Al descubrimiento de América, poblaban el territorio, diferentes agrupaciones de aborígenes, cuya
población se calcula era de 40.000 almas. Estos de dividían en diferentes reinos, agrupados básicamente en dos grandes áreas de influencia cultural, por un lado la Mesoamericana (Mayas y Aztecas) y por el otro lado, la cultura Sudamericana. La ocupación del Istmo de Panamá, por los primeros aborígenes ocurrió entre los años 11.000 y 10.000 a.C., pasando por cuatro etapas bien definidas, ésta es la llamada Prehistoria de Panamá: la de caza, recolección y pesca (10.000 a 3.000 a.C.); la de agricultura formativa (3.000 a 1.500 a.C.); la establecida (1.500 a 300 a.C.) y la extensiva (300 a.C. hasta la Conquista). Se calcula que para la llegada de los conquistadores españoles, la población de indios del Istmo, sería de entre seiscientos mil hasta un millón de habitantes. Encontraron varios “reinos” (cacicazgos) con su propia organización política y militar, donde una élite sacerdotal estructuraba un gobierno teocrático y representaba la nobleza. El resto de la población se dividía en nobles, militares, sacerdotes, pueblo y esclavos, en el área hoy conocida como provincias centrales se distinguían los reyes Esquina, Urracá, Paris , Escoria, Natá y Chirú, además de otros pueblos ya extintos como los Chánguenas, Doraces y Zuríes. En Panamá existe evidencia de la presencia de varios grupos indígenas por ser sitio de tránsito para estas primeras poblaciones de nuestro Istmo. Dentro de las emigraciones de América del Sur podemos mencionar a los indios andinos, los cuales formaron grupos pequeños y mantuvieron sus tribus separados unos de otros provocando posteriormente su desaparición ante la llegada de nuevos grupos. Los caribes se establecieron en las pampas del Orinoco, las islas de las Antillas y casi toda la costa atlántica de Venezuela, Colombia y América Central. La principal masa de pobladores de nuestra patria se componía de nahuas, mayas y caribes: los dos primeros grupos provienen de América Central; el último de las Antillas y de la banda oriental del golfo de Urabá. Cuando los caribes invadieron el Istmo encontrábamos ya establecidos en el país los andinos, los nahuas y los mayas; de manera que fue necesario luchar por la hegemonía y por la posesión del territorio. Del choque entre caribes y andinos resultó el aniquilamiento de los segundos, con pérdida no sólo de las regiones que habitaban sino también de lo que más caracteriza a una raza, su idioma y sus costumbres. Los nahuas y mayas, presentaron a los invasores enérgica resistencia; aunque los caribes se apoderaron de casi toda la costa atlántica como también de la del Pacífico. Dado que llegaron a establecerse casi sin solución de continuidad desde el Darién hasta Panamá, no les fue posible, sin embargo, hacer lo mismo en el interior del país, pues cuantas veces lo intentaron sufrieron grandes e irreparables pérdidas. Los patrones culturales propios de los grupos caribes son identificables entre los Gunas y entre las diversas culturas de filiación Talamanca. La sociedad aparecía estratificada en tres o cuatro clases, con una marcada preponderancia del jefe.Pocas veces había un sacerdocio organizado, solucionándose conjuntamente lo curativo y lo religioso a través del Shamán. Sin embargo, se registraba culto en los templos y la existencia de ídolos. La posición social iba con relación a la riqueza y estrato, como también su desempeño en la guerra. La cautividad de esclavos en éstas era factor importante para la derivación económica (explotación laboral), como también para el culto religioso (sacrificios, ofrendas). Las costumbre fúnebres incluían enterramientos secundarios en urnas; para los jefes, se llevan a cabo enterramiento y funerales especiales que incluían momificación mediante desecamiento. El sacrificio de esposas y esclavos eran comunes en este caso. Los caracteres físicos de los indios que ocupaban nuestro territorio eran los siguientes: piel cobriza cuya intensidad variaba según las localidades; cabellos negros, lacios y gruesos, frente angosta; ojos algo hundidos bajo cejas negras; nariz pequeña, perfilada en unos, chata en otros; pómulos salientes; boca mediana; labios delgados, dientes blancos, mejillas proporcionadas y barba pequeña. Generalmente los moradores de las costas tenían más tostada la piel y la talla más elevada que los de la sierras. Las mujeres eran por lo común pequeñas bien formadas, “las más bellas y hermosas que he visto en la Indias”, escribe el cronista Cieza de León. Estas comunidades vivían de la agricultura, de la pesca y de la caza. Cultivaban el maíz, la yuca, el otoe, el plátano, el frijol, el camote y otros vegetales alimenticios. Pescaban con redes, con anzuelos de espinas de tiburón o por medio de ciertas substancias vegetales que le echaban al agua de los ríos para adormecer a los peces. Para la caza poseían grandes disposiciones naturales: imitabas las voces de varios animales como quejidos dolorosos de éstos o de sus crías; para obtener fuego frotaban rápidamente un palo contra un pedazo de madera y para aumentar la combustión le agregaban yesca o hierbas secas. Los primeros americanos llegaron desde Asia, cruzaron el corredor de Beringia, que existía entre Alaska y Siberia, probablemente persiguiendo manadas de bisontes y otros animales. Hay muchas ideas y teorías sobre la manera en que los humanos poblaron América. En Panamá existen siete pueblos indígenas con un total que sobrepasa con creces los 300.000 habitantes puesto que en el último censo, realizado en el año 2000, se contabilizaban 285.231 indígenas pertenecientes a los pueblos bri bri, buglé, emberá, kuna, naso teribes, Ngöbe y Wounaan Pueblos Indígenas en Panamá. Existen siete pueblos indígenas con un total que sobrepasa con creces los 300.000 habitantes puesto que en el último censo, realizado en el año 2000, se contabilizaban 285.231 indígenas pertenecientes a los pueblos bri bri, buglé, emberá, kuna, naso teribes, ngöbe y wounaan. Entonces representaban el 10’1’% del total de la población panameña. Dos pueblos, Ngöbe (59’3% del total) y kuna (21’6%), componen las dos terceras partes del total de la población indígena. Hay un grupo, el bokota (993 miembros censados el año 2000), sobre el que se mantienen grandes discrepancias respecto a si forma parte del pueblo Ngöbe o no sin que aún se haya llegado a un acuerdo científico al respecto. Nuestros primeros habitantes eran descendientes d flechas, hondas, lanzas, mazos, escudos. ígenas piensan que la muerte era el punto de partida de un