BIBLIOTECA CLASICA GREDOS, 89 ARISTOTELES ETICA NICOMAQUEA ETICA EUDEMIA JULIO FALL Boner 5 EDITORIAL GREDOSpscsor para a seein greg: Cantos GARtA Gon. “Segon Tas normas lo B €.6, Ig tradvciones de este olen an ade reins por Qe Raciouaso Ca¥nOons INTRODUCCION A LAS ETICAS © EDITORIAL GREDOS, 6. A L._La «ESCRITURA® DE ARISTOTELES: 69 8 5 ellos una amalgama en la que adqui inesperadas, ISBN #4201079 sl ae pen oe cao al266 TIA mIcoMouER 205 (pues no toe acto involuntario ests hecho oon in Justicia), mientras que el ser tratado injustamente fo 48 linplicavico i injusticia. En st mismo, por eonsigien. icy el sulrrlainjusticia ce nenos male, oto pos sees dente, nada impide que sea el mayor tal Eoto, sin tua embargo, no interes a ln teora:éata en elect, con sidera la pleuitis como una enfermedad més grave ue un tropeaén, aunque el caso inverso podria scantecer Por accident, si al tropezar uno cayeray fuera code, Por ello, por el enemigo 0 mutiera it Metaféricamente, y por semelanca, existe, pues, una Justicia, no de uno consige mismo, sino entre clenne + partes de uno mismo: yn una Justicia cualquier sing In’ propia dl amo y el sicro, 0 del espona Is copes, pues en estos mismos terminos se distingue la partes Gional del alma de la irracional y es, ceraciente; al atender a estas partes, cuando parece que es posible + tla injustica eon uno mismo, pues estas partes heeds sufriralgo contra sus propos deseos de sterioae tase bien cabe una ciertafustcia reciproca entre ells, se mefante a la que existe entre gobernantcsy gobernades 18" Quedan, pues, definidas de esta mance la jstci Y las dems’ virtudes morales Algunoscomentaristas quieren ver agu una cities del toe ‘in platnica de a usila assda en Ia armona de las tes partes fel lim y sue vinden LIBRO VI EXAMEN DE LAS VIRTUDES urELECTUALES 1. Las virtudes intelectuales. Determinacién de la recta Puesto que hemos dicho ya mas arriba que se debe clegir el término medio, y no el exceso ni el defecto, ¥ que el término medio es tal cual Ia recta razon dice, vamos a analizar esto. En todos los modos de ser que hhemos mencionado, como también en los demas, hay tun blanco, mirando hacia el cual, el hombre que posee la raz6n intensifiea 0 afloja su actividad, y hay un cier to limite de los términos medios que decimos se encuen- tran entre el exceso y el defecto y que existen en con. cordancia con la recta razén'™. Tal afirmacién es, sin duda, verdadera, pero no es clara, pues tambien en otras ‘ocupaciones que son objeto de ciencia puede decirse, cen verdad, que uno no debe esforzarse ni ser negligente fen mas o en menos, sino un término medio y como lo establece la recta razén. Pero, con esto solo, un hombre "La recta ratén es Ia que determina el justo medio de las v= tudes motes y es obra de Ia sabidura prictca, phronsis, Per el limite © norma de esta recta ranin es ln contemplacion. bre de ta soi, sophie