,
queremos ver esas grandes cosas que tienes y anhelamos hacerlas. Te
glorificamos Señor, te exaltamos. Recibe toda honra y toda gloria. Te
alabamos y bendecimos tu nombre, Señor. ¡Queremos ver! ¡Danos los ojos
de Eliseo y de Ciro el persa! Danos los ojos de aquellos que tú despertaste
para ir a edificar el altar. Danos los ojos de aquellos que tienen tus grandes
visiones, Padre. ¡Activa nuestro espíritu Señor, te lo pedimos en el nombre
de Jesús! ¿Qué será de nosotros si tú no nos despiertas, Dios? Hoy
reconocemos delante de ti que nos hemos esforzado tanto y hemos hecho
tantas cosas que no provenían de ti, y te pedimos perdón Padre, en el
nombre de Jesús, amén”.
Cuando tu espíritu ha sido despierto por Dios, ves lo que realmente debes
ver y hay menos margen de error en todo lo que emprendes, sea noviazgo,
trabajo, etc. Cuando te propones hacer algo y tu espíritu está despierto,
llevas a cabo la obra que Dios planeó y no tus planes. ¿No estás cansado de
hacer tu voluntad? ¿No quieres probar que Dios despierte tu espíritu y lo
vivifique; que lo ponga sobre tu alma y ésta se tenga que aguantar en el
molde porque ahora domina el espíritu? ¿No quieres probar lo tremendo que
es el poder y la victoria de Dios? ¡Hoy es el día! Este es el día en que debes
decirle que estás cansado o cansada de fracasar, que te dices cristiano pero
hace años que estás estancado o estancada en el mismo charco y no sales.
¡Yo veo cristianos patinando hace años en el mismo lodo! ¡Sal de ahí!
7
Despertados en el espíritu
Hageo 1: 13-14 Entonces Hageo, enviado de Jehová, habló por mandato de Jehová al
pueblo, diciendo: Yo estoy con vosotros, dice Jehová. 14 Y despertó Jehová el espíritu de
Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué hijo de Josadac, sumo
sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo; y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová
de los ejércitos, su Dios,
Introducción
Cuando la persona se mueve en el espíritu, se mueve en el ambiente espiritual y trabaja en el
campo espiritual de la obra de Dios, por consiguiente lleva a cabo la labor correspondiente para
el tiempo en que la persona vive, de acuerdo a ese programa que ya está determinado por Dios.
En los días del Profeta Hageo fue el tiempo de la construcción del templo para Dios.
El pueblo de Israel cuando regreso del cautiverio de Babilonia se vieron sin un techo y en el
lugar de edificar la casa de Dios se pusieron a construir sus propias casas. El pueblo decía: "No
ha llegado aún el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada.”
Recuerde que si el pueblo no tenía la casa o el templo de Dios, no tenían dónde efectuar los
sacrificios de la expiación y por consiguiente no estaban reconciliados con Dios. Analicemos
con más cuidado esas palabras: “Todavía no es el tiempo”, o sea, que pensaban que como
estaban, estaban bien, pensaban que no necesitaban ser reconciliados con Dios. Era necesario
que fueran despertados en el espíritu para que iniciaran los trabajos en Dios. ¿Qué es ser
despertados en el espíritu?
8
espiritual, por lo tanto se debe de entrar a vivir en ese ambiente. 1Corintios 2: 14 Pero el
hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y
no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
Vivir en un ambiente espiritual, es dormir, comer, alegrarse, trabajar, moverse y deleitarse en lo
espiritual.Dios no es carnal o material sino Espíritu, un ser espiritual. El culto carnal, material o
mundano simplemente no armoniza con su naturaleza de Ser espiritual, por lo tanto debemos
dejar a un lado todos nuestros impulsos carnales, de lo contrario no nos deleitaremos en Dios en
cualquier lugar que nos encontremos ya que Dios está en todo lugar.
Conclusión
Los judíos decían: No es tiempo de reconstruir la casa de Dios (Hageo 1: 2) es como decir no ha
llegado el tiempo de vivir en lo espiritual de Dios, y eso es parecido al pensamiento de muchas
personas que dicen: No es tiempo para estar creyendo en Jesucristo, no es tiempo para recibir a
Cristo como Salvador, es como decir: No es tiempo de vivir en lo espiritual”. Las personas están
erradas en sus pensamientos, hoy es el tiempo de despertar nuestro espíritu para vivir en las
cosas de Dios, (2Coritntios 6: 2)