EL CONFLICTO ENTRE SAÚL Y DAVID

David, Jonatán, y Saúl.

1. (1 de Samuel 18:1-4) La amistad entre David y Jonatán.

Aconteció que cuando él hubo acabado de hablar con Saúl, el alma de Jonatán quedó ligada
con la de David, y lo amó Jonatán como a sí mismo. Y Saúl le tomó aquel día, y no le dejó
volver a casa de su padre. E hicieron pacto Jonatán y David, porque él le amaba como a sí
mismo. Y Jonatán se quitó el manto que llevaba, y se lo dio a David, y otras ropas suyas, hasta
su espada, su arco y su talabarte.

a. Aconteció que cuando él hubo acabado de hablar con Saúl: Cuando David terminó la
conversación de “después de matar a Goliat” con Saúl, su fama en Israel estuvo asegurada.
Realizó un extraordinario acto heroico y fue inicialmente bienvenido por el liderazgo de Israel.

b. El alma de Jonatán quedó ligada con la de David, y lo amó Jonatán como a sí mismo:
Jonatán, el hijo de Saúl, apareció antes en 1 de Samuel 14. Él es el extraordinariamente
valiente hombre de fe que inició una batalla en solitario contra los Filisteos.

i. Jonatán era muy parecido a David. Eran aproximadamente de la misma edad, aunque
Jonatán era por lo menos cinco años mayor. Ambos eran osados, ambos eran hombres de gran
confianza en Dios, y ambos eran hombres de acción. Sobre todo, ambos tenían una relación
real con Dios.

ii. Al mismo tiempo Jonatán y David eran diferentes. Jonatán era el hijo primogénito del rey (1
de Crónicas 9:39) y David era el hijo menor de un granjero. Esto hacía a Jonatán más que un
príncipe, él era el príncipe heredero. A las expectativas de todos Jonatán sería el próximo rey
de Israel.

c. El alma de Jonatán quedó ligada con la de David: Esto sucedió después de que David hubo
acabado de hablar con Saúl. Jonatán escuchó a David dar una extendida explicación de su
corazón y su fe en el Dios viviente, y entonces Jonatán supo que él y David tenían el mismo
corazón. Ellos no hubieran podido ser amigos tan íntimos hasta que Jonatán supo eso sobre
David.

i. De la manera en que la mayoría de la gente piensa, Jonatán era el que más tenía que temer
del éxito de David. Sin embargo el amó a David, porque lo que tenían en común – una relación
real con Jehová Dios – era mucho más grande que cualquier diferencia.
d. Y Saúl le tomó aquel día: David nunca más sería sólo un pastor. David aún tenía el corazón
de un pastor, pero sería algo más que un pastor.

e. E hicieron pacto Jonatán y David: Dos hombres, cada uno en camino hacia el mismo trono –
sin embargo hicieron pacto de amistad que probaría ser más fuerte que los celos, la envidia y
la ambición.

f. Y Jonatán se quitó el manto que llevaba, y se lo dio a David, y otras ropas suyas, hasta su
espada, su arco y su talabarte: Cuando Jonatán le dio a David el manto y su espada, dijo con
esta acción, “Tú serás el próximo rey de Israel. Debes ser vestido y armado como el príncipe
heredero. La mano de Dios está contigo y estás te pertenecen por derecho.” Debido a que
Jonatán estaba rendido a Dios podía ver la mano de Jehová con David. Él conocía el destino de
David y estaba perfectamente dispuesto a hacer a un lado su ambición para honrar la elección
de Jehová.

g. Se lo dio a David: Por su parte, David recibió el manto y la espada de Jonatán. Pero no dijo ni
pensó, “Bien Jonatán, Todos vemos quién es el jefe por aquí. Ahora apártate de mi camino
porque voy a reemplazar a tu padre tan pronto como sea posible.” Pasarían alrededor de 20
años para que David recibiera el trono de Israel y reemplazara a Saúl. Si Jonatán estaba listo
para reconocer a David como la elección de Dios para el próximo rey, David estaba dispuesto a
dejar que Dios lo pusiera en el trono, y a que lo hiciera en Su tiempo. Ambos hombres estaban
totalmente sometidos a Jehová.

