Anda di halaman 1dari 3

(Palabras alusivas)

"El deshonor que recaerá en nuestra patria si


las naciones europeas triunfan en esta contienda que
en mi opinión es de tanta trascendencia como
la de nuestra emancipación de la España"

Carta del General Don José de San Martín sobre la gesta de Rosas en defensa de
la Patria

Este 20 de noviembre se celebra el "Día de la Soberanía Nacional" fecha en la que


conmemoramos una de las epopeyas más importante de la historia argentina: el
Combate de la Vuelta de Obligado. En aquel entonces (1845), los heroicos soldados
argentinos, en inferioridad de condiciones, resistieron la invasión del ejército
Anglo-Francés, el más poderoso del mundo.

En este día tan especial, a 173 años de aquella gesta maravillosa, tenemos una
excelente ocasión para reflexionar sobre el concepto de Soberanía como expresión
de la emancipación de los pueblos, en vinculación a diversas temáticas que esta
noción nos interpela.

La Batalla de la Vuelta de Obligado permitió que las potencias imperiales de


Francia e Inglaterra se vieran obligadas a aceptar la Soberanía sobre los ríos
interiores de la entonces Confederación Argentina. Por lo que podríamos aseverar
que la gesta contribuyó a reafirmar nuestra Soberanía Territorial, sustrato de toda
Soberanía.

También contribuyó a consolidar nuestra Soberanía Económica, ya que gracias al


desarrollo de la navegación a vapor los grandes navíos mercantes de las
superpotencias podían remontar en tiempos breves los ríos, pretendiendo imponer
el libre comercio y el libre tránsito de sus naves por el estuario del Río de la Plata y
todos los ríos interiores.

Asimismo, la batalla contribuyó al afianzamiento de nuestra Soberanía Política,


por entonces fragmentada entre unitarios y federales que se volcaron a la causa de
la Confederación, obteniendo además el reconocimiento de Chile, Brasil y otros
pueblos de Nuestra América.

Hasta podríamos vincular la figura de Antonio Rivero con la idea de Soberanía


Popular: el gaucho que lideró un alzamiento en las Islas Malvinas en 1833 –seis
meses después de la invasión británica a éstas- que habría muerto combatiendo en
la Vuelta de Obligado.
Reflexionar sobre el concepto de Soberanía debe servir como punto de partida para
pensar otras “soberanías”, piezas de una misma Soberanía en el cumplimiento del
“deber de hombres libres”, como decía el general José de San Martín.

En esta coyuntura histórica, el mejor homenaje que podemos realizar a los hombres
y mujeres que lucharon en la vuelta de Obligado, es retomar su valiente legado
para defender nuestra Nación, hoy nuevamente atacada por los poderes imperiales
extranjeros bajo la forma de organismos internacionales de crédito que dictan los
destinos de la patria bajo la mirada cómplice de quienes deberían defender los
intereses del pueblo argentino. Es obligación de patriotas retomar la defensa de
nuestra soberanía nacional, entendiendo que cada batalla también ha de darse en
cada escenario, ya sea económico, político y/o cultural. Sobre todo cultural, porque
como docentes deberíamos saber que sin Educación Pública, la Soberanía es un
horizonte que se aleja cada vez más de nuestra Patria.

Es necesario entender que vuelve a ser necesaria e imprescindible la unidad


nacional. No como un objetivo declarativo, sino como un instrumento para lograr
definitivamente la construcción de una gran nación como soñaron Rosas, San
Martín, Belgrano, Moreno, Castelli, Monteagudo, todos los hombres y todas las
mujeres que lucharon por esos ideales libertarios en los inicios de nuestra historia, y
soñaron con una Nación y por sobre todo, con un Pueblo territorial, económica y
políticamente Soberano.

(Para que lea algún alumnx)

Aquel 20 de noviembre de 1845:


Con la finalidad de colonizar territorios de nuestro país, Inglaterra y Francia, buscaban
expandir el comercio de sus productos para poder acceder a nuevos mercados en nuestro
territorio, por ese entonces gobernado por el Brigadier General Juan Manuel de Rosas. Por
eso, ambos países necesitaban la libre navegación de nuestros ríos a lo que el gobierno se
había opuesto.
Una escuadra anglo-francesa, haciendo caso omiso de la negativa que les había sido
comunicada, integrada por las fuerzas navales más importantes del mundo en esos años,
remontó las aguas del río Paraná con sus navíos de artillería poderosa y cañones obuses:
22 barcos de guerra y 92 buques mercantes. Era un avasallamiento de nuestra soberanía, y
un nuevo intento de las potencias extranjeras de convertirnos otra vez en colonias, por lo
que Rosas impartió órdenes precisas a su cuñado, el general Lucio Mansilla.
Así, el 20 de noviembre de 1845, en el recodo llamado Vuelta de Obligado, Mansilla cruzó
el río con cadenas ( un inmigrante italiano de apellido Aliverti fue quien cumplió la orden)
y arengó a sus tropas integradas por Patricios, milicias de San Nicolás y el Batallón Norte,
diciendo:

“¡Allí los tenéis! considerad el insulto que hacen a nuestra Patria al


navegar, sin más título que la fuerza, las aguas de un río que corre por el
territorio de nuestro país. ¡Pero no lo conseguirán impunemente! ¡Tremola
en el Paraná el pabellón azul y blanco y debemos morir todos antes que
verlo bajar de donde flamea!”

En la ribera derecha del río montó 4 baterías artilladas con 30 cañones que eran servidos
por una dotación de 160 hombres

En las trincheras, además, había otros hombres, la mayor parte gauchos asignados a la
caballería, al mando del coronel Ramón Rodríguez, jefe del Regimiento de Patricios. En el
río estaba estacionado un bergantín, el Republicano, que tenía como misión cuidar las
cadenas que cruzaban el río. Este buque fue volado por su tripulación durante el combate,
cuando su captura por el enemigo era inminente.

Después de ocho horas de enfrentamiento feroz, las piezas de artillería argentina fueron
puestas fuera de combate y las tropas enemigas desembarcaron.

Dos horas más resistieron hombres y mujeres de las milicias, enfrentándose a punta de
balloneta a las balas de cañón.

La derrota militar de Vuelta de Obligado se convirtió inmediatamente en una victoria


moral, al trascender la actitud heroica de los hombres, que en tal inferioridad de
condiciones, defendían la soberanía nacional y su derecho a autodeterminarse, en un acto
patriótico que producía la admiración hasta de los unitarios enemigos.

Por todo esto, la ley Nº 20770 ha instaurado el día 20 de noviembre como Día de la
Soberanía Nacional en conmemoración de la Batalla de Vuelta de Obligado. En 2010 se
inauguró un monumento en homenaje a la gesta militar argentina, emplazado en la
localidad de San Pedro, provincia de Buenos Aires. La obra está ubicada a unos 30 metros
del panteón que recuerda a los héroes, su autor fue el artista plástico Rogelio Polosello.
Asimismo, el día de la soberanía pasó a ser feriado nacional por iniciativa de la entonces
mandataria Cristina Fernández.

Recordemos que nuestra soberanía se sostuvo con valor, heroísmo, patriotismo y coraje.

¡Gloria y honor a los valientes de Obligado!

Anda mungkin juga menyukai