El miedo a la muerte se deriva del miedo a la vida. Un hombre que vive plenamente
está dispuesto a morir en cualquier momento. Mark Twain
Resumen
Palabras clave
Introducción
A través de una revisión teórica muy elaborada y amplia, se exponen datos esenciales,
construyendo así el recorrido histórico de cómo prácticas tradicionales llevaron a la
legalización y constitución del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses
en Colombia, destacando a su vez, evidentemente, hechos con mucha trascendencia e
importancia.
Marco teórico
Gracias a los antiguos pueblos indígenas ha sido posible elaborar una documentación
fiable de una de las practicas inherentes de la medicina legal, hoy llamada el
levantamiento del cadáver. Esto a razón de un ritual propio que consistía en llamar por su
nombre al caído tres veces; si este no se levantaba se le consideraba muerto. A
continuación, se procedía con la examinación del cuerpo, identificando las lesiones que
este podía llegar a presentar. “Las heridas se medían con espiga de trigo, la ubicación la
señalaban arriba o abajo del corazón, y la profundidad, se decía que por los dedos. En las
características de las heridas se decía que eran secas, moradas, maduras, o en el cuerpo
hecho un solo cardenal” (Gonzáles, 2002).
Es destacable la labor del arzobispo Fray Cristóbal de Torres, quien funda el Colegio
Mayor de Nuestra Señora del Rosario, pues con este crea la primera cátedra de medicina
de la Gran Colombia. No es hasta 1827, bajo el gobierno del general Francisco de Paula
Santander, cuando por primera vez se inaugura el curso de medicina legal en esta misma
institución universitaria, siendo este impartido gratuitamente por los doctores Ricardo
Parra y Camilo Manrique, quienes también dictaban el curso de anatomía humana. Todo
en congruencia con el artículo 17 de la ley 30 de mayo de 1835.
La ley 100 de 1892 creó el Instituto de Medicina Legal de Cundinamarca, que fue
luego organizado por la Ordenanza 45 de 1894, reglamentada por el Decreto
departamental 188 de 1897 e incluía servicios de necropsias, química legal y
toxicología y la exigencia de dos médicos para cada autopsia. (p.328)
Todos estos datos y acontecimientos son de vital importancia para explicar y darle un hilo
conductor a las practicas que se llevarían a cabo por medio de la ley 53 del 29 de octubre
de 1914, creada a manos del doctor Ricardo Fajardo Vega. Junto con Eduardo Lleras
Codazzi se constituiría y se legalizaría el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses,
que se organizó como organismo del Estado en 1914. En ese año la ley dio comienzo al
"Servicio Nacional de Medicina Legal". “La ley 53 reafirmó la oficina central y gestó la
creación de despachos médico-legales en cada una de las capitales de los departamentos;
también facultó a los alcaldes municipales para que inscribieran como médicos legistas
en sus respectivos municipios” (Giraldo, 2014). Este servicio dependía exclusivamente
del Ministerio de Gobierno. Su primer director fue el doctor José María Lombana
Barreneche. Posterior a esta ley se generó la ley 83 de ese mismo año, reglamentando el
ejercicio de la Medicina. Ambas leyes profesionalizaron la práctica médico-legal.
Carlos Ibar en Santiago de Chile, queda admirado por su construcción y consigue los
planos para la construcción del edificio del Instituto. Por medio del alcalde de Bogotá,
doctor Carlos Sáenz de Santamaría, logra que el Consejo Municipal, por un acuerdo
cediera a la Nación un lote en la carrera 13 con calle séptima. En el mes de junio de
1943 se coloca la primera piedra, durante la administración del doctor Alfonso López.
Se inaugura el 24 de agosto de 1948, bajo el gobierno del doctor Mariano Ospina Pérez
(Gonzáles, 2002).
Han sido numerosos los aportes que el instituto ha hecho a la nación. Siendo siempre fiel
a las doctrinas con las que fue fundado, ha afrontado las consecuencias de sacar a la luz
pública sucesos escabrosos o inconvenientes para ciertas elites. La realidad de los
acontecimientos prima, sobre todo; un precepto que se ve reflejado en el trabajo de los
científicos de la muerte.
Conclusiones
En medio de nuestra cotidianidad es necesario ver cómo la muerte misma tiene tanta
importancia y ocasiona tantos impactos de distintas maneras, impactos de orden social,
familiar y psicológico. La manera en que la persona murió es de vital importancia, tanto
si fue provocada, como si alguien externo la ha llevado hasta su fin. Es importante
destacar cómo desde tiempo atrás ya se estaban tratando de revolver las incógnitas que
deja la muerte a su paso.
Con el presente trabajo se buscó dar a entender al lector que el ser humano, aún sin
conocimientos profesionales desde su cotidianidad, sufre una preocupación por el tema
de la muerte. Los grupos humanos de todos los periodos históricos no han sido
indiferentes a las causas de la muerte. En la actualidad nuestra sociedad cuenta con la
ciencia, la cual está a favor de regular la vida, pero también esclarece los hechos que
llevaron a la finalización de esta, y lo realiza por medio de entidades que facilitan y
estudian este acontecimiento que tanto aqueja la vida en el ayer, en el hoy y en el mañana
de la sociedad.
Bibliografía
Rivera Sandoval, J., & Rojas Sepúlveda, C. M. (2005). aproximación a la historia de las
cienciasforenses en colombia (segunda mitad delsiglo xviii-primera mitad siglo xx).
Revista Exhumar, 2, 1-12. Obtenido de
https://www.researchgate.net/publication/317730834_Aproximacion_a_la_historia_de_
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