i. David no pudo recibir la armadura de Saúl pero recibió la armadura de Jonatán, no sólo
porque eran más similares en tamaño. Más importante aún, compartían la misma alma.
Ambos amaban a Dios y vivían más para Él y para otros que para ellos mismos. David y Jonatán
sabían que si las circunstancias fueran al revés, David haría lo mismo por Jonatán – porque
compartían la misma alma.

ii. Si el asunto de “¿quién será el próximo rey?” no estuviera resuelto en los corazones de
David y Jonatán, nunca hubieran podido tener este tipo de amor cercano y amistad. Ellos se
amaban mutuamente más que al trono de Israel porque amaban a Jehová más que al trono de
Israel.

iii. Algunas personas vieron una relación homosexual en el amor entre David y Jonatán.
Piensan que dos hombres no pueden amarse sin ser algo que la Biblia claramente dice que es
inmoral. Pero la relación entre David Jonatán muestra que la Biblia no condena el verdadero
amor entre hombres, sólo a una relación sexual entre hombres.

2. (1 de Samuel 18:5-9) Los celos de Saúl contra David

Y salía David a dondequiera que Saúl le enviaba, y se portaba prudentemente. Y lo puso Saúl
sobre gente de guerra, y era acepto a los ojos de todo el pueblo, y a los ojos de los siervos de
Saúl. Aconteció que cuando volvían ellos, cuando David volvió de matar al filisteo, salieron las
mujeres de todas las ciudades de Israel cantando y danzando, para recibir al rey Saúl, con
panderos, con cánticos de alegría y con instrumentos de música. Y cantaban las mujeres que
danzaban, y decían: Saúl hirió a sus miles, Y David a sus diez miles. Y se enojó Saúl en gran
manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta
más que el reino. Y desde aquel día Saúl no miró con buenos ojos a David.

a. David Y salía David a dondequiera que Saúl le enviaba, y se portaba prudentemente: David
se sometió por completo a Saúl y buscó servirle prudentemente en todos los sentidos. David
sabía que la manera de ser bendecido era siendo de bendición para su jefe. No socavaría la
autoridad de Saúl de ninguna forma.

i. ¿A dónde enviaba Saúl a David? lo puso Saúl sobre gente de guerra. Esta es una notable
promoción- un hombre de alrededor de veinte años ahora era un “general” del ejército de
Israel.

b. Y era acepto a los ojos de todo el pueblo, y a los ojos de los siervos de Saúl: David
rápidamente se volvió popular entre el pueblo y entre los líderes (los siervos de Saúl). Esto no
fue porque David haya sido un hombre adulador que buscara agradar a los demás. David no
buscó esta popularidad y no dependió de ninguna herramienta carnal para ganarla. David se
volvió popular porque era un hombre conforme al corazón de Dios y el pueblo pudo ver el
amor, la sabiduría, y la paz de Dios en él.

i. Podemos imaginar que la reacción inicial de Saúl fue positiva. “Bien,” pensó. “Mi nuevo
asistente es bien recibido. Todos piensan que hice una excelente elección al integrarlo a mi
personal. Esto está funcionando bien.”

c. Saúl hirió a sus miles, Y David a sus diez miles: David se volvió inesperadamente popular.
Cuando el pueblo de Israel empezó a cantar, todo mundo sabía que David era más popular que
Saúl.

i. Cuando mujeres cantan y danzan en su honor, usted es popular. Cuando pasa en todas las
ciudades de Israel, usted es popular. ¡Esta canción era el éxito número uno en Israel! David
recibió prudentemente esta popularidad porque 1 de Samuel 18:14 dice sobre este periodo de
la vida de David, Y David se conducía prudentemente en todos sus asuntos, y Jehová estaba
con él.
ii. Cuando usted es elogiado y popular, no es prudente dejar que se le suba a la cabeza. David
se alegraba de oír estas palabras de afirmación, pero no dejó que dominaran su pensamiento o
que cambiaran su opinión de sí mismo. El mantuvo el corazón y la mente de un pastor, incluso
en una temporada de gran éxito.

iii. Esto no era fácil. Esto era una prueba, una que el diablo quería usar para derribar a David y
una que Jehová quería usar para edificar a David. David nunca recibió este tipo de
afirmaciones cuando cuidó de las ovejas. Las ovejas nunca le bailaron ni le cantaron
elogiándolo. Ahora David enfrenta el desafío del éxito. Muchas personas que manejan bien la
adversidad caen ante el desafío del éxito.

iv. Pero debido a que David podía estar muy contento y feliz delante de Jehová al cuidar de las
ovejas sin elogios ni popularidad, esto puso su corazón en el lugar correcto para manejarlo
cuando recibió elogios y popularidad. Afuera en el campo del pastor David tenía su corazón
establecido: “Estoy haciendo esto para Jehová. Amo a Jehová, y mi recompensa viene de Él.”
Debido a que su corazón se encontraba en el campo del pastor, David se comportó
prudentemente en todo lo que hacía cuando los elogios y la popularidad llegaron.

v. También vemos esto por la reacción de David al desprecio y a la crítica de su hermano Eliab
(1 de Samuel 17:28-30). Cuando Eliab lo despreció y lo criticó a David no le gustó, pero no lo
destruyó. No lo desanimó. La mayoría de las personas se corrompen con los elogios y la
popularidad al mismo grado que son destruidos por el desprecio y la crítica. Debido a lo que
Dios edificó en él en el campo del pastor, David podía vivir más su ida para Jehová que para las
personas. No era que David no se interesara por las personas o por lo que pensaran, pero
podía poner la opinión del hombre en la perspectiva correcta porque se interesaba más por la
opinión de Dios.

d. Y se enojó Saúl en gran manera: Conociendo su carácter, no nos sorprendemos de la

reacción de Saúl. Saúl no tenía una buena o cercana relación con Jehová. Lo único que tenía
para afirmar su corazón era el elogio del hombre, así que cuando David recibió más elogios
realmente molestó a Saúl.

i. Es una mala señal en un líder cuando resienten o se sienten amenazados por el éxito de un
subordinado. Es una señal clara de debilidad en el líder.

ii. No le falta más que el reino. Esta es una típica reacción exagerada en el orgulloso e inseguro.
Saúl pudo haber pensado, “David hizo bien y hoy tiene su gloria. Yo seguiré sirviendo a Jehová
y recibiré este tipo de elogios otro día.” En vez de eso reaccionó exageradamente y dijo, “ No
le falta más que el reino“
iii. Sin embargo, hay otra cosa actuando dentro del rey Saúl: una conciencia culpable. El
recordaba que el profeta Samuel le había dicho, “Jehová te ha desechado como rey sobre
Israel.” Saúl sabía que su pecado lo descalificaba de ser rey, y se aferró al trono en la energía
de su carne. Un hombre honorable se hubiera hecho a un lado, pero si Saúl hubiera sido un
hombre honorable, no hubiera estado en este aprieto. En vez de eso, Saúl se preocupaba
constantemente, “¿Cuándo me quitará Dios del trono? ¿Quién se levantará para
reemplazarme?” Esta inseguridad, nacida de la culpa, también hizo que Saúl reaccionara
exageradamente a los elogios y la popularidad que David recibía.

iv. Sin embargo la multitud sí elogiaba a Saúl. Ellos cantaban, “Saúl mato a sus miles.” Para
Saúl, no era suficiente matar a miles mientras alguien más mataba a diez miles.

f. Y desde aquel día Saúl no miró con buenos ojos a David: Ahora la mente de Saúl estaba llena
de sospechas hacía David. Empezó a escuchar casi todo lo que David decía con oídos
sospechosos. Veía las acciones de David con ojos sospechosos. Sus pensamientos estaban
retorcidos por la sospecha.

i. “Él le abrió paso a ese vicio demoniaco de la envidia, que desde ese momento en adelante
fue como fuego en su pecho, como un gusano royendo continuamente sus entrañas... Lo veía
con ojos malvados: husmeando en todas sus acciones, y sacando lo peor de todo.” (Trapp)